martes, 26 de febrero de 2019
TAPS, MÁS ALLÁ DEL HONOR (1981)
Se ha celebrado la ceremonia de los Oscar, y a falta de un título que echarnos a las pupilas, el equipo de cata cinematográfica decidió visionar una
de esas películas que sirven de promoción a prometedoras promesas de joven edad arropados por venerables veteranos. Escogimos el título por dos razones, una que todo el equipo de cata cinematográfica
la habíamos visto y nos gustó aunque en su estreno pasó más bien desapercibida en el mundo hispano; la segunda el elenco de jóvenes promesas entonces y consagrados con mayor o menor popularidad y
éxitos de taquilla como son el Tom Cruise, Timothy Hutton, Ronny Cox, arropados por la presencia, corta, del siempre venerado y añorado George C. Scott.
El argumento es
interesante: una academia militar cuyo patronato decide clausurarla para vender los terrenos y sacar pingües beneficios. Entre los cadetes veteranos y educados en la academia surge un afán de
proteger la institución y los valores que representa, la lectura solemne de los caídos en Vietnam y otras guerras logra transmitir el legado de patriotismo, lealtad, abnegación y esfuerzo que se
inculca desde que aún niños entran a formar parte de la familia académica. Durante una velada de baile de gala donde los cadetes acuden con sus novias, el viejo general resulta muerto en un incidente
fortuito con un civil. Ante tal hecho y el cierre inmediato, el cadete jefe interpretado por un sobresaliente Timothy Hutton y escudado por un Sean Penn también soberbio por su interpretación,
deciden plantar cara y los cadetes son armados y pertrechados mientras en el exterior se moviliza a la Guardia Nacional y los padres y madres tratan infructuosamente de hacer ver a sus retoños
cadetes lo absurdo de la resistencia y de las enseñanzas de honor y lealtad que el viejo general les inculcaba...
La película es una alegoría
sobre lo necesario de inculcar valores castrenses pero donde la autoridad militar siempre está por debajo de la autoridad civil. A lo largo del metraje vemos el miedo de los más jovenes que aún son
niños jugando a soldados con fuego real; las incertidumbres y tribulaciones del mando operativo cuando ven que la cosa se desmadra y la tensión aumenta tanto a nivel interno de unión y cohesión de
los sublevados cadetes, provocando disensiones entre el mando que se divide en partidarios de la rebelión armada y los partidarios de acabar la sublevación toda vez que han mostrado con hechos sus
opiniones pero es una causa perdida y sin apoyos entre la sociedad civil.
Película a descubrir porque ha sido injustamente relegada al olvido, otro producto de promoción que sin esperar nada salvo los objetivos de los productores
se vuelve atemporal como los temas de que trata. Al final, de todo el joven elenco interpretativo destaca un soberbio Tom Cruise al mando de los boinas rojas, la élite de los cadetes y ortodoxos de
la disciplina y el honor del combate aunque a la hora de la verdad sus miembros tienen miedo y abandonan sus filas, pero la escena de paroxismo del Tom Cruise en la M-60 es toda una declaración de
intenciones sobre el adoctrinamiento que puede desembocar en fanatismo asesino en nombre de grandes ideales...
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martes, 15 de enero de 2019
LOS SIETE MAGNÍFICOS (2016)
El
problema principal es que el original es irrepetible y si bien aquí no la cagan los efectos digitales como en otras versiones de títulos míticos, la cosa no acaba de cuajar empezando por el reparto,
con nombres con gancho comercial y queridos junto a otros que se quedan en nada y luego el montaje les quita aún más protagonismo aunque siempre parecen secundarios al lado del Denzel, el D´Onofrio y
Etahn Hawke cuya solvencia protagonista y taquillera ya nadie pone en duda. Pero si en 1960 el grupo de siete era tal aunque con personalidades y tormentos emocionales distintos, eran un conjunto
plural y unido por motivos circunstanciales. Luego está el tema de lo políticamente correcto y el protagonista es negro, tal vez para olvidar la mítica calva del Yul Brynner…
Luego está el tema de meter un chino,
que tuvieron su nunca reconocido protagonismo en el mundo de la conquista del lejano oeste, pero si fuera un chino semi esclavo del ferrocarril que huye de sus opresores podría pasar, pero no, es un
experto en artes de cuchillos marciales y demás tópicos que se dan a los protagonistas de rasgos chinos para aumentar la cuota de mercado. Porque el problema es que hablan de rencillas entre sudistas
y yanquis pero capitanea un negro, eso chirría un poco porque no nos cuadra que de aquella fueran no racistas, pero aceptemos afroamericano como jefe de la partida. El mejor es Vicent D´Onofrio,
porque Denzel se limita a poner muecas y caretos, es una vez más ese
actor atormentado de personajes atormentados rayando en la demencia más absoluta. Logra que su personaje cale en la memoria, tal vez por falta de referencias a tal personaje en
la de 1960, y es la nota que distingue a esta actualización del título. El único reproche es que tarda en morirse una eternidad, una agonía a base de flechazos que sólo se le permite a él y que
parece un guiñó al respetable diciendo que no nos tomemos muy en serio la historia...
Peter Sarsgaard, otro
actor que nos encanta, logra hacer olvidar la comparación con el mítico Calvera, azote de los destripaterrones y labriegos mexicanos de la frontera porque en esta versión es un terrateniente minero
que amarga la vida a una población del oeste. No está la cosa para poner a los mexicanos de tercermundistas y para olvidar el original resulta una buena treta, pese a que luego el director y
guionistas se empeñen en cagarla como en el chiste del tipo que va cayendo; lo repiten hasta tres veces y en una de ellas con segundas y claro, si se es veterano y se vio el original lo pillas pero
nos tememos que las generaciones digitales, salvo que la hayan visto, vean la gracia. Un despropósito más de intentar marcar diferencias con la original con resultado final de
caricatura...
Versión en suma que supone una
decepción pese a tratarse de un producto casi sin mácula en los códigos actuales del género de acción llevado al género del indios y vaqueros. Tras debatir durante todo el turno de la jornada laboral
restante hemos llegado a la conclusión de que deja un amargo sabor de boca como nos ocurre con otras revisiones tipo La Cosa o Desafío Total. Pero
aunque no tuviera el lastre de ser una versión, tiene un lastre de dirección y de guión con cierto infantilismo y fallos de coherencia como que tengan el realista detalle del humo que provocaban los
disparos cuando adiestran en disparar a los lugareños pero luego en las ensaladas de tiros que se lían el humo desaparece por arte de magia...Está bien pero está infinitamente mejor la original de 1960 y se queda a medio camino de una regularcilla película del oeste y de un comic mal llevado a la pantalla, siendo magnánimos.
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viernes, 21 de diciembre de 2018
STARS WARS: EL DESPERTAR DE LA FUERZA (2015)
Llevábamos días haciendo
acopio en las taquillas del vestuario de pistachos, jamón del mono, gusanitos y palomitas sin falta de bebidas espirituales y unas cuantas birras enfriando cuando supimos que había visionado de un
título que hay que ver sí o sí todo aquel que sea friki de la Guerra de las Galaxias pese a la decepción que nos supuso el conjunto de los tres primeros capítulos de la saga con sobre
saturación de imágenes sintéticas, costumbrismo ñoño y grandes dosis de infantilismo pero sobre todo las absurdas naves sin textura de realidad. Es por eso que cuando vimos el anuncio de su emisión
con el Halcón Milenario y resto de naves de la saga de finales de los 70´s y 80´s no dudamos ni un instante en planificar escaqueo para esa noche, ya se nos ocurrirá alguna reivindicación laboral si
hay quejas de los inútiles del turno de día al gerente...
Lo cierto es que los
productores han ido a tiro fijo en una mezcolanza de historias que al final es la historia de siempre aunque el rollo de padres-hijos-fuerza-lado oscuro suena repetitiva en este capítulo siete de la
saga. Lo del soldado de asalto imperial que reniega de serlo es la primera incoherencia si se sigue la saga, si hubiera sido todo un pelotón podría alegarse una partida de soldados imperiales
defectuosa, pero que falle uno solo es improbable. Lo de ver a Han Solo y a Leia envejecidos, la verdad es que tras ilusionar para su visionado, visionarlos entrados en años, arrugas faciales y canas
deja un poso de pesadumbre porque si han envejecido significa que nosotros también. La historia es la misma y casi un calco del capítulo cinco, que fue la primera de la saga, llegando ya a
saturar...
Se agradece que las naves y decorados
vuelvan al espíritu original pero a la vez aumenta la sensación de que los tres primeros capítulos han fallado estrepitosamente desde un punto de vista estético. Resulta reconfortante ver personajes
caracterizados y no pinceles digitales aunque los escenarios son familiares y eso siempre atrapa a público veterano pero las trucas de fondo y de bordes, aunque sean digitales, cantan ya de tanto
verlas en otros títulos. Cuando se nos cayó el alma a los pies fue al ver al malo imperial de turno, un gigante sintético que hace que te preguntes qué coño pinta un malo de otra película en la saga,
porque tiene poco de personaje de la guerra de las galaxias. Pero no queremos hacer leña del árbol caído y no podemos señalar los defectos porque la saga forma parte de nuestras vidas
cinematográficas, pero la historia paterno-filial con el añadido ya de abuelos, chirría por manida.Hay que verla y al menos no desentona con los inicios, pero poco más salvo el añejo sabor de la nostalgia, pasar un par de horas entretenidos y recordar viejos, pero jóvenes, tiempos...
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martes, 27 de noviembre de 2018
THE INFILTRATOR (2016)
Hacía tiempo que el equipo de cata cinematográfica no nos quedábamos con los culos pegados al asiento visionando una película casi sin rechistar, de ver cine en modo sala, casi
hasta masticando en silencio, disfrutando de esa magia que hace que el tiempo no exista y nos metamos de lleno en la concentración del visionado. Además, un argumento interesante basado en hechos
reales que el policía protagonista plasmó en un libro del cual se inspira la película y un elenco de actores y actrices con gancho y público fiel pero que no terminaron de cuajar como grandes
estrellas...
El subgénero de cine policíaco y de acción donde el protagonista es un policía infiltrado con los delincuentes siempre ha tenido aceptación por
el público, desde El enemigo público de 1931 hasta Sérpico, por citar dos títulos que siempre
queda como muy fino y erudito. La dirección de Brad Furman maneja con oficio los resortes del género y logra dar a la película un aíre de credibilidad, sin violencia efectista ni sangre gratuita
donde la violencia sucede muy rápida, de forma inesperada aunque se respire un ambiente cargado de agresividad. Por otra parte los actores y actrices están soberbios pese a que vemos tópicos de otros
títulos pero con la diferencia de que la hechura parece casi europea, deteniéndose más de lo normal en profundizar en la psique de los personajes, mostrando que los grandes narcos también creen en
valores que en teoría quedan para el resto de la sociedad que paga y mantiene las fuerzas de la ley por combatir a los traficantes...
Brian Cranston, al igual que el resto del reparto, brilla porque es una película para actores porque interpretan personajes que en la vida
real interpretan un papel que ocultan como son en realidad, desde los policías a los narcos. No es fácil encontrar protagonistas humanos en el cine actual donde priman los efectos digitales. Cranston
recuerda a Alfredo Landa en Los santos inocentes por la riqueza
de matices que aporta su rostro, esas miradas a su esposa donde reina el silencio y sin embargo la cara muestra multitud de cosas que se quedan sin decir y se dicen con la mirada. Parece hasta casi
grotesco en algunas escenas como la de la santería donde vemos un ser humano y no un poco menos que un súper héroe que aguanta todas las torturas, aquí no; aquí vemos un hombre que siente el miedo
pero que mantiene el autocontrol para no delatarse aunque no logra controlar la angustia, ese miedo que todos sentiríamos y que logra transmitir en su interpretación...
Destacar también a un actor que nos encanta, lastrado quizás para papeles de hispano cabrón por su careto. Sin embargo, al igual que otros del
elenco de secundarios, siempre que interpreta es solvente. Nos referimos a John Leguizamo, que nos hace dudar de si su estado cebón es adrede para el papel o es que se ha puesto así de verdad. Actor
solvente y cuyo físico le hace acorde para ese tipo de papeles de hispano, ya sea un hispano fuera de le ley o dentro de ella aunque nos hicimos unas risas al término del film de que vaya colmo de
actor hispano en que para una vez que hace de bueno es fingiendo por sus pintas que es malo...
Pero algo falla, a mitad del metraje la cosa se vuelve previsible y conocida. Mucha culpa la tiene el papel de los narcos intermedios que nos
suenan poco realistas tras una primera mitad de mostrar profundidades de los personajes casi al estilo europeo, de forma rápida pero sin el frenesí de otros títulos. Lo más logrado es esa tensión que
se palpa a medida que se va infiltrando en la estructura de los narcos. Se ve de un tirón porque no tiene tirones salvo ese suave y constante tirón hacia lo ya visto, sin duda era para dar acción
pero nos suenan, reiteramos, a típicos malos con tópicos confortables a la retina y a la taquilla pero poco realistas por exagerados. Es una buena película que nos deja la impresión de que le falta
algo para ser un taquillazo y seguramente a medida que pase el tiempo irá ganando enteros y sitio propio en el panteón del subgénero...Hay que verla.
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jueves, 15 de noviembre de 2018
BUCKTOWN (1975)
Los eruditos y sabelotodos del séptimo arte definen la película como perteneciente al subgénero de cine negro pero en una variante de éxito y
popularidad donde los y las protagonistas eran actores y actrices de raza negra, cine de afroamericanos para consumidores que decimos ahora también afroamericanos y que tuvo su era clásica en la
década de los 70´s. Para el común de los consumidores se hace necesario visionar sin prejuicios ni opiniones hechas por la distancia en el tiempo de su estreno para saborear en todos sus matices los
trabajos del Tarantino, cierto que sus películas por sí solas ya agradan de ver aunque gusten unas más y otras menos pero en todas se disfruta. Si además vemos los títulos a los que rinde homenaje,
tenemos razones más que sobradas para disfrutar de un subgénero rodado hace ya la friolera de cuatro décadas.
Producción de 1975 dirigida por el director y productor Arthur Marks donde el protagonista interpretado por Fred Willianson llega de la gran
ciudad a una localidad sureña y racista donde el acontecimiento más importante es la llegada diaria del tren con forasteros y que vive gracias al negocio del turismo que procedente de la otra orilla
del río sabe que encontrará diversión, alcohol, juego y prostitutas hasta el mediodía siguiente. Acude al entierro de su hermano que regentaba un garito y que fue dejado morir por la policía aunque
ésta en el informe hace constar que murió de muerte natural, cierto que fue apaleado pero falleció de neumonía provocada por la pérdida de sangre...
Película con las características propias del subgénero donde sin grandilocuencia visual se muestra la violencia, descarnada y sangrienta sin
romanticismo pero tampoco sin culpabilidad porque es la ley de la jungla, la ley del más fuerte, la ley donde el pez grande se come al pequeño. Habla de amistad de las calles donde los antaño
pandilleros son ahora jefes de bandas y manejan el cotarro apoyados en jóvenes ávidos de dinero y mujeres pero que conspiran para que el jefe haga lo que ellos quieren que haga y éste no se entera.
Cierto candor donde al principio se traza con claridad la línea que separa a los buenos de los malos, pero cine
negro que muestra que en realidad todos y todas tienen cicatrices, que son malos y malas pero en su ámbito y en su entorno muestran solidaridad y sufren y aman pese a
la dura vida de ser negro en una localidad de mala muerte. Cine de justicieros urbanos rodadas con planos y escenas breves como pinceladas, vemos al jefe de policía rezar dando gracias antes de cenar
y comprendemos al instante su hipocresía y su racismo con la verdad que da ser veterano de la II Guerra Mundial y tener a Dios de parte de la raza blanca...
Y mención aparte a la protagonista femenina que es la siempre sensual de Pam Grier donde se le ven las tetas en una tórrida escena erótica que
escandalizaba a los y las moralistas de la época, ante la aparición de tan bellos y turgentes pechos en escena, se desató una lluvia de latas de birra, palomitas, bolas de servilleta y chillidos y
aullidos de macho alfa como no vivimos desde hace unas cuantas películas. El segureta hasta sacó fotos de manera compulsiva con su móvil de la escena. Pero no está de florero al igual que el resto de
secundarios que repiten estereotipos de otros films, que se siguen repitiendo en la actualidad. Película en suma alejada del sistema de estrellas pero que eran productos hechos con oficio, de guiones
expresivos y planos contundentes que condensan el tiempo. Es gracioso ver cómo el personaje del jefe de policía no sólo comulga con el presidente Trump en ideología sino que hasta se le parece en una
de esas bromas macabras del espacio tiempo...jueves, 16 de agosto de 2018
2 GUNS (2013)
Tapar a dos estrellas consagradas en la réplica femenina conlleva dos alternativas: una estrella igual de consagrada o dar la oportunidad a una actriz que aún no es estrella.
En este caso se eligió a lo segundo en la persona de Paula Patton que está más bien de florero en una trama repleta de testosterona de machos alfa. Ya nos capta en la tercera escena donde aparece
sensualmente sexy con los pechos tapados por la melena de su pelo, pero aparte de eso, el resto de su actuación se limita a ser parte sexual de la trama y que la maten dejando antes una escena de
bondage donde aparece maniatada de manos y boca. Lo cierto es que lo primero que te preguntas al acabar la película es qué cojones pinta su personaje aparte de mostrar las tetas
fugazmente.
Todo ello en un comienzo trepidante donde resultó inevitable que surgiera una breve tertulia entre los integrantes del turno de noche de ver a
estos dos haciendo de chicos malos. Por fortuna el mundo volvió a su orden natural porque resulta que el negrata es un agente infiltrado de la DEA y el blanco con ganas de hostias es en realidad,
cómo no con el Wahlberg, un sufrido y veterano suboficial de la infantería de marina al que sus mandos le dan por el culo y de paso empañan el sistema con sus corruptelas. Lo mejor de este personaje
es cuando su almirante le manda a tomar por el culo en una escena que recuerda el almuerzo de Apocalypse Now donde ordenan la eliminación del coronel Kurtz...
Y lo mejor está en el reparto con un Bill Paxton que parece encontrar en la madurez unos personajes que las arrugas de su cara cuando hace
muecas dan profundidad al personaje. Es un actor querido entre el público veterano y que sin duda las generaciones digitales recordarán por papeles como éste donde eclipsa a las estrellas del
reparto. Fue un importante factor para no dejar de verla antes del final y se puede recomendar para pasar un rato y decir que las hemos visto todas del Denzel...Ni fascina ni convence.
miércoles, 25 de julio de 2018
AFTER EARTH (2013)
No lo
pensamos mucho el equipo de cata cinematográfica cuando vimos la cartelera y aparcamos mochos, linternas y caja de herramientas en una esquina y nos dispusimos a visionar un título, trama y reparto
sugestivo, nada menos que nuestro querido Will Smith acompañado de su retoño en una trama de ciencia ficción, subgénero de raza humana fuera de una Tierra inhabitable y a la que se vuelve por
peregrinas razones, en este caso una lluvia de asteroides que obliga a un aterrizaje de emergencia en el planeta de origen de la raza humana y que se encuentra en cuarentena...
Producción de 2013 que dirige un
tal M. Night Shyamayan y que resulta ser una auténtica castaña de película casi rozando la denominación de bodrio cinematográfico, sólo decir que pasada la mitad de su castaña de metraje decidimos
hacer una pequeña timba mientras acabábamos las birras y los ganchitos. La cosa suelta tufo a castaña desde el principio con el típico trauma del protagonista debido a que no pudo salvar o
morir con su hermana de niño y ahora adolescente piensa que es un cobarde y que su padre le echa la culpa de la muerte de la hermana por no tener lo que hay que tener. Una excusa como otra cualquiera
y un recurso común para comprender la psique del protagonista.
Auténtica castaña
cinematográfica capaz de dormir a las ovejas donde vemos un producto a medio camino de película de cine de arte y ensayo a la japonesa y la ciencia ficción donde la cutrez de atrezzo no se compensa
con un guión sorprendente o situaciones vanguardistas, da la sensación que lo tiene todo para triunfar y nos deja la sensación de que es una película a capricho para dar la alternativa a su hijo por
parte de Will Smith con un aparejo de cine para adolescentes vendido como una gran producción para adultos donde las aventuras y desventuras de esta especie de Orzowei adolescente demostrando que es
un hombre digno de ser un Ranger...Ni siquiera esperamos a verla terminar.
viernes, 2 de marzo de 2018
THE MARTIAN (2015)
(O QUE BIEN VIENE TENER A MANO CINTA AMERICANA)
Y es que dentro del género de
ciencia ficción hay un subgénero que es de argumentos futuristas pero en sintonía con los pasos del programa espacial de la NASA. Además hace ya una década que el tema de los primeros humanos en
Marte ha copado títulos con más o menos fortuna y todas con dudoso éxito. Al menos el bueno del Ridley Scott ha evitado tópicos casi consagrados del subgénero como inteligencias extraterrestres,
bellas epifanías finales donde los santos y santas se convierten en aliens pseudo espirituales por no hablar de la turra con la terraformación. Se trata de vicisitudes de tintura realista sobre cómo
podría ser la misión y que debido a una tormenta catastrófica hace que se aborte la misma y se den el piro a la confortable nave espacial que les devuelva a la tierra. Como si estuviera solo en casa,
el bueno del Damon se queda en tierra, Marte, donde se las debe de apañar para sobrevivir hasta que le rescaten dentro de cuatro años terrestres.
Si llegados a este punto del artículo la cosa ya os huele a chamusquina, estáis en el mismo punto en que
dejamos de prestar atención a la pantalla y entre birra y birra se habla del subgénero, de lo bien de los efectos digitales, la fascinación que producen los cachivaches de transporte, naves y demás
porque la otra trama de la película es de una ñoñez final y casi un insulto a la inteligencia del espectador donde el mensaje es que el sistema al final rescata a sus astronautas, por el camino la
política, la lucha de intereses y ganarse el favor del público que apoye al Congreso financiar el programa espacial, pero esto se sabe por experiencia de cinéfilo y recordar otros títulos porque
estamos ante otro correcto producto del Ridley Scott de atractivo embalaje con lazo fosforito en cuyo interior vemos una tarta de sabor misceláneo que trata de hilvanar historias de otros títulos que
pueden fascinar a espectadores de generaciones digitales pero hacen bostezar a veteranos espectadores.
Película ya anticuada por cuanto no hay drones, sistemas robotizados de apoyo por no citar que es la industria privada quien posiblemente
tenga el control de las misiones a Marte donde sólo destaca el protagonismo de la cinta americana y la pregunta final de si el bueno del Damon no se masturba nunca o tiene sueños húmedos. En
definitiva un correcto producto que sumar a otros títulos del subgénero pero salvo el realismo de la ingravidez y los transportes y nave espacial, uno se pregunta al terminar su visionado si en lugar
de El Marciano deberían haberla titulado
El Murciano porque sus conocimientos de la huerta en tierra yerma y abonado a
base de sus propios excrementos le hacen merecedor de ser titulado hortelano en la mejor tradición murciana heredera de los conocimientos hortícolas de Al -Ándalus...Hay que verla, pero no fascina.
lunes, 22 de enero de 2018
INTERSTELLAR (2014)
La
cosa empezó bien en esta producción estadounidense de 2014 dirigida por Christopher Nolan y reparto casi de lujo y de solvencia en taquilla encabezados por un Matthew Mc Conaughey que logra una
interpretación creíble de su personaje, atrapado en un planeta que se abrasa a fuego lento donde viejos pilotos como él se han reconvertido como el resto de habitantes en cultivadores de maíz porque
ya no se necesitan ingenieros sino granjeros pese a que el polvo es omnipresente y las tormentas de ídem no dan tregua a cosechas y cosechadores.
En la
parte femenina el protagonismo recae en una Anne Hathaway con su personaje atormentado donde su rostro demacrado en comparación con antaño da grima, al menos para quienes fuimos devotos de su
belleza. Lo cierto es que su personaje sólo tiene sentido en el momento en que la tripulación debe decidir si ir al planeta explorado por su pareja sentimental o al de el científico más preparado que
ha enviado un mensaje de que el planeta es habitable ya que el tercero en discordia es un planeta aguado con profundidad de diez centímetros y olas de diez kilómetros de altura. Pero la Hathaway está
de florero y su cara marchita prematuramente aparta cualquier intención de pensamiento pecaminoso...
La película
nos enganchó porque uno de los aciertos reside en que las naves son creíbles, salvo el detalle de que los motores se inundan de salobre y corrosiva agua marina y no sólo funcionan sino que purgan.
Por fin una película se atreve a mostrarnos miradas realistas de lo que sería navegar por el espacio sin que salgan puntitos luminosos de fondo; el acierto de que el sonido que se produciría es
realista ya que no se oye y finalmente está bien resuelto el tema de la ingravidez. Fallo en el tema del pelo de la fémina que aunque lo lleva corto tiene mechón y éste no es ingrávido, pero en
líneas generales los efectos enganchan a quienes gustan de texturas realistas de metal y sin incongruencias de física en temas de sonido y gravedad.
jueves, 11 de enero de 2018
DESAFÍO TOTAL (2012)
Votación unánime en el turno de noche a favor de apartar las tareas nocturnas y laborales para sentarnos a disfrutar de una adaptación de un título mítico como es Desafío
Total y dentro de esta ola de actualizar títulos queridos y rentables aunque si hacemos balance nos quedamos la mayoría de las ocasiones con sabor amargo. Os
juramos que había disposición a disfrutarla sin ideas preconcebidas y comparativas con el original, degustar cómo han llevado a la pantalla la actualización o versión y luego tertuliar para
hacer el artículo, pero hacía tiempo que no salíamos huyendo a la confortable rutina laboral nocturna antes que soportar tal bodrio de producto cinematográfica. Aguantamos veinticinco minutos antes
de empezar a sufrir
taquicardias, náuseas y aerofagia aromática, y aguantamos por la chica mala porque si es por el guión o las interpretaciones del Colin Farrell hubiéramos salido
cagando leches a pringar una noche más, que pedazo de cagada de adaptación pero es que ni juzgándola como título nuevo se salva de las críticas destructivas...¡Mira que estábamos ilusionados con su visionado!
Y es que uno de los mayores lastres y principal es el empeño del director de rodar lo mismo pero con distinto envoltorio y ligeras diferencias de presentación logrando en sólo
diez minutos que el rollo del implante y el reimplante sea un contubernio de despropósitos que incita al vómito. Imágenes sintéticas y nueva tecnología como fondo y atrezzo, pero las mismas escenas
míticas que una vez más lleva a comparaciones con el original. Y eso si se es veterano y veterana de la original, porque las nuevas generaciones de espectadores sin referencias de la original deben
dormirse o quedarse lobotomizados de los enrevesados giros de guión y puesta en escena que resultan grotescas sin las referencias antes citadas. De hecho hasta la sociedad que refleja es copia
de Blade Runner que aun hace que la película se compare, en esta ocasión con el título al que rinde homenaje.
En resumen una película más donde los efectos especiales nos son suficientes y que sale odiada de las comparaciones. Posiblemente sea una película para ver en noches de
insomnio, turnos de noche y servicios nocturnos en puente festivo y demás momentos muertos de nuestra existencia vital, pero siempre acabará siendo comparada con el original o sencillamente desechada
al poco de su inicio. Mal guión, mala dirección e interpretaciones lastradas por el conjunto porque no lo hacen mal, pero es que el producto final es malísimo.lunes, 6 de noviembre de 2017
EL AMANECER DEL PLANETA DE LOS SIMIOS (2014)
El caso es que la saga está viviendo una revisión con la revolución de los efectos digitales que tiene gran aceptación de crítica y público,
estos días se anuncia el estreno del tercer título de esta remozada digitalmente saga y se hacía obligado el visionado de la segunda entrega que es la película que traemos hoy. Lo que dijimos de la
primera, sirve perfectamente para esta segunda donde han pasado ya unos
lustros desde el fin de la primera y César ha creado una Arcadia simiesca y el ser humano hace dos inviernos que no asoma la jeta por su territorio. Finalmente aparece un grupo de humanos y se
produce el inevitable choque de civilizaciones...
Una vez aceptado lo anterior, traguemos la ñoña historia de los protagonistas donde la chica ha perdido a su
hija, el chico tiene un chico que no acepta a su pareja, añadamos dosis de otros títulos, desde Avatar a Parque Jurásico pasando por homenajes a la saga original cuando ya degeneró a serie B y tenemos un producto rentable que engancha a las generaciones digitales sin menosprecio de las
analógicas. Sigue saturando el exceso de texturas digitales, mejorado en cuanto a mostrar manadas y tiene un casi oculto sentido del humor, pero no acabó de convencernos de sus bondades y lo que nos
atrapa desde el inicio es la fascinación de ver el mundo tras el declive de la raza humana, como si Chernobil no saciara nuestra malsana curiosidad de ver qué ocurre con una ciudad tras un desastre
nuclear y quedar abandonada porque el resto ya lo hemos visto otras veces...
En fin, producto rentable que cautiva para pasar por taquilla y argumentos y tramas pseudofilosofales que siempre encandilan a la crítica para
ocultar los defectos señalando la, supuesta, trascendencia del guión que aquí es como una trama de herencia real en el medievo pero, tras el envoltorio, nada nuevo bajo el sol. De momento van tres y
esta segunda nos ha parecido que hubiera sido una buena serie televisiva que podría haberse alargado cuatro o cinco temporadas, pero suponemos que acostumbrado el espectador a holocaustos zombis,
este holocausto por entregas, más la fascinación que ejerce el tema, asegura buenos dividendos y dos o tres títulos más, pero al final, cuando haya transcurrido el tiempo, la del Charlton Heston
seguirá siendo la mejor.Bastante infumable, para qué mentir.
viernes, 27 de octubre de 2017
ASESINOS DE ÉLITE (2011)
El
tripartito lo encabeza un canoso y arrugado Robert De Niro acompañado de nuestro reparte hostias predilecto, el siempre contundente con todo tipo de objetos cotidianos o al alcance de sus manos del
Jason Statham que pasa con aprobado el duelo interpretativo donde el veterano arropa al novato, en esta ocasión amigos inseparables y leales pero separados por un trauma del Statham surgido al
ejecutar un trabajo y un niño presenciar su letal manera de llevarlo a cabo. Un personaje atribulado y con líos emocionales...
La propuesta era sugestiva mostrando a tres mercenarios y sus distintas motivaciones bien para seguir ejecutando trabajos, bien para mostrar las justificaciones de dejarlo. Pero
la producción peca de parca y termina siendo la historia de un mercenario retirado tratando de lograr una vida normal y enamorado que se ve obligado a volver al curro porque su hermano de sangre está
de rehén de un matusalén árabe cuyos tres hijos fueron asesinados por el SAS y desterrado de su secarral en el desierto busca venganza para que su único hijo vivo, un zangolotino coloquetas que lo
que menos desea en este mundo es volver al secarral, y se cruza con un veterano al servicio de una mafia de veteranos interpretado por el empático a la retina y algo decepcionante en sus trabajos de
Clive Owen que en esta ocasión nos deja un buen sabor de boca.
La película decepciona por una
combinación de mala dirección, de pulso cinematográfico, y un mal guión que, si bien profundiza más en lo personal de los personajes que en otros títulos de temática similar, no logra acabar de
cuajar su prometedor inicio y termina decepcionando totalmente desde antes de la mitad del metraje. Todo se resume a una especie de Equipo A donde lo bueno
y lo malo se difuminan en una línea difusa que deja patidifusos a los espectadores porque se vive con alivio el fin porque, si dura más, se haría insoportable seguir su visionado y la faena es un
bálsamo al que se vuelve como quien vuelve a un lugar reconfortante, vamos, que es tan bodrio, que prefieres volver al trabajo y pasar de la película.lunes, 16 de octubre de 2017
GRAVITY (2013)
en medio
de una catástrofe aquí se limita a dos personajes de inicio para terminar en solitario: una pareja de astronautas en plena reparación de un satélite sufre las
embestidas de basura espacial a consecuencia de una pifia rusa digna de ser soviética que por eliminar un satélite provoca un cataclismo en todo bicho satelital a su paso.
Una compañera de misión
interpretada por Sandra Bullock que pese a llevar el pelo corto no disimula el gran fallo a la hora de dotar de realismo a las escenas en gravedad cero porque no se le eriza el mismo,
detalle que convierte la película en una más y se defraudan las expectativas previas de paladear la ingravidez. Su personaje es atribulado por una triste historia y sufre un shock casi místico donde
su compañero se le aparece en sueño de fatiga, un rollo que no viene a cuento salvo que todos los espectadores sean creyentes, rollo que podía haberse resuelto de otra manera y no con tufo a divino y
de repente una astronauta con entrenamiento de sólo seis meses y especialista única para reparar el satélite sufre una transformación tras el sueño místico y pasa de apenas manejar los sistemas rusos
porque están en cirílico a acertar de la primera con el sistema chino escrito en chino...
La película es una auténtica
castaña que salvo las sorpresas visuales, que deben de ser flipantes en 3D y nadie lo duda, parece quedarse en velados homenajes del director a clásicos de viajes espaciales más o menos realistas
pero las incongruencias son incontables, destacaremos la entrada en órbita de la nave salvadora o el tema del fuego por la estación espacial internacional; además utilizan un transbordador ya en
desuso en el momento del estreno y asistimos a una tragedia y el regreso a la tierra de la única superviviente aunque desde el primer fotograma con el Clooney haciendo el canelo con los propulsores
de su mochila ya nos hizo caer el alma a los pies.Decepcionante.
lunes, 2 de octubre de 2017
TERMINATOR GÉNESIS (2015)
Y es que abordamos con cierto
temor el título de hoy, una vuelta de tuerca más para alimentar la rentable y popular saga de Terminator, que se anuncia como la trama inicial de la saga,
lo cual nos dio algo de repelús porque no teníamos ni pajolera idea de que la hubieran rodado pero sale el Arnold de protagonista y entre el atractivo de la saga y la fidelidad al Schwarzenegger
decidimos concederle el beneficio del visionado así que dejamos aparcados el mocho, la linterna y la caja de herramientas para disfrutar del mismo con susto al inicio del metraje porque todo parecía
indicar un subproducto para estirar el chicle...
Nos costó también un poco digerir el careto de Jai Courtney pero nos sorprendió gratamente por su capacidad de muecas faciales lejos del
estereotipo de actor con estética de tipo duro y limitaciones de expresividad facial, pero sabe manejar cejas, boca y ceño para terminar por lograr un actuación rica en los pocos matices que la
acción permite al personaje. Por un momento, en los primeros minutos y primeras escenas, nos temimos lo peor y que todo iba a quedar en una actualización del original siendo el Courtney un
protagonista fracasado al intentar emular al Arnold aunque afortunadamente todo era un logrado homenaje al original de los 80´s con un salto espacio temporal que nos despejó la pesadumbre inicial y
logró atraer nuestra atención.
Y por supuesto el Schwarzenegger que sin ser infiel a su personaje de robot protector destila la experiencia
de los años transcurridos y se ríe de sí mismo, porque aunque no aparezca en el plano, sabemos que está ahí y Sarah Connors está a salvo en su compañía; un robot que ha desarrollado el sentimiento de
la nostalgia, tal vez incluso un sentimiento de amor que le humaniza pese a que Sarah aunque le llame abuelo sabe que es una máquina, pero que en su ausencia necesita mirar su foto; tal vez cariño
cibernoide o tal vez sólo una manera de su programación de continuar con la misión programada pero sin dejar nunca de dotar de humor a su personaje que logra simplemente con una
sonrisa...
¡¡Cosas de la magia del séptimo arte!!
martes, 26 de septiembre de 2017
LA LEY DEL MÁS FUERTE (2013)
Historia cruda que nos hace rememorar la mítica El Cazador tanto en la ambientación, una población que vive del trabajo en una fábrica de acero que se ven atrapados en una vida que antes hicieron sus
abuelos y sus padres, jóvenes que buscan una salida con una guerra de fondo que no es en las junglas del sudeste asiático sino en los desiertos de Afganistán o de Irak pasando de refilón el hecho de
que los veteranos son llamados a servir de nuevo, pero es sólo una circunstancia, una vía de escape para el hermano del protagonista donde el regreso a casa aviva los traumas de perder prematuramente
a la madre y que la mierda que ha vivido de uniforme le taladra los pensamientos una vez regresa sin poder adaptarse a la vida civil.
El homenaje a El Cazador, que no copia adaptada a los nuevos tiempos, sigue con la metáfora de la caza y está muy logrado el efecto en el espectador que produce ver
como cazan y despellejan el ciervo a la vez que el hermano del protagonista cae en las redes de la mafia de las peleas clandestinas en una película de gestos, de diálogos sin concesiones retratando
vidas de gente corriente con problemas corrientes, de un mundo que temen perder porque es más barato importar acero de China y porque las guerras no son como en los noticieros de la II Guerra
Mundial, donde vas a la cárcel por una imprudencia mortal con el coche y mientras estás en el trullo tu novia al final se va con otro y, cuando sales y quieres intentar retomar tu vida, ella tiene la
suya propia y además está embarazada...
Nos ha encantado y sorprendido por cuanto está rodada a la antigua usanza, sin acciones incoherentes a las
leyes de la física o escenas de realidad virtual. Vemos la población, la fábrica y nos asomamos a la vida del protagonista de forma descarnada, casi con desasosiego a medida que avanza la trama pero
pegados a la butaca porque se presiente la tragedia como en la no menos mítica de Perros de paja aunque la violencia final es humana, cruel y vengativa que se soluciona con tres disparos. Uno de los logros del director es precisamente
mostrarnos esa violencia, que siempre es igual, como un pequeño riachuelo que se convierte en río y que a medida que transcurre su cauce se ve salpicado de remolinos y pequeñas cascadas hasta su
desbordamiento final.
