"Lomo con tapas"

Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle

jueves, 31 de enero de 2019

 

Libro: Gerónimo, el apache
-El hombre, su tribu, su tierra y su tiempo-

Autor: Angie Debo
Editorial: José J. De Olañeta, Editor
Traducción: Francesc Gutiérrez
Edición: Segunda edición, 2002
 

Las tropas se lanzan al combate gritando su nombre y su nombre se da en operaciones de busca y captura como en el caso de Ben Laden; forma además parte del imaginario colectivo cuando pensamos en la conquista del oeste y las luchas con los indios, posiblemente el más popular junto con el de Toro Sentado pese a que hubo otros grandes jefes. Sin embargo en el caso de Gerónimo logró llegar a viejo, ser testigo de la desaparición de un mundo y un universo nativo con la llegada del hombre blanco, ser de los últimos en rendirse para pasar a ser prisioneros que soñaban que aprendiendo a vivir como el hombre blanco les sería otorgada una reserva en Arizona cuando su nombre evocaba el terror en dicho Estado de la Unión...

 

Es una contraportada realmente parca en datos de la autora salvo que es una prestigiosa historiadora norteamericana y autora de numerosos estudios sobre la historia de los indios pieles rojas, datos reitero del año de edición. Es un libro apasionante que retrata una época de cambios y cómo afectó a los apaches que veían como una y otra vez los tratados quedaban sólo en palabras, también la historia de hombres blancos que una vez conocían a la tribu y al propio Gerónimo fueron conscientes de la injusticia de considerarles prisioneros y alejarles de sus tierras ancestrales, de su transición a granjeros y ganaderos, en el caso de Gerónimo con dotes para hacer negocios rentables y también de ver como mueren a lo largo de los años de colonización sus esposas, sus hijos, sus mayores...

Pero sin más verborrea, unas breves reseñas que os inciten a su apasionante lectura:
 

La leyenda...
Toda la vida he oído hablar de Gerónimo. De niña, en el Kansas septentrional, me hablaron de la capa cubierta de escalpes humanos que llevaba cuando lo `capturaron´ tras su última `revuelta´. (Los apaches no practicaban la escalpación; es decir, no arrancaban `cabelleras´.) Y los críos le habíamos dado su nombre a un pavo que era extremadamente arisco. En Oklahoma, donde terminé mi infancia, los episodios de su vida de prisionero de guerra en Fort Sill y de su aparición en distintas celebraciones llenaban constantemente los periódicos. No más tarde de 1916, siete años después de su muerte, en la vecina ciudad de Enid se fundó con gran pompa la Geronimo Motor Company. (Los coches y los camiones que fabricaba hubieran podido ser de gran calidad si la planta no hubiese sido pasto de las llamas, lo que arruinó a sus inversores.)

 

La infancia...
Así pues, el pequeño Gerónimo trabajaba en los campos con sus padres, y sin duda ayudaba a almacenar alimentos y a hacer el tisuín. También empezó a cazar con los hombres, a la tierna edad de ocho o diez años, cree recordar, pero, para él, `eso nunca fue trabajo´. Por las praderas que rodeaban sus montañas, encontraban manadas de ciervos, de antílopes berrendos, de uapitíes y de bisontes que les proporcionaban gran parte de su sustento. Los bisontes no abundaban, y los cazadores tenían que viajar bastante lejos para encontrarlos. Hay constancia de una buena cacería al nordeste de Alburquerque. Los apaches cazaban a caballo a estos grandes animales; cabalgaban a su lado y les disparaban flechas o lanzas. Las pieles las usaban para hacer cubiertas de tipi o para frazadas. Dice Gerónimo que requería más arte cazar ciervos que ningún otro animal.”
 
Guerra Civil...
Los apaches continuaron sus correrías y matando a voluntad por toda la `Arizona confederada´, pero los tejanos pronto fueron expulsados por los Voluntarios del Colorado. Por la misma época, el verano de 1862, avanzaba desde el oeste una `columna de California´ formado por ochocientos hombres de la Unión a las órdenes del general de brigada James Henry Carleton. Los apaches, mandados por Cochise y Mangas Coloradas, les prepararon una emboscada desde lo alto de los despeñaderos de Paso Apache. Escogieron un lugar estratégico que dominaba la estafeta de correos abandonada y el manantial que brotaba al lado, que representaba la vida o la muerte para los hombres y los animales que seguían la ruta. El 25 de junio, dejaron pasar sin abierta resistencia a una patrulla de reconocimiento, profesando amistad, pero matando a tres hombres que se alejaron del grupo. Tal vez todavía no estaban en posición. El 14 de julio, entró en el paso un grupo de vanguardia a las órdenes del capitán Thomas L. Roberts, con 122 hombres y dos cañones de montaña. Cuando los soldados se acercaron al punto de la emboscada, los indios, desde sus escondrijos, empezaron a disparar contra ellos, matando a uno e hiriendo a otros. Pusieron entonces las tropas los cañones apuntando hacia lo alto y, cuando empezaron a explotar los obuses entre los indios, éstos se retiraron. Cremony dijo que uno de ellos le había dicho más tarde: `Nos estaba saliendo bastante bien hasta que vosotros empezasteis a disparar desde los carromatos´.
 
Seleccionando exploradores...
Pero, por lo que se refiere a la salud y el vigor de los exploradores, pueden ser dignas de destacarse algunas indicaciones amenazantes. Años después, como prisioneros de guerra, los apaches morirían de tuberculosis en cantidades espantosas. El examen médico realizado a aquellos exploradores cuando se alistaron puede resultar significativo. Dice Rope: `Me palparon los brazos y las piernas y me dieron golpes en el pecho para ver si tosía. Lo mismo hacían con todos los exploradores que elegían, y si tosías no te aceptaban´. Parece que uno de estos exploradores murió de causa no especificada tras haber alcanzado su destino en Sierra Madre, y, días más tarde, Bourke refirió que otros dos `estaban tan gravemente enfermos de pulmonía que se esperaba que muriesen de un momento a otro´. Por aquel entonces, la neumonía tuberculosa todavía no había sido identificada por la ciencia médica. ¿Es posible que aquella infección estuviese ya presente anteriormente pero la vida al aire libre la tuviese a raya?”
 
El alto precio de fugarse...
Gerónimo, desde luego, había sufrido una grave pérdida, y lo mismo puede decirse de toda la banda. En sus enfrentamientos, habían perdido en total un tercio de sus mujeres y niños. (Las cifras revisadas de la fuga, tras haber regresado a escondidas algunos rezagados, indicaban que faltaban de la reserva noventa y dos mujeres y niños). Los apaches eran muy apegados a sus familias; además, en su bien estructurada división del trabajo, un hombre sin una mujer que preparase la comida y las prendas de vestir se encontraba en una desventaja económica tan seria como una mujer sin un hombre que proveyese lo necesario. En la historia apache suele haber relatos de proscritos apaches solitarios que vivían escondidos en la sierra y regresaban a escondidas a raptar esposas. Las mujeres aceptaban la situación, y hay casos de matrimonios estables formados de este modo.”
 
Massai, el apache bronco...

Los apaches estaban convencidos de que los iban a matar, y su terror iba en aumento ante el significativo gesto de los soldados, que se pasaban la mano por el cuello simulando un degüello. Massai decidió huir. Con paciencia, logró abrir los cierres de una ventana y, mientras el tren avanzaba lentamente cerca de la entrada a Saint Louis, saltó y rodó entre la maleza. `Sólo era un apache corriente´, dice Betzinez, que usaba la habilidad corriente de un apache. Viajó sin ser descubierto, a través de un territorio desconocido, plagado de poblaciones y de fábricas, encontrando comida por el camino, y llegó finalmente a sus montañas. Como su familia se había quedado en el tren, se introdujo en la reserva mescalero y raptó a una mujer para tener esposa. Vivió durante muchos años proscrito, saliendo de cuando en cuando de su escondite para robar ganado o asaltar a algún viajero solitario. Finalmente, lo mataron, y su viuda tomó a los hijos y regresó a la reserva mescalero, pero la historia del `apache bronco´ entró en la leyenda del Oeste.”
 

Un alma y dos religiones...
Así, Gerónimo no abandonó su fe primitiva, sino que la integró. Es claro que no hallaba ninguna divergencia entre el culto cristiano y los ritos sagrados de su cultura, como la Ceremonia de la Pubertad que acababa de celebrar para Eva. (Probablemente en eso era más liberal que los misioneros.) Sus palabras `creo que el Todopoderoso siempre me ha protegido´ indican que todavía tenía fe en su Poder, aunque lo definiese con una expresión cristiana. Ya no tenía necesidad de él para desviar las balas ni las flechas, ni para retrasar la salida del sol o para revelar la situación del enemigo; pero la enfermedad , que se consideraba provocada por influencias malignas, azotaba todavía a su pueblo, y ahí sí que podía aplicarse. Parece imposible descubrir si recurrió a sus ceremonias `curativas´durante su paréntesis cristiano -en cuyo caso probablemente los misioneros lo ignoraban-, pero se sabe con certeza que las practicó durante el periodo transcurrido en Fort Sill. Algunos informantes de Opler describieron el procedimiento tal como lo habían observado en sus años de adolescencia. Gerónimo dejaba asistir a estos jovenes si permanecían en silencio y respetaban su tabú personal contra el gesto de rascarse (cualquiera que se hubiese rascado hubiera experimentado inmediatamente sensación de sofoco).”

 

Apache, guerrero, jefe y hombre medicina además de leyenda en vida y leyenda tras su muerte. El último de una estirpe de guerreros apaches que logró sobrevivir al combate, a la clandestinidad, al hecho de ser prisionero y llegado a viejo con la sabiduría de que su gente debía aprender como el hombre blanco, haciendo ejemplo consigo mismo convertido en estrella de espectáculos del viejo oeste. Tal vez su Poder le sirvió para un último estadio de símbolo perenne de su pueblo y como icono de la cultura estadounidense. Libro que se devora y donde al llegar al final es imposible no detenerse a meditar sobre un mundo perdido que es la historia de las culturas indígenas del continente americano.

 

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sábado, 12 de enero de 2019

 

Libro: África
-Historia de cincuenta años de independencia-

Autor: Martin Meredith
Editorial: Intermón Oxfam Editorial
Traducción: Jorge Paredes
Edición: Mayo de 2011
 

La propuesta de hoy es un viaje a la historia de África desde que alcanza la independencia de las potencias colonialistas al albur de los nuevos tiempos que surgieron tras la II Guerra Mundial y lo que antes eran colonias de países europeos pasan a jalonar el mapa del continente con nuevas naciones cuyas fronteras fueron trazadas en el colonialismo heredando el veneno de separación política de tribus, etnias y clanes que se vieron de pronto separados por fronteras. Un caldo de cultivo idóneo para la aparición de dictadores, tiranos y ladrones que vendiendo ideales sólo buscaron enriquecerse. El contexto de la Guerra fría y el saqueo por parte del poder propiciaron gobiernos corruptos amparados en el terror y el poder de las armas en un ciclo de independencia-nacionalismo-dictadura-guerra y fundamentalismo que han hecho que sus rentas y producto interior bruto sean en la actualidad, al menos hasta 2011, menores que cuando alcanzaron la independencia...

 

Porque en cierta forma Occidente y especialmente Europa, han caído en una insensibilidad hacia la realidad africana y de sus habitantes que buscan el sueño occidental de trabajo y prosperidad. Llegada masiva de inmigrantes, imágenes de niños soldado y de atrocidades entre facciones así como cierto conformismo que calma las conciencias consumistas han creado una imagen colectiva de África y sus gobernantes, y por ende a los y las africanas, como de caso perdido y sin remedio mientras vemos documentales de fauna africana y se vota a programas políticos que ponen a quienes buscan una oportunidad de tener una vida que no tienen en África y a veces hasta prestando atención cuando hay hambruna o masacres, calmando así la conciencia y seguir ignorando la realidad que nos rodea.

 

Martin Meredith, escritor, biógrafo y periodista, profundo conocedor de la historia y realidad africanas y autor de la primera gran biografía de Nelson Mandela. Ha trabajado como corresponsal en África para periódicos como The Observer y el Sunday Times. También ha trabajado como investigador para la Universidad de St. Antony, Oxford, localidad junto a la que reside actualmente. Se le reconoce internacionalmente como uno de los mayores expertos en historia africana y en el estudio de los problemas endémicos del continente.

Datos sacados de la contraportada y actualizados al año de edición. Y sin más, unas breves reseñas que os inciten a su apasionante lectura:
 

Una nueva era para África...

El periodo que siguió a la II Guerra Mundial trajo consigo frustración e inquietud tanto para África como para otras partes del mundo. Las élites africanas adoptaron la Carta del Atlántico como una especie de incentivo oficial para exigir derechos políticos, pero, con todo, encontraron obstáculos. Los exmilitares que regresaban a casa con ideas y conocimientos nuevos, amplia experiencia y elevadas aspiraciones para el futuro, muchos de los cuales creían que se habían ganado el derecho a exigir alguna cuota de participación en sus propios países, encontraron pocas oportunidades. En las ciudades había una oleada de descontento debido al desempleo, los altos precios, la precariedad de la vivienda, los salarios bajos y la escasez de bienes de consumo.”
 

Egipto...
A finales de 1954, tras librar una larga lucha en el seno del Ejército, Nasser se alzó con el control del gobierno, destituyó a Neguib y se abrió camino para gobernar como presidente bajo una nueva Constitución que le otorgaba enormes poderes. En un referéndum en el que fue el único candidato obtuvo el 99,8% de los votos. Para asegurarse el fin de cualquier vestigio de oposición, hizo uso de unas fuerzas de seguridad y un servicio de inteligencia cada vez más represivos. En 1955 había más de 3.000 presos políticos en las cárceles y campos de concentración. Se volvió cada vez más ambicioso y estaba decidido a modernizar Egipto mediante la industrialización y a convertirlo en una potencia regional. Su proyecto de mayor envergadura era construir una nueva presa en Asuán que regulase el flujo del Nilo a lo largo del año, rescatase un millón de acres de tierra, ofreciese agua para el riego y generase electricidad. Con 3.600 metros de longitud, la presa alta de Asuán iba a ser uno de los proyectos de ingeniería más importantes del mundo. Para asegurar el éxito de su empresa, Nasser necesitaba fondos y conocimientos extranjeros. En las fases iniciales se sintió animado al percibir señales que indicaban que tanto Estados Unidos como Gran Bretaña apoyarían el proyecto.”

 

Lumumba…

Los funcionarios de la ONU en Leopoldville, sabedores de lo peligrosa que era la situación de Lumumba, le advirtieron de que sólo podían ofrecerle protección si permanecía en su residencia de la capital. Sin embargo, en noviembre, poco después de que la Asamblea General de la ONU cediese ante las presiones de Estados Unidos y accediese a reconocer la Administración de Kasa-Vubu, Lumumba decidió trasladarse a su principal base política, Stanleyville, para instaurar allí un régimen opositor. `Si muero, tant pis´, le dijo a su amigo Anicet Kashamura, `El Congo necesita mártires´. La noche del 27 de noviembre, durante una tormenta tropical, Lumumba abandonó su residencia, agazapado en la parte trasera de un Chevrolet en el que sus sirvientes regresaban a casa. De no haber sido por su insistencia en detenerse a lo largo del camino para arengar a los lugareños cada vez que se le presentaba la oportunidad, habría llegado a Stanleyville sano y salvo. Sin embargo, el 1 de diciembre fue detenido en la provincia de Kasai, a la mitad de camino. Las tropas de la ONU le negaron su protección y fue duramente golpeado, enviado de vuelta a Leopoldville y entregado al Ejército. Según un informe del exministro Cléophas Kamitatu, cuando Lumumba fue llevado a la residencia de Mobutu, en el campamento de la brigada paracaidista de Binza, Mobutu `escudriño a Lumumba con aspecto malévolo, le escupió en la cara y le dijo: ¡Bien! Juraste que me arrancarías el pellejo, ahora tu pellejo está en mis manos.´”.
 

Guinea Ecuatorial...
Guinea Ecuatorial solamente disfrutó de 145 días de independencia antes de verse sumida en una pesadilla de brutalidad y coacción que se prolongó durante 11 años. Era una excolonia española que comprendía la provincia continental de Río Muni y la isla principal de Fernando Poo (Bioko), y que había logrado la independencia en octubre de 1968 bajo un inestable gobierno de coalición presidido por Francisco Macías Nguema. Ngema, político con escasa formación y poca capacidad intelectual, había conseguido ascender en el escalafón gracias al apoyo de los administradores españoles, que consideraban que podía transformarse en un colaborador digno de confianza dispuesto a hacer cumplir sus deseos. Había suspendido los exámenes de acceso a la carrera de funcionario y para obtener la categoría de emancipado en tres ocasiones, y si logró aprobar en el cuarto intento fue gracias al favoritismo de los españoles. En 1960, bajo los auspicios de los españoles, había sido nombrado alcalde del distrito de Mongomo situado al este de Río Muni, y se le otorgó un escaño en el pequeño Parlamento de Fernando Poo. Sin embargo, mientras los españoles preparaban su carrera para ocupar un cargo político, Nguema abrigaba un gran resentimiento hacia ellos y un intenso odio hacia la cultura extranjera y los `intelectuales´ en general. Una vez en el poder se desbocó.”

 

Los 80´s...

El declive económico de África durante la década de 1980 fue tan pronunciado que dicho periodo pasó a conocerse como `la década perdida´. Uno tras otro, los países vieron caer en picado su nivel de vida. A mediados de la década de 1980 la mayoría de los africanos eran igual de pobres o más de lo que lo habían sido en la época de la independencia. Asolados por las deudas, una Administración ineficaz y el desplome de las rentas públicas, los gobiernos africanos ya no podían mantener unos servicios públicos adecuados. Las carreteras, los ferrocarriles y el suministro de agua, electricidad y teléfono se deterioraron; las escuelas, universidades y hospitales carecían de fondos; las instalaciones científicas y las oficinas de estadística fueron las primeras en caer. La capacidad de acción de los gobiernos disminuía rápidamente a todos los niveles. El drástico descenso de los sueldos de la Administración pública acabó con la poca moralidad, honradez y eficacia que quedaba entre los funcionarios.”
 

Breves gotas de muestra en el mar de un libro que se devora de un tirón pese a ser algo tocho pero donde el autor nos conduce de la mano de las vicisitudes de un continente que siempre despierta sueños y esperanzas en Occidente, las mismas de las que carecen la mayoría de la población africana y que las empeñan en viajes de travesía mortal ante nuestra total indiferencia, que no es tal pero que asumimos como un mal de nuestro tiempo. Sólo el apoyo internacional a la educación, salud y medios de prosperidad dentro del mercado global, una vez pase esta fiebre de mercantilismo denodado con caducos nacionalismos que no conducen a nada, tal vez entonces África se pueda sumar al sueño consumista, democrático y capitalista, más que nada porque el socialismo revolucionario les llevó a ninguna parte.

Imprescindible.

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jueves, 22 de noviembre de 2018

 

Libro: Tesla
-El genio al que le robaron la luz-

Autor: Margaret Cheney
Editorial: Turner Publicaciones S. L.
Traducción: Gregorio Cantera
Edición: 2009
 

La propuesta de hoy es un viaje a una biografía sobre el que sea posiblemente la persona más influyente en nuestra vida cotidiana, encender una luz, estar conectados con nuestros semejantes y todo lo que conlleva nuestro bienestar que tenga que ver con la electricidad. Pero un viaje también a una época apasionante del capitalismo moderno como es el nacimiento de las compañías eléctricas y todo el negocio e intereses alrededor de las patentes, una época que alumbró la figura del inventor que buscaba aplicaciones para la nueva rama de la ciencia que era la electricidad: Nikola Tesla.

 

Con un estilo narrativo delicioso, la autora nos lleva de la mano del periplo vital de un hombre con una mente privilegiada, o quizás con una tara cerebral, que le hacía distinto del resto de semejantes y le hacía destacar en el gremio de los inventores. Renunció al dinero confiado en que sus siguientes inventos le harían millonario, con un sentido de la mercadotecnia vanguardista y pionero pero que por circunstancias de su época fue un personaje rival de otro inventor y genio como era Edison. Ahora su figura vive un reconocimiento y una difusión gracias a los nuevos medios de comunicación, de los que también fue pionero con sus inventos, y encontramos en este título una forma de profundizar en la personalidad, vida y obra de un inventor que cambió el mundo y cambió nuestras vidas...

 

Margaret Cheney es una escritora norteamericana, nacida en Oregón en 1921 y que ha destacado como biógrafa de gran versatilidad y poco más puedo contaros de sacar datos de una parca contraportada, sólo citar que la presente obra data de 1981 y sin duda si buceáis en Internet encontrareis la fuente para saciar vuestra curiosidad.

 

Y sin más, unas breves reseñas que os inciten a conocer la apasionante biografía de Nikola Tesla:


 

Orígenes...

Nikola Tesla nació a las doce en punto de la noche del 9 al 10 de julio de 1856, en el pueblo de Smiljan, provincia de Lika, Croacia, una región situada entre el macizo de Velebit y la ribera oriental del Adriático. Vino al mundo en una casa pequeña, adosada a la parroquia ortodoxa serbia que atendía su padre, el reverendo Milutin Tesla, quien, en ocasiones, escribió artículos bajo el pseudónimo de `El hombre justo´. Tanto desde un punto de vista étnico como religioso, ningún otro país de la Europa oriental era tan diverso como la Yugoslavia de entonces. En Croacia, los serbios Tesla pertenecían a la minoría racial y religiosa de una de las provincias del imperio austro-húngaro de los Habsburgo, cuyos habitantes sobrellevaban como mejor podían su férreo régimen político.”
 

Un nuevo campo para la ciencia...
La ingeniería eléctrica ofrecía un campo abonado para cualquier emprendedor afín a la ciencia o a los inventos, y no sólo por las compensaciones económicas. También había que tener en cuenta la atracción y los peligros, que representaban una frontera casi inexplorada. La Universidad de Cornell y el Columbia College figuraban entre las pocas instituciones académicas que se jactaban de contar con magníficos departamentos de ingeniería eléctrica. Aparte de gigantes como Edison, Joseph Henry y Elihu Thomson, pocos eran los especialistas estadounidenses en este campo. De ahí que los empresarios del país no dudasen en contratar a profesionales llegados del extranjero, como Tesla, Michael Pupin, Charles Proteus Steinmetz, Batchelor y Fritz Lowenstein, por citar unos pocos.”
 
Corriente continua contra corriente alterna...

Aparte de la virulenta campaña que orquestó en periódicos, folletos y boca a boca, Edison puso en marcha las reuniones de los sábados, sólo aptas para informadores de buen temple: allí presenciaban cómo los aterrados perros y gatos, que los niños habían retirado de la circulación, eran arrastrados hasta una placa de metal unida por unos cables a un generador de una corriente alterna de mil voltios. A veces, el propio Batchelor le echó una mano en tales experimentos, cuyo objetivo era denunciar los peligros de la corriente alterna. En una ocasión, cuando trataba de sujetar a un perrito que se le escapaba, recibió una fuerte descarga, que después describiría como `un espantoso recuerdo de que el cuerpo y el alma se iban cada uno por su lado[...], la sensación de haber recibido un descomunal tajo que había estremecido todas las fibras de mi cuerpo´. Pero la matanza de animales continuó.”
 

Inventor y pionero de la radio...

"Para escuchar las ondas continuas que llegaban al receptor, en las primeras transmisiones Tesla hubo de recurrir a conexiones eléctricas oscilatorias. Años después, aparecería el detector de cristal, que recibía señales enviadas por transmisores de chispa, mecanismo que adoptó la radio convencional hasta que el mayor Edwin H. Armstrong inventó el circuito regenerativo o de retroalimentación, que llevó la radio a la era del sonido amplificado. Más adelante, Armstrong idearía el circuito heterodino de frecuencia constante, presente en todos los receptores modernos de radio y de radar. Para ponerlo a punto, Armstrong, que había estudiado con el profesor Michael Pupin en la Universidad de Columbia, se inspiró en las conferencias de Tesla. Sin embargo, más adelante, y por indicación de Pupin al parecer, se decantó del lado de Marconi, durante la larga y encarnizada pelea que éste libró con Tesla a cuenta de las patentes radiofónicas.”
 

Ideas de un genio...

Como era habitual, los comentarios de Tesla para la prensa pecaban de sensacionalistas. Pero, también como siempre, sus investigaciones no iban desencaminadas. Había puesto los cimientos de una nueva ciencia, que dio en llamar `telegeodinámica´, con la que esperaba obtener importantes resultados. Asimismo, observó que los mismos principios de la vibración eran aplicables a la detección de objetos muy alejados, como submarinos o barcos. Dado que sabemos cuál es la constante de la Tierra, gracias a las vibraciones mecánicas, confiaba en ser capaz de localizar depósitos de mineral y campos petrolíferos: un atisbo de las actuales técnicas de prospección que se aplican a las capas subterráneas de la corteza terrestre. Tesla estaba de acuerdo con una teoría apuntada por O´Neill, a saber, que disponer de una batería de giroscopios en una región de elevado riesgo sísmico podría transmitir ondas de choque a la Tierra a intervalos perfectamente pautados, que entrarían en resonancia con los estratos más débiles, disminuyendo la presión sobre la corteza terrestre antes de que se produjesen cataclismos de consideración. En la actualidad, los estudiosos de la sismología contemplan estas técnicas con interés renovado.”
 

Vislumbrando el futuro...

"Y si no inventó la televisión, no por eso dejó de imaginársela. Cuatro años antes, Johnson le había propuesto una forma de ganar dinero: inventar el modo de retransmitir los partidos de fútbol de forma que pudieran verse en cada hogar al tiempo que se disputaban en el estadio. `Todavía confío en que llegaré a ser multimillonario sin verme obligado a participar en el mundo del espectáculo´ -replicó el inventor-, para añadir que `su mejor idea´en aquel momento consistía en disponer de `nueve máquinas voladoras, dotadas de alas, pero sin hélices, que se desplazasen a setecientos kilómetros o más, tomasen negativos, revelasen la fotografías y tuvieran lista la película al aterrizar... El paso siguiente consistiría en un invento al que llevo dándole vueltas desde hace menos de veinte años, que confío en llevar a buen puerto: me refiero a la televisión, la posibilidad de ver lo que sucede a distancia gracias a un cable...´. Pero lo cierto es que luego se olvidó del asunto.”
 

El rayo de la muerte...

Puntualizaba, en cualquier caso, que su invento nada tenía que ver con un rayo mortífero; con la distancia, los rayos tienden a desdibujarse. `Mi ingenio lo mismo proyecta partículas relativamente grandes que microscópicas, lo que nos permite concentrar en un punto preciso situado a gran distancia hasta billones de veces más energía que la que puedan llevar otros haces: miles de caballos de fuerza podrán transmitirse por un corredor del grosor de un cabello, que sería imposible detener. Tan extraordinaria característica permitirá, entre otras cosas, alcanzar resultados en televisión como nunca antes habíamos soñado, puesto que no habrá prácticamente limites a la intensidad de la luz, el tamaño de la imagen o la distancia de proyección´. No se trataba de radiación, sino de un haz de partículas cargadas. Casi medio siglo después, las dos naciones más poderosas del mundo estaban metidas de lleno en una carrera para perfeccionar este tipo de armas.”
 

Historia apasionante de una mente prodigiosa que nos lleva a los inicios del mundo electrificado que nos ha traído al presente digital. Interesante biografía gracias a la maestría de la autora que nos mete de lleno en la época y resulta fascinante estar leyendo y que de repente te pares a pensar en todo lo que se desarrolló y evolucionó y si el genio de Tesla llegó a imaginar las implicaciones de sus inventos, denostado en su época y que vive actualmente una recuperación de su memoria pero también la aplicación civil y militar de sus inventos y teorías. Para amantes de la ciencia y de las biografías pero también para quienes gustan de viajar en el tiempo para comprender el presente y el futuro que anhelamos. Ideal para regalar a la suegra que se perderá entre conceptos y teorías pero que pondrá cara de felicidad como corresponde a todo regalo navideño, aunque sabemos que no pasó de la introducción...

 

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viernes, 2 de noviembre de 2018

 

Libro: Iván el Terrible

Autor: Benson Bobrick
Editorial: Ediciones Martínez Roca, S. A.
Traducción: Jordi Fibla
 

A veces, buscando un título que trate sobre un tema, lo escoges pero algo te da mala espina. Me ha ocurrido con el libro que os propongo hoy donde además de saciar la curiosidad por un personaje histórico me temía que sólo quedara en una crónica de atrocidades y crueldad, pero me encontré con una deliciosa obra que se devora y se lee casi de un tirón ya que trata de la fragua donde se forjó el carácter de Rusia como nación: una crónica de Moscovia y del monarca que creó el alma rusa.

 

Porque Rusia siempre ha desconcertado y fascinado al observador extranjero desde el siglo XVI hasta hoy en día donde damos por hecho que las formas y maneras de gobernar son herencias de la URSS, pero en realidad todo data de Iván IV, con el sobrenombre del Terrible. Pero como zar supo aunar la corte bizantina y la mogola en su boato, el protocolo de la corte aunando religión y nacionalismo, forjando leyendas que se convirtieron en mitos, que daban forma a la tercera Roma tras Bizancio. Un destino para crear Rusia con eternos problemas fronterizos y de relación con otras naciones. Una historia de la Europa del este que siempre se ve como ajena en el lado occidental, como si Rusia fuera europea pero en la lejanía y con grandes diferencias en la forma de gobierno...

 

Benson Bobrick, poeta y erudito de origen ruso, se doctoró en literatura en la Universidad de Columbia. Es autor de numerosos libros de historia, entre los que destaca Iván el Terrible, que mereció el honor de ser seleccionado como `libro más importante´ por el History Book Club de Estados Unidos.

 

Datos sacados de la contraportada y actualizados al año de edición, y sin más verborrea, unas breves reseñas que os inciten a su apasionante lectura...

 

 
Moscú...

En su origen, la ciudad de Moscú era un villorrio en un recodo del río Moscova. Nunca se ha sabido el origen de ese nombre, aunque para el moscovita del siglo XVI, para quien la historia bíblica y la rusa estaban entrelazadas, estaba relacionado con `nuestro antepasado Mosoc, hijo de Jafet, nieto de Noé´. Las excavaciones arqueológicas revelan que en ese lugar existió algún tipo de asentamiento ya en el neolítico, pero el nombre de Moscú no aparece en las crónicas hasta 1447, época en la que es una población fronteriza entre Súzdal y Ryazán. En 1156, el príncipe se Súzdal, Yuri Dolgoruki, sedujo a una princesa que, aunque casada, le correspondió apasionadamente porque `lo hacía todo conforme a sus deseos´. Cuando el marido protestó, Yuri lo mató y confiscó sus posesiones. Al año siguiente rodeó la propiedad con una empalizada.”
 

Creciendo entre boyardos...
Iván vivía entre extraños en un mundo dividido. Oficialmente, como gran príncipe, `jugaba un papel principal en el esplendor de la corte y las ceremonias eclesiásticas, se sentaba con solemnidad en el trono cuando recibía a los embajadores extranjeros y aparentemente era respetado y adulado´. Pero cuando no estaba a la vista del público, como él mismo diría más adelante, no cuidaban de él, le vestían y alimentaban de un modo inadecuado, le sometían a otras muchas vejaciones y a veces le trataban `como a un mendigo´. Jamás olvidaría las humillaciones que sufrió, que dramatizaba repetidamente en sus cartas y sus oraciones, y cuanto más exageraba la idea de su propia realeza, más ultrajantes le parecían, retrospectivamente, aquellas transgresiones. No sólo `no estaba en posesión de mi voluntad -escribió-, sino que todo lo que experimentaba era impropio de mis tiernos años´.”

 

Primer juicio político en Rusia...

En mayo juzgaron a Máximo y le condenaron por los errores gramaticales en sus traducciones litúrgicas, basándose en que eran adulteraciones heréticas del texto. También le condenaron por el mero hecho de haber intentado la traducción -la misión para la que le habían reclutado-, porque ello implicaba que la traducción original era defectuosa, aun cuando `nuestros santos oraron de acuerdo con esos libros y se salvaron´. También le denunciaron de manera similar porque `nuestros mártires santificados no se opusieron a ella´. Máximo, incapaz de rechazar tales acusaciones, fue sentenciado a cadena perpetua en el monasterio de Volokolamsk, donde le torturaron cruelmente, le encadenaron, le negaron libros y material de escritura y le hicieron compartir su celda con un informador del gobierno.”
 

Livonia...
Sin embargo, la realidad entre bastidores era distinta. Para empezar, las intrigas livonias de Iván no daban resultado. En el otoño de 1563, estableció contacto con cierto conde Artz, que controlaba los castillos que Segismundo había pignorado a Johan en su préstamo. Tanto Erik como Segismundo los reclamaban, pero Artz ofreció su venta al zar y el 8 de noviembre de 1563, confirmó el trato. Los polacos, que no estaban dispuestos a tolerar su pérdida, capturaron a Artz, le llevaron a Riga y le descuartizaron en público con ganchos de hierro. Ninguno de los castillos cayó en manos de Iván, quien, decepcionado, planeó su venganza. En enero de 1564, una vez concluidas las negociaciones con los polacos y, según la tradición, con un intercambio de insultos y exigencias imposibles, tropas rusas procedentes de Polotsk y Smolesnsk convergieron por el sur en Minsk, pero un regimiento sufrió una emboscada cerca de Vitebsk y, empujado al sur, hacia Chasniki, fue exterminado a orillas del río Ula. Las unidades que marchaban a su encuentro fueron aniquiladas cerca de Orsha.”
 
El saqueo de Novgorod…

Al emprender su infame venganza, Iván se preocupó ante todo de ocultar perfectamente sus intenciones. En Moscú nadie sabía dónde estaba. Ni siquiera el jefe de la tropa que le precedía conocía sus intenciones: cada mañana, Iván le daba un mapa en el que señalaba el lugar de acampada del día siguiente, con la advertencia de mantenerla en secreto y no elegir otro lugar bajo ninguna circunstancia. La expedición se acercó a la capital dando un amplio rodeo y, usando unos métodos que pronto emplearía para hacer cumplir la cuarentena en tiempos de epidemia, los soldados mataban de inmediato a todo caminante con el que tropezaban, para evitar que se anunciara su avance.”
 

Eliminando a su hijo y heredero...
Un zar hacía lo que tenía que hacer. `ten presente el recuerdo de Constantino...´. El zarevich tenía, pues, tres factores mortales en su contra: su esposa, su popularidad entre el pueblo y su evidente competencia para reinar y su carácter rebelde. Es de suponer que en sus exabruptos Iván decía a su hijo que no comprendía en absoluto cuáles eran los intereses estratégicos de Rusia, o que ni siquiera sabía elegir una consorte adecuada. El 14 de noviembre, cuando tropezó con Elena `sentada en un banco, en una cálida habitación´, ataviada sin recato (cosa impropia de una zarina) con una simple camisa, le dijo que no sabía vestirse y la golpeó violentamente. El zarevich intervino; Iván alzó su bastón con contera de hierro y le clavó la punta en un costado de la cabeza. Algunos dicen que Boris Gudonov estaba presente y que, al intentar frenar a Iván, éste le arrojó brutalmente a un lado.”

 

El fin del zar de Rusia...

Hacia enero de 1584, empezó a mostrar signos de putrefacción interna, una `dolorosa hinchazón del escroto -según Horsey-, con el que había causado las más horribles ofensas, pues se jactaba de haber desflorado a mil vírgenes´. Cada día le llevaban de un lado a otro en una silla de manos y a menudo permanecía en la cámara de su tesoro fabuloso, atormentado porque tendría que dejar atrás todo aquello. Apresuradamente, se dispuso el envío a Moscú de sesenta brujas de Laponia y cada día Bogdan Belski les consultaba y transmitía sus predicciones al zar. Belski no se atrevía a decírselo todo al zar, pues las brujas acordaron unánimemente que `los signos de las constelaciones y los planetas más fuertes del cielo estaban contra el emperador´ y predijeron de forma categórica la muerte de éste para el 18 de marzo. Belski les advirtió que sería mejor para ellas que no se equivocaran.”
 

Fascinante crónica para conocer la desconocida historia rusa y un zar que dejó una impronta indeleble, para bien y para mal, que perdura en la historia moderna y del siglo XX, como si Rusia estuviera condenada a sufrir con sus gobernantes, obsesionada con la seguridad de sus fronteras y aplicar a la política tácticas que abarcan desde el asesinato a la crueldad en los métodos. Es inevitable pensar qué hubiera hecho Iván el terrible de disponer de material radiactivo o de una cadena televisiva con difusión planetaria...

Posiblemente lo mismo que Putin, quién sabe.

 

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jueves, 25 de octubre de 2018

 

Libro: Los últimos españoles de Mauthausen

Autor: Carlos Hernández
Editorial: Ediciones B, S. A.
Edición: Febrero 2015
 

La propuesta de hoy es volver a rendir homenaje a los grandes olvidados en las crónicas de la II Guerra Mundial que son los hombres y mujeres que tras el final de la Guerra Civil siguieron combatiendo ya fuera encuadrados en las fuerzas aliadas o bien en las tropas nazis. De la División Azul ya hemos traído obras en otras ocasiones y hoy toca a quienes padecieron el sistema nazi de campos de exterminio, unas veces por ser simplemente refugiados que fueron encuadrados en los batallones de trabajo del ejército francés y fueron capturados tras la retirada de Dunkerque y posteriormente encuadrados en las fuerzas de resistencia francesas a la ocupación alemana...
 
En ambos casos tanto las autoridades franquistas como el propio Franco fueron conocedores del destino de sus compatriotas y no hicieron nada, esto incluía a los judíos sefarditas. Tras la victoria aliada vendría la decepción de ver que la dictadura era aceptada por los vencedores y sus historias y hazañas sepultadas en un olvido interesado que pervive en la sociedad española y europea en general hasta el día de hoy.
 
Carlos Hernández de Miguel es periodista y experto en comunicación empresarial y política. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, inició su carrera profesional en Antena 3 Televisión como cronista parlamentario en el Congreso de los Diputados. Posteriormente ejerció de corresponsal de guerra en diversos conflictos internacionales, como Kosovo, Palestina, Afganistán o Irak. En los últimos años ha ocupado los puestos de redactor jefe del semanario La Clave, director de comunicación del PSOE y asesor de imagen en diversas empresas. Ha obtenido el premio Víctor de la Serna al mejor periodista del año 2003 y el Otega y Gasset de periodismo otorgado a los enviados especiales a Irak como mejor cobertura informativa del año 2003.

Datos abundantes sacados como es casi norma de la contraportada y actualizados al año de edición, pero sin más, unas breves reseñas que os inciten a su apasionante lectura:
 

La II República...

¿Me preguntas por qué luché a favor de la República? Anda que vaya cojones que tienes tú también, mira que preguntarme eso. Pues luché por ella porque era lo mejor que habíamos tenido hasta ese momento en España. ¿Tú sabes lo que era trabajar de sol a sol en los campos de Córdoba con ese calor y por un salario de miseria? Yo empecé a segar trigo con 16 años, era casi un niño. Cuando llegó la República aprobó una ley implantando la jornada laboral de ocho horas. ¿Tú sabes lo que supuso eso para mí? Tenía tiempo para descansar. Yo que era un semianalfabeto comencé a estudiar porque tenía unas horas libres para poder hacerlo. La República hacía las cosas como se tenían que hacer y por eso nos la quitaron tan pronto. Para mí, para todos nosotros, defender la República era defender la libertad de los trabajadores.”
 

Refugiados indeseables...
Los propios refugiados españoles eran conscientes del miedo irracional que llegaron a levantar entre la gente. Cristóbal Soriano no podía creer lo que escuchaba mientras era trasladado de un campo de refugiados a otro, escoltado por gendarmes franceses: `En esa zona de Francia se habla catalán y yo les entendía todo lo que decían. Cuando íbamos a pasar, le decían a los más pequeños que se escondieran porque venía la gente que se comía a los niños´. Los domingos, los campos se veían rodeados por decenas de curiosos que se acercaban para ver a los `monstruos españoles´. Ramiro Santisteban percibió la evolución que se fue produciendo entre los habitantes de las poblaciones más próximas. Poco a poco, se dieron cuenta de que tras las alambradas no había demonios con cuernos y rabo, ni bestias despiadadas, sino personas normales y corrientes que vivían una situación desesperada: `El campo de Vernet estaba situado a lo largo de una carretera nacional. Los domingos se llenaba de gente que se acercaba a vernos como si fuéramos unos bichos raros. Nos miraban con mucha curiosidad. Algunos nos lanzaban paquetes de tabaco por encima de las alambradas. Los gendarmes no querían que lo hicieran, así que se ponían a gritar. Pero cuanto más gritaban, más tabaco y comida nos echaban. La gente se portaba bien´.”

 

Los stalags, antesala del infierno de Mauthausen…

La imagen que guardan los supervivientes de su paso por los stalags se ha idealizado considerablemente, debido al criminal trato al que fueron sometidos más tarde en Mauthausen...
(…) En Trier, Amadeo Sinca fue víctima y testigo de constantes vejaciones: `El capítulo de humillaciones fue reservado para los españoles, o por lo menos nosotros así lo consideramos. Uno de mis mejores amigos, primitivo, fue sorprendido mientras defecaba en un bosquecillo próximo. El guardia, con un bastón que llevaba, le azotó varias veces. Después le hizo recoger los excrementos con las dos manos y se los hizo pasear por el campo. Tras media hora de paseo le acompañó a uno de los recipientes y le hizo vaciar su maloliente contenido. Más tarde le llevó a una de las barberías del stalag donde le hizo cortar el cabello en la mitad del cráneo, así como afeitar media cara y medio bigote.´”
 

Mauthausen...
El final de la cuarentena suponía el traslado de los prisioneros al campo I o recinto interior. Era el momento en que ingresaban realmente en la maquinaria de exterminación y explotación mediante el trabajo esclavo que era Mauthausen. Sólo un puñado de SS entraba diariamente en el campo I. Los oficiales y soldados alemanes despreciaban a los prisioneros, a los que consideraban sucios animales portadores de todo tipo de enfermedades. Por ello, el sistema de seguridad de los campos estaba pensado para reducir al mínimo el contacto entre los guardianes y la masa de `infrahombres´. La vigilancia se realizaba desde la altura que proporcionaban las torres que salpicaban la muralla, mientras que el mantenimiento del orden y la disciplina en el recinto interior se dejaban en manos de un selecto grupo de prisioneros: los kapos. Estos `presos con galones´ tenían una estructura muy jerarquizada en cuya cúspide se encontraba el lagerältester o responsable de todo el campo. Bajo sus órdenes estaban los blockältester que, con la colaboración de varios ayudantes, imponían su ley en la barraca que tenían a su cargo. Cada barracón de madera (block) estaba dividido en dos partes simétricas llamadas stube separadas por una sala central que albergaba los lavabos y las letrinas. El stube tenía una gran zona diáfana en la que apiñaban las literas de tres pisos para los prisioneros y una pequeña dependencia separada donde se alojaban los kapos.”
 
Experimentos con cobayas humanas...

Mención destacada merecen los experimentos realizados por los SS de Mauthausen relacionados con la alimentación de los prisioneros...
(…) El informe estadounidense revela que Podhala y el resto de los médicos prisioneros tuvieron constancia de cuatro grandes experimentos de este tipo: `(El primero) fue ordenado por el doctor Schenk de la Universidad de Berlín. Se usaron 150 prisioneros y se trajo un laboratorio especial desde la capital alemana. Podhala dedujo, por las características del equipo, que el objetivo era determinar los niveles de diversas sustancias en la sangre, incluyendo vitaminas B y C. Podhala estima que el 70% de las víctimas usadas para estos experimentos murieron. Entre el 1 de diciembre de 1943 y el 31 de julio de 1944 se realizaron los siguientes experimentos relacionados con la nutrición: ration (a) 150 conejillos de Indias humanos de los que murieron 76; ration (b) 110 conejillos de Indias humanos de los que murieron 75; ration (c) 110 conejillos de Indias humanos de los que murieron 45´.”
 

Ensayos de exterminio...

"En esa época (1941) los oficiales de Mauthausen llevaban ya meses utilizando otro método para eliminar a los prisioneros. Se trataba de un camión herméticamente sellado, una verdadera cámara de gas móvil que recibía el nombre en clave de `unidad fantasma´. El camión hacía el recorrido entre Gusen y Hartheim, conducido por oficiales de las SS, e incluso en algunas ocasiones por el propio comandante del campo, Franz Ziereis. Cuando los prisioneros se encontraban encerrados en la parte trasera, se conectaba a ella la salida del tubo de escape para que el monóxido de carbono hiciera su trabajo. Cuando el camión fantasma llegaba a su destino no quedaba ni un solo pasajero con vida. Sus cadáveres eran quemados en los hornos de Mauthausen, de Gusen o del propio castillo de Hartheim. También hubo españoles, como el almeriense José Cortés García, que fueron víctimas de este sádico procedimiento de exterminación.”
 

Sin hogar al que ir tras la liberación...

Los prisioneros liberados se encontraban por fin con la oportunidad de volver a sus casas. Poco a poco, todos comenzaron a ser reclamados por los gobiernos de sus naciones de origen. Los republicanos, sin embargo, no tenían a dónde ir. El triángulo azul con la `S´en el centro, que algunos seguían luciendo en sus uniformes rayados, simbolizaba a la perfección la situación en la que se encontraban. Eran españoles sin patria o, mejor dicho, con una patria que seguía en manos de uno de los principales aliados de Hitler. La mayoría de ellos llevaba nueve años luchando, primero contra el fascismo en los campos de batalla y luego contra la muerte en las entrañas del sistema represivo nazi. En este largo tiempo, las calles y plazas en las que se encontraban sus hogares en Barcelona, Madrid, Córdoba o Murcia, habían dejado de existir; destruidas por la guerra o rebautizadas con los nombres de los militares golpistas.”
 

Libro de obligada lectura, debería serlo al igual que otros títulos referidos a la epopeya de los hombres y mujeres que bajo distintas banderas, ideales y motivaciones formaron parte de los contingentes combatientes que mientras en el extranjero son recordados, en España cayeron el el olvido sus historias, unos lo fueron porque eran rojos y más tarde porque los otros eran fascistas, pero en 2018 lo que encontramos es el testimonio de españoles y españolas combatientes. En este caso el horror de entrar en el sistema nazi de exterminio y olvidados por las autoridades. Ahora que el neo fascismo y el neo comunismo ganan terreno electoral amenazando la democracia o hay nacionalismos periféricos que se atrincheran en la superioridad patriótica,
 es un buen momento para recordar lo que las dictaduras de dichas ideologías hicieron con aquellos y aquellas que eran declarados enemigos del Estado por no pensar igual, por el color de su piel, por su credo religioso e incluso por tener una minusvalía...

Hay que perdonar, pero no se puede olvidar a nadie, fueran del bando que fueran, con sus luces y sus sombras como fue la trágica época en que les tocó vivir, combatir, sufrir y morir...
Obligada y necesaria lectura.

 

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jueves, 27 de septiembre de 2018

 

Libro: Los Rothschild

-Historia de una dinastía-

Autor: Herbert Lottman
Editorial: Tusquets Editores,S. A.
Traducción: Roser Berdagué
Edición: Junio 1996
 

La propuesta de hoy es un libro que nos muestra una saga familiar y un apellido sinónimo de riqueza y poder. También es un fresco sobre el antisemitismo que flota a lo largo de las peripecias de una saga de banqueros que mediante los lazos familiares forjaron el mundo capitalista, preludio del capitalismo consumista que vivimos en la actualidad. De forma ágil pero sustanciosa, el autor nos traslada a los orígenes y desarrollo de la rama francesa a través de una Francia donde se respeta el apellido pero a la vez es objeto de los ataques antisemitas y, tal vez, purgatorio de la dinastía al ser convertidos en símbolo de un judaísmo explotador y casi expoliador de la república francesa que tenía eco en toda Europa pese a su filantropía y mecenazgo de las artes francesas y acabaría siendo realidad en el holocausto llevado a cabo por los nazis...

 

Herbert Lottman nació en Nueva York en 1927. Vive en París (datos del año de edición) desde 1956, donde sigue siendo corresponsal de importancia en medios periodísticos y culturales de Estados Unidos. Es autor de célebres biografías, ya clásicas hoy en día como las de Gustave Flaubert, Albert Camus o Pétain y Colette. Las biografías escritas por Herbert Lottman constituyen todo un acontecimiento en el mundo entero cuando aparecen publicadas. No sólo porque elige cuidadosamente sus personajes, sino porque, al situarlos en un contexto histórico más amplio, investigado y analizado con meticulosidad, acaban convirtiéndose en libros de referencia para lectores curiosos y especialistas. Para trazar esta historia de toda una dinastía que hace Historia, Lottman ha buceado en archivos inéditos y en correspondencias privadas jamás consultadas hasta ahora.

Datos sacados de la contraportada y sin más verborrea unas breves reseñas que os inciten a su apasionante lectura:
 

Inicios...
Para entender un poco los inicios de la fabulosa familia Rothschild convendrá recordar la enorme importancia que tiene encontrarse en el sitio adecuado en el momento adecuado: Mayer Amschel Rothschild estuvo en tales circunstancias. También es importante saber apreciar la función de un individuo que, en su cargo de judío de la corte, fue indistintamente promovido y humillado, se le despreció por serlo y se le halagó y solicitó por lo que podía proporcionar. Dado que en la Europa anterior a la Revolución no se permitía a los judíos ser propietarios de tierras ni hacer uso de ellas, éstos se dedicaron a operar con `dinero´, a cambiarlo o a prestarlo, y a comerciar con metales preciosos. Cuando se reconoció que podían ser de utilidad a los príncipes, se transformaron en proveedores de la corte y se dedicaron a administrar los negocios de su señor ( y a veces sus propiedades). Eran pocas las familias reinantes de la Europa posterior al feudalismo que no tuvieran a un prestamista judío entre sus acólitos. No es de extrañar, pues, que los judíos estuvieran preparados para abrirse camino en la era de la banca cuando se produjo el advenimiento de la misma, junto con otra minoría a menudo despreciada, los protestantes.”

 

Un nuevo negocio: el ferrocarril...
En 1835 -año en que Fourier vio a James como rey de los judíos- Francia se encontraba muy atrasada respecto a Gran Bretaña en el desarrollo de los transportes por ferrocarril, y las líneas existentes sólo se utilizaban para el transporte del carbón. Pero entonces los soñadores empezaron a soñar. Cabe suponer que los hermanos Péreire – el corredor de Bolsa Emile y el publicista saint-simoniano Isaac- fueron los agentes motores del primer proyecto concreto de una línea de trenes destinadas a pasajeros. Se trataba de una línea que tendría una considerable notoriedad, ya que conectaría la capital de Francia con la cercana población de Saint-Germain-en-laye. Probablemente alentado por sus hermanos Nathan y Salomon, ambos ya involucrados en líneas férreas de sus respectivos territorios, James pasó a ser inversor de la línea que estaba en proyecto, en tanto que Emile Péreire se convertiría en director de la misma.”

 

Rivales de los Pereire...
La guerra de los ferrocarriles se extendió a Austria, a Suiza y a los Estados italianos, todavía por unificar. Eran los mismos adversarios que participaban en la lucha por el dominio de las emisiones de bonos del gobierno. En un determinado momento, tanto James como su hijo mayor, Alphonse, se lanzaron a la palestra, cada uno empeñado por su cuenta en prevalecer sobre el conde Camillo de Cavour, ministro de Hacienda, y después primer ministro del Reino de Cerdeña y principal artífice de la reunificación italiana. Fue una batalla que ganaron los Rothschild, al parecer porque convencieron a Cavour de que el sistema que ellos empleaban les permitía mayor libertad de acción. Pero era verdad también que Cavour se aprovechó de la enemistad inveterada de los banqueros franceses para conseguir las mejores condiciones posibles para el préstamo estatal.”

 

Antisemitismo...
Los Rothschild de Francia eran un objetivo importantísimo. De hecho, ya eran carne de mito. Los archivos policiales nos dan una idea de su popularidad, ya que en el cuartel general de París se iban engrosando al tiempo que difundiendo los rumores centrados en Alphonse. Se decía, por ejemplo, que planeaba la restauración de la monarquía, lo que significaba la dinastía de Orleans, personificada en Philippe, conde de París. Un informador habló, por ejemplo, de un manuscrito que circulaba por todas partes y cuyo autor era el fundador de L´Anti-sémitique. Insistiendo en que el libro decía la verdad, el agente de policía aseguraba que Alphonse de Rothschild había dejado embarazada a una muchacha y que después había faltado a la promesa de casarse con ella. Debido al hecho, la chica se había suicidado, por lo que Alphonse ingresó a la niña en la escuela judía y, cuando ésta cumplió los doce años, la abandonó. Más adelante se hizo prostituta y Alphonse fue su primer cliente.”

 

Relevo generacional...
Aconsejado por su juicioso tío Edmond y por Gustave, socio cada día más silencioso, que murió en 1911 a la edad de ochenta y un años, el prudente sucesor de Alphonse proseguiría. Como no podía ser de otra manera, la tradicional política de paz de los Rothschild siempre que respetase los intereses nacionales de Francia. Por aquel entonces ya no importaba tanto lo que pensasen o hiciesen los Rothschild, debido a que su poder ya no era decisivo. Cuando los préstamos a los gobiernos extranjeros eran el negocio principal de la banca y ellos lo dominaban, los gobernantes extranjeros hacían caso del consejo de Rothschild. En épocas pasadas incluso habían impedido guerras, aunque era evidente que no evitarían la Gran Guerra pese a operar en bancos situados en ambos bandos de la contienda.”

 

Vínculos con los judíos de Palestina...
Es muy posible que la personalidad de Edouard fuera más fuerte que su físico., ya que era famoso en el mercado de valores. Un administrador del banco diría más adelante que su prestigio superaba en mucho la importancia de sus actividades de la época. Ahora compartía el poder con Robert, ya que a mediados de la década de los veinte el hijo de Gustave se convirtió en un socio cada vez más activo a medida que declinaba la actividad de su tío Edmond. Pero si la ceguera casi total que padecía el anciano lo mantenía apartado de los negocios, no por ello dejaba de dedicarse a sus buenas obras en Palestina, donde Edmond tenía ahora en su hijo James, ya entrado en la cuarentena, a un delegado plenamente entregado. Debían instalarse nuevas colonias, nuevos centros de investigación y desarrollo, no comprometidos como los antiguos en la ideología de la colonización, sino en su aplicación práctica.”

 

Refugiándose del nazismo y el holocausto...
Nueva York se había convertido en el centro de reunión de todos los Rothschild esquilmados. Además, habían sido esquilmados doblemente, ya que muchos de los bienes que habían conseguido sacar de Francia estaban ahora congelados para evitar que los alemanes se apoderasen de ellos. Hasta Vichy ejercía un embargo preventivo sobre dichas posesiones, ya que la incautación de los bienes que habían pertenecido a los Rothschild se había transformado ahora en ley en el Estado de Pétain, y estados Unidos seguía manteniendo un embajador en Vichy. Los Rothschild se encontraban en el Nuevo Mundo como peces fuera del agua, en parte a causa de su persistente renuencia a hacer negocios de cierta consideración en el país. Por fin decidieron contratar a un joven holandés, Peter Fleck, para que los ayudase a organizar un secretariado que coordinase sus intentos de recuperar sus bienes bloqueados. Entre otras cosas, eran propietarios de un pequeño banco en la Amsterdam ocupada, que tenía unas reservas de oro en Estados Unidos; Fleck se las arregló para conseguir el dinero.”

 

Mitterrand y la nacionalización de la banca...
Al volver la vista atrás, Guy de Rothschild atribuyó las nacionalizaciones de 1981 a `la enfermedad de la izquierda´que padecía el país. Sin duda que, desde el punto de vista estrictamente económico, tenía poco sentido atacar a los Rothschild -`¡era un banco tan pequeño, contaba tan poco!´-. Concretamente, el informe anual de 1980 de la Banque Rothschild -el año que precedió a la victoria socialista- revelaba bien a las claras lo mal que iban las cosas. El contexto internacional era desfavorable y, aunque Francia destacaba en el mundo industrializado, los signos que se atisbaban eran ominosos: un déficit comercial creciente, un producto nacional per cápita decreciente. El banco presentaba escasa expansión, ya que pesaban sobre él las severas restricciones que se habían impuesto al crédito. Sin embargo, el movimiento bruto del grupo había subido de los novecientos veinticinco millones de francos en 1979 a mil trescientos millones (equivalentes aproximadamente a dos mil seiscientos millones de francos de 1996), dos tercios de los cuales procedían del banco propiamente dicho, movidos a través de la Banque Rothschild y sus afiliados, Compagnie Européene de Banque, Discount Bank y Nord Financier. El banco que hacía de buque insignia informé de depósitos superiores a tres mil cuatrocientos millones de francos (unos seis mil ochocientos en 1996), lo que lo situaba en el puesto número diez entre los bancos de depósito de Francia. Como observaría Guy de Rothschild más adelante, todavía quedaba mucho por hacer, aunque sólo fuera para superar los efectos de la peor crisis económica que había vivido Francia en cuarenta años.”

 

El presente en 1996...
La generación actual de los Rothschild no se hace ilusiones con respecto a su situación en la lista de gigantes financieros, a la que prácticamente no pertenecen. Es evidente que, si se compara el banco actual con lo que fue su antecesor del siglo XIX, hay que admitir que su influencia es menor y que los triunfos que puede exhibir son más modestos. Pero, considerándolo todo, incluidos los traumas y la desolación desencadenados por la era de Hitler -por no considerar, además, otras cuestiones-, no puede negarse que han sido afortunados´. En conjunto, incluyendo al primo Edmond y sus logros globales, sobre todo gracias a las crecientes alianzas del banco de París con N. M. Rothschild de Londres, la familia continúa poseyendo un considerable y creciente poder.”

 

Apasionante obra sobre la dinastía bancaria por excelencia cuya historia abarca dos siglos de desarrollo de la banca y paradigma de la laboriosidad del pueblo judío en Europa donde nunca se acabó de aceptar su prominencia en las finanzas así como un repaso a la historia del mundo industrializado que conformó nuestro presente, ahora que la Unión Europea democrática vuelve a ser atacada por los nacionalismos, la xenofobia y el racismo que conlleva el nuevo neofascismo que cada vez encuentra más simpatizantes entre el electorado aprovechando la crisis económica y las brechas sociales que provoca donde también abreva el neocomunismo, ambos extremos con el afán común de enterrar los valores que nos han traído paz y prosperidad en todos los ámbitos y que se resume en una palabra: democracia.

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sábado, 25 de agosto de 2018

 

Libro: Tempestad sobre Vietnam

Autor: José Miguel Romaña Arteaga
Editorial: Inédita Editores, S. L.
Edición: Septiembre 2005
 

La propuesta de hoy es un viaje al conflicto que marcó a toda una época y donde, dentro del contexto de la Guerra Fría, los EEUU hicieron una guerra no declarada a Vietnam del Norte para detener el expansionismo del comunismo por el Vietnam del Sur y en consecuencia según la teoría del dominó el resto países del sudeste asiático. Una guerra asimétrica entre una superpotencia y un país en vías de desarrollo con la URSS y China prestando apoyo y en menor medida el resto de países bajo la órbita soviética. Socialmente fue una guerra que marcó a toda una generación y propició cambios y convulsiones que despertaron a la ciudadanía de los EEUU del sueño de la defensa de la democracia como destino en lo universal que justificaba bombardear a un desconocido país y que jóvenes estadounidense dieran su vida por defender este ideal...

 

Y es que tenemos imágenes iconográficas del conflicto con escaramuzas en la jungla, helicópteros transportando tropas o la imagen de las bombas siendo arrojadas y la explosiones consiguientes, pero el verdadero martirio se cometía arriba del paralelo 17 sometiendo a Vietnam del Norte a una campaña de bombardeos masivos durante diez años. Una demostración de poderío aéreo y naval de EEUU donde se comprobó de manera trágica que la guerra no declarada no era la guerra convencional para la que preparaba el Pentágono, era una guerra de guerrillas en tierra y una guerra muy limitada en sus objetivos aéreos que propició un alto número de derribos así como de tripulaciones capturadas. Asistimos a la guerra tecnológica con el nacimiento de las bombas inteligentes y la lucha entre las defensas guiadas por radar de los norvietnamitas y las contramedidas electrónicas por parte de los pilotos mientras el mundo clamaba por el cese de tal castigo y en tierra las bajas norteamericanas aumentaban cada día.

 

Es la guerra aérea la protagonista de la obra si bien el autor logra en un estilo ágil y de periodismo de investigación mostrarnos sin desviarse del tema principal las vicisitudes de la guerra terrestre y las implicaciones políticas y sociales consecuencia de la guerra en general y las campañas de bombardeos en particular. Poco os puedo decir del autor salvo que es autor especializado en temas bélicos y revistas de España y Latinoamérica durante tres décadas. Nada que añadir porque es de las contraportadas más rácana en datos del autor que nos hemos encontrado...

Pero sin más tribulaciones, unas breves reseñas que os inciten a su apasionante lectura:
 

Francia pierde la colonia de Indochina...
La ansiada paz llegó para Francia con la Conferencia de Ginebra, al día siguiente de producirse el humillante desastre de Dièn Bièn Phu (7 de mayo de 1954). No obstante, Estados Unidos nunca se mostró dispuesto a aceptar el acuerdo con los comunistas. Su inmediata respuesta fue la creación, en septiembre de ese mismo año, de la SEATO Organización del Tratado del Sureste de Asia-, Una línea de repliegue estratégico que aseguraba de facto su presencia militar en la región abandonada a toda prisa por los franceses. Los acuerdos establecidos por la Declaración Final de la Conferencia de Ginebra establecían una línea provisional de demarcación y una zona desmilitarizada en ese paralelo 17. El objetivo básico que se perseguía era agrupar, al norte y al sur de ella, a las tropas del denominado Ejército Popular -Viêt Minh- y las franco-vietnamitas, respectivamente. Quedaba prohibido introducir nuevo armamento, personal militar, municiones y también la creación de más bases en cualquier zona de Vietnam.”
 
1963: El presidente Kennedy toma cartas en el asunto de Vietnam del Sur...
Varios miles de estudiantes acabarían uniendo su protesta a los budistas en un interminable `rosario´ de manifestaciones que se extendieron hasta septiembre de 1963. Con la Universidad de Saigón cerrada a cal y canto, lo mismo que los colegios de segunda enseñanza de la capital, Diem mandó arrestar a cuatro mil universitarios a pesar de que entre ellos figuraban los hijos e hijas de los funcionarios gubernamentales y los jefes de su Ejército. Ante la gravedad que adquirió semejante agitación popular, John F. Kennedy se vio en la ineludible obligación moral de comentar en público sobre Vietnam del Sur que `en los últimos dos meses el Gobierno había perdido el contacto con el pueblo´. La falta de comprensión de este político norteamericano hacia los problemas internos survietnamitas resultaba verdaderamente patética en un hombre de su teórica preparación, dado que Ngô Dinh Diem jamás mantenía contactos con sus compatriotas -fuera de un reducido círculo de colaboradores-, y su `apariencia democrática´ no podía ocultar por más tiempo la cruda realidad.”
 
Defensa aérea norvietnamita (DCA)...
Los jets enemigos llegaban siempre a velocidad supersónica y el primer estallido de la densa CDA solía suponer el único aviso propio a recibir, a no ser que el sistema de sirenas de alarma funcionase bien al estar en constante línea de comunicación con las estaciones de radar y los vigilantes visuales provistos de potentes anteojos. En las poblaciones industriales, la red de refugios proporcionaba la seguridad deseada a los miles de obreros que trabajaban en los talleres. De éstos salían trincheras en zig-zag, cubiertas de ladrillos para protección de la cabeza, gracias a las cuales era posible llegar más seguro a los refugios reforzados del campo, lejos d ella zona bombardeada. Por doquier se veían refugios individuales, los cilindros de hormigón armado que se han mencionado en el anterior capítulo. Fabricados en la RDVN y con el fondo cerrado para impedir la entrada de agua, resistían perfectamente la onda expansiva provocada por cualquier proyectil, salvo en casos de impacto directo.”
 
Los SAM entran en juego...
El primer aviso de los SAM llegó para la Armada estadounidense el 16 de julio de 1965, cuando los aviones embarcados estaban bombardeando la planta de explosivos de Liang Chia, situada a 88 kilómetros de Hanoi. Además de soportar un gran fuego antiaéreo de cañones automáticos, en esta ocasión los pilotos navales se enfrentaron a la vez con una respuesta masiva por parte de esos misiles superficie-aire, aunque no sufrieron bajas. La principal contribución del Surface-to-Air- Missile diseñado en la URSS en la defensa antiaérea norvietnamita hay que buscarla en que forzó a los aviones enemigos a volar mucho más bajo de lo programado con anterioridad, exponiéndose así al intensísimo fuego de la DCA por el cada vez mayor número de cañones, ametralladoras y fusiles apuntando a su fuselaje y alas. En cuanto a las armas pequeñas de fuego, es muy importante resaltar que su empleo resultó devastador toda vez que, según cálculos aproximados, hasta el 70 por ciento de los derribos aéreos sobre Vietnam del Norte son obra suya.”
 
Duelo entre los F-4 Phantom y los MiG...
Dentro de la guerra vietnamita, el Departamento de Defensa de EEUU descubrió que los nuevos F-4 Phantom II, esos `monstruos´ computerizados de más de veinte toneladas de peso en el momento del despegue, tenían ante sí el singular reto presentado por unos ágiles cazas MiG dotados de cañones automáticos internos. En el caso del MiG-17F, era un tipo de avión oficialmente considerado `obsoleto´hasta en la propia URSS; pero he aquí que aún resultaba muy apto para hacer trepadas más rápidas y efectuar virajes bastante cerrados, adquiriendo de ese modo una notable ventaja. Todavía había otra más para los pilotos norvietnamitas -aunque siempre se sospechó que en la FAPV sirvieron aviadores soviéticos, igual que ocurrió dentro de la Fuerza Aérea de Egipto-, como consecuencia directa de las rígidas reglas impuestas por la Casa Blanca. Según ordenó ésta, no se les permitía a los aviadores estadounidenses lanzar un ataque hasta que los jets de caza contrarios no se aproximaban a una distancia de identificación. Así, los misiles aire-aire más sofisticados perdían parte de su letal eficacia."
 
Nixon y sus propuestas de paz...
Llegó el 7 de octubre de 1970 y Nixon presentó su nuevo plan de paz para Indochina, alegando contar con el apoyo completo de los gobernantes de Saigón, Phnom Penh y Vientiane, el cual constaba de cinco puntos que la delegación estadounidense en París puso enseguida sobre la mesa negociadora. El presidente de la única superpotencia occidental proponía, de entrada, un cese del fuego con el mantenimiento de las posiciones militares, sin condiciones previas. Se trataba así de silenciar las armas bajo rigurosa supervisión de observadores internacionales, y también por las partes en conflicto. Tal como el inquilino de la Casa Blanca afirmó, si Hanoi aceptaba esta propuesta podía haber una retirada total de las fuerzas norteamericanas de Vietnam del Sur en un año como mínimo. Con la opinión pública estadounidense mayoritariamente favorable a la citada iniciativa del sucesor de Lyndon B. Johnson, el Kremlin señaló, en su réplica oficial, que esa proposición en realidad no contenía nada nuevo.”

 

Linebaker II...
Radio Hanoi indicó -28 de diciembre de 1972- que partes de la capital `han sido borradas de la faz de la tierra´. La emisora estatal precisó también que, para entonces, las pérdidas aéreas enemigas ascendían a 72 unidades, correspondiendo 31 de ellas a los B-52. En esa misma fecha, los ataques aéreos siguieron su curso con casi total impunidad y hasta la conclusión de <Linebaker II>. En sí, iban a ocasionar, a la RDVN, más daños estratégicos que en los ocho años anteriores, dada su extraordinaria concentración territorial. En Hanoi, quedaron literalmente arrasados edificios vitales, tal como el hospital de Bac Mai, siguiendo idéntico destino la línea férrea de Gia Lam. Varias centrales eléctricas estaban fuera de servicio, dejando casi el 80 por ciento de la potencia instalada sin ninguna respuesta efectiva. Además, en el puerto de Haiphong ardieron veinte depósitos de 195.000 litros de petróleo. Los estadounidenses habían demostrado su capacidad real para provocar daños devastadores y muy selectivos, empleando como nunca su material aéreo `quirúrgico´.”
 
Lectura apasionante para amantes de las hazañas bélicas, de los aviones y curiosos de los entresijos de la historia que han conformado nuestro mundo actual. Un brillante ejemplo de literatura de guerra en el ámbito de las letras hispanas y a la altura de la mejor tradición anglosajona a la hora de narrar historias de las guerras. También para ver la potencia de EEUU en la época que libraba una costosa guerra aérea en aparatos y tripulaciones a la vez que libraba la Guerra Fría y preparaba el programa espacial Apolo. Ideal para leer bajo la sombrilla en la playa y la piscina, de la mesita de noche en noches de insomnio veraniego y no apto para regalar a la suegra que lo tirará o usará de soporte para la pata de la mesa que siempre cojea por no comprar una nueva, la muy roñosa...

 

 

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lunes, 30 de julio de 2018

 

Libro: Biografía del poder

-Caudillos de la Revolución mexicana (1910-1940)

Autor: Enrique Krauze
Editorial: Tusquets Editores S. A.
Edición: Julio 1997

Hace pocas lunas que se han celebrado elecciones en México y llamaba la atención que al ser preguntados los y las votantes sobre su candidato, se eligiera al que resultó ganador porque era el menos corrupto. Es por ello buen momento para visitar el escenario y los protagonistas de la revolución mexicana, eclipsada por la rusa pero llegó a decirse de México que era la segunda república soviética. Una revolución donde sus protagonistas o bien fueron muertos a tiros o bien llegaron a la silla presidencial, cada protagonista con sus ideas y maneras de llevarlas a cabo, pero todos ellos reclamando tierra para los mexicanos, soberanía sobre sus recursos naturales y un intento de educación socialista que desterrara la ignorancia de las clases humildes e indígenas...
 

Enrique Krauze nació en la ciudad de México en 1947. Invitado por Octavio Paz a incorporarse a la célebre revista Vuelta, durante cinco años trabajó en ella como secretario de redacción y, desde 1981, como subdirector. Entre su dilatada obra como historiador, ensayista y biógrafo, destacan Caudillos culturales en la Revolución mexicana y Por una democracia sin adjetivos. Actualmente es director de la editorial Clio, especializada en series culturales de televisión y libros de historia.

Datos sacados de la contraportada y actualizados al año de edición, y sin más unas breves reseñas que os inciten a su apasionante lectura:
 

Revolución...
La Revolución -así con mayúscula, como mito de renovación histórica- ha perdido el prestigio de sus mejores tiempos: nació en 1789, alcanzó su cenit en 1917 y murió en 1989. Pero hubo un país que conservó intacta la mitología revolucionaria a todo lo largo de los siglos XIX y XX: México. Cada ciudad del país y casi cada pueblo tienen al menos una calle que conmemora la Revolución. La palabra se usa todavía con una carga de positividad casi religiosa, como sinónimo de progreso social. Lo bueno es revolucionario, lo revolucionario es bueno. El origen remoto de este prestigio está, por supuesto, en la Independencia: México nació, literalmente, de la revolución encabezada por el primer gran caudillo, el cura Hidalgo. Pero la consolidación definitiva del mito advino con la Revolución mexicana.”

 

Francisco I. Madero...

Francisco podía `hacer mucho bien´ a los pobres `curándolos´ con sonambulismo, magnetismo y homeopatía. El espiritismo constituía una `poderosa palanca´ para evitar que tanta gente sufriera `los tormentos del hambre y del frío´. Sin dilación, Francisco intensifica entonces su cruzada caritativa, invariablemente acompañada de la prevención de consultar al `espíritu´ en solicitud no sólo de consejos específicos sobre la pertinencia de una cura o una medicina, sino de orientación sobre la veracidad de los sufrimientos y peticiones de los pobres que lo acosan como a un hombre-maná. El celoso `espíritu´ de Raúl perfila en el alma de Francisco una ética del desprendimiento fundada en su culpa.”
 

Zapata...
A partir de ese instante la revolución zapatista es la historia de una guerra sin cuartel `contra todo y contra todos´, como decía su caudillo: `Revoluciones van, revoluciones vendrán´, solía comentar el mero Jefe; `yo seguiré haciendo la mía´. La rebelión amorfa y dispersa en un principio, se delinea y fortalece con el acoso de los federales. Cada bando tiene su ala radical: el gobierno, en el general Juvencio Robles, que pone en práctica una estrategia de la guerra de los boers: el incendio de pueblos y la `recolonización´ (exilio masivo y forzado); el movimiento zapatista, en el jefe sureño Genovevo de la O, que discurre la macabra voladura de los trenes. En cierto momento, el régimen maderista decide cambiar de táctica. El nuevo jefe de operaciones, Felipe Ángeles, corta de tajo con las prácticas salvajes y se niega a ampliar la guerra a pesar de las voladuras. Piensa que `es justificada la actitud de los zapatistas: desean que el vergel de Morelos no sea para ellos un infierno´. En las ciudades principales hay elecciones y una clara voluntad de legalidad y reforma. Lentamente se abren paso, por la vía civil, las ideas agrarias. Sin armas ni recursos, el zapatismo languidece un poco, abandona temporalmente el estado de Morelos y se refugia en el distrito de Acatlán, Puebla. De aquel repliegue lo saca nuevamente la caída de Madero. Por momentos parece que zapata considera la posibilidad de pactar con Huerta a cambio de una aceptación oficial del Plan de Ayala, pero lo cierto es que el acuerdo entre ambos es imposible.”
 
Pancho Villa...

La vertiente villista del experimento chichuahuense tuvo dos aspectos positivos -el fomento económico y la política de caridad- y dos negativos -corrupción y nepotismo-. Financiado, es verdad, por un déficit excesivo e inflacionario, Silvestre Terrazas promovió fábricas de lana y uniformes, una empacadora de carnes, una constructora de casas populares, caminos, obras hidráulicas... En sus afanes, no olvidaba que los niños y los desamparados eran la verdadera preocupación de su general. De ahí la creación de la Escuela de Artes y Oficios de Chihuahua, otras escuelas primarias, rurales y la Casa de Asilo y Corrección para huérfanos en la Misión de Chinarras. Pero no todo fue miel sobre hojuelas: varios lugartenientes y burócratas se enriquecieron, entre ellos Félix Summerfield, Lázaro de la Garza, el propio Silvestre Terrazas, según varias fuentes y, señaladamente, el hermanito de Villa: Hipólito. John Kenneth Turner -el gran crítico del porfirismo, autor de “México bárbaro”- escribió desilusionado: `Hipólito montó su empacadora de carnes. Se vanagloria de que jamás ha pagado un dólar por materia prima, ni un solo peso a los ferrocarriles por concepto de fletes. Hipólito es también juez especial en las aduanas de Ciudad Juárez... las murmuraciones en las casas de juego le atribuyen depósitos por cuatro millones de dólares en bancos norteamericanos... viste como el duque de Venecia... se llama “emperador de Juárez”´. En abril de 1915, Turner emitía este juicio terrible: `Mi conclusión es que Francisco Villa... es aún Doroteo Arango...alias Pancho Villa el bandido... Villa no ha adquirido ni ideas sociales ni una conciencia social. Su sistema es el mismo de Díaz elevado a la potencia: robo, terror... la teoría de Villa es que el Estado existe para él y sus amigos.”
 

Carranza...
Con el problema obrero, la trayectoria de acercamiento y distancia, de iniciativa legal y freno práctico fue similar aunque más abrupta. Carranza recordaba las reformas a la legislación laboral que iniciara su admirado Bernardo Reyes en pleno porfiriato, y se proponía mejorarlas. El mismo había introducido una ley sobre accidentes de trabajo durante su periodo como gobernador. Una de las primeras decisiones en Veracruz fue modificar la Constitución de 1857 para que su gobierno pudiese legislar sobre el trabajo. Al mismo tiempo integró una Comisión de Legislación Social con cuatro abogados: José Natividad Macías, Luis Manuel Rojas, Félix F. Palavicini y Alfonso Cravioto. La encomienda era estudiar las distintas legislaciones internacionales sobre el trabajo y aclimatarlas a México. Para cumplirla, Macías viaja a Estados Unidos y Europa. A su regreso redactaría un anteproyecto con varias disposiciones modernas: jornada de ocho horas, salario mínimo, establecimiento de juntas de conciliación y arbitraje, confirmación de derechos sindicales, accidentes de trabajo, etc. Aunque el proyecto no alcanza el rango de decreto, servirá de molde inicial del artículo 123 en la nueva Constitución.”
 
Álvaro Obregón...

Para Obregón, según se desprende del manifiesto, no había sino un problema básico en el país: buscando el poder y la riqueza, los caudillos del partido liberal se habían vuelto vehículos de la reacción. Se corría el riesgo de que esos nuevos intereses materiales bloqueasen `los principios avanzados de la lucha, sobre todo el sufragio efectivo´. Peligraban la paz y los logros de la Revolución por `no permitir al país librarse de sus libertadores´. La gran frase corrió como reguero de pólvora, pero el manifiesto iba más lejos. Para liberar al país de sus libertadores, Obregón propone `un camino que rompe con todas las fórmulas y moldes´. Emulando, sin saberlo, a Napoleón III, convoca una suerte de plebiscito nacional en torno a él y se lanza al `tablado político´ por sí mismo y sin compromisos: como un deber y un sacrificio sentidos auténticamente. Al hacerlo no ofrece un programa social, que a fin de cuentas no es sino `prosa rimada´, sino un propósito moral y político: depurar el gobierno y defender la libertad de sufragio. Al referirse al problema económico del país, su interés primordial, como se sigue del texto, es dar garantías y confianza al inversionista extranjero. El manifiesto concluía con un llamado a la ciudadanía para integrar el Gran Partido Liberal.”
 

Plutarco Elías Calles...
Calles comprendió que no podía, en esas circunstancias, aplicar estrictamente la Ley Petrolera: no habría retroactividad. La Corte concede amparo a varias compañías. Coolidge instruye al próximo embajador, Dwight Morrow: `manténganos alejados de una guerra con México´. El 29 de septiembre de 1927 Calles y Coolidge inauguran una línea telefónica directa. A fines de octubre llega Morrow. Sabe bien, porque su amigo el famoso periodista Walter Lippmann se lo ha advertido, que en México no hay bolchevismo. Sus ideas, su táctica y, sobre todo, su actitud serían opuestas a las de Sheffield. Conciliar racional y cortésmente, evitar la prepotencia e identificarse un poco con las gentes y la cultura del país. Astucia y respeto.”
 
Lázaro Cárdenas...

Doscientas mil personas aclamaron al presidente en el Zócalo. Serían legendarias las colas de gente de todas las clases sociales que en Bellas Artes contribuyeron al pago de la deuda con lo poco o mucho que tenían: joyas o guajolotes. Veinte mil estudiantes de la recelosa UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) lo vitorearon. El rector, Luis Chico Goerne, exclamó: `Presidente de mi patria: he aquí el alma y la carne joven de México. Están contigo porque tú estás con el honor´. El presidente tomó la bandera de la universidad y la ondeó con emoción varios minutos. Las compañías petroleras concertarían un amplio y efectivo boicot comercial contra México, que se vio obligado a vender su petróleo a los países del Eje o a idear difíciles operaciones de trueque. No faltaron desde luego los embargos, ni la escasez de refacciones incluso en industrias que nada tenían que ver con el petróleo, ni las campañas de desprestigio, ni los escritores a sueldo que llevaban por el mundo la visión de un `México que robaba lo que se pusiese al alcance de la mano´. Por su parte, el gobierno inglés puso al mexicano una nota denigrante que provocó la suspensión de relaciones. Con el gobierno de Estados Unidos no dejó de haber tensión, pero para Washington los riesgos de un enfrentamiento eran mayores que los posibles beneficios. La entrada de Estados Unidos en la gran guerra finiquitó, de hecho, el conflicto. La actitud de ambos presidentes -Roosevelt y Cárdenas-, tanto como el cuadro internacional, había contribuido al arreglo.”
 

Apasionante libro para conocer el ADN del México moderno que afronta en este inicio de siglo XXI retos tan grandes como los que afrontó la Revolución y sus protagonistas en los inicios del siglo XX. Es un libro que se devora gracias a un estilo ágil y periodista donde se aprecian los distintos matices y puntos en común de hombres que ansiaban lo mismo pero cuyas circunstancias les dotaron de idiosincrasia propia así como a sus acciones políticas. Ideal para lectura de tumbona de piscina o en el balcón, para amantes de la historia y lectores en general. Si se lo regalamos a la suegra puede depararnos momentos de hilaridad para nosotros mismos, por no decir que ración más generosa de sopa boba, cuando ponga cara de alegría creyendo que le regalamos un libro de mariachis...

 

 

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jueves, 28 de junio de 2018

 

Libro: La auténtica Odessa
– La fuga nazi a la Argentina de Perón-
Autor: Uki Goñi

Editorial: Ediciones Paidós Ibérica, S. A.
Traducción: Francisco J. Ramos y Víctor Pozanco
Edición: 2002
 

Si preguntamos al común de los mortales por la Organización Odessa, muy posiblemente le venga a la mente la película y el libro del mismo título que narran una organización para lograr escapar de la justicia aliada, y triunfadora de la Segunda Guerra Mundial, a los gerifaltes miembros de las SS en particular y a los nazis en general. El libro de hoy puede decirse que supera a la ficción por cuanto supone una crónica detallada y documentada del contubernio entre el general Perón, la Iglesia Católica e incluso los mismos aliados para que un gran número de nazis y de sus colaboracionistas europeos encontraran en Argentina un refugio que les evitara la soga de la horca, penas en prisión o caer en manos de los nuevos regímenes comunistas europeos satélites de la URSS que reclamaban su extradición...

 

Estamos en 1948, dos años después del fin de la guerra en Europa. Mientras el mundo se divide en dos bloques liderados por EEUU y la URSS, en la república argentina gobierna un general que busca una tercera vía al comunismo y al capitalismo que esconde en realidad un ideario nazi teñido de connotaciones nacionalistas y religiosas. El Vaticano apoya la fuga de criminales de guerra donde sus pecados son perdonados o ignorados por un Papa que mira con recelo la expansión comunista y no está dispuesto a que gentes de fe católica sean enjuiciados en sus países satélites de Stalin. Pero tras el trasfondo político asoma en Argentina el fantasma del racismo donde se prefiere dar entrada a nazis en fuga y colocarlos en puestos técnicos y empresariales mientras, pese a la postura oficial, se ponen todo tipo de trabas a la entrada de judíos en Argentina. Un trasfondo de ideario nazi en las cúpulas de la oficialidad cuyas reminiscencias las sufrió el país con la dictadura militar de finales de los 70´s y principios de los 80´s: el exterminio sin piedad del contrario y los miles de desaparecidos en dicha dictadura.
 
Uki Goñi nació en 1953 y se educó en Estados Unidos, Argentina e Irlanda. Desde 1975, vive en Buenos Aires. Ha colaborado en diversos medios estadounidenses, argentinos y británicos, como Time, The Sunday times, The Guardian, Clarín, Página/12 y La Nación.

 

Datos, parcos, de la contraportada y actualizados al año de edición, y sin más, unas breves reseñas que os inciten a su emocionante y estremecedora lectura:
 
Odessa: ¿Ficción o realidad?

pero ninguno de estos exóticos relatos ha alimentado la imaginación colectiva tan intensamente como la novela Odessa, del autor británico de best-sellers Frederick Forsyth. El libro relata las actividades de un grupo de ex- miembros de las SS unidos en una organización secreta llamada Odessa ( Organisation der jehemaligen SS-Angehörigen) cuyo objetivo no era sólo rescatar a sus camaradas de la justicia de la posguerra, sino fundar un IV Reich capaz de hacer realidad los sueños que Hitler no logró ver cumplidos. Gracias a una exhaustiva investigación, y a su propia experiencia como corresponsal de la agencia Reuter en los primeros años de la década de 1960, Forsyth escribió una novela que no sólo resultaba verosímil, sino que contenía muchos datos auténticos. Desde su publicación hace treinta años, la existencia de una `auténtica´ Odessa ha sido ardientemente defendida por algunos periodistas, y desestimada por muchos académicos.”
 

Fascinados por el nazismo en Alemania...
Una compleja cosmovisión política y religiosa había permitido a los líderes argentinos fascinarse con el sangriento régimen nazi. Desde 1930 el país había siso gobernado por una sucesión de dictadores militares y presidentes elegidos de manera fraudulenta, bajo las cuales una sociedad que antaño había sido avanzada y bastante liberal había adoptado un rumbo más destructivo. Estos regímenes corruptos trataban de legitimarse resucitando una supuesta antigua alianza hispánica de `la Cruz y la Espada´. Se subrayaban los vínculos de raza, fe y lengua con España y con la dictadura del general Franco. Algunos de aquellos fanáticos incluso querían anular la guerra de independencia argentina e importar a un regente español para que gobernara un reconstruido Virreinato del Río de la Plata. Los mandos militares nacionalistas más poderosos del país y los dignatarios de la Iglesia soñaban con transformar Argentina de una república secular en una `nación católica´ hispánica que pudiera actuar como contrapeso de su `materialista´pariente del norte, los Estados Unidos `anglosajones´.”
 
Antisemitismo argentino...

Una variante de antisemitismo peculiarmente argentina formaba parte también de esta mezcla. Según esta visión, el régimen nazi de Alemania constituía en realidad una herramienta de la Voluntad Divina. `El hitlerismo es, por paradoja, la antesala del cristianismo´, escribió el padre Julio Meinvielle en 1940. Este sacerdote era la luz y guía del nacionalismo católico en Argentina. España, bajo el régimen del general Franco, estaba haciéndose cristiana, declaraba, añadiendo que `la terrible bota alemana´ aseguraba también la `purificación´de Francia. `Hay que destruir la estructura anticristiana. Ese es precisamente el gran servicio que, sin saberlo y sin quererlo, está prestando el Eje a la Iglesia.”
 

Amparo de Perón...
El rotundo triunfo de Perón en las elecciones presidenciales del 24 de febrero de 1946 preparó el terreno para la masiva evacuación de fugitivos nazis de Europa a Argentina. Mientras se ponía en marcha este tráfico siniestro, Rodolfo Freude tomaba posesión de su despacho en la Casa Rosada, donde se hacía cargo de la División Informaciones y aparentemente también de la recientemente creada Central de Inteligencia del Estado (CIDE). Según un antiguo agente de Freude interrogado durante el golpe militar que expulsaría a Perón del gobierno en 1955, la principal tarea de la oficina de Freude era reunir información sobre las actividades comunistas. Con este fin, se habían colocado agentes secretos en las embajadas argentinas del continente americano y de Europa. El departamento espiaba también a los adversarios internos de Perón, y cada lunes, miércoles y viernes por la tarde informaba al presidente de sus descubrimientos. Un miembro de la oposición afirmaba que la oficina de Freude también tenía la misión de `hostilizar a los judíos y de perturbar los actos de los partidos políticos opositores, con elementos de la organización nazi´.”
 
Colaboración de la Iglesia católica...
En Argentina, los pocos órganos de prensa democráticos cuestionaron claramente el nombramiento de un sacerdote católico, temiendo que éste discriminara a los no católicos. En el Vaticano, sin embargo, la conexión salesiana abría puertas. Desde el primer momento, la DAIE trabajó en estrecha colaboración con la Iglesia Católica de Italia, tanto en el envío de auténticos emigrantes como en el rescate de criminales de guerra. El objetivo declarado de la inmigración de millones de trabajadores europeos no se cumplió nunca. La misión encubierta del sacerdote, en cambio, tuvo más éxito. Los funcionarios de la DAIE que se encargaban de las llegadas en el puerto de Buenos Aires aprendieron pronto a distinguir los caos `especiales´ de nazis del tráfico general de pasajeros. El ex- funcionario de la DAIE José Otero, entrevistado para este libro, recordaría claramente al gran número de `grises´ que entraban a través de canales especiales, desembarcando por separado de los transatlánticos, y que a veces eran recogidos por lanchas antes de que los barcos atracaran.”

 

Adolf Eichmann...
Las evidencias actualmente disponibles muestran que la solicitud de pasaporte de Eichmann en la oficina de la Cruz Roja en Génova, el 1 de junio de 1950, estaba firmada efectivamente por un monje franciscano. Dicho monje era el mismo padre Edoardo Dömöter que, desde su iglesia de san Antonio, en Pegli (Génova), había colaborado con Reinhard Kops antes de que este último partiera hacia Argentina. Dömöter, por su parte, contaba con la ayuda del jefe de Kops, el obispo Hudal, que le proporcionaba los documentos para los nazis en fuga. En agosto de 1949, por ejemplo, Dömöter escribió a Hudal pidiéndole un visado, `no importa a qué nombre´, para `una personalidad alemana digna de ayuda´. Para Hudal fue un placer proporcionárselo. Eichmann pudo pasar ante la Cruz Roja como Ricardo Klement gracias a un documento de identidad italiano, el número 13q, expedido por el municipio de Termeno, en el norte de Italia, el 2 de junio de 1948. otros importantes criminales de guerra, incluyendo a Mengele, obtuvieron también documentos de identidad de Termeno en torno a la misma época.”

 

Libro sobrecogedor basado en el estudio y análisis de una época que se hace visible gracias a documentos rescatados de la hoguera, desclasificados y cotejando datos de fichas de embarque así como testimonios que muestran una época donde el comunismo era un peligro real y una apología del nazismo que ahora suena de otra época pero que, por desgracia sigue vigente: el odio al judío y acabar con la democracia para crear una sociedad uniforme y católica sin importar un pasado genocida. Libro para amantes de la historia y sus entresijos, para el público argentino que se topará con fantasmas de su pasado inmediato y en suma, para descubrir cómo asesinos nazis encontraron refugio en Argentina escabulléndose de la justicia.

Imprescindible.

 

 

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jueves, 14 de junio de 2018

 

Libro: Historia de Sudáfrica

– El primer hombre, la última nación-

Autor: R. W. Johnson
Editorial: DEBATE
Traducción: Jordi Beltrán
Edición: Septiembre de 2005
 

La propuesta de hoy es una mirada al continente africano y más concretamente a Sudáfrica. Un país donde automáticamente viene a la mente la segregación por el color de la piel, del racismo como parte fundamental del Estado donde una minoría blanca se impone mediante leyes a una mayoría de negros: el apartheid.

 

Pero en realidad Sudáfrica, al igual que el resto del continente, para ojos occidentales sólo ha tenido historia a partir de la colonización del hombre blanco cuando en realidad tienen su propia historia pre- colonización, imperios tribales pero que desarrollaron culturas propias e incluso llegaron a dominar amplios territorios y gentes. El acierto del autor y encanto del libro reside en que logra mostrar al lector una historia evolutiva como nación pero donde desde el primer momento el hombre blanco hizo ingeniería social con el fin de contrarrestar el poder de la mayoría. No es una historia simple de racismo que se perpetúa hasta casi finalizar el siglo XX. A partir del siglo XIX se intentó siempre que la mayoría nativa que no fuera de raza blanca no aprovechara su superioridad para lograr poder político. Es también la historia del Congreso Nacional Africano donde las luchas por el poder con otras formaciones que luchaban contra la supremacía blanca y los hechos que sucedieron hacen que se derrumbe el mito de que los males de la población negra eran sólo obra del hombre blanco y que al llegar al poder tras el fin del apartheid demostró que el sistema que pregonaban era inútil y se había derrumbado por otra parte tras el colapso de la URSS...

 

R. W. Johnson (1943) es periodista e historiador especializado en historia política contemporánea e historia de Sudáfrica. Tras estudiar en la Universidad Natal, pasó a Oxford, donde, fue profesor de política en el Magdalen College de 1969 a 1995, año en el que regresó a Sudáfrica en calidad de director de la Fundación Helen Suzman. Es autor de numerosos libros y artículos publicados en la prensa mundial. En la actualidad (2005) es corresponsal del Sunday Times en Ciudad del cabo.
Datos actualizados al año de edición y sin más, unas breves reseñas que os inciten a su fascinante lectura:

 

Sudáfrica...

La historia no se escribe en un vacío, sino que toda historia pertenece a su tiempo. Pero en Sudáfrica la historia misma ha sido siempre escenario de luchas políticas y este efecto se ha visto multiplicado por el hecho de que el país con frecuencia ha parecido un inmenso experimento de ciencia social, un teatro en el cual gran parte del resto del mundo encuentra ecos de sus propias luchas. El efecto afortunado de esto es que da a su historia una importancia que trasciende lo nacional, pero también da pie a algunos malentendidos bastante grandes. Después de 1994 era frecuente encontrarse con negros estadounidenses que habían venido aquí como si esto fuera la tierra prometida: una tierra prometida con autopistas de seis carriles, ordenadores, aviones a reacción y la reconocible cultura de la Coca-Cola, todo ello presidido por Nelson Mandela. Suponían que era el África que buscaban desde hacía mucho tiempo, un lugar muy parecido a Estados Unidos pero donde Martin Luther King se había convertido en presidente. Estas visiones no resistían durante mucho tiempo las cambiantes realidades de Sudáfrica. Porque aunque el mundo parece a menudo verse reflejado en Sudáfrica, este es un lugar con personalidad propia. Un amigo que hace frecuentes viajes a Australia dice siempre al volver que Australia es un país magnífico, pero que, después de Sudáfrica, resulta un poco soso. Es un alivio, según él, volver a la anormalidad.”
 

Un líder zulú...
Las sangrientas pero victoriosas campañas militares de Chaka, su férreo dominio de las comunidades conquistadas, sus virtudes de jefe y su visión, así como la crueldad sin limites con que trataba a sus oponentes, contribuyeron a crear un estado que, al morir él, se extendía desde la bahía de Delagoa hasta Mzimkhulu. En años recientes hemos visto cómo la historiografía africanista hacía un intento concertado de borrar los defectos de Chaka y, en su lugar, concentrarse en su poder sin par y su `grandeza´, del mismo modo que algunos nacionalistas rusos siguen idolatrando a Stalin. La comparación es apropiada porque Chaka gobernó por medio del terror y asesinó a gran número de sus propios súbditos, y no hablemos de sus enemigos. Cuando Chaka fue asesinado por sus dos hermanos y un sirviente de confianza en 1828, la gente no se atrevía a acercarse a su cadáver para celebrar los rituales de costumbre.”

 

El estado pedi…

El estado pedi (sotho del norte) que había surgido en el siglo XVIII, antes que cualquier otro estado africano de la región, sobrevivió al periodo de conflictos y fortaleció su posición bajo Sekwati, que gobernó de 1824 a 1860. logró Sekwati resistió choques con los ndwandwe, con una columna de boers e incluso con merodeadores zulúes y logró extender su poder de los montes Soutpansberg al río Vaal, restaurando el orden, aunque no la paz, en este vasto territorio. El estado de Sekwati se basaba en una supremacía sobre más de cien unidades, cada una de ellas con su propio jefe semiindependiente. Estos jefes controlaban sus propios regimientos de edad pero estaban ligados al linaje de Sekwati por el matrimonio: ninguno podía conservar el poder si no se casaba con un miembro de la familia de Sekwati. Inevitablemente, los sotho del norte se consolidaron alrededor de este centro pedi, al que nadie desafiaba.”
 

Llega el imperio británico...

"Al principio las repúblicas bóers tenían una clara ventaja: sus fuerzas eran como mínimo el doble de la guarnición británica, que ascendía a 15.000 hombres. Además los bóers conocían íntimamente el clima y el terreno, eran excelentes jinetes y magníficos tiradores; de hecho, el joven Winston Churchill quedó atónito al ver cómo los comandos bóers daban en el blanco con sus fusiles mientras cabalgaban al galope. Gracias a la previsión de Kruger, con frecuencia también estaban mejor armados y poseían maravillas de la tecnología militar alemana de la época tales como el fusil Máuser de tiro rápido, pólvora sin humo y artillería de gran alcance. El resultado fue que durante la etapa inicial del conflicto los bóers vencieron en todos los frentes. Las fuerzas de la República Sudafricana y del Estado Libre de Orange penetraban en las Cape Midlans (donde pronto se unieron a ellos afrikáners de El cabo que se habían sublevado en apoyo de su causa), Griqualandia Occidental y Bechuanalandia. Las guarniciones británicas de Kimberley y Mafikeng (Makefing) fueron sitiadas , y en diciembre comandos bóers repelieron varias contraofensivas británicas.”
 

Leyes discriminatorias...

La segregación en las zonas urbanas se completó con la Ley de Reserva de Servicios Separados (1953), que requería que todo lugar utilizado por personas de razas diferentes estuviera dotado de `servicios separados, lavabos, entradas, mostradores, etcétera. La ley especificaba que no era necesario que tales servicios fuesen iguales. En 1957 se aplicaron requisitos parecidos a las entidades culturales, los parques, etcétera. El resultado de estas dos leyes fueron los letreros que decían `sólo blancos´y `no blancos´ que adornaban casi hasta el último rincón de todas las poblaciones. No sólo eran estos letreros insultantes y declaradamente racistas, sino que la segregación en los deportes y la cultura privó a los negros de dos caminos para mejorar su situación que estaban al alcance de sus hermanos incluso en los Estados Unidos de antes de los derechos civiles.”
 

Luchas por el poder...
Para entonces, sin embargo, los defectos del propio UDF ya eran visibles. Sus líderes tenían que consultar de forma constante con el ANC en el exilio y también con Mandela, primero en la isla de Robben y luego, bajo condiciones cada vez más liberales, en las cárceles Víctor Verster y Pollsmoor. Eso aumentó su autoridad, pero también su autoritarismo. Se había convertido de forma creciente en un vehículo que el ANC utilizaba para transmitir sus ideas a las masas sin requerir ni necesitar mucha respuesta verdadera. La represión gubernamental obligaba a los líderes a ocultar sus actividades a escala nacional, y su comunicación con las regiones consistía principalmente en dar instrucciones a los afiliados sin tener que responder ante ellos. Circulaba mucho dinero, pero los afiliados recibían pocos fondos para sus actividades. En vez de ello, el centro empleaba cada vez más `organizadores´. A finales de la década de 1980, disidentes de la organización acusaron a los líderes de ser un `conciliábulo´ preocupado solo por sus propios intereses y pidieron que se formara un frente más amplio.”

 

Esperanzas defraudadas...

Lo que sí hizo de manera muy eficaz la Comisión fue encarnar y expresar una nueva corrección política que todavía ocupa un lugar en el centro de la cultura política de la nueva Sudáfrica. En este clima no estaba bien señalar que los mismos ministros del ANC que hablaban elogiosamente de la reconciliación racial aplicaban de manera simultánea medidas de viejo estilo en el campo del empleo para la discriminación de los blancos, los indios y los coloureds, aunque ahora, una vez abolida la Ley de Inscripción de la Población, no había ninguna definición oficial de lo que constituía la identidad racial. A las minorías raciales se les decía al mismo tiempo que debían tratar de ser africanas y abandonar el eurocentrismo; y también, por supuesto, que no eran africanas, que el nombramiento basado en los méritos era una doctrina reaccionaria y racista y que los empleos y los contratos tenían que ser para los africanos de verdad.”
 

Libro para acercarnos a la historia sudafricana, nada farragoso ni soporífero donde el autor nos lleva de la mano de lo que ha sido y sigue siendo un intento de ingeniería social donde la raza es el elemento motriz al que hay que sumar la enfermedad del SIDA donde durante muchos años las autoridades miraban para otro lado e incluso preferían que se utilizaran inútiles medicinas tribales a fabricar los medicamentos que frenaran su propagación y mejorara la calidad de vida de los enfermos. Libreo para amantes de la historia pero también para descubrir la historia de un continente al que se le ha negado la misma hasta la llegada del colonialismo y donde en ocasiones el fin del mismo no ha significado la realización de las ansias y esperanzas de la ciudadanía de los países del continente negro...

 

 

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jueves, 31 de mayo de 2018

 

Libro: Recuerdos de un soldado

Autor: General Guderian
Editorial: Inédita Editores S. L.
Traducción: Luis Pumarola Alaiz
Edición: Julio 2007
 

La propuesta de hoy son las memorias de uno de los protagonistas de la II Guerra Mundial en el teatro europeo además de teórico de la doctrina de los tanques como fuerza ofensiva e independiente del resto de las armas que daría lugar a la creación de las unidades acorazadas que tuvo la demostración con la llamada guerra relámpago donde unidades acorazadas con apoyo de la aviación desbarataron las defensas y planes aliados en 1940, doctrinas plenamente vigentes hoy en día.

 

Memorias publicadas por primera vez en 1952 y por tanto con recuerdos frescos de la guerra pero donde el autor se centra en los aspectos militares constituyendo una delicia de libro para amantes de tácticas y estrategias que se apoyan con croquis de las operaciones que se detallan. Memorias de un oficial de la vieja escuela prusiana donde palabras como lealtad, juramento y patriotismo formaban parte del credo de la oficialidad que tras la derrota en 1918 asistió a las asfixiantes condiciones del Tratado de Versalles y encontraron en el nacionalismo hitleriano una recuperación del honor perdido y recuperar la fortaleza militar de Alemania. Hay que comprender la mentalidad prusiana y la época para entender el enfoque del general donde el holocausto sólo ocupa un par de frases dentro de un párrafo y que a ojos de hoy sea difícilmente entendible que se antepusiera el juramento de lealtad a intentar desbancar del poder un Hitler que presentaba síntomas de deterioro físico y mental además de ser un nefasto líder militar con sus delirantes órdenes operativas que padecieron las tropas desperdiciando las mismas y con irreales supuestos de producción de armas que llevaron al hundimiento final, hundimiento que la oficialidad y generalato cercano a Hitler veían venir pero donde no hicieron nada en base al juramento de lealtad al Führer…

 

Heinz Guderian nació en 1888 en Schwangau, cerca de Füssen. Hijo de un oficial, salió de la Escuela de Cadetes en 1907 y entró en la Academia Militar de Berlín. Durante la Primera Guerra Mundial sirvió como oficial de transmisiones y de estado mayor. En 1922 fue trasladado al cuerpo de transportes y se especializó en el estudio de los camiones blindados y luego de los carros de combate, convirtiéndose en un gran técnico y teórico en la materia. Desde 1929 preconizó la creación de un arma blindada independiente que utilizase los carros de combate en masa. En 1935 obtuvo de Hitler la autorización para crear tres divisiones de tanques (Panzerdivisionen). De sus experiencias y teorías saldrían dos libros en los que desarrolla sus teorías sobre la cooperación entre los carros y las demás armas. En 1938 fue nombrado inspector de las tropas rápidas, lo que le sirvió para imbuir de sus teorías al alto mando alemán. Estuvo al mando del XIX Cuerpo Panzer durante la invasión de Polonia en 1939 y luego del 2º Grupo Panzer en Francia, Yugoslavia y Rusia (1940-1941). Fue apartado del mando por el OKW tras el fracaso ante Moscú en diciembre de 1941. En 1943, Hitler lo volvió a llamar y le nombró inspector de las fuerzas acorazadas, y en julio de 1944 pasó a ocupar el cargo de jefe del Estado Mayor del Ejército, mando que ocupó hasta marzo de 1945. Prisionero de los aliados, fue liberado muy pronto, retirándose a Baviera donde se dedicaría a la redacción de sus memorias Recuerdos de un soldado. Falleció en 1954.

 

Datos sacados de la contraportada y sin más rollo, unas breves reseñas que os inciten a su lectura:

 

Memorias...

El destino ha hecho que mi generación participara en dos guerras mundiales que han terminado con la derrota de mi patria. Es ésta una suerte dura; y nosotros, soldados veteranos, sentimos, en lo más profundo, el dolor y las tristezas de nuestro pueblo. Durante largos años, los combatientes de las últimas guerras se han mantenido callados con gran esfuerzo. O permanecían prisioneros o tenían otros motivos para adoptar una actitud reservada. Entre nuestros recientes enemigos, los victoriosos, se han publicado numerosos libros sobre la Segunda Guerra Mundial. En parte, son recuerdos personales, en parte valiosas obras de Historia. Al apaciguarse ahora las más violentas sacudidas del hundimiento parece llegado el momento de mostrar también el lado alemán, lo que está grabado a fuego profundamente en la memoria de los supervivientes. Nuestros archivos auténticamente fieles a la Historia serán, en consecuencia, muy difíciles de encontrar. Por lo tanto, me parece importante poder ofrecer las memorias basadas en recuerdos personales de los combatientes de aquel tiempo, aunque sólo hayan participado parcialmente en los acontecimientos y prevalezca, en ellos también, la forma subjetiva.”
 