Sólo comentaros que en lugar de volver al trabajo, comenzar el mismo más bien, estuvimos hasta la hora del bocadillo y el cafelito filosofando
y hablando de cine, recordando El Cazador y tertuliando que el
tío del protagonista bien podría ser el personaje que interpretó Robert de Niro y la población y la fábrica la misma de entonces. Que tuvimos una interesante charla sobre cine y que tras ver una
película hables de cine es que merece la pena verla, aunque nos tememos que gustará más a espectadores veteranos que a las nuevas generaciones digitales acostumbradas a imágenes sintéticas y escenas
de acción vistas una y mil veces...Una buena historia bien llevada al cine.
jueves, 17 de agosto de 2017
CAMINANDO ENTRE LAS TUMBAS (2014)
Es un producto que cumple las
reglas del género con psicópatas incorregibles y el acierto del director de no cargar las retinas con imágenes de espantos y tormento, un buen estilo visual donde vislumbramos los mismos pero en
dosis justas de metraje y escenas breves que logran que sea nuestra mente quien vea el siguiente paso. Se agradece pues la ausencia de imágenes de casquería o violencia masoquista que sin querer
despierte nuestra excitación en base al dolor ajeno. Se logra por tanto un ambiente en ocasiones de buena novela negra y la ñoñez del niño y su triste historia es digerible aunque con algunas
incoherencias cuando el chaval toma el protagonismo, pero se perdonan.
Nos gustó mucho el tratamiento
que se da a la acción, lejos de tiroteos, trompazos de coches o estereotipos a la hora de retratar traficantes o policías. Los traficantes son en apariencia vecinos corrientes que nos podemos cruzar
al llevar los niños al cole o tirar la basura. Personas que se dedican a negocios sucios e ilegales pero, reiteramos, sin tópicos típicos, tienen sentimientos, seres queridos y vida hogareña. Los
policías que vemos, sólo una vez, se dedican a lo suyo y averiguan si hay algo interesante en el protagonista y cuando se cercioran que sus movidas no van con ellos, sencillamente vuelven a sus
asuntos. Es una película sórdida como los psicópatas que nos muestran, sin alardes ni graves deficiencias pese a un final empañado por no estar a la altura de la película y sobre todo su primera
mitad.Recomendable en su género aunque no aporte nada nuevo.
martes, 8 de agosto de 2017
LOS SUSTITUTOS (2009)
La
producción está al servicio de la estrella y los efectos digitales por una vez sí están al servicio del guión estando logrado el efecto rejuvenecedor de los sustitutos pese a que en muchas escenas
este efecto desaparece si hay aglomeración de figurantes. El Bruce hace su papel de siempre pero sabe reírse de sí mismo cuando interpreta al protagonista sin su sustituto logrando transmitir la
lucha interior de un hombre que tiene su vida doméstica hecha una auténtica mierda con una esposa que sólo se relaciona con él mediante su sustituto y está enganchada a las pastillas...
Película que cumple las reglas que debe cumplir todo producto de ciencia ficción, agradable a la vista donde detalles que lastrarían la nota final quedan perdonados y superados
por el reparto y un pulso de dirección ágil pese a que la historia ya la hayamos más o menos vista en otras producciones, pero sin duda un imprescindible del género en su época que seguramente quede
desfasada porque el futuro no será así exactamente como siempre ocurre que no es otra cosa que el que la realidad siempre supera la ficción.viernes, 28 de julio de 2017
R. I. P. D. (2013)
(Departamento de Policía Mortal)
Y no lo es por dos razones, una de
ellas ya apuntadas, el reparto y que no podemos olvidar los títulos a los que rinde homenaje en las escenas, desde ñoñeces sobrenaturales tipo la sobrevalorada y mítica Ghost o Los Caza
Fantasmas por poner dos ejemplos y dejamos que busquéis vosotros el resto. Pero cuando el equipo de cata cinematográfica vemos en el reparto al Jeff Bridges por un lado y a Mary Louise Parker
por el otro, dejamos el mocho, la caja de herramientas y la linterna, preparamos unas palomitas y unas birras frías dispuestos a disfrutar sin ser tikis mikis con el argumento...
Pero el que hace
recomendable la película en un alto % es Jeff Bridges donde su personaje bien podría ser el agente de Valor de Ley donde la limitación de gestos faciales que le lastraban de joven se han
convertido en sutiles muecas combinadas con las arrugas y la barba, esa mirada suya marca de la casa que ahora entrado en años adquieren una expresividad donde sobran las palabras. Le sale sin
esfuerzo, natural y ya decimos que absorbe el plano. Por desgracia ya decimos que interpreta un personaje ya visto pero entrañable y confortable a la retina del espectador.
¡Divina! ¡Sencillamente divina en su divino rostro!
Recomendable por el reparto.
lunes, 12 de junio de 2017
AL FILO DEL MAÑANA (2014)
Habíamos quedado gratamente satisfechos como espectadores con los trabajos de Tom Cruise en el terreno del género de ciencia ficción y pese a ser el protagonista absoluto verle
con personajes o al menos un perfil común alejado sin estarlo del protagonista de acción, verle actuar con gestos, miradas y muecas que en buenas manos enriquecen el trabajo y dan enjundia al
personaje haciéndolo creíble sin salirse de las coordenadas del héroe de la película. Así que su nombre en cartelera y género que nos encanta y nos lanzamos a quitar horas a la faena escaqueándonos
para su visionado...
Producción estadounidense pero de
hechuras británicas en atrezo dirigida por Doug Liman con estética de cómic pero con una trama de bucle espacio temporal que lastra completamente su disfrute y es que este tipo de historias con
jornadas que se repiten no es que esté manido, es que El día de la marmota ha copado la capacidad de entendederas para los espectadores porque acaba siendo
lo mismo cambiando la trama, en este caso un oficial que es enviado al combate y cada vez que le matan o se mata regresa al inicio, puede que en manga quede bonito pero pese a los intentos de montaje
y dirección ha quedado una copia y variante de la película de la marmota. Luego ese rollo de alienígenas en plan mente colmena y con el gran alien rey o reina de la misma oculta bajo tierra
dirigiendo sus huestes, encima con forma de pulpo y bola en el centro...Apesta a manido y es un tufo que no desaparece y va a más a medida que avanza la acción que parece más una partida en modo
campaña de cualquier vídeo juego de disparos con cámara subjetiva.
La protagonista femenina es Emily Blunt que está monona sudada en la cancha de entrenamiento y que logra soportar al personaje a base de gestos
y muecas aunque impecable como protagonista de acción resultando creíble en las escenas pese a que debido al rollo del bucle temporal, que cada vez que lo explican es más galimatías e incoherente,
acabando tanto ella como él en escenas de acción típicas que podemos ver en otros géneros, pero está correcta aunque quien nos gustó de verdad fue el Bill Paxton, un actor desaprovechado en nuestra
opinión...
Y es que al inicio la película te engancha no por el rollo del bucle o el Tom haciendo de Cruise, es el bueno del Paxton en el entrañable
personaje del sargento primero a cargo del pelotón. Con los tópicos típicos que debe tener todo sargento primero instructor pero dotándole además de un rostro, gestos y muecas de verdadero lenguaje
visual de cómic. Está grandioso y resultando serlo sin serlo es una parodia que no queda fijada en la retina como tal, sino como lo que nos enganchó para soportar una película que promete mucho, nos
muestra lo ya visto y demuestra que a veces una historia en cómic no siempre resulta igual de brillante llevada a la gran pantalla, sobre todo cuando hay otra película que juega con el bucle y
resulta insuperable para la memoria.
Se
puede ver, no negamos sus virtudes para las generaciones digitales, pero para los y las veteranas resulta no farragosa pero sí pantanosa a base de repetir escenas y situaciones, porque lo cierto es
que es bastante incoherente o eso queda en esta película que pese a rendir homenajes no busca soluciones ya vistas y efectivas quedando demasiado a las conclusiones de quien la visiona. Parece un
vídeo juego, es un producto correcto y aunque el reparto no desagrada en su trabajo, queda un producto que tiene apuntes al principio para degenerar desde la segunda mitad del metraje hasta su final,
que lo cierto es que ya no importa mucho el mismo por el agotamiento visual que provoca. Recomendable pero difícilmente apetecerá verla de nuevo.jueves, 18 de mayo de 2017
SPECIES (1995)
La película que traemos hoy cumple los requisitos anteriores, cierto que sin el oropel de un Alien el 8ª pasajero pero
como exponente de los 90´s del género de ciencia ficción, ha tenido secuelas y demás pero este primer film de la saga sigue resultando tan agradable de ver como cuando vemos de nuevo
Terminator y aceptamos el desfase de los efectos especiales porque son dignos de entonces y tanto el guión como la dirección resultan un producto atractivo
al espectador.
El reparto es de primera y un buen pulso narrativo del director, tal vez algo chambón el final aunque se soporta la narración de acontecimientos
en base a efectismos que logran su propósito y diálogos cargados de humor soterrado, con personajes dibujados lo suficiente para que no parezcan superfluos o de relleno, cada personaje del grupo que
trata de capturar al bicho tiene su personalidad y complementan al resto. Comenzamos por la fémina Natasha Henstridge en plenitud de belleza juvenil pero ya adulta que no se corta a la hora de
enseñar teta, pero su desnudo no resulta gratuito y sí da credibilidad a su personaje, otra cosa es que nos ponga como burros en primavera, que también, para qué negarlo.
Un trio de protagonistas masculinos dentro del protagonismo coral del grupo encabezado por un Ben Kingsley, maestro de perfilar personajes con una simple combinación de
movimiento de párpados y sutil mueca facial, devorando la cámara, eclipsando al resto si comparte plano y magistral su cachondeo cuando su personaje entra en bloqueo y prefiere incinerar a parte de
su equipo antes que romper el protocolo de actuación.
Un Forest Whitaker buscando su consagración interpretando a un vidente al que hace creíble gracias a su manera de vivir los personajes que se
transmite en su interpretación, movimientos corporales que sustentan sus muecas y expresiones. Además está genial cuando llega a la escena del tren donde está el cadáver de la revisora, la pared
llena de masa sanguinolenta y el caos de todo ataque devorador alienígena y tras echar un vistazo tiene la videncia de que ha ocurrido algo terrible...
Finalmente un joven Michael Madsen ahora ya consagrado, tal vez sin ese gran papel que siempre se espera pero fundamental en cualquier reparto en que haya participado aportando
profundidad, agradable a la retina del espectador, encasillado quizás, pero solvente y creíble en sus papeles y que se prodiga en muecas y gestos de macho alfa seductor que lejos de resultar
ridículos, lo son pero con la complicidad del espectador que cae rendido ante el talento coral de una película con el encanto de la serie B y la magia del recuerdo cuando ves fotografías de hace
tiempo, ya lejano, ya cercano, pero siempre ido...
Nos lo hemos pasado muy bien con su revisionado y seguramente os pase lo mismo con un producto de los que ya no se hacen porque las trucas y las historias han cambiado pero que
mantiene su atractivo gracias a toques de humor, algún que otro susto y esa magia de los efectos pre-digitales que por alguna razón siempre nos atraen y que sorprenden a las generaciones digitales.
Un exponente del género de los 90´s que pese a su aparente vulgaridad queda en el recuerdo y que gana con el paso del tiempo y eclipsa las secuelas y precuelas que los efectos digitales posibilitan y
donde la industria trata de seguir explotando el filón del éxito.martes, 14 de marzo de 2017
GANSTER SQUAD (2013)
Cóctel atractivo esta producción de 2013 dirigida por Ruben Fleischer y un reparto solvente y atractivo a la retina del espectador incluyendo a un venerable Nick Nolte y un Sean
Penn que nos recuerda en esta interpretación de hombre ya maduro y violento al joven que fue, dos actores en suma que hacen el producto atractivo a espectadores y espectadoras veteranas a la vez que
el protagonismo principal recae en dos realidades atractivas al público actual y de nuevo cuño como el siempre correcto aunque lastrado por su careto de Josh Brolin y el ahora en la cresta de la ola
de Ryan Gosling que nos encantó al equipo de cata cinematográfica en Drive a
la que dedicamos un artículo.
Más el protagonismo principal recae en la ciudad de Los Ángeles a finales de los años 40´s con veteranos tratando de reintegrarse a la vida civil pero la ciudad no es la misma
que dejaron al alistarse, vicio, droga, gansterismo y corrupción policial y política convierten a un ganster en aspirante a su posesión sin rendir pleitesía a las mafias de Nueva York o Chicago. Uno
de los aciertos es enlazar la textura y color de las imágenes con otras producciones que han tratado la época y sobre todo un halo al universo de James Ellroy, con los efectos digitales al servicio
de la producción y no viceversa, toques de códigos visuales de vídeo juego y ambiente de cómic siendo éste por lo lineal de la acción y de los personajes mas siempre de fondo la Los Ángeles aunque si
nos ponemos exigentes la ambientación es la justita y correcta para simular la época.
Porque la película se visiona y es agradable gracias a los guiños y a escenarios familiares y confortables de años del género y a la altura de otros títulos de los últimos
tiempos aunque sin menoscabo al cine retro de los 70´s con el ganster, la chica del ganster, el amante de la chica del ganster, polis corruptos, escuadrones de policía combatiendo con el ojo por ojo
y diente por diente más el reparto que seguramente convierta la película en un clásico pese a que ahora mismo sólo sea un correcto y comercial intento de versionar lo ya visto antes. Entretenida para
pasar un par de horas y lo suficientemente buena para ser recordada aunque sin especial fascinación.martes, 14 de febrero de 2017
LA JUNGLA DE CRISTAL 6
(Una mala película para aburrirse)

Y es que somos muchos y muchas quienes hemos crecido y vivido a la par de la vida de John McClane, hemos visto como luchaba por su matrimonio y finalmente fracasaba
en el mismo, le hemos visto enfrentarse a los peligros de la era digital y pasmarse ante jovenzuelos informáticos capaces de provocar el caos, librarse de venganzas, recuperar a su apetitosa hija
jovencita, esperábamos verle afrontar el paso de los años en la antesala de la vejez...
No podemos
mentiros, dejamos de verla pasada hora y pico porque la trama es absurda, el entorno urbano ruso ya no atrae como en tiempos de la Guerra Fría o la época de Yeltsin siendo además cansino el argumento
del profesor ruso que tiene la fórmula para desbaratar el tinglado dictatorial, aquí no es energía gratis ni santos pero suena a ya visto y la ciudad rusa, de momento, carece del glamour de París,
Londres o Tomelloso. Lo del taxista moscovita cantarín es como lo de que todos los españoles son toreros y las españolas bailaoras y ya desbarata cualquier asnsia por ver un episodio más de la saga
que no es tal salvo la promoción de Jai Courtney que es cierto que parece ruso y no pega como hijo de pega del Bruce Willis.¡Mirar si es mala de cojones!
sábado, 28 de enero de 2017
OBITUARIO
John Hurt, actor
Puede parecer un obituario superficial, recordando un papel que sólo se citará en su biografía cinematográfica quedando eclipsado por otras interpretaciones su
papel de tripulante de carguero espacial, sin embargo y al igual que sucede con su papel de preso en una cárcel turca soñando con el Expreso de Medianoche entre ensoñaciones de cannabis, para
millones de espectadores John Hurt siempre será aquel miembro de la tripulación.
Solvencia de la escuela británica en interpretación, resultaba siempre creíble en sus interpretaciones con sutiles muecas faciales que redondeaban la interpretación,
pero sencillas muecas, pequeñas pinceladas en el rostro, marchamo de calidad en cualquier reparto y querido por el público pese a que no se le encuadre en la categoría de estrella, que lo fue. Para
el espectador John Hurt era sinónimo de actor, de currante en lo suyo y que curraba bien. Y es una estrella porque se le llora como a tal, como al amigo que ya nunca veremos en nuevos papeles pero
eterno en el recuerdo. Era actor y actor de los buenos.
Descanse en paz.
martes, 3 de enero de 2017
OBITUARIO
Por El Turno de Noche, equipo de cata cinematográfica
Hay personajes eternos en quien los interpreta y actrices y actores que recordamos eternamente en un papel por muchas papeles que interpreten después. Es el caso
de Carrie Fisher que siempre por toda la eternidad cinematográfica será la princesa Leia y que nos ha dejado hace pocas fechas aunque todavía en el año pasado.
El equipo de cata cinematográfica aparcamos la jornada laboral y la dedicamos, fichando, a recordar entre birras y pistachos a la actriz. Llegamos a la conclusión de
que no hemos seguido su carrera pero la recordamos además de su personaje en la saga por el de novia despechada en Granujas a todo ritmo, cuyo título
original es Blues Brothers. Nunca una novia despechada resultó tan hermosa con un lanzacohetes y siempre envidiamos al delgado de los hermanos que
hubiera cortejado y tenido fornicio con ella, no por su novia, por la princesa Leia.
Y es que todos recordamos la primera vez que la vimos en pantalla, aún casi niños y no tan niños, aún conserva el candor juvenil y
la belleza de mujer en La Guerra de las Galaxias esa mágica transición consumada sin mudar la piel juvenil que se ha visto en otras actrices y se nos
viene a la memoria Sharon Stone en Desafío Total...
Algo se nos ha muerto a todos, concluimos entre vapores de birra y efluvios de nostalgia el equipo de cata cinematográfica, porque
significa que ya no somos niños ni no tan niños, que nuestros referentes vitales se van muriendo y ascendemos un peldaño más de la escalera hacia la muerte; pero siempre volveremos de vez en cuando a
aquella mirada infantil y no tan infantil que se enamoró de una princesa en apuros que nos manda un mensaje de ayuda por medio de R2D2 escudado por C3PO y saldremos en busca de Ben Kenobi, aunque
luego tengamos pesadillas por fantasías onanistas cuando descubrimos que es nuestra hermana porque queríamos ser Luke Skywalker...
¿ O no?
jueves, 22 de diciembre de 2016
OBLIVION (2013)
La
ciencia-ficción es uno de nuestros géneros favoritos y el equipo de cata cinematográfica no podíamos dejar pasar la ocasión de visionar esta producción de 2013 dirigida por Joseph Kosinski, del que
no recordamos cosas, siendo protagonista Tom Cruise y bien flanqueado y apoyado en su papel por Morgan Freeman amén de un argumento interesante con el siempre atractivo mundo post apocalíptico y una
luna medio desintegrada...

Y es que ver o imaginar plasmando en imágenes cómo quedaría el planeta y nuestra civilización tras una hecatombe de proporciones bíblicas siempre ejerce una atractiva
y oscura fascinación en nuestras mentes como si el paraje de Chernobil no fuera muestra suficiente y siempre anhelamos observar más. En ese sentido la escena en moto a través de lo que una vez fue un
océano con Tom Cruise rodeado de cascarones oxidados y submarinos nucleares con sus lanzamisiles abiertos, el campo de béisbol convertido en un cráter o ciudades sepultadas que convierten los
edificios bajo tierra en nuevas cuevas donde se refugia el ser humano, son fascinantes.
De
Morgan Freeman decir que está bien como siempre en otro de esos papeles que su presencia por sí sola ya impone, da enjundia a la producción y siempre nos arranca una sonrisa, en esta ocasión por sus
pintas, pero es digno escudero aunque se echa en falta que se hubiera desarrollado más el proceso de selección que realiza del protagonista, pero hubiera requerido más metraje y las breves y rápidas
pinceladas de los motivos resultan entendibles.
No contamos más porque
es un producto entretenido, bien facturado por el pulso del director y que incluso merecía más profundidad porque aunque no hay tiempo para un respiro sí que el final es algo precipitado. No faltan
homenajes a otros títulos destacando el ojo de los drones que recuerda al de HAL9000. Recomendable porque es una película interesante por lo que plantea: un hipotético futuro donde el encuentro con
una civilización extraterrestre podría provocarnos creer que estamos ante Dios para no hacernos preguntas ni cuestionarnos nuestra existencia...martes, 18 de octubre de 2016
( A Man Apart)
Decepcionante producto cinematográfico esta producción de 2003 dirigida por F. Gary Gray y protagonizada por el Vin Diesel, estrella del cine de acción que no da
lugar a dudas: o le amas o le odias. Nos gustó mucho en aquella de ciencia ficción que salía el Jordi Moya de villano espacial en un planeta de criaturas del barro, escorpiones o algo
así...
El argumento es idiota
al igual que la dirección es una idiotez. Polis crecidos en los suburbios que se hacen polis para hacer algo por la sociedad en lugar de no hacer nada y vivir de traficar con drogas. La película se
traga porque la trama, los villanos y el desarrollo ya lo vemos antes de que ocurra por haberlo visto antes. Hay algunos guiños cinematográficos pero entonces te preguntas si el director rodó una
mierda para hacer homenajes a títulos del género o si quiso hacer un género de homenajes y le salió una mierda...
Hay
actores secundarios Bob confortables a espectadores de los 80´s pero sólo podemos destacar a Timothy Olyphant porque pese al mal puso de dirección y a los saltos de guión logra dar densidad a su
personaje que aparenta ser coloquetas y es un despiadado cerebrín del narco tráfico. Pero el montaje logra que destaque porque está mal hilvanada su historia y la interpretación resalta aunque
desconcierta su muerte de forma ridícula.
Es entretenida si no
tenéis más afán que comeros unas palomitas en el salón rapantigados en el sofá porque no ofrece nada más salvo que seas mozalbete donde tenemos una actualización de trama ya muy manida y llevada
mucho mejor a la pantalla en títulos precedentes. Lo mejor es cuando un malo maluco le escupe a Vin Diesel si es maricón...martes, 4 de octubre de 2016
88 MINUTOS (2007)
(88 MINUTES)
Al Pacino es de esos actores que veneramos en el equipo de cata cinematográfica y que cuando es posible visionar uno de sus trabajos, pues se hace por fe y
adoración hacia su persona. La propuesta era interesante a priori con él de protagonista y secundado por confortables actores secundarios Bob a la retina del espectador, además el elenco femenino es
atractivo y la historia, algo manida, atractiva siendo una vuelta de tuerca más del subgénero de ir a contra reloj por parte del protagonista para vencer al villano de turno.
Lo malo es que se
plantea el producto como un ejercicio cinematográfico por parte del director, Jon Avnet, cuyo pulso no está a la altura de la propuesta. Todo el peso interpretativo cae sobre el siempre solvente,
aunque a veces no tanto sorprendente últimamente, de Al Pacino cuya presencia en pantalla es continúa y que con el pelo alborotado, las arrugas de su rostro junto con muecas y expresiones faciales
logra dar la imagen de profesor coloquetas y picha brava. Lo malo es que se juega a base de indicios, sospechas, espejismo y engaños al espectador pero donde los espectadores terminamos engañados
porque todo es bastante previsible y lo que se supone debería ser efectivo termina siendo efectismo con personajes secundarios poco elaborados.
Destacamos al
elenco femenino, tan mal trabajado la muestra de personajes como sus compis masculinos. Comenzamos por Alicia Witt que está preciosa en pantalla y nos hizo soltar silbidos y bramidos de admiración.
Por desgracia peca su personaje de falta de muestra al espectador y al igual que el resto de reparto secundario todo se basa en muecas y caras de pasmo. Pero se come la cámara y supone junto la
presencia de Al Pacino una motivación para acabar de ver la película...
Luego está
Amy Brenneman que tiene la mejor escena del film cuando al inicio del metraje entra en la sala de reuniones anunciando que llega la lechera. Deja claro de primeras que su personaje es no hetero,
suponemos que para explicar que sea la mano derecha, parte de la izquierda y casi las dos patas mediante pinganillo en la oreja logrando que Al Pacino se pueda pasar todo el tiempo corriendo mientras
ella hace el trabajo sucio de las comunicaciones y el trabajo de archivo...
Y para el
final la belleza de Leelee Sobieski, belleza diga de ser soviética y que está muy monona en la pantalla, aunque su personaje está tan mal mostrado como el del resto, pero sus ojos, sus mohines o
simplemente su presencia también contribuye a soportar el visionado pese a que a cada minuto que pasa la cosa se pone pesada por previsible y por fatal de efecto de los golpes de efecto.
Producto correcto pero poco digno de un reparto mal aprovechado, casi desperdiciado en alguno de los personajes, siendo lo mejor el final con escenas de sadismo,
suave, que tal vez en los 90´s podría haber sido novedoso pero que por desgracia en 2007 ya no lo era e incluso peca de algo mojigata en su propuesta de morbo. Se ve por el Al Pacino y por disfrutar
de la belleza de las féminas pero con fallo en la propuesta narrativa del director y su pulso a la hora de desconcertar, asombrar y sorprender al espectador...
jueves, 15 de septiembre de 2016
Guerra Mundial Z (2013)
(World War Z)
Hay películas
que son inimitables y que crean subgéneros pero que o bien tratan de imitar con ansias de mejorar el original fracasando irremediablemente o bien mezclando subgéneros tratando de ser originales.
El Exorcista, Alien el 8º Pasajero y La noche de los muertos vivientes son ejemplos de lo dicho de joyas cinematográficas en el género de
terror. Por otra parte al equipo de cata cinematográfica no nos fascina el subgénero de zombis y no sólo porque trabajar en el turno de noche induce a que la mente vea fantasmas y cosas extrañas tras
ver una película de terror o decirte que tienes que doblar el turno...
Dirigida por Marc Foster en 2013, Guerra Mundial Z trata de ser original dentro del subgénero de zombis aunando el subgénero de
catástrofes. En lugar de un avión, un rascacielos en llamas, volcanes surgidos de súbito en el asfalto, terremotos y demás desgracias que nos hacer ser conscientes de nuestra vulnerabilidad, aquí el
escenario de la catástrofe es el planeta Tierra en sí. Lo malo del subgénero de catástrofes es que peca del mismo mal que el subgénero de zombis: vista una, vista todas. Mas que nada porque siguen un
patrón bastante lineal con protagonista o protagonistas que se alzan como líderes o salvadores ante la catástrofe, sabes de antemano que al final se salvará todo el que pueda y que el sistema cuanta
con gentes y medios para redimir la falta de previsión con liderazgo y decisión en utilizar todos los recursos disponibles para salvar a los supervivientes.
El atractivo de la película reside
en la presencia protagonista de Brad Pitt y el protagonismo de los efectos digitales aunque se rinde homenaje a diversos títulos en algunas escenas de un guión frenético alrededor del planeta en
busca de la zona cero de propagación. Acción trepidante que no deja tiempo a pensar en las incoherencias inherentes a este tipo de productos y gotas de humor inteligente como ese Israel amurallado
contra los zombis donde se permite la entrada de palestinos bajo la máxima irrefutable de que un ser humano que salvan es un zombi menos que eliminar, donde la ciudadanía árabe e israelí se unen en
cantos y jolgorios que atraen a su vez a los zombis que terminan siendo atraídos por el mismo y acaban invadiendo las murallas mientras Brad Pitt sale por patas...¡Porque en realidad se pasa la película saliendo por patas de todos los desaguisados zombis!
Del elenco femenino poco que reseñar con Mireille Enos y las dos niñas como floreros ñoños y de supuestas escenas de amor y ternura protectora como apoyo anímico al héroe
protagonista y destacar a Daniella Kertesz de abnegada ciudadana soldado israelí y protagonista de la mejor escena de la película cuando Brad Pitt le corta de un tajo la mano con mordisco zombie. El
resto del reparto son todos actores secundarios Bob que aumentan la sensación de que el presupuesto de reparto sólo daba para una estrella y su réplica femenina...
Película
predecible que trata de suplir los defectos del subgénero con ritmo continuo, efectismos ya poco efectistas por vistos, trama vista una y mil veces con un mensaje final en un final acelerado que nos
hizo preguntarnos si en realidad es que planeaban secuela o bien estamos ante un bien planeado episodio piloto de una serie. En ambos casos la película decepciona y un final hermoso y original sería
con Brad Pitt mordido por capullo al infectarse con un virus tratando de pasar camuflado ante los zombis, pero el mensaje final es el típico de seguir luchando contra las adversidades porque la
fraternal unión de todos los seres humanos del planeta logrará que la humanidad siempre salga airosa de los embates de la madre naturaleza que es un asesino en serie como indica el experto virólogo,
una especie de profesor Bacterio, que afortunadamente tropieza con la escalerilla del avión y se mata sin querer al inicio del metraje librándonos de sus turras que sustituyen la crueldad de Dios por
la furia de la Naturaleza.
Actualización en suma del tema
zombis recurriendo a tópicos típicos, una estrella de Hollywood al frente del reparto y poco más de una película que no resiste más visionados porque es predecible, ya vista y algo ñoña en el fondo
salvo ese encanto de fascinación que siempre es ver el mundo apocalíptico. Al final no sabes de dónde salió el virus y si sabes ya desde las primeras ñoñeces que Brad Pitt salvará al mundo, se
reencontrará con su familia (debe ser el único que lo logra vista la mortandad viviente) y el mundo será salvado porque nos uniremos ante la adversidad...Salvo que nos caiga un pedrusco del cinturón de asteroides, claro.
lunes, 5 de septiembre de 2016
EL PROTECTOR (2013)
(HOME FRONT)
Película dirigida por Gary Fleder y que bebe de otros títulos pero que dirige con buen pulso pese a que la historia suene conocida, el típico
agente de una agencia federal que por distintos motivos busca anonimato en una pequeña localidad de EEUU donde pasar desapercibido pero que termina por distintas razones y motivos descubierto en su
escondite. Hay que avisar que la película tiene niño y perro, niña y gato en este caso, y siempre seguimos la recomendación de que pelis con niños o perros, caca de la vaca. Pero resulta estimulante
ver a Jason Statham tratar de interpretar ñoñeces que la niñita de marras exige para estar a su altura en el trato cotidiano y hace gracia verle buscar, con la paciencia que no tienen sus personajes,
al lindo gatito de los cojones con una linterna o exigir al malo de turno que le sea devuelto el gatito de su adorable hijita.
El bueno del Statham capea las escenas ñoñas con más gracia que talento pero sigue tan contundente como siempre a la hora de repartir
zurriagazos con todo tipo de objetos a mano y su chulería marca de la casa a la hora de estar siendo torturado por ahogamiento y ser misericordioso con sus verdugos ofreciéndoles que hagan lo que
pide o les matará mientras le ahogan metiendo su cabeza en un barreño. Rotura de rótulas, llaves grecorromanas y sin miramientos a la hora de dar hostias que le convierte, como hemos dicho en otros
artículos, en el justo heredero de Charles Bronson como justiciero urbano.
Destacamos por último a James Franco, uno de esos actores con talento que despierta de inmediato la empatía del espectador pero que a veces da
la sensación de que merece más protagonismo. Aquí, su personaje, nos recuerda vagamente al atribulado amigo de Spiderman, pero es sólo una sensación momentánea porque su personaje es el del villano, un casi patético traficante de drogas pueblerino como sus
convecinos que ve la oportunidad de pasar de dar comisiones a los intermediarios por mover su droga a limitarse a cocinar la misma y venderla directamente, un colgado que calcula mal los resultados y
termina cagándola como sólo los fracasados saben: cargándose todo el negocio.
Recomendamos la película por el cachondeo de la trama donde todo comienza por una catetada de los vecinos catetos del pueblo, la hermana del
villano que exige represalias porque su hijito ha recibido una tunda de la hijita del forastero y su marido se ha llevado un par de hostias del Statham, padre de la niñita. El guión rebosa humor del
bueno, ese que puede pasar desapercibido y sólo podemos terminar preguntándonos, como el personaje de James Franco, qué padre enseña a su hijita encantadora a repartir hostias de esa manera a tan
temprana edad...¡Quién iba a ser, pues el Jason Statham!
jueves, 4 de agosto de 2016
DARK BLUE (2003)
Hay actores y
actrices que tienen el fervor incondicional del público y es lo que nos ocurre al equipo de cata cinematográfica con el Kurt Russel, un tipo que hace personajes duros pero atribulados por alguna
razón y que siempre terminan redimiéndose de sus pecados. Además envejece bien y es grato verle en pantalla, confortable para la retina cinematográfica y aunque siempre haga el mismo personaje con
las connotaciones propias de cada uno, acabas sucumbiendo y visionando la película.
En esta ocasión es cine
policíaco, subgénero escuadrones de la muerte, de jefes superiores clasistas que utilizan a los policías e inspectores para hacer la justicia que ellos elaboran en sus clubs y reuniones sociales. De
trato afable con los subordinados a los que reparten prebendas en forma de dinero extra que les hagan vivir la ilusión del sueño americano, pero jefes superiores que no dudan ni tiemblan si hay que
reafirmar su autoridad y dejar claro que están un peldaño por encima de los hombres a sus órdenes.
El telón de fondo es la ciudad de Los
Ángeles con los disturbios subsiguientes a la detención y aporreamiento el 3 de marzo de 1991 del afro americano Rodney King a manos de cuatro policías mientras eran grabados sin saberlo por la vídeo
cámara de un ciudadano. Argumento de plena actualidad ahora que las ciudades de EEUU sufren uno de sus periódicos brotes de abusos de la policía a la minoría negra y las consiguientes manifestaciones
de ciudadanía indignada por el trato policial.
Su compañero de
tribulaciones en un cagón que se bloquea cuando hay que usar el arma y además sobrino del jefe superior de los inspectores y que determina quién debe ser eliminado. Scott Speedman se luce en su
interpretación de un joven agente que se ve superado por las circunstancias. Que debe aparentar ser otro macho alfa duro de cojones cuando se reúnen los miembros del escuadrón de la muerte pero que
no ve moralmente aceptable que sea correcto eliminar a un culpable de delitos pero inocente del delito por el cual va a ser ejecutado...
El jefe superior
de todo el cotarro es un villano Brendan Gleeson que juega a dos bandas para enriquecerse ilícitamente y que no duda en sacrificar a sus subordinados con tal de salvar su corrompido culo. Alguien sin
escrúpulos que ve al cuerpo de policía como el medio de saciar su codicia, en otra interpretación solvente y casi contundente de otro actor confortable al espectador y que nunca defrauda en su
apariencia de rutina interpretativa porque logra de personajes simples y lineales en el guión dotarles de profundidad y los gestos faciales están al servicio de la interpretación.
Y es que esta historia
dirigida por Ron Shelton resulta, como ya dijimos, previsible. Tal vez porque se han querido mostrar muchas cosas en poco tiempo y por tanto el guión parece constreñido al minutaje y aunque el
director mantiene el pulso éste parece temblequear, sin llegar a esa sensación de que de repente todo se desarrolla en los veinte minutos finales. No se percibe del todo porque todo el elenco del
reparto está profesional pero sí nos quedó esa sensación de que la película para ser no ya redonda sino un producto atractivo, podía dar más de sí pero se disfruta por el reparto.
Extrañaréis que no hablemos
de las actrices, pero es que sus papeles, aunque vitales para comprender el drama general y particular de los personajes, salen lo imprescindible y nos quedamos con ganas perversas de saber si la
sargento ha tenido más rollitos entre su rollito con el jefe afro americano y el pimpollo blanco novato y atribulado por remordimientos de conciencia...
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martes, 5 de julio de 2016
(Aquella magia que tenía el Steven Spielberg)
El caso es que el equipo de
cata cinematográfica nos frotamos las manos, dejamos los bártulos y nos dispusimos a degustar un producto del Spielberg dirigido por el siempre solvente de J.J. Abrams donde no falta nada de aquel
universo mágico del que hablaba antes. Una pandilla de adolescentes, unos adultos que aunque con problemas no dejan de ser padres responsables, una trama de aventura, de descubrir, como es aquí el
caso, donde son testigos de un accidente ferroviario que libera un monstruo mientras ruedan una película casera para un concurso.
La pandilla resulta
reconocible en una localidad típica, se comunican por los míticos walkie-talkies, viven aventuras a las que son ajenos sus mayores, se desplazan en sus bicicletas y tienen fuertes vínculos
de unión como grupo que les hace protegerse unos a otros, en este caso son cineastas con personalidad propia cada integrante de la pandilla. Pero necesitan, o el director de la película así lo
considera oportuno, una chica que interprete un papel...
Entonces aparece ella
en pantalla y todos nos quedamos a media masticación de chuches y lingotazos de birra fría, nos quedamos obnubilados como el chico protagonista viendo ensayar su papel, sentimos su curiosidad por
saber del mundo de Alice, nos extasiamos viendo su rostro que ya traspasa la frontera de un rostro de facciones femeninas pero con ese algo en la mirada de inocencia rota, de la belleza de sus ojos,
de saber si su padre abusa de ella, de conocerla en suma y cogerla de la mano para que camine con nosotros, la actriz Elle Fannie, espléndida de hermosura.
Pero lo bueno de este tipo de
productos con el toque mágico de Spielberg es que los adultos no violan a sus hijas, puede que sean atormentados, bebedores naufragando en la mierda diaria, incluso homicidas por accidente y
respiramos aliviados cuando vemos que su padre sólo es un coloquetas medio alcoholizado que se redime liberando a su hija del monstruo, que resulta no ser tal, y queda en paz con el amigo de toda la
vida al que dejó viudo sin quererlo, pensando que ojalá se hubiera matado él que todavía agoniza porque su mujer le dejó y reta a su hija en los efluvios del alcohol a que haga lo mismo.
Y el monstruo resulta no
ser tal, es un E.T. De facciones monstruosas, pero sólo está asustado porque en este planeta le causan dolor, le enjaulan y estudian como si fuera un bicho raro y ve a los humanos como bichos raros
que merecen morir. Pero al final E. T. vuelve a casa y los malos resultan ser los científicos, la casta militar que sólo busca un arma perfecta o conseguir conocimientos de los extraterrestres que
les den la superioridad bélica.