Una nueva concepción de arma...
Estaba claro para nosotros en 1929 que en el porvenir debía ser posible organizar el empleo de carros de combate como arma de la decisión operativa. La forma de organización podía ser solamente la División acorazada y más tarde el Cuerpo de Carros de combate. Ahora podían llevarse las cosas al extremo de hacer patente, a las demás armas y al Jefe del Alto Mando del Ejército, que nuestro camino era correcto. Esto era difícil, porque ninguno de los jefes de automóviles, una tropa de reserva, confiaba en sus fuerzas para producir fructíferos resultados en el aspecto táctico y aún menos en la nueva concepción estratégica. Las viejas armas, sobre todo la Infantería y la Caballería, manteníanse como las armas principales. La Infantería seguía llamándose la `Reina del campo de batalla´. Puesto que en el ejército de cien mil hombres estaban prohibidos los carros de combate, ninguno de nosotros había oído elogiar este medio de ataque y nuestros simulados carros de hojalata causaban tan poca impresión en los guerreros veteranos de la Primera Guerra Mundial que se nos compadecía y no se nos tomaba en serio. Se hallaban muy inclinados a considerarlos como arma auxiliar de la Infantería; pero no se sentían predispuestos a reconocerla como arma principal.”

 

Guerra relámpago sobre Francia...

El ataque de mis carros de combate debía comenzar el día 10 de junio a las 6 h. 30'. Estuve allí puntualmente y puse en movimiento al batallón de la 1ª Brigada de tiradores que hasta entonces había permanecido a retaguardia. En la línea avanzada de infantería me sorprendió ser reconocido y hechas las oportunas averiguaciones resultó que me encontraba entre el Regimiento 55, originario de Wurzburg, cuyos oficiales y suboficiales me conocían del tiempo que fui jefe de la 2ª División acorazada, en aquella hermosa ciudad, hoy, por desgracia, completamente destruida. El saludo fue cordial. El ataque de la infantería y de los carros comenzó al mismo tiempo y con igual confianza. Sin solución de continuidad consiguió llegar por Avançon y Tagnon a Neuflize en el Retourne. Los carros apenas encontraron resistencia en campo abierto, puesto que la nueva táctica francesa se limitaba a concentrar la defensa en las localidades y trozos de bosque, mientras que el campo libre era abandonado por respeto a los carros. Por esta razón, nuestra infantería encontraba obstinada resistencia en la lucha por las casas y barricadas, mientras que el ataque de los carros -sólo molestado por fuegos de revés de escaso rendimiento de la artillería pesada francesa que aún se mantenía en el frente de Rethel- continuó sin detenciones hasta el Retourne y atravesó por Neuflize el pantanoso y peligroso riachuelo. La 1ª División acorazada continuó de aquí en adelante su ataque a ambos lados del Retourne con la 1ª Brigada acorazada al sur del riachuelo y los tiradores, bajo el mando de Balck al norte del mismo.”
 

Duro adversario para los Panzer en el frente ruso...
Muy poco satisfactorio era el informe sobre los resultados y especialmente sobre la nueva táctica de los carros de combate rusos. Contra el T-34, nuestras armas defensivas de aquel tiempo sólo producían efecto en circunstancias verdaderamente especiales. Con el cañón corto de 7,5 cm., de nuestro P. IV había que batir al T-34 por detrás, para producirle daños en el motor a través de la parrilla. Hacerle recibir un impacto en su cañón, era una obra de arte. Los rusos nos atacaban de frente con tiradores y situaban los carros contra nuestro flanco, y en masa. Habían aprendido algo. La dificultad de la lucha ejercía progresivos efectos sobre nuestros oficiales y soldados. El general barón von Geyr insistió nuevamente sobre la urgente necesidad de vestuario de invierno de todas clases. Sobre todo faltaban botas de montar, camisas y calcetines. Estaba de acuerdo con la gravedad de este informe. Me decidí a visitar inmediatamente la 4ª División acorazada para recibir una impresión de cerca. En el campo de batalla del día 6 y 7 de octubre describía el jefe de la División a un grupo de varios oficiales, el curso de la lucha. Los carros caídos a ambos lados aún no habían sido retirados. Los deterioros de los rusos eran sensiblemente menores que los nuestros.”

 

Atentado fallido contra Hitler...

Hitler, a consecuencia del atentado, tenía contraído el brazo derecho, los dos tímpanos destruidos y en el oído derecho herida la trompa de Eustaquio. Se recuperó muy rápidamente de las lesiones externas. Su enfermedad crónica, que por los progresivos temblores de la mano y la pierna izquierda se hacía visible exteriormente para todos, no estaba relacionada con el atentado. De mayor gravedad que las repercusiones corporales se hacían notar en él las espirituales. En cuanto a su carácter, su desconfianza, profundamente arraigada contra los hombres en general y en especial contra el Estado Mayor y los generales, se cambió en odio cada vez más profundo. Consecuencia de su enfermedad, que conducía insensiblemente a una desvalorización del concepto moral, pasó cada vez más de la aspereza a la crueldad, de la inclinación a engañar con falsas apariencias, a la falta de veracidad. A menudo decía mentiras sin darse cuenta, y presuponía que los hombres le engañaban. Ya no creía en nadie. El trato con él, antes bastante difícil, se convirtió progresivamente en un tormento creciente de mes en mes. Perdía a menudo el dominio de sí mismo y dejábase llevar cada vez más de sus impulsos. En su limitado séquito apenas encontraba un contrapeso desde que el cortés y complaciente Schmundt fue substituido por el tosco Burgdorf.”
 

La campaña aliada de bombardeos aéreos surte efecto...
La guerra aérea de los aliados había causado catastróficos efectos en Alemania en los meses transcurridos. La industria de armamento había padecido muchísimo. Especialmente perturbadora fue la pérdida de la Hydrierwerk, de cuyo trabajo dependían principalmente nuestros suministros de carburantes. El 13 de enero de 1945 había sido bombardeada dicha fábrica, situada en Pölitz, cerca de Stettin. A este bombardeo siguieron los de las fábricas de aceites de Magdeburg, Derben, Ehmen y Braunschweig, la Leunawerke y las fábricas de carburantes de Mannheim; el 15 de enero, el de las fábricas de benzol de Bochum y Recklinghausen. Además, el 14 de enero fue destruida también la refinería de petróleo de Heide, en Dinamarca. Según los partes alemanes, los aliados habían perdido 57 aviones, pero los alemanes habían perdido 236. El bombardeo de nuestras fábricas de combustibles limitaba los aprovisionamientos alemanes a los procedentes de Zistersdorf, en Austria, y del lago Balatón, en Hungría. Estos hechos aclaran en cierto modo la de otra manera incomprensible decisión de Hitler de transportar hacia Hungría las fuerzas que quedaban libres en el frente occidental para recibir de las refinerías húngaras el resto de la producción en aceite bruto tan importante para los carros de combate y la aviación.”

 

Libro para amantes de hazañas bélicas, de amigos de señalar en mapas grandes batallas y para público en general que quiera comprender lo que significó la nueva arma de los tanques tras su aparición en la I Guerra Mundial. Libro de un general que se ciñe a lo bélico sin entrar en lo político pero que se comprende toda vez que fue escrito menos de diez años después del hundimiento como homenaje a las tropas que combatieron y murieron respetando hasta el final un juramento de lealtad a quien no se lo merecía y finalmente luchando por la patria cuando el hundimiento ya se perfilaba en el horizonte...

 

 

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martes, 15 de mayo de 2018

 

Libro: Los Rockefeller
-Una dinastía americana-

Autor: Peter Collier y David Horowitz
Editorial: Tusquets Editores S. A.
Traducción: F. Martín
Edición: Enero 1987
 

Si hay un apellido incrustado en la memoria colectiva que sea sinónimo de riqueza y fortuna, sin duda es el apellido Rockefeller pese a que nada sepamos del mismo. Y de ese apellido y lo que ha significado trata el libro, no apto para buscadores de intrigas y refriegas familiares, es la crónica de una dinastía que ha dejado su huella en los EEUU durante todo el siglo XX y gracias a la labor filantrópica el loable intento de mejorar la existencia de quienes menos tienen a la vez que se fomenta el desarrollo social y económico. Una dinastía y una institución que surge en la época del nacimiento de la industria del petróleo y el capitalismo sin humanidad que dio lugar a las grandes fortunas de los EEUU entre la segunda mitad del siglo XIX y el primer cuarto del siglo XX. Sin embargo, cuando el capitalismo sin humanidad tuvo que ceder ante la presión social, el patriarca y fundador de la dinastía, encontró en la filantropía una manera de lavar la imagen del apellido, labor que continuó su hijo y con más o menos fortuna la tercera generación...

 

Peter Collier y David Horowitz se conocieron a principios de los años setenta, cuando aún estudiaban en la Universidad de California, Berkeley. Juntos empezaron también a trabajar como redactores en la célebre revista de la Nueva Izquierda norteamericana Ramparts. Collier y Horowitz tuvieron la idea de preparar un ciclo de tres biografías de familias que retrataran las tres grandes esferas de influencia religiosa sobre la vida política y económica norteamericana. La tradición protestante vendría representada por Los Rockefeller; el segundo volumen, dedicado a la tradición católica de origen irlandés, sería Los Kennedy y el tercero una biografía dedicada esta vez a una familia de tradición judía: la de los Ford. Unas biografías que han sido reconocidas como un trabajo magistral, mezcla de estudio histórico-crítico, libre de todo compromiso, y de apasionante narración, auténticas sagas en la mejor tradición anglosajona.

Datos del año de la edición y sin más, unas breves reseñas que os inciten a su apasionante lectura:
 

Una etiqueta para un apellido...

"A pesar de ello, era a Rockefeller -que se confesaba paciente y conservador- a quien el público identificaba como símbolo de un sistema económico despiadado, tranquilamente sentado sobre una silla de montar uncida a la humanidad; al margen de su vida privada, el John D. Rockefeller que conocían, había inventado una nueva modalidad de poder económico -el trust corporativo- en un país cuya savia principal eran los negocios. Y la amenaza de la que era paradigma no correspondía a la del pirata que actúa al margen de la norma social, sino a la del poder injusto e incontrolable intrínseco en esa propia norma. En cierto sentido, representaba el propio sistema llevado a su último extremo lógico e irremediable: el del competidor que destruye sin piedad a la competencia. No es fortuito que la época que Mark Twain denominó Edad Dorada eligiese a John D. Rockefeller como el norteamericano representativo.”
 

La filantropía como sello del apellido...

Según la ley del péndulo, comenzaba a producirse la tendencia inversa de la reacción pública frente al apellido Rockefeller, dándose un cambio de opinión que parecía espontáneo, pero que en el fondo era el resultado de una labor impresionante. Paso decisivo en la estrategia fue la decisión de abandonar la política de silencio que siempre había seguido la Standard, , política muy bien resumida en una máxima del abogado personal de Rockefeller, Starr J. Murphy: `No destapar superficie innecesaria´. En 1907, la compañía contrató a un periodista, Joseph I. C. Clarke, como agente de publicidad. Fue un paso audaz, no simplemente por el hecho de que Clarke fuese el segundo relaciones públicas en la historia de la industria norteamericana (el primero y reconocido maestro de la especialidad, Ivy Lee, se convertiría ulteriormente en incondicional de Rockefeller, pero por entonces trabajaba en la compañía ferroviaria Pennsylvania), sino, lo que es más importante, porque significaba que a partir de entonces el trust y su creador pasaban a la ofensiva.”
 

Rockefeller Center, el legado de Junior...

"La situación económica dificultaba la financiación. Hasta para un Rockefeller resultaba difícil aquel proyecto calculado en 120 millones de dólares, 45 de ellos procedentes de un crédito de la Metropolitan Life Insurance Company con aval personal de Junior, y el resto reunido a pesar de las brutales pérdidas que implicaba. Junior llegó un día a las oficinas de Wallace Harrison, arquitecto jefe del Centro y quien, además, había captado a la RCA como primer inquilino. Harrison, al notar preocupado a Rockefeller, le preguntó qué pasaba, a lo que Junior contestó que había tenido que vender algunas acciones de la Standard de Nueva York a dos dólares. Sin embargo, poco a poco la edificación fue ganando altura. En 1933 se inauguraba el edificio de la RCA y Junior lo celebró trasladando las oficinas privadas de la familia del edificio de la Standard Oil en Broadway 26 al piso 56 de la Plaza Rockefeller número 30. A partir de ese momento la Oficina sería la suite 5.600.”
 

La Guerra Fría...

El propio ambiente -social, político y financiero- en el que se movían los Rockefeller lo constituían tales individuos e instituciones, conformando un sistema privado de poder organizado que dictaba la vida económica, política e intelectual de EEUU. Para los Hermanos, lo mismo que para quienes les rodeaban, la guerra fría fue el momento en que su influencia había sido realmente integral. Muy distintos a la década de crisis que siguió, aquellos años fueron un momento embriagador de triunfo nacional, una época en la que Estados Unidos era la primera potencia mundial y a su generación le tocaba por derecho propio el turno de rehacer el mundo a su propia imagen y semejanza. Nelson era el Rockefeller más inmerso en la corriente de aquella visión y el más decidido a ocupar el centro absoluto, pero incluso el hermano menos parecido a él tampoco se hallaba muy apartado de semejante posición.”
 

Un Rockefeller gobernador de Nueva York...

"Los que habían colaborado con él en política durante veinte años comenzaban a ver una faceta nueva en Nelson, un Nelson muy distinto al joven cuyas faltas de antaño únicamente parecían imputables a su entusiasmo exacerbado. Se había vuelto irritable y cerebral y ahora sus rasgos primordiales eran la venganza calculadora y una ambición mezquina. Mandaba en Nueva York como un faraón redivivo, con halagos, adulaciones, amenazas e intimidaciones a los congresistas para que apoyasen sus programas sin reparar en los medios para lograr sus fines, y no fue casual que regalase al poderoso congresista Meade Esposito un grabado de Picasso que el político había elogiado ni que despojara a Robert Moses de su poder.”
 

Muerte de uno de Los Primos en Nueva Guinea...

El 18 de noviembre, después de varias semanas de trabajo de campo, Michael Rockefeller y Wassing decidieron viajar a un pueblo importante del otro lado del río South Eilander, pero en lugar de hacerlo a través del complejo sistema de vías fluviales, prefirieron ganar tiempo costeando por mar para luego remontar el South Eilander. Los comerciantes de la región les habían advertido del peligro de ese viaje y, efectivamente, a medio camino, una gran ola volcó el catamarán, mojándose el motor y perdiéndose la mayoría de los apuntes de Michael. Los dos hombres se mantuvieron a flote durante la noche agarrados a los restos de la embarcación que, lentamente, fue arrastrada hacia alta mar por la corriente. A la mañana siguiente, Michael se dispuso a cubrir a nado los veinte kilómetros que les separaban de la costa. Wassing le suplicó que no lo hiciera, señalándole que con aquellas aguas infestadas de caimanes y tiburones era prácticamente imposible alcanzar la costa. Pero, como explicaría posteriormente el antropólogo holandés: `Me escuchó, pero yo sabía de antemano que estaba decidido a intentarlo. No había manera de hacerle cambiar de idea´. Se quedó en calzoncillos, se ató las gafas a la nuca, se sujetó a los hombros unas latas vacías de gasolina para flotar, miró a Wassing por última vez, y con un `Creo que lo conseguiré´ se tiró al agua. No se le volvió a ver.”
 

Biografía de 1976 que nos brinda un retrato del apellido Rockefeller y su trayectoria a través de cuatro generaciones y que como todo organismo vivo, termina por diluirse sin llegar a desaparecer. Retrato de una trayectoria filantrópica pero también del poder e influencia que otorga el dinero, siempre entre la disyuntiva de conciliar el origen de la fortuna familiar con las contribuciones filantrópicas pero también las tribulaciones y consecuencias de pertenecer y ser un Rockefeller. Libro ideal para amantes de los entresijos que han configurado el siglo XX en lecturas reposadas de periodo vacacional, convalecencias o simplemente disfrutar del placer de la lectura. Podéis regalar a la suegra un ejemplar lo cual nos deparará hilarantes momentos cuando piense que se trata de un tratado de queso roquefort...

 

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martes, 17 de abril de 2018

 

Libro: El rey traidor

-De cómo el duque de Windsor traicionó a los aliados-

Autor: Martin Allen
Editorial: Tusquets Editores S. A.
Traducción: Mª Luz García de la Hoz
Edición: Mayo 2001
 

Ha pasado a la historia, y se ha vendido a las generaciones posteriores a la II Guerra Mundial, como imagen del romanticismo, el monarca que renunció a su corona por amor. El duque de Windsor que hubiera pasado a la historia como Eduardo VIII pero que puesto a elegir entre ocupar el trono y renunciar al amor eligió lo segundo se nos descubre en esta obra como un simpatizante de los totalitarismos de derecha como solución a los totalitarismos de izquierda que no dudó en trabajar para la creación de un Estado fascista en Gran Bretaña del cual sería máxima autoridad...

 

Desmontando el cliché romántico, descubrimos un hombre destinado a ser rey que ve con horror la revolución en Rusia y el sistema soviético que le siguió a la vez que encuentra en el fascismo italiano y el régimen nazi en Alemania unos valores cuyos logros económicos y sociales considera el único contrapunto a la revolución comunista. Una época de entre guerras aún desconocida para el gran público y donde descubrimos que la maquinaria nazi no se reduce a Hitler ni éste resulta un fanático, que también, pero capaz de jugar en el Gran Juego y que vio en el duque de Windsor la solución a la guerra contra Gran Bretaña para poder concentrarse en la invasión de la URSS. Una nueva perspectiva para comprender el éxito de la ofensiva nazi sobre Francia desbaratando los planes aliados y el incomprensible error de permitir la retirada por Dunkerque...
 
Martin Allen nació en 1958 en Caerphilly (sur de Gales). Estudió en el King´s College de Cardiff. Tras ejercer varias actividades relacionadas con el arte y la arquitectura, volvió a aquella en la que le había iniciado su padre: la investigación histórica, en la que se ha convertido finalmente en un experto.

Datos de la contraportada y actualizados al año de edición pero sin más, unas breves reseñas que os animen a su apasionante lectura:
 

 
Nacido para reinar...
Hay que recordar que si Eduardo VIII no hubiera abdicado en 1936 habría seguido siendo jefe del Estado británico hasta bien entrados los años setenta; y lo más probable es que el mundo y la historia británica posterior a 1937 hubieran sido muy diferentes si hubiera permanecido en el trono. Las razones son muchas y complejas y, a pesar de las fotografías modernas y de la aspiración de Eduardo a ser un `hombre moderno´, hay que comprender que por nacimiento era un victoriano de fines del siglo XIX. Vivió la experiencia del ocaso del viejo mundo de prerrogativas imperiales y reales, y fue testigo del surgimiento del nuevo y moderno mundo de los teléfonos, los cines, los transatlánticos, los coches y los aviones. Desde que nació llevaba grabado en su espíritu que era único y digno de respeto. Él mismo estaba convencido de que había nacido para ser rey. La historia de lo que sucedió realmente en 1939-1940 tiene que empezar por tanto desde el principio de todo, ya que los actos de Eduardo no fueron impulsivos ni improvisados, sino que se basaron en cuarenta y seis años de experiencia y en un cúmulo de circunstancias.”
 
La boda con Wallis Simpson...
El día de la boda, el jueves 3 de junio de 1937, lució un sol esplendoroso, pero fue en conjunto mucho más tranquilo de lo que había esperado Eduardo, muy distinto del acontecimiento real que había planeado. No asistió ningún miembro de su familia. Este desaire público ofendió mucho a Eduardo. Wallis escribiría después: `La orden tácita se había dado, el palacio de Buckingham haría como si nuestra boda no existiera. No iba a haber reconciliación, ninguna muestra de reconocimiento oficial´. Repudiado por su familia, Eduardo advirtió que muchos amigos suyos se distanciaban de él para no disgustar a la Casa Real. Incluso hubo problemas para encontrar un cura dispuesto a celebrar la boda, ya que la iglesia anglicana no permitía que una divorciada se casase. Al final aceptó casarlos un sacerdote llamado Jardine, que por aquel hecho cayó en desgracia ante las autoridades eclesiásticas. Los invitados que asistieron fueron vergonzosamente escasos, incluso para las costumbres modernas, y al final sólo dieciséis amigos íntimos en el comedor de Candé, que es donde se celebró la ceremonia.”
 
Planes del duque para lograr la paz con Hitler...

Era muy poco lo que podía hacerse en 1939 para mejorar las relaciones entre Alemania y Gran Bretaña, aparte de que Hitler ordenase retirarse de Polonia (la única solución aceptable para los políticos británicos); la otra solución era introducir cambios en el gobierno de Londres y en la jefatura del Estado. Hay indicios que señalan que se estaba preparando la segunda solución, pues se recordará que Eduardo se consideraba cabecilla del llamado Movimiento por la Paz, el colectivo para el que librar otra guerra en los campos de Francia y Bélgica equivalía a repetir la sangrienta pesadilla de la primera guerra mundial. Hay que recordar igualmente que, a pesar de haber abdicado, Eduardo seguía creyéndose el legítimo jefe de Estado británico, y si alguna vez vacilaban sus convicciones, allí estaba Wallis para reforzárselas.”
 

En España...
El país estaba regido por un gobierno militar fascista presidido por el general Franco, que estaba en deuda con Hitler y Mussolini por el apoyo que le habían prestado durante la contienda civil. España era pues una nación que comulgaba con la filosofía nazi sobre el futuro de Europa y el mismo Franco se diferenciaba poco de Mussolini en su forma de gobernar. Hitler abrigaba esperanzas de que España se uniera a las potencias del Eje y contribuyera a crear el nuevo orden mundial, pero con deudas y todo, el astuto Franco mantuvo a su país alejado del conflicto bélico. Pese a ello, dejó que España fuera durante años tierra de paso de ciertos productos clave que necesitaba Alemania, como hierro, mercurio, carbón y, por increíble que parezca, petróleo estadounidense, que llegaba por las islas Canarias, cruzaba España y la Francia ocupada y se vaciaba en el corazón del Reich. El otro quebradero de cabeza del gobierno británico era que el duque de Windsor tenía amigos y parientes entre la aristocracia española, en particular el infante don Alfonso, hijo segundo del rey Alfonso XIII, general del ejército del aire y hombre adepto a la ideología del generalísimo Franco.”
 
Propuesta nazi...
El informe de Schellenberg del 28 de julio dice que las conversaciones fueron entre Hess y el duque, mientras Heydrich estaba con Winzer, es decir, que dos negociadores estaban juntos mientras los dos policías veteranos se encargaban de los asuntos de seguridad. Al final de la reunión, el duque solicitó un plazo de cuarenta y ocho horas para meditar lo que le habían propuesto. Tuvo que ser una proposición de envergadura suficiente para impedirle tomar una decisión inmediata y sabemos que los alemanes estaban deseosos de que Gran Bretaña se retirase de la guerra. ¿Se refería a esto la propuesta? `Viktor´ no vuelve a mencionarse en los cablegramas, lo que significa que se fue inmediatamente después de hablar con el duque, dejando a Heydrich y a Schellenberg para recoger la respuesta.”
 
Libro sin concesiones a la duda respecto a la conducta traidora de un rey así como los sucesivos intentos de borrar todo rastro de traición hasta dejar grabada en la memoria colectiva la historia superficial, edulcorada y alocada del duque de Windsor. Ideal para amantes de la lectura sobre entresijos de la historia en lecturas nocturnas de curro y mesita de noche, convalecencias y puentes festivos. A la suegra es ideal para regalo ya que aunque no leerá ni una página, al ver a los duques se emocionará y dejará por un día sus reproches de vivir a costa de su sopa boba...

 

 

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martes, 10 de abril de 2018

 

Libro: La historia secreta de la CIA

Autor: Joseph J. Trento
Editorial: Ediciones Península
Traducción: Inés Belaustegui Trías
Edición: Febrero de 2003
 

Ahora que Rusia y Reino Unido están de gresca por un cuéntame quién mató al espía, es buen momento para ir al confortable escenario de la Guerra Fría para conocer la historia secreta de una agencia de inteligencia que según la versión oficial salió victoriosa de la misma...

 

El autor nos muestra, bajo su punto de vista y apoyado en testimonios de quienes fueron protagonistas y de documentos tanto clasificados como sin desclasificar en manos particulares, una CIA que se crea tras la Segunda Guerra Mundial y donde la estación de la agencia en el Berlín dividido en sectores por los aliados era la plataforma para forjarse como espía y trampolín para acceder a la cúspide del poder. Sin embargo lo que vemos es que se creó una especie de club clasista donde la amistad bastaba para saltar los controles de seguridad cuando se captaba un informante o para ascender en responsabilidades. Al final el clasismo sólo logró que el KGB estuviera al tanto e informado desde dentro y desde grandes posiciones de poder de sus antagonistas estadounidenses, un fracaso que tras el derrumbe del imperio soviético quedó solapado bajo una imagen triunfalista que ocultaba los continuos fracasos de sus operaciones desde 1945 hasta 1989 a lo largo y ancho del planeta.
 
Joseph J. Trento trabaja como reportero de investigación desde 1968, año en que entró a formar parte de la plantilla del legendario periodista Jack Anderson. Es autor de Widows, un libro que ha sido un éxito de ventas en Estados Unidos, y ha trabajado para el equipo de investigación de la CNN. Ha sido colaborador de los programas de televisión 60 Minutes, Nightline y Prime Time Live.

Trento es presidente del Public Educatión Center, un servicio de prensa sobre seguridad nacional que actúa sin ánimo de lucro.
Datos sacados de la contraportada y actualizados al año de edición, pero sin más verborrea unos breves pasajes que os inciten a su apasionante lectura:
 

Sasha “Orlov” Navratilov:
Sasha Navratilov nació en 1928 (no en 1922, como dijo a sus compañeros de clase). Era capitán en el NKVD, pero se hacía pasar por teniente novato. En el NKVD había tres fichas diferentes sobre él. Beria tenía en su poder la que contenía su verdadero historial, que guardaba bajo llave en su caja fuerte personal. En una segunda ficha estaban los datos del teniente Igor Orlov; era la que llevaba en su maletín el ayudante de Beria cuando este solicitó a Stalin su aprobación de la misión en septiembre de 1942. Y la tercera ficha fue la que se creó con el nombre del teniente Alexander Grigorievich Kopatzki una vez que la misión de aquella noche confirmó su éxito. El dossier de Kopatzki llegó a ocupar decenas de miles de páginas, distribuidas en muchos documentos. Este dossier fue uno de los últimos grandes secretos de la Unión Soviética durante la Guerra Fría.”
 
Base de Berlín...
Aunque Allen Dulles no estaba convencido de que Berlín llegara algún día a desempeñar un papel principal en la escena de los servicios de información de la posguerra, reaccionó a la decisión de los soviéticos adquiriendo una vieja mansión, hermosa y decadente, que en tiempos había sido una instalación militar alemana. Estaba en el barrio de Dalhem y sirvió como primera Base de Operaciones en Berlín (BOB) de la OSS. Técnicamente, él fue el primer jefe de la BOB, pero enseguida nombró a uno de sus protegidos, Richard M. Helms, como sustituto suyo y al capitán Peter Sichel, otro protegido, como jefe de los servicios de información. Siempre alerta a cualquier oportunidad de trabajar en un puesto sin mucho futuro, Helms dejó Berlín a los seis meses y regresó a Washington. Le sustituyó Dana Durand, que se esforzó por mantener viva la BOB, y Sichel siguió allí delegado.”

Un topo en la CIA...
Cuando los soviéticos tomaron Berlín, encontraron todos los archivos privados de Goering, entre los que estaban los informes sobre Kronthal. Cuando este sustituyó a Dulles como jefe de la misión de Berna en 1945, el NKVD le preparó una trampa sirviéndose de la información que habían obtenido. Importó a un grupo de chavales chinos y se los puso al alcance, y consiguió filmarle en pleno acto. `Su reclutamiento fue el secreto mejor guardado de la historia de la CIA´, diría James Angleton. Durante todo el tiempo que Kronthal estuvo trabajando para Dulles y Wisner, se dedicó a enviar todo tipo de detalles a la central de Moscú. Kronthal fue el primer topo que tuvo la CIA. Trabajó para los soviéticos durante más de cinco años.”
 
Los ilegales...
la misión de los ilegales soviéticos fue inicialmente muy limitada. La intención original de Moscú era mantenerlos escondidos como `durmientes´ y usarlos sólo en caso de guerra para sustituir a los espías `legales´que usaban la tapadera diplomática, y que podrían ser expulsados si estallaba una guerra. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, el GRU y el KGB ampliaron su misión y llegaron a usar ilegales para reforzar sus más importantes redes de espías o para que se encargaran de los asuntos húmedos´, el eufemismo empleado para referirse al magnicidio y el sabotaje. La CIA y el FBI utilizaron a sus mejores agentes para intentar encontrar y capturar ilegales soviéticos. Pero por desgracia, la agencia y el buró federal no siempre estaban de acuerdo en los procedimientos que debían seguir ni hacían caso de los consejos que se daban mutuamente.”

¿Ordenó el KGB el magnicidio de Kennedy por medio de cubanos...?
Un documento de la CIA fechado el 9 de diciembre de 1963 recogía la conversación que mantuvo una fuente de la agencia con la tía de Casas. La señora dijo: `Miguelito acaba de llegar de Estados Unidos. Estaba en Dallas, en texas, el día del asesinato de Kennedy, pero consiguió salir por la ciudad fronteriza de Laredo […]. Le trajo de Cuba un avión […]. Es uno de los hombres de Raúl´. Los agentes de la CIA en Cuba informaron también de que Casas de repente tenía un montón de dinero. Pasado el tiempo, los investigadores pudieron enterarse de otros detalles sobre su vida. Aunque la familia de Casas era pobre, Miguel y su hermano mayor eran dos chicos listos. Aprendieron ruso y se fueron a Moscú a prepararse. Cuando regresaron a Cuba, el hermano mayor metió a Miguel en una unidad de sabotaje del DGI, donde destacó por sus habilidades. Según la investigación particular de Angleton sobre el magnicidio, el propio Raúl Castro seleccionó personalmente a Miguel para la misión.”
 
Preparando un golpe en el Chile de Allende...
Antes de que llegara a Santiago el embajador Korry, la CIA ya andaba con la mosca tras de la oreja respecto de Korry. Mientras fue embajador en Etiopía, Korry se había enterado, a través de un joven oficial de la agencia, de que el director de la delegación de la CIA estaba inventándose el contenido de los informes que enviaba a Langley. `Aquel subordinado me explicó a título confidencial que su jefe estaba inventándose algunos de los informes que la diminuta delegación enviaba a Washington. Como yo estaba seguro de que al jefe de la delegación le gustaba demasiado la bebida, de que los resultados de sus investigaciones no tenían valor para la embajada y de que no había ninguna operación encubierta en Etiopía que tuviera alguna relevancia, decidí enviar un cable a través del canal indirecto que se usaba en casos así, para comunicar mis críticas´, explicó Korry”.

Mosad...

Estados Unidos tenía un nuevo presidente y, al otro lado del mundo, Israel estrenaba también primer ministro, Menahen Begin. En su juventud, Begin había sido revolucionario y terrorista, pero ahora era un político duro de roer que quería mantener a raya a los palestinos y garantizar la integridad del Estado de Israel. Su prioridad inicial fue dejar de confiar en Estados Unidos a la hora de presionar diplomáticamente a Francia por estar vendiendo combustible a Irak para los reactores que estaba construyendo. Begin ordenó al servicio de inteligencia militar israelí ( el Aman) y al Mosad (el equivalente israelí de la CIA) que coordinarán un plan para detener la construcción de los reactores iraquíes. El papel de George Weisz en todo eso era fundamental: Weisz era la persona que debía averiguar cuáles eran los proyectos iraquíes y las fechas de los envíos de combustible francés.”

Angleton...
"Sin rastro de emoción en la voz, pero con mano temblorosa, Angleton replicó: `Fundamentalmente, los padres fundadores de los servicios de información de Estados Unidos eran unos mentirosos. Cuanto mejor mintieras y más traicionaras, más posibilidades tenías de que te ascendieran. Estas personas se atraían y promocionaban entre sí. Aparte de su duplicidad, lo único que tenían en común era su deseo de poder absoluto. Yo hice cosas de las que, al echar la vista atrás, me arrepiento. Pero formaba parte de ello y me encantaba estar ahí dentro […]. Allen Dulles, Richard Helms, Carmel Offie y Frank Wisner eran los grandes maestros. Si estabas con ellos en una sala, tenías que pensar que en realidad estabas rodeado por unas personas que iban a acabar en el infierno, merecidamente´. Angleton dio un trago, despacio, a su té y añadió: `Supongo que pronto les veré allí´. “
 

Libro de apasionante lectura que se lee de un tirón e ideal por tanto para todo tipo de lectores y lectoras ávidos y ávidas de saber sobre los tejemanejes en la sombra y las cloacas aunque si nos ponemos paranoicos podríamos pensar que se trata de un sólido argumento para demostrar que lo de Kennedy fue cosa del KGB y no del contubernio de la CIA con la mafia, que también, pero siendo los soviéticos quienes planificaron el asesinato, quién sabe. Pero queda claro que los servicios secretos occidentales estaban llenos de topos del KGB que compensaban su falta de recursos tecnológicos y monetarios con eficientes agentes que ora por chantaje ora por patriotismo sirvieron a los intereses de la URSS aunque perdieran la Guerra Fría. Y por como Putin y sus aliados gasean a la población civil en Siria o elimina espías en territorio de la OTAN, parece que poco, por no decir nada, ha cambiado en la fiabilidad y eficiencia de la CIA...

Quién sabe.

 

 

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jueves, 8 de marzo de 2018

 

Libro: Mi vida de niña soldado

-Me quitaron a mi madre y me dieron un fusil-

Autor: China Keitetsi
Editorial: MAEVA EDICIONES
Traducción: J. A. Bravo
Edición: 2005
 

Hay varios mundos pero todos están en este mundo, si encima eres mujer la cosa puede ser aún más jodida. La propuesta de hoy es un homenaje a las mujeres y en especial a las féminas del continente africano en un libro de testimonio, sin morbosas escenas de abusos sexuales o de sangrientas batallas y refriegas, vemos con los ojos de una niña sacada de su entorno, el brutal entorno del machismo en África donde nacer mujer sigue siendo mala suerte en sociedades tribales.
 
Es el testimonio de sabor áspero y desasosiego al avanzar en la lectura, quedaremos tumefactos y al igual que la protagonista asumimos la hostilidad del entorno con naturalidad. Sorprende entre la brutalidad del testimonio la inocencia que emana la protagonista a la que han condicionado para el combate y la sumisión a los superiores, nos asombra que la niña soldado siga viendo esperanza entre sus mandos y opresores resultando inevitable que te mires al espejo y luego te asomes a la ventana para dar gracias de haber nacido en el consumista Occidente...

 

China Keitetsi nació en 1976 en un pequeño pueblo en Uganda. Con sólo nueve años fue utilizada como niña soldado, experiencia que relata en este libro. Con el apoyo de las Naciones Unidas, escapó de Uganda durante los años noventa y recibió asilo político en Dinamarca en 1999. Allí trabaja en una guardería y se está formando como trabajadora social. Colabora con UNICEF y Amnesty International y escribió este libro para superar su propia experiencia y sus terribles recuerdos.

 

Datos sacados de la contraportada y actualizados al año de edición, pero sin más verborrea unas breves reseñas que os inciten a su apasionante lectura:
 
Es niña...

Todo cambió cuando nací yo, porque no era un chico. Mi padre solicitó el divorcio, y mi madre tuvo que dejar el hogar familiar cuando yo tenía seis meses y aún contemplaba el mundo con ojos de bebé, sin la menos posibilidad de intuir lo que me reservaba el futuro. La echaron de casa con prohibición de regresar bajo amenaza de muerte. En la relación entre el hombre y la mujer, en aquella época y lugar, prevalecía el más fuerte. Y ese era mi padre, y no estaba dispuesto a ceder un ápice. Mi madre no tuvo más remedio que dejarme, aun sabiendo que eso me condenaba a no tener una infancia normal. Yo era demasiado pequeña para comprender lo que perdía, y no recuerdo gran cosa de aquella época. Ahora sí me parece experimentar a veces como un gran vacío, muy diferente de las demás emociones, y me invade una tremenda sensación de tristeza e impotencia que no me deja pensar en nada más. Luego me rehago e intento recobrar el hilo de los recuerdos y los sentimientos de mi vida. Pero retornan siempre las ciénagas del olvido... por la pérdida de mi madre, supongo.”
 

Tutsis...
Un sábado por la mañana, cuando contaron las vacas, faltaron quince. Los dos jornaleros corrieron a decírselo a la abuela. Vi que los pelos se le ponían literalmente de punta. Enfurecida, preguntó por Mike y cuando iban a ir en su busca, se presentó el hombre, que parecía fatigado como si hubiese corrido mucho rato. Preguntó por qué estábamos todos reunidos y la abuela le acusó directamente de estar compinchado con los bandidos que habían robado las reses. Mike juró que era inocente. Si él hubiese robado las vacas, ¿por qué habría vuelto?, dijo. Pero la abuela repuso que eso no era más que una treta para librarse de sospechas. A continuación envió a uno de los hombres a por mi padre, con no poco espanto por parte de Mike. Mi hermano y yo le aconsejamos que huyera, pero él no quiso, diciendo que todos éramos tutsis y que mi padre comprendería que él nunca robaría sus vacas. Por la tarde llegó padre con la policía, y nada de lo que dijo Mike le valió porque los agentes sólo escuchaban a padre, que se agitaba como si tuviese brasas debajo de los pies. Los policías golpearon a Mike y le dieron puntapiés antes de meterlo a rastras en el Land-Rover. Por la noche, cuando nos disponíamos a acostarnos, padre nos dijo a mi hermano y a mí que no sacáramos las vacas a apacentar, puesto que merodeaba una partida de bandidos y nos las quitarían. Apenas escuché sus palabras. Estaba distraída imaginando las palizas que estaría recibiendo Mike en aquel momento.”
 
Jefa de la escolta...

Ya convertida en jefa de escolta, era preciso que me hiciese obedecer como tal. Nada en el mundo temía tanto como pasar por cobarde, y sin embargo andaba preocupada porque no sabía cómo proceder en caso de que a alguno se le ocurriese desacatar una orden mía. No se me ocurrió mejor solución que hacerme temer. Una tarde regresamos del despacho y Kashilingi entró con mucha prisa en la casa. Le seguí y me quedé a esperar cerca del salón. Al poco salió de la habitación y ordenó que Jamiru estuviese dispuesto. Despedí a los demás y me encaminé a la cocina, donde la sirvienta, Namaganda, estaba lavando los platos. Me quedé allí con los brazos en jarras, las manos apoyadas entre la pistola y la bayoneta, en espera de que me sirviese algo de comer. Pero ella había decidido ignorarme, así que disimulé mi enfado y cogí un plato de comida que había sobre los fogones...”
 

Acusada de desertora...
Por la mañana temprano, dos de ellos me sujetaron, mientras el tercero empezó a pegarme en la espalda con algo que quizá era un punzón para hielo, lentamente. Ellos sabían quién era yo, y deseaban averiguar cuánto había hablado y con quiénes. Les conté mi versión de la historia, explicando los motivos de mi marcha, pero ellos insistieron en que yo era una desertora. Además me aseguraron que aquello no era nada en comparación con lo que me harían cuando fuese devuelta a mi país. Tras haberme quebrantado hasta la última brizna de dignidad, les pedí que me llevaran a Uganda de una vez para correr la suerte que me tocase. Pero no pudo ser, porque estaba muy maltrecha. Yo exageraba y fingía estar peor de lo que estaba, para demorar al máximo mi traslado, y creo que este truco me salvó la vida. Finalmente llegó el día, y cuando el coche se detuvo en un semáforo en medio de la espesa circulación de Pretoria, decidí que aquélla era mi oportunidad. Justo en el momento en que el chófer iba a arrancar, rompí el cristal de atrás para distraerlos, y cuando ellos se volvieron abrí la puerta de mi lado y salté fuera.”

 

Dinamarca...

En Dinamarca miran la vida de otra manera. Hasta los animales tienen sus derechos. Nadie me ordenaba matar ni odiar a nadie como en el ejército, pero lo mejor era que no estaba obligada a actuar por cuenta de otros, ni contra mi propia voluntad. No obstante todas estas libertades, yo acarreaba todavía el temor a tener que seguir viviendo el resto de mi vida con esa desesperación, que es la marca que queda en casi todos los soldados. Es una desesperación que muchas veces traiciona al inocente, mientras todos se disputan el favor de los superiores. Para mí es una especie de última humillación el tener que relatar los abusos vergonzosos y la indefensión que padecíamos, pero no hay más remedio si se trata de salvar a otros. Yo estuve ahí, y sé lo que siguen sufriendo. Los abusos y las humillaciones son para el alma como las cicatrices que llevo en el cuerpo, y que no desaparecerán mientras viva. Ese temor es permanente y me acompañará siempre. En mis sueños veo las sombras de mis compañeros, los niños soldado que pusieron fin a su vida con sus propias armas para escapar de aquel infierno. Ahora mi dolor se ha mitigado, pero las guerras continúan, y estoy convencida de que muchos niños necesitan todavía la ayuda que podamos aportarles. La batalla no ha terminado, así que alcemos la voz y exijamos nuestros derechos.”
 

Lectura imprescindible y necesaria para comprender que la lucha de la mujer en África por sus derechos está muy alejada de la realidad ya que ser niña es una maldición y la cultura tribal hace que el predominio del hombre sea total. Es también mirar al mundo de los niños soldado donde las chicas además de combatir y realizar faenas son además concubinas al capricho de su señor de la guerra. Recomendable para activistas radicales del feminismo para que vean dónde son necesarias auténticas revoluciones de la mujer en regiones sometidas a la religión, a los hombres y a la miseria. Es una lectura áspera y realmente logra que nos detengamos unos instantes en dejar de mirarnos el ombligo para ver otras realidades que nos parecen lejanas e incluso ajenas cuando vemos las noticias...

Pero están ahí.

 

 

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martes, 13 de febrero de 2018

 

Libro: El enigma Hess
-El último secreto de la Segunda Guerra Mundial al descubierto-

Autor: Martin Allen
Editorial: Editorial Planeta, S. A.
Traducción: Claudia Casanova
Edición: 2004
 

El vuelo del lugarteniente de Hitler a Escocia forma parte ineludible de la crónica de la II Guerra Mundial y suele despacharse en libros y documentales como una chifladura personal de alguien que perdía peso dentro del entorno del dictador alemán y trató de congraciarse y recuperar influencia con un descabellado intento de mediar para lograr la paz entre Gran Bretaña y Alemania...

 

La propuesta de hoy es un viaje que trata de mostrar cómo el vuelo de Hess formó parte de un monumental engaño por parte de los británicos a Hitler para lograr que creyera en la existencia de una facción anti Churchill para apartarlo del gobierno y llegar a un acuerdo de paz con Alemania para que de esta forma un Hitler confiado en una paz en el oeste se lanzara al suicidio bélico atacando a la URSS. Las consecuencias de tal engaño, y por lo que debía mantenerse en secreto, fueron millones de muertos de ciudadanos soviéticos y que de hacerse público provocaría una falta de credibilidad internacional para Gran Bretaña. Es cierto que los hechos inducen a pensar que Hitler hubiera invadido sí o sí la URSS pero el autor logra engarzar una crónica de los esfuerzos diplomáticos y sus actores para llevar a cabo el ardid de confundir a Hitler.

 

Martin Allen nació en Caperphilly (Gales) y pasó su infancia en Cornwall, antes de asistir al King´s College en la década de los setenta. Reconocido como uno de los principales estudiosos sobre la historia de Gran Bretaña en el último siglo y sus relaciones con la Alemania nazi...

 

Datos actualizados al año de edición y sin más, unas breves reseñas que os inciten a su lectura:

 

Karl Haushofer...

A finales de septiembre de 1945 cundió la consternación entre un selecto grupo de funcionarios de Whitehall cuando se les informó de que funcionarios del Servicio Secreto norteamericano que trabajaban en la Oficina de Estudios Estratégicos (OSS) habían logrado localizar a Karl Haushofer en su casa de Hartschimmelhof, al sur de Munich, en lo más profundo de los bosques bávaros. Por qué el Servicio Secreto británico no había localizado e interrogado al anciano profesor Haushofer es todavía un misterio, pero es muy posible que no pudieran lograrlo porque el profesor Haushofer residía en la zona de ocupación norteamericana. Ahora se arrepentían amargamente de no haberle perseguido con más ahínco, pues se descubrió que Albretcht había enviado a su padre copia de partes muy delicadas de la correspondencia que habían mantenido (con la esperanza de que ello le sirviera de protección en el futuro); además, el profesor estaba demostrando ser una importante fuente de información para los interrogadores norteamericanos.”
 

El duque de Windsor...
"Los intentos de paz alemanes en Lisboa fracasaron por varios motivos. En primer lugar, cometieron el error de creer que el duque de Windsor todavía era un personaje influyente en Gran Bretaña. Al igual que los nazis se habían esmerado en alimentar el ego del duque durante su gira por Alemania en 1937, entonces se sorprendían por el hecho de que les resultara tan sencillo acceder a este personaje que había tenido tanta importancia. La palabra clave aquí es `había´. Si se hubieran detenido a evaluar la situación, habrían visto que el duque de Windsor ya no era un personaje al que el gobierno escuchara. Puede que fuera el anterior rey de Gran Bretaña y que estuviera viajando sin supervisión por un continente arrasado por la guerra, pero esta misma libertad de movimientos, el hecho de que pudiera hacer comentarios indiscretos a cualquiera que le escuchara, era una señal bien clara de que el personaje había perdido para siempre su importancia. Los miembros de la realeza británica son siempre apolíticos en su conversación, y la libertad de la que gozaba el duque de Windsor para hacer comentarios políticos inapropiados y de poco tacto demostraba lo muy alejado que estaba de los centros de poder y lo poco importante que se le consideraba.”
 
Samuel Hoare, embajador en España y pieza fundamental del engaño a Hitler...

Así pues, Samuel Hoare sería un protagonista clave en cualquier negociación de paz. Era un hombre de quien la jerarquía alemana sospechaba tenía la lealtad dividida, como indicaba el hecho de que Churchill le hubiera alejado de Londres. Creían que deseaba la paz, y que quizá simpatizaba con la causa alemana, dado su historial como apaciguador e impulsor del pacto Hoare-Laval. Pero ahora se sabe que la lealtad de Hoare era total e incuestionable. De no ser así, Churchill nunca le habría colocado en un puesto tan importante. Los alemanes, a pesar de todos sus expertos análisis, no lograron discernir el hecho esencial de que sir Samuel Hoare era en realidad un hombre de Churchill de arriba abajo. Sam Hoare no había siso dejado a su suerte en la España neutral. La suya era una misión muy importante y necesitaba contar con ayuda. No el tipo de ayuda que pueden proporcionar los diplomáticos de bajo rango, sino que necesitaba a un hombre que tuviera experiencia en operaciones clave de engaño y que fuera capaz de actuar de forma sutil, un hombre que supiera jugar con las cartas muy cerca del pecho. Así pues, Hoare fue asistido durante su reunión con el nuncio papal por su agregado naval, el capitán Gareth Alan Hillgarth, que tomó abundantes notas de lo que el embajador del Papa decía, y luego mecanografió personalmente el informe sobre la reunión.”
 

Tribulaciones de Churchill en 1941...
En las últimas semanas, el primer ministro de Gran Bretaña había recogido un informe de los Servicios Secretos que le daba pocos motivos para sentirse tranquilo. Aunque la Oficina de Guerra sugería que, de hecho, era posible que Hitler estuviera a punto de atacar Rusia (esta tesis estaba reforzada por las descodificaciones de la máquina Enigma, que indicaban una `gran concentración de tropas alemanas y apoyo aéreo convergiendo sobre Oderberg, cerca de Cracovia´), este último informe sobre `Estrategia del Eje´ ponía un inesperado obstáculo en el camino, pues declaraba: `Parece que una invasión alemana de Rusia no tiene posibilidades de acontecer hasta que el resultado de la batalla por el Atlántico quede más o menos claro. Creo que los actuales rumores que indican que tal ataque es inminente son propagados por Alemania como advertencia a Rusia para que se abstenga de intervenir en las operaciones alemanas en el sureste de Europa´. Había dos puntos en este informe que señalaban cuán importante sería para la supervivencia de Gran Bretaña que Alemania iniciara una campaña contra Rusia. El primero de ellos decía: `Si por otra parte, Alemania interviene en Rusia y aumenta su compromiso en esa campaña hasta llegar a la ocupación de Moscú, ello tendría un efecto militar debilitador que iría más allá de la pérdida temporal de petróleo y minerales.”
 
Consecuencias en Hitler del vuelo de Hess...
Es imposible saber hasta qué punto la pérdida de Hess fue la causa de esa depresión. Puede que el motivo principal fuera que Hitler comprendió que todas sus tentativas de paz de los últimos nueve meses, a través de Hess, Haushofer, nuncios papales, embajadores británicos y una multitud de intermediarios de menor rango, no habían servido de nada. En el preciso instante en que más cercano parecía un acuerdo de paz, se súbito todo había ido mal. Hitler probablemente se preguntaría si el desastre lo motivó el hecho de acceder a la petición de Hess y permitir que fuera él y no Ernst Bohle quien mantuviera la reunión con un importante personaje británico. Puede que Hitler sospechase que alguna intrincada perfidia de los británicos le había costado a Hess su libertad, y que todas las ofertas de negociaciones de paz previas habían siso sólo una pantalla de los Servicios Secretos británicos.”

 

Amena lectura para amantes de los entresijos de la historia, amantes de documentales, turnos tranquilos en horas nocturnas, convalecencias hospitalarias y lectura de vacaciones. Un viaje al mundo de los subterfugios diplomáticos en el arte de engañar al adversario en un trabajo de investigación y cotejar datos donde nada era lo que parecía cuando Hitler se paseaba triunfal por Europa y Gran Bretaña se quedó sola para defender la democracia ante el totalitarismo nazi y fascista en 1941.
 

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viernes, 2 de febrero de 2018

 

Libro: Historia de Italia

Autor: Christopher Duggan
Editorial: Cambridge University Press
Traducción: Adrian Fuentes Luque
Edición: 1996
 

Es uno de los grandes Estados de la Unión Europea y aunque tenemos una idea de Italia como nación lo cierto es que hasta ayer, hablando en términos históricos, no se produjo la unificación de la península italiana jalonada de ciudades-estado y distintos territorios soberanos de distintos reyes, hay que sumar la mezcolanza de culturas, emigraciones y desarrollo así como las idiosincrasias locales que de alguna forma no veían a Italia como un concepto unitario del conjunto. El libro es de un estilo narrativo ameno, ágil y didáctico pero accesible a todo tipo de lectores desde estudiantes a jubiletas pasando por amantes de la historia y de Italia en particular que busquen un conocimiento general donde el protagonista es Italia y las vicisitudes políticas hasta llegar al presente.

 

Por desgracia no trae la edición en nuestras zarpas dato alguno sobre el autor así que lo mejor es buscar en Internet si estáis interesados. Y sin más verborrea de relleno para cubrir el hueco de la ausencia de datos sobre el autor, unas breves pinceladas que os inciten a su apasionante, amena e instructiva lectura:
 
Unificación...
Hacia fines de la primavera de 1860, Giuseppe Garibaldi, un soldado extravagante e irregular que había pasado gran parte de su vida luchando en el extranjero al frente de una guerrilla, zarpó desde un puerto próximo a Génova rumbo a Sicilia. Lideraba un abigarrado grupo de estudiantes y aventureros, de los cuales muchos no eran más que chiquillos que pretendían unificar Italia a bordo de dos pequeños barcos. Las perspectivas de éxito eran escasas, ya que el grupo estaba mal armado y muy pocos tenían experiencia en el arte de la guerra o la administración. Es más, estos personajes no constituían un paradigma prometedor de lo que debía ser la nación. Entre los mil combatientes se contaban húngaros y polacos y el contingente italiano incluía un número desproporcionado de soldados procedentes de la pequeña ciudad septentrional de Bérgamo. Sin embargo, en el espacio de unos meses consiguieron conquistar Sicilia y las tierras altas del sur a los Borbones, y en marzo de 1861 Víctor Manuel II, rey del Piamonte-Cerdeña, fue proclamado primer rey de la Italia unificada.”
 
Recursos minerales...

La escasez de carbón no se vio compensada por la abundancia de otros minerales. En la zona oriental de la isla de Elba se había explotado el mineral de hierro desde la época de los etruscos y los depósitos existentes en la zona de Brescia facilitaron una gran industria armamentística local (la armadura milanesa era especialmente apreciada en el siglo XV), aunque la cantidad producida nunca fue muy importante. La Toscana producía ciertas cantidades de sal, bórax y yeso en el valle de Cecina, además de mercurio y antimonio cerca del monte Amiata y ferromanganeso en el Monte Argentario. Sicilia contaba con importantes yacimientos de azufre, que podrían haber proporcionado una mayor fuente de ingresos si hubieran sido explotados de una forma más apropiada. La región más rica en minerales era Cerdeña, que contaba con depósitos de plomo, zinc, plata, bauxita, cobre, arsénico, barita, manganeso y fluorita. Tras la Segunda Guerra Mundial, se descubrió gas metano en el valle del Po y petróleo en la costa siciliana, pero esto no libró a Italia de su dependencia del petróleo importado para la mayoría de sus necesidades energéticas.”
 

Agricultura en el siglo XVI...

"La presión de la población se tradujo en nuevas zonas dispuestas para el arado. En el siglo XVI muchos viajeros se mostraron sorprendidos por el gran número de vides y otros cultivos que aparecían en las laderas de las montañas de la Toscana. Mientras tanto, la nobleza del sur intentaba, a pesar de los reparos del gobierno, aumentar la producción agrícola mediante la fundación de nuevas ciudades. Tanto es así, que en las décadas centrales del siglo llegaron a crearse unos cuatrocientos nuevos municipios. En la Lombardía la respuesta de los terratenientes y los gobiernos a este aumento de la población fue especialmente enérgica: el drenaje de la tierra fue objeto de varias iniciativas (Leonardo da Vinci fue contratado para que diseñara un sistema de control para las aguas del Adda y del Ticino), y a finales del siglo XVI la región presentaba prácticamente el mismo aspecto que muestra en la actualidad; Esto es, campos parejos en los que se alinean olmos, moreras y árboles frutales. La única diferencia notable viene marcada por la ausencia de maíz y la producción de arroz a gran escala, que aparecerían, y de qué modo, en el transcurso de los siglos XVII y XVIII.”
 

Sobrevivir a Napoleón...

A pesar de los arduos esfuerzos realizados por los gobiernos de restauración para conservar los rasgos más atractivos del sistema napoleónico, la situación que quedó después de 1815 invitaba a pensar que el peligro de tensión política era inminente. Así, en la región de Lombardía-Venecia los impuestos continuaron siendo elevados, el servicio militar se volvió más oneroso que antes y el comercio se redujo, para fastidio de las clases comerciales, al Imperio Austriaco. Las pasión exhibida por el emperador por la centralización implicaba, también, que cualquier autonomía local de facto desaparecería en breve. Un informe de 1820 afirmaba que `los lombardos detestan el sistema de uniformidad que les ha equiparado a los alemanes, los bohemios y los galicianos´. Por otra parte, la caída de Napoleón devolvió la ineficacia y la corrupción administrativa a los Estados Pontificios, que vieron como el clero renovaba su monopolio de gobierno. En el sur, los intentos de reforzar el arraigo de Nápoles al Estado derivó en un resentimiento generalizado, sobre todo en Sicilia, que había acogido su propia constitución (ahora suspendida) en 1812 y donde la nobleza se había acostumbrado a disfrutar de una libertad relativa bajo el gobierno de los británicos.”
 

Italia unida...
El sentimiento que pronto tuvieron muchos italianos de haber sido `conquistados´ por el Piamonte no se vio atemperado por beneficios económicos. La implantación de los nuevos aranceles de libre comercio derivó en un considerable nivel de privación, especialmente en el sur, donde la supervivencia del frágil sector manufacturero se había visto condicionada a la vigencia de medidas proteccionistas. Las fábricas textiles y de maquinaria, así como gran cantidad de pequeños talleres artesanos, cerraron prácticamente en un abrir y cerrar de ojos. El incremento de los impuestos también produjo mucho sufrimiento. Después de 1860, el gobierno tuvo que hacer frente a una enorme deuda pública, de la cual más de la mitad había sido contraída por el Piamonte en la década de 1850. Los ministros de Hacienda se esforzaron por equilibrar el presupuesto, lo cual se convirtió en una cruzada nacional en la década de 1860 y principios de la de 1870 (Quintino Sella lo denominó “una cuestión de `ser o no ser´”). El resultado fue un gran incremento de la carga fiscal, y así entre 1862 y 1865 los impuestos directos aumentaron en un 54% y los indirectos en un 40%. La obsesión del gobierno por llevar siempre el agua a su molino se tradujo en la implantación en 1868 de la extorsión tributaria o macinato (sobre la molienda del trigo) que provocó una oleada de disturbios.
 
Fascismo en el sur de Italia...
Sólo se puede hacer una estimación del alcance del sufrimiento en que vivió el sur de Italia bajo el fascismo, dado que el régimen prohibió todo tratamiento informativo de `la cuestión del sur´ (arguyendo que ése ya era un problema resuelto) e impidió que la prensa hiciese ningún tipo de referencia a la pobreza o la delincuencia que pudiese ser perjudicial. No cabe duda que muchos pequeños propietarios se arruinaron a finales de los años veinte como consecuencia de la revalorización de la lira. No pudieron hacer frente a los pagos de la hipoteca y se vieron obligados a venderlo todo. La recesión mundial ocurrida tras 1929 fue probablemente incluso peor, ya que originó un enorme descenso en las exportaciones de productos como los cítricos, de los que dependían numerosos pequeños agricultores. La creciente pobreza en el sur obligó a decenas de miles de campesinos a dejar la tierra y emigrar a las grandes ciudades (a pesar de las prohibiciones oficiales: los mendigos daban una mala imagen del gobierno). Esta situación contribuyó, con toda seguridad a un aumento de la delincuencia.”
 
Mafia...
El éxito de las familias mafiosas sicilianas al desplazar a los clanes de Marsella como principales proveedores de heroína a los Estados Unidos (se calcula que a finales de los años setenta en Palermo se producían de cuatro a cinco toneladas anuales, lo que equivalía al 30% de todo el consumo en EEUU), les permitió tener acceso a sumas masivas de capital que, una vez blanqueada, podía ser invertido en actividades empresariales muy diversas, desde el transporte al turismo. También en otras partes del sur, sobre todo en Campania y Calabria, el tráfico de drogas aumentó el poder y la influencia de las bandas criminales, ayudado por nuevos niveles organizativos: en Nápoles, Raffaele Cutolo controlaba la llamada Nuova Camorra Organizzata, mientras que en Sicilia las diversas facciones de la mafia se integraron en una estructura conocida como la Cosa Nostra. La violencia aumentaba a medida que crecía el crimen organizado, y a principios de los años ochenta el Estado corría el riesgo de perder por completo el control de algunas zonas del sur.”

 

Libro para nacionalistas tanto de izquierdas como de derechas, lectores que gustan de saber de la historia y público en general que quiera echar una mirada a los fundamentos de la historia de Italia que se devora de un tirón e ideal para turnos de noche, convalecencias y lectura de vacaciones pagadas en Bélgica sin olvidar a los amantes de canales temáticos sobre viajes. Inocuo de regalar a la suegra que posiblemente lo lea pensando que son batallitas de Roma tipo Ben-Hur, que conste que quedáis avisados.

 

 

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lunes, 15 de enero de 2018

 

Libro: Castro – El desleal-

Autor: Serge Raffy
Editorial: Santillana Ediciones Generales, S. L.
Traducción: Paloma Gómez Crespo
Edición: Septiembre de 2004
 

Biografía sin lugar a concesiones sobre uno de los personajes protagonistas de la segunda mitad del siglo XX, tótem y mito de la era comunista fallecido hace poco más de un año y que consiguió mantenerse en el poder hasta entrado el siglo XXI, instaurar una dictadura comunista e influir en todo el continente americano donde su ejemplo más reciente es Venezuela donde bajo la excusa del socialismo bolivariano logró echar mano del petróleo que tanto necesita Cuba...

 

Por supuesto, como en toda biografía, hay cierta subjetividad que cruje al inicio donde el autor destaca el innato don para la maldad del Fidel niño, una maldad que se recalca a lo largo de la obra si bien ilustra con datos y hechos, algunos de testimonios de testigos directos, la ambición, la simbiosis con su hermano para el control político y un hombre que una vez alcanzado el poder ya no estaba dispuesto a soltarlo, un reflejo del trauma de ser hijo bastardo de un terrateniente nos apunta el autor. Pero el encanto del libro más allá de conocer al protagonista reside en que es un fresco de la sociedad y la historia de Cuba, en descubrir los lazos de parentesco y patronazgo de Castro con Batista y la forma de deshacerse de quienes podían hacerle sombra en el poder y gozar de mayor popularidad entre el pueblo cubano.

 

Serge Raffy ha sido redactor jefe de la revista Elle y redactor adjunto de Le Nouvel Observateur. Periodista, escritor y guionista...

 

Y poco más os puedo contar de los datos biográficos del autor debido a la parquedad de los mismos en la contraportada aunque es de suponer que en Internet podréis saciar vuestra curiosidad sobre el mismo, pero sin más, unas breves reseñas que os inciten a su lectura:

 

 
Ángel Castro, padre de Fidel...
Con tal de ampliar sus posesiones, Ángel Castro estaba dispuesto a todo. Se comportaba de manera despiadada con sus cortadores de caña, sobre todo haitianos a quienes trataba con dureza, pero también con sus `primos´ gallegos, a quienes hizo venir por barco a través de traficantes que les obligaban a firmar contratos de cuatro años. Algunos murmuraban que tiraba del gatillo con facilidad y que se deshacía de los obreros recalcitrantes o demasiado exigentes. No existe documento algunos que que confirme este rumor. En cambio, los archivos de Santiago de Cuba cuentan con abundante correspondencia de esta época, donde aparecen numerosas quejas del cónsul general de Haití contra los colonos de la región. De modo que Puerto príncipe envió una comisión de inspección con el fin de comprobar las acusaciones hechas sobre crímenes cometidos en las plantaciones de la región de Banes y Mayari. El cónsul, preocupado ante la reacción violenta que pudieran tener los propietarios de las tierras, quienes no estaban dispuestos a admitir que alguien metiese la nariz en sus asuntos, imploró a las autoridades cubanas que proporcionaran a la comisión una escolta policial e, incluso, refuerzos del ejército si fuera necesario. Conviene aclarar que el Oriente, en aquellos años, se parecía al Lejano Oeste: los desacuerdos comerciales se arreglaban a golpe de Winchester más que con los libros de derecho.”

 

Esperando a invadir el Santo Domingo de Trujillo...

Durante cincuenta y nueve días, bajo un sol de justicia y acosado por los mosquitos, Fidel esperó junto a aquel ejército rebelde compuesto por cubanos, dominicanos y portorriqueños que les dieran luz verde -algo improbable- para atacar la isla vecina. A lo largo de esta cuarentena tropical, recibió algunos rudimentos de instrucción militar. Los días pasaban, pero no llegaban noticias sobre la operación desde el cuartel general situado en el hotel Sevilla, en la avenida del Prado de La Habana. Como consecuencia, la CIA tuvo todo el tiempo del mundo para ponerse al corriente, ya que las filtraciones iban en aumento. El presidente Grau, ante las presiones de los norteamericanos, intervino y envió a la marina para detener aquel pequeño ejército armado. Fidel consiguió subir a un pequeño bote improvisado y escapó de la detención.”

 

El fracasado asalto a la Moncada...
¿Acaso podía Fidel confesarles que aquel domingo, a las cinco de la mañana, no se encontraba precisamente en forma? La víspera, había conducido todo el día para hacer, bajo un sol de justicia, el trayecto interminable y agotador que lleva de La Habana a Santiago. Se detuvo a mitad de camino en una óptica de Santa Clara para que le hiciesen unas gafas graduadas. Castro era muy miope, pero sólo se ponía las gafas de vez en cuando, sobre todo cuando tenía que conducir mucho tiempo. Pero aquel sábado, 26 de julio, se las había dejado en casa de Melba Hernández, en La Habana. Puede que el óptico de Santa Clara, con las prisas, le proporcionase unos cristales inadecuados al jefe de la revolución. ¿O quizás lo que sucedió fue que Fidel, cuya coquetería era legendaria, decidió ir a la batalla sin las gafas graduadas, en otras palabras, en la niebla? Algunos supervivientes sospechaban que cometió este grave error pensando `en la foto´ . “

 

El Granma...
En el transcurso de la inspección de un grupo de `rebeldes´, Fidel Castro encontró un barco de turistas de 14 metros, el `Granma´, cerca de la desembocadura del río Tuxpan. La embarcación contaba con un motor Diésel y podía transportar a 25 pasajeros. Era demasiado pequeña para dar cabida a una tropa de desembarco que, según los cálculos del Comandante y de su ayudante Pedro Miret, estaría compuesta por un centenar de hombres. Pero no tenía otra elección. Deberían contentarse con aquella barca. El único problema era el precio: en torno a los 20.000 dólares. A pesar de sus esfuerzos por conseguir fondos de guerra, el jefe rebelde no tenía ese dinero. Se encontraba en una situación desesperada, cogido en la trampa de su propio anuncio de desembarco para diciembre de 1956, de modo que Castro debía encontrar con urgencia un mecenas.”

 

Eliminación de Camilo Cienfuegos...
De regreso a la base, el piloto del Sea Fury se enteró de la verdad: nunca había existido un aparato `enemigo´. El único avión en vuelo que había en toda la región era el Cessna de Camilo Cienfuegos. Se hundió. Unas horas más tarde, los hombres de Osvaldo Sánchez lo detuvieron para `aleccionarle´. Le dieron a elegir entre dos versiones. Una: decía la verdad y con toda seguridad le condenarían a muerte, ya que había derribado a un héroe de la revolución. Dos: nunca había efectuado aquel vuelo ni recibido la orden de derribar a nadie y se daría carpetazo al asunto. Si por desgracia alguien descubría que hizo una salida el 28 de octubre y utilizó las ametralladoras, debería contar que se divirtió disparando a los tiburones durante un vuelo rutinario. Se trataba de una historia absurda, porque a 400km/h, velocidad punta del Sea Fury, ¡ es imposible que el piloto pueda distinguir ningún escualo! Desconcertado, tuvo tiempo de hablar con los mecánicos de la base, entre los que estaba Luis Miguel Paredes, así como con otros pilotos. El rumor llegó hasta el estado mayor en La Habana, al cuartel de Columbia (convertido en `Ciudad Libertad´). Muchos colaboradores de Camilo Cienfuegos no albergaban dudas acerca de la `conspiración´ que había desembocado en la muerte de su jefe. Se produjo un hecho que corroboró sus sospechas: al día siguiente de la tragedia, el oficial de guardia de la torre de control de Camagüey se `suicidó´ de un tiro en la cabeza. Por último, había otro detalle que les preocupaba: el registro de la torre de control había desaparecido de forma misteriosa. No existía constancia de los vuelos efectuados el día en que murió el jefe del ejército rebelde.”

 

El Che...
Hacía años que no pensaba en otra cosa: volver a su país y reunirse con los suyos. ¿Cómo podía confesar a todos los que lo veneraban en Cuba que se ahogaba en su isla? El clima húmedo, malísimo para el asma, le producía unos ataques espantosos. No le gustaba el café cubano, ese espresso con demasiada azúcar. Sólo bebía mate, una especie de té hecho a base de unas hierbas que sólo se encontraban en Argentina. Detestaba la playa y el mar. Y además no se había acostumbrado al espíritu cubano. No entendía esa ligereza, su humor infantil, aquella ironía agridulce y esa manía de cantar en cualquier momento. Este carácter de `niño grande´ le hacía sentirse incómodo. No había ido a Cuba para bailar salsa, sino para construir al `Hombre Nuevo´. Pero desde hacía algún tiempo la situación se le había ido de las manos. ¿Cuándo empezó todo? No cabe duda que fue a principios de 1964, cuando Fidel Castro realizó un discreto viaje a Moscú, casi como un mendigo, a suplicar nuevos créditos del Kremlin. Su viaje pasó casi desapercibido pero no engañó a nadie. Desesperado, el Comandante tuvo que ceder a la conminación de sus `padrinos´ e hizo que Ernesto Guevara comprendiera que por un tiempo era necesario moderar las luchas guerrilleras. Le pidió que se tomara un descanso.”

 

Aliados del comunismo cubano...
Varios servicios cubanos ya habían traficado con marihuana y, de manera más específica, con cocaína. ¿Por qué no aprovechar la posición estratégica de Cuba entre Colombia y Florida? Él mismo había comprobado a fines de 1981 la capacidad defensiva del servicio aduanero estadounidense al recorrer en el más estricto secreto a bordo de una lancha motora rápida, el Pájaro Azul, las aguas del Golfo de México, para alcanzar sin problemas el puerto de Cozumel en Yucatán. Sus allegados creyeron que sólo se trataba de una forma de burlarse de las autoridades norteamericanas. Esta vez no se reían. La `operación Rescate´ era una cuestión de Estado. Pero Tony de La Guardia no debía decir nada al ministro del Interior, Ramiro Valdés, que, como algunos de los altos cargos del Medio, era capaz de cometer acciones muy viles para la `Familia´, pero `¡droga, nunca!´. Ramiro Valdés tenía sus principios. Hasta tal punto que en varias ocasiones pidió órdenes por escrito al Comandante cuando le encargaba algún asunto que consideraba demasiado `sucio´. Poco tardaron en quitarse a Valdés de encima sin miramientos, el soldado fiel y obediente, el hombre que conducía el primer vehículo en el asalto a la Moncada el 26 de julio de 1953, la `sombra´ de Fidel y figura histórica de la revolución.”

 

Libro para amantes de las biografías sin misericordia, votantes de populismos de izquierda con lo bolivariano de referente y lectura reposada para turnos de noche, convalecencias y periodos vacacionales para saber algo de una Cuba donde los integrantes de la guerrilla de Fidel Castro y sobre todo su hermano Raúl están a punto de criar malvas y la sociedad cubana se encontrará ante la disyuntiva de permitir un régimen comunista podrido en su génesis o volver a ser una tierra de oportunidades, negocio y libertad política, que ya toca que la isla se integre en el mundo del siglo XXI. Historia por otra parte del ascenso al poder de un dictador comunista y cómo mantenerse en el mismo traicionando supuestos ideales, ideología, compañeros de armas y la a misma ciudadanía cubana...

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jueves, 14 de diciembre de 2017

 

Libro: Los cien días – o el espíritu de sacrificio-

Autor: Dominique de Villepin
Editorial: Inédita Editores S. L.
Traducción: Dinah de la Lama Saul
Edición: Febrero 2005
 

El 26 de febrero de 1815, el hombre que puso de rodillas a las monarquías europeas y llegó a coronarse emperador, zarpa desde la isla de Elba rumbo a las costas francesas donde será aclamado por el ejército y el pueblo para que tome el poder y restituya a Francia la gloria perdida. Tendrá en contra a viejos copartícipes de la revolución y a la clase aristocrática obra suya donde premió con títulos nobiliarios a familiares, amigos y compañeros de armas que ahora temen perder lo ganado y se alían contra Napoleón que abandona en esa jornada su destierro...

 

La propuesta de hoy es un viaje a los cien días largos que duró el regreso de Napoleón y cómo su impronta a la hora de renunciar al poder sacrificando su persona ha marcado un antes y un después en la historia política de Francia. Quien espere encontrar hazañas bélicas de la era napoleónica en etapa final se encontrará con una crónica de las maniobras políticas y de sus protagonistas que marcaron el fracaso del intento de Napoleón de asegurar el trono para su hijo y cambiar sus formas y maneras abrazando el liberalismo parlamentario pero intenciones vistas como embustes por sus contemporáneos que temían el regreso a las formas y maneras imperiales tras el manto del diálogo. Un relato fascinante hilvanado con maestría por el autor que logra trascender el localismo de la obra y traslada al lector a la época que narra...
 
Dominique de Villepin es hijo del senador Xavier Galouzeau de Villepin, pasó su infancia y adolescencia a caballo entre Europa y América, alternando estancias en Venezuela, Francia y Estados Unidos. Licenciado en Letras y Derecho, ha consagrado su vida profesional a la diplomacia y la política. Desde 1980, año en el que fue nombrado encargado de cuestiones relativas al cuerno de África en la Dirección de Asuntos Africanos y Malgaches, ha ejercido diversos cargos siempre vinculados a la proyección exterior de Francia. Entre 1993 y 1995 fue jefe de gabinete de Alain Juppé, ministro de Asuntos Exteriores, y entre 1995 y 2002 ocupó el cargo de secretario general de la Presidencia de la República. En el año 2002 fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores y desde abril de 2004 se ocupa de la cartera de interior...

Profusos datos sacados como es habitual de la contraportada y actualizados al año de edición, pero sin más verborrea unas breves reseñas que os inciten a su apasionante lectura:
 

Los Borbones recuperan el trono de Francia...

Al principio, horrorizados por la perspectiva del retorno de los Borbones, los notables, al ver que su estatus queda garantizado, se van conformando. A la era de las opiniones revolucionarias le sigue la de los intereses, que asegura el triunfo de la burguesía sobre la nobleza, de la Francia moderna sobre el Antiguo Régimen. Desde el Consulado, que ha dado paso ampliamente al retorno de los emigrados, se han ido tejiendo numerosos vínculos en el seno de estas élites. Todos aplaudían, tras veinticinco años de conflicto, el retorno de una paz que ha costado más de un millón de muertos. Este alivio se expresa con indecencia cuando los aliados entran en París, aclamados en el faubourg Saint-Germain. Ni los emigrados que entraron entre los equipajes de los Borbones ni los realistas de mañana, que pasan del Comité de Salvación Pública a la realeza del hermano pequeño de Luis XVI sin aparentes remordimientos, nadie quiere oír hablar del César coronado, entronizado quince años antes.”
 

Comenzando el retorno a Francia desde la isla de Elba...
La operación se prepara de forma minuciosa. La buena estrella de Lodi ampara el encuentro de esta misteriosa aventura que conjuga el azar y el silencio. El cielo se abre milagrosamente y la puerta de la jaula queda entreabierta. El 16 de febrero, la vigilancia se hace menos efectiva: Campbell abandona Elba para ir a pasar ocho días a Florencia cerca de su amante. Más o menos en el mismo momento, gracias a un emisario de Murat, le ha llegado a oídos del emperador la clausura, en principio próxima, del Congreso de Viena. Puede creer que los aliados, pronto dispersos, ya no dispondrán de la capacidad de respuesta rápida y concentrada que comporta su agrupamiento en la capital austriaca. Las noches, todavía largas, favorecerán su huida. El momento no podría ser más propicio. Napoleón da sus primeras órdenes en previsión de la partida: reparación de los barcos, camuflaje de la bricbarca L´Inconstant como si fuera un navío mercante inglés, reunión de fondos, aprovisionamiento de víveres y otros problemas clásicos de la intendencia.”

 

Napoleón regresa a las Tullerías...

Los testigos confirman unánimemente la emoción de Napoleón. Disfruta de estos instantes de felicidad entre los suyos, en profunda comunión con la muchedumbre entusiasta, conmovido por el fervor de miles de miradas que le siguen a cada paso. En un breve aparte, le reprocha a la reina Hortensia haber buscado los favores de Luis XVIII y del zar: `Cuando uno ha compartido la grandeza de una familia´ le dice él, `es necesario saber padecer en la adversidad´. Su hijastra, nombrada duquesa de Saint-Leu por el muy cristiano rey, se inclina llorando, pero Napoleón ya la ha perdonado. Sin embargo, el emperador pone fin rápidamente a las efusiones. Sin ignorar las dificultades que le esperan, vuelve a sus aposentos, apresurado por girar la página de la reconquista. Ahora lo que le interesa es ponerse al frente de los deberes que le impone su cargo y consagrarse por entero a las necesidades de la supervivencia.”
 

Recelos del “nuevo” Napoleón...

"Tampoco Madame de Staël confía en la sinceridad de su metamorfosis: `Era una necedad pretender enmascarar a un hombre tal en rey constitucional -afirma en sus Considérations sur la Revolution française-. Se despreciaba plenamente a Bonaparte haciéndole usar un lenguaje contrario al que había sido el suyo durante quince años. Estaba claro que solamente podía proclamar principios tan diferentes a los que había seguido cuando era todopoderoso, porque se veía forzado por las circunstancias. Ahora bien, ¿qué es un hombre así cuando se deja forzar? El terror que inspiraba y el poder que resultaba de este terror ya no existían. Era un oso abozalado al que todavía se le oía murmurar, pero al que sus domadores hacían bailar a su son´. Ciertamente, ella aprueba el Acta adicional, pero no le perdonan a Napoleón nunca su exilio ni la retirada de la circulación de su De Alemania. No olvida ni sus injurias ni sus amenazas contra ella y contra su adorado padre, este Necker a quien Napoleón califica de `profesor de colegio´, pesado y vanidoso, que no es más capaz de prever la Revolución que de contenerla cuando era ministro de Luis XVI.”
 

Waterloo...
Empleando sabios efectos de escenificación, el emperador coloca sus fuerzas en disposición de ataque. El ritual no tiene otro objetivo que impresionar al adversario y estimular el ardor de sus soldados. `Era -precisa el teniente Martin- un espectáculo con toda la magnificencia. Las bayonetas, los cascos y las corazas resplandecían, las banderas, los estandartes y las bombardas de los lanceros, bajo el soplo del viento, hacían ondear los tres colores. Los tambores repicaban, los instrumentos de viento sonaban, la banda del regimiento entonaba la melodía de `Velemos por la salud del Imperio´. Desplegadas en abanico, las tropas arden en deseos de entrar en combate. Según la costumbre, la artillería de la Guardia lanza tres disparos al aire para enunciar el principio de la masacre. Son alrededor de las once y media.”

 

Alegría de Luis XVIII tras la derrota de Napoleón en Waterloo...

"La alegría resulta aún más viva, indecente incluso, si se piensa en la muerte de miles de soldados franceses y en la invasión del territorio. Los realistas se abrazan mientras suenan las campanas y gante se ilumina con mil fuegos. Luis XVIII hace un brindis por la victoria: `Nunca -dice-, había bebido por el éxito de los aliados antes de la restauración: su causa era justa pero ignoraba sus intenciones para con Francia. Hoy, que son los aliados de mi corona, que no combaten a los franceses sino a los bonapartistas, que se esfuerzan tan noblemente para conseguir la liberación de mi pueblo, podemos saludar sus victorias sin dejar de ser franceses´. Palabras imprudentes que el futuro no tardaría en desmentir. En el mismo momento, acordémonos, París celebra la victoria de Ligny.”
 

Delicioso libro que narra un momento apasionante de la historia de Francia y Europa que consta además de algo que nos encanta como son las notas a pie de página, no estas farragosas pero necesarias de puntualizar un significado o un dato; el autor logra que se pueda leer el libro ignorando las notas pero detenerse en ellas cuando se indica es enriquecer el hecho narrado, asomarnos más profundamente a la acción descrita en ese párrafo, así que doble placer de lectura que lejos de lastrar la misma consigue captar más aún nuestra atención y hay una inmersión placentera por parte del lector. Recomendable para amantes de la historia, estudiosos de la época y lecturas reposadas en tiempos de fiestas navideñas. Cuidadín con regalar a la suegra que igual empieza a dar la turra con sus recuerdos de chochez donde fue contemporánea de Josefina y su difunto marido funcionario con Fouché confundiendo fechas y vivencias, cuidadín cuidadín...

 

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lunes, 13 de noviembre de 2017

 

Libro: Kruschev -El hombre y su época-

Autor: William Taubman
Editorial: La Esfera de los Libros, S. L.
Traducción: Paloma Gil Quindós
Edición: 2005
 

Se cumplen cien años de la revolución rusa de 1917 que dio lugar a la Unión de Repúblicas Soviéticas bajo el sistema comunista y a medio planeta bajo la influencia soviética tras el fin de la II Guerra Mundial para librar a partir de 1945 una guerra fría con su antagonista de sistema, los EEUU. Un sistema que colapsó en 1989 y cuya ideología vive cien años después de su intento de llevarlo a la práctica una especie de renovación que se mueve entre el populismo en Europa y las dictaduras civiles en las repúblicas hispanas donde plantean que el ideario comunista sigue vigente, con el
socialismo como paso previo, y se plantea que corrigiendo los errores de la URSS es perfectamente viable llevarlo a la práctica. Que mejor homenaje que una biografía del camarada Kruschev, sucesor de Stalin y protagonista junto con JFK de la crisis de los misiles en Cuba que llevó a la humanidad al borde de una guerra termonuclear...
 
William Taubman ocupa (2005) la cátedra Bertrand Snell de Ciencias Políticas en la Facultad de Amherst...
 
Y poco más os puedo contar porque la contraportada es verdaderamente parca en datos y es de suponer que si buscáis en Internet encontréis más datos del autor, que logra dotar a la narración de agilidad periodística y estilo literario que se agradece cuando se aborda un tocho de setecientas páginas logrando esa magia para el lector de devorarlo y quedar con ganas de más...
Y sin más verborrea unas breves reseñas que os inciten a su lectura:
 
Orígenes...
Kruschev nació el 15 de abril de 1894 en el pueblo de Kalínovka, en el sur de Rusia. Sus padres, Serguéi Nikanórovich Kruschev y Aksinia Ivanovna Kruscheva, eran campesinos pobres, como los padrinos de su bautizo, que se celebró en la iglesia del Arcángel del pueblo. Nikita Kruschev vivió en Kalínovka hasta 1908, año en el que su familia se desplazó a Yuzovka, ciudad minera del este de Ucrania. De los varios miles de páginas que ocupan las memorias que dictó en sus últimos cinco años, Kruschev sólo dedicó unas cuantas a los catorce primeros años de su vida. `Nada más empezar´, recuerda su hijo, `anunció que no iba a contar su vida desde la infancia. No soportaba los relatos cronológicos, le deprimían´. Sin embargo dedicó una buena parte a los años vividos en los alrededores de las minas de Yuzovka; y nunca en toda su vida política mencionó que su padre hubiera sido labrador, sino minero u obrero. Parte de este subrayado selectivo era político -la cabeza visible de un Estado obrero necesitaba un pasado proletario-; pero no todo: hubo muchas cosas de la vida en Kalínovka que su insigne paisano prefirió postergar u olvidar.”
 
Gobernante de Ucrania tras el fin de la II Guerra Mundial...
Kruschev hubo de encarar otros retos de posguerra. Uno de ellos fue la Iglesia Católica griega, el mayor estandarte de las señas de identidad ucranianas, cuyos prosélitos habían llegado a sumar tres millones antes de la guerra. Si bien entre 1939 y 1941 los comunistas trataron de limitar su influencia (recaudando impuestos discriminatorios, divulgando propaganda antirreligiosa y recogiendo o falsificando pruebas incriminatorias contra la jerarquía eclesiástica), Kruschev actuó con cautela, dada la precaria situación internacional y la fuerte base popular de la Iglesia. En 1944 seguía teniendo razones para optar por la prudencia, y sobre todo hasta que los aliados occidentales aceptaran el control soviético sobre la Ucrania occidental dentro del acuerdo que puso fin a la guerra. La misión de aplastar a la Iglesia Católica griega quedaba pendiente.”
 
Aspirante al poder...
"El avance de Kruschev era obvio para los cargos comunistas que sabían por dónde soplaba el viento. A finales de 1953 hacía falta su visto bueno para todas las decisiones importantes. Hasta febrero de 1954, Malenkov dejó de aparecer a la cabeza de las listas de delegados del Presidium, que empezaron a ordenarse alfabéticamente. En noviembre, a la Cancillería del Presidium, dirigida por Sujánov, ayudante de Malenkov de toda la vida, la sustituyó una Sección General bajo control de Kruschev. Todo el aparato del Comité Central, con tentáculos que llegaban a todas las esferas de la vida, quedó en sus manos. Entretanto, en marzo de 1954, su protegido, Iván Serov se hacía cargo del KGB.”
 
Derribo del U2...
Kruschev quedó horrorizado cuando supo que el presidente Eisenhower había aprobado los vuelos espía: `¡Qué descaro! ¡Qué vil descaro!´ Le recordaba a los delincuentes que hacían presa en transeúntes indefensos siendo él niño en Yuzovka. `Pero nosotros no somos transeúntes indefensos. Nuestro país es fuerte y poderoso.´ ; Más que `ira o sensación de haber hecho el ridículo´, le pareció a Priscilla Johnson, `el soniquete de sus afirmaciones era la decepción por la ruptura de una amistad´. A la pregunta de si aún recibiría a Eisenhower en la Unión Soviética, vaciló durante un largo medio minuto. `¿Qué decir? -replicó por último-. Pónganse en mi lugar y respondan por mí. Soy una persona, tengo sentimientos humanos.´ Con todo, la cumbre y la visita seguían en pie. Kruschev aseguró que `no habría excesos durante la estancia del presidente´. Estaba haciendo todo lo posible por garantizar que `la situación internacional vuelva a la normalidad´, y pidió a los periodistas allí congregados que no escribieran `nada que pueda aumentar la tensión y la ceguera´. Para Priscilla Johnson, Kruschev parecía `dialogar consigo mismo´, como si `intentara disuadirse de ir a París´. La sensación que dejaron sus comentarios, recuerda Troyanovsky, era que `no acababa de decidirse por qué hacer.´
 
Balanza de misiles a favor de EEUU...
"En febrero de 1962 Kruschev se dirigió a Pitsunda con ánimo de descansar y preparar una importante reunión del Consejo de Defensa del país, en la que iban a darse cita los altos mandos militares, destacados ingenieros de misiles y delegados del Presidium. Presidiendo la sesión con la ropa que usaba en sus vacaciones (chaqueta verde y pantalón gris) -que contrastaba mucho con la formalidad del vestuario de todos los demás-, Kruschev tuvo que oír a los comandantes reconocer que los ICBM soviéticos existentes no estaban en condiciones de enfrentarse a los estadounidenses. El R-16 (llamado SS-6 en Occidente) tardaba horas en prepararse para su lanzamiento, mientras que los misiles Minuteman estadounidenses podían dispararse en unos minutos. `Antes de haberlos preparado -se lamentaba el mariscal Moskalenko-, no habrá quedado de nosotros ni un charquito.´ Es más, si los estadounidenses no destruían el R-16, su propio líquido inestable podría hacerlo. Para evitar la explosión, tenía que drenarse cada treinta días, mientras que el combustible sólido del Minuteman podía permanecer preparado indefinidamente. `La mirada de padre recorría la sala con pesimismo -dice Serguéi Kruschev-. El resultado que perseguía volvía a revelarse imposible. Pidió a los presentes que pensaran qué podría hacerse para reducir al mínimo el tiempo que llevaría ponernos a la altura de los estadounidenses´.”
 
Destituido a la manera soviética...
En la mañana del día 15 (1964) un nuevo equipo de seguridad había sustituido a la escolta que durante tantos años trabajó al servicio de Kruschev. De las múltiples líneas telefónicas de su residencia en las colinas de Lenin -entre ellas varias interurbanas y especiales del Gobierno-, ya sólo funcionaban una línea local y la de la casa cuartel. A primera hora de aquella mañana, una gran berlina Chaika ocupó el sitio de la descomunal limusina negra ZIL, a la que sólo tenían derecho tres personas en todo el país: el secretario del Partido, el primer ministro y el presidente del Presidium del Soviet Supremo. Aquel mismo día la Chaika dio paso a un Volga corriente de color negro, lo que relegaba a Kruschev al nivel de los funcionarios intermedios a quienes tan mal había sentado que recortara sus privilegios.”
 
Apasionante biografía de un hombre cuyas virtudes eran a la vez sus defectos y un reformista que se adelantó a su tiempo, que jugó de farol la partida de la guerra termonuclear pero que creía en la distensión y en el sistema que representaba siendo consciente de que había que mejorar las condiciones de vida de la población pero que no quería renunciar a la ideología comunista convencido de que con las debidas reformas se llegaría a superar a los EEUU en casi todas las áreas. Ideal para votantes de izquierdas que creen en la democracia asamblearia, jóvenes neo comunistas que no entienden las maniobras de sus lideres y amantes de la historia que gustan conocer el pasado para comprender el presente. A la suegra mejor no regalárselo porque acabaría forrando la pata de la cómoda, que no se gasta un céntimo en reparar el mobiliario la muy tacaña...

 

 

 

 

Lunes, 23 de octubre de 2017

 

Libro: La conspiración
-La historia secreta de John y Robert Kennedy-

Autor: David Talbot
Editorial: Crítica, S. L.
Traducción: Rosa Mª Salleras Puig
Edición: 2008
 

Se anunciaba fechas atrás la desclasificación de nuevos archivos referentes al asesinato de JFK y es buen momento para la lectura de un título que es otra nueva obra donde se trata de aclarar quién estaba detrás del magnicidio ya que a estas alturas y el tiempo transcurrido todo apunta a una conspiración donde, si bien hay testimonios a medida que los protagonistas fallecen, aún faltan los documentos que den materialidad a lo que hasta ahora han sido susurros de la verdad, comisiones de investigación que no dejan satisfechos a nadie o sencillamente son burdas tapaderas e intentos de desviar la atención; faltan pruebas por escrito que den veracidad de que hubo una conspiración donde la CIA dio un golpe de estado con la colaboración de la mafia y los anticastristas como carne de cañón...

 

Por otra parte la administración de JFK fue una odisea apasionante con la construcción del muro de Berlín, la crisis de los misiles, la lucha por los derechos civiles, la fascinación que la primera dama provocó en todo el mundo, un plan para combatir los movimientos de liberación con progreso y estabilidad en el continente pero marcada desde su juramento como presidente por el caso de Bahía Cochinos y con una cúpula militar, los servicios de inteligencia, el FBI y la mafia incómodos con los planes de futuro y de presente de JFK. El autor nos lleva de la mano de su hermano Robert por los avatares, sí dignos de Camelot, por proteger a su hermano políticamente, la mortificación de no haber evitado su asesinato para finalmente dejar de ser Bobby e inmolarse en nombre de la esperanza y la justicia de la verdad para ser Robert Kennedy y al igual que su hermano ser abatido cuando intentaba llevarlo a cabo.
 
David Talbot ha sido pionero del periodismo on-line para The New York Times y fundador y editor de Salon. También ha trabajado como editor para la revista Mother Jones y San Francisco Examiner y ha colaborado con The New Yorker y Rolling Stone.
 
Datos sacados de la contraportada por no variar y sin más, unas breves reseñas que os inciten a su apasionante lectura:

 

22 de noviembre de 1963...
Igual que cualquier otro ciudadano estadounidense que vivió aquel día, Robert F. Kennedy nunca olvidaría el modo en el que se enteró de que alguien le había disparado a su hermano. El fiscal general, que acababa de cumplir treinta y ocho años, estaba almorzando potaje de almejas y patatas y bocadillos de atún, en compañía del fiscal federal Robert Morgenthau y su asistente, junto a la piscina de Hickory Hill, su mansión de la época de la guerra civil en Mc Lean, Virginia, en las afueras de la capital. Era un día de otoño perfecto, el clásico viernes por la tarde, azul intenso y fresco que promete un gran fin de semana, y el rojo fuego y oro de las hojas de los nogales, los arces y los robles, apostados cual centinelas a lo largo de toda la propiedad, iluminaba el terreno verde y ondulante que rodeaba la residencia. Kennedy acababa de emerger de un baño al mediodía, y mientras hablaba y comía con los juristas invitados, su traje de baño seguía chorreando.”

 

JFK candidato a la presidencia de EEUU...
La llamada de Kennedy a liberar Cuba desconcertó especialmente a Nixon, puesto que el vicepresidente, en colaboración con la CIA y un puñado de refugiados cubanos, estaba planeando, precisamente, esta operación. Kennedy, en el cuarto y últimos debate de la campaña, hizo un llamamiento a la liberación de Cuba, y Nixon, obligado a guardar silencio acerca de este plan ultrasecreto, tuvo que morderse la lengua. `No tuve más opción que adoptar una postura del todo contraria y atacar la defensa de Kennedy de una intervención abierta en Cuba´, escribiría Nixon en sus memorias del año 1978. `Escandalicé y decepcioné a muchos de quienes me apoyaban... en aquel debate, Kennedy transmitió la imagen, a sesenta millones de personas, de que él era más duro que yo respecto a Castro y al comunismo.´ Nixon, un maestro de la magia negra en política electoral, había encontrado por fin la horma de su zapato.”

 

Robert Kennedy contra Hoffa...

En la mesa de los testigos, los ojos pequeños y brillantes de Hoffa relucían con aguda inteligencia. A pesar de los incesantes ataques de Bobby y de los miembros del comité, el dirigente sindical, resuelto y determinado, nunca cedió, siempre capaz de escabullirse cuando parecía que estaba arrinconado. En ocasiones, Hoffa se cansaba de eludir y esquivar los golpes y entonces atacaba a Kennedy con algún epíteto. `Está usted enfermo, eso es lo que le pasa, está enfermo´, le escupió a Kennedy una tarde después de un duro intercambio con el abogado del senado.”

 

Guerra Fría...
El discurso de la paz de JFK marcó un hito y constituía, nada más y nada menos, que un intento de acabar con el cara a cara que enfrentaba a las dos superpotencias y que había esclavizado al mundo desde hacía más de una década, desde el momento en que los soviéticos iniciaron sus propios ensayos nucleares en el año 1949. En años recientes, se ha convertido en una tendencia de moda, tanto entre los conservadores como entre los liberales belicistas, reivindicar a JFK como uno de los suyos. Sin embargo el apasionado discurso de JFK en la American University demostraba claramente que ya no era un liberal de la guerra fría. `No, JFK no era un halcón, ni un soldado de la guerra fría´, observaría Ted Sorensen años más tarde, sino un pragmático, continuó Sorensen, profundamente consciente de que la locura humana conducía a la tragedia. Y estaba resuelto a desmilitarizar las relaciones entre las potencias nucleares antes de que ocurriera una catástrofe.”

 

El informe Warren...
Robert Kennedy estaba atrapado en una posición imposible. En privado, rechazaba con desdén el informe Warren, al que consideraba nada más que un ejercicio de relaciones públicas diseñado para tranquilizar al público. Sin embargo, en aquel momento no deseaba cuestionarlo en público y, por lo tanto, no le quedaba otro remedio que apoyarlo. Concederle una aprobación superficial era una manera de evitar más preguntas de la prensa sobre el asesinato: `Ustedes ya conocen mi posición, pasemos a otra cosa´. En el año 1964, su situación política, y emocional, no le permitía hacer más. `En público, siempre respaldó a la Comisión Warren, creía que era lo políticamente correcto´, explicaría el ayudante de Robert Kennedy, Frank Mankiewicz, que sabía que en privado Robert Kennedy tenía otro punto de vista diferente acerca de lo ocurrido en Dallas. `No quería hablar de ello, yo creo que era físicamente incapaz de hacerlo´. “

 

Robert Kennedy el estadista...
El viaje de Kennedy, programado para el mes de junio, constituía una creciente fuente de tensiones en el seno del gobierno del apartheid, que creía que la llegada del senador estadounidense desencadenaría una oleada de disturbios en protesta de su política racista. El gobierno sudafricano no era el único que mantenía una vigilancia observadora sobre los planes de viaje de Kennedy. Su propio gobierno también seguía sus pasos. A pesar del trato brutal al que el gobierno sudafricano sometía a su población no blanca, desde Whasington se consideraba al gobierno de Pretoria un importante aliado de la guerra fría. Una vez más, los rivales políticos de Kennedy opinaban que su diplomacia sin control perjudicaba a los intereses de la seguridad de Estados Unidos.”


Sigue el misterio...

Algunos de aquellos con una larga historia de participación en el caso manifiestan un profundo pesimismo. Cuando visité a Bob Blakey, en noviembre de 2003, una semana antes del cuadragésimo aniversario del magnicidio de John F. Kennedy, parecía resignado a la idea de que el crimen nunca sería resuelto. Hablamos en su casa cerca del campus de la Universidad de Notre Dame, donde enseña derecho, sentado en sillones muy mullidos en su estudio poco iluminado, mientras las llamas parpadeantes en la chimenea alejaban el frío de una tarde cubierta de nubes. Hacia el final de la entrevista, Blakey me dijo que los Kennedy ya no parecían importantes, al menos no para aquellos estadounidenses nacidos después del asesinato del presidente.”
 
Libro nada recomendable para encontrar dimes y diretes, escándalos o datos escabrosos y conspiranoicos. Una búsqueda honesta indagando en testigos, testimonios y hemerotecas que resulta inquietante a medida que avanza su lectura pero que arroja luz sobre algunos interrogantes acerca de la política estadounidense. Ideal para amantes de los entresijos de la historia, personas liberales de pesadillas conservadoras y público en general que nos aporta una visión desde el lado de Robert Kennedy y un fresco de a dónde fueron aquellos sueños que cautivaron a una generación mientras el mundo pendía de un hilo nuclear, una saga familiar y política que siempre formará parte de la memoria colectiva porque siempre nos preguntaremos quién y qué ordenó el asesinato del presidente de Estados Unidos y de su hermano Robert Kennedy.

sábado, 14 de octubre de 2017

 

Libro: El muro de Berlín
-13 de agosto de 1961 - 9 de noviembre de 1989 -

Autor: Frederick Taylor
Editorial: RBA Libros S. A.
Traducción: Antoni Puigrós
Edición: Octubre 2009
 

A lo largo de los siglos la humanidad ha erigido muros, ya sean de contención, separación, cuando no ambas funciones, en un intento de que marcaran fronteras aunque el paso del tiempo se impone, terminan perdiendo su función para finalmente si sobreviven quedar como recuerdo de otros tiempos y siendo una frase en medio de los libros de historia aunque cada muro tiene su propia historia pese a que pase más desapercibida o sintetizada a medida que transcurre el
inexorable paso del tiempo. La propuesta de hoy es un viaje a la Guerra Fría y la historia del Muro de Berlín que separaba dos sistemas, contenía la fuga de insatisfechos y marcó a una ciudad dividida como dividida quedó Alemania tras el fin de la II Guerra Mundial en 1945 hasta 1989 con el colapso del sistema comunista en que se logra la reunificación y el derribo del muro...
 
Frederick Taylor estudió Historia y Lenguas Modernas en Oxford y realizó estudios de posgrado en la Universidad de Sussex, donde se especializó en el auge de la extrema derecha en la Alemania de comienzos del siglo XX y obtuvo una beca Volkswagen. Ex editor y autor de cuatro novelas, ha editado y traducido al inglés los diarios de Joseph Goebbles entre 1939 y 1941 así como autor de una obra de gran éxito sobre el bombardeo de Dresde.
Y sin más, unas breves reseñas que os inciten a su lectura:
 
Fin de la Guerra Fría...
Pocos fueron los que hicieron caso de los comentaristas que vieron la caída del muro de Berlín y la ulterior defunción del comunismo en Europa como `el fin de la historia´. Pero la mayoría de nosotros nos atrevimos a esperar una paz relativamente suficiente, y una colaboración genuina entre los pueblos, sin partidismos, para solventar los problemas del planeta. Teníamos la sensación de que ésta sería nuestra recompensa por haber luchado durante más de cuatro décadas en las que la amenaza de una destrucción nuclear y la grave restricción de las libertades habían servido de barricada callejera ante nuestro horizonte psicológico. Habíamos esperado que las cosas fueran diferentes, y lo fueron. O así parecía en aquel jubiloso otoño de 1989.”
 
Berlín año cero...
Durante el primer año de posguerra fallecieron unos 12.000 berlineses, ya fuera por hambre o por enfermedades asociadas a la desnutrición. Sin embargo, para aquellos que lograron sobrevivir sobrevino un febril florecimiento cultural: en los sectores occidentales se crearon nuevos periódicos, se inauguraron teatros, clubes nocturnos y cabarets, e incluso los estudios cinematográficos reanudaron su actividad. Es posible que los berlineses tuvieran muy poco para comer, o que se congelaran en los sótanos sin calefacción, pero por vez primera desde 1933 podían hacer, decir o escribir lo que quisieran. Con cierto humor macabro, a esa época la llamaron `los años dorados del hambre´. "
 
El mundo comunista sin Stalin...
Dos semanas antes, Beria había sido arrestado por supuestas `actividades criminales contra el partido y contra el gobierno´. Era, según la imputación, `un agente del imperialismo´. Sus colegas, aterrorizados por lo que el ministro de Seguridad les podía hacer cuando tuviese la menor ocasión, habían decidido golpear primero; y, a diferencia de los enemigos de Ulbritch, su puntería fue rápida y certera. A Beria lo detuvieron durante una reunión en el Kremlin, donde sus tropas especiales y sus asesinos profesionales no le podían proteger. Ahora languidecía en la cárcel, y sería ejecutado al año siguiente. El enemigo más decidido de Ulbritch en Moscú había dejado de serlo. De haber seguido siendo Beria el hombre más poderoso de la Unión Soviética, sin duda a Ulbritch lo habrían destituido cuando no algo peor.”
 
La idea del muro se hace realidad...
Serían pocas las personas que conocerían el plan secreto para el cierre de la frontera. Honecker instaló su cuartel general en una discreta suite de cuatro habitaciones en el segundo piso del edificio de Keibelstrasse, donde tenía su sede el Departamento de Policía de Berlín Oriental, detrás de la Alexanderplatz. Los miembros del grupo de planificación, elegidos según la estricta necesidad de que estuvieran al corriente, fueron: Paul Verner, primer secretario del SED en Berlín; el viceprimer ministro Willi Stoph; el ministro de Seguridad del Estado Erich Mielke; el ministro de Interior Karl Maron y su ayudante, el mariscal de campo Seifert; el ministro de Defensa Heinz Hoffmann; el ministro de Transportes Erwin Kramer; el jefe de la policía de Berlín Oriental, el general Fritz Eikemeier y su ayudante, el coronel Horst Ende. Incluso el personal de operaciones de Honecker estaba limitado a ocho, entre los cuales estaban el teniente coronel Hübner, su asesor militar, y el coronel de la policía y miembro ejecutivo del Consejo de Defensa Gerhard Exner. Éste iba a desempeñar un papel clave. Dado que aquello sería visible para los forasteros, tenía que garantizar que en su conjunto pareciera una operación policial de envergadura, aunque rutinaria.”
 
Al servicio de la RDA...
El servicio de Koch en Berlín le proporcionó una esposa e incrementó su apego al sistema comunista. Todavía más, incrementó su resentimiento contra los jóvenes de su misma edad que vivían en Berlín Oriental pero trabajaban en Berlín Occidental, a veces a tiempo parcial y los fines de semana. Allí podían ganar 5 marcos a la hora, lo cual, debido al cambio de divisa no oficial de 5 por 1, les daba un total de 25 marcos de la RDA. Así, por una tarde de trabajo, un cruzafronteras podía ganar 100 marcos de la RDA, lo que equivalía al salario semanal de un soldado raso del ejército como Koch. Los cruzafronteras hacían ostentación de su dinero, lucían las últimas modas occidentales y se burlaban de los jóvenes que, como Koch, subsistían con los miserables sueldos comunistas. Por eso cuando el 13 de agosto cerraron la frontera, el soldado Koch apoyó con entusiasmo la decisión. `Las medidas´ pondrían fin al desorden de aquellos muchachos que, en opinión de Koch, obtenían un provecho despreciable del sistema de vida del Estado Socialista, altamente subvencionado, mientras trabajaban en un voraz Estado capitalista. Llámese equidad o envidia.”
 