Lo cierto es que la película se deja
ver pero nos resulta difícil discernir si es porque disfrutamos en su tiempo de la magia de Spielberg, anduvimos en esas bicicletas y el mundo de 1979 nos resulta confortable porque conocimos el
walk-man, escuchamos la banda sonora que suena de fondo y porque siempre mirar atrás es más reconfortante que mirar el presente. A nosotros nos gustó pese a que se repiten ya escenarios y acciones
típicas de aquel Spielberg, pero lo mejor y por lo que siempre te queda la decisión de volver a verla cuando haya buena ocasión es por Elle Fanning que te enamora porque sientes curiosidad por saber
su mundo y no aparece el deseo erótico-festivo porque conserva un halo de inocencia, te hace volver a aquellos tiempos y la mente viaja en el recuerdo, cómo será que pasamosYa vendrá el turno de día y lo hará.
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martes, 21 de junio de 2016
ROBOCOP (2014)
Es casi norma que Hollywood revise y actualice, eso llamado remake por los entendidos, tramas y argumentos, cuando no la película completa. Hay casos de éxito y
otros de fracaso, al turno de noche nos vino a las neuronas “La huida” (Get Away) donde la versión de los 80´s era una caricatura de la protagonizada por Steve Mc Queen. Hay dos
maneras de hacer una revisión: calcar el original o conservando el alma de la trama darle una nueva visión...

Y esa es la propuesta de esta producción estrenada en 2014 y dirigida por José Padilha, sin duda muy conocido entre sus familiares, parientes y amigos pero que nos es
absolutamente desconocido. Porque si en el original la trama giraba en torno a la posibilidad de que robots artillados y robot con componentes orgánicos humanos podrían algún día realizar tareas de
seguridad ciudadana, también se pincelaban detalles como la simbiosis mente humana-máquina y si la personalidad del sujeto llegaría a imponerse al sistema robótico, aquí el acierto reside en plantear
la batalla psicológica entre la personalidad que alberga la mente y su adaptación a un ser robótico y la lucha entre la programación del sistema y la psique del sujeto robotizado.
Por una parte,
la sociedad y el mundo es distinto al futuro planteado en la primera versión. Los anuncios de la omnipresente televisión son sustituidos por un programa donde un bien caracterizado Samuel L. Jackson
ejerce de maestro de ceremonias con un futurista plató y efectos de pantalla que induce al pensamiento de las masas, a las que nunca vemos pero sí la ciudad de Detroit que vista desde el aire semeja
una tableta de microcircuitos. Un presentador que defiende tesis mercantiles de las grandes corporaciones, enarbolando la bandera de la conciencia de unos EEUU mal dirigidos y gobernados para el
pueblo pero que en realidad lo son para los intereses de las grandes corporaciones.
El protagonismo
recae en Joel Kinnamen, que no lo hace mal, pero que no resiste la comparación con el mismo papel interpretado en la original por Peter Weller. Ni qué decir tiene que los recursos actuales en efectos
digitales mejoran ese aspecto de la estética, pero han tenido el acierto en recrear los diseños de máquinas de la primera versión, lo cual al espectador veterano le resulta reconfortante y no
resultan diseños extravagantes para las nuevas generaciones digitales.
Película que hará las delicias
de quienes disfrutaron con la versión de los 80´s por dos razones: la primera que recordaremos la época del original y como fascinó en su tiempo, la segunda porque hay guiños de complicidad, los
robots artillados ya citados o la casa del agente Murphy que es la misma. Una película seguramente algo ñoña y tostón para las generaciones digitales y candorosa para espectadores veteranos que saben
que el agente Murphy siempre será Peter Weller, que el villano en realidad le acribilla con su banda y no una triste explosión en el coche y que el doctor es muy guay pero nunca olvidaremos a la
ejecutiva agresiva meterse en el jacuzzi con el presidente de la corporación para lograr sus anhelos profesionales y que la mujer del agente Murphy sabe que murió aunque nos enamore prendidamente
Abbie Connish...
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martes, 12 de abril de 2016
BLITZ (2011)
Agradable propuesta de cine a
medias entre la acción y el drama policial de psicópata vengativo dirigida en 2011 por Elliot Lester y de factura del Reino Unido y protagonizada por un actor que ya ha conquistado al equipo de cata
cinematográfica que no es otro que el Jason Statham que en este papel, y esta película donde sin hacer florituras sí el director homenajea algunos títulos del género en reconfortantes escenas,
recuerda al justiciero Charles Bronson y la saga de los 80´s, porque el Statham, al igual que el justiciero, siempre llega tarde para salvar a la víctima pero cuando llega resuelve la cuestión con
contundentes hostias y mamporros con objetos contundentes o directamente de un tiro en la frente sin más miramientos...
Lo cierto es que el cine de
acción británico es el más confortable al espectador europeo, porque las chuminadas francesas son sólo digerible por espectadores franceses y es de suponer que en estado cognitivo alterado, tal vez
porque los hijos de la Gran Bretaña son más hostiles de carácter pendenciero y violento que el resto de europeos violentos y pendencieros y porque el jodido volante al revés de lo que mandan los
cánones da esa distancia necesaria que no logra evitar la añoranza de los escenarios USA, pero son productos que suplen el control de armas en la UE con dosis de humor y dosificando las escenas de
tiros, pero sin duda de las de acción europea mejor en Londres que París o Roma donde inevitablemente se acaba, se empieza o se pone a la mitad una absurda persecución automovilística, aquí el
villano va en bici...¡Fantástico, sencillamente fantástico rozando el sublime!
De protagonista femenina una monona y sugestiva, por bella, de Zawe Ashton que sin estridencias borda el papel de atormentada policía tras su paso como infiltrada en los bajos
fondos, el equipo de cata cinematográfica arrojamos todo tipo de objetos arrojables al televisor cuando predispuesta a retozar toda la noche es despachada por su colega sin entender porqué desprecia
tan fermosa doncella hasta que descubrimos que el fulano es no hetero para respirar aliviados de que no es que tuviera la moza alitosis o algo así para ser repulsiva al mozo...
Porque el verdadero acierto de esta película reside en los diálogos que lejos de caer en ser graciosos con ingenio, es humor inteligente pese a que los personajes parezcan de
una pieza, ironía destilada con naturalidad, humor a base de secuencias que por sí solas ya tienen gracia pero que vistas en conjunto hace ver el acierto del guión sin caer en esa pesadumbre del
tramo final de las producciones británicas en su mayoría que logran que todo el mundo hable del producto pero que se revisa cada dos décadas porque empacha como un pudding...__________________________________________________________
martes, 15 de marzo de 2016
LA SOMBRA DEL REINO (2007)
(The Kingdom)
Atractiva propuesta a
priori esta producción de 2007, que sigue de vigente actualidad pese al tiempo transcurrido, donde se nos vende como una denuncia de la hipocresía de los mandamases de Arabia Saudí que apoyan a EEUU
y la OTAN en su, y nuestra, Guerra contra el Terrorismo pero a la vez mantienen a la sociedad saudí no sólo como súbditos sino además encorsetados en rígidas leyes según su interpretación del Corán y
mantienen su nivel de lujo de puertas hacia dentro y su protección gracias a ser el primer productor de petróleo...
Dirigida por Peter Berg, la cosa empieza bien
con los títulos de crédito al inicio donde se hace un repaso del terrorismo islámico y la familia real saudí. El comienzo es atractivo con un brutal atentado en una colonia de occidentales empleados
en la industria petrolera saudí con el típico abuelo cebolleta islamista que adoctrina y prepara a la juventud para inmolarse en nombre de Alá y mandar unos cuantos infieles al Más
Allá...
La película falla porque tiene un
par de pretensiones sin llegar a culminar ninguna, la denuncia de la hipocresía saudí se queda en una simple trama de caza al terrorista contra reloj y la acción se ve lastrada por la pretensión de
ser denuncia a la vez que producto de más o menos acción. Escenas para el consumo de aliadosLamentable.
De protagonista un actor
que no acaba de cuajar pese a que ha sido promocionado en distintos filmes, Jamie Foxx, de limitados gestos faciales y que parece un actor dramático cuando hace comedia y es un comediante cuando hace
un papel dramático, siempre con esa cara desconcertante que igual muestra dolor que risa, pero que no desentona aunque sus modos y maneras con los indígenas no pegan con los árabes y sí más con
narcos fronterizos...
El auténtico gancho para
el espectador es Chris Cooper, uno de esos actores confortables a la retina y que salva un reparto más o menos coral, en un papel donde sobre actúa al mostrarse indignado en la sala del FBI
escuchando el informe del atentado y resulta sobre actuado cuando busca en el cráter de la bomba dirigiendo a los indígenas como si estuviese en un campamento de verano con expulsados reincidentes de
los boy scouts y encontrando lo que busca palpando en el fango de un cráter que nunca acaba de drenarse...
Lo más destacado aparte los
títulos de inicio es el detalle de que no aparecen féminas salvo la atribula miembro, con perdón, del equipo investigador del FBI que interpreta una sosa Jennifer Garner que aparte de chupar
caramelos con palo compulsivamente y rezongar casi tan compulsivamente como chupando el caramelo con palo sobre las desigualdades entre hombres y mujeres en los países árabes porque la escena en que
dispara y se pelea con los malos resulta poco creíble como el resto del metraje en su conjunto que promete mucho, ofrece un poco y se queda en nada, otra chuminada supuestamente ilustrada sobre el
terrorismo fundamentalista y el reíno saudí que no habrá molestado a las autoridades porque estas quedan bien...
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sábado, 27 de febrero de 2016
EL RITO (2011)
(The Rite)
Ocasión que no podía dejar
pasar el equipo de cata cinematográfica con argumento de terror, subvariante exorcismos y posesiones; el siempre solvente y predecible del Anthony Hopkins, la turbadora belleza de Alice Braga y
finalmente ese objeto de culto desde Blade Runner que es Rutger Hauer
que nos la refanfinfla si la película es una mierda, su careto al envejecer se ha hecho una mierda o todas las mierdas que se quieran citar, se ve la película porque vamos a verle a él,
eternamente Nexus 6...
donde la magia no es la misma y cae en el error de siendo vasalla de El Exorcista trata al principio de desmarcarse de la misma en su primer cuarto para degenerar hasta el fin en algo predecible, mala copia de la obra
maestra y una trama esperpéntica que sólo sirve para lucimiento del Hopkins que desde El silencio de los corderos da la impresión cuando hace de villano, u poseído como aquí, sólo es el Lecter huyendo del FBI o cuando hace de bueno el hermano gemelo del
psiquiatra caníbal, sus gestos y muecas ya resultan algo fatigosas y sólo se entiende su presencia en este sucedáneo como gancho de cartelera.
La historia, que huele a novela guionizada, puede que
haga las delicias del espectador pero esconde un mensaje simplista y denigrante para el colectivo de personas con problemas de salud mental: o estás poseído o eres esquizofrénico paranoide. El resto
son estampitas de la siempre, en apariencia, cochambrosa ciudad de Roma y de la cúpula de San Pedro en el Vaticano pero poco más. Un sacerdote escéptico e hijo de funerario es promovido a exorcista
iniciando su aprendizaje con Lucas, un cura rezongón que se debate en fases de creyente con fe y fases de fe sin ser creyente...
Las féminas son lo único estimulante y especialmente la embarazada poseída con sus contorsiones y palabrotas, triste parodia de la obra maestra, siendo Alice Braga quien se
lleva el pastel aunque se limite a poner muecas y simular que se asusta, todo el reparto lo simula porque es imposible actuar con semejante guión. Recalcamos que el producto final sólo puede asustar
a beatas, meapilas y suegras que se morían de miedo viendo Los Goonies...
Es una mierda como el palo de un gallinero tras un año
de uso y no merecería siquiera una línea si no es para denunciar su mensaje simplista que se queda en los tabús que nos asustan y es un fraude al espectador porque el elenco de estrellas del
firmamento del séptimo arte no se corresponde con la chusquedad del pulso del director y caretos de actores europeos que si bien conocidos no resultan confortables al espectador cuando creemos que
asistimos a otro estreno de Hollywood...Es sencillamente patética tanto en intenciones como en producto cinematográfico.
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lunes, 11 de enero de 2016
ROBIN HOOD (1991)
Una de esas películas malditas en su estreno
Se dan de cuando en cuando estrenos de
películas coincidentes en su estreno y en argumento y temática. Eso sucedió en 1991 con dos versiones del mítico Robin Hood, ese bandolero de la foresta que cada década o década y media ve salir una
nueva versión del mito. Ésta de 1991 coincidió con la versión del Kevin Costner en plena cresta de la ola con Morgan Freeman de fiel escudero y el público fue seducido por completo relegando la
versión que traemos hoy a una triste copia de lo ya visto, podemos refrescar las neuronas de memoria con otro caso similar con Las amistades peligrosas y Valmont...
Producción del Reino Unido dirigida con profesionalidad
pero poca pasión por John Irvin que contagia a los actores y actrices dando la sensación de que quienes se lo pasaron bien y disfrutando de la interpretación fueron el reparto de figurantes entre
saltos y zarabandas supuestamente medievales pero que parecen sacados de esos mercadillos del medievo tan en boga últimamente, de producción bastante cutrecilla donde lo más logrado son los caminos
embarrados, las luchas y peleas son tipo Equipo A televisivo donde nunca muere nadie sin extremidades cercenadas por el filo de las espadas ni entrañas sangrantes por tajos de
hachas...
Pero finalmente el mejor en la película es Jeroen
Krabbe haciendo de señor feudal donde luce todo su repertorio de muecas y gestos que tan confortable le hacen al espectador aunque siempre haga el mismo papel de malo bueno a medio camino de buen
malo, pero al menos no parece que esté en una función de aficionados como el resto de colegas en su mayoría como el estrafalario monje o el pizpireta del compañero de Robin en trastadas a la clase
feudal y reírse por todo a la mínima ocasión, un escudero que no despierta empatía como el interpretado en la otra versión por Morgan Freeman, y que acabas preguntando qué papel ocupa en la trama
salvo encabezar a la banda de atracadores forestales en sus ataques a los malos...
Película en suma que tal vez tuvo mala suerte de
coincidir con una versión mucho más del gusto del público que tiene la sensación de estar viendo una blanca producción televisiva de la BBC sin sangre ni violencia apta para todos los públicos que
vista hoy resulta ñoña, infantil y espeluznante como producto cinematográfico..._________________________________________________________
jueves, 24 de diciembre de 2015
Pero para el equipo de cata cinematográfica Arnold tiene
nuestra veneración y ya nos gustó su personaje crepuscular en Mercenarios y El último desafío y no podíamos faltar a una cita más en una peli que a
ratos parece más el episodio piloto de una serie de televisión debido a la pésima dirección y realización de una apuesta atractiva que mezcla argumentos de comandos veteranos de las Guerras Bushianas
en Oriente Medio, de violencia narco fronteriza y de atraco perfecto aderezado de venganza personal, resultando todo ello un producto imperfecto donde las buenas ideas de guión resultan una mierda
llevada a la pantalla y la historia a base de engarzar diversas historias ya las tenemos vistas en otras historias...
Acompañan a la estrella aspirantes a serlo y
empáticos para el público como Sam Worthington en un papel de actor que aparentemente queda eclipsado por otros personajes pero es el único de los mismos no lineal, claro que interpretar a un marido
cornudo y soportar que su parienta se infiltre en los narcos y utilice sus encantos encantada por enganche a las drogas. Porque el resto de compis de reparto y de curro en la película apenas tiempo a
esbozar lo duro de sus personajes y cuando deben estar atribuladoramente atormentados parecen nenazas mientras que Sam logra impregnar de interpretación sus apariciones, breves para la enjundia del
personaje lastradas por el mal pulso del director, David Ayer.
El elenco
femenino, lo mejor de la actuación del reparto, demuestra su talento dando grima a los machos alfa con una Olivia Willians que nos recuerda a la Olivia de Ley y Orden en la pequeña pantalla por sus traje pantalón, su corte masculino y modos y maneras de mari macho en ocasiones que en realidad es una profesional en un mundo de hombres que
tiene tiempo para darse un revolcón con Arnold.
La acompaña una grimosa Marielle Enos que logra
que nos creamos su papel de yonkosa, adúltera y cruel a la hora de matar tanto a narcos como a compañeros y ciclistas o peatones. Porque la película hay que verla con cierta generosidad por parte del
espectador ya desde la primera media hora y tomársela como un cómic donde la sangre salpica, las armas molan mogollón y los ex Navy Seals, ex marines y ex miembros de las distintas ramas de élite del
arsenal humano del Pentágono y la OTAN reciclados a comando de asalto de la DEA.
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martes, 1 de diciembre de 2015
LOS JUEGOS DEL HAMBRE – SINSAJO PARTE 1-
(Sin ajo, sin sal, sin chicha ni limoná)

Película reciente, continuadora de una peli de éxito para convertirse en saga y actores en el reparto atractivos para el espectador veterano y por lo visto del éxito
de la primera también a las nuevas generaciones de la era digital, así que el equipo de cata cinematográfica no nos lo pensamos mucho y dejamos las tareas laborales y nos dispusimos a disfrutar de
cine...
Lo cierto es que Hollywood suele visitar de vez en cuando el argumento de un futuro más o menos inmediato donde el Estado mantiene amansada a la plebe para que no se
den cuenta de que son mansos con el poder. Ya en los 80´s el futuro donde la televisión es utilizada para tales propósitos mediante concursos que son en realidad una actualización de los juegos
romanos con gladiadores e inevitablemente surge el héroe, generalmente ex comandante de una unidad represiva, que es castigado con el concurso para matarlo y que sirva de escarmiento terminando
finalmente convertido en héroe de la sublevación de la plebe frente al sistema gobernante.
Y es que
Los juegos del hambre era una actualización de tal subgénero pero con variantes evolutiva del mismo con efectos digitales, la fémina como protagonista y al mismo nivel de los machos alfas
tradicionales a la hora de repartir hostias y matar con distintos tipos de armas, y una estética y escenas de acción sacadas del lenguaje audiovisual de los vídeo juegos de última
generación.
En definitiva que no dudamos que siempre hay que renovar
el subgénero adaptando historias de otras décadas pero lo único claro es que se trata de un chicle que han estirado, que canta el efecto digital cuando les cae un edificio o explota algo y lo más
destacable la nave voladora que está muy lograda, pero la historia termina cansando por cansina y lo cierto es que el interés por Sinsajo es como ir a la cafetería del hospital y pedir el menú del
día que tiene buena cartelera pero a la hora de tragarlo ni tiene sabor, ni tiene sal y ni chicha ni limoná y a la altura de otros bodrios que hemos traído a la sección tipo Caballo de
guerra o El reino de los cielos.
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jueves, 12 de noviembre de 2015
Cuando el equipo de cata cinematográfica supimos que proyectaban una del Nick Cassavetes, que no tenemos ni puñetera quién es aunque sí nos suena el actor que
resulta ser su padre, con un reparto formado por Denzel Washington que nos encanta, el Robert Duvall del que somos incondicionales, Ray Liotta para el que sobran palabras de lealtad y el siempre
irreverente de James Woods, se nos caía la baba.

Luego estaba el tema de la película, producida en 2002 y que aborda el tema de los seguros médicos y su cobertura a la clase media obrera y media baja de EEUU y aún
flotaba el intento del presidente Clinton y su Medicare para lograr asistencia médica a sectores desfavorecidos de la sociedad. Lo malo es que sale niño y
además enfermo terminal lo cual destila una ñoñez a lo largo del metraje y uno acaba hasta los santos cojones del rollo de la Divina Providencia y que Dios proveerá.
Finalmente, el
típico mensaje de Hollywood, de que el sistema puede que lo formen algunos miembros y elementos corruptos, soberbios y avariciosos ya sea del vil metal o de las viles apariencias sociales y sus
ventajas, pero también lo forman abnegadas personas humanas que saben tomar decisiones y tener capacidad de liderazgo para corregir y enmendar los fallos humanos del mismo. Como nota curiosa que el
tema de los veteranos de las Guerras Bushianas aún no era grave porque la figura del franco tirador, que tanto se venera desde 2005, sale mal parado, tanto éticamente como físicamente donde la paliza
que le mete el Denzel sólo es superada por la tremenda patada en los huevos que la rubia de peluca le mete a su maltratador y que es lo más destacable de la película salvo breves momentos de
lucimientos de la terna masculina protagonista del film.
Y es que la opinión
fue unánime en el equipo de cata cinematográfica, que la película está lastrada por el localismo de la historia, aunque como europeos te hace dar gracias a Dios de tener un sistema universal, que es
cierto que empatizas con el protagonista porque tomos hemos tenido una entrevista donde nos dan puerta, alguna vez nos la han jugado con la nómina y la categoría laboral y desgraciadamente muchos
hemos pasado por la circunstancia de las circunstancias desfavorables que afectan a la vida personal.
Luego está la ñoñez destilada del
rollo del puto crío terminal y sobre todo el religioso que es en realidad éste último una puyita al Partido Republicano y que termina por hacernos perder atención y fascinación siendo el reparto
quien nos sigue atando a la silla porque el último tercio de desenlace del secuestro no es que sea previsible, es que se adivina y es ñooooooño.
Y poco más de un producto que hace grande al sistema USA por su capacidad de autocrítica que en manos europeas o canadienses sería otro de esos telefilms infumables pero que en este caso, pese a ser muy lineal, estamos ante una variante del género de secuestros con todos sus tópicos que sirven para que el póquer de ases del reparto masculino se luzcan con sólo un par de momentos y un par de frases mientras Denzel vuelve a encarnar uno de sus personajes atormentados al que le sobra la lacrimógena escena de despedida antes de suicidarse y la cosa queda en un cuadro realista cuyo impresionismo pierde fuelle a medida que la ñoñez aderezada de rollo religioso quedando la cosa en una curiosidad para generaciones futuras que la verán con el mismo hastío que ahora se ve Silkwood y se cumple axioma de que películas con niño o con perro, no gracias.
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martes, 20 de octubre de 2015
Tradicionalmente el cine del Reino Unido trata de adaptar el género de acción de Hollywood a la idiosincrasia europea y más concretamente a la británica. No
obstante suelen ser productos solventes con sutiles diferencias y matices que la diferencian de las franchutes. La película que traemos hoy es un exponente de las mejores y de las peores virtudes que
las distinguen de las películas USA.
Por una parte no trata de mostrar espectaculares escenas de coches que, como siempre decimos, quedan en cutres escenas porque lo queramos o no, lo de marcas europeas
por calles europeas no es lo mismo que en ciudades USA; si además los coches llevan el volante al otro lado, la sensación de desasosiego es total, como ocurre con las pelis australianas o
japonesas...
Peca la historia de algo de ñoña y gazmoña con el rollo de la
monja, un ser atrapado entre su vida anterior y la presente como el protagonista. Porque el rollo va de redimirse de pecados mediante buenas obras con el prójimo, logrando descafeinar la acción que
se limita a palizas a extorsionadores y recaudadores de mordida a la mafia china. Una característica europea que no siempre agrada al espectador fan del género, esa búsqueda de trascendencia en un
producto de consumo, el sello personal del director que cuando consiguen trabajar en los USA se dejan de mierdas porque el productor pasa de ñoñerías y gazmoñas, pero dirige correctamente Steven
Knight pero sin dotar de ritmo las escenas con excesivo metraje dedicado a traumas reminiscentes, escenas ñoñas con la monja y una producción de decorados y localizaciones que quedan constreñidas a
sitios puntuales pese a las vistas aéreas de la metrópoli y un intento de mostrar Londres como si fuera Los Ángeles, Detroit o Chicago...
El bueno de Jason Statham se recrea en actuar los primeros diez minutos, actuando ante el espejo y tratando de tener sutiles movimientos faciales que muestren su
ánimo, aparece con greñas y reparte las hostias con su elegancia y clase habitual aunque las escenas pecan de mala sincronización y se nota excesivamente que son de pega, salvo cuando rompe el brazo
por el codo del malo de turno con el pie, pero puñetazos y descalabros adolecen de lentitud, lo cual igual desde otro ángulo le daría más realismo.
Por una vez el equipo de cata cinematográfica
estuvimos de acuerdo en sentir grima ante una fémina, en este caso de Agatha Buzek, que está de dar miedo pero de susto vestida de monja y asusta que da miedo cuando se viste de rojo, con un
protagonismo quizás excesivo y unas ñoñeces típicas y tópicas del cine de sacristía aunque arrastre un sórdido pasado de alumna violada durante años por su profesor de gimnasia, lo que hizo
preguntarnos al ver las escenas referentes al suceso como una niña tan mona se convirtió en esa mona vestida de monja, que hace de polaca y lo parece pero liberada por el Ejército Rojo de algún campo
de concentración nazi en 1945...
La historia ya está vista otras veces y simplemente trata del típico tarado de las Guerras Bushianas, en este caso un sargento de fuerzas especiales al que le matan
cinco compis los talibanes y se toma venganza matando a cinco afganos, que parecen todos iguales a ojos del soldado occidental. Escapa de sus traumas convirtiéndose en un jodido alcohólico que
comparte cartón con una yonkosa del norte. La yonkosa termina en el río tras una noche de furia de putero y el bueno del Joey Jones, el papel del Statham, se lanza a la venganza haciendo una tregua a
su descenso a los infiernos y trabajando de mamporrero de la mafia china en Londres...
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lunes, 28 de septiembre de 2015
Unknown
Y fue Berlín quien nos motivó una vez desmotivados desde
el inicio para ver una película que nos hizo rememorar, hubo lágrimas incluso del segureta, aquellas entrañables películas de la Guerra Fría donde la Puerta de Brandenburgo era la frontera entre el
Mundo Libre y el Telón de Acero con espías y contra espías donde Berlín no era una ciudad sino una trinchera. Por lo demás la película cuenta con todos los defectos ñoños de este tipo de producciones
con persecuciones de coches, por cierto que, como bien apuntó el de la limpieza, los coches buenos eran Mercedes y los malos malucos de la Volkswagen lo cual tiene cierta retranca y única virtud de
la peli si se ve desde un punto de vista premonitorio anticipándose años al escándalo del engaño al consumidor de la marca alemana.
Pasada la novedad de las postales berlinesas y algo saturados ya del
enésimo intento europeo de rodar una persecución en calles europeas tan espectaculares como las rodadas en las calles USA, nos quedó de motivación el reparto plagado de rostros familiares y
acogedores al espectador, esos secundarios de oficio que envejecen a golpe de película y que muchas veces salvan no sólo a la estrella del reparto sino el producto cinematográfico en sí, suponiendo
un respiro ante la flojedad del mismo para el sufriente espectador que pasa por taquilla.
Destacamos a dos, el primero Bruno Ganz; un actor
grabado a fuego en la retina del espectador por su interpretación de Hitler en El hundimiento y que encarna en esta ocasión a un venerable abuelo Cebolleta
que esconde una mente analítica de la Stasi cuando existía la RDA. Sobrio pero generoso de matices, adaptando una vez más su achacosa fisonomía facial a la ironía del espía clásico, ese que sabe
reconocer a un colega del otro lado del Telón de AceroSu antagonista interpretado por Frank Langella, uno de esos secundarios que son sinónimo de un trabajo digno, de los que aprovechan su poco minutaje en pantalla para hacer una interpretación redonda, de rápido olvido porque sigue la acción pero que sin su presencia de fondo quedaría desenfocada la historia...

La trama es la vista mil veces de pérdida de identidad en una ciudad desconocida donde todo el mundo familiar parece haberse desvanecido y su identidad arrebatada
cuando no, es aquí el caso, usurpada. La acción es lineal y aunque se nota que el director trata de manejar el pulso narrativo peca de una producción algo parca y las escenitas de persecución en
coche resultan repetitivas. Un intento más de hacer cine a la americana donde se queda a medio camino pese a la nacionalidad británica del film pero que es en realidad europea, un producto que podría
haber sido una producción de lujo para la televisión pero que llevada al cine defrauda sin decepcionar pero por ser historia ya vista otras veces siendo el reparto quien salva la honra de este
sucedáneo.
Para fans del Neeson, horas muertas sin nada qué hacer
y poco más de una película casi teatral y que hay que ver como un homenaje encubierto a la ciudad de Berlín y su papel en la Guerra Fría que posiblemente pase inadvertido a las generaciones digitales
de espectadores.--------------------------------------------------------------------------------
martes, 8 de septiembre de 2015
PARKER (2013)
Apetecía ver una película de acción al
equipo de cata cinematográfica tras volver de las vacaciones y no era cuestión de ponerse a currar sin más y qué mejor que escaquear un par de horas en uno de esos productos cinematográficos que a
priori reúne todas las condiciones para serlo y las debidas motivaciones para verlo.
Ver a Nick Nolte es ver el paso del tiempo para quienes eran jóvenes cuando debutó en televisión con la serie Hombre
rico, hombre pobre que algunos y algunas ya no recordáis pero seguro que sí al mayor villano de la pequeña pantalla: Falconetti...
Nick Nolte a
estas alturas de la cinematografía es ya un actor alfa de lomo plateado cuya abotargada cara e inconfundible rostro en la mirada pese al paso de los años que llena la pantalla, que logra que se dejen
los murmullos o comentarios para escuchar sus frases y lo más importante de todo que nos tiene ganados haga lo que haga.
físico la había encasillado en papeles de latina buenorra donde nunca mostraba en plenitud su talento pero sí su físico y anatomía. No entendemos su presencia aunque
cuadre con la trama su acción transversal en la misma salvo que el director sea un apasionado onanista de la actriz y sus propias fantasías ya que lo más destacado de su papel es que se queda en ropa
interior...
Además cuando dice
que está a punto de cumplir los cuarenta años en una escena y los primeros planos reflejan ya una madurez imparable, dejamos de creernos su personaje para deleitarnos con sus
curvas...
Jason Statham
hemos de reconocer que es de las estrellas de acción actuales el que más nos agrada pero por reunir cualidades de otros grabados en la retina cinematográfica del género, además de que está medio
calvo y logra con ello que no se le coja tirria de pura envidia como sucedía, por ejemplo, con el Stallone en Cobra, donde te encantaba el personaje
pero envidiabas su pelambrera. Sabe repartir hostias y éstas se prodigan poco, tiene la parsimonia de apisonadora del Bronson, la desfachatez y chulería del Willis pero sobre todo nos recuerda en sus
personajes atormentados y humanos, aunque sea un delincuente, de Steve Mc Queen.
En el
capítulo de villanos, aunque secundario en el protagonismo de los mismos, otro de esos actores que acaban siendo reconfortantes para el espectador, Clifton Collin Jr., cierto que encasillado y algo
desaprovechado no tanto por su talento como su físico que recuerda a pandilleros salvadoreños, pero es solvente y de personajes que logra exprimir pese a las parcas oportunidades que le brindan los
guiones pero ya actúa y se le reconoce que es digno comparsa de estrellas de más relumbrón.
La historia es muy
manida en otras que aquí se juntan, tenemos al ladrón traicionado y dado por muerto pero que logra sobrevivir para vengarse, una historia de atraco perfecto y finalmente la historia transversal de la
mujer competente que no tiene oportunidades y se acaba uniendo a un delincuente para cambiar su vida... El problema radica en que la historia está muy vista y el director Taylor Hackford se dedica a
deleitarse con la Jennifer López en planos de sus cuartos traseros y engarzar con mediana fortuna las tramas donde el producto se salva por las estrellas del reparto. Pero es entretenida pese a
fallos de pulso en la dirección.
En el camino de su venganza contará con la ayuda de su novia y el padre de ésta así como con una agente inmobiliaria que necesita
dinero para salir de su desastrosa vida, esas tramas con moralina destinada a los latinos de que el sueño americano es posible si se es casta con hacienda y honesta en la vida ya que robar, lo que se
dice robar, todo el mundo robamos y el caso es que no te pillen y no lo repitas una vez logras crédito para empezar una nueva vida...

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jueves, 16 de julio de 2015
THE MECHANIC (2011)
Apetecía ver una de acción que no fuera añeja o un
revival de viejas glorias con acción al estilo de los 80´s y de paso observar a Jason Statham que se ha elevado a estrella del arte de repartir mamporros, romper rótulas y utilizar cualquier
cachivache a mano como arma ofensiva en películas que no dejan de ser correctos productos del género que le han permitido hacerse un hueco y se verán el día de mañana como se ven hoy las de ayer tipo
El justiciero de la noche siendo un digno heredero y sucesor de distintos tipos de justiciero reunidos en su persona.
Por un lado mantiene el hieratismo de los
personajes de acción de Bruce Willis donde un leve movimiento del labio, casi imperceptible pero magnífico en su densidad, que le hace pasar de rostro de cara de haba o de asesino rabioso a cínico
que se ríe de su propia mierda y los ojos reflejan que ya está pensando en matarte. Tiene la rabia y el afán de un Charles Bronson así como habilidades acrobáticas de un Wesley Snipes y una fanfarría
de golpes y llaves que destilan esencia de Steven Seagal pero sin turras movida zen o rollo budista siendo la relación de sus personajes con el sexo femenino una versión del Stallone pero con su
propia personalidad, ya digo que esencia de otros en uno.
Pero la grata sorpresa fue ver en el reparto a
un actor que nos tiene enamorados al equipo de cata cinematográfica: Ben Foster. Le hemos visto de pistolero psicópata en el lejano oeste, de abnegado y realista miembro de operaciones especiales en
Afganistán y de delicioso psicópata adolescente en aquella del secuestro de la familia de un contable de la mafia para esforzados trabajos de rescate por parte del bueno del Bruce Willis y donde ya
prometía lo que estamos disfrutando con sus actuaciones.
Lo cierto es que es su presencia lo que anima y
pone a prueba al Jason Statham, una película cuyo argumento ya está visto otras veces: el rollo del aprendiz que mata a su maestro y pasa a ser ídem de un aprendiz que busca venganza. Es uno de esos
actores que en circunstancias normales acaban encasillados en el mismo papel una y otra vez hasta quedar relegado al olvido como anécdota hasta que la palman o triunfan ya en su casi retiro laboral
en una serie televisiva. Y es cierto que puede decirse que sus personajes siempre muestran alguna tara psicológica que su rostro favorece, pero cada personaje aún siendo lo mismo, los enriquece al
estilo y frescura de Robert De Niro en sus años mozos...
Redondea el reparto, muy masculino como mandan los
cánones del subgénero, el entrañable de Donald Sutherland cuya presencia absorbe el objetivo de la cámara con un pelo y barba plateadas que en lugar de mostrar la decrepitud del paso del tiempo que
tanto destroza a actores y actrices muestran al igual que el Clint Eastwood que han llegado plenos a la tercera edad y saben que la vida es una carrera por etapas sin tratar de buscar el elixir de la
eterna juventud que convierte las caras en máscaras, como la que estuvo buena, de Meg Ryan por citar un patético ejemplo...
El mayor
atractivo del film, un correcto producto de acción para entretenimiento del espectador, está en los primeros treinta minutos de metraje donde se nos sirve una ración de ultraviolencia visual que no
se veía desde los tiempos de La Naranja Metálica y el inolvidable tratamiento Ludovico con un Ben
Foster sublime cuando va a cumplir su primer encargo como mecánico, eufemismo que esconde ser un asesino profesional con una fanfarria de paliza a manos de un fornido colega y además pervertido
invertido, una auténtica ensalada de hostias como no se veían, reitero, desde la peli del Kubrick.
Película para pasar un buen rato que si bien no será un
clásico sí que reúne todos los ingredientes para al menos recordarla a lo largo de la existencia vital donde dos actores de distinta idiosincrasia se complementan e interaccionan haciendo las
delicias de los aficionados y que no chirría para el espectador casual que gusta de mamar de otros géneros pero que de vez en cuando les gusta paladear un poco de acción pura y dura con reparto
solvente, estrellas que no defraudan y efectos digitales muy buenos porque logran lo que debe ser todo efecto especial: pasar desapercibido hasta que recuerdas o vuelves a ver la
película.No olvidéis las palomitas.
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martes, 23 de junio de 2015
Luego está dirigiendo el mismo que nos traumatizó con Alien, Ridley Scott que vuelve a demostrar su arte como ilusionista cinematográfico y entre líneas quedándose con el
personal. Lo digo porque esta vez su producto cojea con el protagonismo filosófico del robot tripulante, un clásico de la saga, pero que deja sólo esbozado su atracción por Peter O´Toole y su
personaje en Laurence de Arabia que a las generaciones digitales
les sonará guerras púnicas, pero que en todo caso se queda en esbozos.
En ocasiones la acción transcurre a bruscos saltos, como si hubieran cortado el metraje a medida que se montaba la película y se dieran cuenta del bodrio, bien envuelto
en brillante celofán, en que se les estaba quedando el producto final, con un final a su vez que preludia continuación aunque al finalizar el visionado nos importa un huevo lo que le ocurra a la
beata protagonista porque seguimos preguntándonos si el Ridley nos toma por idiotas con la imposible recuperación, por muy automatizado que sea el quirófano, tras serle extraído un embrión de bicho
con cabeza de delfín, zarpas de pulpo y aullidos tipo chillidos de cochinillo.
Tanto el segureta como el limpiador y yo mismo estuvimos de acuerdo en que lo mejor de la película es la Charlice Theron en dos momentos de la película: uno cuando el capitán
de la nave le pregunta si es un robot y le invita a fornicar para demostrarle que no, aunque nos queda la sensación de que realmente lo era, y cuando es aplastada por la nave
alienígena.
Y sabemos que si se rodaran estas películas recreando la falta de gravedad, además de oneroso a los productores resulta tedioso al espectador, pero el ambiente de la nave, muy
ochentera y confortable decorado para el espectador veterano, adolece de falta de realismo aunque sea artificial y más parecen los sets suites de hotel de lujo que un entorno de nave
espacial.
La historia es la de siempre: nave terrestre con humanos llegan a planeta donde contactan con otras civilizaciones y hay monstruo que los va aniquilando, por en medio
tribulaciones sobre el Ser, sobre Dios y sobre el ansia humana de la inmortalidad, aunque hay cierto toque de posible incesto entre padre e hija que al igual que el fornicio con el capitán deja a la
Charlice en florero decorativo y sólo logra encandilarnos en su papel cuando despierta sudorosa de la hibernación en ropa interior tipo bikini de momia...

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sábado, 13 de junio de 2015
(O la ñoñez elevada al caballo)
Pero ha sido una
desilusión total salvo en la metáfora de que la guerra es absurda y cosa de humanos ya que el resto de fauna terrestre no sólo no la practica sino que no entiende de la misma, el resto es una especie
de Forrest Gump equino donde el grado de ñoñez aumenta a cada minuto de metraje. El caballo en cuestión no sólo es domado a base de cariño y mucho, mucho amor, que encima es llevado a la I Guerra
Mundial donde unas veces al trote, otras a la carga y finalmente arrastrando piezas de artillería prusianas, logra llevar la magia y la ilusión a soldados, tropa y granjeros hasta lograr parar la
misma guerra y hacer que un inglés y un alemán colaboren en algo que no sea matarse a tiros...
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sábado, 13 de junio de 2015
( EDGE OF DARKNESS)
Hay pocas pero
solventes películas sobre un tema que es industria estratégica en EEUU donde se hace hincapié en el secretismo que rodea a las incidencias de las centrales nucleares y como el sistema no sólo permite
sino que oculta a la ciudadanía cuando suceden aunque conlleve un costo de pérdidas humanas al ser sometidas a radiación. A priori la película era una vuelta de tuerca más de este subgénero donde
además de los tópicos tratados en otras películas se añade la variante de la producción y venta de armas nucleares con un psicópata dirigiendo la instalación siendo genial su política anti intrusos
donde si se cuela alguien es rociado con polvo radiactivo como castigo a su osadía...
Además de la
solvencia del Gibson para este tipo de personajes solitarios se añade un elenco solvente y cierta trama, sólo aparente, de novela negra. Desgraciadamente estamos ante una sopa de ricos ingredientes
pero a la que le falta sustancia en el caldo siendo el resultado al paladar de una sopa aguada, demérito no tanto de la trama y reparto como del director que posiblemente quiso abarcar demasiado en
el tiempo de metraje.
Hubo un pequeño susto en
los compases iniciales cuando vemos al Gibson hacer apología de su fe cristiana con una cadena y cruz de plata que sale machaconamente, y casi indecentemente, en los planos así como cierta sobre
actuación en gestos que nos recuerdan demasiado a su personaje de Arma Letal aunque pasados los primeros quince minutos vemos a un Gibson que maneja
con sabiduría sus muecas faciales, que trata de actuar destilando el resto de actuaciones precedentes en otras películas lo cual siempre es confortable pero que termina decepcionando porque la
historia es, reitero, aguada por el pulso del director.
Nos quedamos con gana de
saber y ver más del psicópata ejecutivo de la instalación nuclear interpretado por Danny Huston, secundario solvente pese a que sus apariciones quedan incompletas y lastradas por un rostro hierático sin profundizar en sus motivaciones lastrando finalmente su personaje que se queda en el malo de la película
cuando podría haber sido uno de esos malos entrañables que a todos nos gustaría ser al menos una vez en nuestra vida...
No falta en la
trama el analista de turno, interpretado por Ray Winstone, que se erige, en este caso con la excusa de que sabe que se está muriendo, en salvaguarda de los valores de EEUU a los que ha servido
fielmente pero donde a la hora de prepararse para la muerte medita sobre todas las cosas a las que ha renunciado por su profesión y que busca una última redención consigo mismo ayudando a os
objetivos a neutralizar porque en el fondo él también ansiaba cambiar un mundo que nunca cambia y donde el sistema siempre recurre a tipos como él para salvaguardar el Sistema con el argumento de la
`seguridad nacional´. Por desgracia se queda en un arquetipo ya visto otras veces en otras películas y resulta decepcionante pese a la solvencia de la escuela británica a la hora de
actuar.
En cuanto al
personaje femenino interpretado por Bojana Novohovic ni despierta al entusiasmo ni levanta al mismo, apareciendo esporádicamente como si su interpretación fuera deliberadamente plana para no eclipsar
a la estrella, limitándose a cumplir lo que se espera de ella en las pelis de última hornada protagonizadas por el Gibson: sana, casi virginal y sufriente paciente del personaje principal saliendo
poco en el metraje.
Lo que acaba de cagar
la película es el rollo de las apariciones fantasmales al padre de su hija fallecida, contribuyendo al batiburrillo de temas en lo que termina siendo el producto final donde se aguanta por los
actores, se agradece no obstante la falta de imágenes sintéticas y los diálogos casi teatrales pese a sus ínfulas plasmadas en las escenas de ser género negro, lo cual seguramente decepcionará a las
nuevas generaciones de espectadores no habituados ya a ese tipo de acción basada en interpretación y diálogos.
Película
para poder decir que sigues siguiendo a una estrella de Hollywood que nos conquistó en Mad Max y Gallipoli pero que resulta decepcionante por falta de pulso del director, posibles injerencias del Gibson en el mismo y que además es un tema incómodo para el sistema pese a que el
público solía gustar del mismo en los 80´s y que ahora en 2015 gusta de que le cuenten las historias con los nuevos códigos visuales de la revolución digital.
Cosas del Mel Gibson.
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lunes, 18 de mayo de 2015
CENTURIÓN (2010)
-Centurion-
Nos frotábamos las manos el equipo de cata
cinematográfica de The Adversiter Chronicle cuando supimos que tocaba una de romanos, de factura británica con lo que conlleva de solvencia cinematográfica sin caer en incoherencias hollywoodienses,
y reciente lo que garantizaba a priori buenos efectos digitales...
La película es una auténtica puta mierda y un insulto al
espectador: escenas descarnadas de carnes cercenadas con profusión de sangre digital donde resulta que nadie se mancha de sangre; una legión que se supone de 3000 aguerridos soldados romanos donde
quedan muy lograditos los campamentos con truca digital y que se desplazan a ritmo de geriátrico decenas de kilómetros con la armadura a cuestas, el escudo a cuestas, los cascos puestos y ni rastro
de las carretas para subir cuestas, que la cosa ocurre en las montañas escocesas como se nos muestran en casi todos los planos en ñoñas tomas de tomavistas, que utilizaban para guardar la jodida
armadura, el jodido escudo y el jodido casco porque de marcha iban ligeros.
Los insultos al espectador prosiguen aunque empiezan a ser
ya insultantes de verdad en los inicios cuando se nos muestra el campamento romano de frontera y puede verse una ridiculez de campamento con cuatro tiendas de campaña y un afilador de espadas de
turno de noche, no entro en detalles de la fortificación porque es a escala natural un fuerte de aquellos de COMANSI con los que jugábamos de pequeños y que ahora valdrían una fortuna si no se
hubiera tirado a la basura junto con el resto de juguetes que tanto se valoran ahora en ferias de almoneda y antiguallas con ínfulas de antigüedades.
Pasemos que soportamos lo
dicho anteriormente porque ya la habíamos empezado a visionar cuando de repente asistimos a algo que no se veía desde los tiempos de Orzowei y Kunta Kinte en televisión: la
capacidad para la carrera pedestre de los legionarios con la delirante persecución inicial al protagonista donde desnudo de cintura para arriba se sube y se baja montañas y glaciares pasando de un
plano a otro de pleno paisaje invernal antártico a una foresta sin rastro de nieve, todo ello sin que aparentemente decline la luz del sol que se ve que rodaron todo a medio día o media
tarde...
¡Es tal la prodigalidad de minutos de carrera pedestre que
parece un documental de “running” más que una de romanos, por el amor de Dios!
Una es una especie de tatarabuela de la novia de Frankenstein que le
falta la lengua, está traumatizada por ser testigo de la diplomacia romana para con sus vencidos y que maneja armas dignas de la dinastía Chang o de la tienda del chino Chong, vamos que es una
especie de Xana a lo picto vestida de Barbarela que resulta vomitiva a la inteligencia o al más mínimo decoro de producción.
Consta en los anales que las mujeres de las
tribus pictas no eran beldades a ojos de los romanos y que hay teorías que afirman que tal ausencia de estímulo para la soldadesca favoreció y propició esa costumbre tan inglesa por la sodomía
herencia de los soldados romanos destinados en la isla. Pero la que sale aquí, además de bruja, es rubia de ojos tentadores, ni rastro de suciedad, fealdad de facciones y mal olor que dicen los
anales...Pero la película es para mandarla a tomar por el ano junto con el director y los productores.


lunes, 11 de mayo de 2015
LA LISTA NEGRA (1988) -The dead pool-
Una escusa para hablar de Harry El Sucio
Teníamos gana de aprovechar cualquier
pase para hablar de Harry El Sucio que es hablar de Clint Eastwood. Por otra parte la película es de las que animan al equipo de cata cinematográfica para empezar bien el turno de noche y
entrar en la madruguera hora del bocata sin que las horas sean espesas.
Elegimos este botón de muestra por dos motivos principales: su pase gratuito y porque reune todas las características que hicieron saga. Por una parte un
Harry Callaghan (o cómo bowlings se escriba) ya veterano, sin el dolor de enviudar joven pero tan cínico, poco correcto políticamente y ganando enemigos cada vez que abre la boca. Ya se mueve con
soltura en el despacho del jefazo o del alcalde o bien sentenciando con una frase al chupatintas de turno que tiene la desgracia de subirse con él en el ascensor mientras le habla de ética y la
importancia de los medios de comunicación.
Es una película del llamado cine dentro del cine donde es pecado no acordarse de La noche americana y, ahora, esa muestra de antropología ochentera en que las pelñiculas
siempre tenían a mitad de metraje una cancioncilla entre tórridas o sensacionalistas escenas que terminaba invariablemente sonando en la radio fórmula y en los tocadiscos de la casa
y donde un joven desconocido llamado Jim Carrey trataba de hacerse un hueco y que interpreta un corto papel, pero fundamental en
la historia que se nos cuenta, de cantante de relumbrón yonkoso bajo los acordes de Wellcome to the Jungle que sorprenderá a más de uno y de una.
También aparece en papel coprotagonista un joven Liam Neelson que desde entonces nos ha acompañado en nuestra vida de aficionados al cine
donde ya se marcaba esa pizca que no sabemos denominar pero le convierte en un actor querido y confortable para justificar pasar por taquilla: ese toque europeo que pasa desapercibido a primera vista
pero que se va destilando a lo largo de su actuación.
La historia, aparte de la trama de un asesino en serie que se va cepillando a los
integrantes de una lista negra de personajes famosos que forma parte de un macabro juego de apuesta sobre quiénes de la lista será el próximo en fallecer ya que la lista se elabora en base a
parámetros de profesiones y vidas de riesgo. Pero también nos habla de los medios de comunicación televisivos y sus programas sensacionalistas que buscan el efectismo más que contar la verdad y sus
causas.
De prota femenina tenemos a una siempre desconcertante por su rara belleza de Patricia
Clarkson que no levantó pasiones entre el equipo de cata, de hecho cada vez que salía en escenas largas el segureta aprovechaba para hacer la ronda y el de la limpieza pasar la mopa. Y es que su
blanquecina piel y su pelo rubio combinado con sus facciones induce al frío ártico, salvo para el bueno del Eastwood que siempre ha gustado de compartir plano e idilio con mujeres de esta estética.
La mayoría la recordamos por ser la mujer chochera por tumor cerebral del alcaide del penal de La milla verde. Es uno de esos casos de actriz que de joven ya era tan hermosa como ya tirando a vieja, una especie de belleza almodovariana pero en guapo
normal sin narices torcidas y ojos virolos.
protagonizaba y producía aunque ahora purguen sus pecados los críticos adorándole como
se adoran a esos cineastas que sabemos que en cualquier momento deja este mundo para dejarnos un poco huérfanos y convertir el visionado de sus películas en sollozos de recordar tiempos
pasados.
lunes, 13 de abril de 2015
(The rise of the planet of apes)
En realidad el director Rupert Wyat se limita a escenas ya vistas en otras películas y
engarzar actores de carne y hueso con imágenes sintéticas. De lo primero resultan lugares ya conocidos y por tanto confortables para el espectador veterano e impactantes, sin llegar a serlo para la
memoria, para espectadores de nueva hornada y que no conocen la original y si la conocen ni fu ni fa porque los 60´s están tan lejos de su código visual que sencillamente pasan, aunque cuando ven la
original quedan impactados; desde la escena primera que es una cacería inviertiendo los papeles que se ve en la original hasta el rollo carcelario del simio protagonista en la reserva. Por supuesto
la escena de la manguera sería imperdonable no citarla.
De forma que a medida que avanzaba el visionado el equipo de cata cinematográfica
empezamos a debatir sobre si puede tildarse este espectáculo cinematográfico de precuela o antecedente de la original y lo cierto es que podría titularse de mil formas e incluso desmarcarse de
pretensiones pretéritas porque si le quitamos el lastre de precuela y la vemos como historia independiente tenemos una entretenida y deliciosa película ñoña de serie B con medios de producción
holgados.
La película peca de ir cogiendo velocidad a medida que se va gastando el metraje y si bien la primera parte
resulta atractiva y despierta la curiosidad del espectador, poco a poco pierde nuestra atención a medida que todo empieza a acelerarse. Finalmente uno sale fascinado una vez más del atractivo de las
historias de primates y pensando que la película es bastante mierdecillas, que cuando muestran la jauría de simios la retina se satura de imágenes digitales y que la historia de César es atractiva
por saber de su integración entre dos mundos pero la cagan a la hora de mostrar el proceso en el resto de simios digitales...
El elenco está formado entre otros por el siempre atribulado en sus papeles de James Franco, un tipo que despierta nuestra empatía pese a sus
caretos de estreñido pero flanqueado por el confortable de Jon Lithgow y el no menos confortable de Brian Cox que siempre grantizan buenas interpretaciones aunque la fémina protagonista, la actriz
Freida Pinto, está poco menos que de florero y por decir que sale una mujer en la trama porque ni enseña nada y ni se nos muestra nada limitándose a poner caretos y tratar de que nos creamos que
pinta algo en el guión más allá de la primera cura que le hace al chimpancé.
Durante la investigación en laboratorio de un fármaco neuro regenerativo para tratar demencias seniles y el alzheimer, se ensaya en un
chimpancé que muestra nuevas habilidades cognitivas a nivel de los humanos a la vez que su cerebro aumenta sus sinapsis; pero la chimpancé tiene una cría a la que ha transmitido el fármaco durante la
gestación y que es recogido tras fallecer la madre por el científico que diseña el fármaco y que además tiene un padre ya medio gagá y con alzheimer aprovechando de paso para birlar unas cuantas
dosis del laboratorio para probarlas con el progenitor. César el chimpancé y el padre del protagonista evolucionan a mejor pero a medida que César toma contacto con el mundo que le rodea adquiere
primero dignidad como ser y finalmente comprende que en el mundo de los humanos no hay lugar para otro primate inteligente y termina liderando una revolución de sus congéneres contra el homo
sapiens.
Lo mejor es el personaje del pupas del vecino que sufre ataques de chimpancé, el gagá
del padre del científico le hostia el coche en plena crisis de memoria y finalmente es contaminado por el virus, que siempre queda muy recurrente un buen virus maligno anuncio de plaga mundial y
crisis social ante el colapso de los medios asistenciales y de respuesta, que viendo cómo se trato la crisis del ébola garantiza el fin de la humanidad para regocijo de los
simios...
Si sois veteranos la película os defraudará y para las nuevas hornadas de espectadores
no deja de ser un producto correcto, entretenido y que deja con gana de más. Abusan al final de las trucas digitales y los movimientos de la manada resultan artificiales y si se presta atención algo
ortopédicas, ganando en realismo cuando se trata de primeros planos o de un par de simios, pese a cierto resalte delatador en el perfil respecto al escenario, pero pese a todo el despliegue no mejora
salvo en efectos especiales lo visto en décadas anteriores y resulta decepcionante hasta en el final que parece anunciar la secuela de la precuela a ver si cuela...lunes, 6 de abril de 2015
Una de esa películas que ganan con el tiempo
Por un lado las vicisitudes de rodaje que sólo son superadas
por las que tuvo el rodaje de Apocalypse Now, con follones entre el director y el actor principal y productor, el siempre empático del Kevin Costner en su
eterno personaje, aparente, del americano medio que se convierte en héroe por circunstancias ajenas a él y a sus intenciones. Entre mal tiempo y follones casi se arruina y además la crítica fue
despiadada con el film al que tacharon de copia acuática de la saga Mad Max y que estaba como mucho a la altura de Fortaleza Infernal
o Escape de Ábsolom.
Figura de director el Kevin Reynolds pero tambien cocina el Costner, que se lleva el papel principal ahora ya pleno de su paranoia de hacer de protagonista del americano medio
anónimo que se convierte en héroe a la fuerza, aquí en vez de quedarse a fundar una familia decide pirarse, aunque resultaría difícil adaptarse a un mundo terrestre con branquias, pero da la
sensación de que prefiere la mar salada a retozar con la monona y fermosa de Jeanne Tripplehorn para repoblar Tierra Seca...
El siguiente aliciente es ver a un Dennis Hopper en un
brillante papel de psicópata heredero de los mejores del subgénero, riéndose del papel, del espectador y de sí mismo. El resto no dejan de ser caras conocidas en los papeles secundarios pero de los
que se olvidan perfectamente.
Sólo queda destacar el mundo de galeotes que venden
sus brazos por la promesa de llegar a tierra para mover a remo el petrolero y que debería haberse desarrollado un poco, porque a ratos da la impresión de que el metraje ha sido cercenado en la sala
de montaje aunque si tuviera más duración sería tan soporífera como la de en que hace de cartero también en era post apocalíptica logrando llevar a tierras de Morfeo hasta a los familiares más
allegados del Costner...
Si no la visteis, pues pasar el rato con curiosidad y
ver cómo se rodaba sin efectos digitales, para los veteranos ya lo sabeis:martes, 10 de marzo de 2015
- The Thing -
Al menos de esa guisa se presenta esta adaptación de la adaptación del clásico que es esa pequeña joyita La Cosa de John Carpenter, con el
reconfortante del Kurt Russell de protagonista, esta secuela llamada precuela copia la estética y el monstruo, adaptado a los efectos digitales, además de copiar el protagonismo del piloto del
helicóptero que posiblemente decepcione a las generaciones de las trucas digitales, pero que resulta confortable para el espectador veterano ya que la versión de los 80´s dejaba al espectador con
gana de más.
El acierto del
director, directores en este caso y además padre e hijo, está en elaborar un producto que recuerda las pelis de poco presupuesto donde todo se gastaba en efectos especiales y el peso de la acción
recaía en los sustos hábilmente dosificados y en detalles tipo naves espaciales, aliens o aberraciones cromosómicas.
La dirige un par de tipos, padre e hijo
como dije, de difícil tecleo: Matthijs Van Heijningen Jr y senior, completamente desconocidos para el equipo de cata cinematográfica. El elenco son ilustres desconocidos haciendo de noruegos y
destacamos la presencia de Mary Elizabeth Winstead, que enamora a la cámara con la belleza de su rostro, belleza serena que no necesita de aditivos como escotes o muslamen a mostrar y nos pasamos la
película admirándola y deseando invitarla a cenar para saber cómo es, soñando con llegar al desayuno sin pensamientos lascivos...
El argumento
archiconocido: una misión científica aislada en los parajes helados del Ártico encuentra una nave alienígena enterrada en el hielo con un espécimen hibernado que una vez en la base se va cargando a
los componentes del equipo. Es refrescante que la protagonista sea femenina y aunque es un producto correcto, es casi calco de la de los 80´s y en ocasiones da la sensación de o bien han cortado el
metraje o el guión hace tan simples a los componentes del equipo que acaban siendo suecos simplones, barbudos y casi gays en sus jolgorios de humor sueco...
El equipo de cata nos quedamos con la de John Carpenter y ya digo que las nuevas generaciones de la era digital posiblemente les defraude los trucos a la
antigua usanza analógica y tiene de precuela lo que yo de arzobispo: imita los gestos, emula el argumento pero ni de lejos alcanza el cielo del universo cinematográfico aunque si se visiona sin
espectativas ni ambiciones, resulta un correcto producto de entretenimiento amén de una oportunidad perdida de seguir haciendo algo original que fue el acierto en los 80´s de adaptar una película
clásica de los 50´s.¡Pero merece la pena por ver a la protagonista!
jueves, 19 de febrero de 2015
(INCEPTION)
En ocasiones el producto cinematográfico de turno lo tiene todo para triunfar: buena dirección y ritmo narrativo, una producción generosa, un reparto consistente y
confortable para el espectador así como una estrella rutilante del séptimo arte...
Así tenemos una producción de 2010 dirigida por Christopher Nolan, protagonizada por Leonardo Di Caprio y un elenco entre otros con Ken Watanabe, Marion
Cotillard y Elen Page. Una sugerente trama en un futuro cercano donde la tecnología permite adentrarse en la mente durante el sueño lo cual permite robar información alojada en las neuronas arropado
todo ello por una algarabía de efectos especiales que si bien son fundamentales y excelentes, son los mismos de otras producciones llevados casi al paroxismo visual.

Buen pulso del director al llevarnos a escenarios
conocidos del género de acción en sus subvariantes y con los códigos visuales, algunos más de vídeo juego que de cine pero sabe soldar efectos y actores en acciones verosímiles.
La película se traga porque hay acción, tanto de disparos y mamporros como onírica, pero el maletín de la máquina de sueño
resulta algo ortopédica y se hace necesario verla sin cortes publicitarios la primera hora larga para aprender las claves de os sueños, insertarse en ellos, como afecta el subconsciente al sueño y
demás zarandajas de todo juego de mesa para varios jugadores.Así que la recomendamos porque es un correcto producto, una actualización de tramas ya
vistas en los 80´s y 90´s pero que los actuales efectos digitales arropan más fuertemente pero no llega a superarlas en trama y futuro posible.martes, 20 de enero de 2015
(Olympus Has Fallen)
Hay actores con gancho entre el público
cuya sola presencia en el reparto, suelen ponerles además de actores principales a priori, hace que el público dé un voto de confianza pese a temerse un pequeño bodrio. Si la cosa está bien hecha, la
presencia de la estrella favorece la oportunidad de ver directores en busca de consagración y resto del plantel para que se afiancen unos, para dejarse ver unas y a ver si suena la flauta la
mayoría...
Apetecía al segureta y nos apuntamos el de la limpieza y yo para elegir este producto de acción reciente, tal vez porque resulta patético que tengamos que consolarnos
con ver a viejas momias del género en películas que rescatan el espíritu de la acción de los 80´s ya que siempre que tratamos de ver una de las populares de nueva hornada terminamos por volver a la
timba hasta que sea la hora de irse a casa tras una agotadora noche de trabajo.
La película es la típica acción vista hasta la
saciedad en que se secuestra al presidente de EEUU ante un enemigo que ataca los principales símbolos de la nación. Si el producto está bien hecho sirve para el público USA como reafirmación
etnográfica con un destino en lo terrenal y para el resto del orbe consumista y parte del consumido como entretenimiento de acción que nos haga evadirnos un par de horas de la mierda de la realidad
diaria.En esta ocasión nada menos que un comando norcoreano, por cierto que el coreano villano malo maluco es el mismo de una película del 007, con la complicidad del típico patriota renegado en este caso del servicio secreto. Lo mejor es la acción del C-130 artillado y para amantes de simbología y demás fijarse en el plano cuando se estrella a la vez que se derrumba el obelisco. La ocupación de la Casa Blanca es una copia del asalto a la embajada norteamericana durante la ofensiva del Tet y se juega con efectista sensiblería en planos de ametrallamiento de ciudadanos, bandera acribillada y el sacrificio con sus vidas de los cuerpos de seguridad. Resulta inquietante pensar en mensaje subliminal y que los servicios de inteligencia preparaban para un asalto urbano armado, sólo que en lugar de norcoreanos son del Ejército Islámico...
Inquietante, ein?
Pero dejando aparte delirios psicóticos lo cierto es que la peli reúne varias secuencias de otras pelis, esos homenajes entre comillas que dicen
los directores cuando les dan una oportunidad de hacer algo rentable. Ya digo que los principales actores se toman un poco a cuchufleta sus papeles y para el espectador veterano el gabinete de crisis
recuerda al delirante ídem de ¿Teléfono Rojo? Volamos hacia Moscú.
En definitiva película dirigida tramposamente por Antoine Fuqua y protagonizada ( es un decir) por el Morgan Freeman acompañado de Gerard Butler y Aaron
Eckhard. Destacar la presencia la Ashley Judd en uno de sus mejores papeles ya que muere a los cinco minutos de empezar la película.
Si sois sibaritas es nada recomendable pero si os va el morbo se puede tragar por ver como hostian a la patriótica secretaria de defensa y su salida en enagua, las escenas del inicio del asalto y lo mejor el niño, al menos no hay perro, que se ve que es el único que se mete en su papel y disfruta haciéndolo...
lunes, 29 de diciembre de 2014
-Jingle All the Way-
Dirige un tal Brian Levant que lo hace con oficio, sabedor de las reglas de un género que se basa en distintos gags y el
arte reside en engarzarlos sin que chirríe ni se note. Protagoniza nuestro querido Arnold Schwarzenegger bien flanqueado y arropado entre otros por James Belushi, Martin Mull y la turbadora belleza
ñoña de Rita Wilson que despertó pasiones erectivas entre el equipo de cata cinematográfica en la escena matrimonial a la hora de acostarse desvestida en un camisón azul que mostraba sus
encantos pectorales y que logra con sus muecas y miradas encandilarnos y soñar que sería la madre perfecta para nuestros hijos o al menos del acto de engendrarlos...
La virtud de la película es su principal defecto: una tonta historia de conseguir un juguete a última hora que se ha
agotado. El arte es que rodada en 1996, hace casi veinte años, la historia, el escenario y los personajes son plenamente actuales ahora que somos un mercado global pese a seguir siendo aldeanos
planetarios.
La historia podemos vivirla en estas fechas en que nos lazamos a orgías consumistas quienes aún pueden o les dejan antes de
entrar entre rejas, pero salvo la capa más vulnerable de la sociedad, la inmensa mayoría no podemos evitar gastar aunque sea cinco euros en la tienda de los chinos para consumir, para regalar o
regalarnos.
El escenario es el familiar y acogedor entorno de los templos del consumismo, los centros comerciales con sus cristales panorámicos, atentos empleados que se ríen de la
inocencia de solicitar el artículo más solicitado, la jauría humana alegre ante la desgracia ajena que se convierte en furia tribal, el vecino jeta que se aprovecha de la soledad como ama de casa de
las madres y se apunta a todo tipo de actos, francachelas, reparaciones y como hombro sobre el que llorar. Podemos identificarnos en esa masa cargada de bolsas que suben y bajan por las escaleras
mecánicas, deambulando entre escaparates, mostradores y estantes con esa alegría común y en comunión que nos proporciona el consumismo en sus templos...
El detalle del cartero afro americano es genial y es impagable la escena en la barra del bar cuando se cuentan sus
recuerdos de infancia y la frustración del cartero porque es un fracasado al no regalarle su padre el juguete y podría haber llegado a ingeniero de haberlo recibido, es entonces cuando Arnold ve a su
hijo fracasar en la vida por no regalarle el juguete... ¡vestido de cartero!
La película es un muy correcto producto salvo el infantiloide y familiar tramo final y soportamos la espera entre gags
con la historia del vecino ligón. Es loable el esfuerzo de Arnold por hacerse una parodia de sí mismo como héroe de acción y tratar de actuar mediante gestos faciales, gestos que le encumbraron por
encima del Stallone en este tipo de cuchufletas y comedias.sábado, 15 de noviembre de 2014
La peli es de 2006 basado en un éxito literario donde al parecer se toca el tema de la supuesta preñez de María Magdalena por Jesús con todo el maremagnum
que se forma de romper tabúes, mitos, dogmas y relicarios cuando el Vaticano se considera atacado, aunque mola eso de que pongan al Opus de malos de la película pero casi se queda en
anécdota...
La historia acaba derivando a enigmas enigmáticos, símbolos interpretativos y el típico cerebrín protagonista que contará con una escudera nada estimulante y el contubernio de
un amiguete tipo El abuelo Cebolleta. Dirigida por el siempre solvente del Ron Howard, se sigue viendo para profanos de la historia en libro por el
Tom Hanks y varios caretos reconocibles y confortables para el espectador, pero a mitad de metraje ya estamos saturados de enigmas resueltos, leyendas de cruzados cruzadas con fobias a los espacios
cerrados y un aíre a esa típicas producciones europeas con mercenarios de Hollywood que les sirve para llevarse unos dólares a la cartera.
Lo mejor es el opusdeíco albino encargado
de ejecutar los designios del Señor por labios de su señor que resulta ser un gerifalte vaticano opusdeíco. La historia del albino ya daba para un guión: hijo de padre violento con el género materno
al que asesina cuando iba a hostiar por enésima vez a la parienta. El albino es acogido por el opusdeíco del cura y salva a éste de una muerte por paliza de asaltadores y el opusdeíco en
agradecimiento le hace creer que es un ángel...
Sólo
decir que lo mejor de la película es cuando el angelical del albino le mete un zurriagazo a una monja...
La película no ha finalizado en el momento de escribir esta crónica, pero es viernes noche y el segureta ha sacado los naipes y las cervezas y el de la
limpieza ya se ha ido al tigre con el periódico y por mi parte ya he cumplido el trámite del artículo.
¿Que te gusta el Hanks? Pues no te la pierdas
¿Que vas de europeo y te encantan las postales de París? Mírala y peor para tí.
¿Que te gusta el cine? Haz como el de la limpieza y vete a cagar, porque es una mierda.
lunes, 29 de septiembre de 2014
Una tonta excusa para hablar de clásicos
La dirige con oficio el Robert Zemeckis que logró con esta película ganarse el título de
artesano y hacer ganar dinero a los productores. La estrella sin discusión del reparto es el solvente de Tom Hanks que interpreta a un tipo torpe, corto de entendederas y que contra todo pronóstico
prenatal logra hacer carrera universitaria, destacar en dos deportes tan diferentes como el fútbol americano y el ping-pong, sobrevivir a Vietnam, hacer una fortuna pescando camarones y crear moda y
estilo que marcaron a la sociedad. Por si fuera poco siempre estuvo en el momento justo en el lugar adecuado con una cámara que registrara su presencia en hechos históricos de la reciente historia
estadounidense entre la década de los 60´s y los 80´s...
Parece indudable que la historia es algo delirante para el espectador ajeno a la misma o perteneciente a otro país. Pero las andanzas de
Forrest Gump son universales en el ideario colectivo, resulta imposible que un espectador no viaje en el tiempo de sus recuerdos a la vez que el protagonista porque aunque los hechos que narra
ocurran en EEUU las consecuencias de los mismos han conformado el mundo que vivimos y que se vivió. En ese sentido la historia es universal como universal es EEUU.
Tenemos luego los efectos especiales que son la primera vez que se vio tal perfección: la jodida hoja por el aíre, las imágenes de televisión
de la época con el protagonista en cuadro y la ya legendaria escena con el capitolio de fondo. Si pensamos en un gorila gigante vemos a King Kong, si pensamos en naves espaciales vamos a
la Guerra de las galaxias y desde 1994 pensamos en
Forrest Gump para hablar de efectos digitales novedosos y bien encajados en las
escenas lejos de las actuales escenas mal encajadas entre efectos digitales, otro motivo más para ser un clásico.
Un reparto sólido que arropa sin eclipsar a Tom Hanks donde destacamos a Sally Field, esa reconfortante actriz que nunca está en nuestros
pensamientos pero de la que nos acordamos siempre que la vemos, aquí de madre abnegada pero realista que inculca a su hijo diferente del resto al que le da la turra con una frase que luego ha estado
dándonos la turra porque siempre hay un momento del año en que alguien la repite: tonto es el que hace tonterías.
En definitiva película ya imprescindible que hay que vez al menos una vez en la vida
como hay que ver Sonrisas y Lágrimas, Platoon, Harry el sucio o La reina de África sin
olvidar Ben-Hur, Taxi driver, Torrente y
Blues Brothers...
martes, 16 de septiembre de 2014
Producción de 1998 dirigida por el siempre efectivo y en ocasiones demasiado efectista del Tony Scott que sabe darle ritmo apoyándose en el reparto para
enseñarnos los familiares y acogedores rincones cinematográficos de la mafia, las oscuras agencias gubernamentales sin conocimiento del gobierno de sus tejemanejes para controlar a la ciudadanía en
nombre de la defensa nacional, el mundo pijotero de los abogados y su american way of life que de pronto se esfuma como por arte de encantamiento y ese miedo
cerval del ser humano ante una nueva tecnología sin faltar la escena del satélite orbitando que parece más bien un paraguas o sombrilla escapado por una escotilla de la ISS...
Y es que para el espectador resulta muy relajante y hace meterse en la historia, que el director si es bueno sabe
aunar escenarios creados por directores geniales, resulta imposible no sentir empatía y agrado a ver aparecer a la mafia en su típico garito con sala donde debía estar el cuarto trastero, al preboste
funcionarial que se cree el mejor capacitado para proteger la patria y los antiguos agentes de inteligencia cuya época ha pasado y que se aíslan en su propio búnker que no duda en hacer explotar si
descubren que sigue en lo suyo apropiado ya por otros.
En ese sentido el trabajo del director creando un producto de acción dirigido con pulso y repitiendo escenarios sin que
resulte chirriante es impecable.
Empezamos por la actriz Lina Bonet que ha conseguido la unanimidad del equipo de cata cinematográfica de
The Adversiter Chronicle. Tanto el segureta como el de la limpieza y un servidor, humano y no cibernético, recordamos cómo empezó y terminó su historia, al menos para los espectadores de
aquella...
Enamoraba a la cámara, seducía al espectador masculino y creaba tendencias en el femenino, despertaba ocultas pasiones
calificadas de obscenas en algunos estados de la Unión y catalogados de pornografía depravada en otros, tal era el estímulo neuronal ante su visión. Pero en EEUU seguía la moralina mojigata y el
sistema no perdonó que una de las vírgenes de América en la pequeña pantalla diera el salto al celuloide enseñando tetas y realizando obscenas escenas de fornicio como hizo con Mickey Rourke , o cómo
bowlings se escriba. No nos ponemos de acuerdo en si también había alguna historia de drogas por el medio, aunque verla aquí con su belleza prematuramente marchitándose y algo demacrada nos hace
pensar que sí. El caso es que desapareció del celuloide y hoy ya nadie la recuerda salvo quienes caímos enamorados de su belleza y juventud para caer en las garras del onanismo compulsivo tras verla
en El corazón del ángel...
Compartiendo protagonismo masculino
encontramos dos estrellas arropando a otra en ciernes aún para la gran pantalla pero caminando con paso firme hasta ser la estrella que es hoy en día: un Will Smith con público ya ganado y fiel de
antemano que no abusa de sus muecas, una de sus grandes virtudes, y aunque sea algo desconcertante verle de pijo abogado de piel negra en un mundo de pieles blancas sin sus ropajes televisivos, y
sale bien parado de las escenas de acción.
Le arropa un solvente Jon Voight que ha medida que entraba en la vejez su percha se adaptaba a personajes malvados pero siempre con esa sorna del Voight
cuando hace de malo incluyendo una coña a su papel de padre en la vida real cuando regaña a su hijita -toca huevos -con el mando -de la tele-. Pero una mueca en su rostro, un giro de mano y dar
desdeñosamente la espalda ante su interlocutor ya llena la pantalla y nos deja claro que es un tipo que no se anda con bromas... pese a que su familia parezca toda años más joven que él y hace pensar
en su vigor y vitalidad para engendrar a su hijita y satisfacer maritalmente a su esposa más allá de dejarla controlar las finanzas por el portátil...Otra de esas interpretaciones con coña del Voight.
Y el último, pero siendo el primer atractivo para ver la película, el Gene Hackman. Uno de esos actores que se paladean en cualquier papel, que se imponen al
resto porque el espectador ya le conoce y él a nosotros. Soberbio, cínicamente samaritano, idealista quijotesco con malas administraciones a quien servir y gato escaldado que se las sabe todas y
termina por ser la última línea de defensa de los derechos civiles y ciudadanos.
Lo que chirría, inevitablemente por otra
parte, son los cachivaches que han sido superados por los terminales móviles y si el satélite de la película sólo tiene visión perpendicular, hoy en día se interconectarían webcam callejeras y de
vídeo vigilancia sin hacer falta el helicóptero sustituido por drones de tamaño minúsculo.
lunes, 8 de septiembre de 2014
A priori la película lo tiene todo
para atraer nuestra atención: dirigida por un director con oficio como el Robert Zemeckis, un protagonista solvente y del que somos incondicionales como es Denzel Washington flanqueado por breves
apariciones de un delicioso John Goodman de hippy veterano y Nadine Velazquez que aunque se muere al poco de empezar, comienza la peli deleitándonos con la visión de su cuerpo desnudo y unos pechos
que harían decir piropos de andamio al mismísimo Papa Francisco o al mulá de la Meca, tal era su turgencia, majestuosidad, volumen y densidad al órgano de la vista por no citar otro...
Bajo la fachada de un accidente aéreo asistimos a un debate centrado en si la vida privada queda redimida en nuestros quehaceres profesionales y sobre todo
en dos tipos de drogas como son la cocaína y el alcohol. Asistimos a un descenso a los infiernos del protagonista y cómo toca fondo dejando por el camino la familia, las amistades, las amantes y su
código ético y moral debatiéndose hasta el final si echar la culpa al muerto.
Lo cierto es que es algo maniquea y no veíamos algo así desde aquella de Calles de Filadelfia, si no recordamos
mal el título, donde se trataba el tema de la discriminación laboral siendo enfermo de SIDA. En este caso, la moralina es que tus virtudes profesionales quedan anuladas por tus vicios en lo que al
principio del metraje da la sensación que va sobre echar mierda al héroe para no pagar la indemnización por no hacer el mantenimiento del aparato...