Intentando escapar a Berlín Occidental...
El 27 de marzo de 1962, Seidel y su equipo habían excavado otro túnel cerca de allí, pero los Vopos lo habían descubierto. Cuando Seidel y un ayudante suyo, Heinz Jercha, salieron al otro lado, descubrieron que habían caído en una trampa. Los Vopos abrieron fuego y Jercha recibió un disparo en un pulmón. Después de tirar del jadeante Jercha y colocarlo tras él, Seidel empujó frenético la tierra con el fin de bloquear la boca del túnel. Para cuando los guardias fronterizos lograron reabrir el túnel, los dos jóvenes habían llegado ya al otro lado de la frontera. Desgraciadamente, los intentos por detener la hemorragia interna fracasaron, y Heinz Jercha falleció antes de que llegara la ayuda de médicos expertos."
 
Noviembre de 1989...
Entre la una y las dos de la madrugada, enjambres humanos procedentes de ambos lados de la frontera se abrieron paso a través del muro en la puerta de Brandemburgo. Había quienes, sin hacer caso del frío de noviembre, iban en bata y pijama. Miles de personas se deleitaban con la sensación de pasear por la cercana Pariser Platz -donde estaba la hilera de las embajadas-, una elegante zona de la ciudad cerrada treinta años atrás con alambradas, bloques de cemento y trampas antitanque, convertida por decreto del Estado en una letal tierra de nadie. La gente escalaba hasta lo alto del muro y allí bailaba y gritaba con todas sus fuerzas, de alegría, de éxtasis y de liberación.”
 
Historia apasionante de un trozo de la historia de la Guerra Fría que conviene recordar tanto como homenaje a una ciudad y sus habitantes como para recordarnos que por altos y fuertes que se hagan los muros que acotan la libertad de la ciudadanía, tarde o temprano terminan derrumbados y convertidos sus trozos en reliquias o recuerdos. Ideal para amantes de la historia en lectura de vigilias hospitalarias, vacacionales o simplemente por amor a la lectura. Poco aconsejable para la suegra que podría darle ideas peregrinas y ponernos de albañiles para de paso arreglar el fregadero y el plato de la ducha...

jueves, 21 de septiembre de 2017

 

Libro: Divide y vencerás

-El reparto de África, 1880-1914-

Autor: Henry L. Wesseling
Editorial: RBA Libros S. A.
Traducción: Yvonne Conijin
Edición: 2010
 

La propuesta de hoy es un apasionante viaje a la época en que las grandes potencias se repartieron a golpe de tiralíneas el mapa de África como parte del Gran Juego pese a que ninguna, en principio, estaba interesada en el mismo y las colonias se limitaban a puestos marítimos. Casi sin querer las potencias europeas se vieron envueltas en una lucha que se libraba mediante exploraciones a zonas desconocidas para el hombre blanco amén de hostiles para las condiciones de vida, tratados con reyes tribales que luego servían de justificantes de posesión en las grandes conferencias, un cambalache de territorios y protectorados buscando unir las colonias físicamente para finalmente trazar unas fronteras cuyas consecuencias sociales aún sufre el continente negro.

 

El autor se centra en los aspectos políticos, las políticas coloniales de los distintos países, y en las figuras políticas que llevaron a cabo el reparto. Es un relato de acontecimientos donde las naciones se muestran como actores y sus patriotas los encargados de llevar a cabo la obra colonizadora que si bien en lo geográfico se basaba en tratados y acuerdos con los gerifaltes de la población local, también se justificaba desde un punto de vista moral luchando contra la esclavitud y llevando a la par una labor evangelizadora...
 
Henry L. Wesseling es catedrático de Historia General en la Universidad de Leiden, director del Instituto para la Historia de la Expansión Europea y autor de diversos libros de historia...

 

Y no puedo contaros más del autor porque la contraportada es verdaderamente parca en datos biográficos del mismo y recordaros que son datos actualizados a la fecha de edición pero por Internet hallaréis seguro más datos si os pica la curiosidad, yo me retiro y os dejo unas breves reseñas que os inciten a su apasionante lectura:

 

El comienzo del reparto...
La partición de África empezó en África del Norte. El establecimiento del protectorado de Túnez en 1881 y la ocupación inglesa de Egipto al año siguiente fueron los primeros pasos en el largo camino que se cerraría en 1912 con el sometimiento de Marruecos. Este es, al menos, un punto de vista bastante aceptado. Es también una visión tentadora, no sólo por la elegancia de la simetría -la partición de África terminaba donde había empezado, en África del Norte- sino al mismo tiempo, porque ambos acontecimientos tuvieron efectivamente gran relevancia y numerosas consecuencias. La ocupación francesa de Túnez constituyó la primera prueba irrefutable de que Francia se había erigido de nuevo como gran potencia tras su derrota ante Alemania en 1870. La ocupación inglesa de Egipto y las consiguientes tensiones anglo-francesas determinaron en grandes líneas el modelo a seguir para la nueva injerencia europea en África que se produjo a continuación. Algunos historiadores llegan incluso a considerar toda la sucesiva partición de África como una consecuencia directa de la cuestión egipcia.”

 

Leopoldo II de Bélgica y sus ansias colonialistas...

"Al principio, su atención se centraba sobre todo en Oriente. `¿Sabe usted de alguna isla en Oceanía, el Mar de la China o el Océano Índico que nos pueda venir bien?´, preguntó en 1861 a un oficial de la Marina belga. También le atraía Borneo, más tarde llamó su atención Nueva Guinea, y Formosa, Tonkín, Sumatra, etcétera. Cada una de ellas le llevaba a hacer planes, proyectos, globos sonda, pero a la postre no conducían a parte alguna. No obstante, tras la subida al trono se produjo un cambio trascendente. El objetivo seguía siendo el mismo, proporcionar una colonia a Bélgica, pero los medios eran distintos. Tras su coronación, Leopoldo se dio cuenta de que el país, o por lo menos el Gobierno, no quería saber nada de la expansión colonial. Fuerte en los actos, suave en el modo, permaneció fiel a su sueño, pero cambió de método. En adelante actuaría como particular, naturalmente con el prestigio propio de un soberano y con el apoyo de la fortuna de su familia, pero prescindiendo del Gobierno y del Parlamento. Su nueva estrategia era la de soberano institucional dentro de Bélgica, y de empresario independiente fuera de las fronteras del país.”
 

Lord Rosebery...

Rosebery era demasiado rico para tener que esforzarse por algo, demasiado intelectual para tener ambiciones y demasiado historiador para albergar ilusiones. Apreciaba la cartera de Asuntos Exteriores que le dieron en el último gabinete Gladstone. Le brindó la oportunidad de garantizar la continuidad de la política exterior de Salisbury en un gabinete liberal. No ambicionaba el puesto del presidente del Gobierno, pero se lo otorgaron porque no había ningún otro dirigente aceptable. No tuvo éxito. Desde el primer momento existían hostilidades públicas con su gran rival sir William Harcourt, que era líder de los liberales en la Cámara de los Comunes, donde Rosebery, siendo Lord, no podía hacer acto de presencia. De este modo, la presidencia del Gobierno se convirtió en una tragedia personal para Rosebery, que era muy nervioso. Terminó en un completo fracaso y le causó un insomnio absolutamente insoportable. Tras sólo quince meses de gobierno, dimitió.”
 

Abomey...
Abomey -o Dahomey, como también se le llamaba- era, en efecto, un estado peculiar. Poseía un fuerte ejército en activo. Uno de sus componentes más originales era el cuerpo de amazonas, que se había fundado en el siglo XVIII, cuando el rey decidió incorporar al ejército a algunas de sus esposas. Desde entonces, las amazonas se habían convertido en una unidad permanente y la más temida de la milicia. En Dahomey, las mujeres se encargaban de la parte más dura en las luchas. Como contraprestación, poseían todos los privilegios propios de la posición de las esposas del rey. Vivían en palacios y disfrutaban de comida especial que les servían. Un detalle menos agradable era que les estaba prohibido mantener relaciones con otros hombres aparte del rey al que, por motivos obvios, no veían con mucha frecuencia. La infracción de esta regla se castigaba con la pena de muerte. Expertos psicólogos de entonces y de ahora han relacionado con frecuencia la ferocidad de las amazonas con esta represión sexual forzosa.”

 

Kitchener de Jartum...

Horatio Herbert Kitchener (1850-1916) es quizás el mejor y, en todo caso, el más conocido de los generales ingleses en las colonias. Fue muy popular por ocupar en 1914 el cargo de ministro de Guerra, desde donde dirigió la campaña de los voluntarios en la guerra. Cualquier joven inglés se enfrentaba en esa época a la cara bigotuda del mariscal de campo que le miraba severamente desde el cartel publicitario a cuyo pie leía la frase: `Your country needs you´ (Tu patria te necesita a ti). Pero Kitchener ya se había convertido mucho antes, durante la Guerra de los Boers, en héroe nacional. Estuvo al frente de las tropas de África del Sur durante la fase más complicada de la guerra más difícil de la historia inglesa. Fue nombrado entonces `Lord Kitchener of Khartoum, Vaals and Aspell´, pero se le seguiría conociendo como Kitchener de Jartum, pues era ante todo el hombre que había vengado a Gordon y había reconquistado Jartum. Su victoria de Omdurman fue y siguió siendo su mayor triunfo.”
 

Sudáfrica...
El futuro de Sudáfrica era, pues, de vital importancia para Milner. África del Sur no podía faltar en el Imperio Británico. Esta colonia debía ampliarse hasta llegar a ser una gigantesca federación, algo así como Canadá o Australia. Pero el futuro de África del Sur era incierto. De hecho, existían dos posibilidades: podía evolucionar hasta convertirse en dominio británico, o podía llegar a ser una potencia enemiga, dominada por los boers. La clave para la solución se encontraba en Transvaal. Había que obligar a Kruger a optar por el bando británico. No había otra solución para los problemas políticos en África del Sur: o reformas en Transvaal o la guerra. Milner no creía que esa reforma vendría por sí sola, así que era partidario de alentar una crisis. El 23 de febrero de 1898, y tras haber realizado un estudio sobre el asunto, comunicó su punto de vista a Chamberlain en una extensa carta, advirtiéndole, además, de que sólo era un planteamiento local de la cuestión. Naturalmente, todo dependería de un análisis de la situación política mundial. Dependía la cuestión en su conjunto del enfoque imperialista. Eso le incumbía a Chamberlain.”

 

Marruecos...
El Tratado de Fez dejaba abierta la posibilidad de una partición de Marruecos, estipulando al mismo tiempo que Francia y España ya habían pactado algunos puntos en 1904. El reparto se completó con el tratado de protectorado que España firmó con el sultán el 27 de noviembre de 1912. España obtuvo con este tratado dos zonas: I) una franja costera, desde Larache en el océano Atlántico hasta un punto al este de Melilla en el Mediterráneo, pero con excepción de Tánger, que se puso bajo mando internacional; 2) una región en el sur de Marruecos, por debajo del río Dra. No obstante, la mayor parte de Marruecos pasó a manos de Francia. Se había cumplido el gran sueño del partido colonial: un territorio de 4.500 kilómetros de longitud, desde Ceuta en el Mediterráneo hasta Cabinda en el Congo, quedó bajo mando francés.”
 
Lectura ideal para vigilias, turnos de noche con calma chicha, convalecencias o simplemente curiosidad por conocer los entresijos del pasado que siguen conformando el presente y nada recomendable para regalar a la suegra que podría pensar en trazar sobre la servilleta de papel nuevas fronteras y límites bajo el protectorado de su sopa boba...

jueves, 7 de septiembre de 2017

 

Libro: Nagasaky Las crónicas destruidas por MacArthur

Autor: George Weller
Editorial: Crítica, S. L.
Traducción: Enrique Herrando
Edición: 2007
 

Ahora que el mundo anda inquieto con las ínfulas norcoreanas por tener la Bomba H y amenazas de misilazos y el apocalipsis atómico, sumado a que en agosto se conmemora a las víctimas de las bombas atómicas que pusieron fin a la II Guerra Mundial tras la rendición incondicional de Japón, es buen momento para visitar de la mano de un testigo de excepción la ciudad de Nagasaky tras el bombardeo atómico...

 

Lo hacemos de la mano de un periodista de raza, un estilista del periodismo de los corresponsales de guerra que era además un testigo molesto para el general McArthur que trataba por todos los medios y mediante la censura evitar que se conociera los estragos de la radiación en los supervivientes así como conocer de primera mano las atrocidades que sufrieron los soldados aliados que cayeron en manos japonesas durante el arrollador avance nipón tras comenzar las hostilidades atacando la base naval de Pearl Harbour. Un testigo incómodo y molesto que sufrió la censura y la rabia de ver como sus crónicas eran destruidas o desaparecidas mientras que otras eran mutiladas en las partes más escabrosas y descarnadas de las mismas. Un libro editado y con introducción de su hijo y un prologo del maestro de periodistas Walter Cronkite.

 

George Weller nació en Boston y se graduó en Harvard en 1929. Fue reportero en Grecia y los Balcanes para The New York Times en la década de 1930, y luego se hizo famoso por su cobertura de la guerra para el Chicago Daily News. En 1943 ganó el premio Pulitzer por un reportaje de apendectomía de emergencia en un submarino norteamericano que atravesaba aguas enemigas. Sus obras incluyen dos libros muy celebrados sobre la II Guerra Mundial, Singapore is Silent y Bases Overseas.

Y sin más verborrea unas breves reseñas que os inciten a su apasionante lectura:
 

Recuerdos en 1966...
Siempre que veo la palabra `Nagasaky´, surge en mi mente una visión de la ciudad tal como la vi cuando, el día 6 de septiembre de 1945, me convertí en el primer hombre libre occidental que entró en ella después del fin de la guerra. Hasta el momento, ningún otro corresponsal había sido capaz de eludir a las autoridades para llegar a Hiroshima o a Nagasaky. Aún no se conocían los efectos de las bombas atómicas, salvo el hecho colosal de que habían puesto fin a la guerra con dos golpes en tres días. El mundo quería saber qué aspecto tenían los efectos de las bombas a ras del suelo. Acababa de escaparme de la vigilancia de los censores del general MacArthur, de sus oficiales de relaciones públicas y de su policía militar. MacArthur había prohibido a la prensa el acceso a toda la zona sur de Japón. Cuando me introduje en la prohibida Nagasaky me sentí como otro Matthew Calbraith Perry, entrando en un territorio donde mi mera presencia estaba prohibida, un territorio que ahora tenía dos micados, ambos omnipotentes.”

 

Prisionero en la mina de carbón...
Suboficial administrativo Winfred Mitchum (Houston): Mientras trabajaba en la mina de carbón cogí dos tomates de la galería y me los encontraron debajo de la almohada. En el aeso (prisión militar), los japoneses me aplicaron el tratamiento eléctrico, que consistía en meter un cable en el enchufe de la luz eléctrica, obligarme a sostener su otro extremo, y después hacer pasar la corriente y cortarla intermitentemente. Los guardias de la mina hicieron esto por turnos durante cinco noches, riéndose. Durante el tiempo que pasé en la prisión militar no me dieron absolutamente nada de comer por órdenes especiales del comandante del campo Fukuhara, quien, aunque confesé que los tomates eran de la galería, se empeñó en que los había cogido de su jardín privado. Los guardias intensificaban las descargas eléctricas echándome agua por encima para aumentar la conductividad en todo mi cuerpo.”

 

Enfermar siendo prisionero de guerra de los japoneses...
Hagen le dijo al médico japonés del campo: `Estos hombres morirán si no reciben ayuda´, y este último respondió: `Hombres enfermos morir, bien, bien´. Muchas veces los pacientes recibían bofetadas por estar demasiado débiles para descender al interior de la mina, pero nunca se les dejó morir de inanición en cautiverio deliberadamente, como sí hacía el tristemente célebre capitán Fukuhara de Omuta. A veces las autoridades de la mina daban raciones adicionales de arroz para completar las ralas gachas de la comida habitual. No obstante, algunos de los norteamericanos procedentes de Bataan y Corregidor a los que entrevistó este escritor, como el farmacéutico Dudley DeGroat, de South Bend, y Thomas Boyle, de Mason City, Iowa, mostraban síntomas de desnutrición; el peso de Boyle llegó a caer de 98 kilos a un mínimo de 49. Las palizas eran lo suficientemente habituales como para que las porras japonesas se ganaran el sobrenombre de `barritas vitaminadas´, porque cuando estás débil te animan.”

 

El crucero de la muerte...
A un enfermero militar que se encontraba desprotegido en la cubierta cuando los aviones acribillaron el barco le llenaron la espalda de metralla. Tenía plomo en los pulmones. `Dos tipos empezaron a seguirme por todas partes en la oscuridad. Sabía que iban a por mí, porque yo había entregado a uno de ellos por vender narcóticos en Bilibid. Oí que planeaban dejarme sin conocimiento con una cantimplora de metal llena de orina. Empecé a deambular por todas partes intentando quitármelos de encima. En una ocasión tuve que aliviarme y no pude buscar un cubo porque me estaban siguiendo. Así que me alivié justo donde me encontraba. Me sentía enloquecido y no obstante sabía lo que estaba haciendo. Recogí los excrementos y se los arrojé por encima a los hombres que estaban a mi alrededor. Ellos armaron un escándalo. Así que, para que vieran, recogí otro poco y me lo unté en el pelo. Después empecé a huir otra vez, intentando quitarme de encima a mis dos enemigos. Cuando se acercaban a mí, me abrían las heridas de la espalda con los dedos. Finalmente conseguí quitármelos de encima. Terminé apoyado contra un mamparo que estaba exudando humedad. Me derrumbé en su parte inferior; allí se estaba más fresco, y me gustaban las gotas que caían desde el mamparo sobre mi cara.”

 

Artículo sobre la radiación...
La extraña `enfermedad´ provocada por la bomba atómica, que no se cura porque no se trata y que no se trata porque no se diagnostica, sigue segando vidas en Nagasaky. Hombres, mujeres y niños sin señales externas de lesiones mueren cada día en los hospitales, algunos después de haberse paseado durante tres o cuatro semanas pensando que se habían salvado. Los médicos disponen aquí de todos los medicamentos modernos, pero, cuando hablaron con este escritor, el primer observador aliado que ha llegado a Nagasaky desde la rendición, confesaron franca,mente que la cura de la enfermedad está fuera de su alcance. Sus pacientes, aunque su piel está intacta, sencillamente pasan a mejor vida ante sus ojos.”

 

MacArthur...
Aunque McArthur intentó detener la historia no permitiendo que nadie viera Nagasaky, yo quería ser completamente honesto con él una vez llegase allí. Hacía un mes que había terminado la guerra; a mí entender, él no tenía el más mínimo derecho militar a detener mi historia. Pero yo iba a tratarle como un caballero, y le dejaría ver mis partes primero. Si era un oficial inteligente, en la situación de pacificación en la que nos encontrábamos entonces los dejaría pasar, porque eran extremadamente valiosos. ¿Por qué eran valiosos? Los excelentes médicos japoneses habían examinado los cadáveres, y habían descubierto cosas fascinantes acerca del efecto de la radiación sobre los órganos del cuerpo. Allí radicaba el incalculable valor científico que, en mi opinión, revestía toda mi emisión. En el mundo exterior, todos pensaban que toda la gente había muerto frita inmediatamente por la bomba, asada como un trozo de carne. No había sido así en absoluto. Para algunos, fue una muerte lenta”

 

Libro encarecidamente recomendable tanto por el género, el autor y los hechos que relata y donde se aprecia que pese al tiempo transcurrido los corresponsales de guerra siguen encontrando trabas para informar de la realidad aunque ahora la censura se disfrace asignando periodistas a las unidades militares. También es paladear el estilo de la época con crónicas donde no hay cabida a la superficialidad y sí al relato de la realidad, del deber de todo periodista de ceñirse a informar de los hechos y de lo que ve el corresponsal. Homenaje a las víctimas y también al autor que no pudo ver hecho realidad su anhelo de, aún consciente que la Bomba era inevitable y fue mejor que la democracia la poseyera primero, no quiso ocultar que las víctimas japonesas lo eran de los efectos de un arma aún sin testar pero que en dos golpes acabó con la resistencia japonesa a reconocer su derrota.

viernes, 25 de agosto de 2017

 

Libro: Mao – La historia desconocida

Autor: Jung Chang & Jon Halliday
Editorial: Santillana Ediciones Generales, S. L.
Traducción: Amado Diéguez y Victoria E. Gordo del Rey
Edición: 2006
 

Descarnada biografía sin concesiones a la duda es la propuesta de hoy sobre una de las figuras del siglo XX y un auténtico exterminador de setenta millones de compatriotas que dio lugar, gracias a la propaganda y el culto al líder, a un mito que ha ejercido influencia en millones de personas de todo el mundo y gobernó según el manual estanilista el país más poblado del planeta: Mao Tse-tung.

 

Por otra parte resulta fundamental su biografía para entender aspectos de la Guerra Fría así como un viaje al comunismo y sus gulags, las intrigas entre sus dirigentes, la influencia de la URSS en los partidos comunistas de todo el mundo, el cumplir objetivos a costa de hambrunas y miseria en la población y el refinamiento a la hora de eliminar enemigos mediante humillaciones públicas, encarcelamiento, represalias sobre los familiares y el egocentrismo despiadado de todo dirigente comunista que se precie de ser tal. Un sistema de actualidad tras esa subvariante del socialismo que el tal bolivariano cuya aplicación está resultando desastrosa y calamitosa por no citar el régimen norcoreano y la propia China actual donde sigue el régimen comunista y que ahora su ciudadanía no pasa hambre pero se permite que se enganche al consumismo mediante el axioma un país, dos sistemas..

 

Jung Chang nació en la ciudad china de Yibin, provincia de Sichuán, en 1952. A los catorce años entró en la Guardia Roja y después trabajó como campesina, trabajadora del metal y electricista antes de estudiar inglés, y más tarde, convertirse en profesora de la Universidad de Sichuán. En 1978 dejó China para trasladarse al Reino Unido y, poco después, recibió una beca de la Universidad de York, donde obtuvo el doctorado en Lingüística en 1982 siendo la primera ciudadana de la República Popular China en recibir un doctorado de una universidad británica. Jon Halliday por su parte ha sido profesor en el King´s College de la Universidad de Londres con ocho libros publicados.

Datos sacados de la contraportada y actualizados al año de edición, pero sin más, unas breves reseñas que os inciten a su lectura:
 

Un joven de diecinueve años...
Era la primavera de 1913 y Mao tenía diecinueve años. En la escuela de Magisterio imperaba un espíritu abierto, el propio de la época, que se ponía de manifiesto incluso en su sede, un edificio de inspiración europea con arcos románicos y un amplio patio con columnas. A este edificio lo llamaban yang lou: `edificio extranjero´. Las aulas tenían elegantes suelos de madera y ventanas de vidrio, y los estudiantes estaban expuestos a todo tipo de ideas nuevas: se les alentaba a pensar libremente y a organizarse en grupos de estudio y pusieron en marcha nuevas publicaciones sobre anarquismo, nacionalismo y marxismo (durante un tiempo, en el salón de actos de la institución colgó un retrato de Marx). Por su parte, Mao, que se había topado con el término `socialismo´ en una publicación periódica, se encontró en ese momento con la palabra `comunismo´. Fue un periodo al que bien puede aplicarse la frase ` Dejad que florezcan cien flores´, que Mao emplearía más tarde para una época de su propio gobierno en la que, sin embargo, no permitió ni una pequeña fracción de la libertad de la que él gozó cuando era joven.”

 

Stalin bendice su posición de líder supremo...
Fue en esa época cuando Mao supo que Moscú le había ascendido al cargo más alto del escalafón: presidente del futuro Estado comunista chino. Su agresiva persecución del poder le había valido el aprecio de sus superiores. Y ahora que contaba con las bendiciones de Moscú, decidió embarcarse en una purga a gran escala para librarse de todo aquel que se había opuesto a él y, de paso, desencadenar un terror tal que a partir de entonces nadie se atreviera a plantarle cara. Shangai no estaba en posición de oponerse ni de limitar sus movimientos, porque a mediados de noviembre de 1930 en el Comité Central estalló una batalla por el poder. La inició un personaje relativamente desconocido llamado Wang Ming, quien en años venideros habría de convertirse en uno de los grandes opositores de Mao.”

 

Estrategia de Mao contra los japoneses...

Por lo tanto, el plan básico de Mao para la guerra chino-japonesa consistía en reservar sus fuerzas y ampliar la esfera de influencia de los rojos chinos al tiempo que aguardaba la intervención de Stalin. De modo que cuando los japoneses avanzaron hacia el interior desde el norte de China y desde la región de Shangai, Mao consiguió que Chiang Kai-shek aceptase que el ejército rojo no interviniera en ninguna batalla y que operase, exclusivamente, en funciones auxiliares. No quería combatir a los invasores. Al contrario, ordenó a los comandantes rojos esperar a que los japoneses derrotasen a los nacionalistas para, a continuación, cuando los japoneses avanzasen, ocupar territorio tras las líneas niponas. Los japoneses no establecían guarniciones en las vastas regiones conquistadas -más extensas que el propio Japón-. Sólo podían controlar las líneas férreas y las grandes ciudades, lo cual dejaba libres las ciudades pequeñas y las zonas rurales. Además Mao ordenó a sus hombres incorporar a sus filas a los soldados nacionalistas derrotados con el fin de aumentar sus propios efectivos. Su plan consistía en ir pisando los talones del ejército japonés para ampliar las zonas rojas.”
 

Guerra de Corea

Pero Mao insistió en seguir adelante con la Guerra de Corea. Quería algo más: la Bomba. De hecho, éste fue el objeto principal del viaje de Zhou, además las industrias de armamento. Zhou trató por todos los medios de llevar al equipo del físico nuclear Qian Sanqiang a los institutos de investigación nuclear soviéticos, pero sus reiteradas peticiones para la transferencia de tecnología nuclear fueron rechazadas. Qian siguió presionando durante tres meses, periodo que coincidió exactamente con el de la resistencia de Mao a acabar la guerra. Entonces, en mayo, Moscú se plantó. El bloque comunista llevaba algún tiempo desplegando una enorme campaña en la que acusaba a Estados Unidos de estar utilizando armas bacteriológicas en Corea y China, y atribuyendo vagamente un gran número de muertes a los ataques bacteriológicos. Los aviadores estadounidenses capturados eran obligados a confesar, a veces ante una cámara, que habían dejado caer este tipo de bombas.”
 

La Bomba...
En todo el país se organizaron celebraciones. Entre la población, hasta entonces completamente ignorante de que China estuviera fabricando una Bomba, la noticia se recibió con auténtico júbilo. Poseer armas nucleares se consideraba indicativo de los logros de una nación, por lo que muchos se sentían profundamente orgullosos, especialmente teniendo en cuenta que lo que se les dijo es que China había fabricado la Bomba ella sola, sin ninguna ayuda exterior. El papel decisivo de la Unión Soviética se mantuvo en riguroso secreto y todavía hoy es poco conocido.”

 

Madame Mao...

El ansia de relacionarse con extranjeros sólo era igualada por su pasión por la ropa femenina. En la China de su esposo, a las mujeres únicamente se les permitía vestir chaquetas y pantalones sin hechuras. Sólo en muy raras ocasiones podía ella misma ponerse un vestido o una falda. En 1972, deseaba lucir un vestido para acompañar al presidente de Estados Unidos (que la describió como `desagradablemente cáustica y agresiva´) y a la señora Nixon al ballet The Red Detachment of Women (El destacamento rojo de mujeres) una de sus ocho `obras ejemplarizantes´. Pero después de darle una y mil vueltas abandonó la idea, ya que habría parecido demasiado incongruente que se presentara así delante del gran número de mujeres chinas que habría entre el público y que, a pesar de estar especialmente invitadas, irían todas vestidas con la monótona ropa estilo Mao. Cuando Imelda Marcos, de Filipinas, visitó China en septiembre de 1974 ataviada con su vistoso traje nacional, Madame Mao tuvo que aparecer con su anodino uniforme y gorra, que la dejaban bastante malparada al lado de la ex reina de belleza Imelda. Tanto el fotógrafo chino como la señora Mao no dejaba de mirarla con envidia por el rabillo del ojo.”
 

Muere un mito viviente...
El 8 de septiembre, la garganta de Mao emitió un gruñido ininteligible. Su peluquero y sirviente durante diecisiete años le puso un lápiz en su mano temblorosa y Mao trazó dificultosamente tres débiles líneas, y luego tocó blandamente el borde madera de la cama tres veces. El peluquero dedujo que lo que Mao quería saber era lo que le estaba ocurriendo al primer ministro japonés, Takeo Miki (cuyo nombre significa en chino `Tres Bosques´). Mao nunca se había visto con Miki ni había mostrado ningún interés por él hasta aquel momento, en el que Miki estaba luchando por evitar que le derrocaran mediante un golpe dentro de su propio partido. Una de sus novias reconvertidas en enfermeras, Meng, sostuvo frente a él el boletín de noticias y Mao lo leyó durante unos minutos. Este informe sobre otro de los líderes que estaba contra las cuerdas fue lo último que leyó. Al poco rato de esto, Meng le oyó decir a Mao: `Me siento muy mal. Llama a los doctores´. Aquellas fueron sus últimas palabras. Poco después quedó inconsciente. Pasados diez minutos de la medianoche del 8 de septiembre de 1976, Mao Zedong murió. Su mente se mantuvo lúcida hasta el final; una mente en la que sólo había lugar para un pensamiento: él mismo y su poder.”

 

Libro imprescindible para intentar comprender más sobre el gigante asiático y los regímenes comunistas sobre un hombre que se elevó sobre sus compatriotas sometiéndoles a todo tipo de penurias, en todos los aspectos y niveles, mientras él se dedicaba a intentar tomar la antorcha en el mundo comunista que sujetaba la URSS a costa de millones de ciudadanos chinos que perdieron la vida mientras el resto sobrevivía en un estado de control total sobre sus cuerpos y sus mentes. Ideal para votantes de populismos de izquierda que piensan que su mundo de confort digital tiene sitio en un estado comunista que les venden sus líderes, amantes de la historia así como mentes inquietas que intuyen que detrás de un ídolo de masas siempre hay un efectivo ejercicio de propaganda y culto al líder.

Muy recomendable.

jueves, 10 de agosto de 2017

 

Libro: Hernán Cortés
-Inventor de México

Autor: Juan Miralles Ostos
Editorial: Tusquets Editores, S. A.
Edición: 2ª edición, octubre 2001
 

Apasionante biografía es la propuesta de hoy, nada menos que el conquistador y arquitecto de México tras vencer a un imperio en decadencia y gracias a la alianza con los pueblos oprimidos por el imperio de Motecuhzoma así como la superioridad tecnológica y las tácticas de reconquista traídas de la lucha contra los musulmanes en España y de las guerras de Italia cuyos veteranos conformaban la espina dorsal de las fuerzas de Hernán Cortes.

 

El autor, en un estilo magistral donde engarza las distintas fuentes tras comparar los datos y fechas ofreciendo un libro donde el autor no desmerece de los cronistas de la conquista. Pero lejos de caer en vicios de pintar una Arcadia precolombina o tópicos de la Leyenda Negra y siempre buscando verificar en distintas fuentes los datos disponibles, el autor nos muestra una civilización indígena basada en el culto a la muerte mediante sacrificios humanos y canibalismo, siendo éste un rasgo que perdurará ya con los españoles asentados y borrada la antigua religión por el cristianismo de los conquistadores. No hay ataques gratuitos o idealizaciones novelescas, los hechos se narran y se muestran descarnados sin juicios de valor que tergiversen la narración de la historia...

 

Juan Miralles nació en 1930 en Tampico, México. Tras estudiar en la capital ciencias políticas y sociales en la UNAM, ingresó en 1955 en el cuerpo diplomático mexicano, en el que ha desempeñado diferentes cargos. Cursó estudios de literatura inglesa en Tokio y fue director del Seminario de Historia de las Relaciones Diplomáticas de México en la misma UNAM. Es autor de varios artículos sobre la conquista y fue colaborador de la agencia EFE en México.

Datos sacados de la contraportada y actualizados al año de edición; y sin más rollos unas breves reseñas que os inciten a su lectura:
 

Encuentro de dos mundos...
Colón volvió a España hablando maravillas de lo que había encontrado. Era la tierra de Jauja. Fue tan grande el entusiasmo que despertó, que pocos meses después partía de nuevo, para el que sería su segundo viaje, al frente de una flota de diecisiete navíos, llevando consigo a un número cercano a mil quinientos hombres, que habrían de establecerse en La Española (isla compartida hoy día por Haití y República Dominicana). Pero pronto se apagaría el entusiasmo, pues antes de transcurrir tres años la mayoría sucumbió al hambre y a las enfermedades. La colonización española en América, o las Indias, como entonces se les llamaba, comenzó con el pie equivocado. Ni Colón tenía madera de colonizador, ni los hombres que trajo eran los indicados. Hidalgos y gente de palacio.”
 
Cortés...
La vida de Cortés la conocemos a trancos; existen épocas en las que se sabe día a día lo que hizo, mientras que, en otras, se dan larguísimos periodos en que se pierde de vista por completo. Infancia, adolescencia y entorno familiar corresponden a la época oscura. Se conoce más de esa etapa de las vidas de Alejandro o Julio César, que vivieron siglos atrás, que de la suya propia. Para el conocimiento de ese período , se descansa por entero en el testimonio de un autor único: Francisco López de Gómara, o simplemente Gómara, que es como mejor se le conoce. Éste irrumpe en escena en 1552, cuando habían transcurrido cinco años de la muerte de Cortés.”
 
Naves extrañas...
Por lo general, los relatos de la conquista proceden de fuente española, dado que las crónicas indígenas suelen ser fragmentarias y carentes de ilación, razón por la que se confunden tiempos y lugares; sin embargo, cuando se trata de conocer cuál fue la reacción de Motecuhzoma al tener conocimiento de que naves extrañas navegaban por esas costas, no queda otra alternativa que acudir a ellas. No se dispone de otra fuente de información. Según éstas, el soberano ya se encontraría resignado para lo peor; aparecían signos ominosos dando noticia de que su reinado tendía un final desastroso. Mediante conjuros trataba de evitar lo inevitable. Además, la profecía tenía anunciado el retorno de Quetzalcóatl. Mal año para el autócrata de Tenochtitlan.”
 
Texcoco...
Texcoco, junto a Tenochtitlan y Tacuba, hacía parte de la triple alianza que señoreaba sobre los pueblos de Anáhuac, de allí que la sucesión texcocana era algo que interesaba a los gobernantes de las otras dos partes, en especial a Motecuhzoma, que con mucho, era el más poderoso y, a la vez, tío de los príncipes en disputa. Optó éste por Cacama, que era el primogénito entre los hijos legítimos, con cuya designación se inconformó Ixtlilxóchitl, quien consideró que éste sería un dócil instrumento en manos del tío, `como cera blanda´, dijo. Secundado por algunos de sus hermanos, este príncipe texcocano se alzó en armas. Ello ocurría allá por 1517, el mismo año en que Hernández de Córdoba asomó por costas yucatecas.”
 
Tenochtitlan conquistada y rendida...
Desaparecido un orden político, al momento ya estaba funcionando uno de repuesto. La mayoría de las poblaciones vecinas tenían ya autoridades designadas por Cortés. Éste, en lugar de imponer alcaldes y corregidores a la usanza de España, utilizó la infraestructura indígena, cuidándose sólo de que los recién designados fueran gente que no escapara a su control. En general, el sistema funcionó; el núcleo reducido de españoles se estableció en Coyoacán, mientras el resto del país estaba en paz. Un punto a destacar, es el de que a la milicia la conservó intacta; eran los profesionales de la guerra y pronto tendría empleo para ellos; y en cuanto a los señores y demás principales, se les ordenó permanecer en Cuautitlán, hasta que hubiese desaparecido el riesgo de epidemia. Ya serían llamados cuando empezara a reconstruirse la ciudad. Ellos serían la piedra angular sobre la que se basaría la nueva sociedad, no se dio el caso de que los suplantara con los esclavos: los señores seguirían siendo señores, y los esclavos continuarían en su misma condición. El desplome del viejo régimen no significaría su emancipación.”
 
El Marqués del Valle...
En ausencia del monarca, la Emperatriz Isabel de Portugal quedó como gobernadora del reino, siendo con ella con quien Cortés trató sus asuntos. El más importante fue una capitulación para descubrir, conquistar y poblar islas o tierra firme situadas en la Mar del Sur; `todo a vuestra costa y mención sin que en ningún tiempo, seamos obligados a vos pagar los gastos que en ello hiciésedes´. Queda advertido que deberá incursionar en tierras que no se hayan descubierto, ni entre los límites y pasaje norte-sur de la tierra que está dada en gobernación a Pánfilo de Narváez e Nuño de Guzmán. Las Molucas quedaban fuera de su alcance, pues en abril de ese año, Carlos V había cedido a su cuñado Juan III de Portugal sus derechos sobre la Especiería en 350.000 ducados de oro. La capitulación fue hecha en Madrid el 27 de octubre de 1529. A continuación, el 11 de noviembre, la emperatriz, como reina gobernadora, expide otra cédula ordenando restituir las multas impuestas a quienes habían jugado.”
 
Cortesano al final de su vida...
A través de un clérigo llamado Pedro de Navarra, que llegó a ser obispo de Comênge, sabemos que en 1547, en el que será el último año de su vida, Cortés en su casa de Madrid acostumbraba celebrar una tertulia que congregaba a varones talentosos quienes disertaban sobre temas de espiritualidad: `la casa del notable y valeroso Hernán Cortés, engrandecedor de la honra y imperio de España. Cuya conversación seguían muchas personas señaladas de diversas profesiones, por su gran experiencia y hechos admirables´. Según refiere este contertulio, una de las normas establecidas consistía en que al último en llegar le tocaba gacer una disertación sobre el tema que se fijase, habiéndole correspondido a él, en una ocasión, hablar sobre la preparación del cristiano ante la muerte.”

 

Excelente biografía que es además una guía a un mundo perdido y cómo se perdió para beneficio de la corona de España, también asistimos a una forma medieval de conquista con sus instituciones y formalidades a la hora de conquistar, mantener y gestionar los nuevos territorios. Lejos de tópicos típicos, los hechos se narran actualizados en estilo al lector actual pero sin renunciar a seguir el estilo marcado por los cronistas. Uno de esos libros que deberían ser lectura obligada para creyentes en las Arcadias de los buenos indígenas siendo los españoles el catalizador del descontento y ansias de sublevación de los pueblos sometidos a Motecuhzoma que facilitaron la conquista y que, al perder a la cabeza ceremonial y de gobierno, se adaptaron a los nuevos gobernantes configurando lo que hoy es México.

Imprescindible.

lunes, 24 de julio de 2017

 

Libro: La reina Victoria

Autor: Lytton Strachey
Editorial: Lumen
Traducción: Silvia Pons Pradilla
Edición: Octubre de 2008
 

Es el veinte aniversario del fallecimiento de Diana de Gales y resulta un buen momento para visitar la biografía de otra mujer que está en el imaginario colectivo no sólo del mundo anglosajón: la mítica reina Victoria, que dio nombre a toda una época con su longevo reinado pero de la que realmente poco se sabe...

 

Iremos de la mano de un autor y un libro escrito en las primeras décadas del pasado siglo con un estilo al que ya no estamos acostumbrados y que en buenas manos que manejan mejor la pluma es un delicioso recorrido basado en numerosos documentos y obras engarzadas maravillosamente por Lytton Strachey siendo tildada de ser la mejor biografía sobre la reina Victoria incluso hoy en día. Otro acierto es que vemos la óptica de la protagonista donde nombres de la historia, hombres y mujeres, conocidos y con libros dedicados a sus obras y sus actos pasan ante nosotros igual que pasaron por su vida y que conocemos y el autor utiliza por sus diarios y correspondencia desde pronta edad. Viviremos sus alegrías, su amor devocional a su esposo muerto prematuramente,su dignidad imperial y al igual que ella a medida que pasamos la páginas también sentimos su dolor y su nostalgia ante el inevitable paso de la muerte que nos arrebata los seres queridos y admirados.

 

Giles Lytton Strachey nació en Londres en 1880 y falleció en Wiltshire en 1932. Fue uno de los ensayistas y biógrafos más destacados del grupo Bloomsbury. Hijo de la aristocracia inglesa, desafió las convenciones de su tiempo y revisó los presupuestos morales y éticos de su época en obras maestras del género biográfico. Refinado y viperino ensayista, provocador, incisivo y capaz de enfrentarse sin complejos a las consagradas figuras de la historia política, intelectual y social de Inglaterra.

Datos sacados de la contraportada y, sin más rollos, unas breves reseñas que os inciten a su apasionante lectura:
 

Hace falta un sucesor o sucesora al trono...

Tras la muerte de la princesa cobró gran importancia, por más de una razón, que el duque de Kent se casara. En lo concerniente a la nación, la falta de herederos en la familia reinante parecía convertir ese paso en obligatorio y, con toda probabilidad, desde el punto de vista del duque, resultaba igualmente conveniente. El hecho de tener que casarse como deber público, por el bien de la sucesión de un país agradecido. Cuando el duque de York se casó recibió una retribución de veinticinco mil libras anuales. ¿Por qué razón no habría de esperar el duque de Kent una suma similar? Pero la situación no era tan sencilla. Había que tener en cuenta al duque de Clarence, el mayor de los hermanos, y si él se casaba, era evidente que tendría prioridad a la hora de reclamar el dinero. Por otro lado, si el duque de Kent se decidiera a contraer matrimonio, había que recordar que estaría haciendo un importante sacrificio, puesto que se vería implicada la reputación de una dama.”
 

Conociendo su destino al trono...
Al año siguiente se decidió que había llegado el momento de explicarle la situación. La escena es de todos conocida: la lección de historia, el árbol genealógico de los reyes de Inglaterra que la institutriz había colocado de antemano entre las páginas del libro, la sorpresa de la princesa, sus preguntas y al fin la comprensión de los hechos. Cuando la niña lo entendió guardó silencio durante unos minutos y después dijo: `Seré buena´. Aquellas palabras fueron algo más que una declaración convencional, algo más que la expresión de un deseo impuesto; fueron, en su limitación e intensidad, en su seguridad y humildad, un resumen intuitivo de las cualidades dominantes de una vida. `Lloré mucho al saberlo´, observó Su Majestad tiempo después. Sin duda, mientras los otros estuvieron presentes, entre ellos su querida Lehzen, la pequeña mantuvo la compostura, pero después corrió a esconderse para vaciar su corazón de una agitación extraña y profunda en un pañuelo, alejada de la vista de su madre.”

 

Su tío, el rey Leopoldo de Bélgica...
La correspondencia con el rey Leopoldo revelaba mucho de lo que aún permanecía parcialmente oculto del carácter de Victoria. Con su tío siempre había mantenido una actitud firme. En respuesta a todos sus avances, Victoria había levantado un muro infranqueable. La política exterior de Inglaterra no era de su incumbencia; era competencia de la reina y de sus ministros. Las insinuaciones de su tío, sus ruegos, sus intentos, fueron del todo inútiles, y era preciso que él comprendiera la situación. La rigidez en la actitud de Victoria era aún más sorprendente a causa del respeto y el afecto con que la acompañaba. Desde el principio y hasta el final, aquella reina impasible siguió siendo una sobrina afectuosa y ejemplar. El mismísimo Leopoldo debió de envidiar una corrección tan perfecta, pero lo que es admirable en un estadista de edad avanzada resulta alarmante en una joven de diecinueve años. Y los observadores privilegiados no estaban libres de cierto temor. Esa extraña mezcla de ingenua alegría y firme resolución, de franqueza y reticencia, de puerilidad y orgullo, parecía augurar un futuro plagado de perplejidad y peligros.”

 

Príncipe Alberto...
Al mismo tiempo, su actividad experimentaba un enorme crecimiento en una esfera más importante. Se había convertido en el secretario privado de la reina, en su consejero personal, en su otro yo, y como tal estaba presente en todas sus entrevistas con los ministros. Empezó a interesarse, como la reina, por la política exterior, pero no había ningún asunto interno en el que no se percibiera su influencia. Se estaba produciendo un doble proceso: mientras Victoria se sentía cada vez más sometida a su poder intelectual, Alberto, al mismo tiempo, estaba cada vez más absorbido por la maquinaria de la alta política: los asuntos incesantes y variopintos de un gran Estado. Nadie podía tildarlo de diletante; era un trabajador, un personaje público, un hombre de negocios.”

 

Viuda...
La muerte del príncipe consorte marcó el momento crucial en la historia de la reina Victoria. Sentía que su vida se había agotado con la de su marido y que los días que le quedaban en este mundo habrían de ser sombríos: una suerte de epílogo a un drama que ya había terminado. Y su biógrafo tampoco se libra de una sensación similar; también para él la última mitad de su larga carrera es una etapa sombría. Los primeros cuarenta y dos años de la vida de la reina están iluminados por una gran cantidad de información, auténtica y variada. Con la muerte de Alberto, un manto desciende sobre ella. En contadas ocasiones, a intervalos irregulares e inconexos, ese manto se alza durante un instante y se adivinan algunos contornos, unos pocos detalles significantes, pero el resto sigue siendo conjeturas y ambigüedad. Así, aunque la reina sobrevivió a esa dolorosa pérdida durante casi tantos años como llevaba de vida antes de que se produjera, la crónica de esos años no es comparable con la historia de la primera mitad de su vida.”

 

Madre preocupada...
Todo habría ido bien si los problemas domésticos de la reina se hubieran solucionado con la misma facilidad. Entre sus preocupaciones más serias estaba la conducta del príncipe de Gales. El joven se había casado e independizado, se había sacudido de los hombros el yugo familiar y comenzaba a hacer lo que le venía en gana. Victoria estaba muy inquieta y sus peores temores parecieron hacerse realidad cuando en 1870 el príncipe tuvo que declarar como testigo en un juicio de divorcio. Era evidente que el heredero al trono se había estado relacionando con gente que Victoria no aprobaba. ¿Qué se podía hacer? Se dio cuenta que su hijo no era el único culpable, que también había que tener en cuenta el papel de la sociedad, de modo que le despachó una carta al señor Delane, director de “The Times”, en la que le pedía que `escribiera artículos frecuentes sobre el inmenso peligro y los males causados por la frivolidad y la superficialidad de las opiniones y el estilo de vida de la clase alta´. Y cinco años después el señor Delane escribió un artículo sobre ese tema. Sin embargo, no pareció tener mucha repercusión.”

 

Se acerca el final...
La tarde había sido dorada, pero después de todo, el día iba a terminar con nubes y tormenta. Las necesidades y ambiciones imperiales implicaron al país en la guerra de Sudáfrica. Hubo reveses, contratiempos y desastres sangrientos que sacudieron la nación y la reina atendió con verdadera solicitud la preocupación de su pueblo. Pero tenía el ánimo en alto y su valor y su confianza no se tambalearon ni por un instante. Entregada en cuerpo y alma a la lucha, trabajó con redoblado vigor, se interesó por los detalles de las hostilidades e hizo cuanto estuvo en sus manos para rendir sus servicios a la causa de la nación. En abril de 1900, cuando tenía ochenta y un años, tomó la extraordinaria decisión de renunciar a su visita anual al sur de Francia y viajar a Irlanda, que había proporcionado una cifra particularmente elevada de reclutas a los ejércitos que había en el campo de batalla. Se quedó tres días en Dublín, donde recorrió las calles, pese a las advertencias de sus consejeros, sin escolta armada, y la visita resultó un éxito absoluto. Sin embargo en el transcurso de ese viaje comenzó, por vez primera, a mostrar señales de la fatiga propia de la edad.”

 

Biografía apasionante en un delicioso estilo narrativo ideal para lectura reposada de verano, a la luz de la mesita y que hará las delicias y despertará el interés a lectores variopintos, amantes de la historia, de la realeza, de las biografías y para curiosos. Podemos pasar unas risas si lo regalamos a la suegra que pensará que se trata de la reina actual y meterá la pata en reuniones y saraos cuando salga el tema...

viernes, 7 de julio de 2017

 

Libro: Historia Viva – Memorias

Autor: Hillary Rodham Clinton
Editorial: Editorial Planeta, S. A.
Traducción: Claudia casanova
Edición: Primera edición, septiembre de 2003
 

Pudo haber sido la primera mujer presidente de EEUU pero antes fue la esposa del presidente de EEUU y tal vez ahora, pasado el tiempo y reciente su derrota ante Donald Trump, sea el momento de leer un libro de memorias, con la consiguiente y natural subjetividad de todo libro de memorias, que supone un viaje emocionante y sorprendente al interior de la Casa Blanca y de la política, sus artes, por parte de los miembros del Capitolio, una lucha feroz entre el partido republicano y el partido demócrata donde las argucias de los que financian al primero dieron resultado logrando la victoria del rival de la candidata a la presidencia Hillary Rodham Clinton, como si la presidencia de su marido hubiera sido el primer intento que culminaría en la campaña de su esposa logrando perder una presidencia que parecía ganada. Una lucha que recuerda aquella otra en otra república: Roma y la lucha por el poder entre demócratas y optimates...

 

Posiblemente la administración Clinton fue de las más eficaces y esperanzadoras presidencias del siglo XX pero oscurecida por el acoso y derribo de que fue objeto por parte de los capitalistas del partido republicano que financiaban publicidad negativa y alentaban investigaciones que trataran de desprestigiar a Bill Clinton culminando en el caso de Mónica Lewinsky donde un problema conyugal se convirtió en argumento para provocar la dimisión del presidente prostituyendo el legado de los padres fundadores para evitar el despotismo entre otras cosas que vemos con el presidente Trump sin ir más lejos en el tiempo. Visto ahora, son unas memorias fascinantes de una primera dama que aunque nos permite entrar en la intimidad de sus orígenes son las memorias del paso por la Casa Blanca de la esposa del presidente que además era mujer, madre y trabajadora.
 
Hillary Rodham Clinton alcanzó la mayoría de edad durante un tiempo de violentos cambios en EEUU. Como muchas otras mujeres de su generación, creció teniendo acceso a posibilidades de las que su madre o su abuela no dispusieron jamás. Comenzó a explorar la vida, adaptándose a los tiempos cambiantes y guiándose por su propia brújula interna, y se convirtió en un símbolo para algunos y en un pararrayos para los ataques de otros.

 

Datos sacados de una extensa contraportada y sin más unas breves reseñas que os inciten a su lectura:

 

Padres...

Aunque estaba comenzando la guerra fría con la Unión Soviética y la Europa del Este, mis padres y su generación se sentían seguros y llenos de esperanza. La supremacía norteamericana no era sólo resultado del poderío militar, sino de nuestros valores y de las muchas oportunidades disponibles para gente como mis progenitores, que trabajaban duro y asumían sus responsabilidades. La Norteamérica de clase media rezumaba prosperidad y todo lo que ésta comporta: casas nuevas, buenas escuelas, parques en el vecindario y comunidades seguras y tranquilas. Mis padres eran representantes típicos de una generación que creía en las infinitas posibilidades de Estados Unidos y cuyos valores tenían raíces profundas que arrancaban de la experiencia de haber superado la Gran Depresión. Esta generación creía en el trabajo duro, no en las subvenciones; creía en confiar en uno mismo, no en los excesos y la indulgencia con uno mismo.”
 

Bill Clinton...

"Era difícil no fijarse en Bill Clinton en el otoño de 1970. Llegó a la Facultad de Derecho de Yale con una pinta que lo hacía parecer más un vikingo que un estudiante que había recibido la beca Rhodes y que regresaba después de dos años de estancia en Londres. Era alto y, si conseguías traspasar la maraña de la barba rojiza y la melena de pelo rizado, era bastante guapo. Parecía rezumar vitalidad y energía por todos los poros de su piel. Cuando lo vi por primera vez en la sala de estudiantes de la Facultad de Derecho, estaba dándoles un discurso a un grupo de compañeros que lo escuchaban atentamente. Mientras me acercaba, lo oí decir: <<... y no sólo eso, ¡también cultivamos las sandías más grandes del mundo!>> Le pregunté a una amiga: <<¿Quién es ése?>> <<Oh, ése es Bill Clinton- dijo-. Es de Arkansas y siempre habla de ello.”
 

Duelo...

Celebramos una segunda misa funeraria en la iglesia metodista de la calle Court, cerca de la casa donde mi padre había crecido. Bill habló en esa ocasión, e hizo un elogio con mucho cariño que logró transmitir la personalidad brusca y devota de Hugh Rodham: ` En 1974, cuando me lancé por primera vez al ruedo político, lo hice en un distrito congresual donde había muchos republicanos del Medio Oeste. Mi futuro suegro se acercó conduciendo un Cadillac con una licencia con matrícula de Illinois, y nunca le dijo a un alma que yo estaba enamorado de su hija. Sencillamente se acercaba a la gente y les decía: ``Sé que eres republicano y yo también lo soy. Creo que los demócratas están a un paso de ser comunistas, pero éste es un buen chico.” Lo enterramos en el cementerio de Washburn Street. Era un día de abril lluvioso y frío, y mis pensamientos eran tan sombríos como el cielo plomizo que se cernía sobre nosotros. Me quedé de pie, escuchando el sonido del corneta de la Guardia Militar de Honor. Después del entierro, fuimos con algunos de los amigos de mi padre a un restaurante local, donde compartimos recuerdos.”
 

Un fiscal especial para investigar al presidente Clinton...

"Los empleados de la Casa Blanca y los abogados se arremolinaron alrededor del presidente. Todo el mundo estaba muy preocupado porque el ruido de tambores que clamaba por el nombramiento de un fiscal especial estaba imponiéndose y ahogando el mensaje que Bill intentaba transmitir, pero nadie podía adivinar si el mencionado nombramiento terminaría por acallar las voces. Para cuando aterrizamos en la base de la fuerza aérea de Andrews y nos transportaron en helicóptero hasta la Casa Blanca, Bill estaba obviamente cansado del debate. Debía volver a Andrews para dirigirse a Europa esa misma noche, para unas reuniones organizadas con mucha antelación en Bruselas y Praga, con el fin de hablar de la expansión de la OTAN, seguidas de una visita oficial a Rusia para tranquilizar las inquietudes que los planes de la OTAN de expandirse hacia el este le producían al presidente Boris Yeltsin. Antes de su partida, me dijo claramente que quería que el tema de Whitewater se resolviera de una vez por todas, y pronto.”
 

África...

En nuestra última parada en Senegal, Bill se dirigió a Goreé Island, igual que había hecho yo. Vio la puerta de No Retorno y pronunció una emotiva disculpa por el papel que Estados Unidos había jugado en el comercio de esclavos. Lo que dijo despertó alguna controversia en Norteamérica, pero yo creo que fue apropiado. Las palabras importan mucho, y las palabras de un presidente de Estados Unidos tienen mucha fuerza en el resto del mundo. Al expresar arrepentimiento por no haber intervenido en el genocidio de Ruanda y por nuestra relación histórica con el tráfico de esclavos, envió un mensaje muy claro a los africanos, diciéndoles que les respetábamos, nos preocupábamos por ellos y los apoyábamos en su lucha contra los desafíos entrelazados de la pobreza, la enfermedad, la represión, el hambre, el analfabetismo y la guerra. Pero África necesita mucho más que palabras, necesita inversiones y comercio, si es que sus economías han de desarrollarse alguna vez. Para ello hacen falta tanto cambios importantes en la mayoría de los gobiernos locales como colaboración desde Estados Unidos. Es por eso por lo que es tan importante la Ley de Crecimiento y Oportunidades de África, que propuso Bill y que el Congreso aprobó, pues crea incentivos para que las empresas norteamericanas inviertan en ese continente.”
 

Carrera por el Senado...

"La carrera por el Senado empezó a tomar forma. Giuliani se reunió en Texas con el gobernador George W. Bush, que acababa de anunciar la creación de su comité de precampaña presidencial. El alcalde Giuliani me acusó de ser una especuladora, y anunció que él iría a Arkansas para recaudar fondos para su campaña; un movimiento astuto, pensé yo, pues le garantizaba atención y dinero, y de paso me propinaba a mí un buen anticipo de lo que había de ser la campaña. La representante Lowey, una de las congresistas más efectiva y popular, dijo que no se presentaría. En junio, finalmente di los primeros pasos concretos y necesarios para una campaña al Senado, y anuncié que crearía mi propio comité de precampaña. Con la ayuda de la asesora de medios Mandy Grunwald y de Mark Penn, el astuto e informado experto en encuestas que trabajaba para Bill, comencé a entrevistar a los potenciales candidatos para mi equipo de campaña.”
 

Libro recomendable para amantes de los entresijos, biografías, la historia contemporánea y nada recomendable a suegras que busquen morbo. Es un libro honesto de una mujer representante de una generación que vivió los caldeados 60´s en EEUU sobre cuestiones sociales y una visita guiada a ser la primera dama compartiendo intimidad con el presidente de EEUU pero también el relato de una mujer que dispuso de oportunidades negadas hasta entonces. También para comprender un poco el lector ajeno a EEUU como el presidente Trump ha llegado a serlo y ese inquietante pensamiento de que los mismos que le apoyaron puede que sean los mismos que lo fulminen cuando su telegenia y personalidad digital empiecen a ser un incordio para los intereses que le sustentan en la Casa Blanca.

Apasionante.

martes, 6 de junio de 2017

 

Libro: Las cincuenta grandes mentiras de la Historia

Autor: Bernd Ingmar Gutberlet
Editorial: Libros del Atril, S. L.
Traducción: Olga Martín
Edición: Primera edición, septiembre de 2008
 

Ha llegado junio, es inminente el verano con sus días luminosos, de momentos de lectura reposada pero amena, momento para quienes no tienen demasiado tiempo que arañar al descanso para dedicarse a la lectura el resto del año. La propuesta de hoy responde a este perfil, libro de lectura con espíritu de tertulia radiofónica de madrugada o charla tras velada con amistades, un repaso a la Historia desmintiendo mitos populares o de mera propaganda pero que calan en la conciencia colectiva como si fueran verídicos.
 
Del autor puedo deciros lo que dice la contraportada con datos actualizados al año de edición, escritor alemán que vive y escribe en Berlín donde estudió historia amén de en Budapest y ha trabajado como periodista, editor y director de proyectos culturales.

Y sin más unos breves pasajes que os animen a la lectura del libro:
 

El Diluvio...
La inundación del mar Negro debe de haber sucedido aproximadamente en el año 6.700 a.C. En aquel entonces, debido a una inundación de proporciones descomunales, se formó el mar Negro tal y como hoy lo conocemos, en lo que antes era una reserva de agua dulce muchísimo más pequeña. Por un terremoto o un maremoto, o un desplazamiento geológico comparable, se habría producido una onda de pleamar que se precipitó desde el Mediterráneo hacia el mar de Mármara (junto a la Estambul actual) y que, finalmente, hizo correr grandes cantidades de agua hasta el mar Negro. Con ello, no sólo creció considerablemente el mar Negro, sino que también se redujo la conexión terrestre que había entonces entre Europa y Asia, entre el mar Negro y el Mediterráneo. Es probable que las aguas saladas manaran año tras año desde el Mediterráneo hasta la cuenca de agua dulce e inundaran grandes partes de la región costera...lo cual suena muy parecido a la catástrofe presentada por la leyenda bíblica del Diluvio.”

 

Robin Hood...

"Sin embargo, en documentos antiguos aparece una variante del nombre de Robin Hood: un hombre se presentó ante el juzgado en 1261 y, un año después, obtuvo el apodo de Robehod, lo cual permite sospechar que el mencionado tenía una cierta reputación y que esa reputación estaba relacionada con un hombre determinado. El primer portador de un nombre parecido aparece en un documento de 1226 y se trata de un marginado llamado Robert Hod, posiblemente el hombre al que se remontan todas las leyendas. Por otro lado, este nombre aparecía con mucha frecuencia, aunque no precisamente con relación a un forajido que evoque a nuestro Robin Hood. En todo caso, en favor de la hipótesis de que este Robert Hod es el verdadero Robin Hood está el hecho de que en los documentos que lo mencionan se habla también de un hombre que luego se convierte en sheriff de Nottingham; sorprendentemente, justo donde la leyenda habla de un tal sheriff como enemigo mortal de Robin. Pero esto tampoco prueba nada.”
 

La masacre armenia...
La mayoría de los historiadores, en cambio, remiten a las evidencias, de las que se infiere claramente que la muerte del mayor número de armenios en los traslados fue tolerada, cuando no pensada de antemano. Y utilizan toda una gama de términos que van desde `traslado´ hasta `progromos´y desde `masacre´ hasta `genocidio´. Desde el punto de vista jurídico, el gobierno turco se mueve en terreno seguro al negar el genocidio a pesar de la magnitud de la tragedia, pues la declaración del genocidio como delito internacional es de 1948, varias décadas después de los sucesos en Anatolia. Pero, ¿acaso le hace justicia al tema este aspecto legal? A pesar de las extensas investigaciones, no hay una respuesta universalmente aceptada a la pregunta por el genocidio. A lo mejor porque una declaración daría lo mismo, tanto para los armenios como para Turquía.”
El asesinato de JFK...

En todas estas y otras teorías, Oswald y los demás implicados jugaban un papel apropiado y, por ende, altamente variable. La mayoría de las teorías no han podido presentar pruebas concluyentes que las respalden, aun cuando los acusados efectivamente se hubieran beneficiado con la muerte de Kennedy y algunos hubiesen estado en condiciones de planear el asesinato y de ocultarlo inmediatamente después. Como suele suceder con las teorías conspirativas como éstas, resulta difícil pensar cómo pudo asegurarse la discreción de un círculo tan grande de implicados durante tanto tiempo. Además, todas las teorías pueden presentarse como más o menos probables, y algunas veces resultan bastante atractivas, pero con frecuencia tienen también un trasfondo ideológico y, por tanto, subjetivo. Incluso si la Comisión Warren llevó su investigación con descuido, esto no tiene que haber sido algo premeditado, y tampoco significa automáticamente que sus resultados sean equivocados. La tesis del autor individual puede no ser tan atractiva como la de una amplia conspiración de asesinato presidencial, pero sigue estando lejos de ser desmentida.
 

Libro para todo tipo de lectores ya sean aficionados a la Historia o simples lectores que no gustan de lecturas farragosas amén de estudiantes, convalecencias hospitalarias, turnos de noche sin jefatura a la vista o simplemente estar tumbado ya sea en la piltra o en la tumbona en la playa o piscina. Nada de regalar a la suegra que se pondrá más chocha de lo habitual creyendo que se conspira contra ella o ella misma se pondrá a conspirar lo que la hará mas insoportable de lo habitual...

 

lunes, 29 de mayo de 2017

 

Libro: Guardianas nazis
- El lado femenino del mal  -

Autor: Mónica González Álvarez
Editorial: Editorial EDAF, S. L. U.
Edición: Segunda edición, diciembre 2012

Se está terminando mayo y resulta obligatorio rendir homenaje a las víctimas del nazismo más cuando en Europa soplan de nuevo vientos xenófobos y partidos que bajo el manto del populismo ocultan su devoción y genética nazi alimentado su nicho electoral por la crisis económica y que del otro extremo surgen también partidos claramente fascistas como ellos sólo que de la extrema izquierda. Es por ello que siempre hay que recordar y tratar de desentrañar que empujó a seres humanos a exterminar a otros seres humanos...
 

La autora con estilo ágil y precisión periodística aborda el exterminio desde la perspectiva de las miembros femeninos de las SS como guardianas de los campos de concentración, de la muerte. Lejos de efectismos truculentos detallando los malos tratos, vejaciones y actos de sadismo y crueldad sobre las prisioneras, no rehuye describirlos pero lo necesario dentro de un conjunto donde sólo eran parte de la rutina diaria en el infierno de las selecciones para la cámara de gas, los experimentos médicos sin anestesia o el sadismo en las torturas mediante latigazos, patadas, perros entrenados para devorar y perfeccionamiento de métodos de tormento cuando no el simple y vil asesinato por placer.

 

Por otra parte resulta didáctico observar que muchas eran mujeres jóvenes que nos muestran hasta que punto las inmersiones desde la infancia en ideologías e ideas calan hasta el punto de que personas normales y de vidas anodinas sin pena ni gloria en el paso por este mundo se transforman en verdugos implacables. Sin duda hay una inoculación de odio e ideas desde la infancia así como una sociedad, la Alemania nazi desde 1933, constantemente adoctrinada que logra crear monstruos cuando el terror es instigado por el Estado. No hay diferencia entre los nazis y las dictaduras militares de los 70´s y 80´s ni siquiera en la actualidad donde el contrario queda reducido al concepto de objeto merecedor de la muerte y el tormento. Un libro que, al igual que todos los que tratan el tema del nazismo, debería hacernos recapacitar en qué nos estamos equivocando para que todo aquello que se creía derrotado en mayo de 1945 vuelva a calar en la sociedad europea y occidental, existente bajo otras formas en el resto del mundo...

 

Mónica G. Álvarez es periodista, escritora y guionista de radio y televisión. Dejó su Valladolid natal en 2004 para instalarse en Barcelona, ciudad que la vio crecer profesionalmente. Su vocación es la radio, pero desde hace años se dedica a una de sus grandes pasiones: la escritura. Es colaboradora en diversos medios de prensa y revistas. Se considera una investigadora nata, imperfecta y orgullosa de serlo y sobretodo, una mujer optimista, apasionada y soñadora.

Generosos datos sacados como es habitual de la contraportada y sin más unas breves reseñas que os inciten a conocer el lado oscuro femenino del nazismo:
 

La esposa del comandante del campo de Buchenwald...
La pesadilla comenzó en “Villa Koch”, como formalmente era conocida, y se extendió hacia el exterior. Se trataba de una gran casa de aproximadamente 125 hectáreas sobre la colina Ettersberg. En un principio, aunque Ilse era la esposa de uno de los siete oficiales de las SS destinados en Buchenwald, no era de aquellas que hacían amigos fácilmente. Pronto, la señora Koch se transformó en una mujer `endemoniada´. La maternidad no la había ablandado, ni más lejos de la realidad, sino todo lo contrario. El efecto positivo que podía subyacer en ella se había convertido en algo destructivo y mordaz. De hecho, no se relacionaba con ninguna de las otras cónyuges. Su carácter colérico, sádico, degenerado, de gran sangre fría y hambrienta de poder, se lo impedían. Algunos informes médicos posteriores la llegaron a tildar de ninfómana. Para la realización de esta clase de depravaciones y fiestas, el comandante Koch mandó construir también una especie de `picadero´, donde su mujer podría desplegar sus malas artes, tanto amatorias como criminales. El lugar en cuestión, lejos de ser algo pequeño, tenía 40x100 metros de extensión y unos 20 metros de altura. Esta gigantesca morada se encontraba a poca distancia del campo de concentración, así que los prisioneros de los barracones más cercanos podían escuchar perfectamente lo que ocurría en su interior.”
 
María Mandl, conocida como La Bestia de Auschwitz...
La interna Aleksandra Steuer afirmaba con rotundidad: `Mandl fue una vigilante muy cruel en el búnker´. Al fin y al cabo, en aquel tétrico edificio las víctimas eran despojadas de sus ropas y zapatos, y permanecían desnudas por completo durante todo el confinamiento. Dos veces a la semana eran alimentadas con víveres previamente cocidos o con un café y un pedazo de pan duro. Frecuentemente, las aberraciones eran tan severas que durante tres días las reas no podían comer nada, y también eran obligadas a hacer huelga de hambre con cualquier pretexto de lo más trivial. A lo largo de este correctivo los castigos mínimos fueron el fustigamiento y los golpes, al menos 25 latigazos, después 50, 75 y hasta 100. Posteriormente se duchaba a la persona con agua fría y la sacaban al exterior para dejarla a la intemperie. Su época favorita era el invierno, por lo que la mayoría expiraba de hipotermia. El búnker estuvo al servicio de los supervisores y guardianes más peligrosos y decadentes del campamento. Mandl, como directora del mismo y hasta su nombramiento como Oberaufseherin en abril de 1942, también hizo las delicias más pérfidas y agresivas que nos podamos imaginar.”

 

Herta Bothe, la Sádica de Stutthof y sus métodos narrados por una testigo...
...una húngara a quien yo conocía por el nombre de Eva, de 18 años de edad, se acercó a la cocina para comer algunas cáscaras de nabo que se encontraban en un montón fuera de la cocina. Esta niña vivía en el mismo bloque que yo, que era el bloque 203. Como ella estaba cogiendo las cortezas, Bothe vino de un lugar de trabajo cercano. Ella ordenó a una de las chicas de la cocina que trajera un gran trozo de madera y entonces comenzó a golpear a Eva con él. Después de los primeros golpes la chica se cayó. Yo y otras chicas de la cocina gritamos a Bothe que Eva era demasiado débil para soportar la paliza. Bothe replicó: `La golpearé hasta la muerte´. A continuación Bothe le pegó a la chica en la cabeza y por todo el cuerpo. Después de unos diez minutos paró y Eva se quedó muy quieta, sangrando profusamente de la cabeza. Luego Bothe me ordenó a mí y a otras chicas que llevásemos el cuerpo a una habitación en el bloque al lado del hospital donde ponían todos los cadáveres. Definitivamente la chica fue asesinada por la paliza. Una interna que yo creo que era médico examinó el cuerpo y dijo que la chica estaba muerta. No sé el nombre de la doctora. No la he visto desde la llegada de los británicos.”

 

Ravensbrück...
Lo que para los nazis era una `muerte natural´ para la gente corriente y cuerda se trataba de hambre, palizas y un trabajo agotador. La muerte en este campo de concentración estaba científicamente organizada. Hasta un funcionario alemán llegó a escribir en octubre de 1944 que la `mortalidad en Ravensbrück era insuficiente y debería llegar a 2.000 muertos al mes con efecto retroactivo de 6 meses¨. No me extraña que las mujeres retenidas allí fueran presas del pánico al ver a la que sería su tutora, Dorothea Binz, pasearse con gesto tétrico por los barracones. Con cada golpe que propinaba a aquellos despojos humanos, los ojos de la guardiana brillaban con una alegría a veces infame a veces voraz. Una superviviente llamada Olga Golovina, que había sido encarcelada en Ravensbrück a la edad de 21 años, explicó 39 después y con lágrimas en los ojos: <<Recuerdo a la guardiana Dorothea Binz paseando por el campamento. Aún puedo verla ante mis ojos. Una prisionera agotada pasa a su lado, tropieza y cae. Con denodados esfuerzos se pone de pie y se va tambaleándose. Semejante escena era suficiente para Dorothea. Ella pedaleó más fuerte, aumentó la velocidad y atropelló a la miserable interna. Luego llamó a los perros y se los lanzó. ¡Los perros eran salvajes, feroces, adiestrados especialmente para destrozar a la víctima hasta que dejaba de respirar!>>.

 

Libro de casi obligada lectura, y sin casi, para conocer hasta qué punto nos volvemos salvajes cuando se dan las circunstancias apropiadas pero también de homenaje a los millones de víctimas que fueron asesinadas o tuvieron la desgracia de pasar por el sistema nazi de represión y exterminio. Un recordatorio para nosotros mismos como lectores de que en ocasiones hay que salir a la calle y defender valores que damos por hechos pero que pueden trocarse por lo contrario si permitimos que los extremismos políticos campen a sus anchas y miramos a otro lado. Recomendable para todo tipo de lectores y de electores, un humilde homenaje al recuerdo de quienes padecieron, sufrieron y murieron en los campos de extermino y concentración de todas las épocas, pasadas y tristemente aún presentes, quién sabe si también del mañana...

Perdonar pero no olvidar.

 

sábado, 20 de mayo de 2017

 

Libro: Memorias

Autor: Andrei Sajarov
Editorial: Círculo de Lectores
Traducción: María Elena Aparicio Aldazábal

Edición: 1992

 

Corren los 50´s y el mundo está en plena Guerra Fría, pero esta vez no veremos la perspectiva desde el lado capitalista, viajamos a la URSS, a las memorias de un ciudadano soviético que es ni más ni menos que el padre de la bomba termonuclear soviética. Trabaja convencido en el sistema, vive rodeado de privilegios como académico que carecen la mayoría de ciudadanos de la URSS y su imperio comunista mas al realizar cálculos se percata de que las simples pruebas atmosféricas ya serán la causa de la muerte de cientos de miles de vidas de seres humanos, sólo con las pruebas atmosféricas...

 

Es un libro áspero para el lector de hoy en día que debe recurrir a imágenes de Corea del Norte pero sin olvidarse de los paraísos bolivarianos, Cuba y, seguramente Sajarov seguiría en las barricadas, la neo imperial Rusia de Putin, un hijo del sistema soviético. Sus memorias, que hará las delicias de físicos aficionados, son un viaje a un sistema cerrado que pregonaba la armonía en el exterior y utilizaba la fuerza para aplacar disidencias. Clientelismo, poder sin escrúpulos y un férreo control interno por parte de la KGB, condenaron a pacifistas, reformadores y disidentes al universo del Gulag, los hospitales psiquiátricos y el destierro. También comprobar que los métodos de la KGB, chuscos y cutres visto ahora pero efectivos en su época, siguen utilizándose...
 
Andrei Sajarov nació en Moscú en 1921. Inició su carrera científica en una fábrica de armamento durante la Segunda Guerra Mundial. Tras sus primeros trabajos teóricos importantes, en 1948 fue destinado a un centro de investigaciones secreto, donde contribuyó decisivamente en la creación de la bomba H soviética. Designado miembro de la Academia de Ciencias, recibió los máximos honores oficiales. Por esta época advirtió de los peligros de la energía nuclear y se convirtió en un apasionado defensor de la distensión y la paz. Su artículo Reflexiones sobre el progreso, la coexistencia pacífica y la libertad intelectual (1968) provocó la indignación oficial y en la prensa se inició una intensa campaña de descrédito de su persona. Sajarov se relacionó con los círculos de la disidencia y se erigió en adalid de los derechos humanos y las libertades. En 1975 le fue concedido el Premio Nobel de la Paz. A causa de su firme oposición a la guerra de Afganistán, en 1980 fue privado de sus condecoraciones y confinado en Gorki, donde permaneció aislado del mundo hasta que en 1986 el presidente Gorbachov les restituyó la libertad. Durante los últimos años de su vida llevó a cabo una firme lucha en favor de la democratización de su país y fue elegido diputado. Murió en diciembre de 1989 en Moscú.

Por una vez abundantes datos en la contraportada y sin más unas breves reseñas que os inciten a descubrir a Andrei Dimitrievitch Sajarov:
 

La escuela...

"No tuve problemas con mis estudios en la escuela, pero no hice amigos; por el mismo motivo, tampoco me creé enemigos. Recuerdo haber tenido problemas en mis clases de carpintería: nunca he sido muy habilidoso con las manos. Durante una de mis primeras clases prácticas, un par de chicos más mayores decidieron comprobar si yo era un llorón o no, y me metieron los dedos en un torno de banco. De alguna manera, conseguí aguantarme las lágrimas, y la siguiente vez, uno de los chicos se ofreció a ayudarme con mis labores de carpintería: yo lo estaba pasando fatal para construir una banqueta. A principios de 1934, mis padres decidieron que ya había perdido bastante tiempo y me sacaron de la escuela. Se las arreglaron para crear un curso puente que englobase el quinto y sexto curso de modo que pudiese pasar los exámenes y ser aceptado en séptimo curso. Este periodo de estudio intensivo tuvo gran importancia en mi desarrollo intelectual.”
 

Probando la bomba H...

 

La tensión aumentó en la Instalación al acercarse la fecha de la prueba. En el verano de 1952, si la memoria no me falla, tuvimos problemas para fabricar un material en particular que necesitábamos para el ingenio. Nicolai Pavlov, un coronel (o tal vez posiblemente general) de la KGB y oficial del Primer Directorio General, era el encargado de su producción. Había que tomar una determinación: el método antiguo utilizaba una factoría que se había construido con otro propósito, mientras que la alternativa requería una nueva factoría de diseño especial para aprovechar una tecnología nueva y mucho más prometedora. Pavlov, en un intento de jugar sobre seguro o de economizar utilizando la factoría existente, decidió ambos métodos, pese a lo cual no fue capaz de conseguir la producción planificada. Alguien planteó esta cuestión en una conferencia a la que asistí. Beria, aparentemente informado del tema por anticipado, se levantó y dijo algo así: ^Cuando los bolcheviques queremos hacer algo, cerramos los ojos ante todo lo demás (Beria entornó los ojos con lo que su rostro era todavía más atemorizante). Pavlov, ha perdido usted su empuje bolchevique. No le vamos a castigar ahora y espero que corrija su error. Pero no se olvide de que tenemos mucho sitio libre en nuestras cárceles´.”

 

Ecologismo en la URSS de 1967...

En 1967, me vi involucrado en el esfuerzo de salvar el lago Baikal. El lago de mayor profundidad del mundo, es una inmensa reserva de agua dulce. Y lo que es más importante, la región de Baikal es un fenómeno único de la Naturaleza, una zona de una belleza sorprendente que para muchos se ha convertido en un símbolo de nuestra nación. Durante varios años, “Komsomolskaya pravda”, “Literaturnia gazeta” y otros periódicos habían estado publicando alarmantes y convincentes informes de las amenazas que para el Baikal representaban las construcciones industriales a lo largo de sus riberas, el talado y transporte de madera y el vertido de residuos químicos en sus aguas. Aunque nuestros esfuerzos por proteger el Baikal no tuvieron éxito, alcancé un profundo conocimiento de los problemas medioambientales, tanto en sentido general como en el contexto particular de la sociedad soviética.”
 

Primera huelga de hambre...

"Mi primera huelga de hambre tuvo lugar mientras Lusia estaba en el Hospital Oftalmológico, coincidiendo con la llegada del presidente Nixon a Moscú el 27 de junio. El objetivo era llamar la atención sobre la penosa situación de los presos políticos: Vladimir Bukovski, Velentin Moroz, Igor Ogurtsov y Leónidas Pliushch; los alemanes étnicos encarcelados por manifestarse pidiendo el derecho de emigración; y los presos en los hospitales psiquiátricos. Los corresponsales de Prensa y televisión que viajaban con Nixon me entrevistaron en nuestro apartamento y Tania actuó de intérprete. Cuando un reportero de televisión intentó transmitir una entrevista conmigo desde la estación de enlace de Ostankino, cortaron la retransmisión a requerimiento del censor soviético. Me dijeron que durante varios minutos, medio mundo estuvo mirando las pantallas en blanco, en lugar de la entrevista con Sajarov, lo que dejó una impresión perdurable.”
 

Afganistán...

Los líderes soviéticos debían haber contado con una rápida victoria en Afganistán. Pero éste era un país que en el pasado había luchado tanto contra Inglaterra como contra la Rusia del zar y no se había rendido. A medida que el ejército de Karmal iba debilitándose por las deserciones en masa y el paso a las fuerzas de la guerrilla, la guerra se fue haciendo cada vez más bárbara. Escuchamos con horror y vergüenza las noticias de las emisiones occidentales que hablaban de los bombardeos de ciudades, el hambre provocada por la destrucción de cosechas y el uso de napalm, minas, trampas explosivas y armas químicas. Cuatro millones de afganos, un cuarto de la población antes de la guerra, se había ido a Pakistán e Irán, donde vivía en condiciones miserables, la mayor masa de refugiados que había en el mundo en aquellos días. ¿Perdonarán alguna vez los afganos el sufrimiento por el que les hicieron pasar?"
 

Chernobil...

"Para mi vergüenza, al principio traté de convencerme de que no había sido nada grave. Los informes de principios de mayo en la Prensa soviética decían que los niveles de radiación en las proximidades del reactor de Chernobil no excedieron los 10-15 milirroentgenios por hora, y me llevaron a adoptar una postura bastante tranquila respecto al accidente. Descarté el peligro de lluvia radiactiva significativa que pudiera producir daños ecológicos o efectos biológicos fuera del umbral que condujeran al cáncer o a deterioros genéticos. Una pista que debería haberme alertado de la posibilidad de encubrimiento en el informe de mediados de mayo fue la noticia de que varios bomberos habían fallecido: si los informes anteriores habían sido precisos, ¿qué podría haber provocado su fallecimiento?"
 

El perdón de sus pecados disidentes...

"En respuesta a mis preguntas, Marchuk dijo que no sabía nada acerca de las fechas de las resoluciones o sobre la devolución de mis condecoraciones. (Su admisión sería una admisión obligada de que las autoridades se habían equivocado al desterrarme en 1980, pero aparentemente las nuevas ideas no habían progresado tanto.) No me dejó en claro un buen número de otras cuestiones, incluyendo la pregunta clave, si había sido desterrado de Moscú sobre la base de un acto oficial o por decisión de la KGB. El único decreto que he visto hasta ahora fue el que me privó de mis condecoraciones.”
 

Libro recomendable para amantes de tochos y biografías así como para tendencias de izquierdas que pregonan a sus votantes consumistas las bondades de un estado tipo bolivariano o putinesco que sólo desemboca en represión y sufrimiento para la ciudadanía. Un hijo de la URSS con el eterno alma rusa y que tal vez ha sido injustamente olvidado por la ciudadanía gracias a un gobernante que con pompa imperial e ínfulas intervencionistas militares mantiene secuestrada la democracia mientras denuncia las miserias de las democracias extranjeras en sus canales de televisión. Por supuesto anotar título pata regalar a la suegra las próximas navidades que se cagará en todos los santos por los impronunciables nombres rusos que nos garantiza unas risas a su costa....

martes, 4 de abril de 2017

 

Libro: La vida secreta de Saddam Hussein

Autor: Con Coughlin
Editorial: Editorial Planeta S. A.
Traducción: Isabel Fuentes García
Edición: Marzo de 2003
 

Siempre que hay una buena guerra en lontananza y los recursos son orientados al esfuerzo común, surge lo que podíamos denominar literatura de guerra, obras que apoyan las tesis de ir a la guerra pero mostrando a la vez las causas y la biografía del líder o líderes de la nación enemiga. La propuesta de hoy podría enmarcarse dentro de ese tipo gracias a la perspectiva del tiempo y el conocimiento real de las cosas que antes de la guerra parecía obvias y además irrefutables, aunque en el año de su lanzamiento pasara como una oportuna coincidencia que hizo que fuera un buen producto en ventas ya que la ciudadanía ansiaba saciar la curiosidad sobre un hombre y su régimen que pronto, ya lo era desde el 11-S, sería el enemigo a batir dentro de la guerra decretada por Bush hijo dentro de la guerra contra el terrorismo...

 

Dejando aparte oportunismos, coincidencias o ambas tres, el libro es interesante por varios motivos al lector actual. De primero porque las interioridades de los grandes y crueles dictadores siempre atraen la curiosidad por fisgar al poderoso caído en desgracia. De segundo porque supone para el lector occidental informarse de lo que fue el baasismo que engendró dirigentes como Nasser, el propio Saddam o el ya historia de Gaddafi en Libia. Un movimiento pan árabe que al final declinó en dictaduras personales en nombre del partido y el nacionalismo local y que aún sigue vigente en lo tocante a la hostilidad de la existencia del Estado de Israel a la vez que la lectura nos ilumina sobre algunas de las aristas que dividen de manera casi irreconciliable a unos musulmanes con otros por no hablar con las minorías de otros credos y religiones.

 

Con Coughlin es un prestigioso y galardonado periodista que lleva veinte años escribiendo sobre Oriente Medio. Fue corresponsal en la guerra Iraq-Irán y en la Guerra del Golfo, y fue uno de los primeros periodistas en entrar en Kuwait tras la liberación. Es editor ejecutivo del Sunday Telegraph y vive el Londres...

Al menos vivía en el año de edición, datos sacados como es habitual de la contraportada y sin más unas breves líneas que os inciten a su lectura:
 

Orígenes...

"Si bien la fecha de nacimiento es controvertible, el lugar no lo es. Saddam nació en una choza de barro que pertenecía a su tío materno, Jairallah Tulfah, un simpatizante nazi al que más tarde encarcelaron por apoyar una revuelta antibritánica durante la segunda guerra mundial. Pertenecía al clan sunita de Al-Bejat , parte de la tribu Al-Bu Nasir, que era la dominante en la región de Tikrit. Las lealtades tribales habrían de desempeñar un papel importante en la ascensión de Saddam al poder. En la década de 1980, había al menos media docena de miembros de la tribu Al-Bu Nasir que ocupaban cargos importantes en el gobierno. Sin embargo, en los años treinta, el clan se conocía principalmente por su pobreza y su carácter belicoso. Para sus líderes era un motivo de orgullo eliminar a sus enemigos por las ofensas más inicuas. Como sunita, el niño se acogió a la doctrina ortodoxa mayoritaria del islam, aunque los sunitas son una secta minoritaria en Iraq: sólo uno de cada cinco iraquíes es sunita. Al niño lo llamaron Saddam, literalmente, `el que se enfrenta´. Dadas sus hazañas posteriores, el nombre no podría haber sido más apropiado.”
 

Saddam y el partido Baas...

"Saddam dedicó todas sus energías a crear la estructura de la seguridad interna del partido, una organización que se convertiría en una de sus principales plataformas de su ascensión al poder. Al igual que muchos otros baasíes, sobre todo los que pertenecían a la rama civil, Saddam estaba consternado por la falta de disciplina del partido que había causado la expulsión del gobierno a finales de 1963. Con el apoyo de Bakr, Saddam resolvió crear una estructura que pudiera enfrentarse tanto con enemigos externos como con disidentes internos. Durante su estancia en El Cairo, Saddam había estudiado la vida y obra de Stalin, dejándose influir por él. Aunque resulta difícil de creer que un estudiante mediocre como Saddam, que pasaba la mayor parte del tiempo al frente de bandas callejeras y amenazando a sus rivales, fuera capaz de emprender un estudio serio sobre el déspota soviético, parece que al aprendiz baasí le gustaron algunos de los aspectos más despiadados de la filosofía de Stalin. Tras la humillación de noviembre de 1963, se oía a menudo a Saddam profiriendo máximas estanilistas del tipo: `Si hay una persona, hay un problema; si no hay persona, no hay problema.´ “
 

Métodos...

"Mientras Saddam estaba ocupado creando una laberíntica red de espías, comisarios, torturadores y asesinos, aún encontraba tiempo para mantenerse al día de las horripilantes prácticas que se aplicaban a sus desafortunadas víctimas en el palacio del Fin. Un disidente chiita que consiguió sobrevivir a las cámaras de tortura hizo una terrorífica descripción de cómo Saddam mató personalmente a otro detenido chiita llamado Dujail. `Entró en la habitación, cogió a Dujail y lo lanzó a una cuba de ácido. Luego contempló cómo se disolvía el cuerpo.´ Aunque es difícil encontrar corroboración a esa historia, tiene sin embargo una asombrosa semejanza con las historias que circularon sobre las actividades de Saddam en el palacio del Fin en 1963. Ciertas o falsas, para Saddam lo más importante era que historias como ésas fueran del dominio público en Iraq, y que se creyeran ciertas. Mientras el pueblo siguiera viviendo con el miedo de que cualquiera podía correr semejante suerte en cualquier momento, la posición del partido Baas estaría fuerte.”
 

Problemas domésticos...
El desafío más serio al que Saddam tuvo que enfrentarse surgió de su propia familia, un año más tarde. Se vio obligado a ordenar el arresto domiciliario de sus tres hermanastros, Barzan, Watban y Sabaui. Nunca se ha explicado exactamente la causa de dicho altercado familiar. Se ha sugerido que Barzan estaba involucrado en un intento de golpe de estado; un grupo de oficiales militares le habría ofrecido la presidencia a cambio de que apoyara un golpe contra Saddam. Otra versión echa la culpa a Barzan, jefe de seguridad, por no haber detectado un complot contra Saddam, lo cual resultaba irónico, ya que un año antes Barzan había publicado un libro titulado `Intentos de asesinar a Saddam Hussein´, en el que proporcionaba detalles sobre siete presuntos complots, algunos anteriores a que Saddam se convirtiera en líder, y acusaba a fuerzas tan dispares como Siria, Israel y Estados Unidos de ser los cerebros de dichos planes.”
 
1991...

Sin duda, esa fue su prioridad cuando intentó preparar tanto su persona como el régimen para el desafío militar que, casi inevitablemente, lo aguardaba. En un primer momento la actitud con respecto a Kuwait había consistido en buscar una retirada ventajosa, es decir, en términos favorables a Bagdad, como la conservación de las islas en litigio y del yacimiento petrolífero de Rumaila, con un gobierno pro iraquí instaurado en Kuwait capital. El impulso diplomático internacional dado por Washington y Londres en el otoño de 1990 hizo que la perspectiva de semejante solución resultase cada vez más improbable. Como la guerra parecía inevitable, Saddam pasó de la política de la retirada ventajosa a la que podríamos describir como `retirada de supervivencia´.”
 

Libro que se devora de un tirón pero a la vez una observación de la sociedad iraquí y la sensibilidad geopolítica con la desgracia de que son los sátrapas quienes acaban acaparando el poder mientras la voluntariosa ciudadanía siempre es traicionada como ha sucedido y sucede en estos casos. Es ascenso al poder de una tribu cuyo mascarón de proa era Saddam, hoy sólo una lágrima en la lluvia de la historia pero muy presente viendo el panorama de la región. Lectura para curiosos, amantes de las biografías de dictadores y lectura reposada de tiempo de descanso u horas muertas. Una mirada al pasado que era hoy ayer y puede arrojar pistas de mañana.

sábado, 25 de marzo de 2017

 

Libro: El librero de Kabul

Autor: Äsne Seierstad
Editorial: Maeva Ediciones
Traducción: Sara Hoyrup, Marcelo Covián
Edición: Enero de 2004
 

Todos sabemos situar Afganistán en el mapa, enviamos a nuestros soldados a combatir, donamos millones de dólares para ayuda humanitaria y apoyamos la lucha contra el integrismo pero no sabemos nada del día a día, de los sueños, de las esperanzas y de las pesadillas cotidianas de la ciudadanía afgana a la que vemos bajo el prisma que nos muestran las noticias y los tópicos de gentes atrasadas y tribales...


La propuesta de hoy es un viaje al año cero tras el derrocamiento del régimen talibán que impuso las leyes coránicas a base de sangre y amputaciones sin excluir lapidaciones. A través de la observación por parte de la autora del universo doméstico de un ciudadano afgano de Kabul, dueño de una librería y una editorial que aspira a un Afganistán moderno y próspero tanto material como socialmente que se considera a sí mismo un liberal pero que en su casa, en su feudo, aplica un machismo y un autoritarismo avalado por una visión de la religión islámica que se les inculca desde la infancia.
 

Es una lectura áspera y casi desagradable para el lector occidental donde el integrismo religioso ha sido contenido desde la Revolución Francesa y la liberación de la mujer desde 1945. Es un mundo atroz donde la mujer es sólo un objeto cuyos sentimientos son irrelevantes y el sometimiento una virtud. Pero también la crónica de una juventud que aspira a libertad pero termina sucumbiendo al sistema omnipresente donde bajo la interpretación interesada de los preceptos en que se adoctrina la misma dominan y gobiernan cada acto personal...

 

Äsne Seierstad es quizás la más joven y respetada corresponsal de guerra de Europa. Nacida en Oslo en 1970, ha cursado estudios de ruso, español e historia de la filosofía en Noruega y ha trabajado como corresponsal de prensa en distintos países: en Moscú entre 1993 y 1996 y, después, en China. Entre 19989 y 2000 estuvo destinada en Kosovo como reportera de guerra para la televisión noruega. Más tarde, en el otoño de 2001, pasó varios meses en Afganistán tras la caída de los talibanes, y en el año 2003 estuvo en Iraq durante la guerra. Ha recibido numerosos premios, dentro y fuera de su país, por sus reportajes sobre Kosovo, Chechenia y Afganistán.

Datos sacados de la contraportada y actualizados al año de edición, pero sin más verborrea una breve reseña que os incite a su lectura:
 

Ser mujer en Afganistán...

"A los dieciséis años, Sonya pasó de niña a esposa en un abrir y cerrar de ojos. Había llorado al principio, pero -buena chica como era- pronto se acostumbró a la idea. Había crecido sin expectativas en la vida, y Sultán había hecho buen uso de los dos meses que duró el noviazgo. Había sobornado a sus padres para poder estar a solas con ella antes de la boda. En rigor, los novios no deben verse entre el inicio oficial del noviazgo y la boda, pero esto no suele cumplirse. Aun así, una cosa era que los novios salieran a comprar el ajuar juntos y otra muy distinta que pasaran las noches juntos. Era inédito. El hermano mayor de Sonya había querido defender el honor de su hermana cuando se enteró del dinero recibido por sus padres para dejar a Sultán compartir el lecho con ella antes de la noche de bodas. Así y todo, hasta él fue silenciado con monedas contantes y sonantes, y Sultán se salió con la suya. En su opinión, le estaba haciendo un favor.
- Hace falta prepararla para la noche de bodas. Ella es muy joven y yo soy un hombre con experiencia -arguyó al hablar con los padres de Sonya-. Si pasamos tiempo juntos ahora, no tendremos ningún susto la noche de bodas. Prometo no abusar de ella.”
 

Libro imprescindible para tratar de comprender lo que ocurre en un país y en toda una sociedad global como es la islámica donde la religión aún no se ha separado del poder civil y legislativo, no han tenido la oportunidad aún de separar religión de Estado. También para hacernos caer de la burra de nuestra narcosis consumista que nos hace pensar que porque un país se diga democrático y aliado de Occidente ya se respetan los derechos humanos y la igualdad de sexos que disfrutamos tras siglos de lucha social por quienes nos precedieron...

Imprescindible.

jueves, 16 de marzo de 2017

 

Libro: Todo lo que te han contado es falso

Autor: Joel Levy
Editorial: Ediciones Martínez Roca, S. A.
Traducción: Martín Arias
Edición: Mayo de 2006
 

Son varios y diversos los factores para elegir un libro y sumergirse en su lectura como pueden ser la temática, el autor, la corriente literaria mas en ocasiones los títulos de los libros sufren en el mercado hispano el mismo error que con algunas películas que no es otro que una mala traducción del título o coletilla del mismo como es el caso para supuestamente atraer al lector de habla española y que pueden desmotivar su atractivo. Es el caso de la propuesta de hoy donde la edición en español induce a que estamos ante un libro de teorías conspiranoicas...

 

Porque en realidad estamos ante un delicioso libro que nos habla de verdaderas conspiraciones y poderes ocultos en la sombra que no figuran en los libros de texto, que no enseñan en la asignatura de historia. Libro de lectura amena, de tertulia nocturna comentando el pasado, desde los tiempos bíblicos y el Mundo Antiguo hasta los desiertos invadidos de Kuwait en los 90´s. Cierto que los amantes de estos temas encuentran programas radiofónicos y televisivos donde se tratan y ahondan, pero el libro tiene el encanto de lo sencillo, pinceladas claras y contornos dibujados de forma grácil y agradable a la lectura.

Con datos del año de edición y sacado de la contraportada cito los breves datos del autor, nacido en 1971 ha publicado numerosos títulos de gran éxito en el Reino Unido. Licenciado en Ciencias Biológicas y con un máster en Psicología, ha trabajado como editor y ahora combina su faceta de escritor con sus colaboraciones en distintos medios de comunicación, como la revista Reader´s Digest o el canal de televisión SciFi. Reside en Londres.

Y sin más una breves líneas de reseña que os inciten a su lectura:
 

Tratos secretos con el papado...

Incluso en los primeros días, la Iglesia se movió en un mundo de sombras, espionaje y peligro. Perseguidos por las autoridades imperiales, los cristianos debieron practicar su fe en secreto y permanecer fuera del alcance de la policía secreta romana, conocida como `frumentarii´ (originalmente sargentos provenientes del ejército, estos oficiales fueron más tarde empleados para la multiplicidad de actividades del estilo de la policía secreta). Los primeros historiadores cristianos, como Eusebio, afirman que los cristianos establecieron su propia resistencia clandestina a fin de ayudar a escapar a aquellos en peligro y bajo la mira de las autoridades. Se añadía que habían creado su propia red de espionaje para poder darse la voz de alerta en caso de peligro. De hecho, san Cipriano fue salvado de los frumentarii cuando se le advirtió de una orden de arresto y consiguió ocultarse. El papa Víctor I (papa entre los años 189 y 191 de nuestra era) tenía una colaboradora secreta en pleno corazón del imperio: la amante del emperador, Marcia, era una conversa que lo ayudó a asegurar la liberación de condenados cristianos.”
 

Lectura para amantes de los entresijos que mueven la historia, simpatizantes de lo conspiranoico que quieran saber lo cierto y no suposiciones, para lecturas nocturnas a pie o en la cama, turnos tranquilos sin jefatura y nada de regalar a la suegra que puede que su chochez se resienta y se vuelva más paranoica de lo normal y nos acuse de conspirar en su contra...

martes, 7 de marzo de 2017

 

Libro: El tren de Lenin
– Los orígenes de la revolución rusa -

Autor: Catherine Merridale
Editorial: Editorial Planeta S. A.
Traducción: Juan Rabasseda
Edición: Enero de 2017
 

La propuesta de hoy es un viaje al pasado, concretamente a hace un siglo cuando Europa andaba enfrascada en otra guerra civil que desembocó en la I Guerra Mundial. Rusia, aliada de Francia, Gran Bretaña y EEUU, se encuentra convulsa tras el derrocamiento del Zar y su sistema, en una revolución que la burguesía trata de domesticar ante el temor de sus aliados de que la revolución obedezca a las tesis pacifistas del socialismo y Rusia firme la paz con Prusia. En medio de este
remolino las autoridades germanas planean apoyar en la sombra a todo aquello que provoque una retirada de Rusia del conflicto y les permita centrarse en el frente occidental, para ello embarcan en un tren sellado a un exiliado ruso que tiene sus propios planes una vez llegue a suelo patrio tras un rocambolesco viaje de Suiza a Petrogrado...

Apasionante historia cuyo encanto es que nos narra las vicisitudes ocurridas durante el tiempo que duró el viaje de Lenin. Una historia apasionante con embajadores, espías, agentes dobles, agitadores y sueños de implantar la dictadura del proletariado sin permitir que la burguesía rusa se afiance en el poder, saltando las fases teóricas de la revolución, el germen de la URSS protagonista del siglo XX pero cuyo sueño convertido en pesadilla no duró cien años.
 
De la autora Catherine Merridale poco puedo deciros salvo los datos de la contraportada como ya es norma en la sección. Fue galardonada con el Heinemann Prize for Literature, el Wolfson Prize for History, el Pushkin House Russian Book Price y es miembro de la Academia Británica. Si queréis saber más supongo que en Internet veréis saciada vuestra curiosidad así que sin más una breve reseña de pocas líneas que os inciten a su, por otra parte, apasionante lectura a cien años de distancia...
 
Hace ya cien años...
 
...que el tren sellado cruzó Europa bajo vigilancia alemana, y sin embargo el episodio sigue teniendo resonancias importantes, incluso perturbadoras. En Rusia, donde los momentos de esperanza y de participación masiva en la vida nacional han sido tan lamentablemente raros, esas resonancias tienen una viveza especial. La sola idea de tomar el poder espantaba a los políticos que fueron empujados a asumir sus cargos a comienzos de la primavera de 1917. mejor dicho, en vez de abordar las reivindicaciones que los habían llevado al gobierno, las utilizaron más bien para manipular a las masas. Los periódicos nacionalistas se apropiaron de los veteranos hambrientos y desfigurados para chantajear a una opinión pública exhausta y obligarla a aceptar otro año de guerra. Los derechistas echaron la culpa de todo a los judíos y a los socialistas, los izquierdistas pusieron a todo el mundo en contra de los que ellos mismos decidieron denominar burgueses, y al final la democracia solo podría merodear por los márgenes de la revolución como un perro sarnoso. En cambio, las propuestas de Lenin debieron de resultar atractivas durante un tiempo, pero las personas no son liberadas por las dictaduras y la violencia no es la manera de darles paz.
 
Resonancias del pasado que resuenan inquietántemente en el presente ahora que parece que gracias a la crisis económica los extremos que siempre tratan de derribar la democracia cobran auge en forma de populismos. Ideal para gentes de bien de izquierda, chicos malos de la misma y creyentes en demagogias tanto de derecha como de izquierda así como amantes de la historia y la lectura, quedaréis con gana de más cuando el tren sellado llega a su destino, pero lo que pasó después, ya lo sabemos o al menos deberíamos de saberlo porque los ecos de antaño no son tan lejanos...

lunes, 20 de febrero de 2017

 

Libro: Un espía entre amigos
– La gran traición de Kim Philby -
 

Autor: Ben Macintyre
Editorial: Editorial Planeta, S. A.
Traducción: David Paradela López
Edición: Marzo de 2015
 

La propuesta de hoy viene que ni pintada ahora que parece que se vuelve al espionaje, al menos aflora a la luz pública, aunque sea de forma digital. Pero sólo es un aspecto, el digital, del oficio de espía ya que aún es necesario trabajo de campo como se hizo siempre y nada mejor que leer sobre el mayor espía que tuvo la URSS durante la Guerra Fría y nada menos que en los servicios secretos de su graciosa majestad británica: el legendario Kim Philby.

 

Se ha dicho de este libro que se lee en un pispás y como si fuera auténtica novela de espías quedando con gana de saber más. Lo cierto es que hará las delicias de los amantes del género contando además con un delicioso epílogo de John Le Carré. Aunque los amantes citados conocen de sobra las andanzas del famoso espía, la autora se aproxima a su persona de la mano de sus amigos y de uno especialmente, nos introduce en el mundo perdido de entre guerras mundiales donde la clase era clase y la sociedad dividida en clases, donde el pertenecer a una casta social ya te abría puertas y nadie dudaba de que como miembro de una clase social sus actos serían apropiados pese a devaneos peligrosos de juventud...
 
El periodo es fascinante aunque pensar que estudiantes de la clase dirigente en el imperio británico se sintieran atraídos ante la promesa de un paraíso soviético y abrazaran el credo comunista para traicionar a su patria suene completamente trasnochado y obsoleto en 2016. Pero observando a Kim Philby apreciamos que en realidad al final es el factor humano y las motivaciones que le mueven como tal lo que hizo de Kim Philby un espía que lograba mimetizarse en la sociedad, en la familia e incluso de sus controladores. Siempre quedará la duda de si lo hizo porque ya no tenía marcha atrás o sentía placer en ser una persona de dos caras sin mostrar su tercera, la verdadera...
 
Ben Macintyre es columnista y editor en The Times, diario para el cual también ha trabajado como corresponsal en Nueva York, París y Washington.

Parcos datos como siempre sacados de la contraportada y, como debe ser en toda buena reseña de un libro de espías, sólo unas breves líneas de muestra que os inciten a su lectura que abra el apetito lector de saber más secretos...
 

Philby llegó por fin a Turquía el 26 de septiembre de 1945, veintidós días después del primer contacto con Vólkov. La ciudad presentaba un aspecto especialmente hermoso bajo el sol de finales de verano, pero Philby sólo pensaba en que si no impedía la deserción de Vólkov, ese podía ser ' el último verano memorable del que pueda disfrutar.' Cuando Reed le preguntó por qué el MI6 no había enviado a nadie antes, Philby mintió diciendo: 'Lo lamento, habría interferido con los permisos'. Más tarde, Reed volvería a preguntarse por ' el inexplicable retraso y las evasivas de la visita de Philby', pero en el momento prefirió morderse la lengua. 'Pensé tan sólo que era un irresponsable y un incompetente.' “
 
Libro para amantes del mundillo del espionaje, curiosos en general, amantes de saber el pasado que ha forjado el presente así como idóneo para lectura reposada antes de sobar, convalecencias hospitalarias, turnos de noche sin jefatura a la vista. Nada de regalar a la suegra que es capaz de captar agentes para su causa que le cuenten lo que gastamos o dejamos de sisar cuando le hacemos la compra y aprovechamos para echar un cafelito y ver el escote de la camarera...

lunes, 6 de febrero de 2017

 

Libro: Pancho Villa -Retrato autobiográfico, 1894 a 1914-

Autor: Guadalupe Villa y Rosa Helia Villa
Editorial: Santillana Ediciones Generales S. L.
Edición: 2004
 

Ahora que el presidente Trump quiere levantar un muro en la frontera con México tal vez sea buen momento para visitar a uno de sus personajes históricos que están en el ideario popular y universal: Pancho Villa. Para ello y de la mano nada menos que de las nietas del general, porque Pancho Villa tenía el grado de tal, que hacen dos estudios introductorios a una obra que abarca un periodo concreto de la vida de Pancho Villa entre 1894 y 1914 con testimonio del propio Villa que dictó al coronel Manuel Bauche Alcalde, su asistente, recuerdos de su vida que abarcan la fecha citada anteriormente.