El argumento es que un piloto coloquetas que acude a trabajar drogado de coca, y además alcohólico que no reconoce ser tal, realiza una audaz maniobra magistral para evitar un
accidente aéreo salvando a casi todo el pasaje salvo cuatro y dos miembros de la tripulación...
Película áspera pero a la que le falta algo para tener esa magia que por ejemplo tenía Calles de Filadelfia, tal vez porque
todos chumamos algo y somos adictos a algo, ya sea una marca o una sustancia, donde el morbo reside en ver la mugre de la drogo dependencia pero le falta algo más, sustancia y consistencia como si
hubieran cortado el metraje porque hay muchas cosas que se quedan en el alero y sólo vemos pinceladas: la pieza defectuosa, el fundamentalismo cristiano cuya sombra amenaza la democracia o la
relación con la alcohólica, descansando todo el peso de la película en la interpretación de Denzel y el pulso narrativo que sabe darle el Zemeckis en lo que no deja de ser una fábula para alcohólicos
y consumidores compulsivos de alcohol con la moraleja de que el vicio no compensa las virtudes laborales y convierte tu vida particular en un infierno de mentiras y engaños a uno mismo y a quienes te
rodean...martes, 12 de agosto de 2014
ALERTA MAXIMA (1992)
Una excusa para hablar del inefable Steven Seagal
Estaba claro que había que dedicar un artículo a este personaje que es el Steven Seagal ya que ocupa un lugar en el panteón de los héroes de acción a mitad de la escala por debajo del Stallone y el Swarzeneger pero por encima del Lundgren y el Van Dam (o cómo bowlings se escriban sus nombres) igualado a otro inefable como el Chuck Norris...
El tipo empezó bien con aquella del antiguo comando de la CIA en Viet Nam y aquella otra en que se enfrentaba a una pandilla de jamaicanos y su jefe que eran en realidad gemelos y les daba el don de la ubicuidad a sus alucinados miembros...
Hemos escogido ésta porque la están reponiendo y supone en realidad el zenit de su carrera como personaje de acción pese a que habría secuela y aquella otra donde trata en Alaska de proteger a los esquimales de Alaska y la escena en que monta a caballo hace sentir piedad por la pobre bestia que carga con lo que parece en pantalla un arcón congelador sobre una silla de montar en el pobre jaco que jadea pidiendo misericordia, tal es su arte de equitación.
Y es que pese a su jeta, cada vez más cebón hasta llegar a su patético estado actual, su rollo de que siempre es un ex agente de la CIA que no presume de ello pero está deseando decirlo, sus movimientos de manos en plan budista zen y ataque de vaca loca, sus coreografías de peleas donde pone cara de ido psicopático para acabar rompiendo un codo o una rótula y su rollo con las titis a medio camino de misticismo y picha brava en horas bajas sencillamente satura.
Pero siempre tuvo duende como esta película que sirve de muestra: producciones sin llegar a cutres, rodeado de buenos actores y con gancho en la taquilla y tía buena a su sombra. En esta ocasión se nota lo corto de producción en las escenas en la borda que se nota que es de un barco amarrado a puerto y no el Missouri; flanqueado por dos actores simpáticos al espectador como el Tommy lee Jones y ese malo que nos enamora que es el Gary Busey; y lo mejor de la peli, la fermosa, seductora, mmm... elevadora de espíritus y descensos a los infiernos de las fantasías sexuales más perversas que era Erika Eleniak, que seguramente no os suene pero la recodareis de bañador rojo como salvamento playero y sobre todo por esta película donde enseña por unos segundos sus tetas y principal razón para el equipo de cata cinematográfica de la redacción para ver la película...
Está preciosa, sencillamente preciosa.
El argumento es una tontería muchas veces vista: en este caso un buque de guerra que es tomado por comandos renegados de las agencias de inteligencia donde secuestran a la tripulación y el cocinero que era ex- SEAL a base de tortazos y mamporros resuelve la situación, defiende el pabellón USA del enemigo interior y al final besa a la chica de tan tremendas tetas...
Lo cierto es que la buena de Erika está de florero y sólo se justifica su presencia por la escena en que enseña el pechamen y el beso final del Seagal que no viene a cuento porque se pasa el metraje dándole la turra sobre lo que tiene qué hacer y qué no hacer, adiestramiento de tiro con subfusil a marchas forzadas... Pero de repente en la última escena le mete un morreo a la Erika que hace pensar que el Seagal es un tipo afortunado.
La película se salva por el Lee Jones y el Busey que bordan sus papeles de tarados institucionales porque si fuera por ver al Seagal sencillamente dejaríamos de verla cuando sale al inicio en los títulos de crédito su nombre.
Recomendarla si no la visteis como ejercicio de masoquismo y si sois onanistas compulsivos o camino de ello, pillar el DVD, o mejor en cinta VHS, para ver una y otra vez las tetas de la Erika, un rostro hermoso y posiblemente una actriz desaprovechada aunque en los primeros planos y a medida que avanza el film se notan estragos de su rostro, cosa que nos pasaría a cualquiera si tenemos que aguantar la turra del Seagal....
¡Pero que tetas, por los clavos de Cristo, que tetas!
lunes, 21 de julio de 2014
EL REINO DE LOS CIELOS (2005):
¡DELEZNABLEMENTE ATROZ!
Ha sido duro para el equipo nocturno de la redacción abordar este insulto a la inteligencia cinematográfica que es la película que traemos hoy a Butaca de patíbulo, producción británica de 2005 dirigida por el Ridley Scott y protagonizada en sus principales papeles Orlando Bloom, Jeremy Irons, Lian Neeson y la desconcertante, en ocasiones turbadora, belleza de Eva Green.
Habíamos tratado de verla un par de veces, la primera lo dejamos a los veinte minutos y en la segunda ocasión sólo aguantamos de nuevo los veinte primeros minutos por ver la escena en que el futuro Rey de Jerusalén le estoca con la fusta en la mejilla al protagonista mientras come y le dice, con transcripción chapurreada:¡Soy louñgi de figñón!
El de la limpieza afirma que el Ridley Scott se merece la lealtad del espectador por Alien el 8º pasajero y Blade Runner, pese a que viendo ésta sobre las cruzadas ahora se entiende mejor el bodrio que hizo de una versión de Robin Hood que ya tratamos en un número anterior de Butaca de patíbulo.
El segureta puntualiza que pese a ello el bueno de Ridley Scott vierte su talento en productos adaptados a las nuevas generaciones y sus códigos visuales con producciones de campanillas. Por mis partes sólo pude añadir a mis dos compañeros nocturnos que lo único de campanillas de esta película es que fue rodada en Marruecos de la misma forma en que se rodaban pelis de Hollywood en la España de los 60´s: escenarios y parajes pintorescos naturales, abundancia de carne de cañón en servicio militar obligatorio para mostrar desplazamientos de masas y atrezzo humano, pleno apoyo de las autoridades autoritarias que se traduce en apoyo logístico y de material para finalizar con una sociedad atrasada industrialmente donde aún perdura la cría y utilización de equinos y acémilas en labores agrícolas y de transporte lo cual facilita ejemplares animales y jinetes para este tipo de películas...
La película en sí es un insulto en toda regla pese a su perfecta manufactura como espectáculo cinematográfico pero para empezar el protagonista Orlando Bloom que siempre estará grabado en la retina como el nenaza de Troya pese a otras exitosas interpretaciones, pero es un nenaza y lo será siempre pongan en el papel que le pongan. Demasiado guapo para ser del medievo y esa extraña juventud que le hace parecer más joven y le permite como en este caso abarcar varios años en la secuencia temporal de la acción...
Luego está el tema de la trama, maniquea y tergiversadora, con el leproso que siempre da grima, y acorde a la fecha de producción donde ya se estudiaba en el Pentágono cómo salir de la embarrada de Iraq y Afganistán si se torcían las cosas como se estaban torciendo, donde se hace un producto que agrade a cristianos y musulmanes espectadores con el rollo de siempre: en ambas partes hay buenos y malos, se puede convivir siendo de distintas religiones y al final el sistema tiene en su vértice personas humanas con humanidad que aunque pueden utilizar el guantelete prefieren estrechar las manos, ser nobles, honestos y fieles a la veracidad...
Vomitivo con la que estaba cayendo entonces y la que está cayendo y están derribando en la actualidad.
Luego las incongruencias son deleznables, el tipo bastardo y herrero acaba siendo desde cruzado a ingeniero agrónomo con máster en riegos y calanizaciones de agua de pozo, ingeniero de sistemas armamentísticos basados en catapulta y torres de asedio... El protagonista encima es una especie de revolucionario de borrachera donde se salta los códigos imperantes en la época y hace caballeros desde a siervos a mozos de cuadras pasando por encargados de orinales y mancebos de las autoridades cristianas... No hay morbo: en la escena erótica es más blanca que esas pelis pseudo porno que ponen de madrugada en canales de orientación vaticana o sumisión católica donde tienes una erección pero como mucho se ve una teta con lo cual si pecas con la mente es culpa tuya, pero es que aquí sencillamente dura cinco segundos y sólo vemos sábana siendo la escena más sexy cuando la protagonista se levanta del barreño... ¡con camisola hasta las dedas de los pies! Es cierto que se marca trasero a través del paño húmedo, pero te quedas con ganas de algo, aunque sea un beso de rosca, pero ná, todo en plan Disney para que la infancia pueda pasar por taquilla y luego consumir el producto en soportes caseros.
Lo mejor sin duda, aparte del beso a la mano leprosa del malo, es la actriz Eva Green que tiene unos ojos que te atrapan y ya estás rendido antes de que suene la alerta de zafarrancho de combate. Sale del trago de un papel interesante que se adapta al código actual de valores y al final parece que está de adorno y justificar su presencia por la escena ya citada del barreño, la insulsa escena erótica festiva para parvulario pijo y por decir que sale una mujer en un contexto tanto social como geográfico donde la princesa de Jerusalén no puede ser tan putón berbenero aunque sea de forma honesta. No nos tragamos que el nenaza seduzca a tan bella moza que seguramente si se fuera fiel a la verdad se pasaría toda la película tras las rejas de un serrallo...
Luego están el Lian Neeson, que siempre merece nuestra confianza, pese a que parece que se le escapa la risa en ocasiones, y un Jeremy Irons siempre imponente, en la escena, en el plano, en la acción, atormentado metafísicamente y ya de vuelta de todo que supone un listón de calidad pese a que reitero que se come la cámara dejando enanos al resto.
Destacar también al malo maluco del personaje de Reinaldo, claro que lo interpreta el escocés gigantón de Braveheart , y ya nos tiene ganados, en un personaje entrañable de psicópata psicótico que lo mismo asalta caravanas que oasis a golpe de decapitación y barbarismo... ¡Hasta que llega a su escena cumbre cuando tras decapitar y degollar a todo destripaterrones musulmán viviente se va a por la hermana del caudillo musulmán, que ya nos pone a cien en un sexy vestido con velo y cuando creemos que va a producirse una orgía de sexo violentado, sencillamente se nos muestra el careto de la fémina y lo demás se supone...!
Antes al menos cuando se llegaba a este punto la cámara iba a una chimenea encendida y similar metafórico del fornicio, pero aquí sencillamente se cambia de plano y escena.
El argumento, bueno, un humilde herrero hijo bastardo de un barón guerrero y cruzado en las cruzadas, es reclamado por su padre no reconocido dejando atrás su vida de siervo metalúrgico medieval. Su barco naufraga logrando sobrevivir y entablando una relación de honor de soldadesca con un musulmán que previamente quiso robarle su caballo (ya es milagroso que el protagonista llegue vivo a la arena entre los restos del naufragio cuando vemos antes al barco hundirse y el notas estaba aferrado a su espadón que pesa un copón pero que encima se salve un corcel es de cachondeo, sólo le faltaba estar ya ensillado), llega a Jerusalén señor de unos acres de desierto árido que a los pocos meses gracias a su inteligencia se convierte en un arrozal del sudeste asiático, tal es el florecimiento de vida vegetal y leguminosas tras sus obras de canalización de agua...
Por el camino se trajina a la princesa, se gana al leproso caudillo de Jerusalén, ajusta cuentas con los malvados y finalmente tras llevar sus ideales hasta el fin, vuelve a ser herrero apareciendo, cómo no, el inefable Corazón de León que quiere reclutarle de nuevo...
Afortunadamente se niega a volver a las cruzadas y nos ha librado de una segunda parte de sus aventuras medievales tipo Equipo A.
Producto en suma para consumo familiar y de jovenzuelos y jovenzuelas que recomendamos ver si no la visteis, advirtiendo no obstante de que posiblemente no acabéis de verla y si lo hacéis pasarán décadas antes de tener el valor de visionarla de nuevo...
Pero hará las delicias de devoradores de novela histérica, fans de Canal Historia y revistas de temática histórica y militar amén de corazones cristianos y musulmanes que anhelan un mundo en paz y bienestar...
Una soberana ñoñez y deleznablemente atroz.
lunes, 16 de junio de 2014
EL DÍA DE MAÑANA (2004)
Una catastrófica excusa para hablar del catastrófico Dennis Quaid
¿Por qué nunca escarmentamos y seguimos visionando, aunque no pasando por taquilla, películas de catástrofes que son una puta mierda?
En nuestro caso y tras hacer una encuesta por la redacción entre el turno de noche, el de la limpieza y el segurata coincidieron en señalar que más que nada por el morbo de ver nuestra civilización destruida pese a que desde Aeropuerto y El coloso en llamas pasando por Poseidón, se repiten esquemas y la esencia de las tramas son las mismas. Pero resultaba inevitable visionar una película que tiene el morbo del cambio climático como protagonista y una era glacial cuya génesis ocurre en 48 horas al término de las cuales digamos que el casquete del Polo Norte llega hasta México y por supuesto la vieja y decrépita Europa queda sepultada bajo metros de rocoso hielo...
Como siempre en este tipo de argumentos: una soberana mierda y para que nadie se ofenda: una republicana mierda.
El otro punto de interés unánime a todos los del turno de noche era ver a ese catastrófico actor que es el Dennis Quaid, envidiado por los machos alfa del orbe civilizado consumista a crédito bancario en su noche de bodas cuando se casó con la Meg Ryan...
Por otra parte es éste un actor malogrado, nos caía simpático pese a sus cargantes papeles de echado para alante, vacilón y aficionado a la botella hasta cuando actuaba, pero al que se recuerda de tres formas: por El chip prodigioso que engancha por la sensual belleza de la Meg, Elegidos para la gloria en su papel de astronauta basado en el real y por último porque siempre pensamos: ¡Ah sí, el coloquetas borrachuzas! ¿Sigue actuando?
Lo cierto es que el tipo está jodido y envejecido prematuramente con una expresividad facial similar a la de una alcachofa de invernadero y ha perdido completamente la elasticidad del careto, ahora parece que está continuamente recuperándose de la resaca y el caso es que sigue resultando simpático, pero patético.
Sin más comentarios que el sempiterno que se dice tras verle: iba para estrella.
La película la dirige el inefable Roland Emmerich.
Podría decir que ha hecho un producto con todos los tópicos típicos del cine de catástrofes donde todo lo que podía salir mal, sale mal y se produce un cataclismo de dimensiones bíblicas, las tramas paralelas son absurdamente ñoñas donde no falta hasta el niño tumoroso que debe ser evacuado por las ambulancias del condado ¿? en plena catástrofe en forma de hielo de tropecientos metros de altura que entierra la ciudad de Nueva York pero las jodidas ambulancias del condado siguen atendiendo llamadas, los sacrificados miembros de las fuerzas públicas y hasta sin techo de los USA son cojonudos y unos héroes, el US ARMY también es cojonudo al servicio del rescate de la ciudadanía y el sistema político pese a sus defectos y males genera estadistas que saben tomar las riendas...
Pero prefiero deciros que la dirige el mismo que la espeluznante para la inteligencia de Independence Day y creo que sobran más comentarios...
Típico producto de catástrofes con un patético Dennis Quaid aunque resulta curioso ver a los gringos de espaldas mojadas en dirección a México y absurdeces común a estos bodrios de creer en el sistema, en Dios y en el espíritu USA para vencer a las dificultades y sobreponerse a las calamidades porque como dice el Presidente al final, aunque hable desde una embajada en un país tercermundista, saldremos de ésta...
Nosotros salimos pitando del canal para ver el Argentina contra Bosnia.
lunes, 2 de junio de 2014
COWBOYS & ALIENS (2011)
Lo primero decir que el título llama al engaño y parece que asistimos a otra vuelta de tuerca de Alien el 8º pasajero, una de esas precuelas, secuelas o espuelas del bicho depredador pero no.
En realidad el alien es distinto y lo que estamos es ante otra vuelta de tuerca de pelis de invasión alienígena sólo que esta vez la acción transcurre en el familiar territorio de las películas de vaqueros, el lejano oeste americano, y los alien vienen en plan de exploradores para extraer el oro del planeta y de paso abducir unos cuantos humanos para su estudio...
Producción reciente de 2011, dirigida por John Favrean y protagonizada por la perturbadora belleza de Olivia Wilde, Daniel Craig y Harrison Ford en sus principales papeles pero rodeados de rostros conocidos para el espectador.
Lo cierto es que la película se salva en gran medida por el Harrison Ford en un papel de antiguo oficial sudista reconvertido tras la derrota en sufrido y rudo ganadero cacique de la comarca que además tiene un hijo donde en lugar de ver un heredero y sucesor de su imperio ganadero lo que tiene por primogénito es un pijotero pistolero fanfarrón que no hace más que meterse en líos. Pero Harrison Ford convierte el personaje en humano, en un viejo cascarrabias en realidad que sigue su guerra particular contra la ley, los destripaterrones y los apaches.
Luego está el Craig donde cuesta, al igual que todos los actores que encarnan a 007, verle en otro papel que no sea el de agente secreto (hasta el sombrero le queda raro) y su personaje peca quizás de falta de calor humano y sí tiene de sobra la frialdad hierática de su mirada que sólo aumenta la sensación de que en realidad James Bond está de vacaciones pagadas por el gobierno de Su Graciosa Majestad en un parque temático del oeste...
Mientras que Harrison Ford logra con una mirada y ceja levantada o bien con un ápice de sonrisa en su cara que nos muestra el cambio de talante y progresiva humanización del viejo y mal humorado ganadero, el Craig hace un personaje de piedra, imperturbable a los inconvenientes y de típico tipo duro que mientras le estás hostiando te advierte de que si vuelves a hostiarlo una vez más, te matará...
Respecto a la ambientación de la época el director sigue la estética marcada de mostrar la sociedad de sucios, sudados y sin afeitar de la frontera y bebe de diversos títulos, tal vez en un intento acelerado de meter al espectador en harina, y la parte de alienígenas tiene buen visionado con texturas que recuerdan a los alien de Distrito 13 aunque los movimientos resulten artificiales, demasiado acelerados quizás, siendo estéticamente una mezcla de bicho de origen insectívoro donde se añade un par de extremidades que salen de su abdomen que inevitablemente nos recuerda al mutante y líder de la resistencia de los colonos mutantes en Marte en Desafío total contra el gobernador Kojainen (o cómo bowlings se escriba).
Impecable producto cinematográfico pero que no dejará satisfecho del todo al espectador veterano por cuanto las historias que muestra las hemos visto otras veces y donde se sigue hasta el final por el Harrison Ford y que tampoco aspira a más que ser una variante de propuesta original de dos géneros: las partidas de búsqueda y rescate de las de vaqueros y la de los bichos alienígenas que vienen a la Tierra para expoliar los recursos naturales...
Y sobre todo que no sale nuestro amado y viejo Alien.
lunes, 28 de abril de 2014
3:10 to Yuma (2007)
¡Atentos desheredados de la butaca de patio y entresuelo! ¡Albricias huérfanos de cine de estreno y pufo en el video club del barrio! ¡Una película digna de visionarse! ¡Y de vaqueros!
El caso es que si estáis tan colgados y empufados que no catamos taquilla de cine desde el nefasto 2008 como el equipo de visionado de The Adversiter Chronicle, estamos de enhorabuena: una buena película moderna de vaqueros digna de tal categoría.
Alguno nos dirá que coño, la peli ya es veterana ya que data de 2007 y en España nos creíamos aún los reyes del mambo consumista a crédito y gustábamos aún del cine de estreno... Así que seguramente nos tacharan de carcas...
El primer acierto de la película es un director competente, coherente y honesto con lo que tiene entre manos que no es otra cosa que una película de acción, subvariante de escolta de prófugo con sus coleguis al acecho para rescatarle, pero ambientada en la época posterior a la Guerra Civil estadounidense y la posterior expansión del ferrocarril. Los actores están sencillamente bien, ignoramos si ganaron algún premio, hace tiempo que evitamos el kiosko por diferencias de criterio e indiferencia de crédito y por tanto las revistas de cine llegan con retraso y a veces restos de boquerones, calamares, sardinillas, bonito y otros manjares del asalariado por cuenta ajena, empleado en subcontrata y hasta funcionario cañí sin olvidarnos de tele operadoras...
Russell Crowe... ¿Recuerdan aquella pequeña delicia de un pleno Denzel Washington en la prehistoria de la revolución digital donde un desconocido actor australiano interpretaba el despiadado programa de computadora, ein?
Está soberbio lejos de esa soberbia de repetir el personaje de Máximo: honesto, dirigente de semejantes y sin variar su interpretación. Pero aquí hace lo mismo, pero lo mismito, y sin embargo actúa. La guinda es el sombrero que lleva, genial el que tuvo la ocurrencia, que lejos de esos sombreros exageradamente vaqueros que llevan los malos, él lleva un sombreo que instintivamente hace que tus neuronas de memoria profunda rescaten la imagen de Billy El Niño que siempre vemos en algún momento de la infancia y la adolescencia. Por una vez no se le ve con el pecho-lobo romano de Gladiator y es lo que demuestra por qué el Crowe es una estrella de Hollywood y nos enamora: los detalles se adaptan a su personaje aunque siempre haga la misma interpretación mas advertimos que durante diez minutos, disminuyendo progresivamente, nos cuesta y rechina verle haciendo el canelo con un sombrero de gilipollas para al final caer rendidos a su interpretación, encandilados con su personaje y haciéndole cada vez más rico. Pero se merece el sueldo porque nos deleita y atrapa la cámara como sólo un actor y una estrella como él sabe hacer.
Luego está Christian Bale con esa relación que mantenemos con él de amor-odio sin saber por qué hasta que caes en la cuenta que su papel de niño que se hace grandote en aquella del campo de prisioneros japonés, la reponen tan a menudo que empacha y acabas deseando que el oficial japonés le ejecute de una puta vez por ladilla rompecojones a bastonazos de bambú a partir de que la ves por tercera vez aunque la visiones cada cinco lustros...
Pero es otra estrella que está soberbio, contenido en uno de sus personajes atormentados interiormente por causas externas. Domina las muecas faciales, aunque cuando sonríe es nuestro Bale y no el toca huevos que merecía que el oficial japones le...
Además es un rostro al que los postizos y aditivos tipo barba, bigote, cicatrices, le encajan bien.
Y un tipo que nos encanta. Le habíamos visto de malo psicopático en aquella del Bruce Willis en que una banda de delincuentes juveniles eran acorralados secuestrando sin saberlo a la prole de un contable de la mafia. Esta interpretación, del mismo papel a nivel de estudio psiquiátrico y tratamiento intensivo de contención y Haloperidol dol dol, que la que hizo en la película del Bruce Willis hace que confirmemos heredero de un trono sin dueño desde Scorpio o Tiburón. Es un actor por descubrir para los productores que esperamos no lo encasillen en este tipo de papeles y le seguiremos todo lo cerca que nos permita el presupuesto.
Y por último el primero en surcar para toda la Eternidad en la memoria del aficionado al cine y donde eternamente querríamos advertirle que van a cazarle a lomos de su burra unos paletos en furgoneta: el por alguna extraña razón siempre en nuestras oraciones de Peter Fonda.
El segundo acierto es adaptar una película de acción a un escenario como es el lejano oeste sin caer en tópicos, que está repleta, pero escenificado con esa magia del séptimo arte de trasladarnos porque nuestra mente acepta ese escenario: forajidos pendencieros, empresarios explotadores, granjeros destripaterrones, indios al acecho, diligencias, oficina del sheriff... Lo tiene todo, lo mismo de siempre, pero es el siempre que reconforta al calor de la hoguera en una noche oscura y entorno hostil...
No cae por fortuna en esa versión acaramelada tipo Jóvenes jinetes, Silverado y mierdas semejantes pero tampoco comete el error de repetir Sin perdón. Han cogido el dinamismo del lenguaje moderno visual pero, salvo la camarera del salón, aunque tal vez porque pocas veces hay camareras en la barra en las pelis del vaqueros, no chirría como chirriaba y edulcoraba hasta límites insoportables de ñoñez y patrioterismo en que caían las dos citadas anteriormente sin ir más lejos.
Y esa magia de Hollywood, esa propagación de espectáculo global del orbe conocido que no se disfrutaba desde los espectáculos de circo de los romanos pero que a la vez ilustra a la población estadounidense para concienciar de que las Guerras Bushianas no devolvieron tarados a la vida civil y que los francotiradores son buenos patriotas, sufridos ciudadanos soldados y que cuando hay que confiar en ellos se pueden confiar y sus familiares orgullosos de su sacrificio...
En resumen un excelente producto cinematográfico con un regreso a rodar sin escenarios trucados y las trucas no se aprecian durante el metraje, que es el trabajo de una buena truca, y que es una ingeniosa variante de películas tantas veces vista pero con actores interpretando, buen pulso del director y una buena historia...
"Butaca de patíbulo"
Suplemento cinematográfico cutre de The Adversiter Chronicle
miércoles, 23 de abril de 2014
THE STONE KILLER (1973)
Una excusa para hablar de Charles Bronson
(AMÉRICA VIOLENTA)
Hacía tiempo que queríamos rendir homenaje a uno de esos actores incrustados en el hipotálamo del espectador pese a que no se le relaciona con las estrellas del firmamento de celuloide, pero sí que lo es para muchas generaciones de espectadores y sobre todo de espectadoras ya que pese a su estética facial, que a medida que envejecía se pronunciaban sus rasgos de origen tártaro, fueron muchas las féminas que quedaron prendadas de él en películas como Los siete magníficos o La gran evasión.
Pero tenía duende y su aparición en multitud de repartos en la cartelera era un gancho perfecto para el público que sabía que iba a ver una película cuando menos entretenida.
Charles Bronson, fallecido en 2003, es un gran desconocido para las nuevas generaciones de espectadores que huyen del visionado de películas ya añejas por el paso del tiempo pero para nada rancias en su mayoría. Y es una pena porque trabajó con buenos directores y actores, por eso recomendamos que si nunca os asomasteis a su universo no dudéis en visionar alguna porque os sorprenderá gratamente.
La película que traemos hoy es el exponente perfecto de la última y fructífera etapa del actor ya como estrella de cartelera y protagonista en una serie de películas en que encarna siempre a un hombre maduro que se ve golpeado sin quererlo por la violencia y donde se erige en el último defensor sino de la ley, sí que de la justicia, la justicia del hombre corriente enfrentado a una sociedad en aparente descomposición de urbes saturadas de bandas barrio bajeras, violencia de bandas suburbiales y sobre todo un fresco social de una época en que mientras se libraba la Guerra Fría a nivel mundial los EEUU tenían abierto un frente interior en sus ciudades...
El film nos asoma a los EEUU de 1973, con detectives del NYPD racistas y violentos, coches enormes antes de la crisis del petróleo donde el galón de gasolina costaba menos de 1$ y con veteranos de la Guerra del Viet-Nam que vuelven con taras psicológicas, la palpable mano de la mafia controlando las actividades ilegales, el movimiento hippie recluido en delirantes comunas buscando trascendencia cósmica y un honesto policía que sin quererlo ni desearlo utiliza métodos poco ortodoxos porque sabe que el sistema permite salirse con la suya a los delincuentes...
Bronson es un detective de Nueva York que se ve obligado a irse a trabajar a Los Ángeles debido a sus métodos que indignan y ponen en apuros ante la prensa a sus superiores.
Ya instalado como teniente en LAPD, y durante la investigación de un asesinato en apariencia dentro de los límites normales, descubre una trama donde se busca eliminar a la vieja guardia mafiosa en venganza de una matanza ocurrida en 1931.
El gerifalte mafioso que quiere eliminar a sus compinches gerifaltes contrata un antiguo militar profesional que va reclutando veteranos de la guerra en el sudeste asiático sin antecedentes policiales y expertos en el arte de la guerra...
El único pero que se le puede poner a la película es la poco realista sangre, demasiado espesa y acarminada aunque este aspecto de la sangre de pega no vería el realismo hasta entrados los 80´s y es una falla común a la época aunque los espectadores estaban acostumbrados en una era donde se entraba al cine a aislarse y el espectador era cómplice al aceptar el lenguaje visual, cosa que se va perdiendo poco a poco por desgracia. Por otra parte y al igual que sucedía con el Eastwood, la crítica era inmisericorde con este tipo de películas que tachaban de fascistoides y violencia gratuita pese a que el público pasaba por taquilla y era un producto rentable para los productores y dirigidas con oficio por otra parte.
Una excusa en definitiva para ver al Bronson, actor perteneciente a una estirpe de actores que llegaron casi de casualidad a la interpretación y películas donde pese a que desde el principio sabemos quienes son los malos y quienes los buenos, tienen en sus diálogos (ésta merece verla sólo por las frases) una crítica velada a una sociedad y un sistema que miraba para otro lado cuando la marginalidad ejercía su violencia...
Menos mal que existía el Bronson y su concepto de justicia para mantenernos a salvo.
martes, 8 de abril de 2014
EL ÚLTIMO DESAFÍO (2013)
Variados motivos para visionar esta película: interviene como malo maluco el actor Eduardo Noriega y de protagonistas el siempre fiable de Forest Whitaker y ver cómo se conserva el bueno de Schwarzenegger...
Lo cierto es que Hollywood suele visitar los escenarios fronterizos, esos alejados de las grandes urbes, de grandes rectas sin fin por parajes desérticos y fronteras delimitadas por barrancos y riachuelos sin que falten las tribulaciones de los representantes de la Ley ante lo agreste de la vida en villorrios fronterizos aunque en esta ocasión, sin renunciar a la esencia fronteriza, se bebe de diversos géneros como el de trastazos y persecuciones automovilísticas, huida de super peligroso narcotraficante y la soledad del sheriff para hacer cumplir las leyes rodeado de malandrines con armas.
La acción se reparte entre la desquiciada huida del narco, los esfuerzos del FBI para atar cabos y llegar a tiempo a la frontera profunda, aunque aquí la tardanza en llegar chirría un poco, y los esfuerzos del honrado representante de la Ley y sus ayudantes.
Se agradecen las escenas sin truca digital de hostias y vuelcos de coches, todo terrenos y autobuses escolares. Hay algunas fantasmadas como el rescate del narco por sus compinches en que todos disparan al vehículo levantado con grúa imantada y a la compinche que dispara encaramada a ella, corren a los edificios circundantes pero nadie se ocupa del operador de grúa, que si hubieran ido a por él hubieran interrumpido el rescate aunque el director sabe mantener el pulso dinámico de la acción sin que el espectador piense demasiado en las incongruencias, que las hay.
Dirigida por Kim Jee-Woon, la película resulta bastante predecible por cuanto ya hemos visto esas escenas y situaciones en otras películas y por desgracia da tiempo a pensar en ello mientras transcurre el metraje, aunque seguimos pegados a la butaca porque es una pena dejar de ver una película a la mitad, los actores nos son familiares y sabemos que esperar de ellos y, porque se quiera o no, hay un par de generaciones que disfrutaron del bueno de Schwarzenegger, ese musculado culturista que supo siempre elegir bien sus papeles y que salió ileso de los intentos de hacer comedia, acción o ambas tres.
Vemos a la estrella con el paso de la edad, sin que trate de camuflarlo excesivamente y sabe reírse de sí mismo en las escenas de acción donde tarda en recuperarse de las caídas y utilizar la maña de la lucha libre en las escenas de mamporros sin que chirríe demasiado su decrépito estado estético.
Forest hace su papel, que tampoco da lugar para mucho lucimiento, pero llena la pantalla pese a que sus muchachos del FBI llegan siempre tarde, siempre se les escurre el malo pese a la superioridad de medios armamentísticos y no se fía de que el sheriff de un villorrio de catetos de pueblo perdido en medio del desierto sea capaz de detectar y abortar el osado plan de fuga del narco.
En cuanto a Eduardo Noriega, cumple su papel de narco pero se limita a muecas y gestos hasta la pelea final en que si a cualquiera de los mortales nos coge el Schwarzenegger y nos arrea el hostiazo a la espalda contra el perfil de acero del puente, nos hubiera partido el espinazo y dejado parapléjicos.
En realidad la película es un buen cómic cinematográfico que cumple todas las reglas y se cumplen bien, pese a los momentos chirriantes, aunque a mitad de metraje el sheriff y su equipo parezcan el Equipo A.
La diferencia con otras del mismo estilo radica fundamentalmente en mezclar escenas cliché de otros géneros familiares al espectador veterano y el lenguaje visual de los vídeo juegos, en esas salpicaduras de sangre que son realistas, cierto, pero parece que siempre disparan a donde más sangre produce: cabezas, cuellos y abdomen con balas de gran calibre. No falta la metáfora recurrente últimamente de contraponer a veteranos jodidos de las Guerras Bushianas frente a mercenarios que han olvidado por un sueldo el patriotismo y el honor. Salpicaduras de escenas del carácter fronterizo de los habitantes y guiños al espectador riéndose de sí mismo el protagonista. Aquí la gente muere aunque la escapada en el auto reconvertido del narco exige no pensar demasiado en lo que se está viendo y abandonarse a la magia del cine aceptando la propuesta por parte del espectador...
Un peligroso narco se evade cuando es trasladado a prisión y escapa a toda velocidad, nunca mejor dicho, devorando millas para llegar a un pueblo fronterizo donde un destacamento de mercenarios le construye un puente que salve el barranco que hace de frontera con México y salve al narco de ser encarcelado en los EEUU.
Mientras el narco se evade, sus mercenarios toman una granja y preparan el puente pero son detectados por los ayudantes del sheriff matando a uno de ellos. El sheriff deberá decidir si dejar el caso en manos del FBI que nunca termina de llegar o enfrentarse con sus medios a los mercenarios y abortar la escapada del peligroso narcotraficante...
Contara para ello con sus ayudantes, una chica sin experiencia en tiroteos y un regordete hispano que sabe como escabullirse de disparos, lanzamientos de cohetes y demás parafernalia mortal. También una antigua estrella deportiva de instituto veterano de Iraq y Afganistán que se redime de sus tribulaciones de fracasado visitante de la celda de la oficina del sheriff dando el callo como combatiente ganando de nuevo la auto estima y el amor de su ex novia, que no es otra que la ayudante del sheriff que cuando llegan los tiros se transforma en una letal francotiradora.
Lo cierto es que hay que verla como homenaje crepuscular de Schwarzenegger y la dirección de Kim Jee-Woon hay que verla como homenaje a un montón de títulos pero nos deja un sabor de boca que dejará nostálgicos a quienes pasaban por taquilla para ver a la estrella de acción y las nuevas generaciones que ya no están acostumbradas a cine con oficio y notarán falta de trucas digitales, sexo violentado y las jodidas escenitas de mamporros al estilo oriental, lo cual se agradece porque sería la guinda para dejar de verla a las primeras de cambio.
Y es que las estrellas envejecen y los espectadores también, pero aún podemos distinguir gato por liebre pese a que como producto de entretenimiento no hay nada que objetarle y el Schwarzenegger, pese a su decrepitud visible y notable, sabe adaptarse a la vejez.
miércoles, 2 de abril de 2014
DRIVE (2011)
Agradable y refrescante entretenimiento cinematográfico esta propuesta producida en 2011 y dirigida por Nicolas Winding Rern que será muy conocido y popular por sus familiares y allegados amén de profesionales de la cosa pero que nos es completamente desconocido, ignorancia inducida por la crisis y su repercusión en los presupuestos que hacen que estar al día acudiendo a sesión de noche se haya vuelto prohibitivo...
Pero tribulaciones que no vienen al caso aparte, resulta agradable por varios e importantes motivos. El primero la ausencia, y bien integradas si las hay, de trucas digitales con colisiones imposibles que sólo son aceptables para generaciones de nacidos con el entorno de los video juegos y sus texturas, con escenas automovilísticas que ya resultan raras y van camino de ser extraordinarias en el cine de acción actual. Lo segundo que la violencia es tal sin escenas de abnegados SWATS, agentes de agencias secretas en secreto con satélites ni el lenguaje habitual en estos casos visualmente hablando. Aquí los asesinos profesionales tienen su arma, los ambientes podemos encontrarlos en cualquier barrio de una urbe cualquiera, el amor surge natural basado en miradas, en escenas de silencios y miradas cómplices de los amantes que nunca podrán serlo...
Mucho mérito lo tienen la pareja de actores principales, lo de principales es porque todos son protagonistas, que son Ryan Gosline y Carey Mulligan bien arropados ambos por Bryan Cranston, Oscar Isaak, Albert Brooks, Christina Hendricks y Ron Perlman.
El Ryan es un actor que nos cae bien desde el principio, posiblemente si sois veteranos de entresuelo y butaca de patio, os recuerde al Steve McQueen en sus gestos faciales que no parecen para nada forzados. De su compañera de plantel protagonista nos suena la cara pero nadie en la redacción supimos decir de qué...
Resulta refrescante por cuanto esta película ya la hemos visto varias veces pero tiene su propia personalidad. Vemos a Alan Lad (¿con una “d” u dos, ein?) en aquella del pistolero que llega a un rancho, que en ésta de hoy hay niño pero es digerible, el conductor es un Mad Max donde el coche es una prolongación de su alma atormentada...