 

Guadalupe Villa Guerrero, posgraduada del Colegio de Historia de la UNAM, fue catedrática del propio Colegio e investigadora del INAH. Es investigadora del Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, donde bajo la dirección de Eugenia Meyer coordinó la serie de síntesis históricas y antologías de las entidades federativas. Imparte cursos de Historia en el Instituto Cultural Helénico. Cuenta con numerosas publicaciones sobre revolución mexicana e historia del norte de México, y es reconocida por sus aportaciones a la historia regional de Durango.

 

Rosa Helia Villa Guerrero, licenciada de la Facultad de Leyes de la UNAM, ha sido maestra en el Instituto Tecnológico de Monterrey, campus San Luís Potosí, ciudad donde vive, y funcionaria de la Universidad Autónoma del mismo estado. Ha ejercido el periodismo y varios cargos públicos. Es autora de diversas obras sobre historia regional, conservación de patrimonio monumental y una novela sobre aspectos desconocidos de la vida de Villa. Es cónsul honoraria de Francia en el estado de San Luis Potosí.

 

Datos sacados de la contraportada y vigentes en el año de la edición, pero sin más unos breves pasajes que os inciten a su lectura:

 

Pretensiones de su biografía...

"No pretendo justificarme ni defenderme; pero que se me conozca tal y como fui, para que se me aprecie tal y como soy: un hombre que nacido de la clase más ultrajada y más sufrida de nuestro pueblo, de la peonada que fecunda la tierra con su sudor y con su sangre y con sus lágrimas, supe rebelarme contra esa esclavitud brutal de nuestra sociedad egoísta y de nuestras costumbres corruptoras, y desarrollando todas mis energías, y reanimando todas mis esperanzas, y fortaleciendo todas mis aspiraciones de libertad y de justicia, he venido a ofrecerlas en toda su madurez a la causa nobilísima de mi patria y de mi Pueblo.”
 

Infancia en el México rural al inicio del siglo XX...

La infancia de nuestros niños pobres, ya vengan a la vida en la campiña abierta a todas las inclemencias, ora nazcan en los grandes poblados, abiertos a todos los vicios, es algo pavoroso, estupendo, monstruosamente inconcebible, que sólo a nosotros los mexicanos no puede sorprendernos y aterrorizarnos a fuerza de mirar todos los días la misma escena con los mismos niños harapientos, incultos, sucios hasta la petrificación, abandonados hasta la crueldad, huraños y tristes hasta el salvajismo, que van patentizando por dondequiera el grado de incuria y de miseria en que se ha estancado nuestra clase pobre por la obra deprimente de los conquistadores y de los esclavistas, los de antaño y los de hogaño, los que vinieron de España y los que aún quedan, después de un siglo de liberación y progreso.”
 

Un joven Pancho Villa con sueños...

"Yo abrigaba deseos vehementísimos de dedicarme a un trabajo honrado, tranquilo, dejando aquella espantosa vida de peregrinaciones perpetuas, siempre huyendo, siempre perseguido, forzado a arrebatar mis medios de subsistencia, no a ganarlos tranquilamente, sino a pelearlos en una guerra sin cuartel y sin tregua. Media vida habría yo dado por ser un hombre del todo desconocido, ignorado, un ente por quien nadie se preocupara, con tal de que esos últimos años me dejaran mis semejantes en paz, trabajando en el más humilde de los oficios, ganando el más miserable de los jornales, viviendo en la más insignificante de las chozas.”
 

Con Madero en San Andrés...

En un buggy y por medio de la valla formada por mis soldados, conduje al señor presidente al centro del pueblo. Iba el señor Madero observando el estado de mis tropas y contestando a los delirantes vítores de la multitud. Así llegamos al palacio municipal y de allí al kiosko que está en el centro de la plaza; y en aquella improvisada tribuna, el señor Madero, el apóstol de nuestro credo libertario, dirigió al pueblo su palabra limpia, diáfana, que nos llegaba hasta muy adentro del alma, porque aquella palabra del libertador venía a cristalizar nuestros más altos anhelos de redención y de justicia, nuestras más altas aspiraciones de libertad y de civismo, aquello que todos habíamos soñado, que todos habíamos sentido, que todos habíamos deseado y previsto, dentro de todas las angustias y todas las afrentas a que nos tenía cruelmente sujetos el egoísmo irrefrenable de un déspota y la jauría interminable de sus caciques, de sus lictores y de sus pretorianos.”
 

Pancho Villa es sometido a proceso...

"No quise volver a declarar en mi proceso: renuncié a defenderme; las balas del tirano me habían respetado en mis rebeldías de los primeros años y en mis luchas por la libertad en el campo de batalla; y yo, que no había caído en la lucha armada, cuerpo a cuerpo, a pleno sol, en plena vida, me encontraba fatalmente vencido por algo que yo no había combatido ni podría ya combatir: la herencia porfiriana, mansamente recogida y dulcemente acariciada por los hombres del gobierno constitucional, y la ingratitud, la negra e inconsciente ingratitud de las estatuas heroicas, que desde el remate del monumento no pueden defender los basamentos que las sostienen de las irreverencias duchales de los perros callejeros...”
 

Libro interesante tanto para duchos en la materia como a neófitos que quieren acercarse a la figura de Pancho Villa y que sin duda tras su lectura sentirán el gusanillo de que querer saber más acerca del mismo y su lucha por la libertad de su pueblo, de sus gentes. Porque olvidamos siempre que la revolución mexicana fue el primer conflicto del siglo XX y salvo referencias cinematográficas poco sabemos del inicio de siglo de una república que si Pancho Villa pudiera observar ahora sin duda se alzaría de nuevo en armas para liberar a México de la lacra que supone el narcotráfico y la esclavitud que provoca a todos los niveles...

jueves, 19 de enero de 2017

 

Libro: Enrique VIII
- el Rey y la Corte -

Autor: Alison Weir
Editorial: Ariel S. A.
Traducción: Jordi Beltrán Ferrer
Edición: 2003
 

Terminábamos el año con uno de esos personajes históricos que todos conocemos y casi todos desconocemos como era María Antonieta la última reina de Francia y comenzamos el año con otro personaje de similar característica en la memoria colectiva de personajes históricos como es Enrique VIII, monarca inglés del siglo XVI del que todos sabemos que se casó varias veces y ordenó cortar las cabezas de varias de sus mujeres.
 
La autora, que no trae la contraportada datos biográficos y sólo cita que vive y trabaja en Surrey, nos lleva de la mano a la vida de un rey renacentista que supo utilizar el arte, la arquitectura y la corte como campaña publicitaria de su magnificencia tanto para sus súbditos como para los embajadores extranjeros, ansioso por tener un heredero y eliminando a sus rivales, sirviéndose de validos para el gobierno diario y adquiriendo cotos de caza y palacios, que se hizo cabeza de su propia Iglesia en plena época de expansión del protestantismo pero que se le recuerda por tópicos cinematográficos más que por su verdadera imagen...

Pero sin más, unos breves pasajes que os inciten a su lectura:
 

Enrique VIII...
Enrique VIII subió al trono en 1509, en medio de grandes aclamaciones. Poseía todas las virtudes que se esperaban de un príncipe del Renacimiento. Pese a ello, al morir en 1547 había adquirido fama de ser un tirano cuyas manos empapaba la sangre de las numerosas personas a las que había ejecutado, entre ellas dos de sus seis esposas. Por haberse casado tantas veces, ha pasado a la historia como un verdadero Barba Azul. A lo largo de los siglos, la verdad sobre el rey se ha visto desdibujada por la leyenda, que culminó con la caricatura que de él hizo Charles Laughton en la película de 1933 `La vida privada de Enrique VIII´. Gracias a ella, Enrique sigue vivo en la imaginación popular como un hombre que sólo pensaba en perseguir a las mujeres y que echaba huesos de pollo por encima del hombro mientras presidía banquetes cortesanos en la gran sala.”

 

Un rey renacentista...
Al principio, la influencia borgoñesa imperaba en la corte de Enrique. Enrique VII había poseído ejemplos de arte y escultura italianos, pero sólo en el campo de la erudición, en el cual al redescubrimiento y el estudio de la literatura clásica de la Grecia y la Roma antiguas se le dio el nombre de <<Nuevo saber>>, había surtido el Renacimiento italiano algún efecto en Inglaterra. Sin embargo, durante el primer decenio del reinado de Enrique VIII, la influencia renacentista empezó a ser visible en la arquitectura, la decoración, el arte y otros campos. Enrique fue el primero en darse cuenta de lo valiosa que podía ser la avanzada cultura italiana para un rey que quería estar en la vanguardia de los asuntos europeos y de la utilidad que podía tener para realzar su majestad.”
 
De caza...
Cuando era joven, Enrique salía de caza con un enorme séquito de cortesanos, pero en 1526 se limitó su número porque su ausencia dejaba la corte `desguarnecida´ y, con el tumulto que armaban, `echaban a perder la diversión del rey´. A partir de entonces, el rey se llevaba sólo un puñado de sus íntimos. En su inventario constan numerosos artículos de caza y otros deportes, muchos de ellos embutidos en armarios de sus aposentos privados. Dos de sus `cuchillos de monte´ o espadas de caza, uno con escenas de una cacería de jabalíes grabadas en él, otro damasquinado en oro, fueron obra del espadero español Diego de Cayas y todavía se guardan en la Colección Real.”
 
Joyas...
Durante el reinado de Enrique VIII, las joyas de estilo medieval dieron paso a los diseños renacentistas o `antiguos´, entre los que destacaban los camafeos y los grabados con motivos clásicos. El anillo del propio rey era de oro y en su parte posterior tenía un sello con un grabado, una gema -en este caso una calcedonia- con un dibujo grabado. Los retratos de cabeza aparecían no sólo en camafeos, sino también en medallones y en miniaturas que se engarzaban en colgantes, broches y anillos. Muchas joyas estaban adornadas con motivos de la naturaleza -flores, pájaros, peces y hojas- y gran número de ellas eran marcadamente simbólicas y a menudo daban cuerpo a alusiones visuales o juegos de palabras."
 
Intermediación papal...
El cardenal Campeggio llegó a Londres en octubre de 1528. Según las instrucciones secretas que le había dado el papa, debía procurar que el rey y la reina se reconciliaran, pero, si eso no era posible, debía persuadir a Catalina a ingresar en un convento, con lo cual Enrique sería libre de volver a casarse. Campeggio no tardó en ver que no había ninguna posibilidad de lograr lo primero, y la reina dijo muy claramente que no tenía ninguna vocación para la vida religiosa: insistió en que era la esposa legítima del rey y que nada la haría decir lo contrario. En cuanto a Wolsey, que expresó el punto de vista opuesto, Campeggio no tuvo mayor éxito con él de que habría obtenido `hablando con una roca´. Además, pronto resultó obvio para el legado qué era lo que movía al rey, e informó a Clemente de que: `No ve nada, no piensa en nada salvo en Ana; no puede pasarse ni una hora sin ella. La besa constantemente y la trata como si fuera su esposa´. Con todo, estaba totalmente seguro de que `no habían llegado a ninguna unión final´. “
 
Política imperial...
El emperador ansiaba tanto ahora establecer una alianza con Enrique VIII que se mostraba dispuesto a la conciliación. Poco antes había impedido que el papa diera a conocer la sentencia de excomunión que privaría a Enrique de su trono y, ahora que su tía Catalina había muerto, estaba deseoso de ofrecer al rey su apoyo para `la continuación de este último matrimonio´ con Ana Bolena, `o en otro respecto´, a cambio de que la hija de Catalina, María, fuera declarada legítima. Cronwell estaba convencido de que , dada la amenaza de excomunión, una alianza con el imperio era imprescindible para la seguridad de Inglaterra, e incluso la facción de los Boleyn había decidido abandonar sus esperanzas de llegar a un nuevo acuerdo con Francia y dar su apoyo a un entendimiento con Carlos.”

 

Decepción del rey con Ana de Cleves...
Cuando el rey y cinco de sus caballeros se presentaron en el alojamiento de Ana de Cleves en Rochester el 1 de enero de 1540 iban todos vestidos con capas y capuchas jaspeadas. Enrique abrazó a Ana sin identificarse antes y le dijo que había llegado con regalos de parte del rey. Después de continuar la farsa durante un rato, reveló quién era, con gran turbación de Ana: la princesa no sabía suficiente inglés para saludarle debidamente, pero indicó la ventana, al otro lado de la cual se estaba celebrando una pelea de perros y toros. Enrique le tomó aversión desde el primer momento y se fue tan pronto como se lo permitió la cortesía, llevándose las pieles. Durante el viaje de vuelta a Whitehall se quejó a sir Anthony Browne: `No veo en esta mujer nada de lo que los hombres dicen de ella, y me extraña que hombres sabios hayan hecho los comentarios que han hecho´."
 
El rey envejece...
En febrero el rey volvió a verse postrado por la fiebre y permaneció encerrado en sus aposentos durante tres semanas. El 10 de marzo de 1546 ya se había levantado de la cama y perdía dinero jugando a las cartas con Lisle y otros. Poco después, quitando importancia a su debilidad, anunció que pensaba visitar en breve las partes más alejadas de su reino, y cuando se entrevistó con enviados de Carlos V el día 22 les dijo que, aunque la pierna seguía doliéndole un poco, su fuerte constitución le había ayudado a recuperarse. Sin embargo, su cara mostraba las huellas del sufrimiento y los enviados sacaron la conclusión de que la enfermedad había sido peor de lo que Enrique pretendía.”

 

El rey ha muerto...
La causa de la muerte del rey no se conoce con certeza, debido al secretismo que rodeó su última enfermedad, pero es probable que fuera una embolia pulmonar. Durante dos días su óbito se mantuvo en secreto y su cuerpo yació en la alcoba, sin que nadie lo tocara, mientras afuera la vida de la corte seguía con toda normalidad y los sirvientes llevaban la comida del rey a sus aposentos al son de la habitual fanfarria de trompetas.”

 

Ameno acercamiento a un rey y su corte con el fascinante mundo de los patronazgos, las historias de sus esposas, los favoritos que son manejados a su antojo para no dar la primacía a ninguno y que salvando las distancias, el espacio tiempo y la tecnología, podemos apreciar que los patronazgos han mutado pero siguen vigentes, no ya en salones del reino sino en sedes de partidos políticos, consejos de administración de entidades financieras y puestinos en la cosa política. No recomendable para regalar a la suegra porque se le subirían los humos y bajaría la ración diaria de sopa boba...

martes, 27 de diciembre de 2016

 

Libro: María Antonieta
– Retrato de una reina mediocre -

Autor: Stefan Zweig
Editorial: Random House Mondadori, S. A.
Traducción: Carlos Fortea
Edición: 2003
 

Hay personajes históricos de los que no tenemos ni pajolera idea pero que sin embargo son icónicos tanto en la memoria colectiva como en la psique social de la ciudadanía. María Antonieta, la última Reina de Francia es una desconocida pero si nos preguntan y barruntamos un poco las neuronas, algo diremos porque es un fantasma del Antiguo Régimen, porque por alguna razón sabemos que era una furcia lasciva, recordamos que fue guillotinada y cuando contemplamos un cuadro sobre tal momento nos fascina sin saberlo...

 

Así que nada mejor que recomendar esta deliciosa biografía que con agilidad de estilo periodístico, selección de testimonios con rigor y un ritmo trepidante donde los datos forman parte del todo sin farragosidades, que cuando nos damos cuenta hemos terminado la apasionada lectura y es entonces cuando se descubre con fascinación que el autor nos ha presentado a una mujer a la que entendemos y que nos gana con su magia porque sacó el porte de la realeza, de otro tiempo ya pasado, que no tuvo personalidad histórica mientras fue esposa del Rey de Francia y que afloró ésta como viuda de Luis XVI, madre del Delfín e hija de emperatriz de la casa de los Habsburgo cuando fue juzgada y ejecutada por traidora a Francia a ojos de los revolucionarios.

 

Stefan Zweig nació en Viena en 1881 y murió en Brasil en 1942. Hijo de una familia burguesa judía y acomodada, estudió en su ciudad natal y en Berlín; posteriormente volvió a Viena, donde se graduó en filosofía. Viajó por toda Europa y pasó largos periodos en Francia, Italia, Inglaterra y Bélgica. Tras la Primera Guerra Mundial, se estableció en Salzburgo, donde escribiría sus obras más importantes como novelas y biografías.

Datos sacados de la contraportada y sin más unos breves pasajes que os inciten a su lectura:
 

Una boda para unir dos estirpes reales...

La tarea de los diplomáticos ha terminado felizmente. Sólo ahora se advierte que era la parte más fácil del trabajo. Porque convencer a Habsburgos y Borbones para que lleguen a un entendimiento, reconciliar a Luis XV y María Teresa, es un juego de niños comparado con la insospechada dificultad de armonizar los ceremoniales de casa y corte francés y austriaco para una solemnidad tan importante. Sin duda los mariscales de corte y demás fanáticos del orden de ambas partes tienen un año entero para elaborar línea por línea el importantísimo protocolo de las festividades de la boda, pero ¿qué es un fugaz año, de sólo doce meses, para esos complicados juegos de chinos de la etiqueta? Un heredero al trono de Francia se casa con una archiduquesa austriaca... ¡qué cuestiones de tacto, capaces de estremecer al mundo, desencadena una ocasión así, cuán sesudamente hay que meditar cada detalle, cuánto irrevocable paso en falso se trata de evitar estudiando centenarios documentos!
 

Temores de una emperatriz que también es madre...

"María Teresa conoce la peligrosa y amenazada situación de su hija en la corte extraña, sabe también que esa criatura demasiado joven, frívola y carente de seriedad, jamás estará en condiciones de eludir por propio instinto todas las trampas de las intrigas y los nudos corredizos de la política palaciega. Así que le ha dado al mejor de sus diplomáticos, el conde Mercy, como fiel Eckart. <<Temo -le había escrito con sorprendente sinceridad- la excesiva juventud de mi hija, el exceso de halago en torno a ella, su lentitud y su falta de sentido de la seriedad, y os encargo, porque confío plenamente en vos, cuidar de que no caiga en malas manos>>. La emperatriz no habría podido hacer mejor elección. Belga de nacimiento, pero enteramente fiel a la monarca, hombre de corte, pero no cortesano, de pensamiento frío, pero no por eso frío como persona, de mente despejada,aunque tampoco genial, este rico soltero carente de ambición, que no quiere otra cosa en la vida más que servir por entero a su reina, se hace cargo de su puesto de protector con todo el tacto y conmovedora lealtad imaginables.”
 

Luis XVI...

Sin embargo, lo verdaderamente funesto en la naturaleza de Luis XVI es que tiene plomo en la sangre. Algo denso y congestivo le espesa las venas, nada le resulta fácil. Este hombre que se esfuerza con honestidad siempre tiene que superar una resistencia de la materia, una especie de somnolencia, antes de hacer algo, de pensar o incluso de sentir. Sus nervios, como tiras de goma dadas de sí, no pueden estirarse, tensarse, vibrar, no chispean de electricidad. Este congénito embotamiento nervioso aparta a Luis XVI de todo sentimiento fuerte: amor (tanto en sentido espiritual como fisiológico), alegría, placer, miedo, dolor, temor, todos esos elementos del sentimiento son incapaces de atravesar la piel de elefante de su indiferencia, y ni siquiera el inminente peligro de muerte puede sacudirlo de su letargo. Mientras los revolucionarios asaltan las Tullerías, su pulso no va ni un segundo más aprisa, tampoco la noche anterior a la guillotina es capaz de conmover los dos pilares de su bienestar, el sueño y el apetito. Este hombre jamás palidece, ni siquiera con una pistola delante del pecho, jamás brilla la ira en sus obtusos ojos, nada puede asustarlo, pero tampoco nada entusiasmarlo. Sólo los esfuerzos más violentos, como la cerrajería y la caza, ponen su cuerpo en movimiento, al menos exteriormente.”
 

José II viaja a París por la fimosis de su cuñado entre otros asuntos de Estado...

"El viaje de José II a París tiene una triple finalidad. Debe hablar de hombre a hombre con el rey, su cuñado, sobre el delicado asunto de sus todavía no consumadas obligaciones conyugales. Debe leer la cartilla a su hermana, ávida de placeres, con la autoridad del hermano mayor, poner ante sus ojos los peligros políticos y humanos de esa avidez. En tercer lugar, debe reforzar humanamente la alianza de Estado entre las casas reinantes francesa y austriaca. A esas tres tareas, José II añade voluntariamente una cuarta: quiere aprovechar la ocasión de esta llamativa visita para hacerla aún más llamativa y cosechar la mayor admiración posible para su propia persona. Este hombre honorable en lo más íntimo, no carente de inteligencia, aunque tampoco excesivamente dotado, y sobre todo vanidoso, sufre desde hace años la típica enfermedad de los príncipes herederos: le irrita ser adulto y no poder gobernar libremente y sin restricciones, sino tener que representar tan sólo el segundo papel en el escenario político, a la sombra de su famosa madre, o, como él lo expresa con irritación, <<ser la quinta rueda del carro>>.”
 

Marido y mujer, Rey y Reina...

El rey, que obedece sin voluntad a su esposa, no lo piensa más cuando la reina exige algo, aunque en todos sus actos y deseos ella jamás pondera las consecuencias. Sin examinar la acusación, reclamar expedientes, sin interrogar al joyero ni al cardenal, se convierte, con obediencia de esclavo, en instrumento de la ira irreflexiva de una mujer. El 15 de agosto el rey sorprende a su Consejo de Ministros con la intención de hacer encarcelar inmediatamente al cardenal.¿Al cardenal? ¿Al cardenal Rohan? Los ministros se asombran, se sobresaltan, se miran perplejos. Por fin, uno se atreve a preguntar si no será demasiado embarazoso hacer prender públicamente a tan alto dignatario, y además eclesiástico, como un vulgar criminal. Pero precisamente eso, precisamente la vergüenza pública, es lo que María Antonieta exige como castigo. Por fin va a estatuirse el ejemplo visible de que el nombre de la reina no está al alcance de cualquier vileza. Por eso insiste de manera inconmovible en el procedimiento público. Muy a disgusto, muy inquietos y con malos presagios, los ministros terminan por ceder.”
 

Los tres estados ante el rey...

"Las carrozas se detienen delante de la iglesia. El rey, la reina y la corte descienden, para encontrarse con una inusual visión. Los representantes de la nobleza, al menos, les resultan conocidos de fiestas y bailes, fastuosos con sus mantos de seda con broches de oro, los sombreros de plumas blancas erguidas con osadía, y lo mismo el esplendor cromático del clero, el rojo llameante de los cardenales, las sotanas violetas de los obispos. Esos dos Estados, el primero y el segundo, rodean fielmente el trono desde hace cien años, adornan sus fiestas desde siempre. Pero ¿quién es esa masa oscura, vestida con trajes negros intencionadamente sencillos en los que apenas brillan en blanco los pañuelos del cuello, quiénes son esos hombres extraños con sus sombreros corrientes de tres picos, esos desconocidos, todavía sin nombre cada uno de ellos, en pie ante la iglesia como un bloque compacto? ¿Qué pensamientos albergan esos rostros ajenos, nunca vistos, de miradas osadas, claras y hasta severas?.”
 

El pueblo asedia Versalles...

María Antonieta tiene razón. El pueblo ya no se da por satisfecho con una reverencia. Antes destruirá este edificio piedra a piedra y cristal a cristal que desistir de su voluntad. No en vano los clubes han puesto en marcha esta gigantesca maquinaria, no en vano esos miles de personas han marchado seis horas bajo la lluvia. El rumoreo vuelve a hincharse peligrosamente, la Guardia Nacional, llegada para dar protección, se muestra sinceramente inclinada a tomar por asalto el palacio junto con las masas. Entonces la corte cede al fin. Desde el balcón y por las ventanas se lanzan hojas escritas en las que se dice que el rey está decidido a trasladarse a París con su familia. El pueblo no quería más. Ahora los soldados apartan los fusiles, los oficiales se mezclan con el pueblo, se abrazan los unos a los otros, jalean, gritan, las banderas bailan sobre la multitud, a toda prisa las picas con las sangrientas cabezas salen hacia París. Esa amenaza ya no es necesaria.”
 

La gran infamia como acusación utilizando al Delfín...

"Felizmente, el impenetrable encierro que sufre en la Conciergerie ha protegido a María Antonieta de enterarse enseguida del espantoso testimonio de su hijo. Sólo en el penúltimo día de su vida, el escrito de acusación la ilustra sobre esta extrema humillación (acusación de incesto con su hijo). Durante décadas, ha aceptado todos los ataques a su honor, las más infames calumnias, sin abrir los labios. Pero esto, verse tan terriblemente calumniada por su propio hijo, ese inimaginable tormento tiene que haberla conmocionado hasta lo más profundo de su alma. Hasta el umbral de la muerte la acompaña ese torturador pensamiento; aún tres horas antes de la guillotina, esta mujer normalmente contenida escribe a madame Elisabeth, acusada con ella: << Sé que torturas tiene que haberte causado ese niño, pero discúlpale, querida hermana, piensa en su gran juventud y en lo fácil que es poner en labios de un niño lo que se quiere oír de ellos, e incluso lo que él mismo no entiende. Espero que llegará el día en que comprenda tanto más el valor de tu amor y ternura>>.”
 

Camino de la guillotina...

"El miserable vehículo traquetea lentamente sobre el empedrado. Intencionadamente, las cosas se hacen con tiempo, para que todo el mundo pueda contemplar en detalle ese espectáculo único. En el duro asiento, la reina siente hasta los huesos cada salto del tosco carro sobre el mal empedrado, pero, inmóvil el pálido rostro, los ojos enrojecidos mirando fijamente ante sí, María Antonieta no da muestras de miedo o temor a la curiosidad alineada en las calles. Reúne todas sus fuerzas espirituales para mantenerse fuerte hasta el final, y en vano sus peores enemigos tratan de sorprenderla en un instante de rendición o titubeo.”
 

Biografía escrita en 1932 y plenamente vigente por el talento del autor a la hora de mostrarnos a una mujer que en condiciones normales sería una anécdota histórica pero que tras su muerte es la reina más recordada, fascinando como hizo en vida a quien se acerca a conocerla como este libro nos acerca. Terminamos viendo a la mujer, a la madre y esposa que supo en el tramo final de su vida lucir el orgullo de su estirpe haciendo caso omiso a las acusaciones contra ella lanzada por una revolución que encontró en el espectáculo público de la guillotina el entretenimiento de masas para ocultar sus reveses militares y políticos, donde acusadores y verdugos de María Antonieta perdieron también la cabeza en nombre del pueblo durante el Terror...

 

Muy recomendable para todo tipo de gustos que se devora con avidez para quedar fascinados por la historia, ideal para periodo vacacional, lectura de mesita de noche y guardias y convalecencias en general. Recomiendo regalar a la suegra un ejemplar ahora que son fechas propicias para regalos y que aprenda que aunque el pueblo le tolere sus abusos y humillaciones por la sopa boba, igual un día hay trabajo de nuevo y se acaba su absolutismo...

lunes, 12 de diciembre de 2016

 

Libro: El mundo de los validos

Autor: Bajo la dirección de John Elliot y Laurence Brockliss
Editorial: Grupo Santillana de Ediciones S. A.
Traducción: Jesús Alborés y Eva Rodríguez Halffter
Edición: 1999
 

Siempre hay un motivo, cuando no varios, para zamparse un libro y aunque la propuesta de hoy es un viaje a los siglos XVI y XVII para observar el fenómeno de los validos, sigue de plena actualidad el tema de las amistades cerca de los círculos y las personas del poder como ocurre en Corea del Sur, cierto que ya no estamos en la época de los reyes absolutistas pero continuamente la democracia se ve alterada por casos de corrupción donde el amiguismo, la cercanía, es causa fundamental que sigue indignando a la ciudadanía y dañando políticamente la convivencia.

 

El libro de hoy es en realidad una obra de varios autores que en sus artículos abordan el fenómeno de los validos desde aspectos que van desde el social a las artes pasando por el lenguaje propio que permitieron la aparición de hombres poderosos que encarnaban al rey ocupándose de la administración cada vez más burócrata de los asuntos del reino a la vez que mantenían a salvo la figura del monarca que se libraba de las críticas y el odio de sus súbditos para dedicarse al mundo de la corte y los cortesanos, verdadero centro de poder e influencia...

 

Sir John Elliot es regius professor emeritus de Historia Moderna en la Universidad de Oxford, y fellow honorario del Oriel College. Ha sido galardonado con el Premio Balzan 1999 por su contribución a la Historia entre 1500 y 1800. Laurence Brockliss es profesor de Historia Moderna en la Universidad de Oxford y fellow y
tutor del Magdalen College de esta misma universidad.

Parcos datos sacados de la contraportada y actualizados en el año de edición así que si queréis saber más lo mejor es que miréis por Internet mientras que yo hago mutis por el teclado y os dejo unas breves pinceladas que os inciten a su lectura:
 

¿Fenómeno común a las grandes monarquías europeas?

"Fue, por consiguiente, como constructores de Estados, o al menos constructores de Estados embrionarios, como los ministros-privados del siglo XVII que no eran incurablemente frívolos o irremediablemente corruptos entraron en la historiografía del siglo XX. Ellos habían desempeñado un papel en la creación del Estado-nación soberano y centralizado que se consideró culminación lógica de mil años de historia europea. Pero en la historiografía , en el siglo XX tanto como en el XIX, tendieron a quedar confinados a sus propias demarcaciones nacionales. Pese a que sus coetáneos pudieran establecer paralelismos entre ellos, había escasa inclinación entre los historiadores a considerar el grado en que las circunstancias que les elevaron al poder y el posterior estilo de ejercerlo pudieran reflejar una situación y unos supuestos que trascendían los límites nacionales.”
 

La corte de Isabel I...

Si el estilo de la corte de Isabel parecía cada vez más artificial, incluso incómodo, la espectacular riqueza e influencia de Leicester y Hatton, en particular, despertaba expectativas respecto al valor especial del favor real. Estas expectativas quizá fueran un tanto exageradas dado que la imagen de un favorito real que representaban reflejaba la culminación de diez o veinte años de servicio íntimo a la reina. Incluso así, la rivalidad habitual entre jóvenes cortesanos ambiciosos tenía ahora lugar con la vista puesta en la sustitución de estos grandes favoritos cuando murieran o perdieran la confianza de la reina. En esta competición, dos fracasos notables a comienzos de la década 1580-1590 fueron los del yerno de Burghley, el conde de Oxford, y el sobrino mayor de Leicester, sir Philips Sidney. De forma irónica, y quizá significativa, el nuevo pretendiente del favor real que más éxito tuvo fue un personaje completamente al margen, sir Walter Ralegh.”
 

Concini...

"Sostener que Concini disfrutaba de poder político ya en 1610 es excesivo. Antes bien, está claro que su poder, que no se estableció plenamente al comienzo de la regencia en 1610, se desarrolló en tres etapas principales. Entre 1610 y 1614 Concini y su mujer Leonora se centraron en amasar su fortuna y en adquirir tierras y cargos mediante la estrecha relación de Leonora con la reina: como afirmó alguien del entorno de Leonora, `la reina madre jamás concedía mercedes o favores sin buscar primero el consejo de la mujer del mariscal´. La influencia de Leonora sobre la reina supuso un beneficio financiero para los Concini. Sobre todo, el control del nombramiento de cargos en la casa real y en los 'parlements' y la designación de obispos fue un instrumento para el beneficio financiero. La riqueza, a su vez, contribuyó a consolidar el rango social, que en el caso de Concini se ejemplifica en la adquisición del marquesado de Ancre (en 1610) y en su ascenso a mariscal en 1613. Pero durante esta fase, el poder se mantuvo en manos del ministro Villeroy.”
 

Olivares...

Dicha cautela iba, no obstante, acompañada de una estrategia de alto riesgo. El sentido que el propio Olivares tenía de la gran importancia de la monarquía española, y de la necesidad polñitica de desplegar toda la panoplia del poder regio para promover sus planes de reforma, le obligaron a escribir un guión para uso de Felipe IV que, llevado hasta sus conclusiones lógicas, implicaba a la larga su propia exclusión de aquel mismo poder. El programa de Olivares exigía un `Felipe el Grande´, un rey de España tan astuto políticamente como Fernando el Católico, tan heroico en la batalla como Carlos V y tan justo y concienzudo como Felipe II. Pero, por definición, semejante parangón no tendría necesidad alguna de privado. Si Felipe podía en efecto transformarse en este parangón ¿qué lugar había para Olivares en ese orden cosas?”
 

El favorito como personaje literario...

"Esta visión del favorito como componente permanente de las monarquías personales -tan permanente como los monarcas, los oficiales reales y los cortesanos- le transformo (al valido) en sujeto central de la literatura política del periodo moderno. Todos los autores que discutieron el tema eran conscientes de las distintas relaciones que mantenían específicos monarcas y sus favoritos, así como de la diversidad social de éstos. También sabían que no todos los favoritos jugaban el mismo papel en la gobernación de la monarquía, lo cual dependía de circunstancias políticas muy particulares. Pero, al discurrir el tema del favoritismo, los escritores modernos intentaban principalmente descubrir y explicar las reglas generales que gobernaban el ascenso y papeles de los favoritos en un mundo político cambiante.”
 

El retrato como manifestación de poder...

Hasta 1625 no encontró Buckingham el pintor que buscaba. Fue éste Peter Paul Rubens, cabría decir que el más elocuente pintor de corte de su época. Buckingham y Rubens se conocieron en París en la primavera de 1625. El duque había ido para dar escolta a Henrietta María hasta Londres, y Rubens para instalar la famosa serie de cuadros dedicados a la vida de María de Medicis, obras que evidentemente Buckingham vio y admiró. Lo que Rubens ofrecía era retórica, una forma mucho más eficaz de definir y, si fuere necesario, defender una posición. Y hacia 1625 Buckingham necesitaba la retórica visual más persuasiva que estuviera a su alcance.”
 

El valido como escudo de la monarquía...
Una vez y otra, los príncipes del periodo de 1550-1650 se vieron inmersos en acciones que muchos nobles y eclesiásticos consideraban amorales pero que en las circunstancias del momento tenían una lógica aplastante. Los príncipes tenían entonces que proteger sus flancos frente a la crítica de fanáticos religiosos o tradicionalistas reprobatorios. El recurso a un ministro-privado era la solución perfecta. Un Richelieu o un Olivares se llevaba las críticas, mientras la monarquía salía, por lo general, indemne. Príncipe y ministro-privado formaban un eficaz tándem: el príncipe se presentaba ante el mundo como el buen rey de antaño; el ministro-privado aplicaba abiertamente medidas de `Realpolitik´. El uno llevaba bajo la capa la obra de Cicerón `De officiis´, el libro de texto más leído en los siglos XVI y XVII, donde se insistía en que había una sola y única moral para gobernados y gobernantes; el otro estudiaba de continuo los `Anales´ de Tácito (un autor latino prácticamente desconocido antes de la segunda mitad del siglo XVI y de su promoción debida a Justo Lipsio) y se instruía en el arte novel de la `raison d´ ètat´”.

 

Conjunto de ensayos que de forma amena nos lleva a la figura del valido que lejos de ser un fenómeno aislado fue una constante en Europa con características comunes que superan los localismos. Poder a base de cercanía al soberano y la creación de patronazgos que sustentaran su poder aunque el final del valido fuera la mayoría de las veces la caída en desgracia, pero anteponiendo siempre la máxima de que el poder emanaba del rey unicamente. Posiblemente os quede ese sabor amargo de ver que los sucesos de hace siglos se repiten en nuestro presente donde aún impera el amiguismo, la cercanía al poder como medio de enriquecimiento personal y la sumisión de quienes se benefician en proteger la imagen pública.

 

Lectura ideal para amantes de la Historia, convalecencias de reposo y servicios nocturnos de retén aunque recomendable para mentes inquietas que buscan respuestas a interrogantes que ya se planteaban hace siglos. A la suegra, mejor que no lo lea, no vaya a ser que se enrolle con otro pensionista en el bingo con afán de valido y endurezca las condiciones para disfrutar de su sopa boba...

 

 

sábado, 12 de noviembre de 2016

 

Libro: 1491 – Una nueva historia de las Américas antes de Colón-

Autor: Charles C. Mann
Editorial: Santillana Ediciones Generales, S. L.
Traducción: Miguel Martínez Lage y Federico Corriente
Edición: 2006
 

Tradicionalmente se ha aceptado y enseñado que antes de la llegada de Colón el continente americano era una especie de Arcadia ecologista donde los nativos vivían en armonía con la naturaleza, la población era escasa y donde la conquista del ser humano del entorno que le rodeaba era relativamente reciente en comparación con las culturas orientales y europeas, las grandes obras arquitectónicas sólo podían haber
sido construidas con ayuda extraterrestre porque la tecnología y conocimientos necesarios no estaban entre las virtudes de los pobladores. Le unimos que durante la conquista fueron destruidos códices y legados culturales de las distintas civilizaciones, resulta de todo ello un halo de misterio y desconocimiento donde las lagunas de información tienden a rellenarse con prisma europeo ignorando la historia del continente.
 
La propuesta de hoy es una nueva visión y teoría a tenor de nuevos descubrimientos que echan por tierra los tópicos típicos como que los yanomami siempre vagaron por la jungla ajenos al mundo o que las orillas del Amazonas estaban despobladas en contra del testimonio de conquistadores que relataban orillas plenas de población. Posiblemente las reticencias a las teorías que nos muestra el autor resida en que obligaría a escribir de nuevo la historia y dejaríamos el resto del planeta sin su superioridad cultural y tecnológica en comparación a los habitantes del continente americano...
 
Charles C. Mann es corresponsal de Science y del Atlantic Monthly. Coautor de varios libros, ha recibido, entre otros, los premios de la Asociación Americana de Abogados, la Fundación Margaret Sanger, el Instituto Americano de Física y la Fundación Alfred P. Sloam.
Datos del año de edición y parca la contraportada en biografía pero en Internet encontraréis más información. Como es habitual unas breves pinceladas que os inciten a su lectura:
 
El Beni...
"Bajo nosotros se extendía el Beni, una provincia boliviana más o menos del tamaño de Illinois e Indiana juntos y casi igual de llana. Durante la mitad del año, la lluvia y la nieve derretida, procedente de las montañas del sur y del oeste, cubren la tierra y la tapizan con una lámina de agua móvil e irregular, imprevisible en su grosor, que termina por afluir a los ríos del norte de la provincia, los afluentes más altos de la cuenca del Amazonas. Durante el resto del año, el agua se evapora, y el intenso verdor de tan vasta llanura se convierte en algo que recuerda, y mucho, a un desierto. Esta llanura tan peculiar, remota, a menudo inundada, era precisamente lo que había atraído la atención de los investigadores, y no sólo por ser uno de los pocos lugares que hay en la tierra habitados por gente que tal vez jamás haya visto a los occidentales armados con sus cámaras fotográficas.”
 
Pueblo de la Primera Luz...
La primera descripción escrita que tenemos del Pueblo de la Primera luz es la de Giovanni da Verrazzano, un marinero italiano contratado por el rey de Francia en 1523, para descubrir si era posible llegar a Asia rodeando las Américas por el norte. Al poner rumbo al norte desde las Carolinas, observó que la línea de costa estaba `densamente poblada´, pues eran frecuentes `los humos de las hogueras de los indios´; a veces, le llegaba el aroma del humo a cientos de kilómetros de distancia. Ancló su barco en la amplia rada de Narragansett, cerca de lo que hoy es Providence, estado de Rhode Island. Verrazzano fue uno de los primeros europeos que los nativos vieron. Quizás el primero de todos, a pesar de lo cual los narragansett no se dejaron intimidar. Casi de inmediato, veinte canoas de eslora considerable rodearon a los visitantes. Seguro de sí mismo, elegante, el `sachem´ de los narragansett se adelantó para subir a bordo. Era un hombre alto y de largo cabello, de unos cuarenta años, que llevaba joyas multicolores colgadas del cuello y de las orejas, `tan bello de estatura y de complexión que no podría describirlo bien´, escribe Verrazzano.”
 
Epidemias...
"Huayna Cápac falleció en la primera epidemia de viruela. El virus se cebó con el Tahuantinsuyu de nuevo en 1533, 1535, 1558 y 1565. En cada una de estas ocasiones, las consecuencias fueron inimaginables desde esta era afortunada en la que vivimos. Según un testigo ocular de la epidemia de 1565, `morían a centenares. Los pueblos quedaban diezmados, despoblados. Los cadáveres quedaban esparcidos en los campos, o apilados en las casas o en las chozas […] Los campos quedaban sin cultivar […] Los rebaños quedaban sin recibir atenciones, y el precio de los alimentos tuvo tal incremento que a muchas personas les resultaba imposible comprar comida. Se habían salvado de la terrible enfermedad, pero sólo para perecer de inanición´. Por si fuera poco, el Tahuantinsuyu fue objeto de invasión de otras pestes europeas a los que los indios eran igualmente vulnerables. El tifus (probablemente) en 1546, la gripe en 1558 (junto con otra oleada de viruela), la difteria en 1614, el sarampión en 1618... Todas ellas debilitaron sumamente los cimientos de la cultura inca. Tras sumar el total de estas oleadas de enfermedades arrasadoras, las estimaciones de Dobyns son que las epidemias habrían acabado con la vida de nueve de cada diez habitantes del Tahuantinsuyu.”
 
Nueva técnica de datación...
Cuando las personas, las plantas o los animales mueren, dejan de asimilar C14. El que está ya presente en sus cuerpos continúa descomponiéndose y el resultado es que el porcentaje de C14 de los fallecidos disminuye de forma constante. La velocidad de disminución se conoce con exactitud: cada 5730 años, la mitad de los átomos de C14 presentes en sustancias inanimadas se convierte en átomos de carbono regular. Libby pensó que al comparar el nivel de C14 presente en los huesos y utensilios de madera con el nivel normal presente en los tejidos vivos, los científicos deberían ser capaces de determinar la antigüedad de tales objetos con una precisión sin precedentes. Era como si toda criatura viva albergase en sus células un invisible reloj radiactivo.”
 
Los principados mixtecas...
"Al igual que las ciudades-estado italianas del medievo, los principados mixtecas estaban rígidamente estratificados; el rey y un pequeño grupo de parientes y de consejeros de noble extracción acaparaban gran parte de la riqueza y de la tierra. Cambiaban constantemente de configuración; algunos se expandían a costa de sus vecinos, y otros hacían implosión cuando las aldeas que los constituían se separaban y se vinculaban a otros cuerpos políticos. La unión de dos estados al contraer matrimonio sus soberanos eran un suceso más común. En el territorio mixteca del siglo XI, la alianza a través del matrimonio real era tan habitual como en la Europa del siglo XVII. En ambos casos, los árboles genealógicos reales constituían una intrincada red que estaba por encima de las fronteras nacionales, pero en el territorio mixteca las tierras de la reina permanecían en manos de su linaje: el heredero del rey no lo era necesariamente de la reina. Otra diferencia: la primogenitura no se daba por supuesta. Si la reina no consideraba a su hijo primogénito apto para reinar, podía otorgarle la corona a otro vástago, e incluso a un sobrino o a un primo.”
 
La mano del hombre...
La interacción de los pueblos americanos con el medio ambiente era tan heterogénea
como las propias sociedades indígenas, aunque siempre obedecía a un proceso histórico concreto. En algunos casos excepcionales, como el de la civilización maya, los investigadores han logrado describir el proceso con cierta exactitud, pero lo más frecuente es que sólo se conozcan someramente los avatares históricos como sucede en la reconfiguración de la mitad este de Estados Unidos. Estos dos ejemplos paradigmáticos son los temas que abordaré a continuación. En ambos casos, los indígenas transformaban a gran escala amplias franjas de territorio para sus propios fines. Si se analizan los datos, se concluye que muchos indígenas, aunque no todos, eran muy activos en el dominio de la tierra; no se limitaban a esperar sus dádivas. No cabe duda de que podemos aprender mucho de ellos, pero no coinciden en absoluto con el estereotipo habitual.”
 
Alteración de ecosistemas...
"Lo que sucedió después de Colón fue como si hubiese mil `kudzus´(Pueraria lobata) por doquier. A lo largo y ancho del hemisferio, los ecosistemas se resquebrajaban y se hundían como el hielo invernal. Los ecos del tumulto biológico resuenan en los manuscritos coloniales. Los colonos de Jamestown dejaron de quejarse de sus vecinos indios para hacerlo de los estragos que les infligían las ratas que habían importado por accidente. Sin embargo, no todos los invasores eran una plaga tan evidente. En América, el trébol y las hierbas del género `Poa´ -en Europa tan dóciles y respetables como unos contables a sueldo- se transformaron en Atilas biológicos, extendiéndose a través de áreas inmensas con tal celeridad que los primeros colonos ingleses que penetraron en el interior de Kentucky encontraron a ambas especies ya aguardándoles. Los melocotones, que no suelen considerarse una mala hierba, proliferaron con tal furor en el sureste que ya en el siglo XVIII los granjeros temían que ambas Carolinas quedaran convertidas en una `jungla de melocotoneros´.”
 
Apasionante viaje al pasado a la luz de nuevos descubrimientos, técnicas y teorías de un mundo perdido que no estaba tan atrasado respecto a otros, donde el ser humano dejaba su impronta y su superioridad como especie alterando la naturaleza y todo ello alterado a su vez por la llegada de los europeos con sus enfermedades desconocidas hasta entonces por los nativos desterrando al olvido las culturas indígenas del continente y donde los historiadores ignoraban por menosprecio las culturas precolombinas.
 
Libro ideal para curiosos de la historia, amantes de la misma y servicios nocturnos sin jefes en lontananza, estancias hospitalarias o simplemente lectura por placer donde descubriremos un mundo fascinante que echa por tierra algunas verdades ecologistas y sirve de cura de humildad al resto del mundo y culturas que siempre han encontrado reconfortante negar que en el continente americano hubo culturas y civilizaciones que no sólo igualaban a sus contemporáneas en Europa sino que la superaban en grandiosidad, tecnología, conocimientos y población...
Apasionante.

jueves, 20 de octubre de 2016

 

Libro: El orientalista

Autor: Tom Reiss
Editorial: Editorial Anagrama S. A.
Traducción: Marco Aurelio Galmarini
Edición: 2007

Una de las magias de la literatura, de un libro cualquiera, es que el lector lo escoge en principio por una motivación concreta y al finalizar su lectura descubres que te han permitido asomarte a una ventanita y ver un trozo de historia desconocida. La propuesta de hoy en principio es atractiva porque trata de un orientalista, persona que cultiva las lenguas, literatura, historia, etc, de los países de Oriente...
 

Por otra parte el periodo comprendido entre las dos guerras mundiales suele quedar eclipsado por el fragor de las contiendas y que entre una y otra surge el fascismo y el nazismo pasando, de puntillas por las consecuencias de la derrota de los grandes imperios y la Revolución Rusa y cómo afectó a la vidas particulares. El autor logra a la vez que nos muestra la figura de Kurban Said que era orientalista pero como personalidad ya que su mundo, hijo de un magnate petrolero de Bakú, fue destruido por la revolución y encontró en el orientalismo la capa protectora de ser distinto a los demás y tener éxito con sus libros, judío errante en realidad que tuvo su último acto en vivir sus últimos días tratando de ser asimilado por el fascismo que exterminaba judíos y dudaba de su islamismo.

 

Veremos desfilar ante nosotros el lujo de las fortunas petroleras, época cercenada con la llegada de los soviets, la huida en busca de refugio y cobijo a la espera de que la revolución fracasara, de que no fracasó y París se llenó de taxistas aristocráticos, Estambul de cafés rusos y el interés de los europeos por el Oriente que despertaba la imaginación de los lectores, tal vez huyendo del recuerdo de la guerra y en medio del ascenso del nazismo en Alemania con el fascismo ya implantado en Italia, dos sistemas en uno que aunque ahora sabemos lo que significaban en realidad, a los ojos de los contemporáneos de su nacimiento parecían regímenes atractivos y eficaces para contener los ardores revolucionarios inspirados en la victoria comunista en Rusia mientras las posesiones árabes de las potencias europeas clamaban por librarse del yugo colonialista y el sionismo reclamaba el derecho a existir de Israel mientras algunos veían en el islam y el judaísmo una hermandad utópica...
 
Tom Reis nació en Nueva York en 1964, es periodista y escribe regularmente para el New York Times, el Wall Street Journal y el New Yorker, entre otros. Fue en 1998, durante un viaje que hizo a Azerbaiyán, cuando descubrió a Kurban Said y su obra maestra, Alí y Nino. Así empezaron más de cinco años de investigación, durante los que viajó por una decena de países para averiguar el misterio que envuelve, desde 1942, a este autor de múltiples identidades...

Datos, como siempre, sacados de la contraportada y actualizados al año de edición, pero sin más verborrea unas breves pinceladas que os inciten a su lectura:
 

Bakú, 1905...
Lev Nussimbaum nació en octubre de 1905, momento en que la tolerante cultura haute capitaliste de Bakú empezaba a desmoronarse. El 17 de octubre el zar Nicolás II prometió una constitución a su pueblo, promesa falsa cuyo propósito era interferir un creciente llamamiento a la revolución, mientras la rebelión, el pillaje y el asesinato estaban a la orden del día en todo el país. En Bakú, los cosacos cabalgaban por las calles y atacaban a los ciudadanos, aparentemente para restaurar el orden, mientras los azerbaiyanos y los armenios convertían su ciudad cosmopolita en una zona de guerra medieval. Se sitiaban villas elegantes si sus ocupantes pertenecían a un grupo étnico o religioso que incitaba a una turbamulta específica.”

 

Pasión oriental desde jovencito...
Cuando Lev tuvo permiso para salir, `sus paseos favoritos lo llevaban al barrio asiático
de la ciudad´, recordaba Frau Schulte, `con sus mezquitas, sus minaretes, sus calles angostas y sus casas bajas´. Se pasaba horas caminando por la vieja ciudad musulmana amurallada, donde las callejuelas se retorcían rodeando patios con aljibes antiguos y gigantescas puertas con inscripciones árabes medievales. Todas estas calles lo conducían a la laberíntica plaza de los kanes, medio en ruinas, que se convertían en un oasis de paz en una ciudad cada vez más amenazadora. `Mi amor al palacio antiguo y ruinoso fue creciendo y transformándose poco a poco en amor a la gente que había nacido en el palacio´, escribió Lev.”
 
Descubriendo Persia huyendo de la revolución rusa...
Con la caravana, Lev había aprendido acerca de la vida religiosa de Persia. Ahora en la corte del Jafar Kan, aprendería acerca de su vida política. Desde las diez de la mañana, Lev asistía todos los días a los encuentros gubernamentales del kan, que prácticamente no consistían más que en aceptar sobornos procedentes de sus numerosos súbditos. Los sobornos recorrían un amplio espectro: desde monedas de oro y plata hasta gallinas vivas y sacos de harina. Se aceptaba todo y cualquier cosa. A veces la seriedad de los asuntos de gobierno fue interrumpida por cierta ligereza: en una ocasión se soltó una bandada de palomas en el patio y Lev vio cómo el kan las mataba una a una de un tiro. Pero incluso en eso había una finalidad seria de recaudación de impuestos; cada vez que el gordo potentado mataba un ave, un cortesano se acercaba a felicitarlo con un puñado de monedas para el fondo real”
 
Exiliados apátridas en Turquía...
Ahora que los exiliados lo habían perdido todo y habían abandonado la lucha contra los rojos, todo se reducía a una larga fiesta para sobrevivir. Tal vez las duquesas eran las que planteaban el problema más inmediato a las autoridades. Una importante asociación de esposas y viudas turcas no tardó en presentar una demanda al gobernador de Constantinopla en la que decía que los hombres de la ciudad estaban `agotados a fuerza de consumir venenos letales como la morfina, la cocaína, el éter y el alcohol, lo cual se debe exclusivamente a la funesta influencia de esas mujeres rusas´. Según esta solicitud, los restaurantes, bares y cafés chantants rusos eran lugares donde `todas las noches centenares de jóvenes turcos pierden salud, riqueza y honor en esa calamitosa vorágine´. No menos escandalosos eran los clubs de jazz, uno de ellos administrado por un empresario norteamericano negro que, a su manera, era también una suerte de ruso blanco exiliado. Se decía que había abierto su primer club de jazz en San Petersburgo, y cuando estalló la revolución siguió a su clientela de zaristas aficionados al jazz en su nuevo territorio en el Bósforo. Pronto consiguió que Constantinopla bailara el charlestón y el foxtrot.”
 
Pasar hambre en el exilio en la Alemania de la Constitución de Weimar...
Pero Lev era joven, y tenía los problemas de un joven. La dificultad que más se destaca en sus memorias era la relativa a lo que él llama `hambre de cine´. En parte se trataba de una cuestión de orgullo: si los otros estudiantes rusos iban al cine, Lev se sentía avergonzado de no ir. La peor situación era la que se producía cuando quedaba con amigos para ir al cine, pero en el último momento tenía que poner excusas porque de golpe el precio de la entrada había aumentado demasiado. O bien había quedado para ir porque no podía evitarlo, pero con la conciencia de que nunca lograría echar mano de los escasos recursos de su padre. Sin embargo, los otros estudiantes del bachillerato iban mucho al cine. En Berlín todo el mundo iba mucho al cine. Lo mismo que la pasión por los cabarets y los salones de baile, en el Berlín de los años veinte el `hambre de cine´era más intensa que la de una simple moda pasajera; era un verdadero anhelo espiritual.”
 
Fin de año en 1932...
`El frío mortal tiene a la ciudad en completo silencio, semejante al silencio del intenso calor del mediodía estival´, escribió Isherwood. `Fuera, en la noche, allende los bloques de pisos de hormigón recién construidos, donde las calles terminan en huertas congeladas, se extiende la llanura prusiana. Se la puede sentir por doquier, esta noche, avanzando sigilosamente sobre la ciudad, como un inmenso desierto de inhóspito océano´. Los capitanes de este océano susurran al oído de Hindenburg que el general Von Schleicher es un bolchevique, un degenerado, un agente de Moscú. Se estaba dando un golpe desde dentro de Alemania y había que llegar a un acuerdo con Hitler antes de que los rusos echaran abajo la Puerta de Brandenburgo.”
 
Escapando en la Italia de Mussolini...
Pero a Lev le iba bien esconderse a plena luz. Lo esencial de su secreto residía en el hecho de que no era verdaderamente un secreto. Era un rumor, parte de sus señas de identidad clandestinas y sus amigos y sus colegas lo apoyaban en la farsa. Se trataba de aguantar el tipo, de sonreír enigmáticamente ante los insultos. Era una suerte de desafío en el que se ocultaba algo enfermizo, aunque era precisamente la exposición al peligro lo que permitía a Lev seguir adelante. En este sentido, Wegner tenía razón -Lev trataba de convertir la `triste realidad´ en un cuento de hadas- y tal vez la identidad musulmana no era otra cosa que una forma de asimilación. O quizá fuera algo más profundo: la manera en que Lev decía al mundo -y se decía a sí mismo- que no podía ponerlo en la jaula de la más reciente barbarie moderna. No podía en la medida en que él se imaginaba que no podía.”
 
Recomendable libro para todo tipo de lectores en general con un estilo ágil y certero donde el autor nos permite compartir su búsqueda tras la identidad de Kurban Said, pero mostrándonos un mundo ya desaparecido y bastante desconocido: el fin de la I Guerra Mundial, la caída del Imperio Otomano, la diáspora de los rusos blancos, la época del nacimiento del nazismo y en suma la peregrinación vital de un autor que se escribió su propia identidad mientras terminaba sus días en el corazón del fascismo tratando de esquivar las leyes raciales y fiel al personaje de sí mismo envuelto en un halo de misterio y leyenda que perdura décadas después de su muerte.

martes, 27 de septiembre de 2016

 

Libro: Catalina de Médicis

Autor: Leonie Frieda
Editorial: Siglo XXI
Traducción: Ofelia Castillo
Edición: Primera edición, marzo de 2006

Viajamos hoy a la Francia del siempre apasionante siglo XVI de la mano de Catalina de Médicis, plebeya que esposa de un rey de Francia y madre de otros tres. Esposa devota y amante fiel, ignorada durante mucho tiempo y vilipendiada por sus contemporáneos, logró tras la muerte accidental de su esposo mantener el reino para sus hijos ejerciendo el poder real y siempre luchando por preservar la estirpe de los Valois.
 

Libro delicioso por la maestría de la autora de esta biografía que lejos del pesado estilo didáctico y más alejado aún del mamotreto lleno de fechas y nombres, los hay pero suavemente engarzados en un viaje apasionante a la corte francesa con sus intrigas y luchas por el poder, la omnipresente sombra de Felipe II o las tretas de Isabel de Inglaterra sin olvidar al papado. Pero cuando nos damos cuenta, datos y fechas son dulce complemento, nombres y hechos parte de la historia para terminar con esa agradable sensación de finalizar la lectura de un libro casi sin darnos cuenta...
 
Leonie Frieda es sueca de nacimiento pero educada en Gran Bretaña, Alemania y Francia, hablando cinco idiomas. Esta obra ha sido muy elogiada por la crítica y la prensa, siendo traducida a más de diez idiomas. Poco más que decir por la parquedad de datos de la contraportada pero seguramente en Internet encontraréis más información, pero sin más, unos breves pasajes que os induzcan a su lectura:


 

Nacimiento de una niña florentina...

"Caterina María Romula de Medici nació alrededor de las once de

la mañana del miércoles 13 de abril de 1519. Su padre, Lorenzo II de Médicis, duque de Urbino, vástago de la por entonces gobernante casa de Florencia, había desposado a su madre, Magdalena de la Tour d´Auvergne, el año anterior. Su casamiento con la condesa francesa, de sangre real y heredera de una gran fortuna, era una unión brillante para los Medicis, a quienes en Francia muchos consideraban meros comerciantes y nuevos ricos. Pero, a partir de la magnífica boda -cuyo anfitrión había sido un pariente de la novia, el rey Francisco I de Francia- y el gozoso retorno a Florencia, los motivos de regocijo escasearon. El embarazo de Magdalena, anunciado en el mes de junio de 1518, progresaba bien, pero el joven duque, cuya salud había sido mala desde hacía algún tiempo, cayó enfermo en el otoño de ese mismo año. Las fiebres intermitentes que le afectaban y los temores por su salud le impulsaron a abandonar Florencia, donde los recién casados llevaban una vida principesca. El duque, que probablemente sufría de sífilis y tal vez también de tuberculosis, se trasladó a la campiña próxima en busca de aires más saludables. Allí esperaría el nacimiento de su hijo. Cuando regresó a la ciudad para el parto de su esposa, agonizaba.”
 

Madre prolífica...

"Gracias a su magnífica constitución física, Catalina sobrevivió a nueve partos, en una época en que las mujeres de clase alta disfrutaban del dudoso privilegio de ser atendidas por médicos y parteras. Era una práctica corriente que los experimentados y nerviosos dedos de las parteras desgarraran la carne de la vagina lo suficiente para que pudiera salir un bebé que se demoraba. Ese desgarramiento y la subsiguiente exploración interna ( en la que con frecuencia se arrancaba la placenta junto con el niño) contaminaban la sangre, causaban hemorragias graves y otros daños que solían provocar la muerte de la madre. Si la parturienta sobrevivía, los tratamientos recomendados por los expertos atentaban contra su ya debilitado organismo. Por lo general, se indicaba que, una vez nacida la criatura, la paciente debía permanecer en cama, en una habitación caldeada y a oscuras. Sólo se le administraría una alimentación líquida durante un periodo bastante prolongado.”
 

Aficiones de la reina Catalina...

La persistente adhesión de la reina a la astrología y la nigromancia fie excepcional aun

para su época, y posteriormente influyó para consolidar la mala reputación que la historia y muchos de sus contemporáneos le forjaron. Tampoco ayudó a su imagen la figura de su `parfumier´, el italiano `máitre´ René, quien llegó a ser muy temido por sus pócimas y polvos, y por los legendarios guantes y lápices labiales envenenados, con los que supuestamente habría llevado a mucha gente a la tumba, cuando estuvo a las órdenes de catalina durante su viudez. Apasionadamente interesada por las personas con don profético, se murmuraba que ella misma era vidente. Muchos de sus íntimos afirmaban que solía despertarse gritando y profetizando, por ejemplo, la temprana muerte de un ser querido. Hasta su hija Margot fue testigo de que Catalina había vaticinado acertadamente una muerte por haberla soñado.”
 

El protestantismo de afianza en Francia...

"Calvino había extendido desde Ginebra una organización dedicada al proselitismo mucho más eficiente que la de los primeros protestantes; sus agentes pasaban a Francia y difundían la nueva doctrina. Entre las medidas represivas, figuraba la pena de muerte, sin derecho a apelación, para los predicadores y los que llegaran desde Ginebra y distribuyeran propaganda protestante. Abarcaba también a todo aquel que fomentara disturbios por causa religiosa. Al mismo tiempo, Enrique le había solicitado autorización al Papa para crear una Inquisición francesa. Para encabezar este nuevo organismo, fueron elegidos tres cardenales...
...Pero Enrique tuvo dificultades con los magistrados, que desafiaban la autoridad de los inquisidores. Entonces se les confirieron poderes adicionales a los tribunales seglares para que actuaran contra los calvinistas, pero los juicios se demoraban por la confusión respecto a cuál de los cuerpos legales tenía jurisdicción para aplicar las durísimas nuevas medidas. Algo quedó completamente claro, sin embargo: para detener el deterioro que invadía el reino, Enrique necesitaba la paz, que era lo único que le permitiría poner en práctica el edicto y librar su guerra contra la herejía.”
 

Su hija Isabel, esposa de Felipe II de España...

El 30 de enero de 1560, en Guadalajara, España, Felipe conoció a su esposa y declaró su `completa felicidad´. Poco después, Isabel le dijo a su madre por carta que era la joven más afortunada del mundo por tener semejante marido. Aunque la muchacha era alegre y de buen carácter, resulta difícil imaginar cómo pudo Felipe despertar en ella tanto entusiasmo. Hosco, seco y pedante, el rey de España se regía por su sentido del deber y la fría convicción de que su destino era salvar al mundo de la herejía. Para él no había ningún detalle, ni siquiera el más insignificante que no fuera digno de ser examinado, ponderado y discutido. A medida que pasaban los años, Catalina, cuya vida transcurría en una tortuosa combinación de preocupaciones dinásticas y maternales, llegó a ser una especie de maldición para Felipe. Por el momento, y en parte gracias a los buenos oficios de Isabel, la relación entre Francia y España pasó por una breve fase de entendimiento sin precedentes. Felipe mantuvo la promesa que le había hecho a Enrique II de que, si el monarca francés moría, él tomaría Francia bajo su protección. Pero el rey español era reacio a ver el país vecino lleno de herejes que podrían infestar su propio reino, y esa circunstancia mantuvo cordiales las relaciones entre ambos países.”
 

Matanza de hugonotes la Noche de San Bartolomé...

"Mientras Enrique estaba encerrado junto con su primo, sus camaradas eran asesinados, víctimas fáciles, entrampados en el corazón mismo de la fortaleza enemiga. Nançay, capitán de la guardia real, dirigía a sus hombres mientras éstos iniciaban su horripilante tarea. Cuando comenzó la matanza, la mayoría de los hugonotes dormían. Fueron arrancados de sus lechos y degollados antes de tener la más mínima posibilidad de defenderse. Mientras los gritos de terror resonaban por los pasajes, escaleras y confusos laberintos de corredores que formaban parte del castillo, que había sido muy reformado, los sobrevivientes corrían desesperadamente, tratando de esconderse de las bandas de asesinos. Como no encontraron dónde hacerlo, muchos fueron cazados en el gran patio del palacio del Louvre. Allí, esperándolos, estaban los arqueros del rey, que empujaron a hombres y mujeres hacia las alabardas de los guardias suizos, quienes, con siniestra eficiencia, cobraron sus indefensas piezas.”
 

Unas breves pinceladas en suma que espero os inciten a descubrir una biografía apasionante de una mujer en un mundo de hombres, el mundo del siglo XVI, pero que la autora logra mostrarnos con sus matices, de una reina y madre de reyes que sobrevivió a sus enemigos y tuvo la penitencia de ver como sus hijos resultaron incapaces de mantener el legado de su padre y de su abuelo que les precedieron en el trono y que Catalina de Médicis supo mantener aunque finalmente la casa de Valois perdería el trono, todo ello con el trasfondo de las guerras de religión que desangraron Francia y dividió a sus habitantes en el marco histórico de la Contrarreforma.
 
Ideal para lectores de novela histérica que descubrirán que la realidad siempre es más apasionante, turnos tranquilos de noche, convalecencias, vacaciones así como lectura de mesita. Aunque parece tocho se lee de un tirón y por supuesto prohibido para la suegra que podría maquinar tácticas florentinas para librarse de nosotros...

 

 

lunes, 22 de agosto de 2016

 

Libro: El ataque contra la razón

Autor: Al Gore
Editorial: DEBATE
Traducción: Lucas Rodríguez Monge
Edición: Primera edición, octubre de 2007
 

Casi todo el orbe civilizado se pregunta cómo es posible que alguien como Donald Trump sea candidato a presidente de los EEUU. Más allá de su populismo desaforado, de sus ideas totalitarias en forma de muro fronterizo y deportación de hispanos, tiene que existir algo más, una razón de más peso que haga que parte de la ciudadanía vea con agrado un presidente de su talante y personalidad...

 

Puede que alguna respuesta se encuentre en el libro que os proponemos hoy, escrito por alguien con conocimiento de causa como es el que fuera vicepresidente con Bill Clinton, Al Gore. Un libro que es en realidad una magna conferencia llamando la atención de los derroteros poco tradicionales y rozando la inconstitucionalidad que tomó la administración de Bush hijo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 donde la punta del iceberg es la Ley Patriota. Posiblemente el peor comandante en jefe de la historia de EEUU a tenor de la perspectiva que da el tiempo tras su guerra en Iraq y lo ocurrido posteriormente en tal vital escenario geoestratégico.
 
Al Gore nos habla, nos comenta, desde la base de que los Padres Fundadores crearon un sistema de auto gobierno con mecanismos de defensa que evitaran el poder absoluto y el fin de la democracia y la participación ciudadana. Un punto éste que es la base del libro, el fin de la participación de la ciudadanía en el debate político y el análisis de los políticos por la misma sustituidos por los canales unidireccionales de la radio y la televisión, siendo Internet el posible remedio dado su carácter de participación pese al riesgo de que las distribuidoras del servicio acaben beneficiando unos contenidos sobre otros...

 

Pero el atractivo del libro reside en que vemos las bases que forman el misterio de la elección de Donald Trump como candidato a presidente leyendo cómo Bush hijo era sólo la figura visible de un conglomerado de multinacionales e intereses mercantiles que empapó a todo el sistema, desde la tortura y vejaciones en la cárcel de Abu Ghraib a ignorar el cambio climático favoreciendo políticas que beneficiaban a las empresas contaminantes pasando por violaciones constitucionales de protección de la intimidad sin necesidad de orden judicial ni previo aviso.

 

Al Gore (1948) fue vicepresidente de Estados Unidos entre 1993 y 2000, culminando una carrera política que le llevó a ser elegido congresista en 1976 y senador en 1984 y 1990. En la actualidad (datos del año de edición) preside Current TV, una cadena independiente de televisión por cable y por satélite para jóvenes cuyos programas se basan en contenidos creados por los espectadores y en el periodismo ciudadano. También dirige Generation Investmen Management, un fondo de inversión que busca un nuevo modelo de inversión sostenible. Gore es, además, miembro del consejo de administración de Apple Computer y asesor de Google. Vive con su esposa, Tipper, en Nashville, Tennessee. Tiene cuatro hijos y dos nietos.

Datos como es habitual de la contraportada y sin más unas breves pinceladas que os inciten a su lectura:
 

Dinero...

El mismo fenómeno que Galbraith advirtió en el mercado comercial es ahora el hecho dominante de la vida en lo que era el mercado de ideas estadounidense. El valor intrínseco, o la validez de las propuestas políticas presentadas por candidatos a cargos oficiales, es ahora irrelevante, comparados con las campañas publicitarias basadas en imágenes que se utilizan para conformar la percepción de los votantes. Y el elevado coste de estas campañas publicitarias ha aumentado de manera drástica el papel del dinero en la política estadounidense, así como la influencia de aquellos que lo aportan.”

Distorsión de la realidad por parte del presidente Bush...

"El terrorismo se basa en la estimulación del miedo con fines políticos. De hecho, su objetivo es distorsionar la realidad política de una nación a base de despertar el miedo en la población, un miedo desproporcionado en relación con el peligro real que los terroristas suponen. Aunque parezca irónico, la reacción del presidente Bush a los atentados terroristas del 11 de septiembre consistió en distorsionar aún más la realidad política de Estados Unidos, al crear un nuevo miedo en Iraq muy desproporcionado en relación con el peligro real que representaba ese país. Por eso fue tan preocupante para muchos que, en 2004, el respetado experto en armas David Kay concluyera una larga y exhaustiva investigación de la afirmación de la administración de que Iraq suponía una gran amenaza, porque poseía armas de destrucción masiva, con las palabras << Todos estábamos equivocados>>.”
 

El reino de la razón...

Durante el siglo y medio siguiente (desde el encarcelamiento de Galileo y la independencia de Estados Unidos), muchos pensadores de la Ilustración empezaron a insistir en que sólo la razón debía ocupar el trono, como nueva soberana y fuente de autoridad. `Aposentad con firmeza la razón en su asiento y convocad ante su tribunal cada hecho, cada opinión -escribió Thomas Jefferson-. Cuestionad con audacia incluso la existencia de Dios, porque si hubiera uno, ha de aprobar más el homenaje a la razón que al miedo a ciegas´. Jefferson y los demás Padres Fundadores creían que el progresivo desarrollo de la Ilustración permitiría a la razón asumir importantes deberes que habían sido llevados a cabo por la fe ciega. Confiaban en que las dos hijas gemelas de la razón, la ciencia y la ley, nos iluminarían y dotarían de fuerzas para controlar nuestras pasiones y cimentar nuestra valentía. Creían que, durante el proceso, el pueblo estadounidense descubriría una nueva fuente de seguridad del miedo existencial en un autogobierno basado en el imperio de la razón.”
 

Corrupción...

La palabra <<corrupción>> viene del latín `corruptus´, que significa <<romper o destruir>>. La corrupción destruye y rompe esa confianza que es tan esencial para la delicada alquimia que reside en el corazón de la democracia representativa. En su forma contemporánea, la corrupción casi siempre implica un apareamiento incestuoso de poder y dinero, y describe el intercambio de dinero por el mal uso del poder público. Da igual que el intercambio lo inicie la persona que tiene el dinero o la persona que ostenta el poder. Es el intercambio en sí la esencia de la corrupción. Da igual que el enriquecimiento particular sea en dinero o su equivalente en influencia, prestigio, posición social o poder. El daño es causado por la sustitución fraudulenta de la razón por la riqueza, en lo tocante a la decisión de cómo ha de utilizarse el poder. Da igual que el uso adquirido del poder sea beneficioso para algunos o incluso para muchos. Es la deshonestidad de la transacción lo que contiene el veneno.”
 

Preguntas para una guerra...

"Si usted hubiera sido presidente, si hubiera participado en una sesión conjunta del Congreso y hubiera pronunciado un discurso que escucharon mil millones de personas en directo en todo el mundo, y si hubiera presentado a esta enorme audiencia pruebas cruciales para defender la opción de ir a la guerra en Iraq, para descubrir más tarde que el documento no sólo era falso, sino que estaba falsificado adrede, ¿no le daría vergüenza? ¿Insistiría en buscar al responsable de haberle facilitado un documento falseado? ¿Tendría algún interés en imaginar quién había falsificado el documento y por qué? ¿Y de averiguar cómo había llegado a sus manos? ¿Y por qué le animaron a que se basara con tanta fuerza en él durante el discurso sobre el Estado de la Unión? ¿No le remordería la conciencia por haber presentado una mentira tan grande a la nación que había puesto su confianza en usted?”
 

Ley Patriota...

Pero ahora todo eso ha cambiado. Desde hace unos pocos años, a los agentes federales se les ha concedido una nueva autoridad mediante la Ley Patriota, que les permite efectuar `registros secretos´ en casos no relacionados con el terrorismo. Pueden entrar en su casa sin que usted lo sepa -tanto si usted está en ella como si no- y esperar meses antes de anunciarle que le hicieron esa visita. Estos registros no tienen por qué tener nada ver con el terrorismo. Cualquier violación de la ley, por pequeña que sea, puede darles pie a colarse en su casa. Además, la nueva ley permite eludir fácilmente el antiguo requisito de una orden de registro; los agentes no tienen más que decir que registrarle a usted la casa puede tener cierta relación (aunque sea remota) con la investigación de algún agente o de un poder extranjero. Entonces pueden acudir a otro tribunal -secreto- que de momento sólo ha rechazado cuatro órdenes de registro de las más de dieciocho mil que le han sido presentadas.”
 

Ignorando el cambio climático...

"También hemos asistido a un cambio radical en la gestión de los parques nacionales. Por mucho que el presidente solicitara un aumento de la partida para parques en el presupuesto de 2008, mucha gente tiene la impresión de que es poco y de que llega demasiado tarde, sobre todo porque es la propia política de Bush la que ha permitido que se explotaran los parques de un modo perjudicial. Hace poco, un grupo de más de cien funcionarios jubilados del Servicio Nacional de Parques escribió una carta diciendo que a este organismo le han cambiado sus atribuciones; su misión ya no es velar por los recursos naturales de las zonas protegidas, sino fomentar su uso comercial en favor de intereses particulares. Así, por citar un solo ejemplo, hemos visto que Bush y Cheney no escatimaban esfuerzos para que sus amigos pudieran hacer perforaciones en la Reserva Natural del Ártico.”
 

Internet...

Sin embargo, por muy prometedor que sea internet, hay algo que amenaza gravemente sus posibilidades de revitalizar la democracia. Es un peligro que surge de que en la mayoría de los mercados existe un número muy reducido de operadores de banda ancha, situación que no tiene por qué cambiar en un futuro próximo. Estos operadores tienen la capacidad estructural de determinar el modo en que se transmite la información por Internet (principalmente compañías de teléfono y cable) tienen interés económico en extender su dominio a la infraestructura física de la red y controlar los contenidos de internet. Si estas compañías adoptasen un enfoque equivocado, podrían instituir cambios cuyo efecto sería limitar la circulación libre de la información por internet de varias maneras, a cuál más inquietante.”
 

Libro que sobrepasa su inicial localismo y que aporta al lector foráneo al sistema estadounidense claves de los recursos mal utilizados para crear una política de miedo, secretismo y fe ciega apoyado por intereses financieros que sólo ven al presidente de la primera potencia mundial como un ejecutor de las políticas que favorecen sus intereses. Es cierto que Bush tras el 11-S logró el apoyo de su ciudadanía pero al final la invasión de Iraq, en contra de los consejos de expertos militares, sólo escondió el interés por controlar los yacimientos petrolíferos y la falta de un plan para el país árabe tras derrotar a Sadam Husein con las consecuencias que vivimos actualmente y una imagen de EEUU desprestigiada...

 

Ideal para mentes inquietas de conocer los entresijos de la historia, lectura a la sombra de una sombrilla y turnos de noche tranquilos así como estancias y guardias hospitalarias, amantes del sistema USA e incluso para indignados contra el capitalismo que se tragan propagandas tipo canales de televisión rusos o iranís porque el atractivo del sistema político de EEUU es que en su génesis y su alma está la máxima de impedir el poder absoluto en manos de un presidente y que el pueblo participe del debate político pese a que en ocasiones parezca que la razón es derrotada. No recomendable para la suegra que en lugar de hacer análisis de conciencia de su abuso gracias a su sopa boba, podría seguir el ejemplo de Bush y falsificar pruebas que justifiquen echarnos de su casa...

lunes, 25 de julio de 2016

 

Libro: El hombre sin rostro

– El sorprendente ascenso de Vladimir Putin -

Autor: Masha Gessen
Editorial: DEBATE
Traducción: Juan Manuel Ibeas Delgado y Marcos Pérez Sánchez
Edición: Primera edición, marzo de 2012
 

Buen momento para tratar de comprender un poco de la siempre incomprendida Rusia y su ciudadanía y preguntarnos si la democracia, el parlamento y la clase política gobernante sólo son una fachada para mantener un sistema soviético de gobierno y control de la población adornada de consumismo, ínfulas imperialistas, músculo militar y variados medios de comunicación que lejos de ser ejemplo de pluralidad son en realidad voces monocordes al servicio de Putin y su sistema...

 

Así que aprovechando la más rabiosa actualidad a tenor del escándalo de dopaje de los atletas rusos que pueden ver peligrar su participación en los JJOO de Río de Janeiro, desde luego digno el escándalo de los mejores tiempos de la URSS, visitamos este libro de estilo documental y vigor periodístico de la periodista y autora de varios libros Masha Gessen, pero poco puedo decir ya que la contraportada es parca en datos pero destaco que ha colaborado con Vanity Fair, The New Republic, Granta y Slate y que en el año de la edición vivía en Moscú y era editora de la revista rusa Snob.

 

A través de la historia del ascenso al poder de Vladimir Putin asistimos a los apasionantes momentos en que la URSS toca a su fin y se produce el desmembramiento en repúblicas del antiguo imperio soviético, de los intentos a marchas forzadas de instaurar una democracia consumista y finalmente la instauración en el poder de un ex KGB que ha logrado que el sistema soviético de poder centralista y todo poderoso haya logrado llegar a la Rusia de hoy en día haciendo creer la ilusión a sus conciudadanos de que son una democracia y ser aceptado por el resto de potencias y bloques económicos como mal menor de una siempre temida, a la vez que respetada, historia de relaciones de Rusia con el resto de Europa.

Pero sin más unos breves esbozos que os animen a su lectura:
 

Boris Yeltsin...
El gobierno de Yeltsin había cometido el grave error de no afrontar el dolor y el miedo del país. A lo largo de la década, Yeltsin, que había sido un verdadero populista, montando en autobuses y subiéndose a los tanques -lo que la situación exigiese-, se fue retirando a un mundo impenetrable y extremadamente protegido de limusinas negras y reuniones a puerta cerrada. Su primer ministro, el joven y brillante economista Yégor Gaidar, epítome de las reformas económicas postsoviéticas, dejó bien claro en público que pensaba que el pueblo era demasiado estúpido como para tener algo que decir sobre las reformas. El pueblo ruso, abandonado por sus líderes en su momento de duelo, buscó consuelo en la nostalgia; no tanto en la ideología comunista, que hacía décadas que había agotado su capacidad de inspiración, sino en un anhelo por recuperar para Rusia el estatus de superpotencia. En 1999 la tensión podía palparse en el ambiente, lo que justificaba en gran medida los miedos de Yeltsin y la Familia.”

 

Nuevo líder desconocido...
El 26 de enero de 2000, exactamente dos meses antes de las elecciones, el moderador de  una mesa redonda sobre Rusia en el encuentro anual del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, preguntó: `¿Quién es el señor Putin?´. Chubáis, el hombre que siete meses antes defendía que Putin sería el sucesor ideal, tenía el micrófono en la mano cuando se oyó la pregunta. Se revolvió y miró inquisitivamente a un antiguo primer ministro ruso que estaba sentado a su derecha, que también se mostraba claramente reacio a contestar. Los cuatro miembros de la mesa empezaron a mirarse entre sí con inquietud. Tras medio minuto así, la sala estalló en carcajadas. La mayor extensión de terreno del mundo, una tierra con petróleo, gas y armas nucleares, tenía un nuevo líder y sus élites económicas y políticas no tenían ni idea de quien era. Ciertamente gracioso.”

 

KGB...
Poco más de un año después (1989), cuando un liberal designado por Gorbachov llamado Vadim Bakatin se puso al mando del KGB con el propósito de desmantelar la institución, descubrió que lo más desconcertante y difícil de manejar era la reserva activa. `Eran agentes del KGB que estaban empleados oficialmente en todas las organizaciones estatales y cívicas de alguna importancia -escribió-. Por lo general, gran parte del personal de la organización, si no todo, era consciente de que aquellas personas trabajaban para el KGB. Los agentes de la reserva activa realizaban funciones muy diversas: algunos de ellos se encargaban de los intersticios de los sistemas de seguridad, mientras que otros controlaban la actitud y las conversaciones en las instituciones y tomaban las medidas que considerasen apropiadas con respecto a los disidentes …Desde luego, existen situaciones en las que una policía secreta necesita tener una persona introducida en una u otra organización, pero lo lógico es suponer que una operación de este tipo sea secreta. ¿Qué clase de servicio secreto tiene un personal que cualquiera puede identificar?... Era un monstruo que extendía sus tentáculos por toda la sociedad soviética. Vladimir Putin decidió ocupar un puesto en el extremo de uno de aquellos tentáculos.”

 

San Petersburgo en 1996...
Los problemas económicos de San Petersburgo hacían que el resto de Rusia pareciera  acomodada en comparación con ella. Tres cuartas partes de la población de la ciudad vivían por debajo del umbral de pobreza. Sus infraestructuras, que ya eran débiles a finales de los años ochenta -y que aportaron parte del impulso del movimiento informal de preservación-, estaban en ruinas. Las calles no se habían vuelto a pavimentar desde hacía tanto tiempo que, cuando llovía o nevaba -algo frecuente en esta ciudad costera del norte-, las calles se convertían en ríos de barro. El transporte público era obsoleto; la ciudad no renovaba autobuses que debían ser retirados. En una ciudad formada en su totalidad por grandes edificios de apartamentos, los ascensores que funcionaban se estaban extinguiendo. El suministro eléctrico en el centro de la ciudad iba y volvía. En los estudios sobre los niveles relativos de la vida en las ciudades rusas, la segunda ciudad del país ocupaba habitualmente puestos por detrás del número veinte.”

 

¿Desmantelando la democracia?
El 13 de mayo de 2000, seis días después de tomar posesión, Putin firmó su primer decreto y propuso una serie de leyes, todas dirigidas, según dijo, a `fortalecer el poder vertical¨. Supusieron el inicio de una profunda reestructuración de la composición
federal de Rusia o, dicho de otro modo, el comienzo del desmantelamiento de las estructuras democráticas del país. Una de las leyes sustituía a los miembros electos de la cámara alta del Parlamento por miembros nombrados: dos por cada una de las ochenta y nueve regiones rusas, uno nombrado por el gobernador de la región y otro por la asamblea legislativa. Otra ley permitía que los gobernadores elegidos por votación popular fuesen destituidos del cargo por la mera sospecha de haber cometido algún delito, sin sentencia judicial. El decreto implantaba siete enviados presidenciales a siete grandes territorios del país, cada uno compuesto por una docena de regiones, cada una de las cuales elegía a su vez a su asamblea legislativa y a su gobernador. Los enviados, nombrados por el presidente, supervisarían el trabajo de los gobernadores electos.”
 
Métodos soviéticos...
El 24 de noviembre de 2008, Serguéi Magnitski fue detenido en relación con el mismo   plan de malversación que estaba intentando denunciar. Igual que su cliente tres años antes, al principio estaba seguro de que se trataba de un malentendido que pronto se aclararía con la ayuda de sus abogados. En la primera audiencia judicial, argumentó que debía ser puesto en libertad, entre otras razones, porque su hijo pequeño estaba enfermo de gripe, era evidente que estaba seguro de que su problema se resolvería en cuestión de días. Pero no sólo no fue puesto en libertad, sino que las condiciones de su detención empeoraron constantemente, yendo y viniendo entre dos cárceles de Moscú. No se le permitió ver a su esposa ni a su madre. Se puso enfermo y se le negó repetidamente la atención médica que necesitaba. El 16 de noviembre de 2009, Serguéi Magnitski murió en prisión a los treinta y siete años de edad.”
 
Libro interesante que nos muestra una crónica de hechos y sucesos que paso a paso y con Putin como líder han llevado a un gobierno de Rusia con alma soviética, eliminando sin piedad los obstáculos que no son otra cosa que los garantes democráticos de buen gobierno emanado de la voluntad de la ciudadanía. Tras su lectura podemos llegar a preguntarnos si en realidad, igual que Putin, lo que le ocurre a Rusia es que está gobernada por un sistema nutrido de personas que, preparadas para servir a la URSS, por instinto y una vez llegada la democracia no supieron adaptarse a las nuevas coordenadas y volvieron a lo conocido, a lo único que conocieron. Porque Putin al igual que el resto de similares, necesita unos subordinados que cumplan las directrices sin plantearse dilemas...
 
Recomendable a inquietos de la actualidad, votantes de izquierdas que aún creen en ideologías demostradas inútiles y en general para conocer un poco más de la historia reciente de Rusia tras el fin de la URSS y la etapa de Boris Yeltsin. Nada de dejarlo a la suegra, que, en lugar de informarse, encontraría argumentos para reforzar su dictadura de la sopa boba mientras dure la crisis y estar en el paro...
 
 

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lunes, 4 de julio de 2016

 

Libro: EL INFORME HITLER-Informe secreto del NKVD para Stalin extraído de los interrogatorios a Otto Günsche, ayudante personal de Hitler, y Heinz Linge, su ayuda de cámara. Moscú 1948-1949-
Editorial: Tusquets Editores, S. A.
Traducción: Víctor E. Farias Zurita y Víctor Farias Soto
Edición: 1ª edición, abril de 2008
 

Traemos hoy un libro donde más importante que lo qué cuenta es a quién va dirigido, a un solo lector: Stalin. Elaborado por el NKVD, antecedente del KGB, fue escrito de manera que Stalin quedara satisfecho y por ello se resaltan algunos aspectos mientras se omiten otros que era mejor pasar por alto como el pacto germano-soviético de no agresión o el genocidio de judíos de lo que Stalin y su régimen también eran culpables.


El informe se basó en los testimonios de dos testigos de excepción del entorno cercano a Hitler: su ayudante personal Otto Günsche y su ayuda de cámara Heinz Linge que en sus informaciones acerca del fin del nazismo y la estancia final en el búnker hasta su suicidio aportan información que desmiente, por ejemplo, lo narrado en películas como El Hundimiento y aporta matices que completan otras obras referentes al fin del nazismo.
 

Hay un delicioso prólogo de Richard Overy, del que hemos tratado en anteriores artículos alguna de sus obras y un epílogo de los editores que complementa la lectura de lo que es un informe para Stalin adaptado a él y no un relato a los que estamos acostumbrados. No encontré datos de los autores en el libro pero seguramente si buscáis por Internet encontraréis información sobre los mismos. En esta ocasión os dejo unos breves párrafos del epílogo de los editores que os inciten a conocer, más que los hechos narrados, el estilo en que el NKVD debía escribir para el dictador soviético...
 
El Informe Hitler...

El informe Hitler se elaboró en los años 1948 y 1949. Desde entonces se han publicado más de mil biografías acerca de Hitler y más de diez mil textos escritos sobre el régimen nacionalsocialista, el genocidio de los judíos europeos y la segunda guerra mundial. Con la minuciosa biografía de Ian Kershaw dedicada al dictador alemán, las investigaciones acerca de la persona de Hitler alcanzaron en 1998 una cumbre provisional. También se han dedicado numerosas biografías al autócrata soviético. Allan Bullock comparó ambas vidas, Anton Joachimsthaler demostró que aún podían desvelarse nuevos detalles de la vida de Hitler, y lo hizo en varios libros. Las posteriores investigaciones realizadas en los archivos rusos, que no sólo conservan las actas las instancias administrativas soviéticas, los servicios secretos y la Wehrmacht, sino también gran cantidad de piezas de archivo alemanas incautadas, han dado pie a nuevos descubrimientos.”
 

Contenido del Informe Hitler...

"Las revelaciones de Linge describen los desmayos y trastornos de Hitler. Los oficiales del NKVD relatan minuciosas impresiones que dan cuenta de su creciente deterioro físico. Hitler aparece como un hombre desgastado, decrépito. Sólo en una ocasión mencionan el humor negro con el cual alude al declive físico. En este contexto se hace también una referencia al médico de cabecera de Hitler, Theodor Morell, a quien los oficiales del NKVD califican sin ambages de `charlatán´y del cual únicamente cabe decir lo peor. Si tenemos en cuenta los numerosos casos de mal uso de medicamentos que aparecen consignados en el Informe Hitler, esta opinión no parece desencaminada.”
 

Tabú del Informe Hitler...

Otro tabú lo constituía el pacto germano-soviético de los años 1939-1941. En el Informe Hitler se alude sólo a una parte de este acuerdo, el pacto de no agresión. No se describen ni su nacimiento ni las consecuencias. Y en el relato de la invasión alemana de Polonia, los redactores soviéticos ni siquiera recuerdan que su país también atacó a los polacos. El plan de trabajo del Informe Hitler contemplaba originalmente la posibilidad de ocuparse de este tema. Pero los oficiales del NKVD responsables del libro, el teniente general Parparov y el mayor Saleyev, rechazaron la idea. Demasiado bien sabían los dos agentes de los servicios secretos, en parte gracias a su propia experiencia en la represión durante las purgas estalinistas, lo que era políticamente oportuno para el núcleo de la dirección política soviética.”
 

Libro recomendable para amantes de las hazañas bélicas de la II Guerra Mundial, amantes de la historia que gustan de comparar datos, descerebrados jovenzuelos atrapados en la propaganda del neofascismo y se enteren de que los utilizan y en general para lectores amantes de las curiosidades, en este caso un informe, un libro, escrito para el gusto de un lector único que sentía curiosidad por alguien tan dictador y cruel para su pueblo como él lo era y amantes de la literatura que disfrutarán de analizar la personalidad de Stalin en base a como sus subordinados le escribían los informes.

Muy recomendable.

 

 

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lunes, 20 de junio de 2016

 

Libro: Los perros de Dios
 – Colón, la Inquisición y la caída de Granada -

Autor: James Reston
Editorial: Ediciones Destino, S. A.
Traducción: Marta Alcaraz
Edición: Primera edición, marzo 2007
 

La propuesta de hoy es un viaje a una época crucial de la historia: el fin de la Cruzada en España con la conquista de Granada, la creación o refundación de una institución ya existente que se convertirá en azote de la herejía y salvaguarda de la religión católica como fue la Inquisición mientras y a la par un navegante que sueña con llegar a Oriente desbancando la supremacía marítima portuguesa y alcanzar honores, Cristóbal Colón...
 
James Reston (Nueva York, 1941) ha escrito una docena de libros que se han traducido a más de diez lenguas, entre otros una biografía de Galileo, un ensayo sobre los miedos del año mil y Guerreros de Dios, una historia de la Tercera Cruzada vertida con éxito al español. Es también autor de obras de teatro y de guiones para televisión y radio, y ha publicado artículos en las revistas americanas más prestigiosas...

Datos sacados como es habitual de la contraportada y actualizados al año de edición, pero sin más unas breves pinceladas que os animen a su lectura:
 

Reconquista...

"La antigua Castilla la Vieja, con Ávila, Burgos, Segovia y Valladolid como ciudades más importantes, fue el primer territorio en librarse de la dominación de los musulmanes que habían avanzado desde el sur de la península Ibérica en el siglo VII. Fernando I fue su primer rey, y en 1037 unió su reino al de León; el nuevo rey de Castilla y León establecería su capital en Burgos. Durante las décadas que siguieron a la muerte de Fernando I en 1065, el reino se expandió hacia el sur. Los cristianos tomaron Toledo en 1085, y no tardaron en correr la misma suerte Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Madrid. A principios del siglo XII, las tropas cristianas proseguían con éxito sus esfuerzos para ganar para la Iglesia las tierras que ocupaban los moros. A este proceso histórico se le ha dado en llamar la Reconquista.”
 

Fernando como pretendiente para Isabel, los futuros Reyes Católicos...

Fernando era `joven de gallarda presencia´, informó el espía de Isabel, nada que ver con el duque francés, `con quien no podía compararse´. De complexión mediana, bien proporcionado y musculoso, Fernando era un jinete excelente y un caballero ambicioso. Si bien la educación que había recibido limitó su cultura, también contribuyó a espolear su ingenio y a hacer de él una persona que sabía escuchar. Su pobre instrucción tampoco mermó su elocuencia, pues era un conversador nato. En sus ojos brillaba la curiosidad, sus labios eran sensuales y su mentón, prominente y decidido. Ya prometía como líder.”
 

Inquisición...

"El 1 de noviembre de 1478 el papa Sixto IV expidió la bula `Exigit sincerae devotionis´ que autorizaba a los Reyes Católicos a nombrar inquisidores en Castilla con el propósito de erradicar la herejía que asolaba el reino. Hacía mención explícita de ciertos cristianos que, tras haber sido bautizados, habían vuelto a abrazar la `superstición judía´ y practicaban en secreto ritos, ceremonias y tradiciones judías. Que la autoridad para nombrar inquisidores quedara en manos de los monarcas, y no del Vaticano, garantizaba que, desde el principio, el Santo Oficio dependería del poder real y no de una autoridad extranjera, ni siquiera del vicario de Cristo. Uno de los aspectos que más de cerca tocaban a Fernando era la autorización apostólica de que la Corona impusiera sanciones económicas a los culpables y se incautara de sus propiedades; así, sus bienes pasarían a engrosar las exhaustas arcas reales.”
 

Tomás de Torquemada...

A finales del decenio de 1490 el Gran Inquisidor podía estar satisfecho con la marcha de sus asuntos. Se había convertido en el tercer hombre más importante de España y, además, su independencia del Vaticano era prácticamente total. El Santo Oficio estaba firmemente implantado en la España cristiana, así que mientras los soberanos guerreaban en el sur, él tenía las manos libres. En los nueve años de vida de la Inquisición, cerca de tres mil herejes habían sido quemados, y otros treinta mil habían hecho penitencia con castigos menos rigurosos. Su base de operaciones seguía siendo el convento dominico de Santo Tomás, en las afueras de Ávila. Ocupado como estaba con los asuntos del reino, debía de sentirse halagado al saber que miles de personas lo odiaban y otros cientos de miles lo temían.”
 

Cristóbal Colón camino de Palos...

"Su viaje fue muy lento, pues los caminos estaban llenos de judíos que le obligaron a aminorar la marcha. Si Colón sintió lástima por aquellos desgraciados refugiados, no lo sabremos nunca, pues ni en sus escritos ni en los de su hijo se hace mención a los mismos. Pero de lo que sí ha quedado constancia en sus diarios es la alegría con que recibió las acciones de los monarcas contra los moros y los judíos; en sus misivas elogiaba a los Reyes Católicos y se refería a ellos como `enemigos de la secta de Mahoma y de todas las idolatrías y herejías´. Se regocijaba en la coincidencia de que los monarcas hubieran aprobado su viaje en las mismas fechas en que expulsaban a todos los judíos de sus reinos.”
 

Regreso de la Pinta...

A finales de febrero de 1493, mientras el rey se recuperaba de su herida, la Pinta atracaba en el puerto gallego de Bayona y anunciaba el descubrimiento del Nuevo Mundo. Aquella intrépida exploradora estaba abollada y llena de vías de agua, y tenía el mástil algo suelto, pero todavía peor estaba su capitán. Martín Alonso Pinzón estaba tan enfermo que tuvo que desembarcar en volandas; sufría de un extraño y desconocido mal que había cubierto su cuerpo de llagas. Pero la enfermedad del capitán no logró rebajar la euforia de su tripulación ni su admiración por la gesta de Pinzón. De no haber sido por él, proclamaron ante su público de atónitos pescadores y lugareños, la misión de Colón, aquel extranjero, nunca habría llegado a buen puerto.”
 

Reparto del Nuevo Mundo...

"La nueva bula papal les concedía a los Reyes Católicos la soberanía sobre las tierras y las islas que Colón había descubierto en Poniente y también sobre las que, en el futuro, se descubrieran en aquella dirección -siempre y cuando aquellos territorios no pertenecieran a ningún príncipe cristiano, en una referencia indirecta al escurridizo Preste Juan- y prohibía la entrada en aquellas tierras y en las aguas contiguas a las mismas a todas aquellas personas y naciones que no hubieran recibido un permiso a tal efecto. Los Reyes Católicos disfrutarían de los mismos privilegios de los que disfrutaban los monarcas portugueses en la costa africana: la exclusiva de la colonización y el comercio en sus territorios."
 

Fascinante periodo histórico descrito de manera amena e instructiva que hará que devoréis las páginas y que nos ilustra en el nacimiento de un Estado a la vez que las circunstancias y las creencias componen el marco trágico de la expulsión de los judíos mientras se alentaba un viaje de descubrimiento que cambiaría la historia de la Humanidad. Lectura ideal para tardes reposadas de verano, turnos de noche sin gerifaltes a la vista, estancias hospitalarias y amantes del pasado en general que buscan las claves del presente donde los prejuicios raciales o de religión siguen vigentes y el orden mundial se sigue debatiendo en los campos de batalla y la diplomacia...

 

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jueves, 2 de junio de 2016

 

 

Libro: 1421
– El año en que China descubrió el mundo -

Autor: Gavin Menzies
Editorial: Grijalbo
Traducción: Francisco J. Ramos
Edición: Cuarta edición; diciembre, 2004
 

Delicioso libro el que traemos hoy por dos razones al menos: una para curarnos de soberbia occidental y descubrir que aunque Colón, Magallanes y Cook pasaron a la historia por ser los primeros en descubrir nuevas tierras pues resulta que hicieron trampas porque llevaban en sus viajes mapas que indicaban con certeza y casi total exactitud que había tierra más allá del horizonte y las supersticiones marineras europeas; y la segunda para comprender un poco más de la cultura china a través de sus proezas marineras y, en breves pinceladas, sorprendernos en ocasiones como cuando descubrimos que los grandes almirantes al mando de sus flotas imperiales eran eunucos...

 

Quitando coñas más o menos recurrentes para hacer cuchufletas con el tema de los eunucos lo cierto es que es un viaje apasionante en la investigación de evidencias físicas y tangibles para demostrar que mapas antiguos que describen costas de tierras desconocidas a ojos occidentales no son obra de alienígenas sino de la labor y el trabajo por parte de China para poder navegar con exactitud en base a los eclipses de luna y las estrellas teniendo para ello que realizar mediciones simultáneas exigiendo todo ello el despliegue de flotas por las latitudes ya por ellos conocidas. Hay evidencias en todas las costas en que arribaron y establecieron colonias ya que el segundo objetivo de los viajes era afianzar el poder imperial mediante tributos y relaciones comerciales...

 

Hasta que en el siglo XV un nuevo emperador decide aislar a China y abandonar el comercio exterior destruyendo todo testimonio escrito de los viajes y sus hazañas.


 

Gavin Menzies nació en China en 1937 y allí vivió los dos primeros años de su vida. Oficial de la Royal Navy, en la que ingresó en 1953, ha servido durante toda su vida profesional en submarinos, embarcado en los cuales siguió la estela de los viajes de Colón, Bartolomé Días, Álvaro de Cabral y Vasco de Gama. Al mando del HMS Rorqual (1959-1970) navegó por los mismos rumbos que Magallanes y Cook. Para preparar este libro visitó 120 países, más de 900 museos y bibliotecas y los puertos que fueron más importantes en la Edad Media.

Datos sacados como es habitual de la contraportada actualizados en el año de su edición, pero sin más verborrea por mis partes os dejo unas breves líneas que os inciten a su lectura:

 

Los eunucos en la China imperial...

 

Los eunucos habían sido `sirvientes de palacio´, guardianes del harén y espías´ en todo el mundo antiguo, en Roma, Grecia, el norte de África y gran parte de Asia, y también habían desempeñado un importante papel a lo largo de toda la historia china. Curiosamente, eran extremadamente leales a los mismos emperadores que habían autorizado su mutilación. Había habido eunucos en la corte imperial como mínimo desde el siglo VIII a. C., y en la capital y sus alrededores se empleaba a nada menos que setenta mil de ellos. Sólo a los varones asexuados se les permitía ejercer de sirvientes personales del emperador y custodiar a las mujeres de su familia y los aposentos ocupados por sus concubinas en el `Gran Interior´, dentro de los muros de palacio. Los emperadores mantenían a miles de concubinas como símbolo de su poder y con el fin de asegurarse varios descendientes varones en una época en la que la mortalidad infantil era elevada; garantizar la continuidad de la dinastía y el culto a los antepasados constituía una parte fundamental de los ritos culturales chinos. Quienes no eran eunucos, incluidos los parientes del emperador y sus consortes, tenían prohibido acercarse a los aposentos de las mujeres bajo pena de muerte. La ausencia de varones potentes aseguraba que cualquier niño nacido de las concubinas era hijo únicamente del emperador.”

 

Zheng He, el almirante eunuco...

 

Las expediciones de Zhen He se habían hecho progresivamente más audaces. La primera, entre 1405 y 1407, llevaba sesenta y dos barcos del tesoro tripulados por veintisiete mil ochocientos hombres. De camino hacia Malaca, visitaron Camboya y Java, y luego aprovecharon el siguiente monzón del sudoeste para dirigirse a Sri Lanka y Calicut, en la costa occidental de la India. Un incidente ocurrido en este viaje cimentó entre los marineros la creencia de que Zheng He se hallaba bajo la protección divina. En medio de una tormenta tan feroz que los marineros se pusieron a rezar a Shao Lin para que salvara sus vidas, una luz divina -seguramente un fuego de San Telmo, una descarga eléctrica luminosa que a veces se puede ver durante una tormenta en el mar- apareció en la misma punta de los mástiles del buque insignia de Zheng He. `Apenas apareció esta luz milagrosa, el peligro se apaciguó´.”

 

Navegando por las regiones polares...

 

Sin embargo, la perspectiva de navegar por aquellas heladas regiones poco habría aterrorizado a los chinos, que tenían tras ellos ocho siglos de experiencia navegando por las latitudes polares septentrionales y una tradición de mil años de navegación a través de los hielos, ya que el puerto más cercano a Pekín, Tanguu, está cubierto de hielo durante tres meses al año. Descubrí la primera evidencia anecdótica de que los chinos realmente habían tratado de navegar hacia el Polo Sur tras dejar la bahía de Cook en un relato de los viajes de un joven noble de Bolonia, Ludovico de Varthema, en 1506. Ludovico de Varthema había navegado entre Borneo y Java, donde le explicaron una extraña historia. Sus compañeros, dos cristianos chinos y un piloto de las Indias orientales, le dijeron que unos marineros del otro lado de Java (el lado chino) habían navegado por la Cruz del Sur hacia regiones donde hacía mucho frío y los días duraban sólo cuatro horas. ¿Cómo podían haberlo sabido sin haber navegado realmente por allí?

 

Evidencias en Nueva Zelanda...

 

Más al norte, en la costa occidental de la isla del Norte de Nueva Zelanda, en 1875 una violenta tormenta desenterró la cubierta y los costados de parte de un barco grande y muy antiguo. Estos restos se encontraron cerca de la desembocadura del río Torei Palma, en Whaingaroa; se conocen como el `Barco de Ruapuke´ debido al nombre de la playa. Se dijo que el barco tenía una tablazón diagonal, y que sus mamparos interiores se mantenían unidos mediante grandes clavos de latón, cada uno de los cuales pesaba 6,3 kilogramos. Sin embargo, hubo cierta polémica en torno a la cuestión de la madera de la que estaba construido el barco. Quienes encontraron los restos se encontraron en la zona varios fragmentos de roble europeo, lo que llevó a los expertos a concluir que un barco de dicho continente había naufragado allí.”

 

Chinos en el Caribe...

 

Los mapas del Caribe del Almirantazgo Británico me permitieron visualizar un
panorama de la zona completamente nuevo. En 1421, inmensas áreas que actualmente se hallan sumergidas o bien habrían estado netamente por encima del agua, o bien se habrían mostrado como rocas y arrecifes alternando con zonas de agua y bajíos. En 1421 los bancos y arrecifes que forman el denominado `banco de las Bahamas´, que se extiende al sur de las islas Andros hacia Cuba, habrían estado por encima del agua hasta la latitud del trópico de Cáncer, y las numerosas crestas de arena que el mapa actual califica de `casi descubiertas´ se habrían mostrado también netamente por encima del nivel del mar. A los cartógrafos chinos, todo lo que va desde Cayo Guajaba, en la mitad de la costa septentrional de Cuba, hasta la latitud de Miami les habría parecido una gran isla sin apenas elevaciones, una extensión de Cuba.”
 
Ciencia china de navegación...
 