Como siempre podemos ver homenajes, tantos como queramos ver, pero pese a que sabe captar los gestos faciales y dota de ritmo la acción, las escenas automovilísticas no resultan empalagosas, saturantes y ñoñas como en Ronin sin ir más lejos (la ponderaron por sus escenas de autos pese a que resulta un producto infumable después de las primeras y últimas caladas de su visionado) pero el director se limita a seguir el guión aunque es irreprochable tal acto y consigue darle a la película una textura inglesa, sin caer en la francesa, con sus genes estadounidenses predominando en la criatura final...
Nos ha gustado verla y la recomendamos porque se deja ver bien, los actores nos son familiares y recordaremos que hubo un tiempo en que las hostias de los coches en el cine eran de verdad, la mafia suele emboscarse en la normalidad y ya os estaréis preguntando dónde cojones está el argumento y aunque podría decir que es tan buena que no lo cuento lo cierto es que se me había olvidado completamente aunque no es otro que la historia de un solitario escorpión consciente de ser tal que lleva una vida oculta de chófer de evasión en atracos y ve en su vecina la reafirmación de su creencia de que hasta un escorpión es capaz de usar su depredadora e implacable frialdad para redimirse y redimir a sus seres amados, que no son otros que la vecina y su retoño...
lunes, 17 de marzo de 2014
SHERLOCK HOLMES:
Juego de sombras (2011)
Buena oportunidad para revisar un clásico del género detectivesco como el eterno Sherlock Holmes y su fiel escudero Watson...
Porque lo cierto es que desde la encantadora y casi deliciosa El secreto de la pirámide, parecía que los productores no confiaban en la rentabilidad del personaje, pero con esta moda revisionista de títulos en la era de los efectos digitales era lógico que se hicieran nuevas versiones.
Producción de 2011 dirigida por Guy Ritchie y protagonizada por ese coloquetas encantador de Robert Downey Jr., como el detective y el, aún con algo de pelo, el siempre solvente y empático de Jude Law. Les flanquean en el reparto Stephen Fry, Noomy Rapace y Jared Harris entre otros.
Lo cierto que la propuesta no soprende en estos tiempos: Sherlock es un coloquetas con una mente privilegiada que desface misterios y sus correspondientes entuertos a la vez que domina el arte de dar mamporros con un doctor Watson con personalidad y vida independiente pero ese espíritu aventurero y jaranero de los oficiales de Su Graciosa Majestad que encuentra en la indolencia e inconsciencia de su amigo detective el equilibrio a su equilibrada vida victoriana.
En cuanto a las féminas, la gitana zíngara está mona siempre que se vea de espaldas y la mujer del Watson no enseña ni las dedas de los pies cuando va descalza.
Introducen la variante del hermano naturista de Sherlock Holmes, que es el único desnudo de toda la película, por cierto y que para fetichistas es el que sale en V de vendetta presentando un programa de televisión donde se mofaba del Líder...
¿La trama?
Bueno, aborda un contexto histórico de finales del siglo XIX, están monas las postales digitales con monumentos y plazas en su época de construcción y está lograda la ambientación... Pero hay algo que chirría, algo que logra que no nos metamos del todo en la historia y miremos de reojo aunque afortunadamente los efectos digitales son comedidos dentro de lo que cabe y no hay demasiadas incongruencias...
Hay momentos como los de las peleas y las proyecciones mentales, que sustituyen la lógica teatral tipo Colombo a la hora de resolver enigmas y desfacer el entuerto correspondiente, en que el lenguaje es más de vídeo juego y es aquí donde se hace patente la brecha visual y estética de las jóvenes generaciones espectadoras y los que crecieron con las trucas y efectos especiales, pero es un buen producto de entretenimiento siempre y cuando aceptemos las reglas que se nos proponen y que rompen la imagen mítica grabada a fuego en la retina del espectador sobre el detective.
Lo cierto es que se aguanta el metraje porque por fin el coloquetas de Robert Downey Jr. Ha encontrado papeles a su medida, que es que sean coloquetas, y no sus interpretaciones a base de muecas y mirada de hijo de perra como era en U.S. Marshall...
miércoles, 12 de marzo de 2014
PAYBACK (1999)
una excusa para hablar de Mel Gibson
Hacía tiempo que queríamos dedicar un número de Butaca de patíbulo al bueno de Mel Gibson. Puede que las mocedades lectoras que no cayeron enamorados del Gibson de Mad Max, la primera, Gallipoli y también la primera de Arma Letal, se pregunten cómo el autor de bodrios infumables tipo El patriota y esa aberración del cine bélico que es y será siempre Cuando éramos soldados, puede ser merecedor de dedicarle un solo tecleo...
Pero sí.
Elegimos la película de hoy, aparte de los criterios rigurosos de selección de películas, porque es el Gibson más parecido al que encandiló a toda una generación: Porter, un mercenario, un tipo solitario y auto suficiente cuyas desgracias son paralelas a la de Mad Max en su mundo a punto de ser apocalíptico...
La película sigue la mejor tradición de las obras menores del cine negro, algo chapuzas el final explosivo pero ya era norma ese tipo de chuminadas hasta que alguien descubrió que si el protagonista muere no pasaba nada malo en la recaudación de taquilla, pero en 1999 las pelis seguían ciertos cánones como que el prota nunca muere...
Dirigida por Brian Helgeland, el Gibson está bien arropado como el afro americano de Predator, el poli malo de Maraton Man, ese desaprovechado actor encasillado para siempre como el hijo del Nolte en la mítica serie televisiva Hombre rico, hombre pobre, sorpresa oriental en las féminas con una deliciosa masoca y sádica Madame de bondage para adinerados y el delicioso y siempre solvente del James Coburn sin olvidarnos del Christoferson, el mítico camionero de Convoy además de cantante pero que nos tememos pasará a la memoria retinal cinematográfica como el compañero semi ortopédico de Blade...
Porter, un mercenario del delito, es estafado tras un golpe por su socio que se ha liado con la yonkosa de su mujer que le arrea dos tiros por la espalda y lo dejan tirado y agonizante...
Tras recuperarse casi milagrosamente, Porter sale en busca de venganza y de su parte del botín enfrentándose a su ex socio, un sádico y estrafalario masoquista que en realidad sólo es un peón de una gran corporación del crimen.
Contará con la ayuda de una prostituta de lujo, alma gemela en realidad tan furcia como él en lo suyo que buscarán la redención exigiendo lo que les corresponde y enfrentándose a distintos niveles de delincuentes.
Hay escenas violentas que siguen despertando grima como cuando le machacan las dedas de los pies y el guión mantiene la emoción a base de subir peldaños Porter para llegar a quien pueda devolverle sus $35.000, que fue la cantidad por la que intentaron asesinarle.
Gibson aún no está muy decrépito y prescinde muecas ya excesivas a partir de Arma Letal 2.
Es una película agradable en la mejor tradición de las pelis tipo Justiciero de la noche, la serie de investigador privado protagonizado por Paul Newman o alguna del propio James Coburn, pero sin embargo pese a los escenarios reconocibles, tiene su sello propio...
No se me olvida el Steve Mc Queen, pero hablamos de ángeles y no de dioses, pese a que el bueno del Gibson se sienta elegido según sus creencias religiosas...
Pero es Mel Gibson y se le perdona aunque evitemos sus películas en ocasiones últimamente.
martes, 25 de febrero de 2014
NO ME CHILLES
QUE NO TE VEO (1989)
Traemos en esta ocasión lo que podríamos definir como canto del cisne de un tipo de comedia que comenzó en los 70´s y aguantó hasta los primeros 90´s aunque ya muy decadente.
Por un lado un profesional mercenario de la dirección como Arthur Hiller, un completo desconocido pero no tanto su obra por cuanto rodaría unas cuantas del Charles Bronson en la saga del justiciero a la que dedicaremos un número en breves.
Luego tenemos a los protagonistas, populares ambos en la época. Uno el Gene Wilder, un actor cómico que sabía imprimir una atmósfera predispuesta a la risa pero sin renunciar a los diálogos que complementaban unas puestas en escena de los gags que eran magníficos por su sencillez. Sin llegar a la magia del Peter Sellers, era una réplica competitiva y le debemos algunos de los más hilarantes títulos sin olvidar las dirigidas por el inefable Mel Brooks donde los espectadores a veces no apreciábamos en su totalidad y que en España se ganó la indiferencia por su versión de la Inquisición en La loca historia del mundo pero que sin embargo, cuando escapaba de grandiosas pretensiones, rodaba buenas comedias dirigiendo e incluso actuando arropado por actores de la talla de Gene Wilder...
Luego tenemos de co protagonista al Richard Pryor, destronado como estrella afro americana del starsystem desde la segunda mitad de los 80´s por el también inefable Eddie Murphy amén de que loas estragos físicos de la enfermedad ya eran palpables en su rostro aunque no obstante muestra su valía como actor, el único defecto, que no lo era en su caso, cierto abuso de las muecas faciales mas en esta película su interpretación de invidente es magistral ya que no es fácil simular la ceguera y posiblemente sea junto Al Pacino en Esencia de mujer el actor que mejor ha interpretado a una persona ciega aunque por desgracia no fue valorada en su momento como merecía y nos gusta pensar que fue su venganza al sistema demostrando que los afro africanos son también buenos actores, es una pena que el bueno de Pryor no disfrutara de sus colegas de color de piel triunfando como estrellas de acción y de comedia...
Luego de secundarios tenemos sorpresa con Kevin Spacey haciendo amanerado villano y para amantes de los curioso, el apreciar en su inmensidad el pedazo de grano o quiste de grasa que luce en una mejilla.
Le acompaña de villana Joan Severane, de rostro desconcertantemente alienígena, piernas que son una perdición y se le ve una teta cuando está en la ducha, aunque nos da la impresión de que Gene Wilder quiso repetir bombazo presentando actriz femenina como hizo con Kelly Lebrook en La mujer de rojo pero ni la belleza alienígena de su faz enamoraba al espectador ni sus curvas levantaban el ánimo de los machos alfa y despertaba envidia estética de las féminas.
Estas comedias y estas estrellas no defraudaban nunca porque el espectador, ya parroquiano de sus títulos, sabía que iba a reírse, ver un buen producto de entretenimiento y disfrutar de unos actores que tenían legiones entregadas de ante mano. Son películas de risa, pero son actuaciones dignas de representación teatral porque el producto era solvente aunque no logró pervivir mucho más tanto por envejecimiento de los protagonistas como de las historias para un público potencial que era superado por las nuevas hornadas y se daba el curioso espectáculo en la taquilla del cine de ver mayoría de gente adulta y poca adolescente.
Dave es un wasp sordo que regenta un kiosko y busca un ayudante. Wally es un invidente afro americano de clase media que busca un trabajo y acude al kiosko de Dave. Ambos tienen en común que se niegan a aceptar ante la sociedad sus minusvalías y tratan de disimular y aparentar como si fueran gente con todos sus sentidos operativos.
Sucede un asesinato en el kiosko donde el ciego escucha el disparo y el sordo ve escapar a los asesinos sucediéndose mil y una peripecias donde Dave y Wally se complementarán sensorialmente hasta desfacer el entuerto y castigar a los culpables...
Lejos de los chistes fáciles sobre minusválidos que podrían esperarse, es la cotidianidad de las situaciones que hacen que dejemos de sentir compasión o empatía simpática por el ciego y el sordo para ver que en realidad pueden hacer lo mismo que los demás con sus vicisitudes y adaptabilidad al entorno. No son chistes denigrantes de brocha gorda y os aseguramos que las interpretaciones merecen la pena.
Película para recordar por veteranos el mundo de los 80´s urbanitas y para generaciones vírgenes cinematográficamente hablando, descubrir a dos actores que en su época eran taquilleros y estrellas del celuloide, taquilla y vídeo clubs...
martes, 18 de febrero de 2014
DISTRITO 9 (2009)
Sugerente y refrescante propuesta cinematográfica esta producción que no sé bien si es sudafricana o de Nueva Zelanda, en todo caso transcurre en Sudáfrica...
Sugerente por el argumento que recuerda las pelis de campos de concentración de prisioneros y refrescante para el género de ciencia ficción donde los aliens son refugiados sociales, dando lugar a una entretenida película que tiene el acierto de descansar el peso de la acción en los actores, el protagonista concretamente, y por una vez los efectos digitales están al servicio de la historia sin saturarla.
Dirigida por Neill Blomkamp y protagonizada por Jason Cope, Mandla Gadura, Vanessa Haywood, Kenneth Nrosi y David James se nos muestra la acción como parte de un reportaje y resulta un acierto narrativo la cámara subjetiva aunque por otra parte resulta omnipresente durante todo el metraje una metáfora del apartheid sudafricano y nos recuerda inconscientemente por el estilo a Asesinos natos.
Han pasado 20 años desde que una nave alienígena se quedara inmóvil en la vertical sobre la ciudad de Johannesburgo y tras la euforia del primer momento, se descubre que los tripulantes son en realidad refugiados de su planeta y que la tecnología humana es incompatible con la alien debido a la interacción biológica con su tecnología.
Así, transcurridas dos décadas, los alien con forma de insecto y hábitos de cucarachas, viven en un gueto dominado por una banda de nigerianos y controlado por una corporación buscando ambos con ahínco el secreto que permita utilizar armamento alienígena...
El yerno del Jefe de la corporación es elegido para dirigir el desahucio del gueto y reubicarlos lejos de la ciudad donde la convivencia entre humanos y aliens se degrada cada día más.
Entretenida y cuando menos curiosa, es un agradable cómic que recuerda historias y estética de los cómics 1984 y bebe de varios géneros pero sin perder la originalidad. Nos gustó mucho la nave auxiliar, la nave nodriza sigue la estética habitual, y el homenaje final a Robocop...
Y es que cuando una película es buena, se le puede sacar tanta simbología como simbólico pueda ser el espectador...
jueves, 6 de febrero de 2014
CAPITÁN AMÉRICA
– EL PRIMER VENGADOR (2011)
Se hacía necesario visionar esta película por variados y diversos motivos.
Uno por apreciar el acierto de Marvel, el grupo empresarial que lo maneja, de revitalizar el género de super héroes aunando el atractivo alienante de la gran pantalla con el formato de papel. En este sentido son películas de factura muy correcta y no pueden engañar a nadie por cuanto si vas a ver un cómic cinematográfico debes ir ya pre preparado para meterte en la historia...
Otra es que lo cierto que muchas adaptaciones recientes de cómic han sido francamente decepcionantes, un ejemplo ya clásico es el Increíble Hulk que hasta hace buena y excelente comparativamente hablando aquella zafiedad de serie de los 80´s sobre el personaje; no hay que olvidar las escenas de Spiderman brincando entre los edificios que además de falsas el ordenador canta con movimientos imposibles hasta para el hombre araña. Otras como Iron Man, la primera, sorprenden que ante un personaje menos popular y que a priori es más limitado, resultan adaptaciones que te hacen querer profundizar en el super héroe y seguir sus andanzas en papel...
Y es que la más importante razón que encontramos para el visionado es que el Capitán América nunca fue muy popular en el orbe extranjero ya que su idiosincrasia, un personaje nacido para el esfuerzo de guerra, lo limitaba por su papanatismo y ostentosa ostentosidad del símbolo USA, que si bien funcionó como propaganda, ganada la paz y extendiéndose la cultura estadounidenses por el mundo libre y ahora libremente por el mundo, creaba cierto repelús a la hora de abordar sus aventuras y merecía por ello el beneficio de la duda espectadora.
Su precedente actual de lo que hablamos sería ese absurdo héroe enmascarado, Fantasma, un tipo raro con aventuras en la lejana África y que dejó de tener atractivo tras la descolonización y era muy sui géneris heredera del espíritu de la superioridad del hombre blanco sobre los naturales indígenas, pero al menos su adaptación al cómic es tan nefasta como el original del formato papel...
Producción de 2011 dirigida por Joe Johnston y protagonizada por Hayley Atwel, Tommy Lee Jones, Hugo Weaving, Dominic Cooper, Chris Evans y Sebastian Stan.
El que destaca porque se come la pantalla es el Tommy Lee en uno de esos personajes en que entra en complicidad con el espectador veterano y sorprende al novato, la chica es monona pero sin llegar a irresistible y los efectos especiales, salvo en su último tercio, están al servicio de la historia. Los secundarios huele pies son conocidos al espectador y el atrezzo falla en ocasiones como los camiones de tres toneladas y los paneles de control, se echa en falta que no se guiaran por los documentales propagandísticos nazis de las V1 y V2...
Tiene no obstante la película el acierto de engarzar la historia de la venta de bonos de guerra, calco de Banderas de nuestros padres, y que sus poderes son en realidad potenciación de las facultades físicas aunque poco creíbles si no son poderes.
El final es una apoteosis de imágenes sintéticas y las huestes nazis parecen las guerras de los clones pero con uniformidad negra, sale la típica chorrada de las armas con rayos, azules en este caso, el malo resulta ser más SS que las SS y la película es una cadena de acciones en pantallas distintas pero sin emoción siendo lo más reseñable las fortalezas del mal que ya vimos en la serie 007 con Spectra...
Sí presta de ver la recreación de la Exposición Universal aunque si no se es seguidor de esta serie cinematográfica de Marvel cuesta captar, cuando no pasan totalmente desapercibidos, los guiños a las películas de la misma como el padre de Iron Man sin contar que si ves la peli con compañía femenina ignorante del cómic y tratas de aclarárselo, te termina reprochando que le des la turra y se evaporan las posibilidades de fornicio deportivo...
La historia es sencilla: un escualido y asmático aspirante a soldado para combatir al fascismo en Europa es rechazado una y otra vez mientras que su mejor mejor amigo ya es sargento y sale para el frente.
En uno de sus intentos de ser aceptado y apto, es observado por un científico refugiado alemán que dirige una división especial del U.S. Army que trata de desarrollar una fuente de energía que sus antagonistas nazis creen que proviene directamente de los dioses tal como demuestran las crónicas antiguas...
Al final el protagonista pasa a ser musculado, destruye al nazi que parece un británico tras dormir la borrachera nocturna en una playa de Ibiza cara al sol del medio día. Finalmente desaparece tras salvar la victoria aliada y es encontrado más de cuarenta años después para formar parte de los Vengadores...
Producto correcto y buen entretenimiento aunque para el espectador alejado del cómic es de una infantilidad rayana en la ñoñez.
domingo, 19 de enero de 2014
Suplemento cinematográfico cutre de The Adversiter Chronicle
MASTER and COMMANDER
AL OTRO LADO DEL MUNDO
Película que tiene todos los ingredientes para ser un buen producto: historia amena, buen reparto, buenas trucas y sale hasta niño y escarabajo...
Generalmente procuramos seguir la máxima de que películas con niño y perro, malo; pero como es niño y escarabajo haremos una excepción.
Durante las guerras napoleónicas, el Almirantazgo cursa la orden a la fragata Surprise de acosar y dar caza a un moderno navío, el Acheron, en una singladura desde las costas del Brasil hasta las Galápagos...
Es una producción de 2003 dirigida por Peter Weir e interpretada por el Russell Crowe, Lee Ingleby, Max Pirkis y Paul Bettany entre otros.
El resultado es una película resultona, no innovadora pero sí refrescante para un género, el de piratas, bucaneros, corsarios y vasallos de Su Majestad inglesa que ha dejado imágenes grabadas a fuego en el aficionado, pero Master and Commander tiene pretensiones de modernidad y en ocasiones los personajes parecen del siglo XX más que de 1800 en sus tribulaciones metafísico-morales...
Los actores están bien, se utiliza el truco del sentimentalismo con la amputación del mozalbete guarda marina pero al menos se muestra a la chiquillería que solía formar parte de las tripulaciones de la época. Se muestran escenas casi costumbristas con la marinería y da la impresión de que los oficiales aprovechan cualquier buena noticia o suceso para pillarse unas francachelas etílicas dignas de elogios por parte de asiduos al botellón que hace envidiar la capacidad de los hijos de la Pérfida Albión para trasegar ron, vino y cualquier otro bebercio de la época napoleónica y cuyos descendientes hacen gala de la tradición emborrachándose salvajemente en eventos futboleros y vacaciones en Canarias y Mallorca entre otros lugares turísticos de precios asequibles.
El caso es que la sorpresa inicial, grata y estimulante, se trastoca finalmente en inacabables escenas sobre los gafes a bordo de un buque y su repercusión en las supersticiosas mentes de la marinería, el choque de mentalidades unidas por la sensibilidad entre el capitán y su amigo cirujano, naturalista e irlandes, no precisamente por ese orden, que nos deleitan dando la turra al asistente del capitán con violín y violonchelo aunque no sale cómo hacían sus necesidades o la sodomía en los buques de guerra de Su Graciosa Majestad.
Tampoco aparece por ningún lado un buque o autoridades españolas aunque sale un portugués con esa manía de pintar a los ibéricos de la época en el Nuevo Mundo como regordetes y gordinflones, las escenas de batalla están bien pero sin las truculencias que debían ocurrir, sólo sale una mujer y es brevemente...
Tiene su parte pedagógica cuando nos muestra las entretelas de la vida a bordo, pero viene en cualquier libro infantil desplegable sobre barcos y galeones y si te paras a pensar te preguntas qué fue del corral de la bodega y las gallinas en cubierta tras la batalla porque no vuelven a salir, otras veces hay más piernas trepando a las velas que marineros a bordo por no hablar de que llevan tantas cosas que te preguntas nuevamente dónde carajo han ido a parar...
Entretenimiento para un primer visionado pero que pierde fuerza a medida que la vemos de nuevo, porque da la sensación de que tiene un final abierto aunque no tenemos noticia de una segunda parte y es de suponer que Piratas del Caribe absorbió las apetencias del público por el género donde tras acabar la película recuerdas aquella de Bob Hope haciendo de pirata con una Virginia Mayo digna de cualquier mes del calendario...
martes, 14 de enero de 2014
LOS HOMBRES QUE MIRABAN FIJAMENTE A LAS CABRAS (2009)
Lo cierto es que pensé que esta película daría para un buen artículo, pero he de decir para ser sincero, que es una soberana mierda.
Soberana porque el plantel de actores prometía: desde el Clooney al Jeff Bridges pasando por el Kevin Spacey, Evan Mc Gregor y Robert Patrick entre otros. Y mierdas porque lo que pretende ser una película gamberra acaba siendo una gamberrada de película.
El director Grant Heslow sólo logra una parodia con guiños cinéfilos, algunos de sal gorda, que no termina de atrapar al espectador por cuanto el tema daba para más: si el Pentágono ensaya drogas en sus soldados, pero las cuchufletas llega un momento que no dan más de sí.
El argumento es sencillo: un joven periodista en traumas por su divorcio se embarca en Iraq para lograr el reportaje que le redima de sus pecados. Allí conoce a un contratista que fue sometido durante su servicio militar a un nuevo concepto de ejército basado en el poder mental capaz de matar con el pensamiento a una cabra...
Lo más destacable son el Clooney y el Bridges ya que el primero sabe hacer bien gestos faciales y el segundo es como el hermano gemelo de El Nota que decidió seguir la carrera de las armas.
Lo mejor, y ya podéis quitarla del DVD o cambiar de canal, es la escena inicial con el brigadier general pretendiendo atravesar la pared y se estrella...
Como el director con esta película.
lunes, 6 de enero de 2014
SHOOTER (2007)
Agradable peliculita en apariencia según vemos la cartelera y que resulta decepcionante no tanto en cuanto al planteamiento, repetido casi hasta la saciedad, sino a la forma de contarlo y mostrarlo.
Producción de 2007 en plena vorágine guerrera en Iraq y Afganistán, la necesidad de reintegrar a la vida civil a los soldados que prestaban servicio ya era perentoria y por otra parte vemos uno de los iconos de las Guerras Bushianas como son los francotiradores, auténticos héroes por cuanto han salvado cientos de vidas de kameraden pero son posiblemente los soldados profesionales más cercanos a un asesino en tiempos de guerra y sufren secuelas.
La dirige Antoine Fuqua y la protagoniza un atractivo plantel de par de actores incrustados en el hipotálamo del aficionado como son Danny Glover y el siempre desconcertante, y en ocasiones decepcionante Mark Wahlberg, que los mismo nos enamora como actor porno en los 70´s como nos enerva en bodrios como aquel de la peste que se transmite por el aíre o las hojas...
Luego el plantel ya baja de escalafón con un montón de secundarios huele pies como el que siempre hace de ruso malo u eslavo renegado y que aquí encima es usuario de silla de ruedas y muletas, otro el que hacía de capitán atribulado en La delgada línea roja, acompañados ellos por las resultonas Kate Mana y Rhona Mitra, si he copiado bien los nombres.
Y lo que plantea la película es en realidad la eterna teoría de ese poder empresarial que controla el sistema y donde la democracia es de momento rentable pero no se duda en derrocarla fuera de las fronteras si es necesario y donde, salvo para las gentes de bien, el bien personal y la dignidad están subyogadas a los intereses de las corporaciones y el Ejército sólo es una herramienta de imposición...
El problema es que esta historia está muy manida y siempre que se cuenta es para aleccionar. En el caso de la película Shooter es que los ciudadanos soldados están preparados y capacitados para acudir en ayuda del sistema y que el sistema tiene buenos servidores y funcionarios pese a que sea el menos malo de los sistemas y por tanto no esté libre de corrupción, intereses corporativos y mercantiles engañando a la ciudadanía mediante los mass media y el control y gestión de materiales informativos.
No contento con este planteamiento, se nos muestra a la vez la peli de super soldado al que el Estado ha preparado, adiestrado y equipado para defender a la democracia de sus enemigos externos e internos. Un soldado que vuelve a ser ciudadano porque sólo es carne de cañón y las guerras se libran en despachos y reuniones mientras las batallas se libran importando sólo el resultado y no los costes humanos ya que los materiales se dan por hechos..
Así que tenemos al protagonista traicionado en una oscura misión en un país extranjero que se culpa de la muerte de su compañero y observador, retirándose a la vida civil aislándose entre montañas y abetos en una sencilla cabaña con un fiel perro...
Llegan unos tipos que dicen querer evitar un magnicidio y le ordenan elaborar un análisis de posibilidad de que un francotirador bueno de cojones como él, pudiera llevarlo a cabo. Le tienden una trampa donde matan a un cura en lugar de al presidente y todas las pruebas le inculpan a él.
Por el camino contará con el apoyo, sin meter la poya, de la novia de su difunto observador, un torpe pero perspicaz agente novato del FBI y algunos ciudadanos de bien que saben que aunque el sistema sea malo y el presidente un inepto, les gusta que haya presidente...
Y es que la película es previsible, el Glover se descojona tanto de su personaje como de la historia, el que siempre hace de ruso es verle aparecer en pantalla y saber quienes son los malos y que van a joder al protagonista, el cual mezcla las mejores cualidades de un ciborg programado en patriotismo como un Mc Giver que con unas cuantas cremas de cacahuete, un compresor y varios kilos de azúcar lo mismo se cura dos balazos que vuela con napalm una lujosa choza.
La película es un moderno libro de caballería donde se lucha por un ideal contra todo y contra todos aquellos que atenten contra el democrático desorden de las cosas donde es una dama quien nos aplica consuelo, complicidad y tiritas superando el protagonista imponderables tales como los malos de turno, el corrupto de turno y la mierda geoestratégica de turno.
Flojo resultado en suma que salvo mensajes subliminales poco más se puede reseñar: trama previsible, no se ven muslamen ni tetamen, el malo psicópata esbirro no se perfila en detalles que exciten la morbosidad del espectador y que hay senadores al servicio de las corporaciones industriales que no dudan en ir a guerras donde los ciudadanos soldados son sacrificados en operaciones para cubrir el culo a contratistas sin escrúpulos.
Decepcionante.
lunes, 30 de diciembre de 2013
BREAKDOWN (1996)
El señor y la señora pingüino, que no andan muy boyantes económicamente que digamos, se trasladan de ciudad por motivos de trabajo y se embarcan en el flamante Jeep nuevo de su posesión decidiendo viajar a través de los pintorescos paisajes de Colorado...
Este es el inicio de la película rodada en 1996, dirigida por Jonathan Mostow y protagonizada por el Kurt Russell y Kathleen Quinlan que vista fríamente no deja de ser la típica historia del peligro que representa para los ciudadanos USA urbanitas el meterse en el profundo mundo rural donde las distancias son enormes rectas sobre desérticas llanuras y donde los gañanes y paletos del lugar tienen como entretenimiento esporádico asaltar y violentar a los despistados guiris de ciudad.
Si se le quiere buscar un motivo para, en su momento, pagar entrada o soportar el visionado en la confortabilidad del hogar, da la sensación de estar ante un remake con medios abundantes de producción y elenco taquillero con el siempre fiable del Kurt, de la película novel del Spielberg, aquella del camionero loco que acosaba al agente comercial en la carretera...
La película es ñoña de cojones donde pese a la prometedora turgencia de los pechos de la protagonista sin sujetador bajo su chaqueta blanca de Benetton, ni la violan ni la torturan; el malo se ve a la legua que se la va a armar y hasta el delincuente haciéndose el tonto paleto suena previsible. Posiblemente sea causa de tal ñoñez y previsibilidad la torpeza del director ya que la propuesta no es mala pero no se perfilan los caracteres urbanitas de la pareja protagonista salvo breves esbozos dialogados al inicio, no hay una explosión de violencia acorde y el final con el camión colgando hace que miremos el reloj, si hay correo en la bandeja de entrada o si la vejiga aprieta.
Para devotos del Russell y amantes de las pelis de camioneros locos, paletos endogámicos con rasgos psicopáticos y es inolvidable porque siempre la recordaremos como la buena película que nunca llegó a ser porque esta trama la hemos visto ya otras veces y si algo no gusta de una película es que sepas con certeza lo que va a suceder en el siguiente plano y sólo aumenta la sensación de hallarnos ante un torpe director al que por algún extraño arcano le dotaron de presupuesto y rinde homenaje a su ídolo con una peli de secuestros y persecuciones en carretera sazonado de lo que pretende ser suspense y terror pacato y ñoño visualmente correcto para todas las edades.
martes, 10 de diciembre de 2013
LA HORA DE LA ARAÑA (2001)
Decepcionante peliculilla, siendo misericordiosos, esta producción de 2001...
Si la misma película nos ponen en los títulos de crédito que la dirigió el Tarantino se vería como un homenaje a la series de detectives de los 70´s tipo Colombo, pero nos estafan desde el principio tanto con el título como con el protagonista Morgan Freeman.
El éxito de El silencio de los corderos fue tal que lograron abrirse paso producciones este bodrio que traemos hoy, dirigida por Lee Tamahori que supongo que quiso darle un toque de profundidad oriental y se queda en un rollo chino donde la acción resulta plomiza y la trama una vulgar opera bufa de las intrigas con miembros corruptos de las fuerzas del orden, el Servicio Secreto USA en este caso, pero que a la vez son deudoras de Seven...
Así que tenemos un guión con pretensiones que seguramente resultaba más atractivo antes de que lo cogiera el Tamahori, un actor gancho como el Morgan ya grabado a fuego en sus papeles de detective como el detective desmoralizado de Seven con un público predispuesto a pagar por el tipo de producto que se le presenta siendo el resultado final una mierda de película.
El bueno del Morgan se ve que trata de ponerse serio en su papel, una mezcla de Ágata Christie (o cómo bowlings se escriba) y Colombo que se da cuenta de detalles que una mala dirección hace que escapen a los ojos del espectador, se da el curioso caso que si ves la película más veces para fijarte en detalles desapercibidos en un primer pase resulta que no sólo no hay detalles sino que aumenta la sensación de estafa; El malo es el único que se salva junto con el Morgan porque el resto de malos y reparto son de serie televisiva decadente de decadentes actores invitados, la mujer protagonista parece elegida por su capacidad, casi oriental pero casi siempre desorientada, para hacer muecas; los niños resultan tan repelentes como siempre y se agradece que al menos no salga una fiel mascota para ayudar a los investigadores y sólo se nos levanta el ánimo con la fugaz aparición del actor que hacía del siempre simpático comisario político a bordo de naves soviéticas en La caza del Octubre Rojo que asoma la jeta un par de veces haciendo el papel, cómo no, de ruso con aún recientes métodos soviéticos de dar largas y escabullirse de las responsabilidades...
Y es que para ver esta historia que sólo se mantiene a flote por los giros nada sorpresivos de la trama mejor vemos Rescate, que aunque no deja de ser otra mierda de película, por lo menos el Gibson nos cae mejor pese a su decadencia metafísica que plasma en pantalla para sufrimiento de sus fans.
Es un auténtico bodrio que se resiste por lealtad al Morgan Freeman y si no se la ve con cachondeo posiblemente disloquemos la mandíbula de estar todo el metraje con la boca abierta por lo mal dirigida y lo mal contada...
miércoles, 4 de diciembre de 2013
LA GUERRA DE LOS MUNDOS(2005)
Versión moderna de un clásico e icono de las mentes civilizadas y consumistas dirigida por el que fuera sorprendente Steven Spielberg en 2005 y protagonizada principalmente por el Tom Cruise y el Tim Robbins pero que de verse con gafas...
No me refiero a las gafas para el relieve, me refiero a gafas de cercanía y gafas de lejanía.
Con las gafas de cercanías, para quienes ignoran no ya la historia del relato radiofónico y la encantadora pero cándida versión de los 50´s del pasado siglo donde Marte era la URSS, criados mamando ya vídeo consolas desde retoños, es una película agradable a la vista con buenas imágenes sintéticas, acción más o menos truculenta aunque imbuída de ñoñez y es un producto que se puede consumir...
Para las gafas de lejanía, atrapados a la ciencia ficción por Alien el octavo pasajero y anteriores, la película es bastante mierdecillas para lo esperado y casi estás todo el metraje haciendo comparaciones con la original que aún siendo de clase B, ésta que va de súper producción la convierte en buena.
Spielberg da la impresión de querer reírse un poco del producto que nos ofrece. Si en la original el protagonista era un científico y se nos presentaba una comunidad rural, Spielberg pone de protagonista a un perdedor en su comunidad urbana siendo este matiz la diferencia fundamental y puede hacernos lograr cierta satisfacción en el visionado pero como un calentón a la hora del bocadillo donde o te aguantas o te alivias pero sin más trascendencia...
Los marcianos y naves siguen el calco aunque aquí el ojo tricolor es sustituido por una lente que es la repanocha pero ya vimos la escena del ojo en Abyss, Tim Burton es una mezcla de El resplandor y Cadena perpetua aunque resulte hilarante cuando cava el túnel en el sótano. El Ejército aparece en su papel de al servicio de la sociedad, peaje por contar con tanques y los nuevos obuses auto transportados del arsenal, y lo más destacable es esa especie de esfínter anal por donde succionan el ganado humano porque la movida de la sangre y la planta que se alimenta de la misma tiñendo de rojo la superficie de la tierra es de lo más absurdo del género, la trompetada que anuncia su caza de humanos recuerda a Encuentros en la tercera fase...
Ray, un estibador de los muelles cuya vida es una derrota continua y que se refugia en su pasión por los coches y los motores, recibe en su casa al hijo y la hija de su matrimonio fracasado.
El hijo es un adolescente rebelde con la causa que lleva a su padre a ser un perdedor y la hija es una repelente niña de mente madura para su edad pero alérgica a la mantequilla de cacahuete, problemas de espalda, claustrofóbica adicta a trucos anti ansiedad que se resigna como su hermano a tener un padre biológico que vive en una casa cutre de barrio cutre a los pies de la autopista y bajo el puente que les sigue teniendo preparada la habitación de cuando eran niños...
El bueno de Ray se levanta para ir al curro y descubre al desayunar que su hijo se ha largado a dar una vuelta con su adorado coche y que se está formando una extraña tormenta en el cielo que culmina con aparato eléctrico que ocultan en realidad aparatos de transmisión para tripulantes de naves extrañas enterradas en la corteza terrestre y que ahora que la población mundial se ha multiplicado desde las cavernas, vuelven para cobrarse el tributo de la sangre para alienizar la Tierra.
El perdedor de Ray tratará de llegar a Boston donde está su ex- y su rico marido enfrentándose a su incapacidad de enfrentarse a los problemas y agarrándose siempre a algo para encontrar un sentido en su vida, admira a su hijo que se lanza a salvar semejantes en la pasarela del ferry pero le atenaza el miedo escudado en proteger a sus hijos para finalmente cediendo a sus instintos cuando ha de protegerla de un inquietante superviviente que sueña con llegar cavando un túnel al metro y unirse a la resistencia...
Es una película que fue nominada a premios y Tom Cruise fue duramente criticado en una actuación que nos parece buena los primeros diez minutos hasta que descubrimos que la inexpresividad facial y corporal del muchacho para este papel es inaudita por cuanto sólo es digerible si se le ve como el reverso del protagonista de Risky Busines cuyo mundo se está destruyendo en cuestión de horas y sufre como los refugiados urbanitas que vagan en busca de refugio y protección...
Película para mozalbetes y quienes lo eran cuando de repente un tipo con gorra se planta rodando títulos de manera sorprendente y efectista que te atrapaba a la pantalla y que últimamente parece querer hacer lo mismo con el género de ciencia ficción aunque la caga en la absurda epifanía final de Inteligencia artificial, la ñoñez de los visionarios en la piscina de Minority report y que te hace reafirmarte en la idea de que Spielberg está algo traumas con el fracaso de 1942...
¿O era 1941?
miércoles, 27 de noviembre de 2013
VALOR DE LEY (2010)
Revisión a un clásico del western, protagonizado en su día por el John Wayne, a cargo de los hermanos Coen que ganó un montón de galardones, rodada en 2010 y protagonizada por el sabio y veterano ya de Jeff Bridges, el desconcertante siempre por la contundencia de que dota a sus personajes de Josh Brolin, un Matt Damon siempre solvente, el turbador con su mirada Barry Pepper y la entonces aniñada Hailee Steinfeld.