La extraordinaria exactitud de esta medición china del tiempo queda ilustrada por su cálculo de la longitud de la lunación -el intervalo entre dos lunas nuevas-, que estimaron en 29,530591 días. Esta cifra produciría un error de menos de un segundo por mes. Utilizando estos métodos, la medición de la hora sólo se podía realizar cuando el sol se hallaba sobre el horizonte. Las mediciones después del anochecer se llevaban a cabo utilizando clepsidras, que se calibraban a la luz del día con un gnomon. Con sus gnomon y clepsidras, los chinos podían determinar el paso del tiempo, día a día, minuto a minuto y segundo a segundo, tanto de día como de noche. Podían asimismo prever y utilizar los eclipses totales de luna que tenían lugar en algún lugar del globo aproximadamente cada seis meses.”
 
Los europeos sabían que había tierra...
 
Toscanelli envió, pues, un mapa a Colón en que se mostraba la ruta occidental a través del Atlántico, pasando por las Antillas. Asimismo, transmitió la información de Dei Conti a Martin Behaim (1459-1507), que trabajaba para el gobierno portugués. Más tarde,
Behaim mostraría el estrecho que llevaba del Atlántico al Pacífico tanto en el globo terráqueo que fabricó en 1492 como en sus mapas, mientras que Magallanes reconocería que antes de zarpar había visto esos mapas en Portugal. Varios relatos más mencionan el hecho de que Magallanes examinó los mapas de Toscanelli conservados en el Tesoro portugués. Únicamente podemos imaginar el extraordinario impacto que dichos mapas, basados en los viajes chinos de 1421 a 1423, debieron de tener en los europeos, puesto que trazaban los límites de océanos inmensos y desconocidos, y de territorios como Sudamérica y la Antártida, cuya mera existencia hasta entonces se había considerado una cuestión oscura e incierta.”

 
Legado de la China imperial y sus flotas del tesoro...
 
El legado de aquella edad de oro en la que el poder y la influencia de China se extendieron desde Japón hasta África, y aún más allá, hasta abarcar el mundo entero, aún perdura. La arquitectura budista china adorna los horizontes urbanos de toda Asia, desde Malaca hasta Kobe. La seda china de la dinastía Ming se extiende desde África hasta Japón; su espléndida cerámica azul y blanca, desde Australia hasta Manchuria, y las tumbas de muchos lugares del globo dan testimonio de la joyería de jade china de la época. Aun el viajero más indiferente que recorra el sudeste asiático se verá impresionado por la difusión del legado chino. Desde Sumatra y Timor hasta Japón, sigue habiendo comunidades unidas por el comercio, la religión y una lengua escrita heredada de China. A lo largo de cuatro mil kilómetros de este a oeste, e igual distancia de norte a sur, se conserva la huella de la China imperial, la impronta de un coloso.”
 
Libro imprescindible para el público en general, aficionados a la historia marítima e ideal para ilustrarse un poco en turnos de noche veraniegos de calma chicha, convalecencias en reposo y en definitiva para saber más de la mano de un profesional de los mares que sin farragosidades y de forma amena y didáctica nos permite acompañarle en su investigación para probar que hubo descubridores antes de los europeos que trazaron mapas y que el mundo no gira alrededor del ombligo de Occidente ni que los chinos y su cultura son menos que cualquier otra. Estuvieron donde nadie había estado antes, crearon vínculos culturales y comerciales amén de descubrir nuevas culturas y todo ello bajo una base científica que les permitió calcular y precisar en mapas tanto la latitud como la longitud de los sitios que visitaban en sus singladuras...
¡Sencillamente apasionante!

 

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martes, 17 de mayo de 2016

 

Libro: IFNI, 1957-1958

– la prensa y la guerra que nunca existió -

Autor: Lorenzo M. Vidal Guardiola
Editorial: Almena Ediciones
Edición: Primera edición, 2006
 

Hay dos importantes motivos para leer el libro que traemos hoy: por un lado conocer sobre uno de esos conflictos olvidados, de los llamados de baja intensidad, que tuvo lugar entre 1957 y 1958 entre España y Marruecos en plena época de descolonización y donde el régimen del dictador Francisco Franco tuvo que lidiar la última guerra colonial de España por el territorio de Ifni; por otro lado calibrar la calidad de este tipo de obras, que si bien tienen tradición en el mundo anglosajón, hasta hace relativamente poco tiempo el mundo hispano carecía de este tipo de literatura...

 

La historia que narra es apasionante, en ocasiones sorprendente y por último para darnos cuenta de hasta qué punto un gobierno puede engañar a sus gobernados y sacrificar vidas por mantener las apariencias. En 1957 el régimen franquista respiraba aliviado por los acuerdos con EEUU tras superar años de aislamiento internacional tras el fin de la II Guerra Mundial. En Marruecos el sultán construía un Estado tras lograr la independencia de la metrópoli y alentaba a las bandas armadas que hostigaban a las fuerzas españolas una vez que la hospitalidad para con ellos por parte de las autoridades ya no interesaba tras derrotar a Francia.
 
Entre ambos, unos EEUU que una vez logrados sus objetivos estratégicos en España miraba ahora a Marruecos para lograr bases militares y asentarse en la zona y obligando en los tratados de cooperación y amistad con España a que sus FFAA no utilizaran material bélico americano contra el reino de Marruecos, lo que obligaba al régimen franquista a enfrentarse con un Ejército mal pertrechado y obsoletamente armado mientras sus antagonistas marroquíes contaban con la fuerza suficiente para contrarrestarlo gracias al material norteamericano y de la propia España logrando arrebatar todo el territorio salvo la capital Sidi Ifni que, finalmente, sería devuelta a Marruecos diez años después y la guerra caía en el olvido colectivo de una sociedad sometida a la censura informativa por la dictadura de Franco.

 

Lo malo es el estilo del autor que siguiendo el hilo de las noticias aparecidas en un periódico de Alicante a lo largo de la guerra de Ifni no aporta documentación alguna como cables entre embajadas o actas de reuniones, se limita a mostrar la noticia íntegra, volver a repetirla para analizarla y sacando conclusiones que si bien el tiempo transcurrido y el análisis de los hechos coinciden no dejan de ser en este caso conclusiones personales sin apoyo documental salvo parcos testimonios de testigos del conflicto. Si su intención era mostrar el rostro amargo y cruel de la dictadura, la carencia de documentos y testimonios que corroboren sus conclusiones, acertadas pero suyas, puede crear la impresión al lector de que la rabia se impone a la objetividad. Pero es un libro necesario de leer aunque sea como pobre homenaje a los soldados españoles que dejaron su vida en una guerra absurda por cuanto jamás podría ganarse pero que se libró para salvar la cara de la dictadura y del dictador...
La contraportada no aporta datos del autor así que debemos remitiros a Internet y sin más unas breves pinceladas que os animen a su lectura:

 

Ifni...

"El antiguo territorio de Ifni se encuentra enclavado en la costa atlántica de Marruecos, concretamente a la altura del paralelo 29º 33' N y del meridiano 10º 04' W, prácticamente a la altura del paralelo de las islas Canarias. Con una extensión aproximada de 1.500 kilómetros cuadrados, ocupaba una franja costera de unos 80 kilómetros cuadrados, ocupaba una franja costera de unos 80 kilómetros de largo por unos 25 de profundidad, siendo sus principales núcleos de población Sidi Ifni, Tiliuin, Telata de Isbuía, Tenín de Amel-lu, Mesti, Ait en Nus, Ait Abdelah, Ait Ijelef y Ait Iassa. Su población rondaba los 50.000 habitantes a finales de los años 50, de los cuales aproximadamente el 18% eran europeos. El resto eran baamaranis, que no son árabes, sino bereberes. De religión musulmana, los baamaranis hablan el `tachlji´, dialecto bereber del noroeste africano.”
 

Contexto del conflicto...

España, siguiendo los pasos de Francia, ha concedido la independencia a Marruecos, o mejor dicho, a la parte de Marruecos que controlaba. Como hemos visto, de esta concesión de independencia quedan excluidos algunos territorios que no contemplaba en tratado de 1912: algunos peñones del estrecho, Ceuta y Melilla, Cabo Juby, el Sáhara Occidental e Ifni. Por muy amigo que se fuese del mundo árabe, estaba meridianamente claro que estos territorios estarían tarde o temprano en el punto de mira de los grupos independentistas. No era lógico pensar que estos grupos sólo querían la independencia de aquellos territorios administrados por Francia. La onda expansiva de la descolonización tenía que llegar inexcusablemente a estos territorios que aún seguían bajo soberanía española.”
 

Asedio...

"Como hemos dicho anteriormente, tras la conmoción que supuso el ataque a Ifni del día 23 de noviembre urgía, en primer lugar, contener dicho ataque y estabilizar en la medida de lo posible la situación para, después, iniciar las operaciones necesarias destinadas a liberar, si no el territorio, sí al menos a las guarniciones que habían quedado sitiadas en el interior del mismo. Durante los primeros días de guerra, las unidades de tierra pelearon sin desfallecer y los escasos aviones disponibles realizaron más de 500 servicios en una semana. Gracias a ellos los puestos sitiados recibieron suministros y municiones, que se lanzaban envueltos en paja porque no había paracaídas ni empaques de lanzamiento. Algunos puestos dependían del agua de un pozo exterior, otro tenía morteros pero no granadas, otro cinco viejos subfusiles Smeiser, cuatro de los cuales se estropearon el primer día, en otro se rechazaban los ataques nocturnos a la luz de un faro y una batería de coche. En fin, que la situación de salida era casi catastrófica y el panorama desalentador.”

 

Franco necesita ayuda de Francia...

Esta necesidad que tiene Franco de conseguir el apoyo francés si quiere ganar la guerra se hace patente en el siguiente párrafo, en el cual se llama urgentemente a esta alianza franco-española dejando patentes los supuestos fuertes lazos de unión y hermandad que siempre han unido a Francia y España. Artículos como éste habrían sido impensables años o incluso meses atrás. Toca desandar el camino andado hasta ahora y elogiar a nuestro vecino del norte. Ahora parece que ya no somos tan diferentes, que somos como hermanos de sangre. Incluso prácticamente se llega a pedir que desaparezcan los Pirineos. Por supuesto todo esto tampoco aparecerá en un medio de prensa español, los mismos que hasta hace poco criticaban todo lo que podían la acción francesa en el norte de África, comparándola con la ejemplar política llevada a cabo en esa zona por España.”
 

Aguinaldo solidario a las tropas en Sidi Ifni...

"El mito del aguinaldo se desmoronaba en Ifni: era escaso, llegaba con bastante retraso y su distribución era pésima. El diario El Mundo, a través de su artículo `Ifni. La guerra secreta´, asegura que lo poco que no se perdió en el camino o entre manos interesadas, se repartió en el mes de marzo, polvoriento o podrido. A este respecto, el soldado monovero Joaquín Sanchís, destinado Tarfaya a principios de 1958, dice lo siguiente: `La verdad es que no recuerdo haber recibido ningún regalo de aquel famoso aguinaldo del que tanto se habló”... Y es que la realidad sigue deformándose en las páginas de la prensa de la época... En efecto, los soldados van a tener allí el `calor fraternal´ que desde la península, y en forma de aguinaldo, se les envía, pues estos productos de corte típicamente navideño de nada o casi nada les iban a servir estando como estaban en las mismas puertas del desierto... Está claro que no era vino o turrón lo que más falta les hacía en primera línea de combate.”
 

Manteniendo la moral de las tropas...

De todos los artistas que actuaron en Ifni durante aquella Navidad de 1957, seguramente fue Carmen Sevilla la que mejores recuerdos se trajo. Incluso hoy en día aún recuerda con cariño y nostalgia aquellas jornadas vividas entre paracaidistas y

legionarios en Sidi Ifni. Hay quien no guardó el mismo cariñoso recuerdo de aquellos días. Por ejemplo el humorista Gila con el paso del tiempo hablaba así de aquel acontecimiento: `Son las paradojas de la historia. Quién me iba a decir a mí que yo iba a ir a Ifni a divertir a unos soldados que estaban en las trincheras cuando yo había estado toda la Guerra Civil en las trincheras huyendo de esos aviones Junker. Y en un avión Junker fuimos a Ifni y en un avión Junker volvimos. Creo que fue algo que en aquel momento me pareció agradable, hacer pasar un buen rato a la gente que estaba allí injustificadamente, porque a mí, que soy enemigo de las guerras y enemigo del militarismo, me pareció como una especie de remanso para esa gente ir allí a trabajar. Y lo hice muy gustoso, no por parte del gobierno pero sí por parte de los chicos que estaban allí´.
 

1958: claudicación de Franco y victoria del sultán de Marruecos...

"Tenían prisa y, además, la seguridad de que España no pondría ninguna pega ni ningún obstáculo a esta operación relámpago de toma de posesión. Por esas fechas el embajador marroquí en Washington estaba en plenas negociaciones con el gobierno norteamericano y contaba con su pleno apoyo. Marruecos tenía carta blanca a la hora de actuar contra España y el gobierno de Madrid lo sabía. Por ello, también sabía perfectamente que tenía que ceder en todo ante Rabat. Estaba atado de pies y manos. Estas negociaciones entre Marruecos y Estados Unidos eran de dominio público.”
 

Fin de la presencia española en Ifni...

De esta manera, la presencia española en Ifni fue como un sueño, como un pequeño paréntesis de 35 años en la apacible vida de aquel pequeño enclave marroquí situado en la costa atlántica. España tan sólo dejó en Ifni algunos edificios y también muchos

pensionistas. En eso sí tiene razón el general Vega: `Recordemos, por último, y muy brevemente, las realizaciones españolas en Ifni, el fruto de la labor desarrollada en estos años: edificios públicos, un hospital central, la escuela laboral, el Instituto de Segunda Enseñanza, escuelas de primaria, grupos de viviendas, biblioteca, puerto artificial, enlaces telegráficos y telefónicos... todo se encuentra en perfecto estado´. En cuanto a los pensionistas, muchos de los cuales aún cobran hoy en día religiosamente su pensión, constituyen el otro elemento visible, aparte de los edificios que allí dejó la administración española, hoy la mayoría muy deteriorados, y por las pensiones de las que viven aún muchos ifneños, nadie diría que en aquel territorio tuvo presencia colonial España.”
 

Libro interesante sobre el pasado que arroja luces sobre el presente, un ejemplo es que se comprende mejor la reacción de España ante la presencia de uniformados marroquíes en el islote de Perejil sin ir más lejos, donde la bonanza de las intenciones divulgativas queda casi eclipsada por un estilo repetitivo, farragoso y hasta cansino por la tendencia del autor a repetir las cosas una y otra vez, sólo quitando las repeticiones de artículos y las veces que repite conclusiones ya dichas, el libro se quedaría en la mitad de su volumen, pero hay que aplaudir el esfuerzo del autor por rescatar del olvido el conflicto logrando trascender el localismo de la obra y convertirse en memoria de una nación...

Pero con un estilo más pesado que el plomo, todo hay que decirlo.

 

 

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jueves, 21 de abril de 2016

 

Libro: Un espejo lejano

– El calamitoso siglo XIV -

Autor: Barbara W . Tuchman
Editorial: Ediciones Península S. A.
Traducción: José Antonio Gutiérrez-Larraya
Edición: Noviembre de 2000
 

¿Es cierto que la Historia se repite y se pueden encontrar paralelismos entre unas épocas y otras, entre un siglo y otro siglos después? Podría decirse que este es el argumento de la autora al escribir este libro cuya primera edición data de 1978 y donde compara las vicisitudes sociales, políticas y mortandad del siglo XIV con el siglo XX, pero que visto ya entrado el XXI que la humanidad sigue pecando de los mismos males siglo tras siglo en realidad...

 

Pero pronto olvidamos el argumento para sumergirnos de su mano en un apasionante siglo XIV donde la peste negra causa estragos poblacionales, los caballeros feudales derrochan el dinero recaudado en fastos y torneos pretendiendo mantener la leyenda de la caballería que en el campo de batalla se muestran contrarios a la misma en sus actos y hechos, los burgueses empiezan a reclamar derechos y el campesinado descubre que son tan capaces de ser protagonistas decisivos en la batalla y surge un nuevo arma que acabará definitivamente con las fortalezas y castillos: el cañón. Para ello el hilo conductor será Enguerrand VII, Señor de Coucy.
 
Barbara W. Tuchman nació en Nueva York en 1912 y murió en 1989. Periodista e historiadora, se licenció por el Radcliffe College. Empezó a destacar como historiadora y alcanzó fama internacional ganando el premio Putlizer en 1962...

 

Datos sacados como siempre de la contraportada que en este caso es bastante parca en datos pero seguramente en Internet podréis encontrar más sobre la autora, y sin más unas breves pinceladas que os inciten a su lectura:

 

Aviñón...

Siendo más accesible que Roma, Aviñón atraía a visitantes de toda Europa. La corriente de oro mantenía a artistas, escritores, letrados, bachilleres en leyes y en medicina, músicos y poetas. Estaba corrompida, pero ejercía el mecenazgo. Todos la criticaban, pero todos acudían a ella. Santa Brígida, noble viuda sueca que vivía en Roma y

deploraba con elocuencia los pecados de la época, llamó a la ciudad papal `campo henchido de orgullo, codicia, relajación y corrupción´. Mas para que haya corrupción se precisa la existencia de dos personas o cosas, y, si prevaricaba, el papado no lo hacía a solas. En el mundo práctico de los cambios de equilibrio político y la consuetudinaria necesidad de dinero que sufrían todos los soberanos, los pontífices y reyes se necesitaban mutuamente y efectuaban los apaños imprescindibles. Traficaban en territorios, soberanías, guerreros, alianzas y préstamos. Un método habitual consistía en promover una cruzada, lo que permitía a los monarcas imponer en cada país un impuesto a las rentas eclesiásticas. El procedimiento no tardó en considerarse un derecho.”
 

La peste negra...

En octubre de 1347, dos meses después de la toma de Calais, barcos mercantes genoveses aportaron en Mesina (Sicilia) con cadáveres y remeros agonizantes. Procedían del puerto de Caffa (hoy Fedosiya), en Crimea, donde Génova tenía una factoría. Los marineros enfermos mostraban extrañas hinchazones negras del tamaño de un huevo o una manzana en las axilas e ingles, de las cuales brotaban sangre y pues. La dolencia se diseminaba en forma de ampollas y manchas oscuras epidérmicas debidas a los derrames internos. Los pacientes, tras crueles dolores, fallecían a los cinco días de haberse manifestado los primeros síntomas. Aparecieron otros distintos al propagarse la enfermedad: fiebre continua y expectoración

sanguinolenta, en lugar de las hinchazones o bubones. Las víctimas tosían, transpiraban copiosamente y morían antes, a los tres días o menos, y en ocasiones a las veinticuatro horas. En uno y otro caso, hedía cuanto salía de su cuerpo: aliento, sudor, sangre de las bubas y pulmones, y orina y excrementos sólidos ennegrecidos por el flujo sanguíneo. El desánimo y la desesperación acompañaban los indicios corporales, y antes del final `la muerte se contempla cara a cara´. “
 

Coucy se va a la guerra...

Caballeros de Picardía, Artois, Vermandois y Hainault comparecieron con sus escuderos y hombres de armas para `anticiparse en honor´ en la empresa de Coucy. `Honor´ en el léxico de la caballería significaba lucha contra otros caballeros, en este caso contra los austriacos. La elasticidad del espíritu humano permitía que el honor no se resintiese de la asociación con mercenarios y bandidos. Entre los reclutados figuraban Raoul de Coucy, tío de Enguerrand, los vizcondes de Meaux y Aunay, y otros señores, entre los que descollaba el célebre y atareado guerrero Owen de Gales. Cuando el rey de Inglaterra ejecutó a su padre, se educó en la corte de Felipe VI. Retratado como jovial, altivo, osado y belicoso, Owen había combatido en Poitiers, en las guerras lombardas de la década de 1360, en favor y en contra de los duques de Bar en Lorena, como soldado independiente en España, y con Du Guesclin en las campañas de los años de 1370, durante las cuales había regresado para llevar a cabo una incursión en las islas del canal de la Mancha y capturar al captal de Buch.”
 

Pueblo llano...

A medida que los amos se enriquecían, los trabajadores se hundían sin perspectiva de mejora. Se impidió que ingresaran en los gremios los jornaleros ordinarios, y la calidad de miembros se reservó, con complicados requisitos y matrículas, para los hijos y parientes de la clase dirigente. En muchos oficios, el trabajo se entregaba a los obreros en sus propias casas, a menudo con salarios inferiores para sus mujeres y prole, cuyo empleo vedaban los gremios. Las fiestas religiosas obligatorias, que iban de ciento veinte a ciento cincuenta al año, apenas permitían ganar jornales. Aunque se prohibían las huelgas y, en algunas ciudades, las reuniones, los obreros formaron asociaciones propias para imponer sueldos más elevados. Tenían derechos, cajas y relaciones a través de las fronteras, por medio de los cuales se aseguraban ocupación y alojamiento a los asociados, y que indudablemente servían de canales para la agitación.”
 

El sitio de Berbería....

"Los transportes genoveses esperaban a los expedicionarios de Francia en Marsella. Desde esta ciudad zarparon hacia Génova en busca de provisiones, arqueros, peones y nobles extranjeros. Los caballeros y escuderos serían de mil cuatrocientos a mil quinientos, y el total de las fuerzas frisaría en cinco mil hombres, sin contar tal vez los mil marineros que tripulaban unas cuarenta galeras y veinte barcos de carga. Borbón, Coucy, Eu y el valiente Soudic desembarcaron por invitación del dux de Génova, que les regaló especias, jarabes, ciruelas de damasco y `licores buenos para los enfermos´. Pero no bastaron para compensar la escasez de provisiones. Borbón tuvo que agregar doscientas barricas de vino, doscientas hojas de tocino y dos mil pollos para los enfermos y heridos. La falta de espacio obligó a renunciar a muchos caballos que se vendieron a la mitad de su valor para ahorrarse su manutención. En el inesperado final, hubo una situación embarazosa sobre quién bendeciría la flota, puesto que los franceses y genoveses aceptaban papas distintos. Se salió del paso, en beneficio de la guerra y con olvido del cisma, haciendo que dos sacerdotes, en representación de ambos pontífices, se encargaran de los oficios religiosos.”
 

Nicópolis...

Ni los asaltos impetuosos, ni minas capaces de contener a tres hombres uno encima de otro, forzaron la entrada en Nicópolis. La falta de máquinas de sitio y las empinadas

laderas imposibilitaron tomar la plaza. Hubo que recurrir al cerco. Los cruzados ciñeron Nicópolis por completo, vigilaron las salidas y, con la colaboración del bloqueo aliado por el río, se dispusieron a vencer por hambre a la guarnición y los habitantes. Discurrieron dos semanas de relajación de la disciplina, de festines, juegos, orgías y gritos de desprecio al enemigo que no comparecía. Se invitó a los aliados a espléndidos banquetes en pabellones adornados con pinturas; los nobles cambiaron visitas y aparecieron a diario con vestidos nuevos de mangas largas y los inevitables zapatos puntiagudos. No embargante la hospitalidad, los rencores crecían con las brumas y comentarios sarcásticos sobre la bravura de los no franceses. No se apostaron centinelas por obra de la embriaguez y el descuido. Los naturales de la región, enfurecidos por el pillaje, no aportaron informaciones. Sin embargo, los forrajeadores, que cada día tenían que internarse en el país, comunicaron rumores de la aproximación de los turcos.”
 

Disposiciones finales de Coucy...
Ante todo y sobre todo, dispuso que le enterrasen en Francia a tenor de su testamento anterior (especificó el entierro de su cuerpo en Nogent y el de su corazón en su fundación de la Saint-Trinité de Soissons). En el mismísimo fin del codicilo, como si recapacitase las posibles dificultades de embalsamar y transportar su cadáver a la patria, encomendó a sus albaceas que devolviesen sin falta sus huesos y corazón. En una época en que la creencia oficial repetía que el cuerpo era basura y la vida del alma en el más allá lo único que importaba, resultaba notable el puntilloso cuidado con que se estudiaban los detalles concernientes a sus restos.”

 

Delicioso libre donde el acierto de la autora reside en mostrar de forma didáctica pero amena, divulgativa sin caer en la pesadez y engarzando las distintas fuentes para arrojar luz a lectores alejados de las coordenadas medievales sobre el azote de la peste, el cisma papal, la Guerra de los Cien años, las inquietudes sociales derivadas de la toma de conciencia de clase del pueblo llano y en definitiva la doble cara de la caballería donde la práctica era todo lo contrario de lo que predicaban traicionando el ideal.

 

Recomendable para apasionados y interesados en la Edad Media, lectoras de novela histérica que descubrirán que la historia real es más apasionante que la ficticia y algunas claves de la idiosincrasia anglo-francesa que explican algunos de los males de Europa donde la diferencia de mortandad aumentó en cada siglo a mayor que el siglo anterior llegando al punto actual donde las epidemias ya no causan estragos pero el ser humano es la principal causa de muerte de seres humanos, ya sea a pepinazos nucleares o cerrando fronteras y mirando para otro lado cuando cientos de vida cada día perecen en el Mediterráneo tratando de alcanzar el sueño europeo...

Libro de lectura obligada si tenéis ocasión.

 

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martes, 22 de marzo de 2016

 

 

Libro: El juramento – Un cirujano bajo el fuego -

Autor: Khassan Baiev con Ruth y Nicholas Daniloff
Editorial: Entre Libros
Traducción: Alberto Jiménez Rioja y Nuria Jiménez Rioja
Edición: Mayo 2005

 

Viajamos a uno de esos conflictos olvidados por diversos motivos pero podría resumirse parafraseando un dicho en que Chechenia queda demasiado lejos de Alá y demasiado cerca de Rusia, porque la propuesta que traigo es el testimonio de un checheno, de un médico y de un creyente que ahora se denomina
por la OTAN y los otros como moderado, pero aunque las noticias las colapsan los refugiados sirios que anhelan entrar en Europa, el patio trasero de Rusia también vive desde los 90´s una tragedia humanitaria de la que nadie se acuerda en el mundo feliz del consumismo y donde instantáneamente relacionamos checheno con fundamentalismo terrorista islámico...

¿Otra victoria propagandística del neo imperialismo ruso de Putin y sus formas y maneras de la extinta URSS?
 


Khassan Baiev nació en 1963 en un suburbio de Grozny. Para desarrollar su cuerpo de frágil constitución, se impone una dura disciplina en las artes marciales: judo, taekwondo y sambo. Unos años más tarde es uno de los mejores atletas de su país. Las competiciones le permiten viajar por varias ciudades de Rusia y de Siberia. Estudió medicina en Krasnoïark. Sus dotes de deportista le abrieron algunas puertas en sus estudios, especializándose en cirugía reparadora. Terminados sus estudios, de regreso en Grozny, le sorprende la guerra y la proclamación de independencia del general Doudaïev. Desde entonces las amenazas de muerte de un bando y del otro son cotidianas. Forja buenas amistades con otros médicos, tanto rusos como chechenos y con doctores venidos de otros países. Como más vidas salva, más amenazada se encuentra su vida, hasta el punto de verse obligado a pedir asilo político a los Estados Unidos en el año 2000, junto a su mujer e hijos. Ha sido galardonado por muchas de las asociaciones de derechos humanos , incluyendo Human Rights Watch, Médicos Sin Fronteras y Amnistía Internacional.

 

Datos sacados de la contraportada como es tradición y sin más verborrea unos breves párrafos que os inciten a su lectura...

 

Chechenia...

Para el mundo occidental el nombre de Chechenia es sinónimo de terrorismo

internacional. La opinión generalizada es que esta rebelde jurisdicción de Rusia es tierra de gente sin ley y objetivo de los radicales de Oriente Medio, que pretenden convertirla en una república islámica. La toma del teatro Nord-Ost en Moscú, en octubre del 2002, por activistas chechenos, no hizo más que exacerbar esta imagen beligerante. La verdad tras los titulares es, sin embargo, muy distinta. Los que realmente tienen la información saben que la gran mayoría de los chechenos son gente trabajadora, ansiosa de contar con una Constitución, leal a las antiguas costumbres y contraria a los extremistas islámicos. Aunque los periodistas han descrito la Chechenia en guerra, e incluso algunos han llegado a disfrazarse para sortear los controles militares, ningún observador extranjero ha sido capaz de ofrecer al mundo un cuadro de lo que significa hoy ser checheno. Este cuadro emerge, por fin, en estas valerosas memorias del doctor Khassan Baiev, un cirujano checheno que curó a unos y a otros poniendo su vida en peligro.”
 

Dada...

"En 1944, tras una breve estancia en casa después de ser dado de alta del hospital militar, las autoridades soviéticas le deportaron a Kazajstán. Treinta y cinco años después, unos cuantos Jóvenes Pioneros -una especie de equivalente comunista de los Boy Scout- de Murmansk descubrieron fotografías y notas que Dada y sus camaradas de la guerra habían metido en una botella y enterrado en las trincheras. Sólo entonces las autoridades militares locales reconocieron que Dada era un veterano, le condecoraron y le concedieron una pensión. Siempre que veía a Dada con sus condecoraciones en las fiestas soviéticas, sentía orgullo mezclado con amargura por la injusticia de las cosas. Todas esas medallas -la Orden de la Victoria por su lucha contra los nazis, la Orden de la Revolución de Octubre, la Orden de la Gloria, la Orden del Trabajo y la Orden del estandarte Rojo- y, sin embargo, ¡todos los chechenos habían sido indiscriminadamente acusados de colaborar con los nazis! Las autoridades soviéticas enviaron a los chechenos a luchar en los peores frentes porque eran valerosos pero, cuando los chechenos se distinguían en el campo de batalla, Moscú se negaba a reconocer su coraje.”
 

Un joven soviético...

Ese verano de 1980 volé a la ciudad de Krasnoiarks, en Siberia, con Musa Salekhov, mi amigo de la escuela, para solicitar el ingreso en la Facultad de Derecho. Musa era también judoka y miembro del equipo nacional soviético. No era la primera vez que visitaba una ciudad siberiana: en el noveno y el décimo curso había hecho un viaje en tren de casi 4.000 kilómetros para competir en diversos certámenes y había
 asistido al campamento de entrenamiento de judo en Burevestnik, situado a unos veinte kilómetros de la ciudad, junto al río Yeniséi. Mi antiguo entrenador del campamento, Alexei Alexeyevich Krivkov, estaba esperándonos cuando aterrizamos.
Me gustaba todo de Krasnoiarks: su historia, el modo en que la nieve crujía bajo nuestros pies en invierno y las noches de verano en las que el sol no se ponía hasta la una de la madrugada y podías pasear a lo largo del río Yeniséi. En el siglo XVII, Krasnoiarks era poco más que una fortaleza que protegía a los exploradores rusos y a los tramperos de las tribus locales. A comienzos del siglo XX se había convertido en un foco de agitación obrera. Hoy es una ciudad de un millón de habitantes con doce centros de enseñanza superior, más de un centenar de fábricas, muchos parques, y avenidas bordeadas por filas de alerces plateados.”
 

Invasión de tropas rusas...

"El 31 de diciembre una bomba alcanzó el hotel Kavkaz, cercano al Palacio Presidencial y no lejos del hospital. Las tropas rusas habían cruzado la frontera y se estaban agrupando en las afueras de Grozni. En la ciudad los combatientes chechenos, bajo el mando del coronel Aslán Masjádov, antiguo oficial soviético, esperaban repeler el ataque. Sospechábamos que el hospital sería el siguiente blanco pero nadie dijo nada sobre marcharse. Nuestro pequeño equipo, formado por el personal médico que quedaba, se reunía en la sala de médicos. Todos teníamos miedo pero no queríamos ponerlo de manifiesto. Miré a mi amigo Movsar Idalov, un traumatólogo. Aparentaba tranquilidad pero yo sabía que, como me ocurría a mí, temblaba por dentro. Todos nos volvimos hacia el de más edad, Khamzat Elmurzayev, un cirujano de cincuenta y cinco años. Sería él quien tomara cualquier decisión. Khamzat dudó y luego nos dijo que todo el mundo abandonaba Grozni y que también nosotros debíamos marcharnos.”
 

Principios de abril de 1995...

Fue un baño de sangre. Los ataques rusos sobre los pueblos chechenos solían comenzar del mismo modo: los militares rusos acusaban a los pobladores de dar refugio a los

combatientes. Sin embargo, en la mayoría de los caos -y Samashki no era una excepción- los ancianos del pueblo negociaban antes con el comandante de campo checheno para que sus tropas se fueran del lugar. En Samashki los rusos pidieron a los ancianos que les entregaran unos sesenta y cuatro fusiles. Los ancianos les explicaron que ellos no tenían tales armas. Esa fue la excusa que los rusos necesitaban para iniciar una incursión de castigo, movilizando sus carros de combate y disparando sobre todo aquel que saliera al paso, incluyendo ancianos, mujeres y niños. Si la gente hubiera tenido armas hubiera abierto fuego, pero no hubo resistencia y los soldados alcanzaron rápidamente el centro de la población.”
 

Moscú...

En el verano de 1998 volví a Moscú para pasar tres o cuatro meses aprendiendo las últimas técnicas en injertos de piel. Las fechas me venían bien porque Zara esperaba  

nuestro tercer hijo para últimos de noviembre, y yo quería estar de vuelta para el parto. Además, suponía que el reencuentro con viejos amigos como Abek Bisultanov y Musa Saponov me levantaría el ánimo. Ir en coche por Moscú, desde el aeropuerto Vnukovo, fue un shock. Después de llevar tanto tiempo viviendo en Chechenia estaba acostumbrado a lo gris. La prosperidad de Moscú me desorientaba: las vallas publicitarias con anuncios de cigarrillos Marlboro, las rimbombantes promesas de bancos y aerolíneas, las chicas ligeras de ropa anunciando productos por televisión, y señales luminosas por todas partes. Miraba por la ventanilla del taxi y no podía creer lo que veía. En el carril contiguo, una joven atractiva conducía mientras hablaba por un teléfono móvil. Volvos, Jeep Cherokees y Mercedes pasaban como rayos. Todo se había occidentalizado desde que Rusia se embarcó en el capitalismo.”
 

Nuevos vientos de guerra...

Después del asalto de Basáyev a Daguestán las esperanzas de evitar la guerra desaparecieron. Por entonces a la mayoría de la gente ya ni siquiera le importaba la independencia. Lo único que queríamos era continuar con nuestras vidas, pero la guerra se hizo inevitable después de las bombas que explosionaron en Moscú y en otras ciudades. El primer coche bomba hizo explosión en la plaza Manezh a finales de agosto, provocando un muerto y varios heridos. A éstas siguieron las explosiones de unos barracones de soldados en Buinakask, donde hubo sesenta y dos rusos muertos, mujeres y niños incluidos. Los terroristas chechenos fueron culpados por ambas partes.”
 

Evacuando heridos...

Los rusos habían cerrado las salidas del pueblo, a excepción del desvencijado puente peatonal sobre el Sunzha. Aún estaba oscuro cuando cargamos los tres primeros  

pacientes y condujimos hacia el río para reunirnos con los jóvenes voluntarios de Kulari que iban a llevárselos. Río abajo, a unos metros de la pasarela, un tractor y un camión grande estaban atascados en medio de la corriente, por donde habían intentado vadear el río. Pusimos a los heridos en mantas y atamos un largo nudo en cada extremo, como si fueran grandes asas. A esa hora de la mañana el puente estaba vacío. Después de escuchar la llamada de alguien al otro lado los voluntarios cargaron con los heridos. Entonces, en filas india, avanzaron paso a paso a través de la pasarela, una operación difícil. El más leve viento balanceaba el puente. Tiempo atrás los refugiados que huían del pueblo habían perdido el equilibrio y se habían precipitado al agua helada.”
 

Buscando asilo político...
Pronto llegó respuesta de Washington: sería bienvenido si conseguía llegar. Les dije a Doug y Peter que tenía que atender a unos pacientes, pero que a primeros de abril quedaría libre. Odiaba tener que dejar otra vez a mi familia, pero ellos notaban mi agotamiento y se daban cuenta de que necesitaba recuperarme. A mediados de marzo viajé a escondidas a Moscú. Corría algún riesgo yendo allí, pero contaba con la protección de las organizaciones de derechos humanos y con el hecho de que en Rusia la mano izquierda solía desconocer lo que hacía la derecha. Alguien, Karina probablemente, debió informar a la prensa de mi llegada, ya que tres reporteros del canal independiente de televisión NTV fueron a recibirnos. Hablé con ellos a regañadientes, porque sabía que si hablaba con demasiada franqueza pondría en alerta a las autoridades rusas. Aquella noche, NTV anunció: `Hoy ha llegado a Moscú un famoso médico de Chechenia de gran reputación entre los comandantes de campo chechenos´. Mala cosa.”
 
Libro más que recomendable para conocer un escenario geoestratégico y un drama humanitario por el testimonio de un testigo de primera línea, acongojarnos de que las tácticas con mercenarios para saquear poblaciones por parte de los mandos militares rusos son un hecho y las maniobras en las cloacas con víctimas rusas inocentes, orquestados por los servicios secretos a la forma del KGB, una realidad que se esconde a la ciudadanía rusa...

 

Ideal para amantes de la historia, de las hazañas bélicas y al ser humano en general que surge en tiempos de guerra y que se quedan a hacer lo que puedan por paliar el dolor mientras los demás huimos a escondernos, testimonio de un médico que sólo ve heridos sin importarle la bandera de su uniforme o el origen de su nacimiento y perseguido, tal vez por su humanidad, por ambos bandos.

 

 

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sábado, 12 de marzo de 2016

 

Libro: El expediente Einstein
El FBI contra el científico más famoso del siglo XX -
Autor: Fred Jerome
Editorial: Editorial Planeta S. A.
Traducción: Juan Mari Madariaga
Edición: 2002
Hay un par de razones para recomendar el libro que traemos hoy, la primera que Einstein sigue siendo actualidad gracias a los avances en la tecnología y las ciencias que demuestran lo acertado de sus teorías; la segunda pero no menos importante que la primera, si no más, que el mundo injusto y cruel que trató siempre de combatir sigue por desgracia plenamente presente con refugiados , injusticias sociales y la fuerza bruta como argumentos a la hora de hacer políticas entre naciones...
 
Mayo de 1945, la Alemania nazi ha sido derrotada pero EEUU sigue adelante con su proyecto de bomba atómica para utilizarla contra el irreductible Japón que sigue combatiendo pese a que su derrota militar es inevitable desde hace tiempo. Los científicos que trabajan en el proyecto estadounidense, refugiados del fascismo y el odio racial, se sienten defraudados ya que ellos contaban dotar a EEUU del arma atómica antes de que los nazis lo lograran y no ven sentido en un arma apocalíptica que ya no es necesaria ante el fin del Reich de los mil años y el suicidio en su búnker de Berlín de Adolf Hitler...
Muchos de ellos no dudarán en pensar que es necesario que la URSS disponga también del arma atómica para contrarrestar el recién adquirido poder destructivo nunca visto hasta entonces...
 
Un hombre, jefe del FBI, tiene claro que uno de sus fines en la vida es derrotar el comunismo infiltrado en todos los estratos de la sociedad de EEUU contando para ello con el valioso apoyo de un congresista que daría lugar a toda una época: la caza de brujas. Hoover utilizará todos los recursos del FBI y de otras agencias gubernamentales para tratar de incriminar a Einstein como comunista no confeso y lograr denegarle la ciudadanía y deportarlo, pero a diferencia de otras víctimas de la caza de brujas, su popularidad será un impedimento para lograr tal objetivo y que requerirá durante cinco años los recursos humanos y técnicos del FBI sin lograrlo...
Esta es la historia de aquella persecución secreta de Hoover y su FBI contra Albert Einstein.
 
Fred Jerome es asesor del Gene Media Forum de la Facultad de Comunicación de la Syracuse University. Sus artículos y editoriales han sido publicados en diversos medios, incluyendo el New York Times y Newsweek . Como periodista en el sur de Estados Unidos durante los sesenta cubrió la eclosión del movimiento por los derechos civiles y, más recientemente, ha enseñado periodismo en la Universidad de Columbia y otras universidades del área de Nueva York. Creó el Media Resource Center, un aclamado servicio de enlace que ha puesto en contacto a miles de periodistas con científicos.
Datos actualizados al año de edición y sacados de la contraportada como es habitual, pero ya sin más unas breves pinceladas que os inciten a su lectura...
 
Einstein...
Lo que más me gusta de Einstein es que era un inconformista, un alborotador, un rebelde frente a la autoridad. Sin entender del todo sus teorías científicas, entiendo como casi todo el mundo que fueron decisivamente importantes, que transformaron de arriba abajo nuestra visión del universo y prepararon el terreno para todas las grandes modificaciones tecnológicas del siglo XX, desde la exploración del espacio hasta los ordenadores, incluyendo para lo bueno y para lo malo, la energía nuclear. Pero para mí lo más admirable es que se negó a adecuarse a un molde. No usaba calcetines. Hablaba a los niños como si fueran adultos. Y también en política, cuando el pánico rojo de los años cincuenta silenció a una generación, Einstein siguió hablando claramente y en voz alta. Peligroso. Y doblemente peligroso debido a su atractivo universal para el público. Incapaz de destruirlo o intimidarlo o de impedirle hablar contra la injusticia mientras estaba vivo, las autoridades encontraron otra forma de apagar su voz: después de su muerte, lo convirtieron en un santo inocente.”
 
Una estrella mundial en EEUU...
El estatus de Einstein como celebridad internacional había sido siempre un enigma para él, lo que no significa que no disfrutara con la atención del público. Nunca se negó a una entrevista y parecía divertirse bromeando con la prensa. Los periodistas disfrutaban con sus respuestas concisas e ingeniosas. Pero Einstein no veía ninguna razón lógica para que cada uno de sus movimientos atrajera tantos aplausos del público. Al comienzo creyó que se trataba de una moda pasajera que se desvanecería pronto y daría paso a otra estrella. Pero su popularidad seguía creciendo año tras año. Tras la prolongada ovación de la élite de Hollywood en el estreno de `Luces de ciudad´, le preguntó a su amigo Chaplin si le podía explicar la razón de esa celebridad. El genio del cine le respondió: `<<La gente me aplaude porque todos me entienden, y a tí te aplauden porque nadie te entiende>>. “
 
Apoyando la causa contra el racismo y los linchamientos...
Si Einstein y los demás miembros del comité habían pensado que su prestigio pondrían freno a los linchamientos, iban a llevarse pronto una desilusión. La inhibición absoluta del presidente, el fiscal general y los funcionarios del gobierno a todos los niveles, sin emprender acciones contra las autoridades del estado y de la ciudad, sólo propició más terror. Los racistas violentos no podían haber esperado una luz más verde que el informe del FBI. En todo el Sur se desencadenaron disturbios, en los que a menudo participaban policías, y una oleada de linchamientos dirigidos principalmente contra veteranos de la segunda guerra mundial.”
 
Tratando de investigar el pasado rojo de Einstein...
Cada vez que los agentes de Hoover confeccionaban un resumen de las organizaciones del `frente rojo´ en las que participaba Einstein, la lista era más larga. Durante varios años, a comienzo de los cincuenta, ese listado `subversivo´fue creciendo en casi un nuevo grupo cada mes. Eso no significa que Einstein se incorporara a tantas organizaciones durante los últimos años de su vida, sino que a medida que el hoover-macartismo extendía su poder, la Junta de Control de Actividades Subversivas y el HUAC (las autoridades sobre grupos `subversivos´) iban ampliando su catálogo. La Cruzada Americana para poner Fin a los Linchamientos, por ejemplo, aunque se había creado en 1946, no se incluyó en la ficha de Einstein hasta 1953. Al igual que ésta, muchas de las últimas adiciones a la lista de Einstein correspondían a grupos que defendían la igualdad racial.”
 
McCarthy...
Pero de todos los críticos liberales de McCarthy sólo Einstein llamó públicamente a la desobediencia civil, a la negativa a cooperar con los investigadores. Si se hubiera limitado a mover desaprobadoramente la cabeza condenando el macartismo, el New York Times, el Washington Post y otros medios liberales sin duda lo habrían aplaudido. Por el contrario, llamó a desobedecer las leyes, desafiando al sistema. No era sólo una crítica, era un plan de resistencia. Como se trataba de Einstein, su llamamiento a la confrontación alcanzó los titulares de los periódicos dos veces en seis meses y le pusieron al frente de la creciente protesta contra el pánico rojo. Pese a su insistencia de que no era y no se iba a convertir en un activista político, el desafío público de Einstein a los comités era una bomba política.”
 
Legado político...
El legado político de Einstein ha sufrido una doble desventura histórica. En primer lugar, para Hoover, el izquierdismo de Einstein era una mano muerta. Tras coleccionar

una tonelada de pruebas para `demostrar´lo que Einstein habría contado con facilidad a cualquiera -que había apoyado a un gran número de organizaciones radicales-, Hoover se dio cuenta de que no podía utilizar públicamente esa información. Sin algo más sustancioso, como una conexión con el espionaje, Einstein era simplemente demasiado popular y no se avergonzaba de sus principios. Para casi cualquier otra víctima del FBI -un maestro de escuela o un sindicalista que se negara a firmar un juramento de lealtad o a revelar nombres- la etiqueta de `filocomunista´ podía costarle el empleo, como sucedió en muchos casos. Pero en el caso de Einstein, si se había unido a esos grupos no era para salir los sábados por la mañana a repartir octavillas a la puerta de un supermercado. Su contribución consistía precisamente en sumar el prestigio de su nombre a sus programas, tan públicamente como fuera posible.”

 
Libro para sumergirnos en una época oscura donde el miedo al comunismo y la paranoia inducida reinaron causando tragedias humanas, convirtiendo a los compañeros en chivatos y bajo el lema de que quien no apoyara la persecución es que era rojo en un país cuna de libertades donde su ciudadano más celebre era investigado para tratar de expulsarle del que era su país. Un Einstein que si hoy pudiera ver el mundo seguramente estaría con los refugiados sirios, contra los restos del comunismo que aún existen y con los millones de seres humanos que padecen hambre o persecución por su raza, su religión o simplemente el color de su piel. Recomendable para amantes de biografías, interesados en la Guerra Fría y lectores en general que quieran saber un poco más del tipo más famoso de los últimos tiempos, Albert Einstein.

 

 

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martes, 1 de marzo de 2016

 

Libro: La guerra crepuscular

Autor: Sir Winston S. Churchill
Editorial: Ediciones Orbis, S. A.
Traducción: Juan G. de Lucas
Edición: 1985

Visitamos de nuevo la II Guerra Mundial y en este caso de la mano de uno de los protagonistas, el símbolo de la resistencia ante el imparable avance alemán que logró inocular a sus compatriotas que se derrotaría al fascismo aunque costase sangre, sudor y lágrimas; inconfundible con su puro y haciendo el signo de la victoria: Sir Winston Churchill.
 

El libro pertenece a la colección de sus memorias de la II Guerra Mundial, permitiéndonos asomarnos a las entretelas del dirigente, sus métodos, sus pensamientos y la fe inquebrantable de que la derrota no era una opción. El presente tomo, segundo de la obra, abarca un periodo que se ha denominado de distinta forma por los contendientes, el periodo que va desde la invasión de Polonia a la ofensiva nazi sobre Francia que culminaría con la evacuación de las tropas inglesas y aliadas en Dunkerque y que se caracterizó por una falsa calma en el frente terrestre pero que ya era guerra declarada en el mar con los submarinos alemanes torpedeando el tráfico marítimo vital para Gran Bretaña...

 

Winston Leonard Spencer (1874-1965), en la lucha boer (1899-1902) fue corresponsal de The Morning Post; diputado conservador por Oldham en 1900. Se puso al lado de José Chamberlain cuando éste pedía la reforma de tarifas y el librecambismo , por lo que ingresó en el partido liberal. Subsecretario de Colonias (1905-1908) planeó la federación sudafricana. Ministro de Trabajo y del Interior. Nombrado Primer lord del Almirantazgo (1911-1915) donde llevó a cabo grandes reformas navales y fue el creador de la famosa división de acorazados tipo Queen Elisabeth, artillados con cañones de 150 mm; después del fracaso de los Dardanelos fue sustituido por lord Balfour. Lloyd George le nombró sucesivamente ministro de municiones (1917), secretario de Guerra y ministro del Aire (1918-1921) y ministro de Colonias (1921-1922). De nuevo en el partido conservador fue ministro de hacienda (1924). Al ser invadida Polonia por Alemania fue primer lord del Almirantazgo (3-9-1939). Primer ministro (1940-1945), estableció con Roosevelt la Carta del Atlántico (1942). Jefe del partido conservador que resultó triunfante en las elecciones de 1951 y Premio Nobel de Literatura en 1953.

Una biografía apasionante y, sin más, unos breves pasajes que os inciten a su lectura...
 

Guerra...
Polonia fue atacada por Alemania en la madrugada del 1 de septiembre. Por la mañana se ordenó la movilización de todas nuestras fuerzas. El Primer Ministro me invitó a
visitarle durante la tarde en Downing Street. Me dijo que no tenía esperanzas de evitar la lucha con Alemania y que se proponía formar un reducido Gabinete de Guerra compuesto por ministros sin departamentos concretos que regir. Indicó que, a su juicio, el Partido Laborista no estaba dispuesto a participar en el gobierno. Esperaba aún que los liberales se le uniesen. Me propuso ingresar en el Gabinete de Guerra. Accedí sin comentarios y entonces mantuvimos una larga conversación sobre los hombres a escoger y los medios a seguir.”
 
Fortalecer la Royal Navy...
Las opiniones de lord Cork y las mías se fundaban en la construcción de acorazados capaces de resistir ataques de torpedos y aviones. Yo deseaba transformar dos o tres acorazados del tipo `Royal Sovereign´ haciéndolos aptos para acciones costeras y en los estrechos mediante dispositivos especiales contra los torpedos, y fuertes planchas protectoras de los puentes contra la acción aérea. A fin de lograrlo, estaba dispuesto a sacrificar una o dos torres cañoneras y siete u ocho nudos de velocidad. Aparte de en el Báltico, la empresa nos daría facilidades en el Mar del Norte y el Mediterráneo. De todos modos, nada podría prepararse hasta finales de la primavera de 1940, y eso contando con los cálculos más favorables de los constructores navales. A tal base, pues, nos atuvimos.”
 
Respuesta a la agresión nazi...
Las primeras operaciones con minas magnéticas me conmovieron profundamente. Aparte de nuestras medidas defensivas, yo ansiaba aplicar represalias. Mi visita al Rin en vísperas de la guerra había enfocado mi visión mental hacia aquella suprema arteria de Alemania. Ya en septiembre discutí con el Almirantazgo la conveniencia de arrojar minas fluviales en el Rin. Siendo usado este río por el tráfico de varias naciones neutrales, no debíamos actuar en él mientras los alemanes no nos acometiesen de un modo indiscriminado. Puesto que ya lo hacían así y atacaban con minas, sin distinción alguna, cuanta navegación afluía a los puertos británicos, podíamos realizar un ataque similar, en incluso más eficiente, sobre el Rin.”
 
Visita a las bases navales...
"A las ocho desperté. Estábamos en las amplias extensiones del norte de los Minches, rumbo a la extremidad occidental de Escocia y a Scapa Flow. Llevaríamos media hora bogando hacia Scapa, cuando se nos hizo la señal de que tres aviones alemanes habían soltado minas en la entrada principal de la base. Forbes decidió virar hacia el oeste y esperar veinticuatro horas hasta que se dragase el canal, y la flota cambió de rumbo. Forbes me explicó: `Puedo transbordarle a un destructor que le lleve a tierra. El Hood está ya en la rada´. Como mi ausencia de tres días era ya excesiva, acepté. Subieron rápidamente mi equipaje a cubierta, el barco redujo su velocidad a tres o cuatro nudos y se largó al agua un cúter tripulado por doce marineros con cinturones salvavidas. Mis compañeros estaban ya en la pequeña embarcación. Mientras me despedía del almirante sonó la señal de alarma y todo el buque entró en plena actividad. Se manejaban los antiaéreos y se adoptaban otras medidas.”
 
El enredo escandinavo...
Tras aquella sombría declaración, cuya gravedad bien comprendíamos, nos ocupamos del enredo escandinavo. El Primer Ministro explicó claramente la situación. Habíamos desembarcado en Namsos y Andalsnes 13.000 hombres sin bajas. Nuestras tropas avanzaban más de lo esperado. El ataque directo a Trondheim exigiría desproporcionadas fuerzas navales, y por ello se había acordado realizar un movimiento de tenaza desde el sur y el norte. En los últimos días, sin embargo, un rudo ataque aéreo en Namsos había interrumpido nuestros planes. Los alemanes, no refrenados por artillería antiaérea alguna, se habían despachado a su gusto. Por otra parte, todos los buques alemanes de guerra surtos en Narvik habían sido destruidos. Pero las tropas alemanas estaban bien fortificadas en Narvik; habiéndose considerado imposible hasta entonces todo ataque terrestre. Si nuestro primer intento fracasaba, se renovaría.”
 
Apasionantes memorias de un protagonista directo de la contienda mundial que hará las delicias de amantes de las hazañas bélicas y de documentales sobre la II Guerra Mundial, que resulta imposible mostrar con unos breves pasajes y con amplia reproducción de cartas y documentos. Ideal para lectura reposada que una vez terminada la misma podemos regalar a la suegra con el cuento de que son vida y milagros de santos, donde disfrutaremos para nuestros adentros de sus cagamentos cuando descubra el ardid...

martes, 12 de enero de 2016

 

 


Libro: La época del Absolutismo y la Ilustración

Autor: Günter Barudio
Editorial: Siglo XXI de España Editores S.A.
Traducción: Vicente Romano García
Edición: Sexta edición, abril de 1992
 

Posiblemente si hay una época desconocida y a la vez aparentemente conocida, el periodo conocido como el Absolutismo, y por ende la Ilustración, es un gran candidato. Si nos preguntaran responderíamos que si el Rey Sol, que si Jovellanos, que si tal, pero es una época apasionante donde España se repliega de Europa para encerrarse en sí misma y su imperio de ultramar, donde los sistemas feudales son paulatinamente sustituidos por un nuevo concepto de herencia patrimonial que colocaba a los monarcas por encima de sus súbditos y sólo por debajo de Dios de cuya gracia divina emanaba el poder del soberano...

 

Pero no fue un fenómeno unitario a naciones y monarcas. El autor logra, sin farragosidad, mostrarnos un mundo cambiante y una Europa que empezaba a cambiar donde la burguesía era ya el motor de la industria y la economía. Pero los monarcas debían primero eliminar cualquier resquicio de rendir cuentas o ser fiscalizada su política exterior eliminando todas las estructuras de vasallaje que impedían el poder hereditario y aplicar políticas a su antojo. También veremos la forja de repartos geo estratégicos cuyas consecuencias en las fronteras aún sentimos una vez eliminada la pausa de fronteras estables que logró la Guerra Fría y que la UE trata de sofocar cuando se presentan...

 

El apoyo teórico viene de la clase aristocrática que sueña en una nueva sociedad donde los estamentos pueden vivir en el orden establecido pero librando al hombre de la ignorancia, desentrañando y dominando la naturaleza por medio de las ciencias, desterrando la barbarie y la incultura como la Inquisición y los interrogatorios mediante tortura: la Ilustración, que sin renunciar al clasismo si renunciaba al monopolio de la cultura y a la injusticia del buen gobierno.

 

Günter Barudio nación en 1942 en Dahn (Palatinado); bachillerato humanista; se formó y trabajó como técnico petrolero; en 1963 cursó a distancia los estudios previos al ingreso a la Universidad; en la Universidad de Francfort estudió derecho, filosofía, estudios escandinavos e historia de Europa oriental. En 1969, estancia de investigación en la Universidad de Upsala (Suecia); se doctoró en 1973.

 

Datos como siempre de la portada y actualizados al año de edición; ya sin más unos breves pasajes que os inciten a su lectura...

 

Francia...
La circunstancia de que los reyes de Francia tuvieran que prestar juramento (serment) en la toma del poder, que el mismo Mousnier incluye, según Godefroy, entre la leyes fundamentales, apunta por sí sola en la dirección de un contrato. No en vano, en el tratamiento de la fórmula de juramento del rey, se remite Bodino al juramento de Enrique V, rey de Inglaterra y Francia en 1420, a saber: `Mantener el Parlamento con sus libertades y soberanías, administrar la justicia del reino conforme a las costumbres y los derechos´. Bodino emplea expresamente la fórmula `tratados convenido´ (traité convenu). Igualmente se comportó Enrique III, que en 1572 fue elegido rey de Polonia. El Valois tuvo que reconocer los `pacta conventa´ y además los `articuli Henriciani´, según los cuales no poseía ninguna `potestas privata o absoluta´, ni tampoco se la concedía la Ley Sálica en su calidad de rey de Francia.”

 

Luis XIV...
Lo que Luis XIV exigía no eran cardenales, primeros ministros que le recordasen constantemente su impotencia como rey, sino `hombres que yo pudiera tener a mano´ en su trabajo como rey. Sopesaba mucho su elección. Excluía sobre todo a los duques y
pares, así como a otros miembros de la alta nobleza, que pudieran dar la sensación de que representaban al Estado frente al rey y de que esperaban compartir su autoridad. No en vano el rey recuerda que el número de hombres adecuados es reducido y depende `para nosotros de la casualidad´. Aunque privó de buena parte de su sustancia estatal a sus colaboradores en los ministerios e incluso en el Conseil d´ Etat, le preocupaba, como a cualquiera, que `nunca se tomaran decisiones importantes sin que, a ser posible, se recabara el consejo de nuestros súbditos más clarividentes, racionales e inteligentes´. Pero en este asesoramiento sólo veía la limitación accidental de su poder, que debía perder sus referencias eforales para no dejarle en la sombra, sino presentarle como `Rey Sol´.”

 

Voltaire...
Para el masón Voltaire, la Ilustración se presenta aquí como la dedicación activa del potentado, sobre todo en la figura del admirado Pedro I, a mejorar la cultura material del país y poner freno a la influencia de la Iglesia. No en vano tronaba contra la Iglesia oficial al grito de `¡Aplastad a la infame´ (Ecrasez l´infame) y se comprometió en el
asunto Calas, apoyado por la Pompadour y la incipiente `opinión pública´, en la que veía un futuro poder para denunciar las injusticias y acabar con ellas. Voltaire, que compró en 1758 el condado de Tournay con la aldea de Ferney (que Turgot había exonerado de impuestos) y se hizo conde en la vejez, pese a sus numerosos juicios erróneos, su arrogante pedantería y su marcado `amor propio´, hizo ver a su época que lo que importa es el individuo si se quiere que el todo cambie a mejor. Pero esto sólo se consigue mediante la educación permanente para la crítica. Al mismo tiempo reconoció que el peso político se había desplazado en Europa. Las verdaderas potencias no eran ya Francia y Suecia, sino la Inglaterra parlamentaria y la Rusia de Pedro I, cuyo ascenso habían subestimado durante mucho tiempo los políticos franceses, porque sólo sabían operar en el marco del sistema de equilibrio de 1648.”

 

Federico I o el absolutismo prusiano...
La espectacular preferencia por el espaldarazo y la coronación de expresión del dominium sobre Prusia y la confirmación del principio `ius in re est dominium´, de donde derivaba también la fórmula `rey en Prusia´. El rechazo de todo juramento de coronación ante Prusia y sus consejeros superiores y estamentos era la negación de un pacto de dominio basado en la reciprocidad y el rechazo del `mediante domine´ tal como se exigía en la merced divina libertaria. En su lugar se remitió al `immediate Deo´la adjudicación directa de la Corona por el mismo Dios, impidiendo así la aplicación del principio `ius ad rem est obligatio´. Esto explica también la exclusión de los estamentos; ya no eran más que accesorios ceremoniales que no podían imponer a Federico I el juramento de las `constituciones fundamentales´ contractuales de Prusia, de las que dimanaba su derecho de resistencia.”

 

Cronwell...
Cronwell y sus consejeros se unen como guardianes (keepers) de las libertades de Inglaterra, conforme a la autoridad del Parlamento, en un sistema de asesoramiento que ajusta todos los actos gubernamentales a la seguridad jurídica. Por consiguiente, el Lord Protector debe gobernar las tres naciones (Inglaterra, irlanda y Escocia) `en todos los ámbitos con el asesoramiento del consejo y conforme a la ley´. Además, él y sus consejeros deben proceder `con el consentimiento del parlamento´ en las cuestiones militares, `por agua y por tierra´, así como en los asuntos de la paz y en otros ámbitos que afecten sustancialmente a las tres naciones.”.

 

Rebelión contra el absolutismo de las colonias...
Mientras en las batallas de Lexington y Concord de 1775 se enfrentaban por primera
vez tropas británicas y americanas, en Londres se reflexionaba no poco sobre el modo de aplicar los impuestos en estas colonias `proporcionalmente a la defensa común´ de una manera justa que evitase la ruptura. Pero todos los esfuerzos, amenazas y negociaciones fracasaron. En las colonias se había llegado cada vez más a la convicción de que las exigencias de dinero del rey y del Parlamento beneficiarían menos `a los fines sustanciales del gobierno y de la justicia´ que a una política cuyo principio era `ad libitum´ y que limitaba de forma excesiva todas las formas de posesión de los propietarios.”

 

Rusia...
Los planes reformistas de Catalina II, que asumió la autocracia en 1772 tras un golpe de Estado, fueron acogidos con cierta admiración por parte de algunos ilustrados `occidentales´, pero no afectaron a la esencia de la `monarchia dominica et despotica´ (Olearius), como tampoco lo hicieron los proyectos de reforma de Speranski, elaborados después de 1809 bajo Alejandro I, cuando se obtuvo de Suecia el gran ducado de Finlandia. Tampoco se impusieron los proyectos constitucionales de los decembristas hacia 1820, vinculados a las tradiciones libertarias de la ciudad-estado medieval de Novgorod, por ejemplo. Si se impuso, en cambio, un orden jurídico que desde el Sudebnik de Iván IV en 1555 y el Ulozente de 1649 hasta el proyecto del `Nuevo Código´ de 1767 bajo Catalina II, cuidó siempre de que la autocracia mantuviera intacto el orden de propiedad establecido, `el zar o gran duque, que adquiere la Corona por herencia, domina todo el paós y todos sus súbditos con cholopy (no libres) y esclavos´ a los que él `gobierna como un jefe de familia a los criados.”

 

Libro para amantes de la historia, lecturas reposadas con triste levedad del ser así como convalecencias hospitalarias o servicios en turno de noche con calma chicha sin que se asome el supervisor. Una época que sentó las bases de ser rey por la gracia de Dios, la preocupación por los derechos de hombre respecto a sus vidas y sus propiedades que en cada Estado se aplicó con matices de idiosincrasia propios para anular dietas, consejos y consejeros precedentes que limitaban el poder absoluto de las monarquías. Nada de regalar a la suegra que igual le da por pensar y tiene ocurrencias para terminar de asentar su dominio gracias a su sopa boba...

sábado, 26 de diciembre de 2015

 

 

Libro: La conquista de México

Autor: Hugh Thomas
Editorial: Editorial Planeta S. A.
Traducción: Víctor Alba y C. Bourne
Edición: Marzo de 2000
 

Estamos ya entrados en el siglo XVI y un joven monarca llega al trono español ostentando además el título de Carlos V de Alemania, una España que extiende su poder por Europa tras la reconquista del último bastión musulmán en la Península Ibérica: Granada.
 
 Mientras los ejércitos españoles se profesionalizan y se nutren de mercenarios para sus conflictos europeos, en el otro lado del Océano Atlántico veteranos de la conquista de Granada y fogueados en la guerra de reconquista y sus tácticas y estrategias junto con veteranos de las guerras en Italia se preparan para zarpar desde la isla de Cuba a la conquista de nuevas tierras, en busca de oro, de mitos como las amazonas o la fuente de la eterna juventud y sobre todo lograr encomiendas que les conviertan en caballeros...
 
En la tierra en que van a desembarcar, un emperador de los mexicas gobierna su imperio de ciudades lacustres y honra a sus dioses con sacrificios humanos pero se encuentra atribulado por las noticias que llegan de las fronteras que comunican la llegada de los dioses anunciada en las profecías. En la bella ciudad de Tenochtitlan, lugar de la pera espinosa, el emperador Moctezuma no encuentra consuelo en sacrificios, sacerdotes y consejeros para tomar una decisión: recibir a los dioses o esperar si las noticias que hablan de su barbarie en las islas de Las Antillas donde los dioses hace tiempo que llegaron ávidos de oro y su extraña adoración a una cruz de madera y que prohíben los sacrificios humanos..
 
Deliciosa obra sobre la conquista de México por Hernán Cortés donde al autor logra que viajemos sin cansancio ni fatiga por farragosidad del texto, engarzando con dinamismo y ritmo literario datos, fechas, nombres, características y hechos que para sibaritas y yonkis de biblioteca cuenta con el apoyo de apéndices que harán que el goce sea pleno. Sin tópicos típicos de leyenda negra, sin fobias de autor y sí talento narrativo que hace que el viaje en el tiempo sea dinámico, atractivo y casi adictivo de seguir devorando lectura. Es el lector quien a la luz de los datos y la historia que se le muestran puede sacar sus propias conclusiones que siempre serán subjetivas para un lector del siglo XXI...
 
Hugh Thomas nació en 1931, estudió en la Universidad de Cambridge y en la Sorbona, y ha sido profesor de la Academia Real Militar de Sandhurst y de la Universidad de Reading. En 1961 se dio a conocer internacionalmente con su obra La guerra civil española, traducida a numerosos idiomas...
 
Datos sacados de la contraportada y actualizados al año de la edición, con lo cual ha pasado ya el tiempo, pero dejo mi verborrea y os dejo unas breves pinceladas que os inciten a la lectura y disfrutéis de su contenido...
 
Tenochtitlan...
Tenochtitlan debería haber tenido más confianza en sí misma: no había ciudad más grande, más poderosa ni más rica en el mundo conocido por los pueblos del valle.
En ella convergían miles de inmigrantes, algunos de los cuales habían llegado debido a la demanda de mano de obra de su oficio: lapidarios de Xochimilco, por ejemplo. Una sola familia había dominado la ciudad durante más de un siglo. Un `mosaico´ de casi cuatrocientas ciudades, cada una con su propio monarca, enviaba regularmente (hablando sólo de los artículos más importantes) maíz (el sostén local de la vida) y alubias (frijoles), capas de algodón y otra ropa, así como diversos tipos de trajes de guerra ( de treinta y ocho provincias, todas, menos ocho, enviaban túnicas de guerra, a menudo adornadas con plumas). Los tributos incluían materias primas y productos semiacabados (oro martillado pero sin adornos), así como productos manufacturados (incluyendo las clavijas de labio de ámbar y cristal así como collares de cuentas de jade o turquesa). El poder de los mexicas en 1518, o 13-conejo según su calendario, parecía descansar sobre cimientos sólidos.”
 
Hernán Cortés...
Era descendiente de algunas de las familias más turbulentas de la ciudad más indisciplinada, Medellín, en Extremadura, la parte más violenta de Castilla. Era hijo de una inmensa familia de hidalgos con la cual casi todos los de esa región que fueron a América tenían alguna relación. De su padre, Martín Cortés, se suele decir que formaba parte de la infantería, un soldado pobre que, si bien era hidalgo, no podía costearse un caballo para ir a la guerra. No obstante, el capellán y biógrafo de Cortés, fray López de Gomara, afirmó que Martín Cortés había servido en una compañía de caballería, bajo el mando de un `pariente, Alonso de Hinojosa´, probablemente originario de Trujillo. Cabe mencionar que el fraile solía escribir lo que le contaba su protector. Pero la información puede ser cierta, pues Martín Cortés luchó en varias guerras.”
 
Cortés visita el Templo Mayor de Tenochtitlan...
Cortés regresó a Tenochtitlan y a su Templo Mayor. Él y sus colegas se detuvieron ante este monumento, intentando, sin duda, como todo hidalgo que se preciara, no demostrar sorpresa. El edificio, con escaleras paralelas de ciento trece gradas, construido a un
ángulo de 45º, demasiado empinado para escalarlo con facilidad, era `más alto que la iglesia mayor de Sevilla´, insistiría Cortés con su habitual actitud comparativa. (La Giralda de Sevilla en esos tiempos se alzaba ochenta metros) De hecho, esta pirámide no era tan alta como la de Cholula y, con sus setenta y cinco metros de lado de la base, era considerablemente más pequeña que la pirámide del Sol de Teotihuacan, que Cortés, por supuesto, no conocía. Como casi todos los templos de la región, tenía en la cima una plataforma de piedra y, sobre ésta, dos santuarios, uno, al norte, dedicado a Tlaloc, y el otro, al sus, a Huitzilopochtli. Estos dos dioses, el de la lluvia y el del sol, las fuerzas que determinan la prosperidad de la tierra, eran objetos de devoción conjunta en la cima de un templo construido por un pueblo antaño nómada y ahora sedentario. El interior de cada santuario contenía sus propios ídolos y en el exterior figuraban ídolos guardianes. La existencia de ambos santuarios reflejaba un compromiso ya antiguo entre los sacerdotes de Tlaloc, que ya se encontraban en el valle antes de la llegada de los mexicas, y los de Huitzilopochtli, dios de los mexicas.”
 
La noche triste...
Algunos de los soldados de la retaguardia lograron llegar a tierra firme, entre ellos Francisco de Flores. Pero muchos, al percatarse de que no podían cruzar la calzada, decidieron desandar el camino y volver a su cuartel en Tenochtitlan. Presumiblemente a los que lo consiguieron resistieron uno o dos días, los capturaron, padecieron mucha hambre y fueron sacrificados. Según Alonso de la Serna, `don Hernando quería volver otra vez a la cibdad e que allí los que con el se hallaron se lo estovaron, diziendo que no fuese ala que mororian todos´. Corrió otra versión según la cual debido a la confusión, hasta doscientos setenta castellanos no se enteraron de la decisión de partir de Tenochtitlan y se quedaron en sus aposentos hasta ser finalmente capturados y sacrificados. Tal vez Alonso de Ojeda, a quien se le había encomendado la tarea de despertarlos, olvidó llamar a algunos de los hombres de Narváez en el templo de Tezcatilipoca.”
 
Recompensa imperial a Hernán Cortés...
Una cédula del 20 de octubre fijaba los sueldos de Cortés y su personal. Son interesantes sus cifras. Cortés, en su calidad de capitán general, recibiría trescientos sesenta y seis mil maravedís, anuales; el alcalde mayor, cien mil, mientras que los doctores, boticarios y cirujanos ganarían treinta mil. Los soldados de a pie, once mil ochocientos treinta y dos. Pero los nuevos funcionarios reales cobrarían quinientos cincuenta mil maravedís al año, lo que permitía adivinar los problemas que surgirían. No escaparía a la atención de Cortés que la suma fijada para él era la misma que la que se concedió veinte años antes a Ovando cuando salió hacia La Española, y también a Pedrarías al partir a Castilla del Oro. Aún teniendo en cuenta lo que en la corte se pensaba de Ovando y Pedrarías, parecería que los éxitos de Cortés merecían más. Claro está que el presidente del Consejo Real, recibía sólo trescientos cincuenta mil maravedís, el doctor Diego Beltrán, cien mil, y el piloto mayor de Sevilla, cincuenta mil, parte de veinticinco mil para gastos.”
 
Muerte de un conquistador...
Dándose cuenta de que ya no era joven, Cortés, a mediados de los años de 1540, decidió sensatamente pasar el resto de su vida en Sevilla o cerca de ella. Visitaba a veces la corte y se le conocía por su animada participación en algunas de las tertulias de la ciudad. Exageraba tanto su pobreza como su edad en una carta privada al rey en 1544. Como le sucediera a Colón, pasó sus últimos años desilusionado. Murió en las afueras de Sevilla, en Castilleja de la Cuesta, en una casa que todavía se conserva, el 2 de diciembre de 1547, a la edad de sesenta y dos años, dejando en México una gran leyenda, vastas propiedades, riquezas enormes y numerosos hijos. Entre sus posesiones había dos camas cubiertas de brocado que, tras su muerte, fueron a dar a manos del mercader florentino Jacome Boti, de Sevilla, para cancelar una hipoteca.”
 
Libro recomendable para amantes de la historia, de las hazañas bélicas, vacaciones partidas, liturgias hospitalarias y servicios tranquilos en noches de invierno y para quienes gusten saber de donde venimos para aclarar a dónde nos quieren llevar. A la suegra se le puede regalar en estas fechas como vida y obra de santos y nos aseguramos unas risas en la mesa mientras trata de pronunciar los nombres mexicas sin que se le salte el dentado postizo...

lunes, 7 de diciembre de 2015

 

 

Libro: Los imperios coloniales desde el siglo XVIII

Autor: David K. Fieldhouse
Editorial: Siglo XXI De España Editores, S. A.
Traducción: Agustín Gil Lasierra
Edición: Sexta edición en español, noviembre de 1993

Da la sensación a la mente occidental que los refugiados y la guerra en Siria, los mamoneos ruso-turcos o la primavera árabe no nos incumben más allá de que alteren nuestra confortable existencia de primer mundo, pero nada más lejos de la realidad. Hasta 1945 Europa tenía colonias en África y protectorados a medida que se desmembraba el imperio otomano...
 

Así que nada mejor que traer un libro que nos hable del colonialismo desde el fin de las guerras napoleónicas hasta ayer. Ya advierte el autor que apenas citará el imperio español ya que por aquellas fechas España había perdido su imperio quedando tan sólo residual hasta 1898 que sería el fin absoluto de anteriores tiempos de grandeza que intentó recuperar en Marruecos y que dio lugar a los militares africanistas quienes posteriormente...

Bueno, esa es otra historia.
 

Quienes sí tuvieron algo que decir fueron el resto de potencias europeas que vio florecer el imperio británico y a su estela el resto de potencias ansiaban nuevos mercados y fuentes de materias primas no dudando para ello en el continente africano, de norte a sur y de este a oeste, repartirlo y establecer fronteras artificiales sin importar las consecuencias en la población local y manteniendo siempre supuesta superioridad del hombre blanco y sus creencias que le hacían merecedor de disponer de colonias y de sus habitantes.

 

Es una historia apasionante que nos enganchará desde la primera página, esa fascinación de ver el pasado desde la perspectiva de vivir sus consecuencias y siempre quedará la duda de si en realidad las potencias no supieron crear prosperidad que se desvaneció con la independencia para dar lugar a guerras civiles, matanzas étnicas y que sigamos aprovechando en el primer mundo sus recursos sin tener la suficiente inteligencia de que los beneficios lo sean para todos...
 
David K. Fieldhouse nació en 1925 y estudió en el Queen´s College de Oxford. Desde 1950 hasta 1952 fue docente en el Haileybury College. Lector de Historia en la Universidad de Canterberry (Nueva Zelanda). A partir de 1958 enseña Historia en la Universidad de Oxford. En 1965 es profesor visitante en la Australian National University de Canberra. En el año 1969 es profesor visitante en la Universidad de Yale. Ha publicado artículos sobre la historia del imperio británico y es autor de varios libros.

Datos del autor, como siempre, sacados de la contraportada y, dado el tiempo transcurrido, es posible que ya esté criando malvas. Pero sin más, unas breves pinceladas que os inciten a su lectura...
 

La primera expansión europea...
Ahora bien, para Europa los descubrimientos constituyeron sin duda un gran acontecimiento. Europa había poseído, en la Edad Media, una civilización propia, pero de carácter bastante limitado. Había sufrido, en cierta medida, el influjo del mundo
islámico y de Bizancio, pero estaba aislada del resto del mundo por el Atlántico, el imperio moscovita, el Islam y por la inexplorada África. El descubrimiento tanto de América como de la ruta oceánica hacia Oriente liberaron al continente europeo de una especie de prisión geográfica y espiritual, espoleándolo intelectualmente y permitiéndole alcanzar más ágilmente a las superiores civilizaciones orientales, a la par que estimulaban su imaginación al ponerlo en contacto, por Occidente, con unos pueblos totalmente diferentes. Ni los sucesivos descubrimientos en el Pacífico, ni la exploración espacial, iniciada en nuestro siglo, pueden parangonarse con aquella primera ampliación de los horizontes medievales.”
 
Brasil...
También la independencia del Brasil fue una consecuencia de las guerras napoleónicas. Cuando napoleón ocupó Lisboa en 1808, la familia real marchó al exilio en Río de Janeiro, que se convirtió de ese modo en la capital del imperio portugués. Eso beneficiaba al Brasil, que se liberaba de cualquier restricción de índole comercial o política. Pero el enfrentamiento decisivo se produjo en 1815, cuando Portugal pidió el retorno de la Corona y la Corte y el parlamento insistió en que Brasil recobrase su antigua posición subordinada en el comercio y en el gobierno. En 1820, aunque de mala gana, el rey Juan regresó a Lisboa, dejando la regencia del Brasil a su hijo y heredero, don Pedro. Los brasileños, sin embargo, se negaron a aceptar tal subordinación y en 1822 monárquicos y republicanos se unieron para declarar la independencia del Brasil, con don Pedro como monarca. También en esa ocasión el reconocimiento de Inglaterra, otorgado en 1825, tuvo una importancia decisiva. En 1828 se rompieron los lazos, incluso formales, entre la familia real del Brasil y la de Portugal.”
 
Imperialismo...
Otra explicación que se relaciona con una causa única es la que considera al
imperialismo como una expresión del nacionalismo europeo. La unificación de Alemania y de Italia antes de 1870, la derrota francesa en 1870-71 y el desarrollo del chovinismo en todos los países generaron una rivalidad internacional de proporciones nunca vistas antes de 1815. las colonias alimentaban la potencia nacional y eran símbolos de prestigio. La presión ejercitada por el voto de unas masas incultas durante esa primera fase de la democracia europea obligó a los estadistas aristocráticos a asegurar nuevas colonias a la nación; y la competencia produjo el reparto.”
 
Nuevo reparto tras 1918...
Durante la contienda todas las posesiones alemanas y buena parte de las turcas habían sido ocupadas por los aliados. Estos no contemplaban la posibilidad de anexionarse territorios enemigos, pero después de 1918 encontraron razones óptimas para hacerlo. Había una razón irrefutable para no devolver las posesiones de Turquía: habría sido imposible reconstruir el Imperio otomano, que había sido mantenido vivo tanto tiempo únicamente gracias a estimulantes artificiales. El nacionalismo árabe había asumido proporciones notables. A los árabes se les había prometido la independencia a cambio del apoyo prestado a los aliados, y los ingleses habían complicado aún más las cosas prometiendo a los hebreos una `patria nacional´ en Palestina a cambio del apoyo sionista. Pero en cambio no existían motivos irrefutables para dejar de restituir las colonias alemanas, y los aliados recurrieron al pretexto de que, en sus colonias, Alemania había demostrado no estar capacitada para gobernar a otros pueblos.”
 
Descolonización...
La descolonización tuvo lugar primero en los semiprotectorados del Caribe. Análogamente a lo que había ocurrido en los otros imperios, habrían podido ser
transformados gradualmente en verdaderas posesiones. En vez de eso, los americanos los consideraron como mandatos provisionales y se retiraron apenas se diluyó la amenaza de una intervención europea, después de 1918. La ocupación militar de la República Dominicana finalizó entre 1922 y 1924; el derecho de intervención en Cuba, en 1925. Los marines fueron retirados de Nicaragua en 1925, llamados nuevamente por el presidente de Nicaragua en 1927, y retirados de modo definitivo en 1933-34. También el `corolario de Roosevelt´ fue tácitamente abandonado y sustituido por la política de `buena vecindad´ de F. D. Roosevelt. En 1941 los Estados Unidos habían renunciado al control de los estados del Caribe, que cayeron en el caos político y las revoluciones.”
 
Epílogo...
Nada en la historia de los imperios coloniales fue más espectacular que la velocidad con que desaparecieron. En 1939 parecían estar en el cenit, y en 1965 prácticamente habían dejado de existir. La cosa fue todavía más sorprendente desde el momento en que las principales potencias coloniales -Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos, Bélgica y Holanda- habían salido ganadoras de la segunda guerra mundial y continuaban siendo las principales potencias. Por todo ello el final de los imperios no puede ser explicado en términos de una decadencia de Occidente, porque Occidente conservó su preponderancia económica y política. ¿Por qué entonces hubo una descolonización?”
 
Lectura para comprender un poco más los barros del presente analizando los lodos del pasado que no dejaban de ser otros barros de otros lodos anteriores. Ideal para lectura de reposo obligatorio, veladas tranquilas al calor de la mesita o turnos tediosos de tropecientas horas sin novedad en el horizonte. Porque al final la pregunta es si realmente llevamos civilización y cultura o simplemente nos impusimos a otras civilizaciones y otras culturas...

lunes, 30 de noviembre de 2015

 

 

Libro: Las grabaciones de Bill Clinton
 – Diario confidencial del Presidente 1993-2001-

Autor: Taylor Branch
Editorial: RBA Libros, S.A.
Traducción: Mª Luisa Rodríguez Tapia
Edición: Primera edición marzo de 2010
 

Buen momento para repasar el paso por la presidencia de EEUU de Bill Clinton ahora que parece que su señora se presenta como muy posible candidata por el partido demócrata a las elecciones del año que viene. Una presidencia la de su marido que ha pasado a la histeria colectiva como la de la mamada y posterior corrida en el vestido de una becaria...

 

Pero lo cierto es que Bill Clinton asumió las riendas de un país victorioso de la Guerra Fría y un mundo cuyas cuadernas derivadas de la lucha entre capitalismo y comunismo se resquebrajaban con una Rusia reinventándose a sí misma con fuerzas reaccionarias en su seno, África desangrándose en guerras civiles y matanzas, una Europa convulsionada en los Balcanes donde la tardanza en responder de los países europeos recuerda la situación actual en la Guerra al Estado Islámico, las tortuosas conversaciones de paz entre Arafat e Israel y un frente interno donde los republicanos mandaban en las cámaras y boicoteaban los intentos de Clinton con Medicare mientras la prensa aireaba sus asuntos maritales y lograba su administración reducir el déficit del país creando millones de empleos...
 
Pero Bill Clinton también representó la llegada al poder de la generación de jóvenes que en los 60´s eran activistas a favor de los derechos civiles y contra la intervención militar y la guerra en Vietnam. Preocupado por cómo la historia vería su legado y su paso por el despacho oval, confía en un antiguo compañero de piso y asesor personal para que se realicen unas grabaciones donde Clinton rememora los hechos y aporta detalles para los futuros historiadores...
 
La contraportada es parca en detalles del autor, Taylor Branch, que se nutre de las grabaciones que hacía tras las entrevistas en la Casa Blanca para mostrar un Presidente en su intimidad, ágil de mente pero achacoso físicamente. Una visión bajo un nuevo prisma para el común de los mortales que consume imágenes y noticias de los medios de comunicación. El autor escribe de forma leal, resaltando las contradicciones y las tribulaciones al calor de una tertulia de Bill Clinton.
 
Resulta fascinante asomarse a las entretelas del poder, tal vez localista para el lector no estadounidense cuando trata de política interna pero que repercute en la política mundial. Ver cómo asoman poco a poco personajes que ahora son ya históricos como Ben Laden o aterradoramente actualidad como Putin, hace que el interés de la obra sobrepase el mero interés presidencial y supone una crónica del gobierno del mundo por una super potencia.
No me enrollo más y os dejo unos brevísimos pasajes que os inciten a su lectura...
 
Somalia...
Clinton recordaba advertencias similares del general Colin Powell, el presidente saliente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, en el sentido de que una persecución centrada en Aidid dominaría y acabaría desplazando los esfuerzos políticos fundamentales para reconciliar a las facciones en toda Somalia. Además, Powell se había mostrado escéptico ante las propuestas de operaciones concretas en el caos calcinado de Mogadiscio. Había predicho que habría escasas posibilidades de una `captura´ por parte de unidades de élite a partir de datos de los servicios de inteligencia, pero el presidente se había dejado llevar por el optimismo, pese a haber oído expresar dudas más que suficientes como para justificar la cautela. Dijo que el propio Powell, en uno de sus últimos actos oficiales antes de retirarse del ejército, había respaldado la convicción de los generales estadounidenses de que podían localizar a Aidid.”
 
TLCAN...
El presidente necesitó muy pocas preguntas para elaborar su propio relato sobre las   últimas batallas en el Congreso a propósito del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Dijo con una gran sonrisa que el presidente de la Cámara de Representantes, Tom Foley, llamaba al TLCAN `la Ley de Lázaro´, porque se había alzado milagrosamente de entre los muertos. Hacía menos de dos semanas, añadió, los líderes de la Cámara David Bonior y Dick Gephardt habían ido a la Casa Blanca a proponer que se retrasara la votación definitiva, prevista para el 17 de noviembre, porque no querían humillar a su presidente justo antes de la cumbre con los jefes de Estado asiáticos. Clinton dijo que agradecía el gesto, pero lo rechazó. Al proyecto de ley le faltaban todavía 40 votos el 14 de noviembre, cuando dio una cena para todos los congresistas indecisos como parte de la enorme agitación de presiones y negociaciones de última hora.”

 
Haití...
El presidente estaba nervioso. En estos casos, solía decir que me convenía más dedicarme sólo a escribir, que la política era otra cosa. Yo me apresuré a decir que su discurso podía apelar al optimismo de los estadounidenses. Haití era el perdedor por excelencia. Si la democracia podía echar raíces allí, aumentarían las esperanzas en todas partes, desde Arabia saudí hasta China. Era comprensible que la gente se retrajera ante los desposeídos y no tomara en serio sus perspectivas, pero el movimiento de los derechos civiles había asombrado al mundo con las nuevas libertades conseguidas. Aristide, como Martin Luther King, era un apóstol de la no violencia que se enfrentaba a un poder arraigado. Haití aspiraba a vivir otro milagro nacido de la parte más luminosa de nuestro patrimonio.”
 
Geopolítica...
El éxito continuado incrementaría una oleada de optimismo que el presidente llamaba    `la vuelta de América´. Dijo que lo había notado en Alemania. Ni siquiera los países más avanzados de Europa eran capaces aún de mantener los acuerdos regionales de seguridad sin el liderazgo de Estados Unidos, y nuestras garantías significaban para ellos más de lo que pensábamos. Clinton manifestó que el deseo de lograr una cooperación pacífica había despertado emociones públicas tan profundas que los políticos no sabían todavía darles estructura y forma. Ésta fue una lección que siguió repitiendo al hablar de su viaje a las Islas británicas, cuyos momentos destacados recordó al menos durante veinte minutos.”
 
El 4º poder...
Le recordé al presidente que habíamos interpretado esto de varias maneras en nuestras sesiones. Una vez había denunciado que los periodistas se apuntaban con
mucha alegría a ser cómplices de sus adversarios. Después había especulado sobre la posibilidad de que las fuerzas que estaban dividiendo el mercado empujaran la cobertura informativa hacia el sensacionalismo. Añadimos ideas derivadas de la superposición histórica de la tecnología de la información con la Guerra Fría, que había proporcionado la base de cuarenta años de noticias con la amenaza de la aniquilación nuclear. Pero en esos momentos nuestros comunicadores políticos tenían que encontrar el drama diario en otras cosas. Clinton se limitó a asentir. Mencionó varias veces, en tono jocoso, una teoría del `agujero emocional´ en la cultura de las noticias basura.”
 
Hillary Clinton candidata por Nueva York...
Durante nuestra sesión de principios de junio, Clinton parecía preocupado por los informes que Hillary enviaba desde su sede de precampaña. Tras haber asumido que su    mujer se presentaría, ya no se mostraba tan convencido con la idea. Ese día, sin ir más lejos, ella había sufrido una emboscada a manos de treinta enfadados manifestantes en un acto de precampaña en Binghamton, pero en otros momentos se había visto rodeada de multitud de seguidores que podían llegar, como le había dicho a ella, a la adulación y la alteración. La tensión la desequilibraba. A pesar de sus dos décadas de experiencia política, no lograba discernir si la intensidad era la propia de una candidatura en Nueva York o si se debía a su perfil como candidata. En cualquier caso, estaba agitada. El presidente no dejaba de repetir que apoyaría la decisión de su mujer. Se había comprometido, me dijo, a no vivir dedicándose exclusivamente a ella tras dejar la Casa Blanca.”
 
Heraldos del presente...
Al reanudar la grabación, hablamos del atentado suicida del 12 de octubre contra el USS Cole en el puerto de Adén, Yemen, donde se encuentran África y el mar de Arabia. El presidente dijo que pensaban que el instigador había sido Bin Laden.
Nuestra gente sabía dónde se había fabricado parte de la bomba. El FBI, con un destacamento especial de 250 investigadores estadounidenses, estaba teniendo problemas con el Gobierno yemení. Ambas partes exigían estar al mando de la investigación, debido a la desconfianza mutua, y Clinton dijo que habíamos tenido suerte de que se hubiese filtrado a la prensa muy poco sobre esas fricciones. Era un conflicto muy intenso -en el que discutían por nimiedades y por cosas fundamentales- y lo único que podía hacer él era exigir resultados. El presidente se encogió de hombros. `Mira -recordó- , yo también he tenido muchos problemas con el FBI.´ “
 
Libro para amantes de la política y buceadores de la misma porque quienes busquen    morbo y escándalos se encontrarán el trabajo de un escribano que defiende el papel de su presidente como animal político y que trató de ser mensajero de un nuevo mundo en paz pero acosado por sus rivales políticos, la prensa y el sensacionalismo de sus aventuras de alcoba pero cuya administración logró acciones de paz que aún perduran y avances en la sociedad pero que seguramente pase a la memoria colectiva por su lascivia y tal vez eclipsado si su esposa es elegida presidenta...

sábado, 24 de octubre de 2015

 

Libro: Los Ford – Una epopeya americana -

Autor: Peter Collier y David Horowitz
Editorial: Tusquets Editores, S. A.
Traducción: José Arconada y Javier Ferreira
Edición: 1ª edición, julio de 1990
 

Aprovechando el escándalo de Volkswagen a sus clientes tenemos la excusa perfecta para asomarnos a la historia de la industria del automóvil de la mano del hombre que propició el consumo masivo de un producto que cambió el mundo y la sociedad así como la historia de la dinastía que inició para reinar en un reino: la Ford Motor Company

 

El acierto de los autores y mérito del libro es que saben guiarnos por los derroteros vitales que iban unidos al derrotero industrial del automóvil, los primeros tiempos donde Henry Ford crea el Modelo T y el tractor agrícola que permitía a la ciudadanía adquirir autos y a los granjeros explotar más productivamente sus tierras. Astuto para rodearse de talentos y con métodos innovadores en el proceso de fabricación y de relaciones laborales, crea un reino que será decisivo en la trayectoria de los Ford mientras evoluciona la industria a lo largo de las décadas...

 

Puedo deciros de los autores que eran ya conocidos como periodistas y reporteros de prestigio en los años sesenta, publicando el libro que nos ocupa en 1987 perteneciente a una trilogía que abarca a los Kennedy, los Rockefeller y los Ford. Su intención fue desde el comienzo dar una visión histórica de los orígenes de la economía norteamericana mediante la ajetreada vida de tres familias carismáticas que no sólo forjaron su propia fortuna, sino que sentaron las bases del actual poder político de los Estados Unidos...

Datos como siempre de la contraportada y actualizados a la fecha de la edición, pero sin más verborrea, unos breves pasajes que os inciten a su lectura...
 

Influencia maternal...

Gracias a la disciplina de su madre, Henry se volvió callado e inexorablemente introvertido. Tal como él mismo recordaría más tarde, su enfoque de la vida, cuando era joven, era casi místico, y siempre trataba de descubrir el significado de cada experiencia. Recordaba, por ejemplo, las clases de boxeo impartidas por un luchador canadiense que trabajaba para su padre como jornalero. El hombre había hecho una cabeza de trapo, le había pintado rasgos humanos y colocado en un palo de la cerca para enseñarle a Henry y a sus hermanos cómo buscar el máximo efecto golpeando en la sien, justo encima de la oreja. Pronto se le presentó la oportunidad de practicar lo que había aprendido. `Un chico volcó mi almuerzo de una patada, y cuando yo le pateé un pie, él se puso a perseguirme´, recordaba Henry. `Una mujer asomada a su ventana que vio lo sucedido gritó: O zurras a ese chico o lo haré yo. Me volví y golpeé al chico en la sien. Cayó al suelo patas arriba. Nunca volví a usar ese golpe.”
 

Henry Ford se hace célebre...

"Al principio Ford quedó sorprendido por su repentina celebridad. Un día entró en su oficina y le dijo a la secretaria:`¿Sabes? Creo que debería dejarme crecer el bigote. Todo el mundo parece reconocerme´. Probó con la barba postiza durante unos días, al cabo de los cuales entró y la tiró sobre el escritorio murmurando: `Bueno, no funciona. Creo que reconocen el coche´. La multitud de curiosos se reunía frente a su casa de la calle Edison, con lo que le resultaba difícil ir y venir de la oficina. Finalmente tuvo que mudarse. Había pensado construir una residencia más segura en el excelente terreno de 55 acres que había comprado en Gaukler Pointe, un emplazamiento exclusivo en el lago St. Claire, a unos veinte kilómetros de Detroit. Pero lo disuadió la perspectiva de tener como vecinos a la autoproclamada aristocracia de Detroit y, en su lugar, decidió construir sobre una extensión de 1.500 acres que había reunido con esmero en Dearborn, a lo largo de la orilla del río Rouge: los mismos bosques por los que paseó con su padre buscando pájaros y animales cuando era niño.”
 

Rivalidad entre Henry Ford y su hijo Edsel...

Henry interrogaba constantemente a la gente que sabía de la vida privada de Edsel.

Una vez se le vio en su despacho del laboratorio de ingeniería hablando en voz abaja con uno de los sirvientes de Gaukler Pointe, y confesó que el criado era un soplón al que pagaba para que lo mantuviese informado de las actividades de su hijo cuando estaba en casa. Para escapar de la incesante vigilancia, Edsel, con todo y ser presidente de una de las corporaciones más grandes del mundo, se encontró a si mismo tratando de huir de su padre como un adolescente. Algunos empleados le demostraron solidaridad ayudándole en sus triquiñuelas. En una ocasión, por ejemplo, Edsel quiso asistir a una fiesta formal que se celebraba a primeras horas de la tarde. Sacó su traje del maletero del coche, se cambió en el despacho y salió. Su ayudante, Ed Harper, sabía que Henry no tardaría en indagar sobre el paradero de su hijo, cosa que hacía diariamente, así que instruyó a uno de los capataces de la planta para que le dijese al Ford padre que Edsel estaba en la fundición. Como viera que el capataz se mostraba vacilante, Harper le dijo: `Mira, ya va siendo hora que aprendas a decir mentiras piadosas para ayudar a Edsel´. El hombre transmitió la mentira piadosa a Ford y, cuando descubrió el engaño, poco le faltó para perder su empleo de capataz.”
 

Un nuevo producto de la Ford Motor Company...

"Mientras los diseñadores de Krafve procuraban un diseño sin igual, todo el proyecto se mantenía en el más profundo secreto. Cada vez que se informaba de la pérdida de una   

llave, todas las cerraduras que clausuraban el estudio eran cambiadas. Las puertas estaban vigiladas por agentes de seguridad durante las veinticuatro horas. El terreno elevado que rodeaba el estudio se controlaba periódicamente utilizando un telescopio para detectar posibles espías. Hacia finales del verano de 1955 el diseño estaba ya acabado, incluyendo algunos detalles que lo diferenciarían: una delantera que sus detractores aseguraban se parecía al collar de un caballo; alas traseras horizontales que chocaban con la moda de aletas verticales dominante en ese momento en el mercado; un sistema de transmisión particular, en que los cambios se hacían pulsando los botones respectivos reunidos en el centro del volante. El 15 de agosto se desveló el modelo de arcilla, y el Comité de Planificación de producción se puso espontáneamente de pie para estallar una ovación.”
 

Henry Ford II y Iacocca...

Henry quedó desconcertado por la forma en que Iacocca se promocionaba a sí mismo y por el hecho de que se apropiara de la maquinaria de relaciones públicas de la empresa para su beneficio personal, con una publicidad que dejaba prácticamente de lado al

mismo Henry. No sólo las portadas de Time y Newsweek presentaban su imagen, sino que los artículos interiores apenas mencionaban al capitán del navío Ford. Sin embargo, Iacocca había estado dispuesto a dedicar inacabables horas a las entrevistas y a las fotografías, cosa que Henry no hubiera hecho debido a que su vida privada lo absorbía cada vez más. De modo que, pese a que Iacocca pudiera haber llevado a la práctica un golpe de efecto dentro de la compañía, en última instancia Henry tenía que estarle agradecido. El modelo Mustang dio a su compañía la imagen de una empresa orientada nuevamente y corriendo por la pista. También le daba algún respiro para poder tomar las decisiones pertinentes con respecto a su vida íntima.”
 

Henry Ford II deja el mando de la Fundación Ford...

Henry se preocupó de que todos los fideicomisarios recibieran en la mañana de la 

reunión, 16 de diciembre, una carta suya. Señalaba allí que aun cuando estaba orgulloso de la Fundación en lo general, `también me ha dado motivos para sentirme frustrado y a veces simplemente irritado´. Explicando que juzgaba una hipocresía negar que la riqueza de la institución provenía de los frutos de las empresas norteamericanas, agregaba: `No represento al gran magnate empecinado, que cree que todos los filántropos son socialistas y todos los profesores universitarios, comunistas. Sencillamente quiero decir que tal vez valga la pena tratar de preservar el sistema que posibilita la existencia de una fundación (...)´. La carta iba acompañada de una fotocopia de una caricatura del New Yorker en que aparecía un ejecutivo joven de la Fundación arrojando billetes de dólares por la ventana, mientras un colega de más edad, horrorizado, le decía: `Un momento, joven: esa no es precisamente la manera en que hacemos las cosas en la Fundación Ford´. En ella había escrito un comentario de su puño y letra: `A mis compañeros fideicomisarios, con mi afecto y mi alta estima. Tal vez este personaje tiene una idea mejor.”
 

Epílogo...

En cierto modo, el drama de la historia de los Ford se asentaba en el exilio familiar.   Después de que Henry Ford II dejara la presidencia del directorio para retirarse a su hogar con Kathy, todo dramatismo despareció de la Ford Motor Company. Tal vez alguna vez vuelva otro Ford a ocupar el puesto cumbre, pero no habrá surgido del molde épico que diera origen a Henry II, o al anciano cuyo nombre heredó y cuyo poder resucitó. Después de su retiro, la historia que dominara durante casi cuatro décadas comenzó a dirigirse lentamente hacia el equilibrio descrito siempre en el último capítulo de las novelas victorianas.”
 

Libro apasionante ideal para votantes de PODEMOS, votantes que antes pudieron, guardas nocturnas, velatorios hospitalarios, lectura de noche, apasionados del capitalismo USA, apasionados de los coches, curiosos en general y a la suegra para recordarle que, cuando se vaya de este paño de lágrimas, sus jodidas normas para poder disfrutar de su sopa boba mientras dura la crisis se irán a freír espárragos...

sábado, 10 de octubre de 2015

 

 

Libro: Historia de los pueblos árabes

Autor: Albert Hourani
Editorial: Editorial Ariel
Traducción: Blanca Rivera de Madariaga
 

Traemos hoy un libro de 1991 que puede servirnos para enmarcar dentro de sus coordenadas el fundamentalismo islámico basado en una interpretación del Corán y que ha dado lugar a lo que conocemos como califato de terror o Estado Islámico donde una vez más Occidente debe involucrarse en un enfrentamiento que a ojos profanos puede parecer simplemente un asunto de religión...

 

Nada más lejos de la realidad que una interpretación simplista y se hace necesario indagar en la historia de unos países que hay que recordar que tienen poco tiempo histórico como Estado y en ocasiones sus fronteras fueron plasmadas sobre el mapa por las distintas
potencias occidentales. El autor logra de forma amena pero instructiva llevarnos por la historia de los pueblos árabes que a partir del siglo VI encontrarían en el Corán y en la lengua árabe el catalizador del islam. No es nada farragosa y encontrareis en sus páginas la comprensión del mundo actual donde los pueblos árabes tratan de entrar en la modernidad a la vez que se enfrentan a corrientes internas que muchas veces parecen indescifrables para el lector occidental.
 
Un repaso a sus siglos de historia y de histeria donde la conmoción del colapso del Imperio Otomano hizo posible que las potencias europeas se hicieran dueñas de su destino, del fin de la Guerra Fría y el ocaso de los nacionalismos junto con la existencia del Estado de Israel ha creado una amalgama que el autor al final del libro, escrito en 1991, no insinúa pero bajo su tercero análisis los barros de este lodo fundamentalista y terrorista actual se hacen visibles. Pero desde el inicio y a través de sus páginas realizareis un viaje apasionante que hace ver con otros ojos lo que a veces las noticias de actualidad y los intereses creados simplifican demasiado sin dejarnos ver la pluralidad de las sociedades árabes.
 
Albert Hourani nació en 1915 en Manchester, Gran Bretaña. Cursó estudios en el
Magdalen College de Oxford. De padres libaneses, el gran islamista Hourani inició su carrera docente en la Universidad Americana de Beirut. Estuvo en El Cairo durante la Segunda Guerra Mundial como agregado del ejército británico y tras la guerra regresó a Oxford, ciudad donde desarrolló gran parte de su actividad profesional, siendo hasta 1971 director de Middle East Centre. Declarado emérito en 1979, se dedicó a partir de entonces a dictar cursos como profesor invitado en las universidades de Chicago, Harvard y Darmouth. Es autor de numerosos trabajos sobre Oriente próximo. Fallecido en 1993, Hourani fue uno de los más eminentes conocedores de la historia y la cultura árabe del siglo XX.
Datos sacados como siempre de la contraportada del libro y os dejo unas breves pinceladas que os inciten a su apasionante lectura:
 
Aparición del islam...
A principios del siglo VII se combinaron dos mundos; un mundo establecido que había perdido parte de su fuerza y seguridad, y otro limítrofe que estaba en contacto más estrecho con sus vecinos del Norte y abierto a su cultura. El encuentro decisivo entre ambos tuvo lugar en los años centrales del siglo. Se creó un nuevo orden político que incluía toda la península arábiga, las tierras de los sasánidas y las provincias sirias y egipcias del Imperio Bizantino. Las viejas fronteras fueron borradas y se crearon otras nuevas. En este nuevo orden, el grupo dirigente no estaba formado por los pueblos de los Imperios, sino por árabes de Arabia occidental y, en gran medida, de La Meca”
 
El poder y la justicia de Dios...
A mediados del siglo II de la era islámica (siglo VIII d.C.) surgió una escuela en un sentido más amplio, que agrupaba a pensadores con ideas claras y estructuradas sobre toda una serie de problemas. Naturalmente, llamarles escuela no implica que todos
tuvieran las mismas ideas o que éstas no evolucionaran de una generación a otra. Se trataba de los mutazilíes (o <<los que se mantienen apartados>>). Creían que la verdad podía alcanzarse utilizando la razón para comprender lo que se dice en el Corán; de este modo, tendrían respuestas para las preguntas antes expuestas. Dios es único. Su esencia carece de atributos. Concretamente, carece de cualidades humanas. El Corán no podía proceder de su boca; así pues, debió de crearse de otra manera. Dios es justo y, por tanto, está vinculado a un principio de justicia. Pero el hombre debe ser libre, ya que no sería justo juzgar a los hombres por acciones que no son libres de realizar. Si los actos humanos son libres y están sujetos a juicio, se deduce que la fe no basta sin buenas obras. Un musulmán culpable de faltas graves no puede ser llamado infiel ni creyente de verdad: ocupa una posición intermedia.”
 
Poesía...
“La alta poesía se escribía en lengua estrictamente gramatical, recreaba ciertos temas conocidos y recogía el eco de poemas anteriores, pero junto a ella existía una literatura ampliamente difundida que sería excesivamente simple denominar `popular´, aunque fue muy apreciada por numerosos estratos sociales. La mayor parte de ella fue efímera, compuesta de forma más o menos improvisada y no fue escrita, sino que se transmitió oralmente y se perdió con el tiempo, aunque una pequeña parte ha sobrevivido. El zéjel, que surgió en el Ándalus en el siglo XI, se extendió rápidamente por el mundo de habla árabe. También existe una tradición teatral. Han sobrevivido varias obras de teatro para sombras chinescas escritas por un autor del siglo XIII, Ibn Daniyal, pensadas para ser puestas en escena por marionetas o manos delante de una luz y detrás de una pantalla.”
 
Siglo XVIII...
En el siglo XVIII tuvieron lugar dos tipos de cambio de especial importancia. En el gobierno central de Estambul, el poder se trasladó de la familia del sultán a una
oligarquía de altos funcionarios civiles próximos o pertenecientes a las oficinas del gran visir. Aunque entre ellos había diferentes grupos que competían por el poder, estaban vinculados entre sí y también, en más de un sentido, con los altos dignatarios del funcionariado judicial y religioso. Tenían una cultura común, en la que participaban tantos elementos árabes y persas como turcos. Compartían una misma preocupación por la solidez y el bienestar del Imperio y la sociedad a la que protegían. No se mantenían al margen de la sociedad, como hicieran los esclavos familiares, sino que participaban en la vida económica a través de su control de las donaciones religiosas y los impuestos rurales, y se asociaban con los comerciantes con el fin de invertir en el comercio y en tierras.”
 
Aparición del nacionalismo árabe frente a los imperios europeos...
Tanto ´Abduh como Rida eran ulemas de educación tradicional, preocupados no sólo por justificar el cambio, sino por imponerle un límite. Para los que se habían formado en las escuelas modernas, el atractivo de la opinión de ´Abduh sobre el islam era que les otorgaba la libertad de aceptar las ideas del Occidente moderno sin sentirse traidores hacia su propio pasado. Una serie de autores, algunos de los cuales afirmaban serle fieles, comenzaron a exponer nuevas ideas sobre la forma en la que debían organizarse la sociedad y el Estado. Fue en esta generación cuando apareció de forma explícita la idea del nacionalismo entre los turcos, árabes, egipcios y tunecinos. Con anterioridad se habían producido algunos atisbos de conciencia nacional en los que subyacía algo más antiguo y poderoso, el deseo de unas sociedades ancestrales de continuar sus vidas sin sufrir interrupción; sin embargo, como idea articulada que animaba a los movimientos políticos no adquirió importancia hasta las dos décadas anteriores a la primera guerra mundial”
 
Estados árabes y el Estado de Israel...
El futuro de la relación entre los Estados árabes e Israel también pasó a estar relacionado con la cuestión del alineamiento. En la década de 1950, los gobiernos
británico y americano discutieron diversos planes para alcanzar una resolución al problema: había que realizar ciertos reajustes en las fronteras de 1949 en favor de los árabes, conseguir el regreso de algunos de los refugiados a sus hogares y la absorción de la mayoría de ellos en los países árabes circundantes. Si los Estados árabes mantenían estrechos vínculos con las potencias occidentales, ello supondría la aceptación de esta solución y algún tipo de reconocimiento de la existencia de Israel. Por otra parte, la formación de un grupo neutral de Estados árabes que mantuviera buenas relaciones con los bloques Este y Oeste podía utilizarse para incrementar el peso político de los países árabes y para consolidar sus fuerzas armadas, comportando así un cambio radical en la situación generada por los acuerdos de armisticio de 1949.”
 
La mujer árabe del siglo XX...
No obstante, estos cambios tenían lugar dentro de una estructura legal y ética que en gran medida permanecía inalterable y que continuaba manteniendo la supremacía del hombre. Efectivamente, se estaban produciendo algunas transformaciones en las formas de interpretación de las leyes islámicas relativas al estatus personal. Entre los países árabes, tan sólo Tunicia había abolido la poligamia, pero en los restantes países era cada vez más infrecuente.
En algunos países, por ejemplo en Tunicia e Iraq, las mujeres tenían menos dificultades para solicitar la disolución del matrimonio, pero en los demás países se mantuvo el derecho del marido a divorciarse sin ninguna explicación y sin un proceso legal; el derecho del marido divorciado a la custodia de los hijos a partir de una edad determinada, también permaneció inalterable. En algunos países, la edad mínima para el matrimonio se elevó. En otros, las leyes de la herencia también se reinterpretaron, pero en ninguno existía una ley secular que regulara la herencia. Aún menos se habían introducido en país árabe alguno leyes seculares sobre el estatus personal para reemplazar las que derivaban de la shari' a, como había sucedido en Turquía.”
 
Una mínima muestra de un libro fundamental para conocer la historia de los países árabes no tan ajena a la occidental y que actualmente se debate entre incorporar su sociedad a la globalización o implantar un nuevo califato basado en el terror donde Europa y Occidente tienen una buena oportunidad para llevar progreso y democracia Un libro para que la persona ajena al islam comprenda los argumentos que justifican el terrorismo fundamentalista que sólo trata de tergiversar no sólo la historia sino que además se creen los verdaderos interpretes del Corán...
 
Adecuado para mentes inquietas cristianas, inquietos de mente musulmanes y de saber un poco más, lecturas de turno de noche y estancias hospitalarias y por supuesto a la suegra que pensará que nos estamos convirtiendo en infieles y pasaremos unas risas escuchando sus diatribas para que dejemos su lectura y vayamos a comulgar como Dios manda...

lunes, 7 de septiembre de 2015

 

 

Libro: Himmler – el líder de las SS y la Gestapo

Autor: Peter Padfield
Editorial: La Esfera de los Libros, S. L.
Traducción: Ana Mendoza
Edición: Primera edición marzo de 2003

 

Europa vive una crisis humanitaria de refugiados como no se veía desde el fin de la II Guerra Mundial y es un buen momento para recordar que el conflicto tuvo una honda dimensión racial que a veces, sin ser olvidada, no se recuerda totalmente en su magnitud dentro del contexto histórico que suele reducirse a la cifra de exterminados solapando la inmersión en la superioridad racial que sufrió la ciudadanía alemana por parte de Hitler y su aparato donde destaca un hombre: Himmler
 
Leal entre leales, un tipo corriente y anodino en circunstancias normales que vivimos actualmente y que encuentra salida a sus traumas y tribulaciones en servir al líder y crear todo el aparato represivo y exterminador del régimen nazi, en el frente interior primero y luego exportando el sistema a los territorios conquistados por las armas...


 

Atormentado por sus valores religiosos, por lo poco alemán de exterminar en masa y la obsesión por encontrar los ancestros de la raza aria, crea de la nada una nueva Orden de caballería: las SS; escolta de Hítler, tropas de vanguardia en el frente ruso y leales fanáticos tras el desembarco de los aliados. A la vez, crea la Gestapo con su delfín Heydrich. Tras la purga y eliminación de los líderes de la SA, las SS irán poco a poco quitando poder al ejército y los militares de mentalidad prusiana, alzará un emporio industrial en base al exterminio de los judíos de Europa y finalmente soñará que las SS colaborarán con los aliados occidentales para mantener el orden interno de Alemania y combatir el comunismo tras ocupar el lugar de un defenestrado Adolf Hitler para terminar en la cruda realidad de ser acusado de crímenes contra la humanidad esquivando a sus captores con una cápsula de cianuro.


 

Tal vez lo más escalofriante de la figura de Himmler y sus subordinados es que eran gente corriente, personas que en circunstancias normales serían profesores de escuela o funcionarios de bajo nivel que encontraron en la borrachera del racismo y el odio al judío no sólo la oportunidad de satisfacer sus anhelos que simularan su mediocridad sino la justificación plena hasta anular la empatía y la consideración de iguales de la raza humana donde quienes no entraran dentro de las categorías útiles para el Estado nacionalsocialista sencillamente debían ser eliminados de la faz de la tierra, extirpados de la sociedad y de la ciudadanía...

 


Peter Paldfield (Bombay 1932) es un conocido biógrafo e historiador especializado en temas navales tras su paso por la Marina inglesa. Después de dedicarse al periodismo náutico ha centrado sus investigaciones en la historia de la artillería naval. Su interés por la historia de Alemania tuvo su origen en una obra que escribió sobre la rivalidad naval anglo-germánica antes de la Primera Guerra Mundial. Desde entonces ha escrito tres importantes biografías de dirigentes del Tercer Reich.

 

Datos sacados como siempre de la contra portada y actualizados a fecha de la edición, 2003 en este caso; y sin más unas breves pinceladas que os inciten a su lectura...

 

Orígenes...

Por la rama paterna, Himmler descendía de una familia de campesinos y artesanos de Ansbach, al norte de Baviera. El abuelo de Heinrich, Konrad, hijo ilegítimo de un tal

Johann Hettinger y de Johanna Himmler, que le crió, dio el salto inicial del campesinado a los estratos más bajos de la clase media. Konrad abandonó el hogar familiar a los dieciocho años para hacerse soldado. A los treinta y cinco se alistó en la Policía de Munich, siendo trasladado diez años después a la Policía de Baviera y, finalmente, a los cincuenta y tres años, habiendo sido ascendido a sargento, consiguió un puesto en la administración del distrito de Lindau, en los Alpes bávaros. Allí se casó con Ágata Kiene, veintinueve años más joven, hija del relojero de la vecina ciudad de Bregenz y tres años después nació su único hijo, Gebhard, el padre de Heinrich. Konrad Himmler murió cuando Gebhard contaba siete años. “
 

Juventud...

Por lo demás, Heinrich era un idealista romántico educado en una visión romántica de la virtud y de la historia de Alemania, como todos los jóvenes británicos, estadounidenses o franceses de su edad, a los que se había enseñado una versión absurda del pasado de su país. Un ejemplo simple pero importante de la distorsión alemana era que se pasaban por alto los factores económicos de la guerra. A dos de los héroes de la historia de Alemania inmediatamente anterior, Federico el Grande y Bismark, les habían robado la cartera: En el primer caso, fue el oro inglés el que respaldó las guerras de Prusia, y en el segundo, fue un financiero judío el que preparó el camino para los triunfos de la unificación alemana. La desaparición de este judío, llamado Bleichröder, de la historia y las biografías alemanas hasta hace muy poco es una indicación muy clara de hasta qué punto los historiadores reflejan y perpetúan los prejuicios de su época y de su sociedad. De esta manera, Heinrich Himmler, educado en una imagen nebulosa y wagneriana del pasado, más inmerso en ella acaso por los recuerdos de su padre, deseaba regresar a las raíces del pasado que, evidentemente, veía en la vida sencilla, cercana al suelo, en el este.”
 

Heydrich...

Heydrich tampoco era tan parecido al estricto ideal nórdico. Tenía las caderas demasiado anchas. El posterior ayudante de Himmler le describía como `de tipo femenino y poco germánico´. También tenía estrabismo, que le daba un cierto aire de mongol y que hacía que Himmler le acusara de descender de las hordas de Genghis Khan. Era un comentario apropiado. Incluso sus fotografías comunican la sensación de crueldad: la cara, larga y asimétrica, con labios delgados y ligeramente inclinados y los ojos glaciales de color gris azulado sugieren a un ser infinitamente calculador y diabólico. Uno de sus últimos colegas, Werner Best, le describe como `la personalidad más demoníaca de la dirección del Nacional Socialismo´. Himmler no pudo elegir mejor. Es discutible hasta qué punto fue importante su participación, pero de lo que no cabe ninguna duda es de que si Heydrich no hubiera demostrado ser ideal y, además, lo mismo que Jürgen Stroop, un gemelo ideológico suyo, le habría dejado de lado enseguida, al igual que a todos los que había nombrado anteriormente.”
 

Rivalidad de las SS y el Ejército...

El documento ilustra cómo eran las técnicas de negociación de Himmler. Estaba en el umbral de una formación armada de las SS entrenada como unidad militar. Esto era más que suficiente. Ya nos deparará el futuro las oportunidades para abrir más la puerta. Por el momento, está dispuesto a aceptar las limitaciones de las SS cuidadosamente especificadas, por lo que se refiere a número de hombres y de independencia, con las que Von Blomberg intenta preservar la situación del Ejército como único organismo armado de la nación. Está previsto que las tropas armadas de las SS asuman la responsabilidad del Ejército y se encarguen del orden en el interior del país y dejen a la Wehrmacht libre para encargarse de los enemigos externos. Es interesante comentar que está contemplada la idea de aumentar el número de miembros de la Policía Política con hombres de las SS para mantener el orden detrás de las líneas en territorio ocupado en época de guerra, la expansión hacia el este que Von Reichenau había esbozado al capitán de grupo Winterbothan ese mes de febrero: `4) En caso de guerra... Se podrá llamar hasta a 25.000 hombres para reforzar a la Policía Política...¨. “

 

Qué hacer con los enfermos mentales...
Estos programas no surgieron de repente con el estallido de la guerra. Se llevaban discutiendo durante años en un círculo reducido y hacía meses que estaban preparados con todo detalle. Hitler había dado órdenes verbales para que se pusieran en marcha,
como muy tarde, en julio de 1939. A finales de mes, Boulher invitó a Berlín a entre quince y veinte directores de instituciones mentales y a otros expertos y les inició en los planes. Boulher les había dicho que si se eliminaba a una parte de los enfermos mentales, quedaría espacio libre en los hospitales, así como personal médico suficiente, como para curar a los heridos de la futura guerra. No se obligaría a nadie a participar. Sin embargo, todos los presentes estuvieron de acuerdo en que lo harían. Según un testimonio de después de la guerra, sólo les hablaron de la `eutanasia´ para los enfermos mentales. En este caso, es difícil entender por qué los cuestionarios contenían cuestiones sobre raza.”

 
Ensayando el extermino industrial de los judíos...
La escena que Himmler presenció después de abrir las puertas de la cámara de gas de Auschwitz debió de ser muy parecida a la que describió Gerstein. A los hombres de las SS trasladados del programa T4 y a los ucranianos, estonios, letones y otros auxiliares extranjeros de las SS los habían instruido sobre los procedimientos habituales en un campo especial, situado en Trawniki, creado el otoño anterior y se habían utilizado prisioneros judíos para las prácticas. Parece que lo que vio le causó poca impresión a Himmler, según Höss, ya que simplemente contempló todo el proceso hasta la evacuación del Búnker número 2 y `no puso ninguna objeción pero tampoco dijo nada´. Y esa noche estuvo de un humor excelente. Sea cual sea la interpretación que se dé a esto, no cabe ninguna duda sobre el efecto que la experiencia tuvo en sobre Gerstein. Se quedó tan destrozado por lo que vio en Belzec y Treblinka que se reunió con el secretario de la Embajada Sueca, el barón von Otter, la misma noche en que el tren regresó de Varsovia a Berlín, le contó todos los detalles con lágrimas en los ojos y le rogó que se lo transmitiera a su gobierno y a los aliados. También intentó informar al Vaticano a través del Nuncio en Berlín.”
 
Consecuencias de atentar contra Hitler...
Parece ser que Himmler habló con Hitler y le comunicó que deseaba que los juicios recibieran la máxima publicidad por parte del cine y de la radio y también le convenció de que había que entregar a los conspiradores al Volksgerichtshof, o Tribunal Popular, para que los procesos se realizaran de forma semejante pero ante un público estrictamente seleccionado para conseguir la credibilidad política. Como a los militares solamente los podían juzgar los de su misma casta, esto implicaba que antes, se debía reunir un Tribunal de Honor para expulsar a los conspiradores del Ejército. Esto es un indicativo de las profundidades en que había caído la moral y, de hecho, el honor del cuerpo de oficiales. No hubo ninguna dificultad en reunir a un grupo de generales bajo el mando del mariscal de campo Von Rundstecht, que estaban deseosos de expulsar a los oficiales nombrados simplemente contando con las pruebas de la Gestapo y sin escuchar su defensa.”
 
Tratando de huir...
"Tuvieron que abandonar los coches y continuar a pie, mezclados con los refugiados y los soldados que se dirigían a sus casas y dormir al aire libre, en estaciones de ferrocarril o en los heniles de las granjas. Himmler se había afeitado el bigote, se había colocado un parche negro sobre el ojo derecho y llevaba un uniforme de sargento de la Geheime Feldpolizei. Sus dos ayudantes iban disfrazados de soldados rasos de la misma organización, una jerarquía que posiblemente indicaba su necesidad de ser superior. Al final, fue la causa de su perdición porque la Geheime Feldpolizei era una de las organizaciones que estaba en la lista negra de los Aliados que detenían automáticamente a todos los que llevaban su uniforme de sargento para arriba. Otra cosa que Himmler también desconocía era que los daneses habían comunicado a los servicios secretos británicos que se dirigía al sur, hacia Baviera, y que estos estaban ojo avizor.”
 
Libro necesario para recordarnos que todos somos asesinos en potencia y preguntarnos cómo fue posible que surgiera una figura como Himmler donde hay que tener en cuenta todos los factores y que tal vez sea cierto aquello de que para que triunfe el mal sólo hace falta que las buenas personas no hagan nada... Pero si votar a Hitler le pareció a una inmensa mayoría de alemanes lo correcto en su momento resulta difícil entender que por evitar el comunismo se permitiera el nazismo. La virtud de Himmler fue realizar las ideas de su superior, que calaran en sus subordinados y en mantener un férreo control sobre la masa ciudadana.
 
Ideal para curiosos de lo inimaginable y esencial para comprender que el racismo y la religión, como nos sucede ahora, son fuente de largos conflictos que cambian millones de vidas y pueden lograr alterar el curso de la historia para bien o para el mal...

sábado, 1 de agosto de 2015

 

Libro: Historia de Venecia

Autor: John Julius Norwich
Editorial: Almed
Traducción: Gian Castelli
Edición: 2003
 

En los tiempos presentes, que siempre guardan semejanza con alguno de los pasados, si evocamos la ciudad de Venecia sin duda todos diríamos los canales y sus góndolas con gondoleros, algunos además recordarán sus obras de arte tanto de ornamentos como edificaciones, unos cuantos que es un lugar romántico y casi ninguno recordaríamos que durante un milenio Venecia era Su Serenísima República cuando el resto de Europa pasaba la Edad Media, el Renacimiento y la Revolución Francesa pasando por los equilibrios de poder en Europa y cuyas galeras eran a la época lo que la VI Flota a nuestros tiempos...
 
Termina la era pagana de Roma y el cristianismo es la religión oficial y única tolerada,
con el imperio desmembrado, con Bizancio en Oriente y Roma en Occidente, donde mientras se mantiene en el primero en el segundo se va disgregando a su vez en distintos reinos. Surge en la península italiana una ciudad estado que terminará siendo un imperio mercantil y político merced a la invulnerabilidad de su laguna a las invasiones y una poderosa flota de galeras que incluye su construcción y el arte de navegarlas a la vez que los venecianos idean un sistema representativo que busca evitar el poder terrenal hereditario, todo lo contrario a lo que sucedía en el resto de Europa a la vez que era salvaguarda de la expansión otomana.

 
John Julius Norwich nació en 1929 cursando estudios en el Upper Canada College en Toronto, en Eton, Universidad de Estrasburgo y tras prestar servicio en la Armada continuó su educación en el New College de Oxford, donde se graduó en lengua francesa y rusa. En 1952 se incorporó al Foreign Service donde permaneció doce años, sirvió en las embajadas británicas de Belgrado y Beirut y formó parte de la delegación británica de desarme en la Conferencia de Ginebra. En 1964 abandonó el servicio activo para dedicarse a escribir. Datos como siempre de la contraportada de la cubierta.
 
Aunque pueda asustaros el volumen por su tamaño, os aseguro que se devora deliciosamente desde la deliciosa introducción donde el autor nos cuenta y comparte la pasión heredada de su padre por la ciudad de Venecia y de su historia, pasión que se destila en cada página y en cada acción que marcó el declive de Venecia hasta el fin de su republicanismo con Napoleón. Comprenderemos el porqué del carácter festivo y fastuoso de sus habitantes, de su peculiar sistema de poder que perduró mil años y resultará fascinante ver pasar imperios, Papa y reyes mientras Venecia permanecía eterna para asombro, elogios y admiración de quienes las visitaban...
 
Pero dejo mi verborrea y os dejo unas breves pinceladas que os inciten a querer saber más.
 
Orígenes...
Así al menos reza la antigua y venerable tradición veneciana. Por desgracia, el
documento en el que se basa, y que relaciona la fundación con la visita de tres cónsules enviados desde Padua para establecer un emplazamiento comercial en las islas del Rialto, es mucho más plausible que auténtico. Semejante misión podría, en efecto, haber recalado en las islas; podría incluso, como posteriormente asevera el documento, haber conmemorado el evento con la construcción de una iglesia dedicada a San Jaime. Sin embargo es seguro que los paduanos contribuyeron poco o nada a aquellos primeros intentos de expansión colonial, y además la fecha que con tan formidable precisión se nos proporciona diríase demasiado temprana para haber visto iniciativa independiente alguna por parte de los propios isleños, pocos de los cuales se veían como residentes fijos, al menos durante la primera mitad del siglo V. Con el paso de cada oleada de bárbaros, la mayoría de aquellos regresaban a sus casas -o a lo que quedaba de ellas- e intentaban reanudar su vida en el continente. Fueron sus descendientes quienes posteriormente comprendieron que no podían seguir así."

 
Idiosincrasia como Estado...
Con todo, no conviene exagerar tal distinción. Uno de los secretos del poderío veneciano residía en el hecho de que la República nunca contempló la dualidad defensa/comercio como dos entes separados. Sus capitanes de guerra, tanto entonces como posteriormente, nunca dejaron de compaginar su actividad con el comercio, predisposición ésta que supuso que muchas de sus expediciones militares lograran incluso autofinanciarse mientras que los buques mercantes tenían que permanecer siempre dispuestos para defenderse contra los piratas o, de vez en cuando, contra sus competidores. En la Europa feudal, en la que los guerreros de la nobleza se mantenían altivamente ajenos al comercio, un sistema tal hubiera resultado imposible, pero en Venecia no existía una casta militar por sí misma: los nobles eran mercaderes y los mercaderes nobles, con idénticos intereses entre unos y otros. Del mismo modo, los buques de guerra que producía el Arsenal se hallaban dotados de tanto espacio adicional como era posible para carga suplementaria, y a los comerciantes se les proporcionaban abundantes medios de defensa.”
 
Potencia europea...
El XIV había sido un siglo duro para Venecia, tal vez el más duro de toda su historia. Había comenzado con dos amagos revolucionarios: el de Marin Bocconio y el más
peligroso de Bajamonte Tepiolo. Luego, a eso de la mitad de su recorrido, había sufrido un tercero cuando el viejo Marino Faliero deshonró tanto al ducado como a la República y hubo de pagar por ello con su propia vida. Poco después, las sospechas que rodeaban el comportamiento de Lorenzo Celsi habían socavado todavía más el prestigio ducal. En el extranjero se había perdido Dalmacia y se había librado con Génova un fatídico pulso que había durado de modo intermitente unos cincuenta años. Los principescos vecinos de la República en el ámbito de la Italia continental -los Della Scata, Visconti, Carrara- no le habían dado respiro en ningún momento, y la peste negra, que desde 1348 retornaba de modo implacable cada pocos años para diezmar nuevamente la población, se negaba a pasar al olvido.”

 
Pérdida de Vicenza...
Para Venecia la pérdida de Vicenza, a la que quince días después había seguido la de Legnago, era mucho más grave Y presagiaba malos tiempos para el futuro. Con o sin Maximiliano, las fuerzas de la Liga eran poderosas: su velocidad y empuje formidables, y su moral alta, mientras que el ejército de la República, superado en número y en capacidad estratégica, se batía en retirada. La temporada de campaña apenas había comenzado. ¿Qué nuevas calamidades no habían de tener lugar antes de que concluyera? Padua, desde luego, podía temer un nuevo ataque, y si Padua caía, ¿qué posibilidades quedaban de conservar las costas continentales de la laguna? A lo largo de los últimos veinte años había sufrido daños irreparables. Tanto su comercio de Oriente como su Imperio de Occidente se encontraban en ruinas. Su honor se mantenía más o menos intacto, pero su reputación se había ido al traste. Sus finanzas se encontraban en estado crítico, y no tenían perspectivas de mejorar. Con el enemigo a las puertas, ¿qué esperanza tenía de sobrevivir?”

 
La alianza que vencería en Lepanto al turco...
El tratado resultante quedó formalmente proclamado el 25 de mayo de 1571 en San Pedro. Había de tener carácter perpetuo, ser ofensivo además de defensivo, y dirigirse no sólo contra los propios turcos otomanos sino también contra sus vasallos moros y sus correligionarios de las costas norteafricanas. Los signatarios -España, Venecia y el
Papado (aunque las puertas quedaban abiertas para que el emperador y los reyes de Francia y de Polonia pudieran unirse si así lo deseaban)- se comprometían a reunir 200 galeras, 100 navíos de transporte, 50.000 soldados de a pie y 4.500 de a caballo, así como la artillería y la munición necesarias. La fuerza resultante se reuniría todos los años, como muy tarde en el mes de abril, para llevar a cabo una campaña de verano allí donde juzgaran conveniente, y cada otoño tendrían lugar en Roma consultas encaminadas a decidir la actividad del año siguiente. Si España o Venecia se veían atacadas, cada una correría en auxilio de la otra, y ambas se comprometían a defender los territorios papales con todas sus fuerzas. Se lucharía siempre bajo el estandarte de la Liga, y las decisiones importantes serían adoptadas mediante el voto mayoritario de los tres generales al mando: Sebastiano Venier en representación de Venecia, Marcantonio Colonna en nombre del Papado y, por España, don Juan de Austria, capitán general de la flota combinada y medio hermano del rey.”

 
Venecia entierra al dogo Morosini en 1694...
Como cabía esperar, tuvo un impresionante funeral, primero en Nauplia, donde su
corazón y demás vísceras fueron encomendadas a la iglesia veneciana de San Antonio, y más tarde en la propia Venecia -en San Giovanni y San Paolo-, tras lo cual el cuerpo fue enterrado en San Stefano, donde una lápida sepulcral tallada señala el lugar en el que reposa. Sin embargo, el mayor monumento a Morosini no se encuentra allí, sino en el propio Palacio Ducal. En el extremo más alejado de la Sala dello Scrutinio, se alza un inmenso arco triunfal de mármol que llega casi hasta el techo y que aparece adornado por seis pinturas simbólicas de Gregorio Lazzarini. El conjunto no se distingue especialmente ni por su arquitectura ni por su calidad artística, y de hecho se antoja curiosamente fuera de lugar en tan inesperado entorno, pero pocos monumentos conmemorativos podrían ilustrar mejor el respeto que Venecia sentía por el último de sus grandes dogos guerreros o la gratitud que experimentaba hacia él por haber logrado devolverle, al menos durante unos años, parte de su antigua auto estima."

 
Bonaparte y el fin...
El siguiente informe veneciano acerca de Bonaparte -procedente del `podestá´ Alvise Mocenigo y fechado en Brescia el día 26 de mayo- nos revela a un Napoleón más airado. En su retirada, a los austriacos se les había permitido ocupar la fortaleza de Peschiera, situada junto al lago Garda. Las autoridades venecianas, salvo por una muy apocada protesta, no habían hecho el menor esfuerzo por impedirlo, y Bonaparte quería saber por qué. Mocenigo bien podría haberle hecho ver que, dado que los franceses se hallaban por entonces en Brescia (y sin permiso ni oposición alguna), difícilmente tenían derecho a protestar. No obstante, debió de juzgar que la actitud del general no recomendaba el empleo de tales argumentos. Por el contrario, informó al Senado de que finalmente había podido aplacarle, y de que al partir, Napoleón había llegado al extremo de manifestar públicamente su amistad hacia Venecia. Sin embargo, señala el informe, `se muestra orgulloso en grado sumo. Cualquier circunstancia, por nimia que sea, que parezca oponerse en lo más mínimo a sus designios provoca instantáneamente en él la ira y las amenazas.”
 
Lectura apasionante de principio a fin y sin resultar pesada o farragosa, todo lo contrario, con un estilo ameno, didáctico y dinámico que además os permitirá tomar notas por si vais a Venecia para seguir y observar los distintos monumentos y su significado cuando fueron realizados.
 
Ideal para lectura de verano, convalecencias y servicios nocturnos con tiempo muerto sin olvidar a los amantes de la historia y del arte. Ideal para la suegra que al ver el tocho se quedará pasmada y nos permitirá echar unas risas viendo su azoramiento para disimular que le gusta cuando no es capaz de leer libros de más de diez páginas...

 

sábado, 20 de junio de 2015

 

 

Libro: Los Bin Laden 
 - Una familia árabe en un mundo sin fronteras -

Autor: Steve Coll
Editorial: RBA Libros, S A
Traducción: Ana Guelbenzu, María Alonso, David Paradela
Edición: Primera edición, septiembre 2008

 

Resulta harto difícil para la ciudadanía no árabe y que no profese la religión musulmana comprender el fenómeno terrorista de Al Qaeda y de su fundador Osama Bin Laden. Inducidos por la propaganda de guerra contra el terrorismo por una parte y la construcción de un mito islamista por el otro, nos queda la imagen del noticiero con Osama posando con su fusil de asalto y la idea de un jeque religioso y millonario capaz de poner en jaque a la cristiandad y extender el radicalismo islámico como forma de gobierno...
 
Pero la realidad es más compleja y se hace necesario conocer el origen de Osama, el origen de su capacidad financiera y el origen de su poder como organización terrorista lo cual implica conocer a su vez las entretelas de las relaciones de EEUU con Arabia Saudí y la especial idiosincrasia, y porqué no decirlo, de hipocresía, de los dirigentes saudíes que son a la vez custodios de los santos lugares musulmanes de Medina y La Meca.
 
El autor, con ágil estilo narrativo y nada farragoso para las entendederas nos muestra los orígenes paternos de Osama, su éxito profesional y económico como buen vasallo de la familia real saudí y la creación de un imperio económico basado en el orden familiar musulmán. Al principio puede el lector preguntarse si resulta necesario conocer tanto de su padre y sus dos hermanos sucesores del patriarcado y control de los negocios familiares si quien nos interesa es Osama. Pero es sólo una sensación fugaz porque no es posible ver en su justa medida a Osama sin comprender sus motivaciones.
 
Asistiremos y nos sumergiremos en el fascinante mundo islámico con sus contradicciones entre una vida de seguimiento de credos y a la vez una ostentosa vida de lujos y caprichos cuando no extravagancias de los poderes árabes, la influencia de la educación religiosa basada en el Corán pero contaminados quienes la enseñan por el nacionalismo político para encauzar e inducir a los jóvenes educados bajo su magisterio en la necesidad de la guerra contra el infiel y el levantamiento contra unos dirigentes árabes y sobre todo saudíes que dicen guardar unos preceptos y la realidad intramuros es que caen en los vicios que vienen de occidente y las relaciones de los Bin Laden con EEUU que nos sorprenderán más que gratamente, casi inquietantemente


 

Steve Coll nació en Washington en 1958, escribe para The New Yorker y fue premiado con un Pulitzer por Ghost Wars: The Secret History of the CIA, Afghanistan, and Bin Laden, from the soviet Invasion to September 10,2001.

Es presidente de la New American Foundation; trabajó, durante más de veinte años, como corresponsal extranjero y de editor jefe de The Washintong Post, datos como siempre extraídos de la contra portada y referentes al año de edición. Os dejo sin más unas breves pinceladas que os inciten a la lectura del libro:

 

Mohamed Bin Laden, padre de Osama y fundador de una dinastía empresarial...

Partió para África, sobrevivió a la travesía y encontró trabajo en algún lugar de Etiopía. Pero su viaje había de terminar en desastre. En la historia oral de la familia Bin Laden se conservan como mínimo dos versiones de lo ocurrido. En una, Mohamed trabajaba limpiando en una tienda o un pequeño negocio. De acuerdo con lo que su hermano Abdullah relató más tarde a la familia, su jefe era un hombre desconsiderado y colérico que siempre llevaba un manojo de llaves atado al cinto; cierto día, enfadado con Mohamed, le arrojó las llaves a la cara. La herida fue tan grave que el muchacho perdió un ojo. Una segunda versión, conservada por algunos de los Bin Laden que se quedaron en Yemen, sostiene que en Etiopía Mohamed trabajaba en el sector de la construcción, y que fue una barra de hierro caída por accidente desde lo alto de un edificio lo que, tras impactar contra el suelo, rebotó y le golpeó en el ojo. Sea cual sea la verdad, el caso es que Mohamed Bin Laden alcanzó la edad adulta con un ojo de cristal en la órbita derecha.”

 

Saud en el trono saudí...

En el momento en que Saud accedió al trono (1953), las compañías petroleras estadounidenses pagaban unos veinte millones de dólares mensuales al tesoro saudí. Mohamed Bin Laden recibía un porcentaje fijo. Por lo visto era la única persona, aparte de Suleiman y la familia real, que por entonces tenía acceso directo a los pagos de Aramco. En teoría, su asignación debía garantizar la financiación de los muchos proyectos que tenía a su cargo, ya se tratara de palacios o carreteras, según relata el secretario comercial británico J. M. Heath en su despacho confidencial dirigido a Londres. En la práctica, sin embargo, el estado de `caos administrativo´ en que vivía el reino significaba que Bin

Laden, pese a tener `contactos influyentes´, estaba `obligado a ejecutar una serie de trabajos que, de haber sido terminados, habrían agotado sus recursos (sobre los que, según parece, pesa ya una carga excesiva)´. Los encargos de Bin Laden estaban en un punto muerto, a excepción de los trabajos que podía sufragar con las mensualidades de Aramco. Una vez más, el despilfarro en palacios y lujos había dejado el tesoro real en un estado de `extremada escasez de líquido´.”

 

Mohamed Bin Laden con sus hijos mayores...

Mohamed dispensaba un trato especial a sus hijos mayores. La sucesión de en un negocio familiar como el de Bin Laden funcionaba de forma parecida a la familia real saudí, en el sentido de que se presuponía que serían favorecidos los hijos mayores, pero también había flexibilidad, para poder poner al frente al más capaz. Parece ser que en la década de 1960 Salem y Ali eran los favoritos de Mohamed. Ali era hijo único de una de sus primeras esposas y no había disfrutado de una educación en internados como sus hermanos, pues por lo visto su padre había preferido tenerlo a su lado, trabajando sobre el terreno. A medida que los proyectos relacionados con la guerra en la frontera yemení adquirieron más envergadura, Ali se hizo cargo de la delegación regional de Taif, un puesto de gran responsabilidad. Era un joven delgado, de piel oscura, y no pasaba mucho tiempo con sus hermanos. Si Ali parecía destinado a convertirse en una especie de jefe de operaciones dentro del vasto entramado de la empresa, no cabía duda acerca de a quién preparaba Mohamed para convertirse en presidente y director ejecutivo, en heredero de Mohamed en su faceta fundamental de hombre político y amigo de la familia real. Ese hombre era Salem, el hijo mayor de Mohamed Bin Laden y Fatimah Bahareth.”

 

El joven Osama...

Durante su adolescencia, Osama Bin Laden se desenvolvió con libertad entre dos mundos solapados. Acompañaba a la familia Bin Laden en sus excursiones y se dejaba ver en sus dos empresas principales, Bin Laden Brothers y Mohamed Bin Laden

Organization. Jugaba al fútbol y montaba a caballo con los amigos de su barrio en las afueras de Yedda. Los veranos, más o menos, hasta 1976, los pasaba con la familia materna en Siria, en un ambiente algo más laico, junto a la costa mediterránea, donde daba paseos por las montañas y donde por lo visto, se enamoró de una prima más joven, una muchacha que no usaba velo a la que conocía desde la infancia. Al mismo tiempo, frecuentaba grupos islamistas, tanto en el elitista instituto Al Thaghr como en Thafiz Al Koran Al Kareem, una escuela religiosa especial de La Meca. Osama continuó sus estudios matriculándose en 1976 en la Universidad Rey Abdulaziz de Yedda. Entre los dieciséis y los veintiún años, Osama había conseguido compaginar su profunda fe religiosa con su entusiasmo por los negocios y la naturaleza, así como su deseo de compañía sexual. A partir de 1973, tomaría posiciones en un islamismo exaltado del que ya nunca se desviaría.”

 

Guerra Santa contra el imperio soviético...

Azzam se trasladó a Peshawar en octubre de 1984 para crear la Makhtab Al Khadamar u Oficina de Servicios, una organización de apoyo a los combatientes afganos y servicio a los voluntarios árabes que viajaban a la guerra. El concepto de la oficina combinaba la caridad islámica y el marketing, y entre sus proyectos figuraba la revista Yihad, cuyo primer número, publicado en diciembre, se centraba principalmente en la recaudación de fondos. La inversión inicial fue realizada por Osama, que proporcionó unas inyecciones de capital de una media de entre 200.000 y 300.000 dólares anuales. También por primera vez, la familia Bin Laden contribuyó con personal del ámbito de la ingeniería y la construcción para apoyar la guerra. Un voluntario árabe que llegó a Peshawar en 1984 recuerda una reunión con un ingeniero de obras destinado allí por la organización de los Bin Laden. Durante la peregrinación del hajj del año islámico de 1405, que tuvo lugar en junio de 1985, Azzam se alojó unos días en una residencia de los Bin Laden en La Meca. `Toda la familia Bin Laden acogió a gente. Les daban de comer y les ponían autobuses para trasladarlos´, recuerda Abdullah Anas, a la sazón futuro yerno de Azzam. En un documento de ese mismo año sobre la labor de Osama se reflejan las aportaciones monetarias realizadas por la fundación de la familia Bin Laden.
Osama se identificaba con la voz radical de Azzam, y sin embargo seguía siendo una figura saudí completamente ortodoxa, un emisario menor de su clase dirigente. Su voluntarismo permanecía vinculado a la identidad de su familia y la estrategia comercial de ésta.”

 

El rey Fahd permite tropas extranjeras en su reino tras la invasión de Kuwait por Iraq...

En un gesto poco afortunado, Fahd intentó consultar a los ulemas y los líderes de las tribus a pesar de que la decisión de confiar en Washington para salvar el escollo era irreversible. El 14 de agosto, el gran muftí del reino, el jeque ciego Bin Baz, emitió oficialmente una fatwa bendiciendo la llegada de tropas no musulmanas como una resolución necesaria y permisible según la ley islámica. Se trataba de un documento menos convincente aún que los pronunciamientos divulgados por el jeque años antes sobre la situación de la Tierra como centro del sistema solar. Incluso los saudíes que respaldaban la decisión de Fahd se percataron, tal como Osama Bin Laden señaló tiempo después, de que la familia real estaba manipulando a los ulemas asalariados `para reforzar su legitimidad´ en un momento de crisis. El decreto de Bin Baz era particularmente ofensivo, sobre todo porque suponía `un insulto a la inteligencia de los musulmanes´. “

 

Osama se enfrenta a la familia real saudí...

Dirigía su veneno a la familia real saudí. Nunca se refería al hecho, conocido por todos, de que su familia era la responsable del diseño y ejecución de las reformas de La Meca que se suponía debían mantener a los peregrinos más a salvo y cómodos. Más que ningún otro ensayo conocido de Osama, éste parecía albergar un subtexto de resentimiento, rabia y desaprobación abierto dirigido a los Bin Laden, sobre todo los hermanos mayores a cargo de las reformas de La Meca y Medina. Dado que acababan de expulsarle de la empresa familiar por obediencia al rey Fahd, la rabia de Osama tal vez no resulte sorprendente, y transmitía, como siempre, que aún no podía expresarse directamente sobre el tema de su familia. No todas   las críticas de su ensayo implicaban a sus hermanos. Por ejemplo, argumentaba que el presupuesto del Gobierno saudí para La Meca y Medina no había sido adecuado, y que la familia real debería gastar más dinero en la reforma, un argumento que quizá los hermanos de Osama habrían agradecido de no haberlo esgrimido él. Sin embargo, otros aspectos de su crítica parecían expresar la ambición de Osama no sólo en derrocar al Gobierno saudí, sino de hacerse cargo de la familia Bin Laden, tal vez en colaboración con un nuevo régimen mejorado en Riad.”

 

Consecuencias para los negocios de la familia Bin Laden...

La repentina popularidad de Osama entre los saudíes comunes aumentaba la

complejidad de la posición de la familia Bin Laden: ¿habían llevado la vergüenza y la deshonra al reíno saudí, o habían criado a un nuevo héroe del pueblo árabe? No hacía falta ser un experto en relaciones públicas para ver que los inconvenientes de ese dilema mientras los Bin Laden buscaban una estrategia legal y de comunicación. Para complacer al público estadounidense, los Bin Laden tendrían que ganarse el perdón y renunciar a Osama. En el mundo árabe, donde la familia poseía sus principales intereses financieros, semejante postura se consideraría cobarde.”

 

Atentados del 11-S, ya nada era igual...

En el sexto aniversario de los atentados del 11 de septiembre, el operativo mediático recuperado de Al Qaeda, Al Sahab o `Las nubes´, produjo una nueva cinta de vídeo en la que Osama se ponía un vestido dorado y leía en voz alta un ensayo político a una sola cámara fija. Las imágenes eran borrosas, pero parecía ojeroso, lógico en un hombre de casi cincuenta años que vive en condiciones que es presumible que conlleven alguna presión. Los rasgos más impactantes de su aspecto reflejaban su abierta vanidad de hombre de mediana edad: desde su último vídeo, se había cortado y redondeado la barba larga y se había teñido los mechones grises de negro.”
 

 

Libro de lectura apasionante para conocer la génesis de un terrorista que ya pertenece a la memoria histórica de occidente y que en realidad no era más que un privilegiado del sistema islámico que tal vez logró lo que anhelaba: igualar cuando no superar la leyenda de su padre aunque para ello pusiera en apuros y en peligro el imperio familiar, pero también para conocer el sistema islámico y el drama de la ciudadanía árabe atrapada entre la tentadora e imparable atracción de un mundo globalizado consumista y una sociedad donde la religión es omnipresente tanto como norma social como en poder político.
 
Fascinante lectura para reposos retribuidos veraniegos, guardias nocturnas de agosto y estancias hospitalarias y para conocer un poco los entresijos de quienes son los primeros perjudicados por la imagen del terrorista árabe fanatizado y también las reglas no escritas entre esos poderes que sospechamos que existen en las alturas y si nos ponemos conspiranoicos tal vez este libro sea otra parte más de la campaña de la familia Bin Laden para limpiar su nombre del estigma de Osama, un niño rico utilizado por su poder monetario y que encontró en la religión la manera de igualar a su progenitor...

 

Quién sabe.

martes, 26 de mayo de 2015

 

Libro: La costa fatídica - La epopeya de la fundación de Australia -
Autor: Robert Hughes
Editorial: Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores
Edición: Primera edición 2012
Traducción: Ángela Pérez y José Manuel Álvarez
 

Finales del siglo XVIII, Inglaterra ha sentado los cimientos de su Imperio Británico merced a su poderío naval y ser la cuna de la Revolución Industrial donde los trabajadores del campo se trasladan a las ciudades industriales, además, las leyes inglesas que castigan severamente el hurto y con penas más severas aún basadas en el látigo como pieza fundamental de castigo y la cárcel como destino, han saturado la población reclusa que se hacina en viejos barcos de guerra convertidos en prisión. Se hace necesario buscar un lugar donde hacinarlos y que sufran el castigo lejos de Inglaterra y tras buscar en los mapas de sus colonias se deciden por una remota posesión que al menos según los informes reúne las características buscadas: cárcel por su lejanía que impedirá fugas, tener una base naval en aquellas latitudes y materia prima y recursos para que la futura colonia se valga por sí misma económicamente y se integre como pieza valiosa generadora de recursos económicos en el tablero imperial británico: Australia.
 
Traemos hoy uno de esos libros que nos encantan, tocho de páginas y con una historia apasionante. Lo de tocho porque cuando lo acabas te quedas con ganas de saber más, de seguir leyendo y que cierras al llegar a la última página con una gran satisfacción. La historia que cuenta es la historia de un gulag, que siempre atrae la atención una buena historia carcelaria aprendiendo de paso aspectos del colonialismo que ya no se abordan en Occidente tal vez por el complejo de culpa de cómo el hombre blanco dominó zonas geográficas tratando a sus poblaciones bajo parámetros racistas de superioridad y que en el caso australiano se le suma querer borrar un pasado de antepasados presidiarios, delincuentes y sodomitas.
 
Robert Hughes nació en Australia en 1938 en el seno de una familia de abogados y políticos notables. En los años setenta se instaló en Nueva York donde ha sido crítico de arte en la prestigiosa revista Time. Ha publicado monografías sobre Lucian Freud y Frank Auerbach y entre otros libros un estudio del arte y la arquitectura de una de sus ciudades favoritas como es Barcelona...

Datos como siempre de la contraportada y referidos a 2012 así que mejor buscáis en Internet si queréis saber más y yo dejo la verborrea para dejaros unas breves pinceladas que os inciten a su lectura...

 

Una nueva tierra...

Siguió una nueva ruta, más al sur que la que habían seguido Magallanes y Mendaña, bastante más abajo del Trópico de Capricornio. Atravesó el archipiélago de Tuamotu, pasó al norte de Samoa, y, después de cinco meses en el mar, avistó tierra al sur y al sureste: altas montañas, los picos velados por las nubes, que retrocedían en el horizonte. El 3 de mayo de 1606, la flota de Quirós ancló en una bahía. Habían llegado al grupo de Nuevas Hébridas, a 167º este, 15º sur. Quirós decidió sin más pruebas que aquél tenía que ser el continente austral, y víctima de la obsesión religiosa, le llamó `Australia del Espíritu Santo´. Lo de `Australia´ era a la vez un homenaje a la casa de Austria, que reinaba en España, y una alusión a tierra austral. Tras esto, creó una orden de nobleza, distribuyó cruces de tafetán entre los miembros de su flota, bautizó el río que desemboca en la bahía como río Jordán, y proclamó en éxtasis profético que se construiría allí la nueva Jerusalén entre los arrecifes de coral, que para su mente febrilmente optimista estaban ya convirtiéndose en canteras de pórfido y ágata.”

 

Nace una colonia penal...

No tenían arados ni animales de tiro; sólo podían trabajar con el azadón para cultivar y sembraron el primer grano en una tierra situada a casi un kilómetro al este del río, donde está ahora el Jardín Botánico de Sidney. Algunos de los árboles que talaron eran gigantes, gomeros rojos de más de siete metros y medio de circunferencia, cuyos sistemas de raíces había que desenterrar y arrancar de aquella tierra pedregosa, un trabajo agotador para hombres cuyos músculos se habían convertido en mantequilla después de tantos meses en la mar. Algunos oficiales tenían que dormir en tierra. `Nunca en mi vida he dormido peor, mi esposa querida, que la noche pasada´, escribía en su diario el nostálgico teniente Clark, `un suelo frío y duro, arañas, hormigas y toda clase de sabandijas que puedas imaginar andando por encima de mí.”

 

Vida colonial...

La vida en el Derwent era dura al principio para todos los colonos, fuesen presos o libres. El aislamiento, la apatía y el hambre del primer periodo de Sidney se repitieron en la Tierra de Van Diemen. Treinta años después, una mujer de Hobart contaba sus

experiencias de niña al principio de la colonia, cómo había desembarcado, cómo había dormido bajo una manta húmeda, luego en el tronco hueco de un árbol; cómo habían `tratado amablemente´ aborígenes curiosos, aún no perseguidos, a cuyo cuidado dejaban sus padres a veces a los niños blancos; cómo vivía de `verduras de Bahía Botánica´ (algas hervidas, que se arrancaban de las rocas), e incluso de la `basura´ (los residuos cenicientos) de la grasa de ballena que paleaban por la borda los balleneros norteamericanos de Bahía Storm, y que el mar arrastraba hasta las playas. Estos mismos restos aceitosos se utilizaban para alimentar a los valiosos cerdos y contaminaban el sabor de la carne.”

 

Mujeres de la colonia penal...

El gobierno británico no envió mujeres a Australia para mantener `tranquilos´ a los hombres en un sentido político; eso podía hacerlo el látigo. Pero la presencia de mujeres, consideradas más como zanahoria que como garrote, tuvo su utilidad en el control social. Eva la Prostituta podía impedir que Adán el Pícaro se hiciese homosexual, una importante consideración: William Pitt respaldaría una colonia de ladrones, pero no de pervertidos. El gobierno no explicó, claro, con estas palabras, que enviaba a presidiarias a Australia como animales de cría y objetos sexuales. De hecho, el plan original de asentamiento que proyectó lord Sydney en 1786, hablaba de esclavizar mujeres con ese fin.”

 

Política penitenciaria para los jóvenes reclusos...

Había que educarlos, enseñarles un oficio, instruirles en las verdades de la fe cristiana y castigarles. `No olvide que estos muchachos han sido muy malvados´, escribía Arthur a Booth en 1834. No quería que se perdiese demasiado tiempo `enseñando a los chicos a leer y escribir´. Necesitaban enseñanzas prácticas, que les convirtiesen en trabajadores asignados útiles. Y estas enseñanzas podrían adquirirlas a base de un trabajo diario

constante y monótono. Se levantaban a las cinco de la mañana, plegaban las hamacas, se reunían todos, se hacía una lectura de la Biblia y se rezaba; el desayuno era a las siete, luego había una inspección higiénica, luego se pasaba lista y luego había clases de formación profesional, de ebanistería o zapatería, etc., desde las ocho a las doce. A medio día, abluciones y otra inspección; a las doce y media, el almuerzo; de la una y media a las cinco más trabajo de aprendizaje; luego se lavaban y había otra inspección; la cena era a las cinco y media; luego se pasaba lista para la escuela a las seis y cuarto; luego recibían lecciones en la escuela durante una hora, a las que seguían las oraciones vespertinas y otra lectura de la Biblia y a las siete y media se acostaban. Más tarde se amplió el trabajo escolar a última hora del día a dos horas; pero sirvió de muy poco porque la mayoría de los muchachos estaban entonces demasiado fatigados para que pudiesen aprender algo."

 

Motín en la isla de Norfolk...

Ese día, un miércoles, amaneció con niebla y con una luz grisácea y pálida. Poco después del toque de campana de las cinco, cayó un chaparrón sobre Kingston. A través de la lluvia, Fyans y sus hombres oyeron en el cuartel de los soldados un tintineo lejano de grilletes procedente del lado de la cárcel que daba al mar. No podían ver nada. Se oyeron gritos y luego se oyó el estruendo de un mosquete, seguido de una andanada irregular. Había empezado el motín. El cronometraje era casi perfecto. En la revista del amanecer en los barracones de los presos había habido un número excepcionalmente grande de hombres (treinta y ocho en total) que habían dicho que estaban enfermos y a los que el guardián John Higgins condujo al hospital. Una vez dentro del hospital los presos se abalanzaron sobre Higgins, le inmovilizaron y le encerraron en una habitación. Luego irrumpieron en los otros pabellones. Pronto se quitaron unos a otros los grilletes y las cadenas y se armaron con armas rudimentarias, desde patas de sillas a escalpelos y aun atizador; algunos encontraron hachas. Se agruparon en la entrada del hospital, dispuestos a caer sobre el guardia de la cárcel cuando llegase, esperando en silencio.”

 

Oro en Australia...

La fiebre del oro se apoderó de Australia. En abril de 1851, Hargraves bautizó su distrito con el nombre bíblico de Ofir, y en mayo, los periódicos proclamaban que era `un vasto campo aurífero´. El 24 de mayo, un millar de buscadores cavaban y maldecían

jubilosos en las riberas del Summerhill Creek, y la carretera que cruzaba las Montañas Azules ocupada por una serpeante y lenta columna de hombres: oficinistas y mozos de establo, dependientes de tiendas y marineros, abogados y desertores del ejército, vendedores de ostras y jueces, funcionarios y pastores ex presidiarios, arrastrándose bajo el peso de tiendas de campaña, mantas, palancas, picos, palas, bateas y cazos precipitadamente comprados a precios desorbitados, que se encaminaban hacia la riqueza inaudita con las botas llenas de barro bajo las lluvias torrenciales del otoño australiano. Era como si se hubiera tirado del tapón y la población masculina de Nueva Gales del Sur se hubiera vaciado igual que una cisterna, lanzándose todos a buscar oro. Los periódicos de Sidney y Bathurst decían que los negocios se hallaban `totalmente paralizados […] paree haberse apoderado de casi todos los miembros de la comunidad una completa locura mental´ “.

 

Libro en suma apasionante que se lee de un tirón y recomendable tanto para horas a la luz de la mesita como en turnos de curro tranquilo y estancias hospitalarias. La excusa ideal para aprender algo sobre ese país que a todos no cae simpático, tal vez porque está en el otro lado del planeta con lo que se eliminan los prejuicios de vecindad, y una mirada de homenaje a quienes forjaron con su privación de libertad, los castigos con látigo y mil calamidades el carácter de una nación.
 
 Ideal para regalar a la suegra que cuando vea el tocho pondrá cara de haba, simulará que le gusta y de paso le mandamos el aviso de que cualquier día se la manda a las Antípodas con los canguros si sigue reprochándonos que subsistimos gracias la sopa boba de su pensión...
Que lo sepa.

lunes, 27 de abril de 2015

 

 

Libro: Manuel Godoy La aventura del poder -

Autor: Emilio La Parra López
Editorial: Tusquets Editores S. A.
Edición: 1ª edición mayo 2002

 

España suele ser un país bastante desmemoriado, una nación olvidadiza y como consecuencia una ciudadanía bastante ignorante inducida a ello. Lo digo porque el libro, biografía, que traemos hoy habla de un tipo que si le preguntas a un Juan Manzanas o Juanita Manzanas cualquiera en cualquier momento qué sabe de Godoy seguramente sus neuronas de memoria deberán quitar herrumbre para decir,
en los mejores casos, que es el tipo que sale en el cuadro de Goya, que es el tipo que provocó la Guerra de Indepencdencia contra el gabacho invasor, que era el tipo amante de una reina putona y un cornuro marido que ademas era rey de españa, o, en el mejor de los casos, las tres respuestas en una...
 
Nos encontramos a finales del siglo XVIII donde ha surgido en el orbe civilizado una joven nación y un nuevo sistema: la república de EEUU. Las monarquías europeas terminan de acojonarse al ver que el nuevo sistema se implanta en Francia exterminando de un plumazo el régimen y el sistema de monarquía abslotuta a la vez que la burguesía alcanza el poder. En Roma surge la incertidumbre entre la curia papal y en España reina un Carlos IV que junto con la reina da su total apoyo y confianza a un joven valido que provoca la reacción del clero y de la clase aristocrática cuando intenta imponer las ideas de la ilustración y va ascendiendo en escalafón de poder y títulos nobiliarios mientras en Europa un joven general llamado Napoleón conquista reinos y territorios a la vez que libra una guerra contra los ingleses y sus aliados considerando a España un aliado secundario de Francia con planes de cambiar la monarquía a la vez que aprovecha sus recursos militares para conquistar Portugal.
 
Hay un delicioso prólogo de Carlos Seco Serrano que hubiera sido ideal tenerlo como texto de los planes de estudio en los años de la EGB y en los de ahora que cambian cada vez que cambia el gobierno. Surfeando en el pasado nos introduce en el contexto a la vez que de resumen de errores inducidos por la propaganda en contra de Godoy y que hace que ansiemos comenzar la lectura del libro, escrito de forma magistral y que hace que el lector se sumerja en una época de España que resulta que no era tnan dada al aislamiento de las corrientes europeas pese a que han inculcado a los escolares durante generaciones falsedades que hacían casi incomprensible encontrar la causa fundamental del atraso respecto a sus pares europeos.
 
Emilio La Parra (1949) se doctoró en historia por la Universidad de Valencia. Catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Alicante, reconocido especialista en el estudio del tránsito del siglo XVIII al XIX. Es miembro, entre otras, de la Asociación Española de Historia Contemporánea y de la Sociedad Europea de Estudios del Siglo XVIII.

 

Datos como siempre de la contraportada y en este caso algo caducos ya que datan de 2001, pero sin más unos breves pasajes que os animen a su lectura e inciten vuestra curiosidad...
 
Las ideas de la Francia revolucionaria se propagan...

 

En 1784 el conde de Floridablanca, secretario de Estado de Su Majestad Católica Carlos III, ordenó la intensificación del control de las fronteras para impedir la
introducción en el reino de escritos filosóficos o cualesquiera otros de signo heterodoxo. La decisión, obsérvese, está datada de un lustro antes del estallido de la revolución en Francia, señal palmaria de un cambio de rumbo político en España independiente de los acontecimientos franceses posteriores a 1789. Atrás quedaban los tiempos de tolerancia y liberalidad hacia las nuevas ideas en los primeros años del reinado de Carlos III. Ahora Floridablanca se mostraba decidido a imprimir un sesgo conservador a su gobierno, como enseguida dejó bien sentado en la `Instrucción reservada para la dirección de la Junta de Estado´, dada en 1787. las obligaciones políticas prioritarias -se dice ahí- son la defensa de la religión, la sumisión a la Santa Sede y el impulso de la actividad de la Inquisición, o lo que es lo mismo: mantener al máximo la invariabilidad de los poderes para garantizar la perdurabilidad de la monarquía absoluta.”

 
Orígenes de Godoy...
 
Manuel era el tercer hijo de don José Godoy de Cáceres y Obando y Ríos, del estado noble, regidor del Ayuntamiento de Badajoz, y de doña Antonia Justa Álvarez Serrano de Faria y Sánchez Zornoza, asimismo de condición hidalga. El niño fue bautizado en la catedral seís días después de su nacimiento y recibió los nombres de Manuel, Domingo, Francisco. La posición económica de sus padres era desahogada, pues además del sueldo de regidor, fijado en 2924 reales anuales, don José contaba con las rentas procedentes de la explotación de varias dehesas de badajoz. Tales circunstancias facilitaron que en el bautizo de Manuel oficiara el canónigo Francisco Javier Cabrera de velasco, hombre en plena madurez, a punto de cumplir los cuarenta años, cuya carrera eclesiástica se había iniciado de modo satisfactorio, pero a su edad no cabía forjarse excesivas ilusiones para el futuro.”
 
Vertiginosa carrera militar de Godoy...
 
Ahora bien, en la carrera militar de Godoy la anomalía no radicaba en su veloz
transcurso por toda la escala hasta llegar a la cumbre, sino en su condición familiar. Si se hubiera tratado de vástago de una casa de grandes de España no hubiera sido objeto de crítica particular, pues las Ordenanzas Militares de Carlos III (1786) eran suficiéntemente ambiguas en materias de ascensos como para permitir excepciones al criterio de antigüedad y méritos profesionales. Es más, en determinadas situaciones se contemplaba expresamente la singularidad, de modo que si ingresaba un noble en el ejército y no existía plaza vacante de cadete (fase incial obligada en la carrera de un oficial) se le permitía pasar directamente a alférez. Por otra parte, era generalmente aceptado que el monarca interviniera a su gusto en los ascensos militares para recompensar servicios o favorecer situaciones de privilegio. Por tanto, la carrera militar de Godoy, a pesar de la extrañeza que pueda ocasionar en el lector actual, se ajustó por entero a la práctica del siglo XVIII y tanto el interesado como carlos IV podían argumentar para su propia tranquilidad que los ascensos eran la debida recompensa a las cualidades, aplicación y buena disposición de Manuel, fórmula esta generalmente empleada para promociones excepcionales.”

 
Gobernante...
 
Manuel Godoy no introdujo novedad en los usos establecidos en el gobierno y menos aún en el sistema institucional, pero no tardó mucho en efectuar cambios entre los oficiales de la Secretaría de Estado, sus colaboradores directos, y entre los titulares de las restantes secretarías. Las alteraciones tardaron más en llegar en este segundo caso. Durante los primeros trece meses de su gobierno mantuvo a los titulares de las cinco Secretarías de Despacho Universal (así se denominaba entonces lo que serán `ministerios´en el siglo XIX), todos ellos heredados de Aranda y en su mayoría nombrados en la época de Floridablanca. Así pues, el primer `gabinete´ de Godoy estuvo integrado por el conde de campo-Alange en Guerra, Antonio Valdés en Marina, Diego Gardoqui en Hacienda y Pedro Acuña en Gracia y Justicia. Por razones de enfermedad, en realidad por presión de Francia, en enero de 1794 Acuña fue sustituido por Eugenio Llaguno.”
Control de la monarquía...
 
A partir de 1801 Godoy se convirtió en el centro de la política española, de manera que en este sentido cumplió su proyecto de encarnar toda la energía de la monarquía. Él mismo creó las condiciones necesarias para ello: fue la persona indispensable para los reyes, dispuso de la máxima información sobre los asuntos políticos y difundió una imagen de sí mismo asociada al poder y a la influencia, imagen realzada por las distinciones honoríficas llegadas de un buen número de municipios, las adulaciones sin fin y por la multitud que acudía a las audiencias semanales en su palacio de Madrid. A ello contribuyeron asimismo los mandatarios extranjeros, quienes trataron de las relaciones bilaterales directamente con Godoy, prescindiendo del misnistro del ramo, Pedro Cevallos. Tan evidente era esta situación que el mismo Napoleón actuó de esta forma.”
 
Guerra con Portugal...
 
Convencido de que la victoria sobre Portugal era suya en exclusiva y de que las tropas francesas habían quedado reducidas a la condición de meros auxiliares a los que no
hubo necesidad de recurrir, Godoy se apresuró a sellar la paz por su cuenta, sin esperar las indicaciones de Bonaparte. Podría haber proseguido la campaña militar, pues dado el estado del ejército portugués no era aventurada la toma de Lisboa y d eesta forma se hubiera granjeado la voluntad del primer cónsul, deseoso de disponer de una presa importante para negociar con Inglaterra. Tal hubiera sido la dirección más conveniente para Godoy a título personal.”

 
Propaganda contra Godoy...
 
Los más destacados en proferir estos denuestos -según las informaciones referidas- eran individuos del clero, comerciantes, abogados, militares de baja graduación y empleados inferiores en los organismos estatales. Este tipo de personas disponía, sin duda, de alguna información, pero no tenía acceso directo a la corte. Sin embargo, los motivos empleados para denigrar a la reina y a Godoy se referían a su vida privada y a las relaciones de poder en el interior de palacio, junto a los temas característicos de la sátira del Antiguo Régimen. De alguien próximo a la corte debió de proceder la inspiración. Como, además, los motivos y procedimientos son idénticos a los empleados en 1794 por los cículos aristocráticos, cabe suponer que la sátira actual tuvo el mismo origen. Es evidente, por tanto, que buena parte de los argumentos de la crítica popular eran inducidos o, dicho de otra forma, la imagen negativa del príncipe de la Paz y, sobre todo, la de la reina, eran creaciones `no populares´, surgidos en instancias próximas a los denigrados.”
 
Decisión napoleónica sobre España...
 
Los procedimientos de los `fernandinos´ y el desenlace de los acontecimientos tuvieron una influencia decisiva en Napoleón para resolver el destino de España. Los sucesos de El Escorial le convencieron de la debilidad interna de la monarquía española, fundamentalmente porque la pérdida de poder de Godoy llevaba consigo la del rey Carlos IV, y elaboró el primer plan: conquistar Portugal en beneficio exclusivo de Francia (de ahí su negativa a dar a la luz el Tratado de Fontainebleau) para intercambiar el territorio de las provincias septentrionales españolas hasta la línea del Ebro. De esta forma cumplía el viejo proyecto de los republicanos franceses y se aseguraba una zona vital para sus intereses económicos, todo ello con un coste muy rewducido y con la máxima seguridad, pues el gobierno de la zona incorporada sería encomendado a su hermano José.”
 
Exiliado y anciano en París...
 
El anciano Manuel Godoy, al mismo tiempo que asiste en París a los más graves acontecimientos políticos, de enorme resonancia en Europa (la revolución de febrero de 1848, nueva caída de una monarquía y proclamación de la República, la elección como presidente de ésta nada menos que del sobrino de Napoleón Bonaparte) recibía noticias insospechadas y paradójicas de España. Su aturdimiento debió de ser extraordinario y su desasosiego mayor que nunca. Todo era excitante para él. Menos el título de príncipe de la Paz (una vez más declarado extinguido por el gobierno) había recuperado todos los demás, así como su empleo de capitán general. Sus bienes estaban libres después de cuarenta años, a expensas únicamente del acuerdo de la comisión arbitral. De cuyo fruto positivo no se podía dudar (la realidad, como acabamos de ver, fue muy otra). Tenía permiso para regresar a España. Ahí estaba la solución, en la vuelta. Y a ello dedicó la ilusión y la dedicación de los tres últimos años. Pero existían dos impedimentos: el económico (para viajar era preciso más dinero del que disponía) y la salud, de la que también carecía.”
 
Historia apasionante del último valido absolutista y una apasionante etapa de la historia
donde todos los protagonistas acabaron sepultados por los acontecimientos y la propaganda que los justificó: un rey que hizo y continuó la obra de su antecesor pero pasó a la histeria como cornudo, bobalicón e inepto; una reina confiada en el destino de la dinastía Borbón acusada eternamente de puta insaciable y el hombre de confianza de ambos que antepuso el bien de la monarquía a su porpia seguridad y que sin embargo está grabado a fuego en la memoria colectiva española como trepa, corrupto y traidor, casi lo mismo que se dicen los polñiticos hoy en día para arañar un puñado de votos más grande que el puñado de sus antagonistas...

 
Ideal para turnos tranquilos, vigilias hospitalarias, de servicio o insomnio y para la suegra que se entere de una jodida vez que vivir de la sopa boba de su pensión no es por mandato divino y cualquier día montamos un motín, no en Aranjuez sino en el salón de su casa...

martes, 31 de marzo de 2015

 

Libro: Historia de Francia

Autor: Roger Price
Editorial: Organización Editorial de la Universidad de Cambridge
Traducción: Alexandre Xavier Casanova Domingo
Edición: Primera edición española 1996
 

Francia es actualidad, macabra actualidad, y es una buena escusa para acercarnos a su historia como marco etnográfico. Desde la Edad Media hasta 1995, recorreremos sus avatares como nación y su evolución hasta la república que es hoy en día, motor de la UE y que se resiste a dejar de ser auto suficiente respecto a cuestiones geoestratégicas.
 
No podemos deciros mucho sobre el autor ya que el libro, editado por la Universidad de Cambridge, y en el buscador no me sale nada, supongo que buceando un poco en Internet algo encontrareis. Una escritura ágil y dinámica que hace que nos deslicemos por la historia que cuenta sin caer en la farragosidad y desvíos insustanciales de los que pecan otros autores a la hora de contar la historia de un país. Las tablas estadísticas son comprensibles y sirven de anexo y amable apoyo para el lector de la narración.

Sin más, os dejo unas breves pinceladas que os animen a su lectura:

 

La Francia preindustrial...
Debe hacerse hincapié en el crucial papel intermediario de las ciudades como mercados para los alimentos producidos localmente, pero también en el minúsculo tamaño de la mayoría de estas ciudades según los estándares del siglo XX. Para sus contemporáneos, París, en 1320, con unos 200.000 habitantes, parecía monstruoso. Había duplicado su tamaño en dos generaciones como el centro del gobierno regio, y a causa de su red fluvial de comunicaciones era el mayor centro comercial regional. El crecimiento de las ciudades era máximamente evidente en el norte, entre las cuencas de los ríos Maine y Escaut y la del Sena, y estaba ligado al tráfico marítimo de vino, sal y lana. Lieja, Douai y Arrás, así como otros hitos del tráfico marítimo como Brujas, Ruán, La Rochela, Burdeos, Bayona y Marsella, tenían todos entre 15.000 y 40.000 habitantes. La incrementada productividad agrícola favoreció el crecimiento del comercio, y una ampliación del espectro de actividades, así como el desarrollo de las jerarquías sociales urbanas basadas en la riqueza. Esto diferenció a los comerciantes de los pequeños tenderos y del artesanado, y de los a menudo turbulentos oficiales y jornaleros.”
 
Medievo...
Durante unos 130 años, desde 1335-40, una sucesión de hambres, plagas y guerras, hundió a cuatro generaciones sucesivas en la miseria y la desesperación, y amenazó la existencia efectiva tanto de la dinastía como del Estado. Las crecientes densidades de población significaban que los problemas de aprovisionamiento de comida eran
inevitables de todos modos. La llegada de la peste bubónica a la Europa Occidental en 1347 llevó a la tumba un tercio de sus habitantes, y la primera epidemia homicida fue seguida de varias otras, a intervalos de unos quince años. Aunque la Guerra de los Cien Años no provocó un número enorme de muertes en el campo de batalla, los ejércitos llevaban con ellos la enfermedad, mientras que la guerra de guerrillas y el extendido bandidaje que acompañaron al colapso del gobierno ordenado destruyeron hogares, ganado y sembrados, y trataron brutalmente a la población. Esta combinación de sucesos causó severa desorganización económica y social.”

 
Ilustración...
Los ideales de la Ilustración, sin embargo, no carecían de influencia en los círculos gubernamentales, como se puede ver en la abolición de la tortura judicial y en la extensión de los derechos civiles a los protestantes. Muchas de las grandes reformas al sistema legal realizadas tras 1789 estaban ya en discusión. La crítica misma alcanzó respetabilidad, y muchos de los principales críticos estaban integrados en el sistema dominante. Los contemporáneos, sin embargo, quedaban con un predominante sentimiento de inflexibilidad gubernamental cara a la ola ascendiente de crítica que caracterizó la década de 1780, un movimiento paradójicamente animado por la crítica interesada del `despotismo´ monárquico, expresada por instituciones nobiliarias privilegiadas, como los parlamentos. Esto en sí era en buena parte una respuesta a las oportunidades proporcionadas por la deteriorada situación financiera del Estado y su cada vez más desesperada búsqueda de remedios.”
 
Imperio...
Sin embargo, el apoyo al retorno del emperador distó mucho de ser unánime. Fue más decidido en el norte y en el este, ya que estas zonas habían padecido la invasión aliada. En otros lugares, la reacción fue muchas veces la indiferencia o la oposición activa, como ocurriera en las regiones costeras que preveían un nuevo bloqueo británico y, especialmente, en zonas del sur y del oeste donde se dio con mayor intensidad la oposición popular a la polñitica religiosa de la revolución, y, posteriormente, la oposición al reclutamiento. Fue en estas regiones donde a menudo se llevaron a cabo brutales represalias contra los bonapartistas cuando la derrota de Waterloo llevó a esta nueva aventura -los Cien Días de Napoleón- a su sangrienta conclusión. Esta derrota total obligó al emperador a abdicar por segunda y última vez el 22 de junio de 1815, a lo que siguió su encarcelamiento a una distancia segura, en la isla de Santa Elena en medio del Atlántico.”

 
Siglo XIX...
¿Tan real era la amenaza socialista para que preocupara así tanto a los radicales como  a los conservadores de siempre? A los socialistas les llevó algún tiempo recuperarse de
la represión que vino después de la Comuna de París. No obstante, a la elección de 1881 de un diputado en Marsella la siguió un periodo de crecimiento uniforme; y en 1914 los candidatos socialistas llegarían a obtener 1.413.000 votos. En 1886 se formó un grupo parlamentario distinto al de los radicales, que tenía 102 miembros justo antes de la guerra. Con todo eso, los temores de los conservadores eran exagerados. El movimiento socialista sufría un constante debilitamiento debido a las fuertes disputas sectarias. Ni siquiera se pudieron resolver las muchas diferencias ideológicas y tácticas en el seno del movimiento con la creación, en abril de 1905, de un Partido Socialista unificado, conocido como SFIO, siglas en francés de su subtítulo idealista Sección Francesa de la Internacional Obrera, y que supuso un intento de crear una alternativa socialista clara; no fue posible resolver las muchas diferencias ideológicas y tácticas dentro del movimiento.”

 
La Cuarta República...
La Tercera República fue declarada finalmente muerta por una gran mayoría popular en un referendo el 21 de octubre de 1945. Se eligió el mismo día una Asamblea Constituyente con mandato de preparar una nueva constitución. Por vez primera se permitió votar a las mujeres. Esta innovación había sido aceptada por la Cámara de Diputados en cuatro ocasiones entre guerras, pero bloqueada en el Senado por los
radicales, temerosos de la influencia clerical en las votantes femeninas, consideración quizás bastante realista hasta los años del decenio de 1980. Esta elección, que tuvo lugar utilizando un sistema de representación proporcional, reveló un aplastante desplazamiento a la izquierda. Tres cuartos del electorado apoyaron a los partidos más claramente identificados con la liberación, los comunistas del Partido Comunista Francés, los socialistas de la Sección Francesa de la Internacional Obrera y los democristianos del Movimiento Republicano Popular. No obstante, las divisiones entre estos grupos irían a hacerse evidentes tan pronto como se subieron al poder. Así también habría tensiones entre estos políticos electos y el general de Gaulle. Su posición excepcional como Jefe del Estado fue reconocida inicialmente por la Asamblea, pero el 20 de enero de 1946, tras un desacuerdo con los ministros sobre el presupuesto militar, el general dimitió, reconociendo que con la restauración del sistema de partidos, su autoridad sería cada vez más desfasada.”

 
Deliciosa lectura para conocer un poco más de Francia que siempre despierta ensoñaciones de tierra de libertad y de nación entre naciones ya que éstas le deben la esencia de los avances sociales y políticos que la ciudadanía occidental disfruta hoy en día. Para amantes de la historia, guardias nocturnas, universitarios zangolotinos y para la suegra a ver si se entera que cualquier día de estos se acaba con su absolutismo y se le monta una revolución...

jueves, 5 de marzo de 2015

 

Libro: Josu Ternera
– Una vida en ETA -

Autor: Florencio Domínguez
Editorial: La Esfera de los Libros, S. L.
Edición: 2006

Ahora que parece que ETA ha sido derrotada y que falta el acto de entrega de armas y ser generosos como sólo pueden serlo las democracias contra sus agresores, apetecía viajar hasta el universo de lo que fue ETA como grupo terrorista, como tesis política y conocer su estructura. Resulta lamentable y triste por otra parte comprobar que Francia pudo haber contribuido mucho antes al fin de esa lacra que azotó a la ciudadanía española y al pueblo vasco en particular con la escusa de luchar por la libertad y ser en realidad ETA un movimiento de liberación...

 

El libro es un acta de hechos y pruebas, con ágil estilo periodístico y fría exposición, áspera al lector, donde las víctimas son una parte de la historia, un añadido a los atentados resultando duro hacer memoria y recordar imágenes imborrables.


 

Josu Ternera se nos aparece, como tantos otros jóvenes vascos al final de la dictadura franquista, como un activista de ideas marxistas que una vez que se convierte en fugitivo perseguido, cruza esa tenue línea que separa el idealismo del pragmatismo, dado en este caso por la vida en clandestinidad, convertirse en un ortodoxo de los métodos stalinistas para mantener el poder tapando sus errores que llevaron a un descalabro de la organización y atando con mano férrea a los miembros encarcelados que osaban ir en contra de las tesis por él emanadas.
 
Astuto en las sombras, osado en las actuaciones y trasnochado ya en sus tesis alejadas de la realidad operativa de ETA tras acabarse el santuario y refugio francés, tratando siempre de imponer en las conversaciones con los distintos gobiernos de España, se ha convertido ahora en el ejemplo máximo de lo que espera a la sociedad española y vasca para integrar en democracia a quienes fueron asesinos y que defenderán sus ideas por la vía política, un desafío éste que augura al menos otras dos décadas de enfrentamiento entre vascos...
 
Como siempre, datos de la contraportada y del año 2006 para conocer al autor: Florencio Domínguez Iribaren es doctor en Comunicación Pública por la Universidad de Navarra, redactor jefe de la agencia Vasco Press y columnista de La Vanguardia y El Correo. Su trabajo en Bilbao como periodista le ha llevado a seguir informativamente desde hace años todo lo relacionado con ETA. Fruto de esta tarea han sido varios libros en los que se analizan diferentes aspectos de la organización terrorista.

 

Y sin más unos breves pasajes que os inciten a su lectura:
 
Génesis...

 

Hasta ese momento, la actividad violenta de ETA había sido relativamente moderada. Habían atacado algunos edificios oficiales, destruido monumentos y placas
conmemorativas de la Guerra Civil, también algunos postes eléctricos y repetidores de televisión. Los miembros de ETA además, habían atacado casas o propiedades de algunas personas acusadas de ser confidentes policiales, habían robado multicopistas para imprimir sus publicaciones y realizado actividades de propaganda que en nada se diferenciaban de las que llevaban a cabo otros grupos sin armas: pintadas, colocación de ikurriñas y pancartas, lanzamiento de octavillas... Pero en 1968 todo cambió. El 7 de junio, en la localidad guipuzcoana de Villabona, Txabi Etxebarrieta mató por la espalda al guardia civil José Pardines, que, a causa de unas obras, había detenido el coche en el que viajaba Etxeberrieta con Iñaki Sarasketa. Unas horas más tarde, la Guardia Civil daba muerte a Etxeberrieta y detenía a su compañero."
 
Mercenarios contra ETA...
 
La bomba, sin embargo, estalla cuando la están manipulando los tres mercenarios. Uno de ellos, identificado luego como Marcel Cardona, un francés que había estado vinculado en España con miembros de la OAS, la organización terrorista que se opuso a la independencia argelina con las armas en la mano, resulta muerto al instante. Un segundo individuo, identificado inicialmente como David Willians Edwards, supuestamente nacido en 1951 en Austria, pero de nacionalidad estadounidense, queda en el suelo gravemente herido. Año y medio más tarde, el tribunal de Pau le condena a ocho años de cárcel por este atentado. Durante el juicio se hace llamar José Manuel Márquez, nacido en Portugal, aunque tampoco es seguro que sea ésa su verdadera identidad. Al parecer, hasta la Revolución de los Claveles había colaborado con la PIDE, la policía política portuguesa del régimen de Salazar.”
 
Fin del santuario francés...
 
La presión que estaba ejerciendo la policía francesa sobre la retaguardia etarra empieza a ser efectiva a partir de 1983 y resulta particularmente dura dos años más tarde. Esa situación obliga a ETA a buscar otros territorios seguros en los que poner a salvo a los activistas más destacados. La dirección de ETA envía en junio de 1986 una carta a los gobiernos de Cuba y Nicaragua pidiendo `su apoyo fraternal y revolucionario´ para que dieran acogida a refugiados del grupo: `Al hablar del colectivo de refugiados no podemos negar ante ustedes la evidencia de que, dentro del mismo, están compañeros que trabajan en algunas estructuras de la Organización, y hay otros que se mueven en la periferia realizando trabajos igualmente valiosos y necesarios. Por supuesto, son compañeros que, por tales características, podrían poner en peligro lo que conocen en caso de caer en manos del enemigo´, explicaban.”
 
Zulos...
 
A principios de la década de 1980 la dirección de ETA decidió la construcción de varios zulos subterráneos de máxima seguridad que le permitieran ocultar sus arsenales con garantías. ETA era una organización terrorista que manejaba cientos y en ocasiones miles de kilos de explosivo al cabo del año y que realizaba grandes compras de armamento en el mercado negro. Necesitaba instalaciones amplias y discretas. Unas para dedicarlas exclusivamente al almacenamiento del armamento e incluso del dinero. Otras para utilizarlas como fábricas tanto de explosivos como de granadas y algunas armas de fuego, como los subfusiles. Para construir estos subterráneos, ETA eligió a ciudadanos franceses que dieran cobertura y no levantaran sospechas. Todos tenían características comunes: estaban construidos debajo de las viviendas de estos ciudadanos, situadas en zonas de campo separadas de los núcleos urbanos y contaban con mecanismos hidráulicos para mover las entradas secretas después de accionar algún tipo de palanca oculta en agujeros, enchufes o instalaciones similares.”
 
En el banquillo de los acusados...
 
El primer día del juicio, Urrutikoetxea reconoció por vez primera su pertenencia a la organización terrorista. `Yo soy militante de ETA desde mi juventud. He sido, soy y seré militante de Euskadi Ta Askatasuna y estoy orgulloso de ello´. Utilizando el francés,
responde a las preguntas del presidente del tribunal, Jean Louis Maziere: `La represión contra nuestra lengua, cultura, contra todo lo que representaba una seña de identidad vasca, ha hecho que tome conciencia de la necesidad de seguir la lucha para la recuperación de sus derechos históricos. Es por esto que entré en la única organización que luchaba en todos los frentes, con todas las medidas políticas a su alcance para la consecución de estos derechos, teniendo como meta estratégica una Euskadi independiente, socialista, reunificada y euskaldún´. El dirigente etarra critica el papel de los partidos políticos vascos durante la reforma, acusándoles de haber renunciado a un cambio radical y de haber aceptado un estatuto de autonomía `elaborado en una constitución rechazada por el pueblo vasco´. Como ejemplo de la falta de poder del Parlamento autonómico menciona que durante la crisis del Golfo `reclutas vascos´ habían sido llamados a `servir a una patria y unos intereses que no son los suyos´ .”

 
El juez Baltasar Garzón en acción...
 
El magistrado subrayaba cómo a lo largo de más de treinta años de existencia de ETA se ha creado un entramado de organizaciones variadas, dirigidas por la `vanguardia armada´. `La configuración actual de la organización terrorista no puede ser reducida a la concepción como una organización armada, sino que paulatinamente ha ido sumando elementos y ha conseguido crear un movimiento político que da sentido y explicación a sus postulados -añadía Garzón en un importante auto judicial dictado en noviembre de 1998-. En el vértice de ese movimiento, que recibe el nombre de Movimiento de Liberación Nacional Vasco, se sitúa ETA y una estructura alegal creada en 1975, que recibirá el nombre de Koordinadora Abertzale Sozialista (KAS), en una situación de codirección subordinada de ésta a aquella dentro de una misma organización terrorista´.”
 
Narración casi notarial de la trayectoria de un hombre que es la trayectoria de un grupo terrorista que debería haber finalizado en la Transición o en 1989 tras la caída del comunismo soviético y que terminó siendo un asesino en una camarilla de asesinos que bajo la escusa de luchar por la libertad han subyugado la misma durante décadas terminando siendo una grotesca y macabra caricatura de movimiento de liberación para acabar con todos los defectos de los salva patrias: terror, control autoritario y el asesinato como forma de vida...

sábado, 21 de febrero de 2015

 

Libro: Memorias

Autor: Leni Riefenstahl
Editorial: Editorial Lumen
Traducción: Juan Godo Costa
Edición: Primera edición 1991
 

¿Hasta qué punto es culpable un artista de que su talento y su obra se desarrollen en un sistema totalitario y su arte elevado a ejemplo de los valores del totalitarismo?

 

Hago esta pregunta porque dentro del imaginario colectivo sobre el nazismo para las generaciones nacidas después de la II Guerra Mundial, hay un icono que hemos visto y nos ha despertado la curiosidad al menos una vez en la vida: Leni Riefenstahl.
 
Alemania en la década de los 20´s con un Berlín vanguardia de tendencias artísticas pero también políticas con una URSS que trata de exportar su revolución y una Italia que ha encontrado en el fascismo un faro que guíe hacia la prosperidad y el imperio...
 
También un nuevo arte, el cine, que está descubriendo nuevos códigos visuales y que ya es sonoro. Una joven artista de la danza pero cuya sensibilidad artística encontrará en el cine la forma de plasmar sus encuadres, contar historias donde la imagen es soporte de la palabra y transmitir al público su arte para la fotografía, sin embargo su época de mayor esplendor e inspiración se desarrolla bajo el régimen nazi que ve en ella la persona capaz de plasmar en imágenes su ideal racial.
 
Y es que Leni Riefenstahl no es sólo una cineasta y fotógrafa reconocida, es también la voz de la mayoría silenciosa alemana de la época que viven una era oscura y que al fin de la contienda tuvieron que aprender a enterrar el pasado porque uno de las más graves consecuencias del periodo nazi es que condenó a dos generaciones de alemanes a sufrir el escarnio y la acusación de ser nazis pese a que las pruebas indicaban su inocencia y su pecado fue vivir la época.
 
De Leni Riefenstahl mujer se ha dicho y escrito de todo, desde que bailaba desnuda para Hitler hasta que fotografiaba el holocausto pasando por poner su talento al servicio del régimen. De Leni Riefenstahl cineasta siempre se le reconoció su talento, la magia de sus imágenes y su carácter de pionera en los secretos cinematográficos.
 
El libro que traemos hoy es la historia de Leni Riefenstahl contada por Leni Riefenstahl. Quien busque morbo, aunque es indudable que leemos con el mismo cuando se refiere a Hitler y su régimen, saldrá decepcionado porque estamos ante todo leyendo las memorias de una cineasta que nos permite asomarnos a su intimidad con pequeñas pinceladas, las justas para encuadrar su persona en los distintos periodos de su vida. El único reproche, de lector ávido de su lectura, es quizás que hay muchos detalles de su periplo en tierras de África y añoramos más detalles del periodo nazi, aunque se agradece su memoria para los detalles de sus conversaciones con el propio Hitler y alguno de sus colaboradores cercanos...

Pero mejor unos breves pasajes que os animarán a su lectura más que mi verborrea:

 

Recuerdos de la infancia...

Una experiencia infantil inolvidable fue para mí la primera obra de teatro que vi por

Navidad cuando contaba cuatro o cinco años: `Blancanieves´. Me causó una excitación extraordinaria, y recuerdo muy bien el regreso a casa en el `eléctrico´: los otros pasajeros se tapaban las orejas y pidieron a mi padre que hiciera callar de una vez a aquella criatura que parloteaba histéricamente. El teatro, el mundo misterioso que existía tras el telón, los `malos´ sobre todo, que hacían de las suyas sobre el escenario, no me dejaron en paz desde entonces. Fui convirtiéndome en una niña ansiosa de saber, que importunaba a la gente con toda suerte de preguntas que de algún modo se relacionaban con el teatro.”

 

En la Cancillería del Reich...

Fue en la última semana de agosto de 1933 cuando fui invitada por teléfono a un almuerzo en la Cancillería del Reich. Con un mal presentimiento, cogí el coche y me dirigí a la Wilhelmstrasse. Brückner me recibió y me indicó un asiento en una larga mesa. Ya se encontraban reunidos unos treinta o cuarenta hombres, la mayoría de ellos en uniforme de las SA y de las SS del partido nacionalsocialista. Sólo unos pocos vestían de paisano. Como único ejemplar del sexo femenino, me sentía completamente desplazada. Con la excepción de de los ayudantes (de Hitler) Brückner y Schaub, no conocía a ninguno de aquellos señores. Cuando Hitler entró en la sala, fue saludado brazo en alto. Tomó el asiento del extremo. Se hablaba animadamente, pero pronto sólo se oyó su voz. Yo tenía un único pensamiento en la cabeza, me preguntaba por qué se me había invitado."

 

OLYMPIA...

El nerviosismo del público se me contagió. ¿Cómo sería acogida la película (en su estreno)? Nadie, aparte de mis colaboradores, la había visto hasta aquel momento.

Ningún miembro del COI, ni siquiera el secretario general de los Juegos Olímpicos, el profesor Dr. Diem, que, sin embargo, era el promotor. Para mí habría sido insoportable mostrar una obra no terminada... Desgraciadamente soy una perfeccionista incorregible. ¿Seguirían los espectadores el desarrollo de la película, se aburrirían? La larga duración de la proyección me preocupaba, pues las dos partes juntas ocupaban casi cuatro horas. Yo estaba en contra de esta proyección conjunta, pero el distribuidor lo había querido así. Después de la primera parte, estaba previsto un descanso de media hora. Mis pensamientos fueron interrumpidos por las aclamaciones de la multitud. Había llegado Hitler y tomó asiento en el palco central. La sala se oscureció lentamente, enmudecieron los vivas y la orquesta atacó las primeras notas. Como obertura se ejecutó la composición de Herbert Windt sobre la carrera de maratón, dirigida por él mismo. Luego, cuando se abrió la cortina y en la pantalla apareció en grandes caracteres la palabra OLYMPIA, me eché a temblar.”
 

El crepúsculo del régimen nazi...

También acerca de la muerte de Rommel parecía saber algo la señora Schaub. Hitler debió sentirse trastornado cuando se enteró de la relación de Rommel con los oficiales del atentado del 20 de julio; sobre todo porque se preveía a Rommel su sucesor. A mi pregunta de si creía todavía (la señora Schaub, mujer del más antiguo ayudante de Hitler) en una victoria, dijo que no. llorando me dijo que ya no vería más a su marido, porque no quería abandonar al Führer y quería morir en Berlín, en el búnker. `Si mi marido muere´, exclamó desesperadamente, `yo también quiero morir con los niños´. En vano traté de tranquilizarla.”

 

Expedición a África...

Después de aquel encuentro, me sentí como si hubiese nacido de nuevo. Otra vez veía una misión, un objetivo. Todos los problemas me parecían solubles; incluso

desaparecieron mis molestias físicas. Con gran impulso me lancé a los preparativos. Nunca habían sido tan ideales las posibilidades de hacer un buen documental en África con tan escasos medios. El permiso del gobierno sudanés que yo había obtenido de Abu Bakr en Khartum no tenía precio. Si yo no hubiera estado tan difamada en Alemania, cualquier compañía de televisión o de cine habría financiado la película. De Ron Hubbard no había vuelto a tener noticias desde el momento que rehusé el proyecto sudafricano. Philip Hudsmith se hallaba todavía en Oceanía y mis amigos japoneses, los hermanos Kondo, habían regresado a Tokio cuando se construyó el Muro de Berlín.”
 

Ritos de los nuba...

Los nuba se encontraban en tal estado de éxtasis que, con tal de que no nos mezclásemos con las que danzaban, pudimos trabajar sin impedimento alguno. Parecía que todas las muchachas de Nyaro participaban en aquella fiesta. Los luchadores, en cambio, los `Kadundors´, se hallaban sentados, pintados y adornados, junto a los tambores, en el interior de la abierta rakoba. Con la cabeza baja, sujetando sus palos y haciendo sonar los cascabeles con el temblor de las piernas, esperaban las declaraciones de amor de las muchachas. Las mujeres de edad acompañaban con sus cantos los desenfrenados ritmos de las danzantes. Otras mujeres, que bailaban con sus hijas, cantaban su inocencia. De repente, las muchachas se acostaron con la espalda contra el suelo, levantaron las piernas, las abrieron y las madres alabaron cantando con voces estridentes la virginidad de sus hijas. En esta danza, aparte de niños y madres, sólo podían tomar parte vírgenes.

 

Apasionante biografía de una apasionada mujer que siempre supo captar los matices de mundos que acaban siempre desapareciendo, desde el totalitarismo a las tribus primitivas de África pasando por arrecifes de coral y el mundo submarino. Una artista víctima de su tiempo donde un año premiaban su talento y años después acusada y difamada por prostituir el mismo al servicio de la supremacía racial. Un curioso castigo de los dioses con una obra eterna que vemos en fragmentos en documentales sobre el nazismo pero pocos ven la obra en su contexto y en su conjunto, tal vez porque su visión, como la de todos los talentos, supera el localismo temporal para ser eterna y como tal siempre manipulada...
 
Lectura obligada de sibaritas cinematográficos, curiosos de una época vista por un contemporáneo así como para amantes de biografías, funcionarios con baja médica, parados de eterna duración y para todos aquellos que se preguntan quién rodó las escenas las olimpiadas de 1936, el congreso nazi en su máximo esplendor y tienen el gusanillo de salir con su cámara a plasmar su visión de las cosas. Ideal para la suegra que nos preguntará con cara de haba por qué no sale Franco...

martes, 27 de enero de 2015

 

Libro: La Europa transformada 1878-1919

Autor: Norman Stone
Editorial: Siglo XXI de España Editores, S. A.
Traducción: Mari-Carmen Ruiz de Elvira
Edición: Primera edición en español, enero de 1985
 

Apasionante libro para revisar el interesante periodo histórico europeo que va desde el último cuarto del siglo XIX hasta 1919 donde el mundo y la sociedad se habían transformado configurando el escenario para la Segunda Guerra Mundial.


Lo más curioso es la similitud, salvando las distancias, con la época actual: un rearme en diversas naciones del mundo, conflictos regionales y convulsión social dentro de unos límites así como una ambición por buscar inversores y mercados. Le unimos los nuevos movimientos neo comunistas con aspiraciones de estados de economía socialista que hacen temblar los pilares del sistema que vende a la ciudadanía lo delirante de las intenciones de estas formaciones y da la impresión de que todo cambió pero todo sigue siempre igual una vez pasados los vapores de las armas...
 

Con datos de 1985, lo cual indica que están totalmente desfasados en 2015, puedo deciros del autor que Norman Stone era miembro del Trinity College, Cambridge, donde enseñaba Historia de Rusia y de Alemania. Nació en 1941 y se educó en la Academia de Glasgow y en Cambridge. Pasó varios años en Viena y Budapest trabajando sobre los últimos tiempos de la monarquía de los Habsburgo, y desde 1967 estuvo dando clases en Cambridge.

Y sin más verborrea, unos pasajes que os abran el gusanillo de saber más mediante su lectura:

 

Cambios...

Desde 1870 a 1900, Europa cambió a un ritmo mucho más rápido de lo que nunca había cambiado antes ni, podría argüirse, cambiarían después. En 1870, la mayoría de los

europeos vivían en el campo, obedeciendo a sus pastores, sacerdotes o terratenientes. La mayor parte de ellos no se preocupaban por la política. La mayoría eran analfabetos y esperaban sólo una vida de extrema austeridad, que podía acabar fácilmente en una muerte temprana a causa de una enfermedad o del hambre. En las ciudades, la tasa de mortalidad superaba la de natalidad, y si en ellas se mantenía la población era únicamente mediante la importación de habitantes. En el Berlín de la década de 1860, o en el San Petersburgo de la de 1880, los dos tercios de la población masculina adulta habían nacido fuera de la ciudad.”

 

Rivalidades entre naciones...

La rivalidad anglorrusa se vio complicada por la nueva disputa anglofrancesa en torno a Egipto (desde 1882). El gobierno francés se sentía molesto, dado que los británicos tenían preponderancia en Egipto, con una presencia militar. Los franceses pidieron en numerosas ocasiones ayuda a Alemania por esta cuestión, y algunas veces la obtuvieron, ya que el objetivo de Bismarck era alejar de Europa los intereses franceses. También Francia e Italia estaban enfrentados con respecto a Tunicia, donde los franceses habían conseguido una posición no diferente de la de Gran Bretaña en Egipto. Hacia el fin de la década, la rivalidad francoitaliana se vio aún más complicada por una guerra de aranceles.”


La vigorosa Alemania...

El mundo de la industria pesada alemana era un mundo muy feo y muy próspero. Empresarios y administrativos protestantes, financieros judíos como Emil Rathenau o Carl Fürstenberg y una mano de obra con frecuencia católica (y en Bochum o

Gelsenkirchen en buena parte polaca) reproducían las condiciones casi ideales para el éxito de las crueles y duras empresas de la industria pesada de finales del siglo XIX, condiciones reproducidas bastante extensamente en los Estados Unidos, y, hasta cierto punto, también en Gran Bretaña. En el Essen de Krupp, al igual que en Pittsburg o Cleveland -donde un Andrew Carnegie podía reinar sobre una mano de obra en gran parte polaca-, cientos de miles de hijos de campesinos, llegados por ferrocarril o barco, procedentes del derrumbamiento de la agricultura campesina, movían las cuerdas de la industria pesada. En la década de 1880, la introducción del proceso Gilchrist-Thomas permitió a esas firmas utilizar el mineral de hierro de la cercana Lorena, y la industria alemana del acero medró en consecuencia.”

 

Rusia entra en el siglo XX...

Por lo que respecta a Rusia, era corriente oír que `si no hubiera sido por la primera guerra mundial´ habría continuado desarrollándose al estilo occidental, esto es, en dirección hacia el capitalismo y la democracia. En todos los países afectados por dicha guerra se adoptó un punto de vista similar: si no hubiera habido guerra no habría habido un Mussolini, ni una extraña muerte del liberalismo inglés, ni un Hitler. En el fondo, tales argumentos, aunque quizá bastante plausibles, son poco realistas. La obsesión de los estados europeos en esa época era prepararse para la guerra con Alemania o llevarla a cabo. Sus formas de librar esta guerra revelaron mucho con respecto a su carácter. No es un criterio que permita afirmar que la Rusia zarista hubiera sobrevivido, porque resulta evidente que no era una sociedad que pudiera responder a los rápidos cambios de la civilización del siglo XX.”

 

Los Balcanes...

En los viejos tiempos, los croatas habían sido los súbditos más leales de los Habsburgo. Eran agresivamente católicos y agresivamente militaristas; habían proporcionado a los Habsburgo el equivalente de los cosacos, y, al igual que los cosacos, habían adquirido tierras por ello. Disfrutaban de algunos derechos, garantizados en 1868, frente a sus

gobernantes húngaros. Estos derechos no fueron respetados, y los valientes croatas respondieron dividiéndose. Algunos querían apelar al viejo absolutismo de los Habsburgo; otros confiaban en la Ilustración húngara (confianza que se vio defraudada en 1908, cuando los húngaros, afirmando la primacía de su idioma en los ferrocarriles de Croacia, excluyendo de los puestos de trabajo en ellos a los croatas). A medida que el país se iba desarrollando en el último tercio del siglo, iba surgiendo un elemento radical: un partido campesino, dirigido por Stepan Radic, y una juventud secularizada. En la Dalmacia dominada por Austria había croatas, que se sentían a veces oprimidos por la minoría italiana de las antiguas ciudades venecianas del Adriático. Estos croatas hablaban un lenguaje todavía más radical que el de sus compatriotas en Croacia.”

 

Consecuencias de una guerra mundial...

"Es innegable que Finlandia, Polonia, los estados bálticos y Lituania -todos los cuales diferían de los rusos en su religión y en muchas de sus costumbres- se hicieron realidad sobre el terreno. Ciertamente, algunos de ellos estaban inmersos en una guerra civil entre derecha e izquierda, cuyo resultado fue decidido en Finlandia en 1918 por la intervención de un ejército alemán al mando del general Von der Goltz. Pero no hay duda alguna de su deseo de separación. En las circunstancias creadas por el tratado de Brest-Litovsk estas naciones resurgieron, con guarniciones alemanas, aunque en la mayoría de los casos tuvieron que esperar a la retirada de los alemanes para obtener la independencia oficial.”

 

Lectura muy recomendable que lo mismo sirve para mesita, el turno de noche, retiros espirituales en acantilados al borde del mar o simplemente para ver que cien años después los problemas que eran entre europeos ahora son globales. Nada de regalar a la suegra porque igual se entera de que tiene el mango de la sartén económica de su pensión e igual despide a la chacha y nos pone a servir la mesa, cosas del capitalismo.

sábado, 10 de enero de 2015

 
Libro: Karl Marx
Autor: Francis Wheen
Editorial: Editorial Debate S. A.
Traducción: Rafael Fontes
Edición: Primera edición, septiembre 2000
 
El panorama político europeo está convulsionado por la aparición de nuevas formaciones como PODEMOS en España y Syriza en Grecia. La juventud y el espíritu de la misma en sus dirigentes, un mensaje que habla de generalidades pero evita los detalles, una nueva forma de manejar las redes sociales y su fenómeno para crear un espacio de debate y participación de militantes y seguidores así como una abierta empatía cuando no admiración a regímenes más o menos socialistas como Cuba y Venezuela, hacían necesario acercarse a la figura cuyas teorías sobre el sistema capitalista de producción y sus consecuencias sobre la masa obrera han guiado las revoluciones de izquierda desde mediados del siglo XIX.
Pero no nos apetecía sumergirnos en su obra, sino en el hombre, en el ser humano que vivió una época donde el recuerdo de la Revolución Francesa, el legado napoleónico y las inquietudes sociales de filósofos y humanistas que veían como la religión seguía omnipresente a la hora de legislar y gobernar, el surgimiento de una nueva clase social consecuencia de la revolución industrial y unos gobiernos donde bajo la apariencia de ciertas libertades y la realidad de la policía secreta y la censura, la antigua clase aristocrática del Antiguo Régimen es sustituida y entremezclada con la nueva burguesía donde el clasismo por la sangre es sustituido por el clasismo de la riqueza mientras el militarismo prusiano, el convulso republicanismo francés y el industrioso imperio victoriano británico ven en las teorías de Karl Marx y sus seguidores entre la clase obrera un serio enemigo a
considerar por cuanto las teorías socialistas socavarían no sólo la sociedad sino todo el sistema de control y dominio de la burguesía industrial sobre el resto de la ciudadanía del mundo industrializado.
 
El autor logra a lo largo de las páginas mostrarnos el retrato vital de un hombre cuyos pensamientos han influido desde entonces en la vida de millones de personas siendo venerado por unos como un mesías y por los otros como la auténtica encarnación del mismísimo Satanás...
Pero tras la vida del pensador, el padre, el amigo y el abnegado luchador por los derechos sociales de la masa obrera, destaca de fondo la protectora, abnegada y sacrificada figura tras todo gran hombre: Jenny Marx, que sacrificó sin llegar a renegar un futuro como dama de la alta sociedad prusiana, que amén de la esclavitud del hogar y criar sus retoños se convierte en secretaria...
Aunque la contraportada es de las más parcas a la hora de dar datos del autor que nos hemos encontrado hasta ahora, comentaros que
Francis Wheen es escritor y periodista de prensa, radio y televisión. Fue propuesto para el Premio Whitbread por una biografía de Tom Driberg, datos del año de la edición (2000) y es de suponer que en Internet encontréis más datos sobre él.
 
Y sin más unos breves pasajes que os inciten a su lectura:
 
Orígenes...
Hirschel, padre de Karl, era propietario de varios viñedos en la región del Mosela, y miembro moderadamente próspero de la educada clase media. Pero, además, era judío. Aunque nunca se llegaron a emancipar por completo bajo el dominio francés, los judíos renanos habían saboreado lo suficiente libertad como para anhelarla en mayor medida. Cuando Prusia arrancó a Renania de las manos de Napoleón, Hirschel hizo una petición al nuevo Gobierno para que pusiera fin a la discriminación legal contra él y sus `compañeros en la fe´. Todo fue en vano: en 1812 se publicó un edicto prusiano contra los judíos, en el que se les excluía de los cargos públicos y de la práctica de las profesiones liberales. Como no quería aceptar las penalidades sociales y económicas que suponía ser un ciudadano de segunda clase, Hirschel nació de nuevo con el nombre de Heinrich Marx, alemán patriótico y cristiano luterano. Su judaísmo hacía mucho que era tan solo un accidente heredado, más que una fe profunda y sincera. (`No recibí nada de mi familia- dijo- excepto, debo confesar, el amor de mi madre.´) Desconocemos la fecha de su bautismo, pero con seguridad ya se había convertido al nacer Karl: los registros oficiales nos muestran que Hirschel empezó a trabajar como abogado en 1815, y en 1819 quiso celebrar la nueva respetabilidad alcanzada por la familia trasladándose de su piso alquilado de cinco habitaciones a una casa de diez, con jardín, cerca de la antigua puerta romana de la ciudad, la Porta Nigra.”
 
Un impetuoso joven...
Muchas veces Marx fue acusado de ser un bravucón intelectual, especialmente por parte de aquellos que caían bajo la fuerza de sus invectivas. (Una de sus diatribas contra
Heinzen, publicada en 1847 alcanza casi las treinta páginas.) Sin duda le encantaba su talento para la violencia verbal. Su pluma, como señaló con admiración un amigo, era lo que el 'stylus' era originariamente en manos de los romanos: un instrumento afilado de acero, para escribir y para apuñalar. `la pluma es la daga que ha de llegar certera al corazón´. Heinzen, más que una daga, pensaba en una batería de artillería -lógica, dialéctica, conocimientos- utilizada para aniquilar a cualquiera que no estuviera totalmente de acuerdo con él. Marx, decía, quería `matar mosquitos a cañonazos´. Sin embargo no se puede admitir la acusación de bravucón. Marx no era cobarde, y no se dedicaba a atormentar a aquellos que no podían contraatacar: su elección de las víctimas revela una valiente temeridad, que explica por qué pasó la mayor parte de su vida adulta en el exilio y en aislamiento político.”
 
Engels bajo sospecha de las autoridades francesas...
Estos ruidosos debates atrajeron pronto la atención de Gabriel Delessert, director de la policía en Francia. Cuando a Engels le llegaron noticias de que se podría dictar orden de expulsión contra él y Ewerbeck, decidió mantenerse alejado de la Liga hasta que el revuelo remitiese. `Estoy en deuda con Monsieur Delessert por algunos deliciosos encuentros con las ' grisettes' (mujeres trabajadoras francesas, sobre todo modistillas) y por momentos de placer -confesaba pícaramente- , ya que quería aprovechar al máximo los días y noches que bien podían ser los últimos en París´. Tras satisfacer sus apetitos carnales pasó una semana en Sarcelles en casa de Karl Ludwig Bernays, antiguo director de Marx en ' Vorwäts!', pero halló el ambiente intolerablemente fétido: `El hedor es como el de cinco mil camas de plumas, multiplicado por la emisión de innumerables pedos, consecuencia de la cocina austriaca a base de verduras´. También escribió un panfleto satírico `plagado de chistes obscenos´ sobre Lola Montes, la bailarina española cuya influencia sobre el rey Luís de Baviera era causa de divertido escándalo para Marx y para Engels. Ningún editor lo aceptó, y el manuscrito desapareció hace mucho tiempo.”
 