La historia es bien conocida por la afición: una adolescente ve como matan a su padre en un villorrio lindante con las Tierras Salvajes donde moran los indígenas y que contrata a un alguacil para dar busca y captura del asesino. Se les une a la caza del hombre un ranger de Texas cuyo carácter e idealismo chocan con el pragmatismo, el realismo y las borracheras del alguacil.
Una de las notas destacables en su primera versión era la aparición del alguacil como tuerto. Pocas veces en las películas aparecían vaqueros con minusvalías más allá de la típica amputación por artillería o dinamita y algún que otro muñón con gancho, cuchillo y demás aditivos ortopédicos de la época del salvaje oeste...
La película de los Coen sigue casi al milímetro la acción de la original pero tienen el acierto de añadir toques más propios del lenguaje cinematográfico actual donde los personajes que van desfilando por la pantalla son humanos por cuanto vemos como viven entre mugre, polvo, el peligro siempre latente de la violencia gratuita y se emborrachan sufren y lloran como el resto de los mortales.
Escenas como la del ahorcado y el posterior médico enfundado en piel de oso, el chino de la tienda bar fumando opio, la pérdida de un brazo por la protagonista, nos recuerdan todas ellas a Sin Perdón, pero estos añadidos logran crear una película distinta aún siendo la misma historia que ya nos contaron.
Para quien conoce la primera el visionado primero puede chocar al ver que está calcada y es posible que genere un rechazo preventivo a verla, se hace necesario pues para su visionado por el espectador veterano el olvidarse del John Wayne y de que ya sabemos la historia para saborearla como un buen coñac: reposada y placenteramente porque está bien hecha y los matices acaban atrapándonos.
Para espectadores que no conocen la original, recomendársela porque tiene aciertos como el humo y la imprecisión de las armas al dispararlas salvo a bocajarro, el Bridges hace guiños al Nota y a lo mejor les pica el gusanillo de aficionarse al género más allá de los bodrios conque nos bombardean las televisiones de segunda fila y primera bancada en el Congreso de los Diputados.
Cine de vaqueros que aúna lo mejor del género crepuscular con lenguaje visual realista y casi pictórico en su fotografía que no dejará insatisfecho a nadie.
martes, 19 de noviembre de 2013
EL ÚLTIMO REY DE ESCOCIA (2006)
Pocas veces el cine se adentra en las historias de África y casi siempre bajo el prisma de la mirada occidental: Memorias de África o El paciente inglés por citar dos ejemplos extremos, pero durante la primera década del siglo XXI existen producciones más realistas con la realidad post colonial como pueden ser Hotel Rwanda, Diamantes de sangre y ésta que hoy traemos que nos lleva a la década de los 70´s del pasado siglo donde tras el remolino de la independencia y bajo el paraguas protector y económico de las antiguas metrópolis se iban aupando al poder dictadores de distinto pelaje y muchos de los cuales sirvieron en las tropas indígenas de las potencias coloniales, británica fundamentalmente en cuanto a formación castrense de los salva patrias.
Por otra parte es acercarse al periodo de poder de un tipo que está en el imaginario colectivo de la ciudadanía que vivió la época y los 80´s: el general Idi Amin Dada.
Un tipo que ha creado leyenda en cuanto a historias de canibalismo, crueldad extrema y cierta mercadotecnia de imagen que hizo escuela para posteriores dictadores africanos, como Mobutu Seseseko, y que creo que falleció en Francia donde había invertido algunos de sus ahorros pero que gobernó y fue amo de Uganda durante los 70´s.
De todas formas sólo se nos muestran esbozos que huyen afortunadamente del efectismo visual y se nos muestra la intimidad, la cara íntima del dictador que presumía en público de ser un hombre de aldea tribal, de humildes orígenes que en occidente denominamos incivilizados pero que una vez libre la colonia no dudó en seguir el occidental ejemplo de llegar al poder y mantenerse, pero visto desde la óptica de un europeo que como buen hijo de la Era de Acuario quería disfrutar de la juventud, la vida, la aventura y la utopía de levantar y modernizar un país escapando de la vida cómoda y aburguesada de médico de provincias escocesas siguiendo la burguesa tradición de la clase media británica...
Producción de 2006 dirigida por Kevin MacDonald y protagonizada por Forest Whitaker, papel que le dio el Oscar, Gillian Anderson, Simon Mc Burney, David Oleywo, James Mc Avoy y Kerry Washington.
A la Gillian Anderson la conoceréis porque era la agente del FBI de la serie Expediente X y la versión cinematográfica, que tratamos en un número anterior de Butaca de patíbulo.
Aquí lleva melena y el paso del tiempo ha afilado sus rasgos pero tiene algo de sensual lejos de la ñoñez, que la sigue embargando pese a todo, pero se deja ver.
Estamos a finales de los 60´s y una familia escocesa brinda la decisión del hijo, único, de seguir los pasos de su padre y cursar la carrera de medicina. Esa misma noche el joven estudiante Nicholas Garrigam toma la decisión a dedo sobre un globo terráqueo de escapar de la comodidad burguesa y ejercer al acabar la carrera, en Uganda...
Pasamos a 1971 y el ya doctor se encuentra en un autobús camino de la misión donde ejercerá sus primeros años. Es un joven alegre que disfruta de la vida, picha brava que liga fácil y al que le gusta follar sin compromiso aunque la dama esté ya comprometida e incluso casada. Llega a Uganda el mismo día en que el presidente Obote es destituido por un golpe militar de su Jefe del Ejército, el general Idi Amin Dada, mientras se encuentra de viaje en Singapur.
Nicholas logra caer en gracia al general cuando debe atenderle tras visitar en olor de multitudes el poblado donde ejerce y casi se cepilla a la de Expediente X. La vida en la corte del general es agradable y sin complicaciones siempre y cuando no se meta a ver la realidad tras las rejas de su cargo en jaula de oro. La embajada inglesa observa con interés sus andanzas aunque les deja claro que él es escocés y se la refanfinflan los intereses de Gran Bretaña...
Es una película bien hecha con buenas interpretaciones y el acierto del director es que nos muestra la mirada subjetiva de Nicholas que si bien al principio no tiene remordimientos, termina follándose a la tercera esposa de Idi Amin Dada, encabronándose con su jefe de seguridad por defender la integridad de un colega ugandés y siendo partícipe sin quererlo, pero no tanto sin intuirlo, de la desaparición del ministro de sanidad.
Asistimos a la paranoia del poder de un dictador que se creía elegido por el destino y que mezclaba las agradables formas que tanto agradan a occidente con un sadismo cavernario a la hora de eliminar a sus enemigos, rivales o sencillamente que no comulgaban con sus formas y maneras. Es todo un acierto que la película huye de lo fácil, que sería mostrarnos esa crueldad, pero en todo momento compartimos con Nicholas la vivencia y asistimos como él impotentes a la cruda realidad de las entretelas del poder en África.
Muy recomendable y agradable al espectador pese a que no pasará al imaginario colectivo, tal vez porque al espectador occidental lo de África y los africanos nos queda demasiado lejos aunque pasen a nuestro lado y compartamos momentos de ascensor con sus hijos a los que primero el hombre blanco explotó como ganado humano y luego le saqueó sus riquezas...
lunes, 11 de noviembre de 2013
PERROS DE PAJA (2011)
Hay tres formas de rodar una película: primero la original, la primera; luego se puede hacer una versión, donde siendo la misma trama se cuenta bien desde otro punto de vista bien resaltando aspectos secundarios en la original pero que siendo la misma no son iguales; y está la tercera forma que es la que han elegido para esta versión que es calcadita a la original de Sam Peckinpap pero cuyo resultado final, producto más bien, ni la iguala y ni la mejora sino todo lo contrario.
Producción de 2011 dirigida por Roel Lurie e interpretada entre otros por el siempre divino James Woods, Kate Bosworth y James Marsden que al contrario que el desarrollo que calca al original, no tratan los actores de imitar las actuaciones originales siendo lo más destacable como no podía ser de otra forma la actuación de Woods que interpreta tan colocada y pedetemente de forma magistral al padre de la calientapolla del tarado del pueblo, que no llega ni a la suela de los zapatos al tarado original...
Y es que resulta difícil mejorar la original entre otras cosas porque ya no hay la represión sexual y del erotismo existente en los 70´s del pasado siglo y la contraposición marcada entre la ciudad y los terruños aldeanos que representaba la pedanía escocesa sustituida aquí por un condado del profundo sur de EEUU presentado reciclado en su idiosincrasia con un sheriff afro americano y héroe veterano de las Guerras Bushianas con una iglesia donde blancos y negros rezan juntos y escuchan el sermón de turno como buena congregación de cristianos y creyentes...
La pareja protagonista decepciona y da la sensación de que se ha cortado metraje que profundizara en los personajes, difícil superar en el rol masculino al Dustin Hoffman (o cómo bowlings se escriba) y la muchachuela protagonista de ésta parece más putón berbenero que la original pero sólo porque es inevitable la comparación, no da juego al morbo secreto de la excitación del macho alfa siendo lo más destacable verle el trasero cuando va corriendo ya que de pechamen es para gustos de féminas sin tetas...
Puedo parecer grosero pero el director y el montaje han dejado a la pobre protagonista a la altura de un burdel, con esa prescindible escena de la ventana donde muestra sus encantos a la cuadrilla de impresentables que les arreglan el tejado tras discutir con el huevón de su esposo, porque el Dustin era algo cojonazos pero éste de la versión es un completo huevón y un pijolandias.
El mejor tras Woods es el actor que interpreta al ex- novio del huevón que nos causa empatía cosa que no ocurría en la original donde toda la cuadrilla era digna de una pesadilla endogámica, pero el minutero es fiel al original y las escenas parecen burdas imitaciones de reality televisivo imitando escenas del cine de todos los tiempos.
Lo mejor es el final donde le espeta el cepo de cazar búfalos en el cráneo, pero la escena de la violación se limita a movimientos pélvicos primero y gritos y meneos a los cuartos traseros... Ni que decir tiene que la original utilizaba mejor el lenguaje visual siendo patético que con lo que hoy en día se ve en pantalla el director ha hecho una especie de escena porno de películas light eróticas para reprimidos sexuales y devotos católicos con pecadillos de la carne amantes de la viuda de los cinco hijos en la soledad del váter a la hora del bocadillo en la oficina...
Para quienes no conocen la original creo que resulta una película previsible y cortada en metraje pero para quienes conocen el original deben de verla como curiosidad e incentivo para visionar de nuevo la del Peckinpap ya que lo único destacable es cuando emburrian al tarado del pueblo con el descapotable y le sacan el hueso del brazo porque el acoso a la casa es realizado sin talento, sin suspense y sin chicha ni limoná.
Mala de cojones.
domingo, 20 de octubre de 2013
Mayor Dundee
Traemos hoy una de esas películas que resultan interesantes por varios motivos pese a que el año de su estreno puede hacer que las generaciones nacidas en la era de los ordenadores personales y acostumbrados a los efectos digitales salgan corriendo de su visionado ante el temor de encontrarse una de esas bazofias de películas de vaqueros que pululan por las cadenas de televisión...
Producción de 1964 dirigida por un Sam Peckinpah que por una vez no nos muestra las imágenes de violencia a cámara lenta, lo que con el tiempo sería su seña de identidad y leche materna de Tarantino por poner un ejemplo.
Un reparto que visto ahora es un elenco de estrellas que nos acompañarían luego en nuestro periplo cinematográfico vital siendo alguno de los integrantes estrella propia en carteleras y que verles ahora juntos y en plenitud de juventud reconforta: Richard Harris, Charlton Heston, James Coburn, Jim Hutton, Michael Anderson Jr y Denta Berger entre otros.
Como película de vaqueros tiene todos los ingredientes esenciales del género, subdivisión soldadesca de caballería: ambientada en la Guerra Civil Americana con yankis y confederados, indios rebeldes mandados por un sanguinario jefe apache, el típico poblado mejicano de zarapastrosos y revolucionarios destripaterrones explotados por los franceses con ambiciones imperiales a costa de los despojos del decadente imperio español, historia de amor imposible con bella moza y acto heroico final que hace que nos aborde una lágrima y sintamos como propio el amor a la bandera de barras y estrellas.
En este sentido es una película imprescindible del género rodada con oficio, ágil realización y espectáculo cinematográfico sin tacha que puede visionarse si nunca se ha visto sin temor y si ya la viste seguramente la veas cada quince o veinte años a los largo de la vida...
Pero tiene más miga.
Rodada en el centenario del conflicto final, refleja a la manera de Hollywood que sólo Hollywood sabe hacer y sigue haciendo, las tensiones raciales y de lucha por los derechos civiles que azotan los EEUU en 1964. Así, vemos la tensión, sin violencia física pero sí en miradas, gestos y provocaciones, entre los racistas sureños y el pelotón de negros en una traslación de lo que sucedía en la nación cien años después y que al calor del combate contra el enemigo se forja el respeto mutuo como se aprecia en la escena en que un soldado negro y otro sudista llegan a la conclusión de que los negros coloniales gabachos son inferiores a los negros afro americanos porque no han nacido en el sur. Además la película no peca de la hipocresía eufemística políticamente correcta de utilizar el término afro americano que acabaría imponiéndose como se aprecia en las palabras del líder negro del pelotón que pide ir al combate tras dos años limpiando cuadras y haciendo guardias refiriéndose a mis negros. Otra escena clave y cumbre de cómo aborda el tema racial la película es cuando el soldado sudista, con esa mirada de paleto endogámico sureño basada en la supremacía racial mamada desde la cuna, ordena al soldado negro que le quite las botas y es el predicador que sigue los cánones bíblicos quien le baja los humos racistas... ¿Metáfora de LBJ y sus leyes a favor de los derechos civiles?
Se pueden apreciar, aunque en el imaginario colectivo la guerra de Vietnam es memoria a partir de 1968, una metáfora sobre la intervención en el sudeste asiático que en 1964-1965 vio el incremento brutal de tropas estadounidenses: la confaternización y fornicios en el pueblo mejicano, el sadismo francés como tropas de ocupación que presumen de libertadoras que empequeñecen la brutalidad de los indios y la guerra no declarada al entrar en territorio mejicano las tropas de caballería que entran en combate repetidas veces pero sin enarbolar la bandera hasta la batalla final. Es cierto que este símil parece cogido por la cabellera, nunca mejor dicho, pero tal vez era un mensaje larvado dentro de los cánones de lo correcto que imperaba por aquel entonces de exaltar el patriotismo y los valores de la milicia en el cine de Hollywood, que apenas ha cambiado salvo que ahora se muestra el inconformismo ya sin censura.
Finalmente está la visión de cómo el combate y el ejército no hacen miramientos racistas ni conocen de diferencias ideológicas porque el combate y las penurias de la guerra unen más que las ideas que separan. Vista ahora en 2013 no se aprecia lo que debió significar en 1964 de aleccionador e instructivo para los mozalbetes ver a negros, confederados y unionistas cabalgando y muriendo juntos resultando fácil deducir que para los adultos que se enfrentaban en las calles, autobuses y campus universitarios ver tales escenas no debía resultar muy agradable en los cines de las localidades sureñas del sur profundo y racista de EEUU de la era...
En un presidio unionista cerca de la frontera con México ejerce el mando el mayor Dundee, destinado allí para pudrirse como soldado profesional por ser acusado oficiosamente de ineptitud en la batalla de Gettysburg. Desolado y rabioso ante la matanza de civiles y soldados acompañado del rapto de los niños varones por las huestes renegadas del jefe apache Sierra Chariba, decide formar una fuerza de combate que les persiga y libere a los secuestrados formada por lo más selecto de las tropas de guarnición que manda y voluntarios entre los presos sudistas liderados por su antaño amigo del amor hermoso al que considera un traidor de su país y que conserva el sueño e ilusiones de un Sur algodonero y caballeroso enfrentado a una guerra imposible de ganar.
Se forma la unidad de combate y parten a perseguir a Chariba teniendo para ello que adentrarse en territorio mexicano de manera ilegal y enfrentarse a tropas francesas que en número de 30.000 ocupan el país.
Por el camino confraternizan con la población y el mayor Dundee ve desperdiciar la oportunidad del amor y una vida sedentaria en los EEUU por una noche de fornicio mientras se recupera de las heridas y asistimos a su descenso a los infiernos como ser humano pese a que en el día a día como comandante debe mostrarse frío y en ocasiones intolerante no dudando en ajusticiar a quien deserte de la unidad. Su antagonista pero amigo verá redimida su alma en un trepidante y heroico final den que rescata la bandera de barras y estrellas de manos francesas y herido de muerte se lanza en solitario contra tropecientos lanceros franceses mientras sus camaradas cruzan el río y se ponen a salvo cruzando la líquida línea fronteriza que les devuelve al hogar...
Espectáculo cinematográfico en suma que engancha a la pantalla y trasfondos densos que no solo no lastran la historia que se nos cuenta sino que la enriquece si la vemos con la óptica adecuada siendo adelantada a su tiempo por cuanto pregona el valor de las cualidades humanas por encima de racismos, prejuicios e ideologías, lo cual no viene mal en estos tiempos de zozobra donde nos enfrentamos unos a otros, como hacemos siempre, pero que con la crisis económica hace aflorar actitudes que pensábamos desterradas: el odio entre compatriotas por motivos ideológicos y al prójimo por motivaciones racistas camufladas de optimización de gestión de recursos públicos...
lunes, 14 de octubre de 2013
La jungla de cristal 4.0
Cuarta entrega de la serie protagonizada por Bruce Willis, dirigida por Len Woreman y un reparto formado entre otros por Cliff Curtis, Maggie Q, Kevin Smith y Justin Long.
Rodada en 2007 sigue vigente y de plena actualidad ahora con la que está cayendo de agencias de inteligencia que fisgan a la ciudadanía interviniendo móviles, cachivaches digitales con conexión a Internet y asaltando los correos electrónicos por cuanto la película plantea llevar a la práctica la teoría del caos total que básicamente consiste en un ataque al aparato informático del Sistema en tres fases colapsando y dejando a la sociedad sin sus sistemas de control por ordenadores que abarcan desde la red metafórica y de control de tráfico hasta sistemas de navegación aéreos pasando por dejar a la ciudadanía sin conexión a Internet y atacando los medios de comunicación logrando que todas las cadenas emitan el mensaje de los ciber terroristas...
Si en otras entregas los terroristas lograban controlar un rascacielos, un aeropuerto y una ciudad, en esta ocasión un antiguo informático del Departamento de Defensa de EEUU trata de controlar todo el mundo atacando Internet.
Para ello reúne un equipo de frikis piratas informáticos que ignoran que lo que se propone su jefe es llevar a la sociedad al caos total, teoría que sus superiores rechazaron y que movido por el rencor llevará a la práctica y de paso embolsarse unos cuantos millones de dólares...
En esta cuarta entrega vemos a un detective Mc Klein crepuscular, humano con una hija que no le habla y hasta se ha cambiado el apellido por el de su madre y una soledad metafísica pese a ser considerado y premiado como héroe que consume los últimos años en activo como detective sin ninguna motivación ya que cuando mira atrás se da cuenta de que está solo y de nada sirven las hazañas pasadas consolándose conque si él no lo hace, ser un héroe, nadie lo hará y además es su trabajo...
Mc Klein recibe un aviso por radio, ya fuera de servicio, de que el FBI ha pedido la colaboración del Departamento para localizar una serie de personas relacionadas entre sí por figurar en una lista de piratas informáticos que están siendo asesinados...
Localiza el tipo asignado, un jovenzuelo manitas de la informática al que tratan de asesinar cuando le está identificando.
Huyendo a la vez que trata de desbaratar los planes del malo de turno, se irá forjando una amistad en la que el muchachuelo comprenderá que hacen falta héroes y Mc Klein verá que el tiempo no pasa en balde y que ahora no son las armas las determinantes sino el conocer, comprender y manejar ordenadores aunque al final sean los mamporros y los disparos quienes eliminen la amenaza.
Película de acción que no defraudará a sus incondicionales y que se puede ver por profanos de la serie con varios guiños cinematográficos tanto a las tres películas anteriores de la saga como a otras icónicas del género de acción. Los efectos digitales están al servicio de la historia y sólo dan el cante cuando el detective está agarrado a la cola de un F-35 pero se soporta sin reproches ya que el resto está bastante bien logrado en su imposibilidad de que fuera real.
Muy monona la actriz que interpreta a su hija, el malo recuerda a los malos de ESPECTRA y la acción es constante sin demasiadas incoherencias.
Película espectáculo de acción puro y que al terminar nos hace mirar con sospecha ese mensaje de remitente desconocido en nuestra bandeja de correo electrónico...
jueves, 19 de septiembre de 2013
KING-KONG
Uno de esos recuerdos grabados a fuego que nunca se van es cuando estrenaron la versión anterior a la que traemos hoy a Butaca de patíbulo, recuerdo nítidamente la carátula donde se veía el gigante simio atrapando un F-4 phanton en su puño...
La película me decepcionó porque tal imagen no estaba en celuloide pero sobre todo porque pese a mis cortas entendederas no superaba el clásico en blanco y negro siendo lo más destacable la mano gigante hidráulica que levantaba a la actriz...
Tal vez los productores y el director, Peter Jackson, tuvieran las mismas tribulaciones a la hora de llevar a la pantalla una nueva versión de King-Kong con un fiable elenco en el reparto con Adrien Body, Jamie Bell, Naomi Wats y Lobo Chan entre otros.
La película promete de principio: ambientación de la época, década de los 30´s del siglo XX en plena Gran Depresión; retrato de los protagonistas principales con un director de cine empeñado en filmar lo que nadie había filmado aún a la vez que se empeñan en que pague sus deudas o haga de una puta vez esa película que promete a los productores pero que nunca llega a filmar con estética de Orson Wells y la misma codicia que el ciudadano Kane; un guionista de cine que es en realidad un dramaturgo jodidamente atribulado sobre la existencia como fin sin sentido real; una rubia y blanca protagonista artista de cabaret en su número de trapecista que se queda de un momento a otro sin curro y que antes que prostituirse, o dejarse sobar en tugurios de mala muerte y muertos de hambre como ella, se traga su dignidad y roba manzanas para subsistir...
Cazada como roba manzanas es salvada por el director de cine que va a embarcarse cagando leches antes de que los productores anulen el viaje, la ve, la invita a comer y le ofrece la gloria de protagonizar una gran película, logra convencerla, engaña al guionista para que se quede atrapado en el barco y de paso atraparle para que escriba el nudo y desenlace del principio de guión ya escrito...
Hasta aquí la peli va bien, no cantan las imágenes sintéticas que sirven de complemento al atrezzo y se agradece la novedad de profundizar en los personajes, la escena del embarque con el viejo cascarón y su cosmopolita tripulación y algunos toques de humor...
La película entra en su segunda parte: todos a bordo y rumbo a una inexplorada isla que ni siquiera viene en las cartas náuticas, isla que luego resulta ser jodidamente enorme y más que isla parece un continente...
Aquí ya empieza la película a parecerse a un vídeo juego por cuanto aumentan las trucas digitales, se nos ofrecen cosas ya vistas en otras películas como animales prehistóricos y chuminadas tipo correr entre las patas de gigantes herbívoros perseguidos por más pequeños depredadores carnívoros, quiero decir que no es creíble tal escena y empiezan a aparecer incoherencias en las escalas de los bichos.
Luego tenemos el tema del encoñamiento del gigante primate con la actriz, es un simio con pintas de orangután pero muecas de chimpancé, suelta unos gritos bestiales pero ni salpica babas ni su aliento mueve el pelo de la chica, han querido utilizar los efectos del ordenata para aumentar los rasgos humanos consiguiendo muecas de chimpancé, los movimientos de la chica en su mano resultan falsos, como cuando vemos una escena de alguien que se tira de una azotea y en el siguiente plano que muestra el descenso se nota que es un maniquí, si esos movimientos se llevaran a cabo en realidad la pobre chica ya se habría desnucado al primer meneo...
Se llega al desenlace y aquí en este punto del metraje uno ya está saturado de imágenes sintéticas, de bichos y lugareños isleños y sobre todo cunde el desánimo cuando primero con cadenas, luego salvajemente suelto por la ciudad y finalmente tumbado a tiros en la calle, surgen unas incoherencias en la escala de tamaño del simio que son ya descaradas...
La película es un homenaje al cine dentro del cine y así lo capta el espectador veterano aunque no dudamos de que a las jovenzuelas generaciones les pueda parecer una película cojonuda pero seguramente es que no vieron la auténtica.
Porque hay películas de las que nunca deberían hacerse remakes: Alien, El Exorcista, Blade Runner, Lo que el viento se llevó...
Pero la tendencia actual pasa por aprovechar las herramientas informáticas y el software de vídeo juegos para hacer producciones cuyos ahorros en atrezzo y localizaciones permiten tener buena cartelera de actores, pero el bueno de Adrien Body y la Naomi Wats hay momentos en que parece que no se creen lo que interpretan.
La tercera parte de la película acaba de cagarla y ya he dicho que uno acaba saturado, si le unes que no se ve teta y el erotismo original queda reducido a las cabriolas de Naomi para apaciguar al mono sin haber siquiera los olisqueos pseudo pornográficos de la versión precedente.
En resumen una nueva mirada a un clásico del séptimo arte que aporta la profundidad de los personajes pero peca de efectos digitales, tal vez le sobraba el tema de los dinosaurios y desde luego se han pasado tres pueblos con la jodida isla porque si os fijáis, de la que llegan parece una isla pero cuando la recorren y corren por ella es sencillamente inmensa, vamos que resulta no creíble que ningún barco la hubiera descubierto...
Hay que ver la película como un homenaje al cine y tratar de no pensar demasiado en la original porque caemos en la triste levedad del ser de que hay cosas que son irrepetibles y una de ellas es King-Kong en blanco y negro mientras trata de no lastimar a la chica...
Y se enamora hasta el punto de dejarse atrapar.
lunes, 2 de septiembre de 2013
PACTAR CON EL DIABLO (1997)
Agradable película de terror dirigida por Taylor Hackford con un solvente Keanu Reaves, una monona Connie Nielsen, una divina Charlize Teron y un cachondo Al Pacino.
Los efectos especiales están al servicio del guión y aún se toleran pese a estar ya superados en textura pero asustan y aunque no lo hagan sorprende.
La película es una vuelta de tuerca mezclando La semilla del diablo y El corazón de Ángel; lo primero por cuanto es un espacio cerrado, el del derecho defendiendo clientes auténticamente culpables, y en lo segundo por cuanto es la típica historia de vender el alma por el triunfo. Le añadimos algo otras películas en justas dosis y tenemos este entretenida película donde no hay que perderse el discurso final de Al Pacino.
Se ven tetas y culos, algunas con morbo como las de la actriz que hace de forense en alguna temporada de la serie televisiva Unidad de Víctimas Especiales, pero tampoco sale nada que ya no se muestre y el mayor encanto reside en la Charlize al principio de la peli en que sale con pelo rubio rizado hasta que Al Pacino la sugestiona para que se lo corte y destiña...
¡Será Diablo!
domingo, 25 de agosto de 2013
Suplemento cinematográfico cutre de
The Adversiter Chronicle
EL CHICO DE ORO (1986)
Agradable peliculita del Eddie Murphy de 1986 por diversos motivos...
Lo primero aclarar que para quienes vivieron la época el Murphy es harto empalagoso salvo cuando repite su personaje de Superdetective en Hollywood en el sentido que se limita a investigar, hablar lo necesario y repartir mamporros, que en la película que nos atañe son del tipo Terence Hill & Bud Spencer...
En mi demente opinión esta película supuso el canto del cisne de Murphy como estrella de las taquillas ya que a partir de aquí inició una gloriosa decadencia en la que sus papeles tenían más frases en historias ñoñas donde chupa cada vez más cámara...
Dirige hábilmente Michael Ritchie, salen animales y niño lo cual siempre supone ya un desaliento, y acompañan al Muphy, Chatrlotte Lewis de turbadora y casi inquietante al principio belleza mezcolanza de Asia y Occidente que se gana nuestra entrepierna, pero no el corazón, cuando primero le mojan la camisola dejando entrever unos apetitosos senos, luego le hacen un onírico bondage con sábanas y por último nos hace una coreografía de mamporros en bragas y camiseta que aunque sea fugazmente nos permite apreciarle la entrepierna de blanco virginal... Además luego la matan... Ideal para fetichistas y amantes de estética sado maso.
Otro del reparto es Charles Dance en un, esa era la intención, papel e interpretación de pasar por ser un inquietante y elegante diablo que luego resulta demonio. Habla poco y más que nada se dedica a poner muecas y pose que se supone refinada y diabólica aunque deja el sabor de esos bombones baratos rellenos de algo gelatinoso que todos probamos al menos una vez en la vida y que acabamos escupiendo a la basura sin que nos vea quien nos ofrece tan indigerible ofrenda...
Los efectos especiales son chuscos para los ojos digitales ya que se nota la truca, pero era lo último en 1986.
La película merece verse desde un punto de vista antropológico-cinematográfico puesto que ya en 1986 la estética entraba en franco declive sin que falte el machacón sintetizador de fondo en las escenas sin faltar la canción de turno, en este caso un delirante y colorista grupo de heavy que parecen unas locas en cualquier discoteca cutre de puti club de carretera para gays atormentados y felizmente casados o falangistas en plan coloquetas y problemas de próstata.
Ya digo que las peleas son de cuchufleta pero tiene el trasnochado encanto de los set de decorado sustituidos ahora por los efectos digitales, hay que verla con algo de cachondeo pero a la mitad más o menos el Murphy ya empalaga y deja de ser gracioso aunque las andanzas de la mozuela y el enano del padre, que es santurrón del templo nepalí y mantiene el mismo vendiendo collares simulando ser tullido de ambas piernas y vendiendo colgantes quedándose con el cambio de los turistas...; soporta el resto de metraje hasta el final.
Merece verse sólo por la descojonante escena en el avión de las líneas aéreas del Nepal y la aduana del aeropuerto que parece más una cuadra con corral y donde el Murphy hace una de sus cuchufletas que ya no hacían gracia por repetitiva en otras películas aunque hace un homenaje a su papel en Límite 48 horas echando unos gorgoritos y por supuesto se deleita sin lograrlo en nosotros con su risita marca de la casa, pero ya digo que se soporta el metraje por sus acompañantes de reparto, el logrado para la época demonio final y la cara de estado psicotrópico del niño de los cojones que encima tiene un dedo a lo E.T. Que lo mismo resucita una muerta o una mariposa que hace cabriolas en homenaje a El Jovencito Frankenstein con una lata de refresco sacada del bidón de la basura para deleite de su cretino y monstruoso carcelero, el inolvidable coloquetas de Más allá del valor que sustituye la granada colgando del cuello por un turbante y un maquillaje que resalta su fealdad para cánones de modelos de pasarela.
No falta el actor de rasgos orientales que sale siempre en las películas de la década...
Ya digo que hay animales, en este caso un dulce pajarillo de hermoso y colorista plumaje que al final nos taladra las neuronas como un pajarraco de fantasía en brote psicótico y dan ganas de cocinarlo según la receta del marciano Roger de American Dad...
Merece verse si no la visteis pero con mente abierta y si la visteis en su momento para recordar lo ñoños que también eran los 80´s y recordar cuando se pagaba por ver a un tipo como Eddie Murphy, aunque no te arrepientes si lo hiciste y siempre queda el consuelo de que el inefable Chuck Norris tenía seguidores que pagaban por verle...
¡Hasta van envejeciendo con él en sus infumables tele series!, pese a que sabemos que el colaborador de The Adversiter Chronicle, Randall L. Stevens, es fan de Walker Texas Ranger.
miércoles, 21 de agosto de 2013
En el calor de la noche (1967)
Así a bote pronto, si no has visto nunca la película o perteneces a las generaciones digitales, ver la fecha de producción te puede hacer correr a comprar el último vuelo a Pernambuco antes que sentarte a visionarla...
Craso error cometeríamos ya que pese a los más de cuarenta años transcurridos desde su estreno, el mensaje sigue vigente, puede que ya no tanto en EEUU, que también, como un recordatorio a las generaciones posteriores de una época en que el color de la piel era causa de linchamiento y la cultura del mismo aplaudida y bendecida por las autoridades.
Por otra parte hay que tener en cuenta que en 1967 se luchaba por los derechos civiles que ahora vemos como algo natural en nuestra sociedad consumista y empufada...
Dirigida por Norman Jewison y protagonizada entre otros por Sidney Poitier, Warren Oates y Larry Gates, sigue fresca a ojos del espectador, tanto por las interpretaciones como por la producción con ese sabor de antaño de las películas que amén de espectáculo son arte.
En la población de Sparta en la América profunda poblada de blancos semipobretones cuyo único valor en la vida es que están por encima de los negros, un policía de patrulla nocturna descubre el cadáver del señor Colber, un norteño inversor que iba a levantar una fábrica. El policía se topa con un negro en la estación del tren y al ver que lleva dinero en la cartera lo detiene como sospechoso ya que la cartera del difunto no estaba en el cadáver...
El sheriff, Bill Gillespie, es un tipo solitario que no tiene muy claro que las autoridades le renueven en el puesto. Cuando está interrogando al afro americano descubre que se trata de un inspector de policía de Filadelfia, en el norte, y además que su soldada semanal es muy superior a la suya de Jefe. Aclarado el entuerto mediante llamada a su superior, el Jefe desea que Virgil Tibbs le ayude en la investigación...
A lo largo de la acción vemos a un Virgil que observa como sus hermanos de piel negra siguen trabajando en el algodón de braceros, de sirvientes y apartados del american way of life que disfrutan sus conciudadanos de piel blanca. El Jefe de policía verá a su vez que los tiempos están cambiando y las debilidades de sus conciudadanos que guardan secretos inconfesables pero que preferirá proteger al policía negro y no ceder a la tentación de encontrar un culpable y no complicarse la vida.
Hay escenas memorables como la hostia que Virgil le mete al cacique del lugar y dueño de la algodonera, el racista asqueroso del señor Endicot que compara cierta clase de orquídea con los negros porque hay que darles de comer, beber y mantenerlos ya que por ellos mismos no pueden...
La película puede parecer algo suave en el sentido de mostrar la violencia racista pero es sólo una impresión: los gestos, las palabras y las miradas muestran en todo su esplendor el odio racial más o menos soterrado de los habitantes de Sparta.
Si ya la visteis, nada más que añadir porque al igual que nosotros es casi fijo que la revisáis cada cierto tiempo, pero si nunca la visteis os recomiendo que no os la perdáis porque es una buena película en el sentido de que te engancha y se ven buenas interpretaciones aunque no haya naves espaciales, peleas a cámara lenta y argumentos de ciber terror con depredadores alienígenas de por medio u insectos mutantes...
lunes, 5 de agosto de 2013
Hombres de Hierro (1983)
Corren los años 60´s y los afro americanos se ganaban sus derechos civiles propios a todo hijo de productor consumista luchando bajo las leyes promulgadas por L.B.J. en el profundo sur y siendo reclutados para luchar en Vietnam...
Al Instituto Militar de Carolina llega un joven negro dispuesto a convertirse en cadete y lograr mediante el esfuerzo, el estudio, la instrucción y los respetos debidos a la patria, graduarse en cuatro años. El coronel del Instituto decide que sea su protegido, el cadete Will quien supervise que no matan al negro y que las novatadas de la primera noche no se prolongan sucesivas noches ni son subidas de sufrimiento.
Will comparte habitación con sus tres amigos y compinches, acaudalado y de típica buena familia sureña, el italiano dispuesto a engarrarse si se mofan de su origen italiano y un grandullón que lo mismo se apunta a un bombardeo que a una juerga odiando por igual a blancos, negros, amarillos y demás pieles de la raza humana a la hora de repartir mamporros.
Por si fuera poco hay un escuadrón del KKK llamado Los Diez que se dedica cada curso generación tras generación a lograr que se vayan alumnos no deseados como son el afro americano y otro novato gordo al que putean sin piedad....
Argumento interesante es esta producción de 1983 y dirigida por Franc Rodan con un elenco de jóvenes desconocidos de aquella y que os sorprenderá ver jovenzuelos casi adolescentes como Bill Paxton.
Película entroncada con Arde Mississppi y Más allá del honor pero respetando siempre los cánones que requería el Pentágono: oficiales superiores que puede que sean racistas como el general al mando pero con subordinados como el coronel que hacen que el sistema funcione y se hagan las correcciones oportunas. Homenaje a los activistas por los derechos civiles en la frase del cadete negro donde argumenta el porqué de su tozudez y matricularse en un corral de sureños racistas, cachorros de sus racistas padres: no me iré porque si no el próximo negro que venga tendrá el lastre de mi historial...
Francamente recomendable para espectadores vírgenes de su visionado y el resto pues igual os pasa como a nosotros en The Adversiter Chronicle que la vemos cada cierto tiempo aunque sólo sea para recordar que hubo un tiempo en que a Obama no le dejarían ser ni presidente de una comunidad de vecinos blancos...
¡Vamos, que ni siquiera ser vecino!
martes, 16 de julio de 2013
Vidas al límite
Sólida película de 2005 y hábilmente dirigida por David Ayer que va más
allá de una historia de colegas que se reencuentran tras tiempo sin
verse y se colocan acabando ardiendo en el infierno que tantas veces
bordearon juntos...