Exilio en Londres...
Durante sus treinta y cuatro años en Londres sólo hubo dos ocasiones en que Marx buscó empleo remunerado. En una carta de 1852 a Joseph Weydemeyer, que por
entonces vivía en Estados Unidos, nos habla de un `barniz laca recientemente inventado´ del que le había hablado su nuevo amigo, el coronel Bangya, un misterioso exiliado húngaro que luego resultó ser agente encubierto de la mitad de los monarcas de Europa. Weydemeyer debería reservar un puesto en la Exposición Industrial Internacional de Nueva York, donde los clientes se quedarían tan deslumbrados por el invento que `le puede hacer ganar mucho dinero con rapidez´ y, por supuesto, enviar unos buenos beneficios para sus socios de Londres. `Escríbame enseguida, diciéndome todos los detalles de los gastos que tenga´, le aconsejaba Marx. Nunca volveremos a oír de este barniz mágico, que parece haber seguido el mismo destino que el ingenioso artilugio de Weitling para fabricar sombreros de paja para señoras. Diez años después, cuando sus deudas eran más espantosas que nunca, Marx pidió desesperadamente un empleo de administrativo en los ferrocarriles, pero fue rechazado por su ilegible caligrafía.”

 
Interpretaciones de “El capital”...
Esto parece una invitación para juzgar su obra maestra según normas científicas. Pero, atención: está hablando de `apariencia engañosa´, un tema que no está limitado a una materia existente como la economía política, la ciencia antropológica o la historia. Como Marx señala:`A primera vista, una mercancía parece ser una cosa trivial, de comprensión inmediata. Su análisis demuestra que es un objeto endemoniado, rico en sutilezas metafísicas y reticencias teológicas´. Él admiraba la metodología objetiva, exenta se sentimentalismo, de Ricardo y de Adam Smith: en realidad, los aspectos de ' El capital' que a menudo más se suelen ridiculizar en la actualidad -como la teoría del valor-trabajo- se basaban en aquellos economistas clásicos y eran la ortodoxia imperante en la época. Con todo, creía que, a pesar de todos sus logros, `la ciencia burguesa de la economía había alcanzado el límite más allá del cual no podía pasar´. Las mediciones empíricas nunca podrían cuantificar el coste humano de la explotación y de la alienación.”
 
Bakunin y su amigo...
Por supuesto, aún seguía la amenaza de Mijail Bakunin, que observaba a la Internacional, herida y renqueante, como una hiena hambrienta contempla su comida. Estaba intrigando con más determinación que nunca junto a su nuevo secuaz, Serguéi Necháyev, un loco anarcoterrorista ruso llegado de Suiza en 1869. Bakunin, que no se quedaba atrás en sus fantasías, se horrorizó al jactarse Necháyev de haber organizado una red de células revolucionarias en toda Rusia, así como ante el espectacular relato de una huida de la fortaleza de Pedro y Pablo en san Petersburgo. Aunque la mayoría de estas historias eran pura ficción, el ansia de violencia de Necháyev sí era auténtica: antes de huir de Rusia había asesinado a un compañero estudiante en San Petersburgo, aparentemente sin más razón que como demostración de lo que era capaz de hacer. Después de unirse a Bakunin, publicó una serie de incendiarios artículos y proclamas, aparentemente de `la Internacional´, advirtiendo acerca de la cólera que habría de desatarse.”
 
Marx y Darwin...
En realidad, el único contacto del que se tiene noticia entre estos dos sabios victorianos fue la indudablemente auténtica carta de reconocimiento de 1873, que Marx enseñó orgulloso a sus amigos y a su familia como prueba de que Darwin consideraba ' El capital' una `gran obra´. Pero el libro en cuestión, que aún está en un estante de Downe House, en Kent, nos dice algo tristemente diferente. No contiene ninguna de las notas a lápiz con las que Darwin habitualmente adornaba todo lo que leía, y sólo las primeras 105 páginas del volumen de 822 han sido cortadas para abrirlas. Hay que concluir que no hizo más que echar un vistazo a los dos primeros capítulos antes de enviar su nota de agradecimiento, no volviendo a mirar el no deseado regalo (enviado por Marx) nunca más.”


 
Biografía honesta que huye del adoctrinamiento más o menos camuflado para ver un hombre de su tiempo: bohemio aburguesado orgulloso de emparentar con la aristocracia prusiana, pensador sensible a los cambios de la sociedad de un mundo industrializado, analista de un sistema basado en el trabajo asalariado y la producción de bienes de consumo, cachondo mental mal interpretado que era rusófobo, consideraba al proletariado inglés aspirantes a ser burgueses, odiaba el carácter francés de los obreros franceses y bohemio furunculoso donde a través de su biografía se nos muestra a la vez como no podía ser de otra forma aquel mundo que le tocó vivir...
 
Lectura recomendada a inquietos de justicia social, jóvenes estudiantes de economía, amantes de las biografías y para turnos de noche, veladas en la sala de espera de urgencias o simplemente tratar de comprender cómo después de la URSS y el PCCh aún hay jóvenes que tratan de ser los nuevos intérpretes del legado intelectual de un tipo que vio el peligro del comunismo, de la producción para el consumismo pero no previó los totalitarismos que tanto odiaba por intérpretes de su obra pero sí que intuía que el obrero aspirará a ser burgués...
Podéis regalarlo a la suegra o mejor que os vea con él bajo el brazo, que momentos de risas y cuchufletas con la vieja pensando que nos hemos vuelto marxistas e igual socializamos sus ingresos de la pensión en la república de su casa, lo cual es una idea digna de ser soviética.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Libro: Viaje al futuro del imperio
– La transformación de Norteamérica en el siglo XXI-
Autor: Robert D. Kaplan
Editorial: Ediciones B, S. A.
Traducción: Josefina Ruiz
Edición: 1ª edición marzo 1999
 
Vuelven las calles de EEUU a violentarse por motivos raciales y tiroteos que nos dejan estupefactos, tal vez porque fuera de EEUU opinamos que el racismo está desterrado y hace mucho tiempo que el resto del orbe no siente la frontera: un nuevo horizonte donde empezar una nueva vida y el espíritu de superación para fundar una comunidad...
 
Así que se hacía necesario visitar el escenario y sus gentes, su sociedad y sus anhelos de un país que ejerce un liderazgo mundial fuera de sus fronteras como paradigma de la democracia, las libertades políticas y la movilidad social por méritos y el trabajo. Mas dentro de sus fronteras, donde sigue vigente el espíritu fronterizo, es visto desde la lejanía de la costa este como un poder imperial que trata de limitar la libertad individual y los impuestos recaudados son gestionados por políticos ajenos a la realidad de los estados nacidos después de la guerra de independencia contra el imperio británico...
 
Hemos escogido para ello un libro de 1998 en su edición inglesa por parte de un escritor viajero que trataba de encontrar respuestas viajando por los estados donde se ve a Washington como una capital ajena, donde la inmigración hispana, latina para la misma, está sustituyendo junto con la asiática, la llegada de afroamericanos que se dio con la industria en otros estados en una nueva industria y revolución digital.
 
El autor recopila testimonios de los habitantes y se acojona, un poco emparanoiado y papanatas, vislumbrando un futuro donde los estados de la costa oeste se articulen en un eje norte-sur desligándose de la Unión y formando una nueva entidad etnográfica y económica con estados de EEUU, México y Canadá.
 
Teme el autor a medida que visita ciudades que se creen dos modelos: ciudades estado que se autogestionan y suburbios que anulan el centro histórico y comercial en otros. Con ciudadanías donde unos disfrutan de trabajos bien remunerados y que no quieren que sus impuestos se dediquen a mantener subsidios para vagos, otra donde los tejados de chapa y electrodomésticos en el exterior viven en zonas degradadas social y económicamente y donde los subsidios sociales son vitales...
 
Según datos de la contraportada y referentes a 1999, Robert D. Kaplan, es autor de otros cinco viajes centrados en temas de política internacional y donde un par de ellos llegaron a best-séllers siendo incluidos por el New York Times entre los mejores libros de 1993 y 1996: Fantasmas balcánicos y Viaje a los confines de la Tierra.
Parca en datos la contraportada como habréis observado pero en Internet seguramente encontréis más y actualizada información. Dejamos sin más unos breves pasajes que os inciten a su lectura:
 
 
El inicio del viaje...
Porque Leavenworth simboliza la frontera. En su calidad de principal fuerte del Oeste, el lugar del que salió el primer grupo de colonos blancos que se afincó en territorio indio, fue el punto de partida de lo que más tarde recibiría el nombre de `Destino Manifiesto´. Fue el campamento base desde el que se exploró el Gran Lago Salado de Utah y el río Columbia de Oregón. A unos doce kilómetros al oeste de Fort Leavenworth se bifurcaban los caminos recién abiertos que conducían a Oregón y Santa Fe. En dicho lugar, y rodeado de carromatos hasta donde alcanzaba la vista, estableció su primer contacto con el oeste un joven de Illinois llamado James Hickok, más conocido como Búfalo Bill. Fort Leavenworth fue el campamento base desde el que partieron las tropas que participarían en la guerra contra México y las que se dirigieron a pie hasta Little Big Horn.”
 
 
Ciudad de raza blanca buscando San Luis...
Para empezar, estaba Clayton, donde me alojé, un centro financiero y de alta tecnología de clase media-alta con predominio de población de raza blanca. Está situado

estratégicamente junto a una carretera interestatal e integrado por edificios angulosos fabricados a base de aleaciones de cromo y restaurantes cuya decoración y cocina eran tan eclécticas que no pertenecían a ningún sitio concreto: en uno de ellos me sirvieron ensalada griega, pescado `elaborado al estilo de Costa Rica´ y pasta. A pesar de sus relucientes bloques de oficinas, Clayton no ha sido urbanizado de manera coherente. Como un inmenso tablero de ajedrez en el que faltan muchas piezas y abundan los espacios solitarios azotados por el viento, Clayton no se diferencia en nada de Overland Park, Kansas; Bethesda, Maryland; Tysons Corner, Virginia; y de una infinidad de áreas residenciales de alta tecnología que conocía bien: con aquellas panorámicas repetitivas de calles anchas desprovistas de árboles, aparcamientos con multitud de plantas y lujosos centros comerciales. Dos tercios de los complejos de oficinas de reciente construcción se encuentran en dichas ciudades. Me sentí como si no hubiera llegado a ninguna parte.”

 
 
Sur de California...
Durante el viaje hacia el sur, con destino a San Diego y Tijuana, tuve la oportunidad de contemplar una mezcla de los escenarios típicos de la California meridional: refinerías de petróleo y zonas industriales, inmensas extensiones de caravanas, parcelas separadas por placas de Pladur y numerosas buganvillas que trepaban por las paredes y los surtidores cercanos; lujosas áreas residenciales con campos de golf y paisajes de diseño; centros comerciales a los que sólo se podía accederse por medio del automóvil; campos de aguacates situados junto al desierto; colinas empinadas cubiertas de césped perfectamente cortado que servían de antesala a la espectacular vista marina de San Clemente, donde Nixon instalaba durante el verano su Casa Blanca particular. Dos mujeres de habla hispana sentadas detrás de mí se pasaron todo el viaje charlando en voz baja sobre la familia que tenían en Idaho. Al cabo de tres horas de haber salido de Los Ángeles apareció ante mi vista el complejo de oficinas de Lockheed Martin, que anunciaba la presencia de San Diego, cuya estación de ferrocarril con aspecto de misión española era tan limpia y bonita como la de Los Ángeles.”
 
 
Tejas...
Un cartel grande con la forma de Tejas nos dio la bienvenida. Ya no había ni siquiera hierba marchita, sólo una extensión de tierra llana esperando a que empezara a crecer el sorgo y el algodón, semejante a un aparcamiento vacío interminable. En medio de aquella austeridad lunar, los rótulos de la carretera parecían mayores de lo que realmente eran: BISTEC DE PRIMERA, ¡EN SERIO!; ¡TARTA CASERA!; BOTAS Y TEJANOS; POSADA CAMELOT, HABITACIÓN 29 DÓLARES... Cuando los carteles de este tipo comenzaron a ser numerosos, uno de menor tamaño nos anunció que habíamos llegado a Amarillo. No tardé en ver más concesionarios de coches juntos que en ninguna otra parte, todos exhibiendo enormes banderas de Estados Unidos. Aunque la insignia estadounidense pueda puntuar el avance del continente hacia el futuro, la cuestión, por supuesto, es qué va a representar: ¿una democracia saludable, una oligarquía empresarial que se pone adornos de democracia, una caricatura extremista del destino que los Padres Fundadores trazaron para las milicias y demás individualistas aislados?
 
 
Canadá...
Sin embargo, mientras la inhóspita tundra impide a la población canadiense desplazarse más al norte, el descarado materialismo de Estados Unidos, junto con sus costumbres desordenadas y los problemas sociales, los frena un desplazamiento hacia el sur. Ese cinturón de población de 150 kilómetros de ancho que se extiende desde el Atlántico hasta el Pacífico, no sólo se ha desarrollado como una comunidad sutilmente peculiar sino que, mientras que a los canadienses, ingleses y franceses no les importaría separarse unos de otros, para inmigrantes de todo el mundo -que ya constituyen la mitad de la población canadiense y dos terceras partes de la de Toronto- la continuidad del país es importante, pues les proporciona libertad ilimitada y oportunidades económicas al tiempo que los protege del implacable e indiferente capitalismo de Estados Unidos.”
 
 
Libro en definitiva para darnos un garbeo por una parte de EEUU aunque hay que tomarse un poco a coña los miedos e incertidumbres de un viajero que en ocasiones parece tener un miedo avernal a afroamericanos, hispanos y asiáticos que trata de encontrar una imagen que le aclare el futuro...
Visto ahora el futuro ha deparado que vino el 11-S y los latinos como antes los afroamericanos se han ganado con sangre su derecho de ciudadanía, EEUU sigue siendo líder mundial y las calles de las ciudades siguen ensangrentándose en tiroteos con abusos de autoridad y racismo, la industria digital hace florecer poblaciones y si le choca ver suburbios que degradan el centro puede darse una vuelta por París, por poner un ejemplo, y visitar las ciudades periféricas.
 
Lectura para amantes de viajes y planificar rutas, votantes de PODEMOS que se reafirmen en su anti capitalismo y a la suegra mejor no dárselo porque es algo tocho el libro e igual nos lo tira a la cabeza en uno de sus arrebatos de ira cuando volvemos de sellar la cartilla del paro sin encontrar ofertas acordes a nuestros méritos, que según ella siempre son insuficientes...

martes, 9 de diciembre de 2014


 

Libro: Lincoln

Autor: César Vidal
Editorial: Acento Editorial
Edición: 2002
 

Hay políticos que pasan a la historia, la histeria y el imaginario colectivo que sin que sepamos apenas nada de la persona, sus logros y sus anhelos son universales. Hoy traemos una pequeña joyita que nos acercará a un hombre que todos aprendemos desde niños, sobre todo tras 1945 y el triunfo de la democracia sobre el fascismo de derechas, que el de izquierdas duraría hasta 1989, que luchó por abolir la esclavitud y que fue asesinado tras la guerra civil norteamericana y que sus logros seguirían vigentes cien años después y aún hoy donde la ciudadanía afroamericana aún lucha por salir de los guetos y la miseria...
 
Pero para el público del resto del orbe consumista y el europeo en particular sigue siendo un gran desconocido donde puede servirnos de guía para hacernos una idea de un hombre que creyendo en Dios y en su intervención en las cosas humanas nunca se unió a una congregación, pensaba que ninguna religión debía tener el amparo del Estado y ser todas iguales a sus ojos, que creía firmemente que la joven constitución de la joven nación consagraba a todos los seres humanos el derecho inalienable a ser libre, a progresar socialmente mediante los méritos del trabajo y que el color de la piel no constituye motivo de esclavitud en la democracia...
 
César Vidal es historiador, doctor en Historia Antigua (UNED), en Filosofía y en Teología (Logos University, EEUU) y licenciado en Derecho (Universidad Complutense de Madrid). Ha escrito numerosos libros sobre historia antigua y contemporánea, así como sobre judaísmo, cristianismo e historia de las religiones, y es colaborador habitual en distintos medios de comunicación.
 

 

Datos de 2002 y sacados como es habitual de la contraportada, ya sin más unos breves pasajes que os animen a su lectura acercándonos someramente a su biografía que sin ser densa y profusa sí nos traza el autor los rasgos fundamentales y vivencias que forjaron un alma universal:
 

 

Nuevos estados en la Unión, nuevos esclavos...

El 9 de septiembre de 1850, California entró en la Unión como 31º estado, y décimo de

los libres. Texas renunció ese mismo día a sus reclamaciones en el noroeste, pero seguía siendo el estado mayor de la Unión, seguido inmediatamente por California. Nueve días después fue aprobada la denominada `Ley del Esclavo Fugitivo´. El texto fue un éxito clamoroso de los esclavistas, ya que, en virtud de dicha ley, cualquier negro podía ser reclamado como esclavo en virtud unicamente de una declaración jurada del supuesto dueño o de su representante. El negro, por el contrario, no podía prestar testimonio y se veía privado del juicio por jurado.”

 

Lincoln y la esclavitud...

"Lincoln no confiaba en ver el final de la esclavitud en el curso de su vida, tal y como expresó a algunas personas cercanas en aquella época. Sin embargo, consideraba que era su deber contribuir a la llegada de ese momento. El 8 de julio se encontraba en Chicago dispuesto a enfrentarse con Douglas. Al día siguiente, el candidato demócrata pronunciaría un discurso desde el balcón de la casa Tremont que, fundamentalmente buscaba refutar el que con el tema de `Una casa dividida´ había dado Lincoln unos días antes. A juicio de Douglas, las pretensiones de Lincoln de que todos los estados adoptaran un punto de vista uniforme sobre la esclavitud constituían un ataque directo contra la soberanía de los estados y la libertad personal. Por si fuera poco, Lincoln chocaba directamente con lo formulado en la Declaración de Independencia y la voluntad de los Padres Fundadores, ya que el gobierno de Estados Unidos había sido `hecho por el hombre blanco, para beneficio del hombre blanco y para ser administrado sólo por el hombre blanco.”


 

Secesión...

"Sin embargo, a pesar de todas estas consideraciones, los estados esclavistas consideraron la llegada de Lincoln a la Casa Blanca como la culminación de una larga cadena de derrotas. Medio siglo antes, el mayor crecimiento de los estados libres les había privado de la hegemonía en el Congreso. En 1850, el Senado había dejado de ser su feudo particular para convertirse en un lugar donde sólo podían aspirar a mantener un empate indefinido. Ahora, finalmente, la presidencia les era contraria, y con ella no solo se les iría de las manos el poder ejecutivo., sino también el judicial, ya que el nuevo mandatario iría cubriendo las vacantes del Tribunal Supremo con magistrados de simpatías antiesclavistas. En otras palabras, estaban condenados a ser una minoría que podía verse acosada continuamente por la voluntad antiesclavista de los estados del Norte.”


 

Nuevas armas...

Por la tarde llegaron las nuevas de un enfrentamiento llamado a tener una resonancia histórica. El `Monitor´ y el `Virginia´ se habían enfrentado en un combate que había

durado dos horas. El navío unionista estaba peor armado que su adversario del Sur, pero había aprovechado con enorme habilidad su capacidad de maniobra y evitado de esa manera el verse dañado por su espolón. Aunque una granada había golpeado el puente del `Monitor´, provocando una ceguera temporal en el capitán de la nave, lo cierto es que no había dejado de combatir, e incluso había logrado hacer saltar algunas de las planchas acorazadas del barco sureño. Finalmente, el `Virginia´ se había retirado hacia Norfolk al comprender que no podrían forzar la derrota de los unionistas.”

 

Lincoln promulga la Proclama de Emancipación...

La promulgación final de la Proclama de Emancipación provocó un verdadero vendaval de reacciones, y ciertamente no puede decirse que resultaran por lo general positivas. Los radicales consideraron que se trataba de un texto alicorto que no encarnaba de manera la justa necesidad de emancipar a los esclavos; los demócratas del Norte tacharon a Lincoln de hipócrita, ya que después de afirmar que la guerra que se combatía sólo pretendía mantener la Unión, ahora quedaba de manifiesto que tenía también fines abolicionistas; los ciudadanos de los estados fronterizos temieron un estallido de violencia racial de horribles consecuencias, y finalmente, los nacionalistas sureños gritaron a los cuatro vientos que no se habían equivocado al advertir de cuáles eran las verdaderas intenciones de Lincoln y del partido republicano. Si el sur deseaba sobrevivir, no tendría otra salida que la de continuar el combate hasta el final por su independencia.”


 

Conclusiones bélicas tras la guerra...

Si la mortandad resultó tan elevada, se debió, sin ningún género de duda, a los avances

de la tecnología militar. En los combates marítimos y fluviales, los cañones adquirieron una mayor potencia y radio de tiro. En los terrestres, el ferrocarril y el telégrafo fueron objeto de un uso extraordinario, que Europa no conocería -y ni siquiera entonces con tanta profusión- hasta la guerra franco-prusiana de 1870-71. pero, sobre todo, mejoró considerablemente la potencia de fuego de las armas. Poco a poco, el fusil fue cediendo terreno ante el rifle, lo que significó que un soldado medio empleaba menos tiempo en cargar y disparar, pero también que su radio de tiro pasaba de algo más de setenta metros en un día claro a prácticamente quinientos. Por si fuera poco, la bala habitual, conocida como `minnie´, mejoró considerablemente la posibilidad de herir o matar al adversario. De hecho, la bala `minnie´ tuvo un efecto directo en la caída de las cargas con bayoneta y arma blanca -y de las bajas causadas por ese tipo de armas- hasta una proporción insignificante. Todavía más. La bala `minnie´ convirtió buen número de batallas indecisas, porque el bando vencedor -especialmente si se trataba del confederado- obtenía la victoria a un precio elevadísimo de hombres."

 

La triste realidad tras su asesinato...

"A doce años de la derrota en la guerra civil -una derrota que había significado el final de la esclavitud y el inicio de una era de esperanza en el terreno de la igualdad de derechos civiles sin tener en cuenta la raza-, los antiguos confederados habían logrado consolidar para sus estados un sistema social en el que los negros se veían desprovistos de prácticamente todos sus derechos como ciudadanos. La victoria había sido fruto de una siniestra combinación de ilegalidad, radicalismo y corrupción republicanos, sumada al nacionalismo, el rencor, la práctica de la violencia y el miedo de los blancos sureños. Muy probablemente, semejante resultado no habría sido posible de haber concluido Lincoln su segundo mandato y haber podido llevar a cabo su polñitica de cierre de las heridas causadas por la guerra. Sin embargo, tal posibilidad quedó radicalmente segada por el disparo de John Wilkes Booth, que, paradójicamente, no cometió un crimen inútil. De hecho, el asesinato de Lincoln permitió que la Confederación obtuviera una victoria política final después de haber sido derrotada en los campos de batalla.”


 

Historia apasionante de un hombre y un político apasionante, con dramas en la intimidad, estadista como hombre público y que de no haber sido asesinado igual se hubiera erradicado la segregación racial pero conociendo el percal de la política igual hubiera sido negada su importancia alegando que era un lunático que hablaba con Dios en sueños y tomaba las decisiones basadas en esos delirantes contactos con el Creador..
Muy recomendable para conocer una etapa histórica que ha dado lugar a histerias en turnos de noche tranquilos, horas extras nocturnas al calor de la caldera sin jefes en lontananza, lectura reposada de mesita, de estancias hospitalarias y para la suegra que se entere de una puta vez que aunque comamos de su sopa boba, nos tenga en el mismo concepto que un talibán tiene de una musulmana casquivana y nos trate como a negros cuando toca fregar, que la esclavitud ya no existe en el mundo civilizado, que en el otro persiste.

lunes, 1 de diciembre de 2014

 

Libro: Las tres Españas del 36

Autor: Paul Preston
Editorial: Plaza & Janés Editores, S. A.
Edición: Sexta edición; febrero, 1998
 

Traemos de nuevo el escenario de la guerra civil española, primera batalla de la II Guerra Mundial, de la mano de un hispanista que despierta odios y pasiones, el a veces inefable de Paul Preston que es una buena óptica para observar el solar hispano del siglo XX.
Partiendo de la premisa de que hubo tres España, los afines a la sublevación militar, los afines a la República y en medio la gran masa que, simpatizando o no con unos y otros, aún esperaba que la cosa pudiera arreglarse sin renunciar a sus ideales y sin llegar a los estragos que se llegaron por ambas partes y donde la culpa fue de todos pero todos decían querer arreglar las cosas...
Del primer tercio el autor escoge a Francisco Franco, José Millán Astray y José Antonio Primo de Rivera. Afines a la República Manuel Azaña, Indalecio Prieto y Dolores Ibárruri. Como tercera España a Pilar Primo de Rivera, Salvador de Madariaga y Julián Basteiro.

 

Lejos de panfletos más o menos doctrinarios, Preston logra con ágil pluma apasionarnos con las biografías de los distintos protagonistas pero situándonos sin medias tintas en los ámbitos vitales de cada uno que terminan encontrándose todos ellos en el cruel escenario y destino común de la guerra...
Paul Preston (Liverpool, 1946) es catedrático `Príncipe de Asturias´ de historia contemporánea española, y director del Centro Cañada Blanch para el Estudio de la España Contemporánea de la London School of Economics & Political Science. Educado en Liverpool y en la Universidad de Oxford, de 1973 a 1991 fue sucesivamente profesor de historia en la Universidad de Reading, Inglaterra; en el Centro de Estudios Mediterráneos, de Roma; y en el Queen Mary College de la Universidad de Londres, donde ganó la cátedra de historia contemporánea en 1985, pasando a la London School en 1991. Analista de asuntos españoles en radio y televisión tanto en Gran Bretaña como en España, colaborador de diversos periódicos y revistas. Autor de varios libros en 1986 le fue otorgada la Encomienda de la Orden del Mérito Civil, y en 1994 fue elegido miembro de la Academia Británica. Con ' Las tres Españas del 36' ha obtenido el Premio ASÍ FUE 1995, otorgado por Plaza & Janés.

 

Impresionante curriculum y datos del año de edición sacados como siempre de la contraportada aunque en Internet encontrareis abundante información de Paul Preston.

 

Y sin más unos breves pasajes que os inciten a su lectura:
 
Franco...
En 1937, hablando de la muerte de José Antonio Primo de Rivera, le comentó a su cuñado su convicción de que el líder falangista estaba en manos de los rusos, `y es posible que éstos lo hayan castrado´. En noviembre de 1937, conversando con un corresponsal de `La Prensa´, de Buenos Aires, le sugirió que visitara Asturias `y encontrará muchachas de quince y dieciséis años, cuando no de menos edad, atropelladas y encintas: hallará ejemplos constantes de amor libre, atropellos odiosos, muchachas que decían requisadas por tal o cual jefe ruso, y otras infinitas pruebas de barbarie´. En los años cincuenta urgió a una delegación de Sociedad Española de Autores a que emularan las obras de Calderón, que mostraban cómo restaurar el honor con `el detergente de la sangre´.”
 
Millán Astray...
Después de la guerra civil, la vida de Millán Astray empezó a languidecer de forma inevitable. Hasta cierto punto, había podido librar las batallas por interposición y revivir la adulación que le rodeaba en Marruecos. Durante un tiempo continuó haciendo giras de propaganda y manteniendo vivo el recuerdo de la guerra. En el verano de 1939 visitó un seminario jesuita en Granada. Como solía hacer, entusiasmó a su público al hablar tanto de las glorias a la reciente `cruzada´ como del imperio por venir. Acabó su interpretación ordenando a los estudiantes de teología que hiciesen el saludo fascista y cantaran con él. Cantaron , pues, el `Himno de la Legión´, el `Cara al Sol´de la Falange y, finalmente, pidió: `Ahora, el de vuestro san Ignacio, el capitán, pero también brazo en alto, a lo fascista´, y dirigió una ferviente interpretación de `Cantemos al amor de los amores´. Cuando salía, un estudiante se acercó y le dijo: `Mi general, le vi una vez desde las trincheras, he hecho la guerra durante los tres años, ¡a sus órdenes!´. Millán tiró de la cartera, sacó mil pesetas -¡de entonces!- y repuso: `Toma, para que te emborraches´.”
 
José Antonio Primo de Rivera...

 

Franco y José Antonio volvieron a encontrarse en febrero de 1936, en casa del padre y los hermanos de Ramón Serrano Suñer. Justo antes de las elecciones del Frente Popular, a mediados del mismo mes. José Antonio discutió apasionadamente a favor de un golpe militar que estableciera un gobierno nacional contrarrevolucionario. Sus encantos no influyeron en Franco, quien se mostró cautelosamente evasivo y divagó interminablemente. El general consideraba a José Antonio un peligroso aficionado y no tenía ninguna intención de involucrarse en una conspiración con él, pero como no podía ser de otro modo, no lo dijo claramente. José Antonio se sintió amargamente desilusionado e irritado, y comentó más tarde: `Mi padre, con todos sus defectos, con toda su desorientación polñitica, era otra cosa. Tenía humanidad, decisión y nobleza. Pero estas gentes...´.”
 
Pilar Primo de Rivera...
Con objeto de hacer valer su autoridad sobre Mercedes Sanz Bachiller, Pilar visitó Valladolid el 9 de diciembre, acompañada de Manuel Hedilla, jefe provisional de la Falange. Poco después, el Auxilio de Invierno se incorporó formalmente al partido. En el primer Consejo Nacional de la Sección Femenina, que tuvo lugar en Salamanca y Valladolid entre el 6 y el 9 de enero de 1937, Pilar Primo de Rivera anunció la creación de la Delegación Nacional de Auxilio de Invierno con ella misma de delegada nacional, y todas las jefes provinciales de la Sección Femenina como delegadas provinciales de Auxilio de Invierno. Aunque teóricamente quedaba bajo la jurisdicción de la Sección Femenina, Auxilio de Invierno era prácticamente independiente. A diferencia de la primera, esta última organización no era sólo de mujeres, y Martínez Bedoya -cuya relación con Mercedes Sanz Bachiller estaba convirtiéndose en algo más que colaboración política-, desempeñó un importante papel. Dada su amistad con Onésimo Redondo y su importancia en las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista, Bedoya era objeto de considerable recelo por parte de Pilar. Además, había dejado la Falange en enero de 1935, junto con Ramiro Ledesma Ramos, en protesta por el creciente poder de José Antonio.”
 
Salvador de Madariaga...
Durante la Segunda Guerra Mundial se consagró a propagar tanto la causa de los aliados como la del restablecimiento de la democracia en España. Había perdido todos sus bienes en Madrid, no durante la guerra, sino cuando las `fuerzas del orden´ de Franco llegaron a la capital. Madariaga emitía semanalmente un programa en español por la BBC dirigido a América Latina, tarea en la que continuó durante nueve años. También hablaba en castellano por el servicio español de la Radiodiffusion Française de las Fuerzas Francesas Libres, así como en francés para Francia. A largo plazo, sus escritos y emisiones tuvieron mayor impacto en España que sus esfuerzos para crear un gobierno alternativo a Franco capaz de suscitar el apoyo aliado.”
 
Julián Basteiro...

Su postura como silencioso pero crítico espectador del gobierno republicano desconcertó a muchos socialistas. Durante los últimos meses de la guerra, un grupo de estudiantes socialistas, que eran soldados del Ejército Español, le visitaron con la esperanza de obtener algún aliento de su parte. Entre ellos se encontraba el joven Enrique Tierno Galván, futuro alcalde socialista de Madrid. Éste describió su visita a la casa de El Viso: elegantemente vestido como siempre, un hosco Besteiro les recibió en su estudio, pulcramente ordenado, cuyas superficies de madera estaban brillantes. Escuchó en silencio mientras los jóvenes socialistas exponían sus afirmaciones sobre la posibilidad de seguir resistiendo, pues lo que habían oído sobre la represión franquista en las ciudades capturadas lo hacían crucial. Respondió a regañadientes que no estaba de acuerdo, pero que no se veía capacitado para decir más. Cuando llegase la hora de hablar, hablaría. Su seguridad le dio a Tierno la impresión de que creía albergar un objetivo mayor.”

 

Manuel Azaña...
La preparación de Azaña para la vida pública no tenía precedentes en los políticos activos españoles. Como perteneciente a la Generación del 98, había estudiado y escrito sobre literatura española, sobre los problemas de España, sobre el militarismo y el caciquismo. Leyendo y reflexionando constantemente, había llegado a una concepción completa de la reforma racional de España. Lo que dejaba perpleja y enfurecía a la derecha -y en particular a Franco-, era que su visión intelectual despertara suficiente apoyo popular para convertirse en una amenaza. Con sus lecturas y sus viajes, Azaña había llegado a la conclusión de que la modernización de España exigía que el aparato del Estado impusiera su voluntad lo mismo al militarismo que a las órdenes religiosas. Tenía también ideas inequívocas acerca de la reforma agraria, no como una preocupación revolucionaria, sino como un deseo humanitario de que los jornaleros sin tierra no se murieran de hambre en el campo. Estas ideas habrían sido inocuas si Azaña no hubiese pasado de la oscuridad al Ministerio de la Guerra, en abril de 1931, y a la presidencia del Consejo de Ministros a mediados de octubre de 1931, como resultado de su intervención en el debate sobre los artículos constitucionales referentes a la religión.”
 
Indalecio Prieto...
La vida de Prieto fue, en sus comienzos, trágica y dura. Su padre, Andrés Prieto Alonso, un impecable funcionario municipal, tenía cincuenta y nueve años cuando nació su hijo. Su primera esposa, Josefina Martínez Orvid, había fallecido a los sesenta años, en 1881. Apenas un año más tarde, Andrés Prieto, con gran pesar del resto de su familia, se casó con Constancia Tuero, de veintiséis años y embarazada de cuatro meses. Constancia había sido la criada de la familia y había dado ya a Andrés un hijo ilegítimo, Ramón. El 30 de abril de 1883, cinco meses después de la boda nació en Oviedo Indalecio Prieto Tuero. Al cabo de año y medio, vino al mundo su hermano Luis Beltrán. La criada se había convertido en señora de la casa y tenía una criada a su disposición, prueba de que la familia vivía con cierta holgura.”
 
Dolores Ibárruri...
Julián fue detenido tras la huelga revolucionaria de agosto de 1917. Dolores se encontró sola con la pequeña Esther, nacida el 29 de noviembre de 1916, y la noticia de la revolución rusa de octubre de 1917 representó para ella una luz de esperanza. En 1918, cuando le pidieron que redactara un artículo para El Minero Vizcaíno, utilizó el seudónimo Pasionaria, flor que eligió no como referencia a su carácter sino por el hecho de que el artículo se publicaba en Semana Santa. Tanto Dolores Ibárruri como Julián Ruiz estaban entre los vascos que abandonaron el socialismo para afiliarse al Partido Comunista de España, fundado en 1921, y ella pronto fue elegida como miembro del Comité Provincial de Vizcaya.”
 
Excelente libro para acercarse un poco a personajes de la reciente histeria española que atrapados en su tiempo, donde la democracia era la alternativa al fascismo de derechas e izquierdas y a los que la guerra y la violencia política de la época les pilló en bandos contrarios pero siendo compatriotas, vivencias y vicisitudes donde salvo la figura de Franco, el resto fue condenado al ostracismo o al culto propagandístico que han solapado su vida y hechos...
Ideal para todo tipo de ciudadanía interesada en ver los perfiles humanos y políticos que aún se repiten en estos días de zozobra consumista, gritos independentistas y algaradas democráticas que aspiran a un estado socialista que lleve a una sociedad comunista corregida de los errores de la URSS, como si pudieran...

 

Nada de regalar a la suegra que igual le da un yuyu de melancolía, desempolva el uniforme de la Sección Femenina de la madre y se pone toda chocha a enseñarnos a pelar una naranja con cuchillo y tenedor...

 

¡Cuidadín!

martes, 25 de noviembre de 2014

 

Libro: La Guerra de los Seis Días

Autor: Michael B. Oren
Editorial: RBA Coleccionables, S. A.
Traducción: Mª de la Vega Rodríguez
Edición: 2005
 

Resulta difícil hacer captar a las nuevas generaciones post Guerra Fría tratar de explicar que hubo un tiempo en que Israel como Estado estaba a punto de ser eliminado y que los países árabes estuvieran unidos por encima de diferencias religiosas y políticas, con un Israel actual y el problema de los palestinos convertidos en parias en su propia tierra, un Israel poderoso militarmente y dotado de bomba atómica...

 

Al estado actual de las cosas no se hubiera llegado por una guerra que ha quedado solapada entre la Guerra Fría como conflicto regional y los diversos enfrentamientos armados entre Israel y sus vecinos, pero todo comenzó en 1967 con un líder árabe que tratando de no perder su aureola lanza un órdago apoyado por la URSS mientras Israel se debate entre dar el primer golpe o esperar que los ejércitos árabes que se agolpan en sus fronteras empiecen primero, movimientos diplomáticos en la sombra con unos EEUU y una URSS que no desean enfrentarse por un conflicto regional a la vez que ambos desean afianzar su influencia en Oriente Medio.

 

El autor logra con un estilo ágil, preciso y ameno introducirnos en los días del conflicto mostrando al lector un conjunto general, sin buenos ni malos, simplemente política, diplomacia y músculo militar pero también con las miserias humanas de los protagonistas donde los egos, la apariencia y finalmente el engaño llegaron a la guerra donde Israel cumplió su mayoría de edad como nación y ya se pensaba qué hacer con los nuevos territorios conquistados y la población palestina atrapada entre los refugiados o rehenes en su propia tierra que es la misma que la del Estado de Israel de vigente actualidad ahora que los políticos israelíes discuten la definición política como nación donde en lugar de buscarse soluciones la realidad impone el enfrentamiento por incomprensión de ambas partes.

 

Según la contraportada, Michael B Oren es autor de Los orígenes de la segunda guerra árabe-israelí y ha escrito extensamente sobre la historia de Oriente Medio y diversos asuntos diplomáticos. Doctor en Filosofía y Letras y especialista en estudios de Oriente Medio por la Universidad de Princenton, ha trabajado como director del Departamento israelí de asuntos ínter-religiosos durante el último gobierno del primer ministro Yitzhak Rabin y como consejero de la delegación israelí en las Naciones Unidas. Actualmente (datos de 2005)es jefe de investigaciones del Centro Shalem de Jerusalén.

 

Y sin más, unos breves pasajes que os inciten a su lectura:

 


Cuando los judíos eran los terroristas luchando por tener su propio país...

"Bajo el mandato británico, la Yishuv creció con refugiados de la Europa antisemita -primero de Polonia y después de Alemania-, creándose instituciones sociales, económicas y educativas que en poco tiempo sobrepasaron las facilitadas por Gran Bretaña. En torno a la década de 1940, la Yishuv era ya poderosísima: dinámica,creativa, ideológica y políticamente plural. Acudiendo a modelos tanto de Europa del Este

como del Oeste, los judíos de Palestina crearon nuevos sistemas de explotación agraria (el kibbutz, comunal, y el moshav, cooperativista), una economía socialista viable con sistemas de sanidad nacional, reforestación, desarrollo de infraestructuras diversas, una universidad respetable y una orquesta sinfónica, y para defender todo ello, un ejército secreto de civiles, la Haganah. A pesar de que por prudencia los británicos habían retirado su apoyo a la creación de la nación judía, esta nación era ya un hecho: un estado incipiente y en desarrollo.”


Rivalidades por el poder en Egipto...
"Pero Nasser tampoco podía permitir que ´Amer tomara el mando. Las tensiones entre el presidente y su mariscal de campo eran peores que nunca. Cada vez más temeroso ante una posible sedición, Nasser había intentado emplear a oficiales retirados como fuentes de información sobre la influencia de ´Amer en el ejército. Éste se percató de esta maniobra y rechazó el ofrecimiento de Nasser para nombrarle primer ministro a cambio de concederle su control sobre el ejército. En su lugar, el poder de ´Amer creció hasta el punto de que el ministro de defe3nsa Shams Badran, y el jefe de las Fuerzas Aéreas, Sidqi Mahmud, ambos protegidos suyos, neutralizaron por completo al jefe del Estado Mayor Fawzi, fiel a Nasser. Ahora, con la crisis gestándose en el norte, ´Amer parecía querer que la situación explotara para que aumentara aún más su estatus, dirigiendo el ejército a una gloriosa victoria. Nasser deseaba evitarlo, recobrar sus prerrogativas en casa y tomar la iniciativa en la región, probándoles a los árabes constantemente que él -ni ´Amer, ni Siria- era la mejor defensa contra Israel.”

Estrés del primer ministro israelí...
La intención de Eshkol era decirle al país que el gobierno, aunque se encontraba preparado para responder a cualquier agresión árabe, estaba trabajando con Estados Unidos para resolver la crisis pacíficamente. Eshkol había dormido poquísimo, sufría un doloroso resfriado de pecho y llevaba un cristalino artificial en un ojo, consecuencia de una reciente operación de cataratas, que no dejaba de moverse. Recomponer su maltrecho estado físico fue la condición del guión recibido al entrar en el estudio, un guión que encontró repleto de correcciones y añadidos de última hora, y que ahora debía soltar en directo. El resultado fue una lectura tartamudeante, incoherente, apenas
ininteligible, que los oyentes interpretaron como un signo de agotamiento y de pánico. Pero no sólo confundió a los israelíes el modo de hablar de Eshkol, sino las noticias de que Israel había puesto su destino en las manos de otro país en ligar de confiar en sus propios recursos. `Es sorprendente cómo gente ha sufrido el Holocausto aún esté dispuesta a fiarse así y volver a ponerse en peligro´, escribió Ze' ev Schiff, columnista del diario Ha'aretz. Se dice que, en el Négev, soldados amontonados alrededor de transistores rompieron a llorar.”
 


Defensas egipcias...

"Se podía establecer un balance parecido de los lejanos territorios del sur, en la zona fuertemente fortificada de Umm Qatef, de seis millas de profundidad y dos de anchura.   La primera línea del llamado plan `Conquistador¨ egipcio y sus defensas eran un microcosmos de las defensas del Sinaí: tres despliegues lineales (con sistemas de trincheras, campos de minas, posiciones antitanques y ametralladoras, 80 cañones, 90 tanques y 16.000 hombres) donde el enemigo podría ser aplastado. Vigilando el cruce vital de Abu ' Ageila, que llevaba hacia el interior de la Península, al paso de Mitla y a Isma' iliya, esta plaza fuerte había

resistido repetidos ataques israelíes en 1956, rindiéndose sólo cuando se les acabaron los víveres. Desde entonces, Umm Qatef había sido reforzado por dos poderosos reductos, en la presa de Ruwafa y las cercanías de al-Qusayma. Controlando estas posiciones estaban las tropas de la 2ª División de Infantería que, aunque estaba preparada para el combate, estaba dirigida por el general de división Sa' di Nagib, un político nombrado a dedo más conocido por ser compañero de copas de ' Amer.”


Incidente con el USS Liberty...
"Los Mirage realizaron tres vuelos, bombardeando por completo al Liberty, desde la proa a la popa; posteriormente se contarían unos 800 agujeros en el casco. `Le hemos dado de lleno´, informó Spector, `creo que está echando humo de la chimenea´. El controlador jefe de la IAF, Shmuel Kislev, preguntó dos veces si el barco estaba repeliendo el ataque con fuego antiaéreo, pero los pilotos parecían demasiado ocupados como para responder. Tras tres o cuatro minutos de ataque, con la munición ya agotada, los Mirage abandonaron el lugar para ser sustituidos por un

escuadrón de Mystère. Acababan de regresar de bombardear la infantería egipcia y para esta misión se habían armado de napalm. A pesar de que se trataba de un material impropio para una guerra naval, los Mystère consiguieron descender y soltar sus cargas explosivas. Segundos más tarde, buena parte del puente y de la cubierta estaba en llamas y el barco entero cubierto de humo.”


Represalias árabes tras la derrota...
"El trágico peregrinar de los refugiados palestinos pronto fue eclipsado por las persecuciones de los judíos que tuvo lugar en los países árabes. Cuando se conocieron las noticias de la victoria israelí, masas descontroladas atacaron los barrios judíos de Egipto, Yemen, Líbano, Túnez y Marruecos, incendiando sinagogas y asaltando a sus moradores. Un progromo en Trípoli, Libia, se saldó con 18 judíos muertos y 25 heridos: los supervivientes fueron trasladados a centros de detención. De los 4.000 judíos de Egipto, 800 fueron arrestados, incluyendo los rabinos mayores de El Cairo y Alejandría, confiscándoles también sus propiedades. Las antiguas comunidades de Damasco y Bagdad fueron puestas bajo arresto domiciliario y sus líderes encarcelados y multados. Un total de 7.000 judíos fueron expulsados, muchos tan sólo con una pequeña maleta. Con excepción del presidente de Túnez, Bourgiba, y del rey Hassan de Marruecos, ningún gobernante árabe condenó estos ultrajes. Diversos intentos a instancias de la ONU y de la Cruz Roja para interceder a favor de los judíos fueron rechazados.”
 

Libro apasionante como sólo la historia lo es, ideal para tratar de comprender el presente ahora que los palestinos se han multiplicado, los países árabes, su ciudadanía, reclaman derechos democráticos a la vez que Israel sigue amenazado por sus vecinos y no logra conjugar una nación de judíos y palestinos mientras la barbarie del Estado Islámico se abre paso y se afianza a la vez que occidente mira para otro lado.
Recomendable para turnos de noche tranquilos, vigilias varias, amantes de la historia y de las hazañas bélicas así como para regalar a la suegra que se hará un trabalenguas con los nombres árabes y judíos deparándonos momentos impagables de risas y choteo mientras trata de pronunciar sin que escupa sin querer el dentado postizo...

jueves, 6 de noviembre de 2014

 

Libro: La Guerra de la Independencia

Autor: José Antonio Vaca de Osma
Editorial: Espasa Calpe, S. A.
Edición: 2002
 

Si en algo coinciden todo tipo de pelajes analistas para tratar de comprender el tortuoso proceso de España a la modernidad y siempre por detrás de sus iguales europeos, es que todo empezó a joderse tras la derrota de Napoleón y sus sueños imperiales. Pero mientras sus vecinos europeos se adaptaban a los tiempos y pasaban a monarquías constitucionales, los españoles y las ideas que impulsaban esos cambios, la esencia de la Revolución purgada de sus vicios y pecados, un monarca absolutista y cretino recuperaba el trono apoyado en la Iglesia y la aristocracia...
 
Agradable libro para introducirse en los hechos que llevaron a Felipe VII a ser Rey y que sus súbditos se entregaran a una guerra sin cuartel que vino a ser el Vietnam napoleónico pese a que en las crónicas, como siempre que se es derrotado, los historiadores franceses pasan casi de refilón dando más importancia, cuando es igual, Bailén que la campaña en Rusia.
 
El autor traza en trazos realistas ,que si no breves sí dejan con ganas de saber más, que es lo mejor que puede pasar en un libro para introducirse en un tema. No se deja llevar por opiniones personales y cuando las hay se toleran porque es un libro que se devora con avidez y el estilo nos transporta a los escenarios. Nada farragoso, muy ameno y ágil de lectura, se entronca en la mejor tradición anglosajona de literatura de historia bélica que bebe de otras fuentes y logra engarzar los datos para unirlos en un todo poniendo al alcance de la ciudadanía hechos que de otra forma dormirían en el olvido de los archivos y estanterías de bibliotecas logrando un relato veraz y apasionante para el lector.
 
José Antonio Vaca de Osma, embajador de España, es académico correspondiente de la Historia y de Jurisprudencia y Legislación. Ha desempeñado importantes puestos diplomáticos y múltiples actividades culturales nacionales e internacionales. En 1993 le fue concedido el premio Sánchez Albornoz. Es caballero de las Órdenes de Carlos III, de Isabel la Católica y de la Legión de Honor francesa; comendador de la Orden de Alfonso X el Sabio, de Cisneros, de la Corona de Bélgica, del Mérito de la República Italiana, Gran Cruz del Mérito Civil y medalla de oro de Ávila, entre otras condecoraciones nacionales y extranjeras, civiles y militares. También ha publicado varios libros de carácter político y de actualidad...
Actualidad con datos de 2002 sacados de la contraportada, pero sin más unos breves párrafos que os inciten a su lectura:


 

Carlos IV...

 

¿Qué podría esperarse de aquel hombre robusto y abúlico, de corta inteligencia, falto de interés por los asuntos de Estado, solo pendiente de la caza, de los oficios manuales y de su salvación eterna? Tenía un cierto sentido de la dignidad real, pero no era suficiente como para conservar la fabulosa herencia que recibía. Lo más probable es que aún siendo un buen rey `habría sucumbido a la irresistible corriente que venía del otro lado de los Pirineos´. Desde luego, de lo que fue incapaz fue de marchar a las Españas de Ultramar, como hicieron los Braganza a Brasil, para continuar desde allí la lucha hasta el triunfo que acabó por llegar. Ni capaz tampoco de ponerse al frente de sus ejércitos para resistir al invasor napoleónico, al lado de tantos héroes, unos con estatuas y otros anónimos.”
 
El futuro Fernando VII precoz en conspiraciones...

 

Con el consentimiento y hasta el beneplácito del futuro Fernando VII había circulado por Madrid una colección de hojas volantes, dibujos y aleluyas obscenas, en las que, atacando al valido, se arrastraba por los suelos el honor de los reyes, en especial de la reina. Por si esto no fuera suficiente, allá por los mediados de septiembre, el rey Carlos, que andaba de caza por El Escorial, halló sobre su mesa de despacho una carta anónima. En ella se denunciaba que todo Palacio conocía salvo el el bobalicón del monarca: que su hijo preparaba una conjura contra el valido y, si fuera necesario, también contra los reyes. Hay quien llega a decir que se consideraba la eliminación de María Luisa. Y como resultado se preveía la elevación de don Fernando al trono.”
 


 

Las tropas de Napoleón camino de sitiar Zaragoza...

 

Los franceses estaban al mando del general Verdier, que avanzó por el valle del Ebro, conquistando Logroño, mientras la columna Lefébvre-Desnouettes atacaba en Tudela, yendo desde Alfaro y con Pamplona como objetivo. Con la aguerrida caballería francesa se impuso a los tudelanos que mandaba el marqués de Lazán, hermano de Palafox. Así dejó abierto a Verdier el camino de Zaragoza a lo largo de la orilla derecha del Ebro. Por cierto, que los procedimientos de los imperiales en Tudela no pudieron ser más crueles: acuchillaron desde los caballos a todos los soldados y voluntarios españoles que huían después de capitular, saquearon la población y fusilaron a todo ciudadano en posesión de una simple navaja. Después, la caballería polaca de Verdier se imponía en los combates de Mallín y de Aragón.”



 

Tácticas de guerrilla contra el invasor francés...

 

Miot de Melito cuenta que los hombres ocupados en las faenas del campo cogían el fusil oculto en la tierra si veían pasar a un francés solo, pero en cambio, si pasaba un
destacamento, no eran más que pacíficos agricultores. Era esta una clara prueba de aquel sistema de guerra que utilizaba, según las circunstancias, la astucia, la sorpresa, la rapidez de movimientos, la retirada, la dispersión, el disfraz, el ocultarse, lo mismo en una cueva que entre la población civil de pueblos y aldeas: <<Un ejército invisible se extendió sobre casi toda España como una red de la cual no escapaba ningún soldado francés que se alejara un momento de su columna o de su guarnición. Sin uniforme y en apariencia sin armas, los guerrilleros escapaban fácilmente de las columnas que las perseguían y muchas veces las tropas que iban a combatirles pasaban por medio de ellos sin saberlo>>.”
 
Cortes de Cádiz...
 
Las opiniones sobre las Cortes de Cádiz difícilmente resultan objetivas, ya que se enfocan con un sentido actual y algunos quieren ver en ellas el origen y la fuente de todo lo que se aspira para España en cuanto a libertad y democracia, y otros las consideran como la causa de nuestros males posteriores. Llegando a una posición extrema, hay quienes opinan que en las famosas cortes y en la mente minoritaria que estaba detrás, y no en la `propia ingenua y técnicamente buena Constitución´, está el origen de las divisiones, pronunciamientos, revoluciones y guerras civiles del siglo XIX. Lo que allí hubo sin duda fue una pretendida voluntad popular que nunca se consultó, `todo ello sobre un fondo de razón y de justicia para atraer a las personas de buena fe´.”
 
El Congreso de Viena relega a España a una posición secundaria...
 
Lozoya atribuye la actitud de los grandes protagonistas de Viena hacia España a una hostilidad histórica de Inglaterra que se remonta a la Armada Invencible, y a que el
imperio austrohúngaro aún tenía presente que los Borbones españoles, a través de una guerra cruenta, habían impedido que la Casa de Austria siguiera reinando en España. Inglaterra sólo quería sacar ventaja de la emancipación de las provincias españolas de Ultramar, y Austria volver a ser la potencia dominante en Italia, recogiendo los despojos de Napoleón: Etruria para la emperatriz María Luisa, Parma, la Toscana... Ese iba a ser uno de los temas clave del Congreso. El emperador de Austria quería ver a María Luisa, la esposa de Napoleón, en el ducado de Parma, y después para su nieto, L´Aiglon. Y al infante Borbón, que había sido rey de Etruria, se le ofrecía el pequeño ducado de Lucca. Desde luego, la diplomacia de Fernando VII no solo no sabía contrarrestar esta campaña, sino que hasta tenía que oír la exigencia de devolver Olivenza a Portugal.”
 
 
Hechos de hace doscientos años que ha seguido vigentes en la sociedad española por las consecuencias de los mismos y también una parte de la historia de Napoleón que siempre fue consciente de que el principio del fin comenzó en España donde sus mejores generales y sus más fogueadas tropas en lugar de ganarse al pueblo se comportaron como conquistadores masacrando a unas gentes que siendo pobres eran ricas en patriotismo y lealtad aunque al término de la guerra quienes les oprimían y mantenían analfabetos siguieron manteniendo unos privilegios que comenzaban a ser sustituidos por los votos de la ciudadanía progresivamente en los países del entorno...
 
Lectura ideal para veladas reposadas de vigilia por motivos profesionales o personales, para introducirse en la historia reciente de España que pasa de refilón en obras sobre la época y en suma aprender porqué es malo invadir un país si antes no se cuenta con el apoyo de su ciudadanía: aparecerá la guerrilla y convertirá la vida de las tropas invasoras en un infierno llegando incluso alguno a no sentir las piernas...

jueves, 23 de octubre de 2014

 

Libro: Los kurdos – Un pueblo en busca de su tierra

Autor: Kevin McKiernan
Editorial: BELACQVA
Traducción: Ana Herrera
Edición: Primera edición, mayo 2007
 

Vuelven a nuestras pantallas de televisión imágenes en los noticieros de luchadores kurdos combatiendo al Estado Islámico siendo pertrechados por la OTAN pero posiblemente no seamos conscientes de su significado...
Pueblo atrapado entre las fronteras trazadas por el colonialismo siendo minorías en los países de Siria, Iraq, Turquía e Irán que siempre sueña con tener su propio Estado y que siempre ha sido dividido a merced de los intereses de turno, masacrado, gaseado, tildados de terroristas y por último aliados sobre el terreno de las tropas estadounidenses, que no termina de reconocerles como pueblo con derecho a tener su propio país, en las Guerras Bushianas donde lograron mientras Iraq se sumergía en la violenta era post Sadam, una autonomía con burocracia y simbología de país...
Kevin McKiernan ha sido corresponsal de guerra durante más de treinta años. Cubrió la guerra de Iraq para la cadena televisiva norteamericana ABC News tanto en zonas kurdas como árabes. Ha publicado artículos y fotografías sobre los kurdos en Los Angeles Times, The New York Times, Newsweek Time y otras prestigiosas publicaciones.

 

Datos de 2007 y sacados como siempre de la contraportada para ya sin más dejaros unos breves pasajes que os inciten a su lectura:
 
 
Un pueblo a descubrir...

 

A medida que los kurdos emergían de las sombras del tiempo y yo iba desvelando las
múltiples capas de su historia, llegué a darme cuenta de dos hechos capitales. Empecé a comprender que la represión local de los kurdos en Oriente Medio se había llevado a cabo (y se seguía llevando a cabo) con la ayuda internacional, sobre todo mediante el suministro de armas, y que los juicios por crímenes de guerra de individuos como el `Carnicero de Bagdad´ no serían más que una simple venganza si se ignoraban las lecciones más importantes que nos proporcionaba esa connivencia. El otro hecho que comprendí fue la extraordinaria relevancia de la historia `norteamericana´, un paralelismo que gradualmente fue iluminando cada sucesivo viaje. A medida que me adentraba más y más en el Kurdistán, me sorprendía el hecho de que la historia kurda reflejase aspectos clave del conflicto sobre la tierra, el lenguaje y la identidad que yo había encontrado en mi propio país, cuando era un joven reportero norteamericano en Territorio Indio.”
 
El `Guernika´ kurdo...

 

Por entonces ya se hallaba (1937) en marcha una guerra entre mil quinientos guerrilleros kurdos y cincuenta mil soldados turcos. El levantamiento, que duró más de un año, fue aplastado con la ayuda de aviones de guerra, gas venenoso y artillería pesada. Miles de hogares kurdos fueron quemados, se despoblaron permanentemente muchos pueblos, y los civiles fueron masacrados. Centenares de kurdos escondidos en cuevas o graneros fueron quemados vivos por el ejército. Llegaron noticias de suicidios colectivos de kurdos, huidas trágicas de los soldados en pleno pillaje. A los observadores militares extranjeros no se les permitió presenciar las acciones del gobierno, pero un documento del ejército turco contabilizaba a casi ocho mil residentes de Dersim muertos sólo en los últimos meses de 1938. Más de un millón de kurdos quedaron desplazados por el conflicto. La estimación del número de kurdos muertos en Dersim entre 1937 y 1938 se eleva a veinte mil.”

 

Época dorada de los kurdos tras la primera guerra bushiana en 1991...

 

La moral entre las bases kurdas era menos elevada que entre los líderes. Una razón
primordial para aquella ambivalencia al respecto de la guerra era el temor a dañar la economía emergente. En otoño de 2002, las tiendas kurdas estaban llenas de chocolate suizo, salchichas alemanas, cerveza holandesa y otros artículos de importación. Aunque el acceso a Internet estaba prohibido en el resto de Iraq, había docenas de cibercafés abiertos y en pleno funcionamiento en el Kurdistán. Abundaban las tiendas de alquiler de vídeos y DVD. Las pizzerías estaban decoradas con carteles de Domino´s, que sus propietarios habían conseguido en sus viajes a Estados Unidos y Canadá. Las tiendas vendían pizza kurda (de pollo y olivas) y los negocios florecían. Los kurdos tenían incluso su propia refinería de petróleo. Todavía dependían del petróleo iraquí e iraní para el grueso de sus necesidades, pero la refinería, la única del país que no estaba bajo control del régimen, simbolizaba una creciente independencia.”

 
Riesgos del oficio en plena invasión de Iraq en 2003...
 
Pocos kilómetros al norte de Tikrit nos detuvieron en la carretera unos hombres armados y vestidos con unos dishdashas que les llegaban a los tobillos. Eran suníes, presumiblemente lealistas a Sadam, y se pusieron muy furiosos cuando vieron mi cámara. Un adolescente con una sudadera de un equipo de fútbol metió el rifle por mi ventanilla, me exigió mis credenciales de prensa y me advirtió de que no filmara. Al cabo de unos minutos nos dejaron pasar. Un kilómetro y medio más allá, centenares de árabes más bloquearon la carretera. El aparato reproductor de cintas de nuestro coche emitía música kurda. Jaff lo apagó.”
 
Testigo de los gaseamientos a poblaciones kurdas en 1988 por parte de Sadam...
 
El único testigo militar del bombardeo de Halabja que conocí fue un hombre llamado
Qasem Husein Mohamed, un agente doble iraquí a quien entrevisté en una prisión kurda en 2002. Decía que era oficial ,militar iraquí en el momento del ataque aéreo, y que había observado los acontecimientos desde una colina que dominaba la ciudad. Justo antes de que apareciesen los aviones, me dijo Mohamed, oyó tres palabras en la radio: ¨¡Gas! ¡Gas! ¡Gas!¨. Él y sus hombres de inmediato se pusieron las caretas protectoras. Después del ataque, otra transmisión de radio dio la señal de que ya era seguro quitarse las máscaras. Aquel día, la contraseña para indicar `todo en orden´, observó, de forma escalofriante, era salam, la palabra árabe que significa `paz´.”
 
Lectura apasionante para acercarse a la historia más inmediata de un pueblo atrapado entre fronteras y al que occidente utiliza una vez más mientras los gobiernos de los países donde habitan tratan de quitarles el pan y la sal, las armas y el apoyo logístico mientras combaten pos su propia supervivencia como es el caso de Turquía y antes Siria, Iraq e Irán... Con un estilo ágil y documental por parte del autor que nos sumerge en la realidad de Oriente Medio...
 
¿Podrán ver cumplidos por fin sus anhelos de un Kurdistán que aporte estabilidad a la gasolinera del mundo?

Recomendable a curiosos de la actualidad, amantes de la histeria de la historia, servicios nocturnos tranquilos, convalecencias reposadas y a la suegra que nos hará pasar unas risas mientras se escandaliza de leer sobre el infiel y esquivamos ágilmente el gaznate cuando nos lo arroje a la cabeza con cristiana ira...

lunes, 6 de octubre de 2014

 

Libro: La depuración 1943-1953

Autor: Herbert Lottman
Editorial: Tusquets Editores, S. A.
Traducción: Mauro Armiño
Edición: Julio 1998
 

Si hay dos tópicos sobre la II Guerra Mundial incrustados en el hipotálamo de la ciudadanía nacida después de 1945 en que finalizó, uno es que ningún alemán era afiliado al partido nazi y que la ciudadanía francesa eran todos de la resistencia...
Corre el año 1943 y el gobierno francés reconocido por los aliados comienza a organizar y reglamentar el proceso que comenzará inmediatamente después del desembarco de los aliados y la progresiva liberación del estado francés: la depuración.

 

Durante cuatro años los nazis ocuparon parte de Francia y la otra mitad era un gobierno colaboracionista. Hubo por lo tanto una parte de la ciudadanía que a veces queriendo y a veces no, unas parte convencida y la otra no, colaboraron y se lucraron de la colaboración con los ocupantes...
Libro apasionante para conocer una etapa de la historia de Francia poco mostrada. Es también interesante, ahora que anda el cotarro revuelto, para reconocer una de las virtudes de la Transición española y que seguramente la ciudadanía de España deberá poner en práctica con antiguos proetarras y actuales secesionistas catalanes que amenazan con la violencia si no se vulnera la legalidad para dar legalidad a su ilegalidad: la depuración o limpieza de colaboradores de la dictadura de orientación fascista del general Franco que él no dudó en aplicar tras su rebeldía contra el régimen legalmente constituido y ganar la Guerra Civil española...
Herbert Lottman nació en Nueva York en 1927. Vive en París (datos de 1998) desde 1956, donde trabaja como corresponsal de importantes medios periodísticos y culturales de Estados Unidos. Para La depuración Lottman tuvo que consultar archivos y fuentes de documentación que por distintas razones permanecían hasta entonces fuera del alcance de los investigadores.

 

Datos sacados como siempre de la contraportada y como siempre dejo mi verborrea para mostraros unos breves pasajes que os abran el apetito de su lectura:
 
La justicia de la Resistencia...

 

Hay además otros relatos de ejecuciones llevadas a cabo por la Resistencia, pero casi siempre fueron redactadas con el objetivo de condenar tales actos. Así, el debate Desgranges evocó un incidente al que había asistido durante la ocupación. Un consejo de guerra secreto, presidido por `un oficial de alto valor moral´, había condenado a muerte a un hombre que había denunciado a refractarios al trabajo obligatorio en Alemania, así como a sospechosos buscados por la Gestapo; por cada persona arrestada por los alemanes, recibía mil francos. Desgranges se hallaba en la calle, justo enfrente del lugar elegido para la ejecución, cuando una metralleta segó la vida de un joven en la sombra de una puerta cochera. Se dieron cuenta entonces de que la persona abatida por los resistentes no era el culpable, sino su hermano; Desgranges veía en este caso un ejemplo de la `ligereza´de los justicieros, por no decir otra cosa peor.”

 

Las mujeres rapadas...

 

Parece que fue en todas partes el primer acto de depuración. El rapado acompañaba a los arrestos, a las ejecuciones, a veces los reemplazaba. Cuando llega a Montélimar pisando los talones de los liberadores de la Resistencia, Elsa Triolet, esposa de Louis Aragon, encuentra una multitud reunida delante del palacio de justicia; dentro descubre a un grupo de prisioneros que esperan ser interrogados. Todos los hombres tienen cabezas de delincuentes y asesinos; las mujeres de prostitutas. Les rapan la cabeza; los guardianes lo hacen con repugnancia, `pero también con cierto sentido del deber´. Elsa Triolet escribe que, de los doscientos sospechosos, once son detenidos para ser juzgados, mientras los otros son entregados a auxiliares de la Resistencia, la Milicia Patriótica; veintitrés de estos individuos son enviados a la cárcel y sesenta condenados a residencia vigilada; del centenar restante, se rapa a veinte mujeres. La multitud las espera a su salida del palacio de justicia para silbarlas y abuchearlas. Elsa Triolet se cruza con algunas de estas mujeres que ocultan el rapado de su cabeza con pañuelos multicolores.”
 
La opinión pública...

 

Existen documentos que indican que, a medida que el Gobierno Provisional instauraba su autoridad en las provincias más remotas, De Gaulle temía cada vez más el aumento de abusos de autoridad, y no tenía intención alguna de tolerarlos. Disponemos, por ejemplo, del testimonio que aporta el diario del secretario particular del general, Claude Mauriac, hijo del escritor. Según ese diario, tras el proceso de un grupo de colaboradores en Maubeuge en el que las FFI habían tratado de influir en la decisión de De Gaulle para impedir una eventual conmutación de penas capitales, el general reaccionó a las presiones declarándose a favor de la conmutación. Y cuando dos de los tres culpables que acababan de escapar a la pena de muerte fueron víctimas, a pesar de todo, de ejecuciones sumarias, De Gaulle decidió -como medida de represalia, declara su secretario particular- disolver las Milicias patrióticas, es decir las fuerzas de policía auxiliares de la Resistencia.”
 
El caso Renault...

 

Nadie se sorprenderá al saber que Louis Renault se negó a adaptarse o a adaptar sus fábricas a la segunda guerra mundial cuando estalló; el gobierno se vio obligado a intervenir para aumentar la producción y, según la opinión general, el patriarca no estuvo del todo a la altura de su tarea. (Entonces sólo tenía sesenta y dos años, pero estaba muy envejecido.) Un biógrafo ha tratado de demostrar que, en los inicios de la ocupación, Renault y su sobrino, François Lehideux, hicieron cuanto pudieron para evitar poner su capacidad de producción al servicio del enemigo; sin embargo, en lugar de permanecer a salvo en el sur de Francia, lo más lejos posible de su fábrica de Billancourt, Louis Renault regresó de forma inopinada a la capital, estando disponible cuando los alemanes se presentaron para reclamar y conseguir- concesiones; la única preocupación del industrial parece haber sido preservar sus fábricas y sus obreros para la posguerra.”


 

El olvido...

 

A principios de los años ochenta, algunos colaboradores estaban todavía en prisión. Por ejemplo, un hombre que durante veinte años había conseguido escapar a la justicia
-había sido condenado por contumacia en 1945 por haber entregado resistentes a los alemanes-, fue juzgado finalmente en presencia suya por el Tribunal de Seguridad del Estado en 1966; no fue liberado hasta 1982. Otro detenido, un francés miembro de la Gestapo, que había arrestado y torturado a resistentes, consiguió permanecer escondido hasta 1962 y fue condenado a muerte tres años más tarde por el Tribunal de Seguridad del Estado; fue juzgado de nuevo en 1966, tras un recurso de apelación. Su condena a muerte fue conmutada por De Gaulle a pena perpetua y rebajada luego a veinte años de reclusión por Georges Pompidou; finalmente, el prisionero fue liberado en 1983. Otro agente francés de la Gestapo fue detenido en 1962. Acusado de ser responsable de 430 arrestos, 310 depuraciones y 210 muertes, fue condenado a muerte en 1966. De Gaulle conmutó su pena por la de cadena perpetua, que una vez más Pompidou redujo a veinte años; también este hombre fue liberado en 1983. Estos tres individuos eran, al parecer, los últimos colaboradores que seguían detenidos en las cárceles francesas."
 
 
Libro que engancha a su lectura desde el primer momento en un estilo ágil y nada farragoso, recomendable para guardias tranquilas, convalecencias reposadas, amantes de la histeria de la historia y oportunidad de conocer la historia reciente de Francia. No lo recomendamos para la suegra porque igual recuerda viejos tiempos y nos da la turra...

martes, 9 de septiembre de 2014

 

Libro: Un capitán inglés

Autor: Thomas Wintringham
Editorial: Editorial Akrón, S.A.
Traducción: Luis Arias González
Edición: Luis Arias González, primera edición junio de 2009
 

Libro interesante y sorprendente el que traemos hoy para tratar sobre uno de los contingentes que participaron en la Guerra Civil española: los brigadistas internacionales ingleses.

 

Antes de que alguien huya despavorido hay que advertir que quien espere encontrar la propaganda, buena y mala, sobre las Brigadas Internacionales que todo el mundo ha visto y escuchado al menos una vez en su vida, se trata de una obra centrada en el Batallón Inglés y su diario de guerra escrito por una persona de marcado carácter intelectual, ojo crítico para consigo mismo y por tanto sobre la visión de la República y su ejército, que tiene además la honestidad de huir del panfleto de adoctrinamiento entre líneas para narrar con toda su crudeza lo que era el día a día en la guerra para el Batallón Inglés, desde sus carencias y vicios hasta su heroísmo y su valor pasando por interesantes análisis sobre la nueva forma de hacer la guerra que se vislumbraba en los campos de batalla españoles...
Sorprendente por la deliciosa, amena, didáctica e instructiva introducción de Luis Arias González, densa y profunda que ya merecería su lectura como obra independiente pero que al servirnos de guía hace que empecemos la lectura del libro ya situados y enmarcados geográfica y políticamente, envueltos en el aroma acre y fondo gris de la atmósfera común a toda guerra.
Interesante porque veremos detalles de la historia que no se tratan en libros sobre generalidades del conflicto u escritos para justificar a uno y otro bando. Asesores alemanes que tratan de probar su teoría de la guerra relámpago, la defectuosa manera de encarar Franco las acciones militares que lejos de la propaganda que le muestra como caudillo invencible dejan ver un militar poco estratega basándose en lanzar masas humanas y picando en los ataques señuelo de los que ya hemos leído en anteriores libros en Lomo con tapas, el déficit de material bélico de los demócratas frente al potencial de las potencias fascistas, el futuro de los misiles y el poder aéreo como apoyo táctico a la infantería.
Y recomendable para la ciudadanía española que aún sigue transmitiendo a las nuevas generaciones los tópicos sobre ambos bandos contendientes y donde cada uno tiene la razón cuando la razón de que siga siendo latente un conflicto que ya es historia es que no quieren ver a la Guerra Civil en su contexto. Vemos ahora en Oriente Medio guerras civiles donde se lucha por ideas como la religión y almorzamos asombrados ante el televisor que nos escupe noticias de ciudadanos europeos que van a Siria, Ucrania...; a combatir dejando atrás una vida cómoda. Igual sucedió en la guerra fratricida donde jóvenes de toda Europa acudieron a combatir por la democracia que entonces representaba la República Española y una opción como era el totalitarismo fascista.
Lejos de ser un libro sobre el internacionalismo, es un homenaje a unos ciudadanos-soldados británicos que regaron con su sangre la lucha entre hermanos que, todavía hoy, sigue enfrentando a la ciudadanía española debidamente azuzada por vividores del mito de Franco y aspirantes a serlo del mito de la República.
Thomas Henry Wintringham nació el 15 de mayo de 1898 en la localidad inglesa de Great Grimsby, en la región de Lincolnshire. Obtuvo su licenciatura universitaria en junio de 1920, en el Balliol College de Oxford. Miembro del partido Comunista inglés desde 1923, vivió su militancia de forma muy activa en los campos de batalla e intelectual. Periodista, escritor, historiador y poeta, participó en las dos guerras mundiales y, entre medias, en la Guerra Civil española, peripecia que recoge detalladamente su libro Un capitán inglés. Murió de un ataque al corazón el 16 de agosto de 1949.

 

Datos de la contraportada y dejaros sin más con unos breves pasajes que os inciten a su lectura:
 
¿Quiénes eran esos ingleses luchando por la democracia?

 

Estos hombre eran los herederos de una secular tradición inglesa, pero también eran parte de un nuevo individuo que iba apareciendo, cada vez más a menudo, en Europa,
América y Asia: ese tipo de personas que creían que nuestros pequeños y precarios principios de civilización, que todo aquello que consideramos que promueve la felicidad personal y la libertad social estaba siendo destruido por el fascismo. Habían venido a España porque creían que la agresión fascista debía ser resistida y rechazada, cuando fuera necesario, con acero y plomo tanto como con la propaganda y las argumentaciones teóricas. Habían acudido como hombres libres de toda Europa, y también en buena proporción de los Estados Unidos de América, para ayudar a la defensa de Madrid.”

 
En la milicia...
 
El grupo de las barracas de Sarriá era como una mezcla perfecta, una especie de muestra coleccionable de todas nuestras gentes tal y como las podéis encontrar en cualquier autobús inglés. Incluía también a uno o dos irlandeses y a un hombre -Arnold Jeans- cuya nacionalidad original ninguno de nosotros conoció nunca a ciencia cierta. La mitad de estos diez o de esta docena de chicos y de hombres eran estudiantes o `intelectuales´. Uno, que trabajaba de administrativo en una oficina de empleo, se había visto forzado -por la pobreza de sus padres- a renunciar a la beca que había ganado para ir a la universidad. Otro, Lorimer Birch, era un científico de calidad y con renombre. Todos ellos estaban agobiados por la inactividad que se respiraba en los barracones, donde apenas había instrucción alguna y sufrían el suplicio de Tántalo que suponía el continuo retraso de la fecha señalada para dirigirse hacia el frente. La mayoría de este grupo caería muerto antes de que el Batallón `inglés´ se formase.”
 
Discurso a los reclutas...
 
la posibilidad de que Franco pusiera un pie en Madrid a través de la Ciudad
Universitaria se convirtió en una posibilidad muy seria para nosotros; así que nuestra segunda Brigada se la sacó de la posición donde había atacado y se la envió a bloquear el camino exterior, al noreste de la Ciudad Universitaria. Muchos de los hombres de esa Brigada, cuando dejaron el Cerro de los Ángeles sin tomar, podían haber pensado que fracasaron, pero su ataque a los nudillos de Franco fue quizás la mejor cosa que el Gobierno había hecho hasta entonces; en parte, porque debido a ello nosotros todavía mantenemos la carretera Madrid-Valencia y Madrid continúa estando abastecido. Si alguna vez participáis en un ataque que parece haber fracasado, recordad este hecho, recordad a nuestra segunda Brigada.”

 
La cobardía...
 
¡Pobre O.! Un tonto, un romántico, un falsario que quería ser valiente pero que había vivido hasta entonces demasiado fácil y demasiado cómodo. Cuánto daño nos hizo y que yo no conocí hasta después de que la batalla hubo acabado. No puedo estar enfadado con él ahora;L aunque lamento todavía las vidas desperdiciadas por su cobardía. Después de todo, también fue culpa nuestra en parte. Por su propia seguridad y por la del Batallón, deberíamos haber tenido más en cuenta su superficial engreimiento y autosuficiencia y tendríamos que haberle degradado poniendo a Copeman en su lugar. Macartney, yo mismo, Springhall, todos nosotros ya habíamos visto en Madrigueras lo que daba de sí O. Deberíamos haber revisado nuestra capacidad para valorar y enjuiciar a los hombres.”
 
Cruzando el Ebro...
 
El Batallón inglés cruzó el Ebro sin tener casi bajas. Ellos conocían perfectamente dónde estaban, y sabían dónde y cómo estaban desparramadas las Compañías del enemigo. El total de la XV Brigada cruzó en unas pocas horas. El principal trabajo de este cruce -hubo varios pasos distintos sobre el río- fue dirigido por Malcolm Dunbar, el Jefe de Estado Mayor de la Brigada, y por Hugo Slater, el Jefe de operaciones, que lo llevaron a cabo con total satisfacción; los ingenieros, con respecto al puente, siguieron fielmente lo planeado. El inglés y otros Batallones se dirigieron hacia delante al mismo tiempo, efectuando una infiltración profunda en las dispersas líneas enemigas compuestas por granjas fortificadas, trincheras construidas a medias y reductos provisionales.”
 
 Libro para amantes de las hazañas bélicas, guardias livianas en urgencias o estancia hospitalaria, para quienes profundizar en la realidad de la Guerra Civil española y homenaje a los jóvenes británicos que lucharon en la antesala de la guerra mundial contra el fascismo y por la democracia más allá de sus motivaciones ideológicas y para la ciudadanía española donde una parte parece no enterarse de que unos perdieron en 1945 y otros en 1989, pero ambos, sistemas totalitarios.

martes, 2 de septiembre de 2014

 

 

Libro: Diario de Berlín
Un corresponsal extranjero en la Alemania de Hitler (1934-1941)-

Autor: William Shirer
Editorial: DEBATE
Traducción: Francisco Javier Calzada Jiménez
Edición: Noviembre de 2008
 

Apasionante obra la que hoy traemos a Lomo con tapas escrita por un cronista, un espectador y un demócrata que fue testigo y corresponsal de radio en la Alemania de 1934 a 1940 mostrándonos un fresco de la sociedad y el pueblo alemán atrapado por el nazismo y Hitler.

 

Imposibilitado por los censores a decir lo que ve, vuelca sus pensamientos y los hechos en un diario que más que servir de tal, es el material que espera poder publicar algún día para mostrar la verdadera cara del régimen nazi.
Lo cierto es que es inevitable sentir a lo largo de su lectura un escalofrío en la espina dorsal al observar que el totalitarismo sigue presente en Europa y cómo las tensiones fronterizas dieron pie al surgimiento de una nueva doctrina que auguraba la supremacía racial mientras las democracias estaban atrapadas en sus vicios y tenían aún muy presente el recuerdo de la Gran Guerra de la que este año se cumple un siglo de su inicio.
 
William L. Shirer nació en Chicago en 1904. Su vocación de escritor le llevó a París, donde tuvo que ganarse la vida como corresponsal para varios periódicos estadounidenses. Tras pasar un año sabático en España, en enero de 1934 tuvo que retomar el periodismo para ganarse la vida, primero en París y más tarde en Berlín, como reportero para el New York Herald. En 1937 Edward Murrow le fichó para la CBS en la capital alemana y de esta época datan sus legendarias transmisiones (ganadoras en dos ocasiones del prestigioso Headliners Club Award ), que inauguraron una nueva era del periodismo internacional. Tuvo que dejar Alemania en diciembre de 1940. A su regreso a estados Unidos publicó Diario de Berlín que cubre esos años y obtuvo un inmenso éxito. Murió en Bostón en 1993, a los ochenta y nueve años.

Biografía apasionante pero no por mi erudición sino sacados de la contraportada como es habitual, pero no doy más la turra y unos breves pasajes que os inciten a su lectura...

 

París, 30 de junio de 1934...

 

Las comunicaciones con Berlín han permanecido cortadas durante varias horas hoy, pero a media tarde se restableció la comunicación telefónica. ¡Y menuda historia! Hitler y Göring han purgado a las SA y acabado a tiros con muchos de sus líderes. A Röhm, detenido por el propio Hitler, se le permitió suicidarse en la cárcel de Munich, según un despacho de agencia. Los franceses están encantados. Piensan que es el principio del fin para los nazis. ¡Ojalá pueda conseguir un puesto en Berlín! Es una historia que me encantaría cubrir.


 

Berlín, 25 de febrero de 1935...

 

Los círculos diplomáticos y la mayoría de los corresponsales empezamos a sentirnos cada vez más optimistas acerca de un acuerdo general que asegurará la paz. Sir John Simon, el ministro de Asuntos Exteriores británico, va a venir a Berlín. Hace pocos días Laval y Flandin visitaron a los británicos en Londres. Lo que ofrecen es liberar a Alemania de las disposiciones de desarme del tratado de paz (aunque Hitler ya se está liberando rápidamente en secreto de ellas) a cambio de las promesas de Alemania de respetar la independencia de Austria y de los demás países pequeños. Los franceses de aquí señalan, con todo, que Hitler ha separado astutamente a París y Londres invitando a los británicos a mantener conversaciones aquí, pero no a los franceses. Y el bobo de Simon ha mordido el anzuelo.


 

Berlín, 23 de julio de 1936...

 

Los Lindbergh han viajado aquí, y los nazis, dirigidos por Göring, les están dispensando una gran recepción. Hoy, en un almuerzo ofrecido por el ministro del Aire, Charles descubrió su pensamiento al advertir de que el aeroplano se había convertido en un instrumento de destrucción tan mortal, que, a menos que `los que trabajan en la aviación´ encaren sus graves responsabilidades y construyan una `nueva seguridad basada en información´, el mundo, y especialmente Europa, estarán abocados a un daño irreparable. Era un empujoncito oportuno, porque Göring está creando, sin duda, la fuerza aérea más mortífera de Europa. La DNB se vio impulsada a decir esta tarde que las observaciones de Lindbergh `causaron una fuerte impresión´ aunque yo lo dudo. `Enojo´ sería una palabra más adecuada”.


 

Ginebra, 19 de enero de 1939...

 

En sus estertores finales, la Sociedad de naciones ha sido un lamentable espectáculo a
lo largo de los cuatro últimos días. Bonnet y Halifax están aquí para procurar que no se cometa ninguna tontería que retrase la victoria de Franco. Ayer, Del Vayo pronunció un digno discurso ante el consejo. Halifax, para demostrar de qué parte estaba, se levantó en mitad de él y salió ostentosamente de la sala. Esta noche he mantenido una larga conversación con Del Vayo. Estaba deprimido, desanimado, y aunque no me lo ha dicho con estas palabras, deduzco que es el final de la República en España. Franco, con sus alemanes e italianos, está a las puertas de Barcelona. Almuerzo con Edgar Mowrer, Knick, Harry Masdyck y madame Tabouis. Mucha conversación, pero nuestro bando ha perdido.”

 
Berlín, 8 de julio de 1940...
 
Mañana Francia, que hasta hace apenas unas semanas se consideraba la última fortaleza de la democracia en el continente, arrumbará su democracia y se sumará a las filas de los estados totalitarios. Laval, al que Hitler ha elegido para hacer el trabajo sucio en Francia -el célebre Otto Abetz es el principal intermediario-, hará que se reúnan la Cámara y el Senado franceses y voten su desaparición, entregando todo el poder al mariscal Pétain, por detrás del cual Laval moverá los hilos como dictador títere de Hitler. Los nazis aún se están riendo.
El vagón del armisticio llegó aquí hoy.”
 
Libro muy recomendable tanto como lectura como para regalo a parientes mozalbetes y adolescentes para que al menos se hagan una idea de donde surgió este mundo que ahora no les da oportunidades laborales, para guardias al calor de la noche, estancias hospitalarias y nada de regalárselo a la suegra que igual termina de chochear del todo y habrá que costearle los cuidados geriátricos acordes a su chochez...

Libro: ABD-EL-KRIM EL JATABI

-La lucha por la independencia-

Autor: María Rosa de Madariaga

Editorial: Alianza Editorial, S. A.

Edición: 2009

Ahora que vuelve a estar en el candelero el conflicto palestino, los problemas en la frontera con Marruecos y la inmigración ilegal y que PODEMOS trata a ETA como si fuera un movimiento de liberación, nada mejor que refrescarnos las neuronas abordando la figura de un héroe de la independencia de Marruecos, azote de las tropas españolas en la década de los 20´s del pasado siglo y un hombre que sin renunciar al islam y a sus principios era una referencia cuando al término de la II Guerra Mundial se inicia el proceso de descolonización...

 

Veremos con sorpresa para el lector español y francés que el símbolo de la independencia trató en un principio de ser un buen ciudadano de protectorado siendo funcionario a sueldo del gobierno español y más tarde, al darse cuenta de que España no iba a aportar desarrollo y progreso con unos militares africanistas especialistas en represión brutal, gira sus ojos a Francia, la otra metrópoli que junto con España ocupaban el territorio, sabedor de que si Francia se retiraba del protectorado entonces España también se iría.

 

La autora, con estilo ameno y nada farragoso, nos mostrará el sistema de gobierno tribal, los lazos familiares, aventureros en busca de buenos cuartos, las entretelas de la política francesa y a la lucha y el exilio de un hombre sabedor de qué se estaba jugando con sus compatriotas que a cambio sólo obtenían explotación, sumisión y obediencia de las potencias ocupantes.

 

María Rosa de Madariaga es licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid, diplomada en lengua, literatura y civilización árabes del Instituto Nacional de Lenguas y Civilizaciones Orientales de París, y doctora en Historia por la Universidad de París I (Panthéon- Sorbone). Tras enseñar lengua y civilización españolas en la Universidad de París IV, fue durante años funcionaria internacional en la UNESCO. Es autora de varias obras referente a Marruecos y su historia durante la época del protectorado, así como de numerosos artículos sobre las relaciones entre España y Marruecos, publicadas en revistas españolas y extranjeras y en obras colectivas.

Datos de 2009 y sacados de la contraportada. Y sin más unos breves pasajes que os despierten la apetencia de leer:

 

La imagen en España del moro del protectorado...

Hay que decir que entre las familias de tradición liberal progresista como la mía (la autora), junto a la visión liberal-romántica de `nuestro moro´, el de al-Ándalus, vehiculada por la historiografía liberal del siglo XIX, coexistía otra imagen del `moro´como `salvaje´ y `cruel´, asociada sobre todo a la de los miles de combatientes marroquíes que participaron en las filas franquistas en la guerra española de 1936-1939. La `guardia mora´de Franco, residuo folclórico de aquellas tropas, nos lo recordaba aún pasados los años. Acostumbrada desde la infancia a escuchar en mi casa otra versión de la historia que la oficial dada por el régimen franquista, el personaje de Abd-el-Krim fue para mí una revelación. Frente a los `moros amigos´, los `moros buenos´, de los que hablaban en términos elogiosos los medios franquistas, estaban los `moros enemigos´, los `moros malos´. Según aquellos a los que los franquistas consideraban los `buenos´ eran considerados por familias como la mía los `malos´, y viceversa; la figura de Abd-el-Krim se inscribía para mí en la categoría de los `buenos´. Decididamente, el personaje empezaba a interesarme.”

 

 

Vida en el peñón de Alhucemas..

Asedios, pestes, motines de la guarnición o de los penados, hambrunas, la vida no era fácil en el peñón de Alhucemas ni en la de su hermano el de Vélez de la Gomera. La situación de miseria llegaba a veces a extremos tales que el gobernador se veía obligado a echar al campo a los penados y confinados, con el fin de poder resistir unos días más hasta recibir socorro de la Península. Las perspectivas de que los echaran al campo por falta de alimentos daba a veces lugar a sublevaciones, mientras que otros eran los propios penados y confinados los que podían `pasarse al moro´para no morir de hambre. El `paso al campo moro´ de confinados políticos o de presidiarios era frecuente, ya fuera con autorización o por imposición. Sucedía también muchas veces que algunos penados, por no soportar tantas penurias y privaciones, y ansiosos por recobrar su libertad, conseguían huir del presidio y nadar hasta la costa, donde eran en general bien recibidos. Tras convertirse al islam, tomaban esposa en el aduar que los había adoptado y terminaban por fundirse con la población. Otras veces, eran los habitantes de la costa los que iban a parar al islote. En tiempos pasados, en las incursiones al `campo moro´se hacían cautivos que se utilizaban luego como esclavos en los trabajos de fortificación y que podían rescatarse, dedicándose el producto a la redención de cautivos cristianos, si bien podían también canjearse `hombre por hombre, pero no moro por ganado u otros víveres, aunque la necesidad obligó muchas veces a hacerlo así.”

 

 

Repercusiones de la I Guerra Mundial...

La repetida negativa de Abd-el-Krim padre a presentarse en Alhucemas y los continuos pregones en los zocos a favor del sultán otomano y de la causa germano-turca hacían que las sospechas que sobre él pesaban cobrasen más fuerza. Según un telegrama del 1 de julio de 1915, `informes fidedignos´ aseguraban que el alfaquil Abd-el-Krim esperaba la llegada de su hijo Sid Mohand (es decir, Abd-el-Krim hijo), cadí en Melilla, para que éste trabajase abiertamente contra España y no volviera a Melilla. Las mismas confidencias advertían del peligro de que Sid Mohand regresase a Beni Urriaguel con esos propósitos `por la influencias que adquiriría con los fanáticos´, que consideraban entonces como enemigo de España al alfaquí, el cual los aconsejaba en contra de los españoles y a los que decía que su hijo permanecía en Melilla `con el fin de conocerlos mejor y poderlos combatir con éxito´.”

 

 

Entre la guerra y la paz...

El general español, que reembarcaba al día siguiente de vuelta en el Reina Regente, recibía dos cartas, una de Abd-el-Krim y la otra de Hammu ben Ahmed, presidente accidental de la comisión negociadora. La de Abd-el-Krim expresaba su desacuerdo sobre la manera como la parte española había llevado a cabo las negociaciones, que él consideraba de suma importancia para `ambas naciones´, y reprochaba a Castro Girona la falta de interés en una cuestión tan fundamental como era la de lograr la paz. Terminaba diciendo que no había en la conferencia del día anterior nada que mereciera contestación. Hammu ben Ahmed, por su parte, manifestaba que las negociaciones de paz que los rifeños deseaban entablar aún no habían entrado en la esfera de oficiales´. Las conversaciones con Castro Girona quedaban, pues, interrumpidas, y para reanudarlas los rifeños pedían que se designase una delegación compuesta de representantes civiles y militares `competentes´, lo que equivalía a negar a Castro Girona las competencias necesarias para llevar a cabo esta tarea. Éste, al que se tenía por gran experto en `penetración pacífica´, pero que en realidad lo era en conseguir adhesiones de jefes en Yebala y Gomara a cambio de fuertes sumas de dinero, es decir, de sobornos, no era bien visto de Abd-el-Krim y de los dirigentes rifeños. Aunque las conversaciones hubiesen quedado interrumpidas, Hammu ben Ahmed manifestaba en su carta que el presidente , que era como llamaba a Abd-el-Krim, había ordenado un alto el fuego, que iba desde el cabo Quilates y cubría toda la bahía de Alhucemas, siempre que España hiciera lo propio. Con esta medida conciliatoria, Abd-el-Krim esperaba que el gobierno español tendría hacia él una actitud más flexible. El alto comisario dirigía el 23 de abril un telegrama al ministro de Estado, señalando que estaba a punto de finalizar el plazo de ocho días al término del cual se había convenido enviar una representación a los beniurriagueles para continuar el diálogo´.”

 

 

De la tribu al Estado-Nación...

Conviene señalar que Abd-el-Krim utilizaba el término `República´únicamente hacia el exterior, y los documentos oficiales que llevan el membrete `Dawlat al-Yumhúriya ar-rifaya´ (Estado de la República del Rif) van siempre dirigidos, ya sea a las potencias extranjeras o a la Sociedad de Naciones. En sus declaraciones en enero de 1925 al periodista estadounidense Vincent Sheean, Abd-el-Krim manifestaba que el nombre de la `República del Rif´ le había dado por primera vez por los periódicos ingleses y también por algunos de `nuestros agentes ingleses bien intencionados´. Y añadía que los rifeños nunca habían tenido república en el sentido occidental del término ni nunca la habían deseado, para pasar luego a dar una curiosa interpretación de su origen, según la cual, la palabra española `república´ había sido adoptada en el idioma rifeño para designar `pequeñas agrupaciones locales´ semejantes a las `juntas (utiliza la palabra en español) de oficiales españoles´. Así, por ejemplo, tenían `varias repúblicas´en cada compañía de infantería, y la palabra no significaba más que eso para el pueblo rifeño.”

 

 

El conflicto rifeño en el contexto internacional...

Las posiciones oficiales del gobierno rifeño recogidas por Gordon Canning en Targuist el 23 de noviembre de 1925 constaban de diez puntos. El primero hacía hincapié en los deseos de Abd-el-Krim, de su hermano M´hamed y de los demás miembros del gobierno rifeño de concertar la paz, deseando que ésta aportase al mismo tiempo al Rif una `libertad completa´, pero sin ninguna injerencia exterior en los asuntos internos del país. El segundo punto hacía referencia a los temores de Francia y España de que un Rif autónomo o independiente se convirtiera en un refugio para sus enemigos, lo que había que descartar, toda vez que, al abrigo de la paz y de un régimen autonómico, tanto Francia como España tratarían de introducirse en el Rif mediante `la penetración pacífica´. Para que la paz fuera posible y duradera, era absolutamente necesario que los tres países pudieran descartar plenamente esas sospechas. El punto tres de las negociaciones abordaba el tema de la autonomía, término que había que diferenciar del de independencia y que Gordon Canning decía haberles explicado.”

 

 

El exilio...

Abd-el-Krim manifestaba a este mismo periodista que el retorno de Mohamed V a Marruecos no era una solución y que no se iba a ligar la suerte de 17 millones de marroquíes a `ese... hombre´ (sic). Si los franceses no concedían la independencia total, sería la guerra general en el norte de África y no sería él quien la haría sino el pueblo. Podemos concluir que en el pensamiento de Abd-el-Krim había dos constantes: en primer lugar, la concesión de la independencia debía ser previa a cualquier negociación, en el entendimiento de que la independencia total significaba la evacuación de hasta el último soldado extranjero; en segundo lugar, la independencia del pueblo marroquí era indisociable de la de los demás pueblos del norte de África, de suerte que la lucha no se detendría mientras uno de los tres (Marruecos, Túnez y Argelia) siguiera bajo el yugo colonial”

 

Honesta biografía política de un hombre nacido a finales del siglo XIX que quiso estar al servicio de España esperando que ésta le llevara a su pueblo progreso y educación, que bebió la esencia de la Revolución Francesa para descubrir que Francia sólo quería expoliar y no exportar sus ideales al norte de África. Que prefirió el exilio y la muerte en el mismo antes que ceder a lo que era su lucha, la de todos los pueblos cuando son invadidos, liberar a sus compatriotas del yugo extranjero y la influencia exterior en los asuntos internos, que sabía que sólo había dos caminos: la independencia y la lucha por la misma del opresor occidente colonialista que trataban a los ciudadanos árabes como siervos ignorantes incapaces de gestionar sus riquezas y su sociedad...

 

Supongo que nada ha cambiado en el fondo si pudiera volver de entre los muertos y ver que su Marruecos sigue en manos de un monarca que permite la presencia de tropas extranjeras en su tierra y sigue la represión política y mordaza de la ciudadanía que él denunciaba, España sigue siendo incapaz de tender puentes comunes con Marruecos y generar prosperidad en ambas orillas mientras que Francia sigue con su política de expolio arropada por sus soldados, que el norte de África sigue sin ser libre y tantas cosas que en este 2014 recuerdan a 1914...

Y es que como bien dice la autora, la historia de Abd-el-Krim es la historia de las gentes del Rif.

 

Ideal para penitentes del Santiago Matamoros, guardias nocturnas tranquilas de verano y cómo no para la suegra tras ver imágenes de la guerra en Siria e Iraq en el telediario... ¡Qué risas viéndola hacer las maletas y guardar el retrato del padre pensando que vuelven los moros a cruzar el Estrecho de Gibraltar!

jueves, 24 de julio de 2014

 

 

Libro: El Imperio Rojo

(Moscú-Pekín 1919-1989)

 

Autor: Patrick Lescot

 

Editorial: CIRCE Ediciones S. A.

 

Traducción: Roser Berdagué

 

Edición: Diciembre de 2000

 

Proponemos en esta ocasión un viaje en el tiempo a la génesis de la actual China con un PCCH que se reinventa y domina la vida del país. Una China que siempre desconcierta al observador occidental... Pero es un viaje también a la represión política donde Stalin promovió primero el internacionalismo y Moscú era a finales de los años veinte del pasado siglo la nueva Jerusalén donde jóvenes venidos de todas partes del mundo estudiaban en las universidades el comunismo, como expandirlo y también como crear una estructura policial...

 

Para ello el autor nos propone seguir los pasos vitales de dos personajes que pertenecen al panteón revolucionario chino y que finalmente fueron tragados por el stalinismo primero y luego en su propio país durante la revolución cultural en que Mao reafirmó su dictadura personal a base de lanzar a jóvenes estudiantes contra la vieja guardia que habían combatido con él por una china socialista primero como paso previo al comunismo.

 

El autor logra con ritmo ágil, y siempre dejándonos con ganas de conocer más a cada página, las andanzas y penurias de Li Lisan y Djang Bao y sus amantes y compañeras de lucha revolucionaria

 

Nadia Rúdenko y Lisa Kishkin ambas ciudadanas soviéticas que tuvieron el valor de involucrarse en una China en plena efervescencia que se veía invadida por las potencias y un Japón que se anexionaba a sangre y fuego territorios en pos de su espacio vital económico. No puedo deciros mucho del autor porque la contraportada es parca en datos aunque cito los siguientes: Patrick Lescot es diplomado en filosofía y lenguas y civilizaciones orientales, ha residido en China durante varios años como corresponsal de la Agencia France Presse. Datos del año 2000, que conste, pero si buscáis en Internet seguro encontráis más datos.

 

Yo me retiro y os dejo con una breves pinceladas que os abran el apetito por su lectura que no es nada farragosa...

 

 

Una joven Lisa Kishkin llega a Moscú...

 

El viaje en tren hacia Moscú había sido agotador. Cuatro días y cuatro noches recorriendo una Rusia devastada por la guerra civil, interrumpidos por esperas interminables en pleno campo, rodeados de soldados que les daban el alto, apelotonados en los estribos de las locomotoras, alrededor de las ametralladoras instaladas en batería en las plataformas de los vagones. Cerca de Tambov, el ejército campesino del general Antónov acababa de aniquilar toda una división del Ejército Rojo.

 

En los vagones de mercancías las maletas y los fardos habían condenado a la parálisis a los viajeros que huían del hambre, aplastados por la fatiga mientras soñaban con Moscú, la nueva capital. Una vieja del sur del Volga había contado que una familia de un pueblo vecino, impelida por el hambre, se había comido el cadáver de su hijo, aniquilado por el tifus. Se sospechaba que en aquel pueblo desenterraban a los muertos. No había tenido más remedio que huir.

 

Lisa había escuchado sin comprender del todo qué decían. Pero el viaje continuaba y a ella le gustaba contemplar el paisaje que iba desfilando a través de la ventanilla abierta. Mecida por el ritmo monótono del convoy, acurrucada en las rodillas de su madre, se quedó dormida.”

 

 

Li Lisan llega a Sanghai...

 

El viejo, en el timón del junco, aquella noche se había puesto nervioso. Hablaba mientras maniobraba entre las embarcaciones que bajaban hacia Shanghai, dejándose arrastrar en la noche entre el chapoteo del agua. Detrás de la botavara colgaba una temblorosa lámpara de aceite. De Hankow habían partido muchos juncos, algunos incluso de Chongtsing, al pie del Tíbet, a más de mil kilómetros aguas arriba. Sus pilotos, señores del Yangtsé, llegaban a franquear los rápidos de las Tres Gargantas sin que sus juncos se estrellaran contra las rocas que, como colmillos asesinos, estaban hincadas en las aguas del gran río. Li Lisan, como todos los chinos, sabía de la pericia que caracterizaba a los marineros del Yangtsé. Además de contrabandistas de leyendas chinas y de barqueros de hombres, eran mensajeros de buenas y malas noticias y, solitarios y encorvados, poseían el arte de maniobrar en las aguas del río, siempre ojo avizor y con las manos clavadas en el timón.”

 

 

Guerra revolucionaria...

 

Por la mañana la suerte estaba echada. El comité del frente, animado por Chu En-lai y Li Lisan, no perdió tiempo en banquetes de victoria. Se decidió con grandes prisas una ceremonia de proclamación del nuevo gobierno insurrecto. No sin problemas, la población trataba de comprender lo que se llevaban entre manos. ¿Era que los ejércitos del Kuomintang habían vencido a otros ejércitos del Kuomintang? ¿Era que ahora los republicanos peleaban entre ellos? Se convocó sin tardanza a los notables y a las asociaciones obreras a fin de escuchar explicaciones. Chang había traicionado al Kuomintang y los comunistas estaban allí para salvar el partido, según se decía. Lo que entendían sobre todo los antiguos de Nanchang era que el porvenir de la revolución y del país se decidía en su ciudad.”

 

 

Li Lisan marcado en Moscú...

 

Como un apestado, puesto fuera de combate, pero sin afectación, fue enviado a los bancos de la Escuela de Artillería de Moscú. Además de arte militar, había comenzado a estudiar ruso con otros extranjeros. Pero lo peor se produjo con Wang Ming unas semanas más tarde. La autocrítica pasó de la humildad a la humillación. Como quien exhibe osos ante un público, el joven jefe, con la intención de lucir su trofeo, se puso a exhibir a Li Lisan en las reuniones, y el capitán destituido tuvo que volver a insistir ad nauseam sobre sus faltas. Pavoneándose ante la idea de empuñar las riendas de la revolución, Wang Ming no perdonó nunca a Li Lisan que lo hubiera expedido a la fábrica al llegar de Moscú a Shanghai.”

 

 

Disciplina en el gulag...

 

Las noticias del mundo llegaban, fragmentadas, incluso a las celdas de la Butyrki. Pero Djang Bao no tenía nada que hacer con ellas y seguía en el patio de la cárcel, tiritando y con la cabeza baja, esperando a que los guardias dieran la señal de partida. No era que le contrariase el hecho de abandonar la cárcel y cambiar de aires, pero había dudas que lo obsesionaban: ¿dónde diablos lo llevaban?, ¿cuándo volvería a ver su China, si la veía alguna vez? De momento, se estaba muriendo de frío y tenía la impresión de estar pisando la última orilla conocida, ribera mucho menos amena que las playas de Nueva York.

 

Llegó por fin la `otra orden´, la del jefe de la escolta, que pronunció la fórmula reglamentaria dirigida a los prisioneros:

 

  • ¡Atención detenidos! ¡Durante la marcha hay que apretar filas, no se puede hablar, no hay que recoger nada del suelo! ¡Un paso a la izquierda o un paso a la derecha se considera intento de evasión! ¡La escolta dispara sin avisar! ¿Entendido?

  • Entendido... -entonaron a coro los cuarenta detenidos antes de ponerse en marcha.”

 

Mao llega al poder...

 

Djang Bao se emocionó hasta el punto de romper el llanto. Nada podía afectarlo tanto como aquello. El advenimiento al poder de Mao Tse-Tung lo trastornaba todo. Stalin tendría que establecer relaciones diplomáticas con él. Habría un embajador en Moscú, un embajador comunista, un camarada chino. En consecuencia, si conseguía hacerle llegar una carta, tal vez lograría salir del olvido y, amparado en su protección, recuperar la nacionalidad que le habían arrebatado. Sin duda entonces los policías rusos acabarían por soltar su presa. Comenzó a soñar con un pasaporte. ¡Tener una identidad, cualquiera que fuese, antes que aquel carnet de residente apátrida! Intercambió una carta tras otra con Shan y, de común acuerdo, decidieron enviar un regalo, a manera de solicitud de socorro, al primer embajador chino anunciado: un retrato de Mao, al que Shan se encargaría de poner un artístico marco, acompañado de una explicación escrita de su periplo por tierras soviéticas.”

 

 

Revolución cultural de Mao...

 

El 18 de junio se llevaron a Li Lisan con su ropa y su pasta de dientes. Dos días después, fueron a buscar a Lisa en un coche con una orden escrita firmada por Chen Boda. Siao Hou, la fiel ayi, se quedó aterrada y arrancó a Lisa de sus pesadillas:

 

  • Lisa, despiértate. Los guardias rojos vienen a buscarte.