Por un lado podemos entroncarla con esa pequeña joyita que es mejor
según pasa el tiempo que en el momento de su estreno: Colors;
antes de que se me discuta tal gilipollez, lo digo porque una lectura
de la película es la propia ciudad de Los Ángeles. Si en Colors
se nos mostraba el mundo de los
guetos y sus bandas con los veteranos bautizando en rituales de
iniciación a los nuevos pero con claras diferencias étnicas en cada
banda y colores de guerra distintos, asistimos ahora a el cambio que
han pasado los integrantes dos generaciones después y que en los
80´s veían desde su infancia las tribus urbanas de su vecindario:
uno viviendo de su esposa abogada a la que mantuvo mientras estudiaba
pero que ahora que está estudiada le exige que se olvide de locas
historias de juventud y se busque un trabajo; otro, soldado
licenciado que trata de adaptarse a la vida civil y que es si no
odiado sí olvidado por su antigua novia hispana, pero pese a los
tiempos modernos, separados por algo más que los orígenes...
Pero que también mejoran de nivel devida generación tras generación.
Entronca a su vez con las pelis que se producen cada vez que EEUU
libra una
guerra y nos hablan del regreso de los veteranos, pueden pasar
décadas y guerras y que el cine haya pasado del blanco y negro al
color, pero siempre es la misma historia: la integración del soldado
profesional en la sociedad civil donde matar es asesinato y te
remuerde la conciencia una vez en la retaguardia. Posiblemente con
Stop and Loss sean las películas que pasarán a la historia del
subgénero de regreso
del frente sobre las guerras de Iraq y Afganistán como antes las
hubo de Vietnam, la II Guerra Mundial y alguna que nunca recordamos
de la Guerra de Corea.
El trauma no se manifiesta ostentósamente, vemos desde el inicio que el personaje
que
interpreta Christian Bale está algo majara, pero se le atribuye a
alguien crecido en las calles y su ley, que sólo parece algo menos
tarado cuando trata de conseguir trabajo en algún cuerpo de policía.
A medida que avanza la película e instalado ya en un colocón
perpetuo logra engañar a los federales para conseguir el puesto que
le permita casarse con su novia mexicana. Pero descubrirá que si
bien no sirve para miembro del PDLA, el Tío Sam necesita de sus
dotes de soldado profesional para seguir matando en operaciones anti
narcóticos en Colombia como asesor...
No soportará tal realidad.
La película gana en intensidad e interés a medida que vamos conociendo a los
antiguos pandillerosreconvertidos y socializados en ejecutivos, traficantes, currantes
con vicios prohibidos y de fondo la ciudad con sus calles en las que
apenas reparamos pero es un paisaje continuo como aquellos del oso
Yogui que siempre pasaba la misma casa y el mismo árbol, tal
espesura tiene la jungla de asfalto que es la ciudad de Los Ángeles.
La película carece de moraleja o mensaje positivista, simplemente asistimos por
un momento a las vidas de dos viejos amigos que tratan de apurar la última copa, aspirar el
penúltimo humo de marihuana y pillar un chocho a la vez que cada uno
trata de esforzarse por encajar en la sociedad, el civil marginal y
barrio bajero que sueña con el sueño americano de ser clase media y
el veterano de la armas que trata de olvidar como dije más arriba.
Película recomendable porque tiene a
la vez el sabor del buen cine que cuenta historias sin efectos
especialmente defectables hechos por ordenador, lo cual se agradece.
Enmi demente opinión está a la altura de El
cazador,
salvando los años y la guerra con estupendas actuaciones y que si
podéis os recomiendo ver cuando estén con hispanos en versión
original, más que nada por ver al Bale hablando español. También
por ver cómo han cambiado los códigos morales de este tipo de
películas donde los ideales no aparecen ya como tabla de salvación
para el soldado de regreso que al mismo se encuentra la misma mierda
que cuando se alistó...
Es lo malo de entrenar soldados, luego no saben qué hacer con ellos cuando ya no son necesarios.
lunes, 8 de julio de 2013
Suplemento cinematográfico cutre de
The Adversiter Chronicle
Pasajero 57
Agradable peliculita de acción rodada en 1992 y dirigida por Kevin Hooks y protagonizada por Wesley Snipes y Elizabeth Hurley en sus papeles principales aunque me falta el villano terrorista que no sé el nombre...
Corre el año 1992 y con la URSS enterrada y el desierto sin tormenta, surge de nuevo el villano terrorista secuestrador de aviones. El Wesley es un experto en seguridad aérea que viaja en el mismo avión en que se traslada esposado y custodiado por dos agentes del FBI que no se encomiendan ni a Dios ni a la línea aérea para avisar de que llevan tan peligrosa mercancía humana.
Tal y como mandan los cánones, el secuestrador cuenta con cómplices leales a su persona que es psicopática y cruel por una infancia a base de hostias y maltratos de su padre hasta que su retoño lo mata...
Visto así y dada su antigüedad, no parece que la película tenga muchos atractivos para visionarla, pero si se observa entre líneas veremos alicientes suficientes.
Por un lado ver al Wesley en plenas facultades y sin abusar de coreografías de artes marciales en las que daba la turra en sus primeros papeles. A la sombra del Stallone y Swarzeneger (o cómo bowlings se escriba) y por encima del Chuck, el simplón que hacía de ninja americano y el cara pétrea del que hacía de ruso en Rocky no sé cuantos, la tercera o cuarta de la serie del boxeador; por encima de ellos y para atraer al público afro americano y afro africano surge el Snipes, que nos cae simpático y además destila dosis de ironía en muchos de sus diálogos, aunque en este papel sigue los cánones que imperaban en la época: un pasado traumático de presente postraumático con la parienta asesinada en un atraco al supermercado donde estaban comprando con una soledad metafísica y predisposición al celibato que se verá tentado a ponerle fin cuando conoce a la azafata; la mala cómplice del terrorista, sencillamente hecha de menos el reproductor de VHS para congelar la imagen o ralentizar para deleitarte con la observación de su belleza inductora al más pecaminoso de los pensamientos que puedas imaginar... El malo es malo de cojones, pero transmite su frialdad interpretativa al espectador y se desea su fin, sin esa simpatía que vendría después en el cine de acción hacia el villano de turno. Sabemos que su padre lo maltrató y los fustigó a base de puteos, pero él es más malo aún y en 1992 no se andaba con disquisiciones atenuativas de cargos criminales...
De otro lado reírnos entre dientes con los topicazos de película de aviones secuestrados o accidentados: la vieja chocha que utiliza el avión una vez al mes para ver a sus nietos, el niño repelente al que el villano asusta y de repente sentimos empatía hacia él cuando responde a las gilipolleces del niño de los cojones que le dispara con la mano y el villano le responde con las dos manos y mostrando las esposas para escándalo de la madre...
Al menos esta vez no debemos asistir al aterrizaje asistido, clásico de las pelis de aviones...
Es un cine de acción casi artesanal para los códigos digitales actuales, a base de especialistas, avión a escala real y decorados que se nos muestran al inicio en un guiño al cine dentro del cine...
La película se ve bien si nunca se ha visto o hace tropecientos años en su estreno y ser revisada más de una década después.
Sale poco la tía buena villana y demasiado la azafata buenorra para cánones afro, supongo, ya que es de una belleza rara y recuerda a Michael Jackson, pero lo que es la azafata mala... ¡Slurps!
sábado, 29 de junio de 2013
Suplemento cinematográfico cutre de
The Adversiter Chronicle
El cielo y la tierra
Película de 1993sobre la Guerra de Vietnam y más concretamente en su efecto sobre los indígenas y los soldados profesionales...
Está claro que solapando a Salvador y Asesinos natos, el Oliver pasará a la historia del cine aunque sólo sea por su trilogía iniciada en 1987 con ese biopic de escenarios y situaciones amalgamadas en una deliciosa película como es Platoon, donde los soldados eran de carne y hueso y explotaban como tales pero que no dejaba de ser una muestra de las múltiples misiones de combate...
Tenemos luego Nacido el 4 de julio, que echa un vistazo a los que regresaron a casa tullidos, amputados, paralíticos y traumatizados varios que no lograron adaptarse. En ambas películas Oliver Stone aprovecha para hacer un retrato de la sociedad americana que evolucionaba hacia los derechos civiles y donde la guerra al comunismo era una constante y la de Vietnam un terremoto que iba a resquebrajar la mentalidad de la retaguardia...
Y en ésta de El cielo y la tierra, tiene la intención de mostrarnos lo mismo pero del enemigo.
Está protagonizada en sus primeros actores por Haing S. Ngor (supongo que este impronunciable nombre corresponde a la actriz) y Tommy Lee Jones, pero ya al poco del metraje nos da la sensación de que el Oliver ha hecho trampa. Dicen los títulos de crédito que está basada en dos volúmenes de memorias de la protagonista real... Ignoro si el guión es fiel o se permite licencias en la adaptación, pero al menos por la forma de narrarlo cinematográficamente da la sensación de que se han unido varios aspectos de la sociedad rural vietnamita, del país y la derrota del sur...
la protagonista tiene la mala suerte de nacer mujer, destripaterrones vietnamita y en medio de uno de los periodos históricos de invasiones y guerras que suele sufrir Vietnam periódicamente. Para colmo es budista y su karma está jodido...
La ñina crece instruida por su padre y feliz jugando con su pandilla de amiguitos y amiguitas para desespero de su madre que la ve holgazana y espera para ella un futuro feliz siendo sumisa esposa y abnegada madre amén de excelente cultivadora de arroz.
Tras mostrarnos esta arcadia arrocera, vemos como se pierde la aldea y la inocencia de la ya muchacha para ser adoctrinada, prisionera, torturada, despreciada y por último violada. Con los aldeanos encabronados, vietcong mosqueado y las autoridades señalándola, junto a la turra moralinesca de la madre, se marcha a Saigón donde es contratada junto con su madre por un matrimonio de burgueses saigoneses que profesan el catolicismo y como buen burgués católico deja preñada a la chacha que es la muchacha...
Finalmente consigue trabajo en otra ciudad con base yanqui trabajando de camarera a comisión de propinas en el economato coreano y conoce a un soldado americano...
El soldado es un sargento de marines que anda liquidando objetivos para la CIA y tras un matrimonio a lo american way of live ha llegado a la sabia conclusión de que lo mejor para un soldado de servicio en Vietnam es regresar a casa con una oriental que dé hijos, una esposa complaciente y de paso mantener una posición de superioridad cuando la lleve a Texas y sea como una lombriz perdida en un cesto de peces...
pero es un traumas con un serio desequilibrio psicológico que se acentúa con la normalidad de su familia, la normalidad de pasar a ser civil y no adaptarse a cosas normales como un divorcio, una hipoteca, una familia y un coche...
Es una película que hay que ver aunque ya todo aquello ha quedado relegado por la actualidad siguiente y dos victoriosas guerras en el desierto después...
No resistirá muchos visionados en la vida ya que a la mitad resulta empalagosa y sólo ver al Tommy Lee Jones supone aliciente para acabar de verla salvo que sea la primera vez.
Lo cierto es que acabas saturado de la vietnamita, el proselitismo budista, el montaje de las escenas oníricas (que luego desarrollaría en Asesinos natos) y de lo bonito que es sufrir para luego triunfar cumpliendo los preceptos del sueño americano: la oportunidad de prosperar aunque seas emigrante.
La recomiendo si nunca la viste y recomendación budista: no pongas tu puerta delantera enfrente de la trasera porque todo lo que entre en tu vida por un lado, saldrá por el otro... (es cierto, al llegar a esta frase del santurrón de turno daban ganas de bombardear Hanoi)
lunes, 10 de junio de 2013
"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre
martes, 28 de mayo de 2013
"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre
lunes, 20 de mayo de 2013
"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre
Creo que era en Guatemala, en todo caso a las afueras de San Benito.
lunes, 13 de mayo de 2013
"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre
¡Sólo ñoñeces redios, sólo ñoñeces!
domingo, 5 de mayo de 2013
"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre
lunes, 25 de febrero de 2013
"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre
lunes, 11 de febrero de 2013
"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre
Si bien ya estaban instalados en procesos de fabricación y ofimática, militarmente el avance en la tecnología computacional para fines militares unido a la progresiva accesibilidad de la ciudadanía a los cada vez más asequibles ordenadores personales logró además de asestar la puntilla a la URSS desde un punto de vista tecnológico vislumbrar el potencial de un mundo unido informáticamente.
viernes, 11 de enero de 2013
"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre
viernes, 21 de diciembre de 2012
"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre
jueves, 22 de noviembre de 2012
"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre
La película puede ser algo peñazo, pero merece la pena revisarla quienes la vimos alguna vez y mostrarla a los nuevos espectadores.
Aunque sólo sea para intentar comprender tanta muerte inútil.
miércoles, 31 de octubre de 2012
"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre
Es una producción del año 2001 que antes quiso rodar el Kubrik.
martes, 16 de octubre de 2012
"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre
sábado, 19 de mayo de 2012
"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre
Alan Parker logra manipularnos para tener empatía hacia los chicos del FBI y los sufridos afro americanos del condado. Al igual que un buen capítulo de una serie detectivesca, sabemos de antemano quienes son los buenos y los malos. Asistimos impotentes a los fracasos del FBI por encontrar testimonios y los cadáveres hasta llegar a desear cortarle el escroto al alcalde en la mítica escena del negro que que le va a cortar los huevos y ponerlos en una taza como hicieron con el chico de la historia que le cuenta a un acojonado alcalde mientras ve un negrazo enorme que afila una navaja de cuchilla de afeitar…
La primera es cuando la esposa del ayudante del sheriff le dice a Hackman que: “nadie nace odiando, se le enseña a odiar”; “la discriminación racial viene citada en la biblia, así me lo educaron”; “si naces en este odio, lo vives, creces con él y finalmente te casas con él”.
Y la segunda es cuando el subalterno le pregunta a Dafoe cómo es que el alcalde se ha suicidado si ni siquiera era culpable del asesinato y Dafoe le responde: “cualquiera que niega que esto (el racismo) tiene lugar y lo permite, es culpable”.
Una joyita en suma que os recomiendo encarecidamente porque es cine del bueno, es una historia cojonuda que diría el alcalde racista y encima entretiene que pasa el tiempo de metraje volando y en un suspiro.
miércoles 15 de febrero de 2012
"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre
Cine, así, sin más.
jueves 12 de enero de 2012
viernes 6 de enero de 2012
PLANETA ROJO
¿Recordáis esa sensación que entra
cuando visionamos una peli de ciencia ficción de la década de los 50´s, que iban desde la repanocha en efectos especiales cinematográficos de la época donde el argumento era extrapolable a la Guerra
Fría, hasta burdas películas de
absurdos efectos especiales que eran una excusa ambas para mostrar pantorrillas y sugerentes pechos femeninos a los destripaterrones adolescentes del Medio Oeste norteamericano pasando por chuscas,
tanto de argumento como de efectos especiales, pero que en la época de sus estrenos atraían igual que “Star Wars”,
“Los siete magníficos” o “Los Bingueros”, por mostrar tres ejemplos absurdos pero que vistas desde la perspectiva de la vejez impuesta por el sistema orgánico siguen teniendo su encanto, aunque las
de los 50´s hay que reconocerles que son especiales porque no deja de asombrarnos la candidez, censura velada y ñoñería de las historias que cuenta.
Y una cuchufleta cinematográfica envuelta de modernidad y rellena de gilipolleces
argumentales, y no otra cosa, es este “Planeta rojo” dirigida en el año 2000 por Antony Hoffman y desconozcosi es una revisión de un clásico de la ciencia ficción de los 50´s pero es un auténtico bodrio que puede ponerse con todos los honores y glorias segunda en el ranking de pseudomierdas en celuloide por detrás de “Armagedon”…
Al igual que su predecesora, es el típico producto bien producido de Hollywood que cuando las ves la primera vez te
entretiene, pero no acaba de enamorarte como “Alien” o “Blade Runner” pero
logra abatir tu entusiasmo como “Apolo XIII” y cuando la revisas, como es mi demente caso, se vuelve infumable y termina por atragantarte causando una profunda y severa decepción.
Y aunque la historia es más o menos chirriante puede aceptarse alguna licencia como se viene haciendo en las artes
desde que alguien daba algo a cambio de una obra. Pero son tan garrafales las incoherencias temporales y de acción que es para mandarla directamente al cubo de la basura, con un Val Kilmer y un
Terence Stamp de gancho carteleroíde en fachada de sala de proyección en unos papeles que s e esfuerza en hacer creíble uno y
sencillamente delirante el del segundo con el puto rollo religioso trascendental que a nadie le importa y a quienes les importa no coinciden con
el meapilas semi beato de turno.
Esa trepanadora de deseos onanistas,
que luego te arrepientes, que es Carrie-Anne Moss encasillada en papeles de sufridora futurista ya sea en virtualidad o cosmonáutica en su registro interpretativo y cuya repetida pose de dolor
gesticular acaba produciendo dolor
testicular flanqueados por tres típicos huele pies secundarios que siempre quesalen en pantalla, sin importar género o interpretación siempre hacen lo mismo y sin embargo acaban entrando en tu
hipotálamo volviéndose casi de la familia
para el aficionado: Tom Sizemore, Benjamín Bratt y Simon Baker; el que salía en “Salvar al soldado Ryan” ya no sorprende y siempre reconforta su presencia aunque te sepas ya de memoria su careto y su
repertorio gesticular, el de “L.A. Confidencial” que ahora tiene serie propia que logra cierto éxito y no es la primera, en su eterno papel de pantalla grande mezcla de chapero y zangolotino amén de
cobarde y traidor para terminar con el otro que ahora mismo no me suena de haberle visto y es típico actor de minoría que a lo mejor por contrato meten en las pelis USA aunque también para atraer
latinos a las salas y posterioresconsumos que alegren la vida de los productores de turno…
Bodrio en suma que no resiste más de un primer visionado con argumento tan inverosímil como atractivo el envoltorio y
que dentro de treinta años dirán que éramos tan gilipollas como los
gilipollas de los 50´s pero que a fin de cuentas se trata de soñar un futuro en base al presente y que terminará anticuado.
Incongruencias científicas y de probabilidades varias, aunque se agradece el típico chiste sobre la tecnología rusa,
que se ve en un primer pase pero que seguramente, en mi demente caso, no
vuelva a ver más salvo por circunstancias circunstanciales.
De todas formas la emiten esta nocheen la Sexta y podréis catarla si no la visteis o cambiar de canal si ya la sufristeis…
Gattaca
son concebidos no en base al azar de un óvulo fecundado por un espermatozoide, es cierto que el fornicio y la jodienda existen, pero las parejas antes de concebir se ponen bajo la tutela del Sistema que les diseña seres que si bien con imperfección humana carecen de riesgos potenciales de padecer dolencias, enfermedades y taras. Ya no se concibe por amor a Dios, se hace por selección para que el Sistema y la humanidad modificada genéticamente alcancen en pocas generaciones un exceso de candidatos a ser navegantes a Titán…
pirámide del poder y el dinero: los perfectos seleccionados y modificados genéticamente que pueden gozar de las posibilidades de vivir una vida y los imperfectos, los concebidos como se hace en la actualidad…
vida…
espacio y otros planetas de desconocidos confines. Decide cumplir su sueño y contrata a un “perfecto” paralítico, una ironía del destino que le hace ser todo aquello a lo que siempre despreció: la fragilidad del cuerpo humano.
domingo 18 de diciembre de 2011
sacrificio de sus ciudadanos, de acojonar a los Yankees con submarinos capaces de lanzar misiles atómicos a Nueva York y Washington patrullando y merodeando la costa este estadounidense con ellos sin haber probado
grupo de elegidos tuviera que entrar al reactor para reparar la avería.
buscáis el portaaviones joya de la marina rusa, se ve que se siguen equipando soviéticamente, tal es la cutrez de los equipos tipo pantallas de rádar, esas absurdas y enormes gorras de plato, y teclas y demás displays a bordo del
buque.
miércoles 16 de noviembre de 2011
"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre
sábado 29 de octubre de 2011
"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre
lunes 17 de octubre de 2011
"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre
“American Soldiers (Un día en Irak)
Irak, año 2004. Durante
una salida rutinaria, una patrulla estadounidense se ve envuelta en una emboscada. Un escuadrón de jóvenes soldados americanos queda atrapado al otro lado de las líneas enemigas teniendoque enfrentarse a los Fedayies de Irak, enemigos declarados con poco que perder y un gran conocimiento de la zona, que harán que los soldados tengan que luchar desesperadamente por sus vidas en un encarnizado combate...
No sé el año de su rodaje pero es más o menos “reciente” dirigida por el desconocido, al menos
para mi, Sidney J. Furie e interpretada por ilustres desconocidos, salvo para sus familiares, allegados y amistades como Eddie Della Siepe o Philippe Buckland entre restos de soldadosdel pelotón.
discursos del guión cada diez minutos y que los pobres no ganan para ataques de la insurgencia, no se percibe hasta muy avanzada la película la cutrez de la ambientación.
se hace lo incorrecto siempre
en las manos para recordarnos que la democracia y su implantación se queda atrás
para volver sanos y salvos a casa y orgullos del sacrificio.
Pero por desgraciacondimentar el plato con “Platoon”, Black Hawk Derribado”, “Stop & Lost “ y propaganda conlleva que posiblemente sea tan mala como “Boinas verdes”. Es cierto
que no es atroz en su propaganda, pero cuando llevas viendo una hora te sientes estafado porque no te crees esa guerra que nos muestra. Puedes identificarte con los soldados, a fin de cuentas la
humanidad es común a la misma aunque a veces la humanidad no sea ni ella misma, pero es sólo una película puesta al servicio de justificar las decisiones presidenciales y que hay malos y buenos entre
el potencialenemigo.
Mucha escena de combate para mostrarnos que los vehículos del U. S. Army
son cojonudos y resisten tropecientas granadas de carga hueca lanzadas con RPG´s, que los suboficiales son dignos de la Medalla de Honor delvolver con sus chicos a casa, que el adiestramiento es cojonudo con una orgiástica batalla final a cuchillo, que la C. I. A. son una banda de hijos de puta torturadores pero no dejarles hacer su trabajo conlleva pérdidas materiales y humanas de forma que cualquier potencial vida norteamericana y aliada salvada
justifica un interrogatorio sádico y torturador, que por cierto encima el verdugo de la C. I. A. tiene nombre español, no hispano, español...
Una mierda de película por desgracia que coge más demedio siglo de tópicos bélicos para que paletos blancos sin recursos se alisten y corran al banderín de enganche a la Caballería del Ejército americano.
quita las ganas. Si esperáis ver un cuadro realista de la guerra en Irak, no la veáis porque lo que cuenta lo hemos visto en pantalla multitud de veces,
De forma que película para consumo interno USA y fanáticos del cine cuartelario pero si queréis ver una peli así, “El sargento de hierro” sigue siendo la mejor, pero sólo por el
coñeo que se trae el Eastwood, consciente de que si la haces sabrosa, tal vez la juventud aliada europea se aliste a defender el imperio, pero hay que saber cocinar películas como las cocina el Clint
Eastwood ya que, como pasa con “American Soldiers”, se queda en que tan solo es un producto de propaganda para el espectador objetivo.lunes 10 de octubre de 2011
"Butaca de patíbulo"
suplemento cinematográfico cutre
Si repasamos el género de cine bélico de los últimos diez años, veremos que dicho género a pasado de mostrar enemigos muy enemigos y soldados muy soldados, apreciaremos que ahora
el enemigo también es humano y los soldados sufren como humanos.
mostraba las tribulaciones de los soldados en combate lejos del arquetipo de héroe insensible al dolor enemigo y propio donde las dudas, las vacilaciones y los sentimientos personales, no eran mostrados a fin de aunar mentescontra el enemigo de turno. Títulos como “Wind talkers”, “La delgada línea roja” o el ya clásico, por chusco que fuera en su estreno, “La batalla de Midway”, e incluso “Tora! Tora! Tora!”, ya se alejan de los arquetipos y nos muestran la fatiga de combate, las dudas de hacer lo correcto porque los japos, sus cadáveres, guardan en sus guerreras fotos de esposas, hijos...
Este fenómeno cinematográfico de redimir de sus culpasa quienes fueron enemigos en la II Guerra Mundial, llegó antes a Alemania que a Japón. Los germanos eran la locomotora de Europa Occidental y a fin de cuentas la trinchera estaba en su muro de Berlín, así que pronto, relativamente, se nos mostraba que los alemanes no eran nazis aunque los nazis fueran alemanes. “1, 2, 3,” la deliciosa comedia con la Guerra Fría de fondo, nos decía en clave de humor que a fin de cuentas el pueblo alemán era como el resto de pueblos y que Hitler era historia. Ya en lo 80´s, la fabulosa “El submarino” ya dejaba ver que
una cosa era la propaganda y el comisario político de turno y otra la soldadesca
que se veía obligada a combatir y lo hacía bien y honestamente porque luchaban
por su país...
sudorosa fotografía de Tom Sterm que logra hacernos sentir el palpitar del estrés del combate creando una atmósfera gris que tiñe todo el recorrido por la historia.
Lugares comunes, porque la guerra es igual en todaspartes, con retazos del frente interior sometido a un estado fascista donde todos son vigilados por algunos con el apoyo ora del partido ora del líder.
cuerpos fatigados y sedientos, completamente traumatizados por el combate y la derrota...
es muy recomendable sobre todo en estos tiempos de líderes carismáticos sin
carisma y sí bien apoyados por los poderes económicos para alcanzar el poder.
viernes 30 de septiembre de 2011
"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre
Hubo un tiempo en que el cine se alimentaba para sus guiones de la literatura. Después se pasó a tratar de mostrar y narrar
larealidad, como “El nacimiento de una nación” o “Sin novedad en el frente”, ésta última aunando literatura y realidad...
clásico de ciencia ficción que en realidad es “cine negro”
Los ejemplos son infinitos casi y seguro que se os ocurren con un mínimo ejercicio de
memoria cinematográfica. Por supuesto no hay nada que objetar a tal método, utilizado en las seis restantes artes, salvo que la nueva versión no supere la original o que chirríe la mezcla de géneros.
Es en estos casos cuando el espectador se siente estafado. Actualmente abundan los ejemplos de remakes quecon más medios e incluso más estrellas del celuloíde acaban rodando auténticos bodrios infumables donde cantan los efectos por ordenador, los actores y actrices sólo hacen muecas y cagan una buena historia por la incapacidad del director de darle espíritu a la película.
Porque el arte de un director a la hora de realizar unremake es la elección de si hacer una copia mejorada del original o contar la misma historia del original bajo el prisma del director y saber en ambos casos
hacer bien su trabajo.
presupuestaria asignada a ir al cine: es una auténtica puta
mierda.
argumente mi opinión, bite.
Tenía ganas de verla porque James Cameron tiene el beneficio de la duda, pero dejando
aparte que los efectos especiales son excelentes para el desarrollo actual, yo pensé que iba a ver una película de ciencia ficción y me encuentro con un vídeo juego que ha mezclado géneros tandispares como el cine bélico, películas de náufragos que descubren que las razas distintas no son superiores ni inferiores al descubrir sus valores de vida y que su destrucción no puede ser abandonada sin lucha, todo ello aderezado de mensaje ecologista consumible con el mito de Gaia donde un planeta forma un sistema interconectado con los seres vivos que lo habitan...
Cameron es el tahur de siempre que realiza fantásticasproducciones pero cuya forma de narrar necesita de la complicidad del espectador, y la mía se pierde cuando tras la fascinación de ver a la Sigourney “Riply” Weaver me encuentro ante un bombardeo de saturación de imágenes sintéticas, un planeta habitable y habitado por una raza de aliens que
Transición y adultos y puretas fumados, la historia de “Avatar” les resulte fascinante y grandiosa en su mensaje, lo malo es que todo lo contado ya había sido contado por otros.
El empalagoso envoltorio ecologista no puede ocultar el hedor de historias añejas: hombre blanco que por circunstancias se
integra en la cultura considerada sacrificable y esclavizable, estética militarista y que no debemos talar el amazonas...
aúna ambas cosas con oficio y maestría de productor, pero aparte de un buen
espectáculo visual, y el cine es espectáculo, estoy seguro de que James Cameron sabe que ha vuelto a estafarnos una vez más.
En fin, si queréis pasar dos horas ausentes de la rutina, ver “Avatar”, pero no pasa de ser un buen producto cinematográfico sin más trascendencia pero que no merece pasar por
taquilla para verla salvo que seas uno de esos de rentas susceptibles de imposición gravosa por ser asquerosamente pudientes en estos tiempos de crisis recesiva o recesión
crítica...sábado 3 de septiembre de 2011
"Butaca de patíbulo"
¡Que mejor colofón a otra victoria de La Roja, hay que ver la obtusidad de los meapilas moralistas que se empapan pidiendo
libertad de expresión para la visita de su lider religioso y feudal y andan berrando que La Roja es de los “rojos” y demás diarreas que pretenden ser graciosas a la par que cortantes como una navaja
trapera, que ver a Rambo, Johny Rambo el atribulado veterano de Viet-Nam!guerrero del Presidente Aznar con las Guerras Bushianas, pero supongo que sólo
habrá sido retener audiencia con una estrella como el Stallone. Claro que hacer
una crítica de tal película requiere que viajemos en el tiempo, no muy atrás
pero sí lo bastante para estas generaciones digitales que afortunadamente siguen
siendo rebeldes y contra sistema como lo fueron otras generaciones...
Pero Rambo comenzó con lo que era una película sobre la herida
abierta de un conflicto en unos EEUU aún traumatizados entre el asesinato de Kennedy, la contracultura, la retirada vergonzosa del Sudeste Asiático, la estrafalaria toma de su embajada en Teherán y
un Ronald Reagan que apelaba al orgullo americano sabedor de los informes de inteligencia que afirmaban que laURSS no soportaría una década más la Guerra Fría y que el proyecto Apolo había dado a los estadounidenses la primacía tecnológica en sistemas de computación y ordenadores. Entre uno y otro, pasando por esa fantasía que los soviéticos se tragaron de la llamada “Guerra de las Galaxias”, la juventud se rebelaba contra la instalación en Holanda de los “Pershing II”, una mortífera maravilla balística cuya precisión en alcanzar el blanco garantizaba por vez primera a uno de los dos bandos una precisión quirúrgica a la hora de exterminar al contrario mediante detonación termo nuclear y una URSS que contraatacó creando submarinos de la clase del Kursk que se hundió tras explotarle con defectuosidad soviética un torpedo en sus entrañas...
Así que por una parte teníamos a los comunistas gastando el 80% de su presupuesto en gastos militares y unos capitalistas que recuperados de la crisis de los 70´s, perder una
guerra de 10 años en las junglas asiáticas, llegar a la Luna gastando miles de millones de capitalistas dólares, aún les sobraba para tener las mejores fuerzas armadas de la tierra coordinando medios
espaciales, marítimos, terrestres y aéreos y encima seguir viviendo en un consumismo esclavizador delhombre...
La “Guerra de las Galaxias” era un sistema armamentístico de defensa-respuestacompuesto de satélites de detección, sistemas satelitales mediante láser y terrestres contra-misiles y la puesta en órbita de cabezas nucleares en ojivas a bordo de satélites que garantizaban una respuesta eficaz ante un ataque preventivo de la URSS.
de los telediarios y periódicos de la época, nos damos cuenta que se utilizó lo último de lo último en recreaciones y simulaciones y podíamos ver un SS20 interceptado con un láser y el lanzamiento de represalia de una ojiva entrando en órbita.
Y luego estaba la Canon-Globus.
La estrella de Canon-Globus era un tipo llamado Chuck Norris, ahora ridículo Rangerde Texas y que entre otros bodrios de serie B imitaba siempre al Rambo con su
antagonista Coronel Bradock. Si Rambo emergía con una M-60 del fondo del río
matando vietnamitas Bradock surgía de una charca con cinta en el pelo y menos
presupuesto.
Pero la misión de Canon-Globus era introducirse en lasmentes adolescentes de los 80´s predisponiendo para luego alistarse para defender Occidente del comunismo, porque lo que casi nadie quiere recordar es que la previsión de la OTAN hablaba de un conflicto en Europa con armas
nucleares tácticas para la primera década del siglo XXI,
hoy.
Surgen así una serie de películas que venías a decirque se había perdido en Vet-Nam porque era una guerra dirigida por políticos y militares con órdenes restrictivas de combate por consideraciones políticas. La URSS por su parte, invadía una tierra maldita desde la época del Imperio Británico: Afganistán. Las fuerzas soviéticas en una audaz maniobra de comando, asaltaba por paracaidistas el aeropuerto de Kabul y tomaban el edificio
presidencial manteniendo la posición mientras las fuerzas blindadas invadían el terreno.
La película de Rambo III, rodada en Israel aprovechando la chatarra soviética enlos arsenales, ahora aliados, de Egipto, presenta varias incoherencias. El
helicóptero artillado “soviético”, es un modelo francés al que le acoplaron dos
alas de atrezzo con misiles y demás cachibaches de fuego helitransportado como sistema de armas de la aeronave. Uno de los tanques no es ruso, ese que le adosaron dos enormes depósitos de pega en la parte trasera para disimular la característica forma de la torreta en los tanques israelíes.

También existía cierta subliminal propaganda desimpatía hacia el estado hebreo. Eran cosas chuscas, como la lacrimógena escena al comienzo de “Delta Force” en que asesinan a un judío por serlo. Si queréis ver un típico producto Canon-Globus con su estrella Chuck “Porris”, os recomiendo “Invasión USA” donde una delirante Cuba capitanea una invasión del
Pacto de Varsovia a la costa este de EEUU. Absurdamente vomitiva.
En fin, que ver ahora a Rambo es como ir al Savoy y ver las escenas de las pelis
propagandísticas de la Segunda Guerra Mundial. Rambo III es una mierda, pero
tuvo éxito en una época en la que miles de bombas nucleares apuntaban a otros miles de objetivos y que nos hubiera condenado a la extinción como
civilización.
He de comenzar confesando que nunca me gustó la saga Matrix, ni siquiera
cuando se estrenó la primera, que era única, porque nuncapude asimilar del todo el argumento.
“TELEMIERDA INC.” programaban la segunda parte de la saga, algo así como “Matrix redoaled” o título anglosajón similar pero bien escrito si lo puse incorrectamente, aproveché para verla que era la que me faltaba por visionar de la serie “Matrix”.
Soy plenamente consciente de que hay una legión de fans y buscadores de sus enigmasfilosóficos, pero esta segunda parte sólo me reafirma en mis convicciones primeras: es una puta mierda de historia, creó escuela en los efectos espaciales, que a mi personalmente me empachan las coreografías y la cámara lenta, presenta varias incoherencias filosóficas y es un espectáculo pionero bien hecho, pero es un bodrio sólo superado por la inefable “Dune”.

Empecemos por los personajes: Neo, que aquí parece un jodido cura de aldea decimonónico pero cuyas
tribulaciones ya se las hacía LuckeSkywalker en “La Guerra de las Galaxias” y en esta segunda imitan a “Supermán”.
La Trinity da grima, en las escenas de sexo su hierática frialdad en la mirada logra transmitirla hasta el hipotálamo del espectador cortando cualquier inicio de erección sugestionada por las imágenes. El Morfeo, uy el Morfeo, mitad
militarón, mitad líder religioso cuyo imposible cruce de brazos a la espalda te hace tener agujetas de sólo verle. El mejor es el señor Smith, no por nada en especial, si no por lo malo que es actuando y que al verle replicado multitud de veces dan ganas de cagar.
explotada por Matrix, un programa maestro que mantiene en estado de suspensión a
sus esclavos humanos conectados a Matrix por sus mentes donde viven una vida onírica que imita el mundo desaparecido hace 100 años.
Matrix y deja de ser o se exilia oculto entre la maraña de datos. Oráculo es uno de éstos y dirige a los humanos capitaneados por Neo para derrotar a Matrix.
Historia farragosa, absurda y genial a la vez ya que lo que incita a pensar la idea queda anulado por el guión y unos personajes demasiado perfilados.
Los efectos especiales fueron pioneros pero son repetidos hasta la saciedad y saturan creando una sensación de perder el tiempo cuando se nota lasincronización de imágenes, parece que vemos Supermán cuando vuela y llega un momento en que ya no analizamos lo que vemos por la embriaguez de escenas imposibles y coreografías de estilo chino.

Hay discrepancias sutiles como que unas veces la realidad es maleable y para otras no. Así, podemos ver a Morfeo quedar al borde del techo de un trailer por la autopista a todo
gas pero Neo tiene que volar 800 km para salvar a sus amigos y llega después de pifostios entre coches, pelea de Morfeo en el techo de lona y la Trinity haciendo gambadas en moto... Es decir, el
espacio tiempo no existe pero sí para volar desde la montaña a la ciudad, cuando, si pudo resucitar a Trinity, Neo podría utilizar Matrix para hacer un agujero de gusano. No sesostiene y hace que nunca te metas en la película, aunquereconozco que si cuando vi la primera vez “La Guerra de las Galaxias” mis neuronas quedaron maravilladas, estas mierdas de Matrix causen estragos en las mentes adolescentes de su estreno.
Luego hay detalles chuscos y se nota que en principio no había saga, así en esta segunda tras la pelea de turno al inicio, celebran en la cueva llamada Sión una especie de
jolgorio que parece calcado de los ewoks solo que sin peluches ni árboles sustituidos por humanos y roca, pero los timbales, calcados. La escenadel sermón de Morfeo ya me hizo poseso de la desgana y el resto de la película la vi como quien escucha una letanía vaticana: mucho susto, mucha esperanza, algo de fe y deseos de salir cagando leches de la iglesia y la Iglesia...
Que nada de nada, tal vez deberían haber dejado Matrix como lo que era: una peli de ciencia ficción pero que al estirarla cae en los defectos de todas las series degenerando en la
historia que narra y la decrepitud que le dará el paso del tiempo.


































































































