 

En la sala de la oficina del Norte, le colgaron del cuello el mismo cartel que la otra vez antes de empujarla hacia los peldaños. Desde lo alto del estrado, Lisa observó a la asamblea, esta vez menos numerosa que la otra. El centenar de personas que habían sido invitadas estaban más tranquilas. No era una sesión de lucha, sino un interrogatorio público. Lisa estaba sola en el escenario y salió a relucir de nuevo la cuestión del fox-terrier y de la batidora. En la sala resonaba de vez en cuando algún comentario áspero o grosero. ¿Aquel candor espontáneo de la rusa no escondería, tal vez, una secreta insolencia, una suprema astucia?"

 

 

Apasionante libro sobre la siempre apasionante historia de China y que nos devuelve a la realidad del sistema comunista que siempre degenera en detenciones, purgas y largas estancias en la cárcel, pero podremos asomarnos a la génesis de una revolución china que devoró a sus hijos para que uno de ellos se alzara con el poder absoluto. Lo cierto es que dan ganas de visitar Corea del Norte tras su lectura y ver sobre el terreno una dictadura stalinista...

 

 

Recomendable para niños y niñas bien que aspiran a trabajar en China al acabar su carrera universitaria, guardias nocturnas y vigilias hospitalarias así como lectura de verano para comprender un poco mejor nuestro mundo y unos hechos que han marcado las vidas de millones de personas en todo el planeta.

 

Por supuesto a la suegra ,y si puede ser, en edición en chino acompañado de diccionario, que panzadas de carcajadas oyéndola echar cagamentos y acordándose de nuestros muertos...

 

martes, 15 de julio de 2014


 

 

Libro: Violencia Roja y Azul – España, 1936-1950

 

Autor: Fco. Espinosa Maestre, José Mª García Márquez, Pablo Gil Vico y José Luis Ledesma

 

Editorial: Crítica S. L.

 

Edición: septiembre de 2010

 

En todas las guerras hay un frente de batalla que suele quedar oculto y magnificado tanto en la derrota como en la victoria de los bandos contendientes: la retaguardia y la represión consiguiente que siempre existe en toda guerra...

 

 

 

A finales del verano de 1936, el pronunciamiento militar ha degenerado en una guerra civil donde sublevados y el orden legalmente constituido, la República española, se encuentran con el problema de aislar a los simpatizantes de sus antagonistas en el frente.

 

Meses antes los extremos de ambos bandos, revolucionarios de corte soviético unos y falangistas inspiradores de un nuevo orden al estilo nazi e italiano, se proveían de armas y recibían instrucción paramilitar. Pero mientras en el bando republicano las autoridades trataban casi infructuosamente en los primeros meses de conflicto de hacer respetar la Ley y las garantías legales, los militares sublevados siguiendo tácticas africanistas de guerra colonial dotaron a falangistas de una herramienta legal para la represión basada en el exterminio del rival. Por otra parte, fueron esas tácticas de guerra colonial basada en represión sangrienta y sin concesiones, lo que contribuyó a exaltar los ánimos de los republicanos que degeneró en ojo por ojo y diente por diente...

 

 

 

Ya en 1937 y a medida que avanzaba la guerra, pudo el gobierno republicano tratar de minimizar los asesinatos nocturnos a pie de tapia de cementerio pero las autoridades pudieron poner orden. En el ya bando franquista, se utilizó el código militar y los bandos de guerra para continuar con la paradójica pantomima de acusar de rebeldía a quienes ostentaban el poder legítimo. La justicia de Franco creó una burocracia que permite a los historiadores e investigadores tratar de rastrear a las víctimas. Mientras los caídos en la retaguardia republicana tuvieron homenajes a su memoria, los represaliados republicanos yacen en fosas y tumbas comunes muchas veces sin saber su localización...

 

 

 

Por alguna extraña razón los españoles no han sabido curarse de sus propios fantasmas y las nuevas generaciones azuzados por sus mayores, pero también por la clase política, siguen alimentando el mito de la república unos y el mito de Franco los otros. Es por ello que traemos este libro donde haremos un viaje en el tiempo para escudriñar los entramados legales que se ejercieron e inventaron para dar lustre a lo que no puede limpiarse: el asesinato puro, duro y premeditado del contrario porque piensa diferente y es lícito matarlo a la sombra de la guerra, de la Guerra Civil española.

 

 

 

Francisco Espinosa Maestre es historiador y pertenece al grupo de investigadores que desde los años ochenta renovaron el estudio de la guerra civil y penetraron por primera vez en su capítulo más negro, la represión.

 

 

 

José Mª García Márquez es investigador y ha catalogado los fondos judiciales militares relativos a Huelva y parte de los de Sevilla del Archivo del Tribunal Militar Territorial Segundo.

 

 

 

Pablo Gil Vico es técnico archivero del Consejo General del Poder Judicial y doctor en Historia Contemporánea por la Universidad Autónoma de Madrid con una tesis sobre la jurisdicción militar. Actualmente (2010) investiga el orden público durante la Segunda República a través de fuentes procesales.

 

 

 

José Luis Ledesma enseña Historia Contemporánea en la Universidad de Zaragoza y ha sido investigador en el European University Institute y en la Universidad de Yale.

 

 

 

Datos sacados de la contraportada y sin más unas breves pinceladas que os inciten a la lectura...

 

 

 

Cifras...

 

Volvamos entonces a la pregunta inicial: ¿cabe hablar de `30.000´ o de `130.000´ desaparecidos? Con los conocimientos actuales, no tiene sentido cifrar los miles de personas desaparecidas. Sin duda es mucho lo que sabemos, sobre todo en relación con la situación de ignorancia anterior, pero es mucho más aún lo que queda por saber. La cifra que se da en el cuadro I representa el número de víctimas de la represión franquista que hemos logrado demostrar, pero tenemos constancia de que está incompleta y sabemos además que contiene elementos heterogéneos (bando de guerra, consejo de guerra, inscritos/no inscritos). Habría que establecer una línea divisoria en febrero de 1937. la mayor parte de los casos que conocemos corresponde a los meses anteriores, especialmente de julio a octubre, y ahí se encuentra el grueso de los desaparecidos. El proceso que conduce al cambio en el modelo represivo se gesta en noviembre del 36 tras el fracaso ante Madrid que, como hemos dicho, marca el fin del golpe militar iniciado cuatro meses antes y el comienzo de la larga guerra civil. Significativamente, ése es también el momento en que los franquistas abren una puerta a la inscripción de la matanza realizada con el ya mencionado decreto 67 de 10 de noviembre de 1936 sobre desaparecidos, palabra esta que quedaba definida en el preámbulo:

 

`Consecuencia natural de toda guerra es la desaparición de personas, combatientes o no, víctimas de bombardeos, incendios u otras causas con la lucha relacionadas, acaeciendo que, no obstante la certeza del óbito, la identificación de los cadáveres, ya por ser desconocidas las personas en el lugar en que su muerte ocurriera o por aparecer deformes o descompuestos, resulta labor imposible´.”

 

 

 

Terror azul...

 

Las listas elaboradas por el delegado de Orden Público eran remitidas a los mandos de la División y a la brigadilla de ejecuciones de Falange, dirigida por el maestro de obras Pablo Fernández Gómez y cuya tarea consistió en asesinar a quienes se le indicaban hasta que en septiembre del 36 fue sustituida por piquetes de regulares. Sabemos también que estos listados se denominaban `listas X-2´ y que contaban con un `registro especial´ para su control. Gracias a este procedimiento se tuvo en todo momento un conocimiento exacto de todo el proceso represivo, desde las detenciones y los traslados hasta las ejecuciones finales. Como era previsible, la documentación relativa a la mecánica represiva no está disponible para la investigación. Sin embargo, los represores no pudieron evitar que ciertos documentos hayan aparecido en algunos procedimientos o en carpetillas de archivos sin inventariar. En realidad fue tanta la documentación generada por la matanza que, a pesar del empeño puesto en ello, fue imposible ocultarla o destruirla en su totalidad.”

 

 

 

Terror rojo...

 

Tres días después d ella ejecución de Goded, el turno era para las cabezas visibles de la rebelión en Madrid. Misma historia. El día 15 de agosto, el general Fanjul y el coronel Fernández de la Quintana eran enjuiciados de modo sumario por un tribunal que tenía por juez al magistrado del Tribunal Supremo Mariano Gómez y que respetó ciertas garantías procesales. Sin embargo, escaso era su margen de maniobra. La prensa revolucionaria se encargaba de recordar esos días que la que se libraba era `una lucha de exterminio´, en la que `la piedad sería un aliento para los bandidos fascistas´ e invocaba que no era `la hora de los sentimientos cristianos´. La conclusión era obvia: `¡que el pelotón de ejecución ajusticie a todos los generales!´. Y, por si todo eso fuera poco, ocurría que, dos días atrás, las tropas de otro general sublevado, Yagüe, habían entrado a sangre y fuego en Badajoz. En semejantes circunstancias, la condena sólo podía ser una. El tribunal dictó la pena última, `el Gobierno no podía ser benévolo y denegó el indulto´ y los dos condenados eran ajusticiados al amanecer del día 17 de ese mes. Por supuesto, eran los primeros, más no serían los únicos.”

 

 

 

Delatores, que los hubo en ambos bandos...

 

Esta estructura institucional de la delación ha de concebirse como una compleja y a veces caótica maraña que por un afán de recogerlo todo condujo a una sobreabundancia informativa imposible de manejar. Se podía desde contar con testimonios contradictorios respecto de un mismo individuo hasta detectar que buena parte de los testigos acudían a todas las oficinas a declarar exactamente lo mismo. Sin el preceptivo llamamiento judicial y con relativa despreocupación, algunas personas se presentaban en el juzgado dentro de un proceso en marcha porque desde las oficinas de Falange se les había instado a que depusieran ante el juez el testimonio que ya obraba en el informe. Resultado: una prueba sumarial donde las informaciones se contrastaban por la misma fuente que las había proporcionado.”

 

 

 

Represión en la paz de Franco...

 

La posguerra sólo consiguió alcanzar a la guerra en 1945, porque hasta ese año la dedicación de los tribunales estuvo especialmente dirigida a finiquitar las supuestas responsabilidades del conflicto. Los mismos principios y bases jurídicas que sustentaron estos procesos constituyeron la argamasa que cimentó los métodos empleados para reprimir a los resistentes, a los tibios y a todos aquellos que, consciente o inconscientemente, cuestionaban con sus acciones aspectos fundamentales del nuevo régimen tanto en materia política como económica.

 

La rebelión se instaló en el ámbito judicial como forma delictiva principal y fue acompañada de medidas vinculadas a la seguridad del Estado o al mercado negro, de tal forma que todas ellas convivieron sin problemas en la caprichosa dinámica de los consejos de guerra. El amplio repertorio legislativo generado en la década de 1940 fue utilizado muchas veces de forma arbitraria, sin que en ocasiones pueda determinarse con precisión por qué se aplicaba una u otra norma penal o por qué se empleaban al tiempo dos leyes para unos mismos hechos. Y debajo de todo subyacía el concepto de rebelión como recurso que podía utilizarse para los del monte, las guerrillas urbanas, las negligencias ferroviarias, los vendedores de harina adulterada o los que poseían billetes falsos.”

 

 

 

Libro recomendable que nos habla de algo común a todas las guerras: la represión basada en el control y la aniquilación del enemigo. Porque las balas pueden ser disparadas por personas distintas pero el resultado siempre es el mismo, dolor de una muerte, dolor de los que quedan y el dolor que infligen los vencedores a los vencidos.

 

La Guerra Civil española no fue distinta en ese aspecto y resulta interesante hacer el ejercicio de imaginar una justicia similar a la franquista de haber ganado una República contagiada y parasitada por revolucionarios que aspiraban a una república soviética en España...

 

Recomendable para lectura de verano recorriendo parajes y escenarios, guardias nocturnas, estancias hospitalarias y para todos aquellos que quieran ver las entretelas jurídicas que formaron parte de la sociedad durante la guerra primero y la dictadura después. Recomendable para regalar a la suegra de la que salimos de vacaciones para que sepa que un día de estos haremos una guerra y las represalias con ella serán terribles como sus diatribas cada vez que nos compra tabaco...

 

 

 

martes, 24 de junio de 2014

 

 

Libro: Misión en España

– Embajador USA en España de 1933 a 1939

 

Autor: Claude G. Bowers

 

Editorial: EDITORIAL GRIJALBO, S.A.

 

Traducción: Juan López

 

Revisión: Agustín Bartra

 

Edición: 1977

 

Ahora que está de moda en España salir a la calle a reclamar un sistema republicano, se hace necesario desmontar el mito de la II República Española, como tratamos siempre de erradicar el mito de Franco y su dictadura fascista de derechas. Porque a veces da la impresión de que quienes se manifiestan republicanos desconocen casi en su totalidad el periodo republicano creando la ilusión de una falsa Arcadia donde la ciudadanía se dividía entre republicanos y monárquicos y que durante el periodo de la Guerra Civil se convirtió, al dar armas y estar armados los minoritarios extremos del espectro político, en una lucha entre la revolución a la soviética y la revolución basada en la supremacía racial nazi aquí revestida de nacional catolicismo ante el abandono de las democracias a la democracia española.

 

 

 

Para ello nada mejor que un testigo de excepción y representante de la democracia moderna por antonomasia: Claude G. Bowers embajador de los EEUU en España desde 1933 a 1939 y que ha salido transversalmente en otras obras dedicadas al periodo que hemos tratado en anteriores artículos de Lomo con tapas. Se trata de una edición de bolsillo y no nos es posible poner datos autobiográficos aunque es de suponer que en Internet algo habrá...

 

 

 

Aunque su estilo descriptivo raya en lo ñoño, asistimos por su mirada a una España que sigue siendo agrícola y donde tras dos años de régimen republicano las reformas avanzan lentamente y las posiciones políticas se enconan al amparo del ansia depredador de los fascismos nazi e italiano, las divisiones en los partidos republicanos son constantes y las oligarquías terratenientes y eclesiásticas con el apoyo de monárquicos y carlistas dan alas y vientos de apoyo a los militares africanistas que con asesoramiento alemán e italiano esbozaban un pronunciamiento militar cuya novedad y fundamento era el exterminio de los adversarios del orden nacionalista católico español mientras sindicatos extremistas y anarquistas se unen a falangistas para acaparar armas y formar unidades paramilitares que siembran en caos en las ciudades mediante atentados y provocar la alarma social que justifique un pronunciamiento militar...

 

 

 

Así, el embajador nos muestra por sus viajes por España antes de julio de 1936 una sociedad donde las divisiones sociales son muy pronunciadas pero donde no existe ese revuelo que pregonan en Europa los periódicos pero tampoco es el remanso de justicia y paz social que divulga la propaganda republicana. Es un país que quiere avanzar a la modernidad y ponerse a la altura del resto de Europa y donde la violencia de unos pocos, sin alterar la convivencia, pone a prueba a las autoridades que deben mantener el orden público.

 

Bowers no deja de recalcar que los militares africanistas y Juan March confabularon con las potencias fascistas desde 1934 y que los espías alemanes y su propaganda inundaban las cabeceras de la prensa mundial con las revueltas en España.

 

 

 

También conoceremos las sesiones parlamentarias, auténtico horno de la política, y de sus protagonistas alejados de las caricaturas de propaganda y cómo era imposible acuerdos entre los partidos republicanos de izquierda y derecha...

 

Pero mejor os dejo una breves pinceladas que os inciten a su lectura:

 

 

 

Nuevo embajador...

 

El primero de junio de 1933 me dirigí a presentar mis cartas credenciales al Presidente de la República Española, Alcalá Zamora, acompañado hasta Palacio por la Guardia Presidencial, vestida con deslumbrantes uniformes y montando en negros y briosos caballos. Sentábase junto a mí el introductor de embajadores, López Lago, sumido en taciturno silencio, y era el único español con el que había de encontrarme que se daba cuenta del sentido popular en que se tiene al hidalgo melancólico. Fui conducido a un gran salón en la planta baja de Palacio, donde se hallaban formando grupos, los miembros del Cuarto Militar del Presidente y, destacándose al frente de ellos, un hombre de estatura mediana y porte elegante: Alcalá Zamora. Más bien delgado, sus cabellos grises y bigotes blancos acentuaban su tez morena, como de gitano, el color rosado de sus mejillas y el fulgor de sus ojos, que daban distinción a su rostro y delataban su ascendencia mora. Los ojos brillaban placenteramente y pude advertir que sonreía con facilidad.”

 

 

 

Maciá...

 

Maciá se había consagrado apasionadamente al movimiento catalán histórico, conquistándose el afecto permanente del pueblo. Sólo una mirada y me sentí bajo la influencia de su raro hechizo. Más bien alto, con elegante delgadez, sus setenta años descansaban serenamente sobre él. Su abundante cabello y su pulcro bigote eran blancos como la nieve; sus facciones, pequeñas y finas; sus grandes y luminosos ojos castaños reflejaban bondad. Vestía pulcramente de traje gris, corbata y calcetines del mismo color. Un pañuelo de seda asomaba coquetón del bolsillo superior de su chaqueta. Era Beau Brummell con canas. Su voz era baja, musical, perfectamente modulada. Si era el “líder del populacho´, como decían sus enemigos, era no obstante un hombre refinado y un caballero. De vuelta a la residencia de Claude Dawson, nuestro cónsul general, me encontré con una gran cesta de rosas amarillas con la tarjeta de Maciá dirigida a mi esposa, a pesar de que en Barcelona no había sido mencionada su presencia. El lo sabía todo. Pronto me devolvió la visita, y cambiamos brindis y nos estrechamos las manos, y cuando la venerable figura con faz de poeta se retiró, yo me sentí seguro de haber estado en contacto con la materia prima de la Historia.”

 

 

 

Política exterior de Gil Robles...

 

Mientras tanto, los ingleses se mostraban más preocupados, pues temían que España, bajo las órdenes de Gil Robles, se negara a apoyarles en la propuesta de sanciones contra Italia por su aventura en Abisinia. Por entonces alguien dijo a Lerroux: `Nosotros debemos permanecer neutrales.´ Y se dijo que había contestado: `Usted está equivocado. Debemos seguir a Inglaterra a toda costa.´ Pero España permaneció misteriosamente recatada, y muchos pensaban que debía tener sus razones. Incluso así, pocos sabían que en aquella precisa hora se había concluido un acuerdo en que se estipulaba que si los extremistas de la derecha forzaban una guerra civil contarían con la participación de Mussolini, si no la de Hitler, para poner fin a la democracia en España.”

 

 

 

Se desenvaina la espada...

 

Aquel día el Consejo de Ministros estuvo reunido constantemente, preparando drásticas medidas para la defensa del régimen. La reunión de Cortes estaba aplazada por ocho días. Debido a la propaganda maligna, los diputados socialistas salieron al final de semana para sus respectivas provincias, donde muchos fueron detenidos y asesinados. Excepto el incesante chismorreo, Madrid permanecía tranquilo. En San Sebastián y Fuenterrabía no se manifestaba ninguna excitación, pero a la mañana siguiente, cuando me dirigí a la Embajada, las noticias eran sensacionales. Se había concedido permiso especial a la Embajada en Madrid para que se me telefonease que el largo tiempo esperado golpe militar estallaría a las doce. Todas las comunicaciones telefónicas y telegráficas fueron cortadas. Yo había telegrafiado a Washington. Ínterin, Pepe había oído en las calles que Madrid, Zaragoza y Sevilla estaban en las manos de los rebeldes, lo que no era verdad. Aquella tarde fui a San Juan de Luz, y en el pequeño cine de Irún vi la película del combate de boxeo de Schmeling-Joe Louis. Nadie parecía excitado en Irún; y cuando el ministro de la Gobernación dijo por radio que el golpe militar había fracasado, fue generalmente creído.”

 

 

 

El atractivo de Mussolini...

 

Tan extravagante era que este partidarismo de la gente distinguida por los fascistas, que durante meses uno oyó decir que Italia se había convertido en la potencia más grande de Europa y que rápidamente aplastaría al imperio británico, y todo esto con un aíre de satisfacción. Cuando un barco inglés era bombardeado por un avión italiano, con frecuencia escuchaba expresiones de satisfacción; cuando un barco mercante era obligado por la fuerza de los cañones a dirigirse a un puerto rebelde, eran frecuentes los comentarios chistosos en los bares. Los insultos de la prensa del Eje contra estadistas como Robert Cecil, Winston Churchill y Lloyd George, y contra la democracia, eran recibidos por muchos con sonrisas de aprobación. Era la edad de oro, a lo largo de la costa vasco francesa, para los enemigos más peligrosos de Francia. Pero poco después, cuando las hordas de Hitler inundaron el territorio francés, fue divertido observar la precipitación con la cual los campeones d ella causa del Eje en otros tiempos plegaron sus tiendas y huyeron. Dejaron atrás sus hermosas villas, donde se acomodaron los oficiales nazis, como huéspedes libres de pago.”

 

 

 

Sin respeto a la neutralidad de EEUU...

 

Habíamos estado libres de incidentes que envolvieran a los Estados Unidos, pero a últimos de enero de 1938, el Nantucket Chief , un barco norteamericano, bajo la bandera norteamericana, fue encontrado a cuarenta millas de la costa y obligado por un destructor de Franco a entrar en las Islas Baleares como cautivo. Obedeciendo instrucciones, hice una demanda al general Franco exigiendo su inmediata libertad en carta dirigida a él no como Jefe de Estado, y no firmada por mí como embajador, puesto que no le habíamos reconocido. Yo estaba seguro, no obstante, de que la carta sería devuelta o ignorada, y así lo advertí a Washington. A poco de haber mandado la carta por la cortesía de la Nache Enea, me enteré de que el capitán había sido sacado del barco y enviado a la prisión, en espera de ser juzgado por alguna acusación no indicada. Sin esperar instrucciones, mandé otra carta exigiendo su inmediata libertad.”

 

 

 

La guerra diplomática...

 

Tenía lugar por entonces una intensificación de los bombardeos contra pueblos y aldeas por aviones italianos, y mujeres y niños eran destrozados en las calles o dentro de sus casas. La comisión británica, investigando sobre el terreno, informó que no existían objetivos militares en dichos bombardeos. El propósito era aterrorizar y desmoralizar a la población civil en la retaguardia para empujarla a Valencia o Barcelona a fin de engrosar la enorme población de refugiados dependiente del complicado abastecimiento de alimentos del Gobierno republicano. El gobierno de Chamberlain se negó a responder o comentar sobre la acción de los aviones extranjeros que, descendiendo muy bajo, ametrallaban a la población civil y a pasajeros de los trenes, cuando fue invitado a hacerlo por el embajador español en Londres.”

 

 

 

Libro para conocer una época de ojos de un enamorado de España y un testigo excepcional de una época que sigue marcando nuestra existencia pese al tiempo transcurrido y ejemplo de que nunca los extremos minoritarios deben ser consentidos de la mayoría cuando traspasan las reglas del juego democrático.

 

Ideal para amantes de la Historia, republicanos de nuevo cuño que alzan el puño, pijos sin gafas democráticas que cantan al sol, guardias nocturnas, noches en vela o como lectura playera en vacaciones. A la suegra vale más fotocopiarlo y escanearlo para con el ordenata maquetarlo en forma de periódico y que piense que vuelve el 18 de julio...

 

¡Qué risas verla esposada por los municipales mientras grita que Franco ha vuelto y nos acusa de rojos, masones y maricones!

 

 

 

 

 

jueves, 19 de junio de 2014

 

 

Libro: 1812 – La trágica marcha de Napoleón sobre Moscú

 

Autor: Adam Zamoyski

 

Editorial: DEBATE

 

Traducción: Matuca Fdez. de Villavicencio

 

Edición: Primera edición, noviembre de 2005

 

Ahora que Rusia nos desconcierta con su política exterior expansiva a zonas de la antigua URSS nada mejor que recordar el fiasco de Napoleón y de paso refrescar las neuronas sobre un país, Rusia, con cierta paranoia sobre sus fronteras y no sin motivo.

 

Antes que Stalingrado y las tropas nazis, el invierno ruso desbarató en 1812 la campaña de Napoleón sobre Moscú en una invasión donde ambos bandos cometieron errores garrafales y un Napoleón dubitativo que alargó demasiado sus líneas de suministro ante un rival que escapaba de la batalla porque plantear batalla a las fuerzas napoleónicas sería firmar el acta de defunción del ejército del Zar...

 

Un Zar que salió bien librado pero que para su pueblo no significó la emancipación de los siervos o libertad a la ciudadanía. Acompañar Napoleón y su ejército hasta Moscú y luego sufrir en la retirada acosados por la dureza invernal implacable nos da un retrato de la geopolítica de la época y sobre la idiosincrasia rusa que aspira a ser potencia continental e influir en los grandes pactos entre naciones.

 

Es un libro que se devora por el acierto del escritor en el estilo de narración que nos introduce entre atascos de las tropas, sus penalidades, las ansias del ciudadano soldado que sueña con regresar a su vida tras destruir a los enemigos del emperador, cuyas tropas le veneran.

 

Adam Zamoyski nació en Nueva York de padres polacos y residente en Londres, estudió en Downside y en el Queen´s College de Oxford. Sus trabajos versan sobre temas de historia política y de las mentalidades en Europa, así como en historia militar, materia esta última de la que es un destacado especialista...

 

Datos del año 2005 y como siempre sacados de la contraportada. Así que sacaros la ropa de invierno y vayamos a la conquista de Moscú bajo la sapiencia de Napoleón...

 

 

 

Napoleón...

 

Francia llevaba diecinueve años en guerra casi ininterrumpida. En 1792 había sido atacada por una coalición entre Prusia y Austria. A lo largo de los años se sumaron Gran Bretaña, España, Rusia y potencias menores, todas ellas decididas a derrotar a la Francia revolucionaria y restaurar la dinastía de los Borbones. No era una lucha por el territorio. Era una lucha ideológica por el futuro orden de Europa. Atrocidades aparte, la Francia revolucionaria había introducido en la vida pública todos los ideales de la Ilustración y las potencias monárquicas veían en ella una amenaza para su existencia. Francia había hecho gran uso de esta arma para defenderse, exportando revolución y sublevando provincias que pertenecían a sus enemigos. Gradualmente pasó de víctima a agresor, pero así y todo, seguía luchando por su supervivencia. La Francia revolucionaria no podía asegurarse una paz duradera, pues la mayoría de las potencias de Europa se resistía a aceptar la supervivencia de un régimen republicano y sentía la necesidad de destruirlo.

La subida al poder del general Napoleón Bonaparte en París en noviembre de 1799 hubiese debido romper este círculo vicioso de miedo y agresión. Bonaparte refrenó a los demagogos, cerró la caja de Pandora abierta por los revolucionarios y puso orden. Como hijo de la Ilustración y déspota, movilizó las energías de Francia para construir un Estado organizado, próspero y poderoso, el `Estado civilizado´ con que habían soñado los filósofos de la Ilustración. Estaba siguiendo los pasos de gobernantes como Federico el Grande de Prusia, Catalina la Grande de Rusia y José II de Austria, que habían introducido reformas sociales y económicas al tiempo que fortalecían la estructura del Estado y eran universalmente admirados por ello. Pero para los sucesores de estos Bonaparte era un grotesco arribista, una excrecencia de la maligna revolución.”

 

 

 

Malas sensaciones...

 

Muchos oficiales de alto rango, sin embargo, creían que ya habían ido lo bastante lejos. `Todos opinaban que ya habían soportado suficientes fatigas y tenido suficientes encuentros gloriosos para una campaña, y no deseaban seguir; sentían y expresaban con franqueza la necesidad y el deseo de poner punto final´, escribió el coronel Boulart. Muchos miembros del séquito de Napoleón, encabezados por Berthier, Duroc, Caulaincourt y Narbonne, le rogaban que diera el alto. Napoleón, sin embargo, se mantenía inflexible. `El vino se ha servido y hay que beberlo´, respondió a Rapp, que dudaba de la conveniencia de seguir avanzando. Cuando Berthier insistió en que no era aconsejable continuar, Napoleón se volvió hacia él. `En ese caso, vete, no te necesito, no eres más que un … Vuelve a Francia; yo no obligo a nadie´, espetó, añadiendo comentarios lascivos sobre lo que Berthier estaba deseando hacer con su amante en París. Horrorizado, Berthier juró que jamás, bajo ninguna circunstancia, abandonaría a su emperador, pero la relación entre ambos se mantuvo fría varios días, durante los cuales Berthier no fue invitado a la mesa imperial.”

 

 

 

Retirada...

 

Los franceses estaban retrocediendo por escalones. Napoleón iba en cabeza acompañado de la Vieja Guardia, la joven Guardia, los restos de la caballería de Murat y el Cuerpo de Junot, y llegó a Viazma el 31 de octubre. A continuación arribó Ney, seguido de los italianos del príncipe Eugéne y lo que quedaba de los polacos de Poniatowski. Cerrando la marcha iba Davout con su Primer Cuerpo.

 

El progreso era lento, sobre todo debido a la insuficiencia de caballos. La escasez de forraje había desgastado a los animales, cada vez más débiles para tirar de los cañones y los carros de municiones. Los cañones, tirados normalmente por tres pares, necesitaban ahora equipos de doce o quince caballos, e incluso estos no podían tirar solos de las pesadas piezas por los arroyos embarrados y las muchas pendientes del camino. Los soldados de infantería que pasaban por delante eran reclutados para ayudar a empujar, pero dada su propia fatiga, detestaban esa tarea y trataban de evitarla por todos los medios. Con el fin de aligerar la carga, se hacían estallar carros enteros de pólvora y se arrojaban proyectiles. La artillería requisaba y quemaba carruajes y carros cargados de botín y se apropiaba de los caballos. El 30 de octubre, en Gzhatsk, Henri-Joseph Paixhans, ayudante de campo del general Lariboisiére, pasó frente a una columna de carros repletos de heridos cuyos caballos habían desaparecido. `Estos pobres desdichados apelaban a nuestra compasión con las manos unidas, como si rezaran -recordaba-. Con voces desgarradoras, nos gritaban que ellos también eran franceses, que habían caído heridos luchando en nuestro bando, y nos rogaban, llorando, que no les abandonáramos´. Parte del problema era que Napoleón consideraba que estaba llevando a cabo una retirada táctica y no un repliegue.”

 

 

 

Esperanzas vanas en Rusia...

 

El joven Pushkin, todavía un colegial en San Petersburgo, escribió una oda a Alejandro, cuando este volvió de parís, jubilosa y llena de optimismo en el futuro. Pushkin expresaba el entusiasmo de una generación que confiaba en que el zar transformara el país. Para ellos, los acontecimientos de los últimos dos años habían propiciado un despertar espiritual y creían que Rusia debía cumplir su promesa rompiendo las jerarquías que dividían a la nación. Pese a rechazar los valores foráneos, y más aún los franceses, los aspirantes a reformadores soñaban con un proceso de regeneración que convirtiera a Rusia en un estado liberal progresista...

...Aunque la imagen del soldado raso patriota se ensalzaba en cuadros y grabados, y aunque fue el héroe de muchos poemas y relatos, y, por lo menos, de una obra de teatro popular en la que un campesino llegaba a oficial, la realidad seguía inalterable. Era preciso meter a los siervos en vereda y obligarles a volver al trabajo. Cuando se descubrió que un lancero había obtenido la Cruz de San Jorge por su valor era judío, le negaron el derecho a exhibirla.

La mayor parte de la sociedad rusa no veía los acontecimientos de 1812-1814 como un impulso hacia la regeneración, sino como una confirmación divina de la constitución existente del Estado ruso, que el Todopoderoso había elegido para que luchara contra el demonio de la Francia revolucionaria y napoleónica. Abandonando su liberalismo de juventud, el propio zar abrazó esta creencia. No hubo más reformas y el sistema se volvió, en algunos aspectos, todavía más asfixiante. Cuando Denis Davidov intentó publicar las memorias de sus hazañas, los censores se ensañaron con el texto y el libro tardó muchos años en publicarse. Poco a poco los héroes de 1812 empezaron a comprender que ahora que ya habían cumplido con su deber, debían proseguir con sus vidas de antes como si nada hubiera ocurrido.”

 

 

 Libro apasionante y excelentemente narrado ideal para amantes de las historia, de novelas histérico históricas para que no les tomen el pelo en argumentos folletinescos, turnos de noche con horas de tranquilidad sin presencia del jefe de turno, estancias hospitalarias tanto de paciente como de visita y recomendarlo a la suegra que se cagará en todos nuestros muertos cuando vea que no hay protagonista femenina y sienta nauseas en la escenas de matanzas...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

martes, 3 de junio de 2014


Libro: Los perdedores de la Historia de España

 

Autor: Fernando García de Cortázar

 

Editorial: Planeta, S. A.

 

Edición: Febrero de 2006

 

La Historia la suelen escribir los vencedores y muchas veces los perdedores sólo son citados, ignorando sus vicisitudes o sus ideales que son menospreciados, tergiversados o simplemente se adaptan los hechos narrados a interés del vencedor siendo estos perdedores los grandes olvidados pese que al igual que los vencedores tienen luces y sombras y muchas veces el desconocimiento de lo ocurrido en la otra parte nos convierte en serviles del poder sin importarnos los hechos, las vidas de quienes no pudieron o dejaron escribir la Historia pasando al olvido colectivo, y la histeria colectiva, sus historias personales.

 

 

 

Y esa es la propuesta que nos hace el autor repasando las peripecias de algunos personajes de la Historia de España o que al menos son oriundos de la Península Ibérica desde los tiempos de Roma hasta la Guerra Civil española.

 

Y no es mala propuesta salvo cuando el autor se deja llevar, no sabemos si por la fantasía en base a los datos o en base a sus querencias. Esto se nota sobre todo al tratar personajes lejanos en la Historia donde la documentación es escasa y que se va aminorando a medida que se avanza en los siglos y las fuentes documentales son varias y bien documentadas. Pero es un libro interesante y nos hace ver que nunca hay verdades ciertas ni ciertas verdades son propaganda, embustes o difamación.

 

 

 

Fernando García de Cortázar (datos como siempre sacados de la contraportada y actualizados a 2006) es catedrático de la Universidad de Deusto (Bilbao), donde desarrolla una importante labor de investigación extendida a sus numerosos discípulos. Su formación humanista y su sensibilidad literaria le han ayudado a acercar de forma atractiva la historia al gran público, de tal manera que muchos de sus libros se han convertido en grandes éxitos editoriales. Ha escrito cuarenta libros, algunos traducidos a otros idiomas, consiguiendo popularizar la Historia de España mediante la prensa y televisión...

 

Yo ya os he comentado que para nuestro gusto la lectura chirría en algunos momentos, pero sin más sandeces, unos breves pasajes que os inciten a su lectura...

 

 

 

El obispo Prisciliano y la primera herejía...

 

Ha pasado tiempo. Ha pasado mucho tiempo: acontecimientos memorables, experiencias horribles, imprevistas mutaciones. La Iglesia vive ahora, rotos y vencidos los dioses del Olimpo, el momento de su organización e instalación definitivas. Trasladado su rito por obispos y emperadores de las catacumbas a las espléndidas basílicas, rehabilitadas las tumbas de los mártires y convertido su horror ensangrentado en leyenda, convencidos Graciano y Teodosio, después de los edictos de Constantino, de que la religión cristiana es una fuerza con la que resulta imprescindible contar para poder mantener la unión política, el antaño minúsculo y perseguido grupo ha crecido inseparable de la cultura y de las ciudades y se ha extendido a todas las provincias del Imperio, bañándolo y absorbiéndolo por completo.

 

Cuando el obispo Prisciliano escucha en la sentencia de Tréveris el sonido terrible que lo arrastrará al patíbulo, ya no resulta necesaria la facundia de Tertuliano, y sí, por el contrario, la reafirmación y sistematización del credo aprobado en el concilio de Nicea bajo la dirección del obispo de Córdoba y consejero de Constantino, el ilustre e influyente Osio. En esta época de plena ebullición cristiana, san Dámaso, el enérgico y ambicioso obispo de Roma al que apelarán en vano Prisciliano y sus compañeros de fortuna, san Jerónimo, secretario de aquél y autor de la Vulgata, traducción latina de la Biblia que la Iglesia considerará oficial durante siglos, y el gran leguleyo y administrador, san Ambrosio de Milán, trabajan ya sobre una conquista: fijar un texto definitivo, completar la jerarquización, establecer las normas y sentenciar. También cabe ya una interpretación cristiana: san Agustín de Hipona.”

 

 

 

Mozárabes, héroes sin gloria...

 

Tiempo, mucho tiempo atrás de la conquista de Toledo, en diciembre del año 656, obedeciendo al mandato de Rescenvinto, rey de los visigodos, veintidós obispos y vicarios de toda la península se habían congregado en la capital del reino para celebrar un gran concilio, el X concilio, bajo la dirección de Eugenio, obispo metropolitano de la ciudad. La primera de sus resoluciones fue reorganizar el calendario litúrgico. La fiesta de la Anunciación -el ángel revela a María la concepción de su Hijo- se celebraba el 25 de marzo, nueve meses antes de la Navidad, como era de esperar. Los obispos, aunque reconocieron que la fecha estaba corroborada por milagrosa, opinaron que la celebración de esa fiesta gozosa en marzo, tan cerca del luto de la cuaresma, era improcedente. Guiados de un extraño sentido del decoro decidieron trasladarla a otra fecha y así ordenaron que, en adelante, la Concepción de María se celebrase siete días antes de la Navidad, el 18 de diciembre... En beneficio de la emotiva liturgia visigótica alrededor de la Virgen María, de su celebración y rico desarrollo, los obispos del X Concilio borraban la anterior fecha de la Anunciación, liquidaban su verosimilitud biológica y averiaban el reloj del Espíritu Santo.

 

La fiesta de la Concepción continuó celebrándose el 18 de diciembre en las iglesias hispanas durante los algo más de cincuenta años que duró el reino visigodo y, como atestiguan los calendarios mozárabes, más allá de la gran frontera del 711, durante los tres siglos y medio de ocupación islámica. Tan largo éxito debe relacionarse con la devoción de los godos al misterio de la concepción inmaculada de la Virgen, defendido en la basílica de Santa María por el sucesor de Eugenio, el obispo Ildefonso de Toledo, autor de un libro que gozó de una veneración especial en la Edad Media y que el año 1067 terminaba de copiar un arcipreste mozárabe.”

 

 

 

El verdadero san Ignacio...

 

Como la historia de la literatura, la historia de la Contrarreforma abunda en enigmas. Uno de ellos es el extraño olvido parcial que le ha tocado en suerte a Juan Alfonso de Polanco. En los censos de nombres universales de la Compañía de Jesús el suyo no figura. Esa omisión el lógica, si recordamos la trivialidad a la que diccionarios y enciclopedias han reducido su existencia. Veinte renglones de meras circunstancias biográficas: Polanco nació en 1517, Polanco murió en 1575, Polanco fue copiador de bulas y otros documentos oficiales, Polanco fue el sexto secretario de la Compañía de Jesús, cargo que ejerció sin interrupción veintiséis años bajo los tres primeros superiores generales, etc. Con José García de Castro, que ha perseguido la sombra de este jesuita, creo que es reprobable si consideramos la extraordinaria labor de Polanco en la Roma del siglo XVI. Coordinador, consejero, inspirador de proyectos, y no sólo mero ejecutor, Juan Alfonso de Polanco fue memoria y manos de Ignacio de Loyola,Diego Laínez y Francisco de Borja. Como secretario del fundador, intervino activamente en la elaboración de las `Constituciones´; escribió un influyente tratado sobre el oficio de secretario; y elaboró unas reglas para organizar (y organizó) el asombroso sistema de comunicación epistolar de la naciente Compañía. Como infatigable escritor de epístolas, observó que las cartas enviadas a Roma eran hojas de un mismo y asombroso libro y que leerlas en orden era leer una historia universal. Hojearlas, soñar.

 

Como burócrata se convirtió en el primer archivero de la Compañía de Jesús. Como hombre letrado, en su primer historiador (`Sumario´, 1548; `Cronicón latino´, 1574). Como teólogo viajó a Trento e intervino en la última sesión del concilio. Como hombre silencioso, cuando Gregorio XIII manifestó su deseo de que el cargo de general de la Compañía de Jesús no recayera nuevamente en un español, liquidando así todas sus opciones, se retiró (1573) a sus viejos papeles de historiador, y solitario, y ensimismado, se quedó allí, dejando correr los tres años que le quedaban para cambiar la vida terrena por la eterna, de la que según testigos solía hablar con gusto, etc.”.

 

 

 

Carlistas: un siglo perdiendo el trono...

 

Y guerra fue lo que hubo. En 1833, las facciones favorables al absolutismo se levantaban en armas contra la regencia de María Cristina de Borbón, proclamando rey al infante don Carlos, a quien confiaban la defensa de la sociedad tradicional. La guerra que acababa de estallar, como demuestran las adhesiones de cada uno de los bandos enfrentados, era mucho más que una pugna dinástica. Se enfrentaban dos formas de vida, dos sueños... dos visiones del mundo, cada una con sus tensiones y desgarramientos, con su coeficiente de utopía e imposibilidad: la del rústico y el urbano, la del apostólico y el secular, la del súbdito y el ciudadano, la del mayorazgo y el empleado de comercio.

 

¿Cómo sacar a los combatientes de sus obstinaciones? ¿Cómo hacerlos mirar más allá de ellas? ¿De qué hubieran podido valer contra el imperativo de las pasiones los cálculos de la prudencia, las diligencias secretas, las mañas del político? ¿De qué valió el manifiesto inspirado por Cea Bermúdez, en el que se aseguraba que la religión y la monarquía serían respetadas, protegidas y mantenidas por la regente en todo su vigor y pureza? ¿De qué el empeño de Martínez de la Rosa por moderar la revolución y evitar que los excesos populacheros arrojasen más partidarios al bando reaccionario? Los sermones de cruzada del bajo clero ponían en guardia a los cristianos. Los incendiarios discursos de las Cortes, que daban paso al asalto de conventos y a las matanzas de frailes, y la desamortización que amenazaba de muerte la vida del hidalgo y los usos y costumbres del campesino, hacían ganar cuerpo a la insurrección. Liberales y carlistas habían quedado presos unos de los otros en un abrazo de muerte.”

 

 

 

La muerte como estadística...

 

También hubo prisioneros españoles en el Gulag, vidas errabundas que componen una nota a pie de página de la historia universal, que se agotan en un mortífero punto y aparte, y cuya memoria no ha merecido el trabajo dilatado de los historiadores ni ha inspirado a ninguno de nuestros novelistas. De la odisea de estos completamente desconocidos, de estos olvidados cuyos pasos se pierden en el invierno soviético, de aquel viaje que empieza con la guerra civil de 1936 y la derrota republicana de 1939, de aquel trágico errar que calca el de tantos otros individuos marcados por las alambradas del siglo XX, no ha quedado casi nada, salvo algunas memorias y recuerdos expuestos a la tropelía de la humedad y los insectos papirófagos, salvo escasos libros, parecidos a un saco de mendigo.

 

Quien ha vivido tal experiencia tiende a callar. Quizá porque no sabe hablar, quizá porque piensa que, de hablar, la falsificaría. O tal vez porque no se encuentran las palabras. Como repitió en varias ocasiones Karlo Stajner, autor de `7.000 días en Siberia´, comunista austriaco que sobrevivió al exilio y a los campos de Stalin, que estuvo veinte años dando vueltas en el último círculo del infierno soviético, condenado a todo tipo de penas, incluso a ser fusilado, y a una vida peor que la muerte, como escribió Karlo Stajner, sus verdaderos pasos se habían quedado en el lugar del que partieron, porque el que regresa anda de otro modo. `Si no sabes por qué vas, no sabes por qué regresas´.

 

Muchos no regresaron jamás.”

 

 

 

Historias de españoles perdedores, que es también Historia de España que hará las delicias de amantes de la historia, de novela históricas y buscadores de claves de la histeria nacional que periódicamente quebranta la paz y prosperidad de la sociedad española.

 

Este no lo recomendamos para la suegra porque fijo que le gusta el estilo en ocasiones pseudo ñoño del autor y sería tirar el dinero y encima aguantarla lo mucho que le gusta y lo interesante que está...

 

jueves, 8 de mayo de 2014

 

 

Libro: Roosevelt y Franco –

De la guerra civil española a Pearl Harbor

 

Autor: Joan Maria Thomás

 

Editorial: Edhasa

 

Edición: Noviembre de 2007

 

Libro para amantes de las entretelas de la Historia el que traemos hoy a Lomo con tapas por al menos un par de motivos.

 

El primero que se trata de una época de la dictadura franquista que trata de ser solapada por los mantenedores y mantenidos del mito de Franco, época en que victorioso abrazó con firmeza y creencia las tesis nazis alemanas y fascistas italianas donde la población pasaba hambre en el mejor de los casos y sometida a represalias en el peor mientras el dictador afianzaba su poder político en el interior y jugaba a delirios de grandeza en el exterior de la mano de su cuñadísimo...

 

 

 

El segundo porque es una visión desde el prisma de la democracia estadounidense que se encontraba desconcertada entre apretar las clavijas a conveniencia en conjunción con Gran Bretaña o tratar de ayudar a la población y a la recuperación del país velando por los intereses estadounidenses a la vez que España se mantuviera neutral en unos años donde la soldadesca alemana guerreaba y vencía a sus anchas por Europa y un dictador de la Península Ibérica cortejaba entrar de parte de Hitler porque fantaseaba con recuperar un imperio nunca existido tras 1898 a costa de desguazar a Francia en el norte de África...

 

 

 

Joan María Thomás (Palma de Mallorca, 1953), es profesor titular de Historia Contemporánea en la Universidad Rovira i Virgili y ha impartido cursos y conferencias en diversas universidades en todo el mundo. Especializado en el estudio del fascismo español y del Régimen de Franco llevando ya unos años investigando las relaciones entre EEUU y España durante la guerra civil y la Segunda Guerra Mundial.

 

Datos de 2007 sacados como siempre que es posible de la contraportada ,y sin más rollos unas breves pinceladas que os inciten a su lectura.

 

 

 

Roosevelt trata de ayudar a la República...

 

Ante las dificultades legales planteadas y en su empeño por conseguir el revocamiento del embargo y de ayudar a la República Española, pensó el presidente en la posibilidad de propiciar en el Congreso un cambio en la Ley de Neutralidad general. Actuaba no sólo impulsado por el conflicto español, sino por su convencimiento de la necesidad que tenía Estados Unidos de prepararse ante la amenaza nazi; una amenaza a la que unía el horror por las actuaciones de los hitlerianos tras los 30.000 detenidos y las destrucciones de sinagogas, tiendas y hogares de la llamada Noche de los Cristales Rotos del 5 de noviembre anterior. Intentó primero, el 15 de diciembre de 1938, que el senador Key Pittman, chairman del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, tomara la iniciativa de plantear tal reforma legislativa. Pero ante las dudas de aquél de actuar sin haber consultado a los otros miembros del Comité y ante el lanzamiento el día 23 de diciembre de 1938 de lo que parecía ser la definitiva ofensiva franquista contra el territorio en manos de la república, se decidió Roosevelt a tomar personalmente la iniciativa. En su discurso del Estado de la Unión del 4 de enero de 1939 se refirió al creciente peligro de guerra, a la necesidad de proveerse de armas para la defensa y al peligro que suponía para las democracias su indiferencia ante la falta de legalidad internacional.”

 

 

 

Reino Unido y la Nueva España fascista...

 

Para tratar con la orgullosa, ultranacionalista y hostil Nueva España, un Reino Unido progresivamente abocado a un futuro bélico se vio forzado a tener que usar una estrategia española dual. Ya desde antes del estallido de la guerra mundial su objetivo principal fue lograr y mantener la neutralidad española. Por un lado, se envió a España un representante del Ministerio de Comercio para tratar de la plena restauración de las relaciones económicas (enviado que fue acogido fríamente) o se transmitieron seguridades a Franco de respeto por su régimen, desmarcándose de los rumores que apuntaban al apoyo británico a las reivindicaciones monárquicas. Pero por otro, al ser consciente el Reino Unido de que la neutralidad española sería benévola hacia Alemania, a propuesta del alto mando militar comenzó a reforzar las defensas de Gibraltar, a ampliar su aeródromo y a reforzarlo con nuevos aparatos y armamento; o estudió la posibilidad del bloqueo naval de España caso de que decidiese intervenir en la guerra contra Gran Bretaña y Francia.”

 

 

 

Un embajador que se creyó la neutralidad de Franco...

 

Una primera respuesta a su recomendación le llegó, casi dos semanas después, directamente del secretario Hull. Fue de un tenor muy diferente a lo esperado por el embajador. En primer lugar, le decía que, basándose en la experiencia en los tratos recientes con España y de los problemas que tan sólo hacía unas semanas se habían resuelto, así como en la mala prensa que tenía el régimen franquista entre buena parte de la opinión pública estadounidense, si bien Estados Unidos estaba dispuesto a incrementar sus relaciones económicas con España, `sólo podríamos justificar la acción ante el país si se diesen garantías suficientes de que se enmarcaría en los principios generales de relaciones internacionales que este gobierno defiende´. Es decir, los del libre comercio, respeto por la propiedad extranjera y otros de los que los franquistas no habían dado precisamente muchas pruebas.

 

Pero, además, el secretario introducía ya otro factor, como era el de las entrevistas que estaba teniendo Serrano Suñer en Berlín en esos días (recordemos que estuvo allí y en Roma entre el 13 y el 27 de septiembre), y, preocupado por los resultados económicos de la demanda española, añadía el secretario que si España entraba en la guerra el riesgo de que los créditos concedidos no fueran devueltos era alto. Además, continuando la doctrina política que Estados Unidos venía siguiendo en sus tratos hacia España expresada en el mes de mayo anterior por Sumner Welles, dejaba claro que se hacía necesaria la obtención de seguridades de que los productos comprados a Estados Unidos no serían reexportados al Eje.”

 

 

 

Ninguneo del cuñadísimo al embajador estadounidense...

 

El Serrano Suñer ministro de Asuntos Exteriores de España, ofendido y siempre en estrecho contacto con los embajadores alemán e italiano, decidió dejar de recibir al embajador estadounidense. Éste, por su parte, solicitó una entrevista con el jefe del Estado. Lo hizo tras pedir permiso a Hull y porque desconfiaba de la voluntad de Serrano de transmitir a su concuñado el contenido de la declaración general antitotalitaria que le había hecho. No obstante, como estaba seguro de que lo que iba a comunicarle sólo podría traducirse en resultados prácticos por parte española si se ofrecía al mismo tiempo ayuda económica, pidió también a Hull poder hacerle propuestas económicas concretas, en conexión con la colaboración pedida por los británicos en Washington y a la que el Departamento de Estado se había mostrado receptivo en principio.

 

Solicitó poder decirle al Caudillo que, `excepto en el caso de que España adoptara una actitud hostil respecto a la causa británica y aliada, el Gobierno de Estados Unidos está dispuesto a analizar con buenos ojos la necesidad de España de importar productos actualmente sujetos a embargo americano, como chatarra, etcétera´. Y que `también estamos dispuestos a colaborar con las adecuadas autoridades españolas para diseñar un programa de suministro de mercancías para las cuales España pueda ofrecer un intercambio adecuado y que actualmente están sujetas a licencias u otros controles dilatorios para acelerar el procesamiento de las solicitudes relativas a las necesidades más urgentes de España´. Es decir, que estaba abriendo la puerta a una nueva vía, la del intercambio o trueque de productos entre los dos países; una vía por la que creía se podría acelerar la llegada de los productos que España necesitaba; y un camino diferente del préstamo, ante el que el Departamento de Estado se mostraba tan reticente, dadas las diferentes posiciones existentes en la Administración con respecto al trato con España, y dada también su posible utilización política contra la Administración en el propio país.”

 

 

 

EEUU entra en la II Guerra Mundial...

 

No obstante, al mismo tiempo que se iniciaba este cambio de tendencia, estuvo a punto Weddell de provocar otro contencioso con Serrano Suñer, ahora en relación con el hecho y tono con que la prensa franquista presentó el bombardeo de Manila (reproduciendo un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Serrano Suñer) por los japoneses. En concreto, dirigió al Ministro de Exteriores español una durísima nota expresando su profundo pesar por el hecho de que su departamento `parece haberse dejado utilizar como portavoz del Gobierno japonés´ al falsear hechos relativos al bombardeo de la ciudad abierta de Manila y subsiguientes destrucciones de escuelas católicas, conventos e iglesias, hechos todos ellos con los que los nipones acababan de vulnerar la Convención de La Haya de 1907.”

 

 

 

Política americana a la Península Ibérica...

 

En las compras preventivas de todos los materiales y productos mencionados, estadounidenses y británicos pretendieron tratar a España y Portugal como una unidad, dadas la proximidad geográfica y la similitud de una parte de los productos que pretendían comprarles. Pero la realidad se impuso y tuvieron que tratar a los dos países ibéricos de manera harto diferenciada. Por su parte, también España y Portugal colaboraron en determinados aspectos a la hora de realizar sus ventas a los Aliados y al Eje. A los primeros el trato con España les resultó más difícil que con Portugal, dada la tradicional amistad anglo-lusa y las relaciones con el Eje que llevaba -en el doble juego que hemos venido describiendo- el ministro Carceller. Por el contrario, España permitiría en mayor medida que Portugal la existencia de una libre competencia entre los aliados y el Eje a la hora de la compra de sus materiales estratégicos.”

 

 

 

Libro apasionante de una etapa solapada por la propaganda franquista y que nos hace ver la realidad de las relaciones de Franco con EEUU cuando apostaba por la Alemania Nazi y se repetían en el Nuevo Estado español la maquinaria de propaganda, espionaje y represión de los nazis. Un Franco que supo jugársela a un embajador estadounidense que creía en la sinceridad de su neutralidad y lectura ideal para mozalbetes pijos y creyentes en el mito de Franco y la Iglesia así como para guardias nocturnas tranquilas, salas de espera hospitalarias y a la suegra para que se escandalice con el cuñadísimo y sus andanzas clandestinas lejos de los brazos de su esposa...

 

¡Que risas oyéndola preguntar si saldrá en Sálvame Deluxe y poder mandarla al asilo por demencia senil!

 

 

 

Sábado, 3 de mayo de 2014

 

 

Libro: La incompetencia militar de Franco

 

Autor: Carlos Blanco Escalá

 

Editorial: Alianza Editorial S. A.

 

Edición: Segunda reimpresión, mayo de 2000

 

España que ha perdido su imperio de ultramar ve en la colonización del norte de África su destino entre las grandes potencias, pero es ninguneada por ellas y le toca un territorio poco explotable económicamente, sin pacificar y envuelto por ello el país en una guerra colonial que hace que las fuerzas de choque y sus mandos militares queden anclados en conceptos tácticos anticuados mientras el resto de naciones europeas modernizan sus ejércitos, sus tácticas y estrategias con la entrada en el teatro bélico de nuevas armas desconocidas hasta entonces y que sólo la industria pudo crear: tanques y aviones.

 

De estas guerras coloniales y su particular idiosincrasia surge una casta de oficiales conocidos como africanistas que sin apenas conocimientos teóricos, tácticos y estratégicos, salvo las propias de una guerra basada en columnas, escaramuzas, represión brutal y promocionados por una decadente monarquía para ganarse su lealtad, se convirtieron en personajes públicos y eran oficiales jefe en 1936...

 

Es en las guerras coloniales cuando surge la figura de un mediocre cadete de academia que encuentra en el africanismo una razón de ser y que además resulta ser un animal político y creído en la gracia de Dios: Francisco Franco.

 

Porque el autor analiza la vertiente militar de un personaje histórico al que la propaganda de su régimen dictatorial retrató poco menos que de invencible, de genio militar y gran general cuando lo que descubrimos es un trepa que siempre supo rodearse de buenos propagandistas y que tenía muy claro que quería alcanzar el poder pero que militarmente hablando sólo puede ser tachado de oficial inepto para lo que no fuera ser azote colonizador de tribus del desierto mal armadas, carnicero para con sus propias tropas en la Guerra Civil con las estrategias de mandar masa de carne de cañón al sacrificio ignorante y sin afán de aprender el ejercicio profesional de su cargo sin adaptarse a la guerra relámpago y que cometió errores estúpidos que costaron miles de vida del bando enemigo y de sus propios hombres.

 

 

 

El único pero que se le puede poner al autor es que quizás sobran epítetos que si bien agradarán a anti franquistas, puede hacer que loas herederos de los vencedores y que crecieron en el culto al mito de Franco se acerquen con recelo y dejen de leer por considerar al autor hostil. En realidad vemos a un profesional indignado con las actuaciones y órdenes de quien se decía ser heredero de Napoleón pero que al final fueron las tropas extranjeras, el armamento extranjero y los asesores extranjeros quienes le dieron la victoria ante el estupor de su toma decisiones y estrategia a seguir...

 

 

 

Tirando de contraportada y con datos del año 2000, puedo comentaros que Carlos Blanco Escolá, licenciado en Historia y coronel de Caballería, ha sido profesor de Historia Militar e Historia Contemporánea de España en la Academia General Militar de Zaragoza. Es colaborador habitual en prensa sobre temas militares y tiene publicados otros dos volúmenes sobre la figura de Franco.

 

Y sin más unos breves esbozos que os animen a su lectura:

 

 

 

Buscando su sitio entre naciones...

 

La expansión española en el norte de África no reportó beneficios económicos, sobre esta cuestión no cabe albergar duda alguna; pero puede considerarse todavía si pudo haber proporcionado ventajas de otro orden. Determinados intentos realizados por España nos llevan a pensar que, efectivamente, la ocupación de territorios en la zona norteafricana no necesariamente habrían de perseguir objetivos meramente económicos. Alfonso XII, según Madariaga, trató de construirse, desde el principio de su reinado, una política extranjera intentando sobre todo asegurar para España la situación predominante en Marruecos. Sin embargo, la Conferencia de Madrid (1880) puso de manifiesto que la cuestión de Marruecos era uno de los pocos puntos de la política española que servían para unir a Francia e Inglaterra contra España. Cánovas comprendió enseguida que lo más prudente sería evitar el enfrentamiento con ambas potencias, pero el monarca, que estaba casado con María Cristina de Habsburgo, decidió pedir la ayuda de Alemania, Austria e Italia para satisfacer sus pretensiones en Marruecos y lograr, así, la restauración de España como gran potencia en Europa. Finalmente, Alfonso XII murió y España se vio reducida a 'una política de estricta pasividad'.

 

Los propósitos de Alfonso XII eran, sin duda, muy loables, pero escasamente realistas. España se había convertido en potencia de segundo orden a raíz de las guerras napoleónicas y no iba a superar esa categoría por la mera ocupación de determinado territorio. De hecho, la expansión territorial la estaban llevando a cabo los países con un gran nivel económico, mientras que países en la etapa del subdesarrollo, como Turquía, veían como se desmoronaba su imperio. España, en fin, no debería aspirar a convertirse en un gigante con pies de barro.”

 

 

 

Producto de la propaganda colonial...

 

En definitiva, lo cierto es que Franco se libró de asistir a la Escuela Superior de Guerra, donde, sin duda, habría tenido ocasión de quedar en ridículo ante otros compañeros de carrera menos lucida, pero más preparados cultural y profesionalmente. Para acceder a los estudios de Estado Mayor era necesario superar una serie de pruebas que comprendían las materias siguientes: nociones de literatura castellana; geografía universal; nociones de derecho político y administrativo; resolución de un tema táctico sobre el plano; resolución de un problema de trigonometría; y ejercicios de traducción escrita en francés.

 

¿Cómo podría Franco haber superado estas simples pruebas de ingreso? ¿Cuántos años habría necesitado para adquirir la base cultural que no fue capaz de alcanzar durante sus estudios de enseñanza primaria y secundaria, para borrar la imagen de alumno mediocre que ofreció en la Academia, para dejar atrás su condición de persona iletrada, que no sabía redactar tan siquiera una postal a la señorita de sus sueños...? Franco rondaba ya los veinticinco años de edad; en las inhóspitas tierras africanas había dejado pasar la última oportunidad de convertirse en una persona medianamente cultivada. En adelante, él podría representar su papel de héroe africano, de esforzado milite africanista, pero las posibilidades de llegar a ser un militar competente, capacitado para afrontar las dificultades de la guerra regular moderna, eran muy remotas.”

 

 

 

Africanistas en política...

 

El caso de Mola era enteramente distinto. A su amarga experiencia del primer bienio, se añadían otras especiales circunstancias que le colocarían en una situación harto delicada. (Debemos recordar, por ejemplo, que cuando Azaña abandona el poder en 1933 Mola da rienda suelta a todo su rencor, publicando un esperpéntico panfleto titulado `El pasado, Azaña y el porvenir´, en el que atacaba a don Manuel con la irracional vehemencia de la que sólo son capaces los ambiciosos ególatras que han llegado a ver sus expectativas frustradas). El 4 de marzo, Mola parte de Marruecos con el firme propósito de sublevarse contra el nuevo Gobierno presidido por Azaña. Había sido destinado a Pamplona como jefe de la 63 Brigada y gobernador militar de la plaza y, antes de su incorporarse a su puesto, se detiene unos cuantos días en Madrid para realizar los tanteos previos a una conjura. Se entrevistaría primero con un comisario de policía que había tenido a sus órdenes durante su etapa como director general de Seguridad; dicho comisario suministró al general una valiosa información y se ofreció, además, para prestar cualquier otro servicio que Mola pudiera necesitar en una futura conspiración contra el Gobierno. A continuación, Mola mantuvo un cambio de impresiones con otros generales (Orgaz, Goded, Ponte, Kindelán y Saliquet), y ya el día 10 de marzo celebró una reunión con Franco y Varela, a quienes acompañaban el teniente coronel Valentín Galarza; en dicha reunión se tomó el acuerdo de preparar al Ejército para un alzamiento `si los acontecimientos lo exigían´. Mola, no obstante, permaneció en Madrid algunos días más, teniendo ocasión de entrevistarse también (el 12 de marzo) con los generales Fanjul y Rodríguez del Barrio.

 

`Una de aquellas noches -relata Félix Maíz, a quien vamos siguiendo- los generales Franco, Mola y Goded paseaban con el diputado navarro don Raimundo García, frente a los jardines del Ministerio de la Guerra. Se comentaba la situación. Goded estaba inquieto, algo fuera de sus casillas ante la tranquilidad de Franco´. El general Goded temía que en España llegaran a vivirse 'las trágicas horas de Hungría e Italia en sus ensayos comunistas´ y que aquellos edificios del Ministerio de la Guerra, junto a los que ahora paseaban, pudieran llenarse un día ' de comisarios del pueblo'...

 

Ante la actitud de Franco, que se mantenía silencioso y distante, fue Mola el que respondió a las palabras de Goded: `Pienso que para hacer frente a esa amenaza hace falta gente y mandos, y creo que hoy son muy pocos los que están decididos a embarcarse en la empresa. Desde luego, la considero peligrosa y muy difícil.¨”

 

 

 

No pasarán...

 

Estamos sin duda ante un dato muy interesante y que debe contribuir a echar por tierra la tarea desarrollada por los panegiristas del Caudillo, quienes en su afán de enmascarar el fracaso cosechado por su héroe en Madrid han proclamado a los cuatro vientos que el ataque de las columnas africanas no alcanzó el éxito esperado por haber chocado con la fuerte resistencia ofrecida por las Brigadas Internacionales, que habrían acudido en masa para salvar a los defensores madrileños de una contundente derrota. Lamentablemente, las falacias lanzadas por Franco y sus serviles turiferarios han llegado a encontrar demasiado eco entre los historiadores. Hugh Thomas, por ejemplo, se atreve a afirmar que el 8 de noviembre la XI Brigada Internacional, al mando de Kleber, `ya ocupaba sus posiciones´. Thomas se apoya en el testimonio de Manuel Tagüeña, quien manifiesta haber visto el citado día 8 un batallón de la referida brigada en la madrileña calle de Ferraz. Tal testimonio, ciertamente, no autoriza al señor Thomas a asegurar que la XI Brigada ocupara ya sus posiciones de combate el día 8. Asimismo, es preciso considerar que Tagüeña no se hallaba muy al tanto de lo que ocurría en Madrid, dado que por entonces prestaba sus servicios en el frente de la sierra, y se había limitado en aquellos días (como hemos apuntado anteriormente) a girar una rápida visita a la capital. Thomas podría haber prestado la debida atención a otro testimonio, como el de Líster, mucho más enterado de lo que sucedía en Madrid.”

 

 

 

El oro de ¿Moscú?...

 

La principal fuente de financiación de la guerra con que contaron los republicanos consistió en las reservas de oro del Banco de España. Según Viñas, las citadas reservas se cifraban, en el verano de 1936, en unas 63 toneladas de oro fino, equivalentes a 715 millones de dólares. De esa cantidad de oro, pasaron a Francia unas 174 toneladas (195 millones de dólares) y a Rusia (el famoso 'oro de Moscú') unas 461 toneladas (518 millones de dolares). No obstante, la República haría también uso de las reservas de plata y de los donativos (joyas, metales preciosos) de particulares, recaudando por todos estos conceptos unos 31 millones de dólares. Por otra parte, Viñas calcula que sólo la ayuda de las potencias fascistas a Franco debió de elevarse a la suma de unos 680 millones de dólares, con lo que, virtualmente, resultaría compensado el valor de las reservas de oro republicanas; pero Franco dispuso de otros medios importantes para financiar la guerra, entre los que se hallaría la 'suscripción nacional', también contemplada por este autor, aunque no llegara a traducirse en algo relevante. Jackson se refiere a estas otras ayudas prestadas al Caudillo: las compañías petroleras del puerto internacional de Tánger vendían petróleo a los nacionalistas, pero no a los republicanos; las compañías norteamericanas suministraron a crédito al general Franco camiones y petróleo a lo largo de la contienda (el petróleo alcanzaría la cifra de 1.866.000 toneladas); en Londres, el Kleinwort Bank, en el que Juan March tenía grandes intereses, se encargó de pagar una buena parte de los suministros en las zonas de la libra esterlina y del dólar... Jackson, en fin, viene a concluir que los nacionalistas `recibieron ayuda masiva, militar diplomática y financiera del capital europeo y americano, así como de sus aliados declarados, Italia, Alemania y Portugal.´”

 

 

 

Ofensiva republicana...

 

En su palacio de Burgos, Franco recibió la noticia del ataque republicano en el Ebro, con el consiguiente derrumbamiento del frente, el propio día 25 de madrugada; su reacción no puede ser calificada en ningún caso de correcta. El hecho era extraordinariamente grave y exigía una respuesta inmediata del Generalísimo que evitara males mayores; pero en aquel día 25 de julio, festividad de Santiago Apóstol, patrón de España, Franco tenía previsto participar en una serie de actos de claro significado político; unos actos en los que habría de rendírsele homenaje a él mismo, en tanto que líder heroico de las huestes nacionalistas. Ya, el día 18 de julio, segundo aniversario del alzamiento militar, se había celebrado en Burgos con grandiosas ceremonias, organizándose, incluso, una procesión de falangistas con antorchas (en el más puro estilo nazi), que finalizó ante el Palacio de la Isla, residencia de Franco; las calles de la ciudad habían sido engalanadas para servir de marco a un magno desfile militar que discurriría entre gigantescos retratos del Caudillo, instalados sobre las fachadas de algunos edificios. `Semejante ceremonia teatral -comenta Paul Preston- era el reflejo de que, por fin, la conclusión de la guerra parecía inminente´.

 

Y de repente, apenas una semana más tarde, el frente del Ebro se venía abajo; y todo ocurría, por añadidura, en el día del santo patrón Santiago. Aquello ya era demasiado...”

 

Libro recomendable para todos los públicos aunque cualquiera que haya tenido relación profesional de la milicia y guste de temas militares, ya dedujeron que Franco como oficial jefe era un inútil anclado en la guerra colonial, que supo trepar políticamente y que su único as en la manga fue la superioridad de medios bélicos que pagó a cambio de soberanía, que el Millán Astray era un publicista cojonudo y que la historia la escriben los vencedores, de ahí tal vez nuestra histeria...

 

Ideal para guardias nocturnas, lectura reposada asimilando el divorcio y turnos de noche fin semaneros si jefes ni ajetreos, pero no puedo terminar sin citar unas palabras de Karl Von Clausewitz que refleja el espíritu de los chusqueros de la milicia cuando son aupados al poder:

 

Jamás se ha visto un caudillo ilustre de limitados medios”

 

 

 

lunes, 21 de abril de 2014

 

 

Libro: Los psiquiatras de Franco

Los rojos no estaban locos

 

Autor: Enrique González Duro

 

Editorial: Ediciones Península

 

Edición: Noviembre de 2008

 

 

 

Toda dictadura, revolución o golpe de estado, necesitan de una base teórica que justifique la represión subsiguiente tras culminar en éxito. La dictadura de Franco en España no fue la excepción pese a que una vez conseguida la ayuda de EEUU cosas tales como las justificaciones desde un punto de vista psiquiátrico para represaliar rojos dejaron de ser publicadas y los autores intelectuales de las mismas pasaron a ejercer profesionalmente su labor, es decir: hacer dinero.

 

 

 

Siempre que se toca la dictadura franquista hay posiciones enconadas pero afortunadamente los documentos existen. Por otra parte toda la parafernalia justificadora de la represión desde un punto de vista psiquiátrico procedía y mamaba de las teorías venidas sobre todo de Alemania y leer los argumentos de Vallejo Nájera y López Ibor durante la Guerra Civil y su inmediata posguerra es sumergirse en el macabro universo de la eugenesia y la ciencia médica al servicio del terror y el poder.

 

 

 

Sobrecoge la anuencia de la Iglesia y sus gerifaltes para con las teorías justificadoras de la represión y tal vez después de la lectura del libro y los hechos mostrados podamos entender como curas, monjas y autoridades permiten arrancar bebés de sus madres recién paridas y darles en adopción...

 

Y es que cuando además de justificaciones intelectuales, un poder del terror las tiene morales y además justificadas científicamente, la vida pierde todo su valor y sólo es material humano digno de aprovecharse o no.

 

 

 

El libro puede hacer las delicias de republicanos sin república y alterar el espíritu de católicos nacionalistas, pero el lector normal y anodino se encontrará con un aspecto de la Guerra Civil que aporta una visión tratada de ocultar desde los 50´s por el régimen de Franco y poco abordada posteriormente como que el modelo elegido para llegar y mantenerse en el poder por el rebelde general y luego victorioso caudillo era el de la Alemania nazi y el fascismo italiano pero no sólo en el saludo brazo en alto, propaganda y demás parafernalia, también en las justificaciones raciales y no deja de ser irónico que al no ser altos, rubios y de ojos azules, los dos eminentes psiquiatras buscaran una raza hispana de génesis con mezcolanza...

 

¡El argumento de la supremacía racial para exterminar seres humanos!

 

 

 

Enrique González Duro nacido en La Guardia (Jaén) es un profesional de la psiquiatría desde hace más de treinta años y uno de los más importantes de España así como colaborador habitual de diferentes medios de comunicación que ejerce su labor (2008) en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid.

 

Y tras los datos sacados de la contraportada, unos breves pasajes que os inciten a su lectura:

 

 

 

La Guerra Civil...

 

El 7 de octubre de 1936 las tropas nacionales habían reemprendido las operaciones militares sobre Madrid, según una estrategia diseñada por Mola con la aprobación de Franco. Madrid estaba siendo rodeada por el sector occidental desde el norte hasta el sur. Sin embargo, no había urgencia para el asalto final a la capital española. Lo más importante era la 'limpieza' de los territorios que iban siendo ocupados, mientras las fuerzas republicanas se organizaban como un nuevo ejército popular. El enfrentamiento se presentaba como la oposición antagónica entre los dos bandos de una guerra -cruzada y revolución- que se preveía de larga duración. Cada bando exacerbó sus propios esquemas de interpretación de la realidad española para justificar su posición e imponerla al adversario, y así lo que en el bando nacional se tomaba como cruzada se traducía en el bando republicano como revolución. Aunque lo que a simple vista se percibía era el desgarramiento de la sociedad española en una 'guerra incivil' entre dos bandos excluyentes e irreconciliables, tal como se apreciaba en las notas que don Miguel de Unamuno dejara escritas antes de morir en diciembre de 1936, y que no serán publicadas hasta mucho tiempo después: `No son unos españoles contra otros -no hay anti-España, sino toda España, una, contra sí misma. Suicidio colectivo. Lo que los otros llaman anti-España, la liberal, es tan España como la que combaten los unos´. “

 

 

 

Psiquiatría nazi y fascista a la española...

 

Finalmente, Vallejo se refería a los casos de 'psicosis fingidas', con fingimiento ostensible de síntomas psiquiátricos, como medida para impresionar a los demás y eludir las responsabilidades.

 

'Durante la terrible persecución marxista han sido muchas las personas refugiadas conscientemente en síntomas psíquicos patológicos: unos para ingresar en el manicomio y salvar la vida amenazada por las hordas rojas; otros para ser declarados irresponsables y libres de algún procesamiento; bastantes para la consecución de pasaporte para el extranjero; y varios jefes u oficiales del Ejército y de la Marina para no combatir contra sus hermanos de ideología'.

 

Para Vallejo era un craso error creer que el fingimiento de la locura podía llevarse a cabo con éxito, pues no era fácil engañar a un médico experto. Sin embargo, muchos lo consiguieron, y entre ellos el actual santo José María Escribá de Balaguer, que en los primeros meses de la guerra estuvo ingresado en una clínica psiquiátrica privada de Madrid, en complicidad con el director. Pero el psiquiatra militar afirmaba que en las 14 clínicas psiquiátricas militares montadas en la zona nacional hasta el tercer año de la guerra, la simulación de la enfermedad había sido muy rara.

 

En el transcurso del tercer año, al llamarse a quintas a gente de más edad o que habían vivido en regiones primeramente marxistas, se observaba un aumento de la simulación. Según Vallejo, los simuladores ignoraban los más elementales deberes sociales y casi siempre eran de escasa inteligencia y muy reducida cultura, que utilizaban el fraude clínico para ' emboscarse' . Por eso eran más frecuentes en agitadores políticos contrarios al Movimiento Nacional. Pero disculpaba a los militares que habían fingido locura para no combatir en las filas republicanas pero era inaceptable la simulación de la locura en los rojos.”

 

 

 

La perspectiva del paso del tiempo...

 

Vista con la perspectiva de los más de setenta años transcurridos desde el fin de la guerra española, parece claro que muchas de las penalidades sufridas por los combatientes y la población civil rebasaban ampliamente el problema planteado por los que padecían desequilibrios tipificables, porque de lo que se trataba era de la supervivencia de millones de españoles que se identificaban con los valores representados por la Segunda república. La salud mental de los individuos era un problema real, pero secundario. La mayoría de la población estuvo mentalmente sana, lo que no quiere decir que la salud mental de la población, concebida como algo que se tejía en la telaraña de las relaciones sociales, fuese buena. Aflorasen o no los trastornos individuales, el trastrocamiento de las relaciones sociales, el deterioro de la convivencia era ya un grave trastorno social que había de afectar la identidad social de todo un pueblo.

 

La tensión y el peligro constantes experimentados en los frentes y en la retaguardia aumentaron aún más tras la guerra, cuando los perdedores no podían ser admitidos sin más en la nueva comunidad nacional que los vencedores querían imponer. El miedo, la angustia y el silencio eran reacciones normales en unas circunstancias anormalmente peligrosas, pero persistieron y aún se acentuaron en la posguerra. ¿Serían aliviados por los psiquiatras vencedores? ¿Y cuáles serían las secuelas a medio y largo plazo? La guerra española y la prolongada violencia política que engendró estuvieron diseñadas para desintegrar buena parte de la sociedad española, para liquidar la cultura del enemigo y desposeerlo de su identidad social. Fue un trauma psicosocial con efectos prolongados difícilmente reversibles: el síndrome de los supervivientes.”

 

 

 

Intelectualidad al servicio del fascismo franquista...

 

Según López Ibor, al renovado espíritu español le cabía la gloriosa misión de alumbrar un hombre nuevo, de elaborar el estilo y la actuación de un humanismo nuevo. Para conseguirlo tenía que olvidarse de sí mismo, de sus problemas externos y de sus contradicciones internas, crear una escala de valores d e eternidad y reconquistar, aunque fuese espiritualmente, el Imperio perdido. Lo que era posible a través de la religiosidad intrínseca en el auténtico vivir español y adoptando ' el mundo religioso' como forma de vida social.

 

'España no tiene otra posibilidad histórica que la de seguir siendo ella misma: mantener su forma de vida, que, en definitiva, es mostrarse sobre una forma de vida genuinamente católica: esa es la luz de Trento'. López Ibor pedía que la teología impregnase el nuevo ser de la cultura española, y que también inspirase la nueva psiquiatría española. Y a los rojos había que recatolizarlos.”

 

 

 

Libro interesante en suma para quienes desean sumergirse en la Guerra Civil bajo un prisma psiquiátrico y recomendable para mozalbetes de clase alta que juegan a falangistas en bares de copas, interesados en saber la base científica de la represión franquista e ideal para la suegra contándole que habla de Stalin...

 

¡Que deliciosos momentos de jolgorio y jarana interior cuando descubra que en realidad habla del añorado generalísimo y sus adláteres psiquiátricos!

 

 

 

miércoles, 16 de abril de 2014


 

 

Libro: España 1808-1996, El desafío de la Modernidad

 

Autor: Juan Pablo Fusi y Jordi Palafox

 

Editorial: Espasa Calpe, S. A.

 

Edición: 1997

 

Repaso a la entrada de España en la modernidad, ese periodo que se dio en toda Europa tras las guerras napoleónicas y su legado de formas de gobierno basadas en la república o en las monarquías constitucionales.

 

Parten los autores de la premisa de que España sí se incorporó a la modernidad, pese a la leyenda de que era un país atrasado respecto a sus vecinos, pero con unas dificultades propias que marcaron un ritmo lento de reformas pero sí que se dieron los pasos a lo largo de este periodo histórico para llegar al país moderno e integrado en la UE así como con proyección mundial a nivel cultural y socio económico sin olvidar un Ejército moderno que ha dejado atrás su tradicional papel de árbitro, también de impulsor en ocasiones de reformas, e interviene en misiones internacionales integrado en la OTAN.

 

 

 

Desde una restauración de una monarquía absoluta, sin las ventajas comerciales e industriales de sus vecinos y con sangrantes guerras civiles culminando en la Guerra Civil de 1936-1939 pasando por periodos de autarquía, asistimos con profusión de datos y cuadros estadísticos que lejos de resultar farragosos enriquecen el interés del lector, a la articulación lenta y en ocasiones torpe, de un moderno Estado que siempre tuvo difícil tanto el incorporarse a la revolución industrial como a la política y social: sirva de ejemplo que hasta 1874 España no pudo incorporarse y reglamentarse en el mercantilismo que Europa ya desarrollaba al rebufo de Inglaterra y su revolución industrial con un imperio de ultramar ya en decadencia que culminaría la misma en 1898.

 

 

 

Jordi Palafox Gamir, Valencia 1952, es catedrático de Historia e Instituciones Económicas en la Universidad de Valencia y profesor investigador del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas.

 

Juan Pablo Fusi Aizpúrua, San Sebastián 1945, es catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid. Miembro hasta 1980 del Centro de Estudios Ibéricos creado en Oxford en 1970 en torno a Raymond Carr, fue luego profesor en las universidades de Cantabria y del País Vasco, secretario de redacción de Revista de Occidente y director de la Biblioteca Nacional entre 1986 y 1990.

 

Datos como siempre de la contraportada y de 1997 fecha de la edición del libro. Y sin más, unas breves pinceladas que os inciten a su lectura:

 

 

 

Guerra al invasor napoleónico...

 

En efecto, ya la primera etapa de la revolución española, 1808-1814, supuso en realidad el solapamiento de varios y contradictorios procesos. El levantamiento de mayo de 1808 fue, al tiempo, un levantamiento anti francés y una prolongación de la rebelión antigodoyista de marzo. Fue, en parte, un levantamiento espontáneo, y en parte un levantamiento inducido por agentes británicos. La guerra de 1808-1813 fue una guerra nacional y popular. Pero fue una guerra librada no por ideales y aspiraciones revolucionarias, sino en nombre de conceptos tradicionales como monarquía y religión. Fue una guerra española, de ' independencia' , pero fue también un conflicto internacional, la guerra 'peninsular', en cuya dirección y desenlace el papel británico fue capital.”

 

 

 

Ejército motor del cambio político...

 

El Ejército, en suma, y no la mecánica electoral y parlamentaria, se constituyó en el elemento esencial del cambio político. Pero con características que conviene no desconocer. El Ejército y los militares actuaron vinculados a los partidos políticos e incluso a instancias de éstos, y lo hicieron desde concepciones no militaristas de la política. Ninguno de los pronunciamientos de la era isabelina desembocó en un régimen militar. Incluso en alguna ocasión, serían los propios generales quienes impedirían la dictadura (como sucedió, por ejemplo, en 1852, con Bravo Murillo). En cualquier caso, Espartero se alineó con el progresismo; Narváez, con el moderantismo. O´Donnell buscó una tercera vía. Prim fue siempre liberal y progresista: la revolución de 1868 que él acaudilló implantó una monarquía no ya sólo constitucional, sino, además, democrática.”

 

 

 

Dinamismo económico...

 

El gobierno O´Donnell capitalizó indudablemente la prosperidad del país. Pero también contribuyó a impulsarla. Primero, relanzó la desamortización, restableciendo la ley Madoz de 1855 y negociando con la Santa Sede en 1859 un convenio sobre la desamortización eclesiástica que, entre otras cosas, permitía que determinados bienes de la Iglesia pasaran al Estado (y que éste pudiera venderlos) a cambio de títulos de la deuda. Segundo, liberalizó el mercado de la propiedad (ley Hipotecaria de 1858) y el sector minero (ley de Minas de 1859). Tercero, impulsó las obras públicas, asignando en el presupuesto extraordinario para 1859 varios miles de millones de reales al Ministerio de Fomento para la construcción de carreteras, fomento de las Marinas mercante y de guerra, mejora de instalaciones portuarias y extensión del telégrafo y correos. El kilometraje de carreteras de primer orden en explotación pasó de 6.687 en 1855 a 9.897 en 1863. Entre 1858 y 1863 se construyeron un total de 2.812 kilómetros de vías férreas. Los kilómetros de telégrafo en explotación aumentaron de 6.330 en 1858 a 10.001 en 1863.”

 

 

 

El golpe militar de 1923...

 

El pronunciamiento de 1923 fue, evidentemente, resultado de la crisis política que el país vivía desde más o menos 1913. Pero el detonante fue la crisis abierta por el desastre militar sufrido por el Ejército español en Marruecos en julio de 1921, cuando un ataque sobre la posición del Annual de las tropas rebeldes de Abd el-Krim (1882-1963) -líder nacionalista que operaba en las montañas del Rif, cuya guerra de resistencia contra la presencia colonial española y francesa había escalado considerablemente desde 1919- provocó la retirada de las tropas españolas (mandadas por el general Silvestre), la muerte de unos 9.000 soldados y la caída de las principales posiciones y de unos 5.000 kilómetros cuadrados de la zona de la Comandancia de Melilla. Dada la magnitud del desastre, Annual planteó, de una parte, la exigencia inmediata de responsabilidades (a los militares, desde luego; al gobierno; y según la oposición socialista, al mismo Rey), y reabrió, de otra, la cuestión del sentido y alcance de la acción española en Marruecos. Ambos puntos era, por definición, extraordinariamente sensibles.

 

Para el Ejército, Marruecos fue la oportunidad de restaurar el prestigio perdido en Cuba en 1898. Marruecos creó una nueva mentalidad militar -particularmente, entre las jóvenes generaciones de oficiales que allí sirvieron (Millán Astray, Goded, Mola, Franco, Orgaz, Varela, etc.)-, una mentalidad militarista, que veía la vida militar y el patriotismo como formas superiores de vida -honor, servicio a la patria, lealtad, valor-, y en el Ejército de África era, así, particularmente susceptible ante toda crítica a la acción española en Marruecos, desconfiaba de todo intento de subordinar la acción militar a una posible acción civil de protectorado, y veía en la crisis política del país y en los conflictos sociales y civiles -sobre todo, en los nacionalismos regionales- un principio de debilitación nacional y, por tanto, una amenaza a la misión misma del Ejército.”

 

 

 

Autarquía en la España del Generalísimo...

 

Los países aliados desplegaron desde 1939 una intensa actividad para favorecer el restablecimiento de un régimen democrático en España. El progresivo aumento de la tensión con la URSS alteró la situación, incluso antes de junio de 1948, cuando se completó el bloqueo soviético de Berlín. Si a fines de 1946, tras una dura declaración conjunta, la práctica totalidad de los países habían retirado sus embajadores en Madrid para obligar a Franco a democratizar el régimen, en octubre de 1947 un informe del Policy Planning Staff al secretario de Estado de Estados Unidos puso seriamente en duda la eficacia, incluso la conveniencia para los intereses de Estados Unidos, de la política seguida hasta entonces. Ésta, según el informe, <<1) ha reforzado al régimen franquista; 2) ha impedido la recuperación económica de España; y 3)ha actuado en contra del mantenimiento de una atmósfera amistosa en España en caso de un conflicto internacional>>. Ante ello, finalizaba recomendando la `normalización de las relaciones tanto políticas como económicas>>”

 

 

 

España, nación entre naciones...

 

Pero el giro verdaderamente histórico de la acción exterior española tuvo otros dos pilares. El 12 de junio de 1985, España firmó el tratado de integración en la Comunidad Europea (con efecto desde el 1 de enero de 1986). El 12 de marzo de 1986, el gobierno logró que se aprobara en referéndum (con un 52,49 por 100 de votos favorables) la permanencia en la OTAN. En el primer caso, integración en Europa, la decisión fue, simplemente, la culminación de un proceso

 

`natural´que se había iniciado en 1977-1979. En el caso de la OTAN, el ingreso exigió una rectificación radical del propio partido del gobierno: una de las promesas electorales del PSOE en 1982, expresión de sus prejuicios ideológicos y de su desconocimiento de la política internacional, había sido precisamente <<OTAN, de entrada, no>>. La importancia de ambas decisiones -Europa, OTAN- estaba en que España se definía, al fin, como un país occidental y europeo y en que, al hacerlo, recobraba el papel internacional que mejor parecía adecuarse con su historia, con su posición geográfica, con su significación cultural.”

 

 

 

Libro en definitiva para conocer el tránsito histórico de España desde 1808 y que pone de relieve las peculiaridades que se tuvieron que afrontar y superar para llegar al actual Estado con reinado de la democracia pese a que algunos y el Papa sigan obstinados en ver dos Españas dónde sólo hay una producto de ambas. Pero la Guerra Civil fue el choque final de conflictos interiores y anteriores mas encima la primera batalla de la guerra mundial contra el fascismo...

 

miércoles, 26 de marzo de 2014


 

Libro: TORNEO DE SOMBRAS –

El gran juego y la pugna por la hegemonía en Asia Central

 

Autor: Karl E. Meyer y Shareen Blair Brysac

 

Editorial: RBA Libros, S. A.

 

Traducción: Joan Solé

 

Edición: Junio de 2008

 

 

El Imperio Británico brilla en el firmamento con su joya de la corona, la India, como blasón. Pero en los cuartos de banderas se mira con recelo al Imperio Ruso que se expande por Asia y se hace necesario que una provincia china, El Tibet, sirva de tapón entre Rusia y la India británica...

 

Fascinante historia que no habla por contrario que pueda parecer de hechos recientes, por cuanto sigue la problemática del Tibet, Rusia vuelve a ser expansionista y China emerge como potencia. Oiremos hablar de ciudades desconocidas pero no para la imaginación, recorreremos con exploradores que eran en realidad espías pero sobre todo aventureros que además de motivaciones patrióticas y políticas, querían ser los primeros en rellenar los espacios en blanco de los mapas y cuyas cartografías servirían para campañas militares...

 

Veremos que los afganos son asquerosos para guerrear contra ellos ahora como antes, que la cuestión del Tibet no es tan nueva como nos la presentan y un recorrido por los dos últimos siglos de hegemonía europea donde de las cenizas del Imperio Británico surge una nueva nación que tomará el relevo en la zona como es EEUU con la siempre omnipresentes Rusia y China en lo que se ha dado en llamar El Gran Juego pese a que nos pase inadvertido a la mayoría de la ciudadanía.

 

Karl E. Meyer, 1943, fue jefe de la delegación de The Washington Post en Londres y en la actualidad (2008) trabaja para The New York Times. Ha publicado libros de arte y arqueología, ciencias políticas y de periodismo.

 

Su mujer, Shareen Blair Brysac, es productora, guionista y directora de documentales para la cadena CBS News, con los que ha ganado varios premios Emmy y un Peabody, colabora también en Archaeology Magazine.

 

Y tras los datos, sacados como siempre de la solapa, unas breves pinceladas que inciten a su lectura:

 

La Honorable Compañía de las Indias Orientales...

Otorgada la carta real de la reina Isabel I en 1600, la Compañía obtuvo el permiso de sucesivos gobiernos británicos para hacer guerras, administrar justicia, acuñar moneda y ejercer a través de sus gobernadores en Calcuta, y su Tribunal de Directivos en Londres, una literal soberanía sobre la India. Más por casualidad que según un plan deliberado, se fue transformando en un grandioso experimento de privatización. Conforme aumentaban los poderes de la Compañía, también crecía la incertidumbre acerca de su misión principal. Sus directivos estaban obligados a promover el comercio británicos y los intereses de los accionistas.

Sin embargo, ¿qué debía la Compañía a sus millones de súbditos indios, o a sus vasallos principescos, cuyos numerosos reinos formaban una exótica labor de retazos en el mapa? Igual de difícil era calibrar la obligación externa de la Compañía con los intereses estratégicos británicos durante un siglo de conflicto global con Francia. Finalmente, para asegurar una mayor responsabilidad, el Parlamento estableció en 1793 una Junta de Control con autoridad para refrendar o dictar las órdenes promulgadas por la Compañía. En lo sucesivo, la Corona adquirió la práctica de aprobar la designación del gobernador general, que invariablemente era un aristócrata de Inglaterra en vez de un hombre de la Compañía. Así, a lo largo de décadas, la Compañía fue evolucionando hacia un híbrido desconcertante, algo menos que una entidad independiente, pero mucho más poderosa que cualquier ministerio del Gobierno. La institución era, según una famosa observación de lord Macaulay, `el más extraño de todos los gobiernos, concebido para el más extraño de todos los imperios´”.

 

Viaje a la India británica...

Por decirlo del modo más suave, la suerte del viajero en la India británica de la segunda década del siglo XIX no era fácil.

Todavía no había llegado el ferrocarril, ni se había mejorado la Gran Carretera Principal ni se habían construido nuevas vías de comunicación, no había surgido a lo largo del camino una red de puestos de montaña, acantonamientos y asentamientos fronterizos. Para losa europeos, la naturaleza era omnipresente y hostil. Las intensas lluvias no suponían ningún alivio a las pestes con alas, uno de cuyos especímenes especialmente desagradable era el escarabajo de ampolla, que se introducía y se revolvía en la ropa y cuando la aplastaban dejaba una rencorosa mancha y ampollas. Los reptiles venenosos podían aparecer en cualquier parte.”

 

Afganistán...

Al fondo surge el paisaje tosco y escarpado de Afganistán. La tierra, los montes y las murallas de Jalalabad son de color pardo, lo que nos recuerda que `khaki´ proviene de las palabras persa e indostaní para designar el polvo. Si ponemos el foco en primer plano, vemos un caballo jadeante que transporta a un jinete herido. Éste se inclina hacia atrás, sin soltar la silla de montar. Tiene la cabeza girada, los ojos miran sin expresión. Todo su ser indica agotamiento, conmoción, derrota. El cuadro, titulado `Los restos del ejército´, muestra al doctor William Brydon, que se dice que fue el único superviviente de la guarnición de Kabul tras la catastrófica retirada de la ciudad afgana en 1842. Desde la batalla de Hastings a la de Dunkerke, los británicos han experimentado una cierta satisfacción descarnada al recordar los desastres militares, y no ha habido desastre más completo, asombroso y, cabría añadir con justicia, merecido que la derrota británica en la primera guerra afgana.”

 

 

Política de avance...

A principios de 1877, Lytton envió a un emisario a Peshawar para que se reuniera con el principal ministro del emir. El fracaso estaba cantado: el ministro estaba enfermo e irritable, el enviado de Lytton insistió en la única condición que no era negociable, la entrada de misiones británicas en Afganistán. Se les dijo a los británicos que, si Sher Ali aceptaba, Rusia presionaría para obtener derechos comparables y correría el riesgo de ganarse su enemistad en caso de negárselos. Peor aún, aquella concesión era tan ofensiva para los afganos que el emir temía ataques contra los oficiales británicos que pudieran enemistar a ambos países. Todo ello se expuso en voluminosas cartas y actas que muchas décadas después estudió minuciosamente W. K. Fraser-Tyler. A su parecer, los documentos revelaban una cierta impaciencia por parte de Lytton, `una determinación tal vez algo rígida por alcanzar un objetivo bien delimitado, un objetivo, por añadidura, que ya se había trazado antes de salir de Gran Bretaña.´

Ese objetivo era la `última expresión de la futura política de avance, que debía aplicarse con escasa o nula consideración por los deseos afganos, y con una determinación inquebrantable por situar la frontera defensiva india en el mismo punto donde había estado en los tiempos de los grandes imperios, en los de Asoka y Akbar: en las cadenas septentrionales del Hindu Kush y más allá del valle del Oxus´. Para lograrlo, Lytton estaba dispuesto a reemplazar a Sher Ali por un emir más sumiso o, en su defecto, a conquistar y dividir Afganistán.”

 

El Tibet...

Esta sensación de inseguridad asediada no afectaba sólo al imperio sino también a sus escoltas y dependencias exóticos, especialmente el Tibet. Desde 1904 hasta 1947, Gran Bretaña fue la única potencia occidental representada en el reino del Himalaya, en virtud de una curiosa disposición por la que el Gobierno de la India destinó a tres agentes comerciales, que en realidad eran oficiales políticos, en lo que legalmente forma parte de China. En todos esos años, sin embargo, los británicos fueron incapaces de resolver las enojosas cuestiones de las fronteras y el estatuto legal del Tibet. El objetivo primordial de la política británica en el Tibet era impedir el acceso de las potencias rivales a Lhasa, y mantenerlas lejos de la Frontera Noreste de la India. Pero ¿qué hacer con el Tibet, un reino teocrático más grande que Europa occidental y formalmente parte integral de China? Si el Tibet fuera más pequeño, se habría podido destinar un residente británico a Lhasa, y el Tibet podría haberse convertido en un nuevo protectorado del imperio. Pero el Tibet era demasiado grande. Era demasiado importante para China, que lo había dominado durante más de dos siglos. Antes, el Tibet había sido una potencia independiente que se constituía en imperio, y su gente todavía habitaba grandes zonas de la China occidental (o del Tibet oriental, según se consideraba desde Lhasa). También Rusia estaba interesada en el Tibet, tanto en lo espiritual como en lo estratégico, habida cuenta de que los mongoles buriat que vivían en Siberia veneraban al Dalai Lama.”

 

Rusia...

Con toda su maldad, se suponía que Stalin era el realista absoluto. Como se constata en `Diplomacia´, 1994, de Henry Kissinger, con sus referencias casi admirativas a Stalin. Kissinger nos dice que el dictador soviético `era un maestro en la práctica de la Realpolitik, no un caballero cristiano´.

 

En vista de la confusión en la actual Federación Rusa, tal vez no sea tan extraño que muchos rusos recuerden con nostalgia a Stalin y su imaginado realismo. El presidente del partido Comunista Ruso, Genadi Ziuganov, ha publicado un manifiesto, `La geografía de la victoria´, que se basa en Mackinder. Llama a los eurasiáticos a unirse según las pautas soviéticas y repudiar las influencias `atlánticas´ (es decir, norteamericanas). De hecho, el sueño de un nuevo Interior Euroasiático `se ha convertido en el objetivo común de la coalición rojo – marrón de Rusia´, informa Charles Clover en un texto de Foreign Affairs. Empieza provocadoramente: `Pocas ideologías modernas son tan caprichosamente omnímodas, tan romanticamente oscuras, tan intelectualmente descuidadas y tan capaces de desencadenar una tercera guerra mundial como la teoría de la geopolítica´. “


Apasionante libro que se devora casi del tirón por cuanto abre los ojos sobre una zona de la que creemos saber lo fundamental pero desconocemos todo y donde desde hace siglos Europa Occidental, Rusia y EEUU pelean clandestinamente por asegurar la llave de la puerta que conduce a la India y que las ínfulas geoestratégicas de Putin siguen la mejor tradición soviética de antaño, continuadora a su vez de la mejor tradición imperialista de zares y zarinas...

 

jueves, 13 de marzo de 2014


 

 

Libro: Las Guerras Apaches – Cochise, Jerónimo y los últimos indios libres

 

Autor: David Roberts

 

Editorial: Edhasa

 

Traducción: Ignacio Alonso Blanco

 

Edición: julio de 2005

 

Suele tacharse la Conquista española de sangrienta, mezquina y esclavizadora, pero suele obviarse los mismo de otras naciones como es el caso de los últimos habitantes salvajes y nativos de Norteamérica a los que la expansión de una joven nación empujó a la guerra primero, al pillaje después y por último ser tratados como prisioneros de guerra y encerrados dentro de reservas que la mayoría de las veces eran inhabitables por la falta de recursos agrícolas, de caza y los abusos de los encargados de velar por su bienestar en las mismas...

 

 

 

Una historia alejada de las imágenes icónicas que nos habla de un pueblo llevado al desarraigo y que siempre que dialogaron llegando a tratar acuerdos con militares y el Gran padre Blanco siempre fueron estafados unas veces por codicia y otras por la aplastante realidad de que cada muerto apache no tenía sustituto mientras que los soldados parecían inagotables gracias a los reemplazos de los caídos por tropas de refresco.

 

 

 

David Roberts, nacido en Denver (Colorado) y graduado en la Universidad de Harvard, es autor de siete libros y colabora en diversas publicaciones...

 

Solapa parca en datos pero supongo que buceando por Internet encontréis más datos, yo sin más preámbulo que os inciten a su lectura:

 

 

 

Un incidente que empezó una guerra...

 

De pronto, el tono del mozalbete embutido en un uniforme azul oscuro se volvió acusador y le exhortó a que devolviese el ganado que había robado y también el niño de doce años que había secuestrado. Cochise le contestó que no sabía de qué le estaba hablando, pero se ofreció a averiguar quiénes fueron los autores de tales fechorías y a negociar tanto la devolución del niño como la del ganado. De nada sirvieron las propuestas del jefe indio, Bascom ya se veía coronado de laureles y le dijo que tanto él como sus familiares estaban arrestados hasta que no se recuperasen las propiedades robadas. La tienda del alférez estaba rodeada de soldados como parte del plan.

 

La reacción de Cochise fue instantánea. Sacó un cuchillo que llevaba oculto y, con el mismo movimiento, rasgó la lona de la tienda, lanzándose al exterior. Los asustados casacas azules hicieron fuego. Alrededor de cincuenta cartuchos atravesaron el gélido aire de febrero mientras Cochise desaparecía con presteza entre los matorrales que crecían en la colina situada inmediatamente detrás del campamento. Cuando el humo de la pólvora comenzó a disiparse, los soldados lo vieron huir herido en una pierna, pero ninguno de ellos lo persiguió. Cochise había huido tan rápido que cuando alcanzó la cumbre de la colina todavía tenía en la mano su taza de café.”

 

 

 

Victorio y leyenda negra de los soldados mexicanos...

 

El gobernador de Chihuahua eligió a su primo, Joaquín Terrazas, para organizar un cuerpo mixto de soldados y voluntarios civiles mexicanos con el fin de dar caza a Victorio. También ofreció una recompensa por cada cabellera apache, y un premio de dos mil pesos (una fortuna en aquella época) por Victorio, vivo o muerto. A menudo ha existido tendencia a denigrar a los militares mexicanos , y no sólo los historiadores estadounidenses, sino también los propios apaches hicieron comentarios mordaces acerca de la supuesta cobardía e incompetencia de los soldados del sur de la frontera. Pero México tuvo grandes luchadores contra los indios, y Joaquín Terrazas fue uno de los mejores.

 

Después de haber pasado un mes registrando las ciudades de Chihuahua para reclutar combatientes, Joaquín Terrazas contaba con trescientos cincuenta hombres bajo sus órdenes. Más tarde enviaría de vuelta a los noventa menos comprometidos con la causa, obteniendo así una disciplinada fuerza de doscientos sesenta hombres. Entre ellos se encontraba un número de indios tarahumara, excelentes atletas y enemigos de los apaches que vivían al norte de su territorio. A diferencia de las tropas estadounidenses, a las que Victorio les había hecho sudar la gota gorda, valga la expresión coloquial, las tropas mexicanas estaban frescas, bien alimentadas y mejor armadas.”

 

 

 

Crook, el azote de los apaches y su acérrimo defensor...

 

Al igual que la mayoría de los pensadores estadounidenses de la época, Crook creía que los apaches, y todos los demás indios, debían asimilar el modelo social blanco. Y era muy optimista respecto a que lo lograsen. En `The apache problem´ expresa claramente su satisfacción por los avanzados progresos de los primeros moradores de la reserva al convertirse en granjeros, capitalistas (ganaban un centavo por cada libra, 450g, de heno que cosechasen), incluso estudiosos. `Está cambiando tanto por dentro como por fuera´, escribió refiriéndose al pueblo chiricaua. En una fecha tan lejana como 1885, George Crook lucharía para que se extendiese el derecho a voto al pueblo apache.

 

Como culmen de la inmersión en el sistema, y del mismo modo que hicieron Howard y Clum antes que él, Crook reunió un grupo de apaches para enviarlos al Este de la nación e impresionarlos con el poder de la civilización blanca. El general tuvo dificultades para encontrar voluntarios, pues la mayor parte de los chiricaua creían que taza había muerto envenenado en Washington en el año 1876. Finalmente, unos diez apaches viajaron a la ciudad de Nueva York y a Washington en compañía de un oficial.”

 

 

 

Némesis...

 

La malaria, la tuberculosis y la malnutrición se cobraron un alto peaje entre los chiricahua. Al final de 1889 el general Howard, que, como Crook, se había convertido en un defensor de los apaches, envió a su hijo a evaluar las condiciones de vida actuales. Simplemente con las estadísticas se podía contar la historia. En poco más de tres años de vida en el Este de Estados Unidos, habían muerto ciento diecinueve chiricahua, casi la cuarta parte del número total de los trasladados en 1886 desde Arizona hasta Florida en vagones de tren sellados.

 

El joven Howard reconoció que solamente con la enfermedad no se explicaba tan alto índice de defunción. Su informe habla con sencilla elocuencia de padres `consternados´por la muerte de sus hijos y de `depresión´y `sentimientos de desesperanza´omnipresentes entre los apaches de Alabama. Howard insta a que se les conceda a los chiricahua una reserva de su propiedad con urgencia, y que se establezcan en ella el día 1 de marzo de 1890. `Otro año de retraso puede ser criminal´, concluye el joven oficial. Washington tardaría cuatro años en responder.”

 

Libro apasionante de una apasionante estirpe de nativos americanos que fueron los últimos en claudicar y que vieron desaparecer su mundo, sus lugares sagrados e incluso su dignidad, no muy diferente a lo ocurrido en otras partes del mundo en otras eras, pero que sirve para recordarnos que la pluralidad de la humanidad es lo que hace único al ser humano aunque muchas veces nos aniquilemos unos a otros en base a la superioridad racial, política, social y religiosa...

 

jueves, 20 de febrero de 2014

 

 

Libro: PARTISANAS – La mujer en la resistencia armada contra el fascismo y la ocupación alemana (1936-1945)

 

Autor: Ingrid Strobl

 

Editorial: VIRUS Editorial

 

Traducción: Patric de San Pedro y Assumpta Terés Illa

 

Edición: Marzo de 1996

 

Hay varios tópicos incrustados en el imaginario colectivo acerca de la Guerra Civil española y de la II Guerra Mundial: todos los franceses estaban en la Resistencia, las milicianas eran todas unas putas al servicio de la República, que los judíos eran un pueblo sin afán de lucha contra sus exterminadores o que Franco ganó la Guerra Civil por su talento...

 

¿Y las mujeres?

 

Desde un punto de vista feminista y con cierta nostalgia revisionista del movimiento revolucionario internacionalista pero sin alterar el espíritu de homenaje y memoria de si no olvidadas, sí ignoradas luchadoras contra el fascismo desde 1936, unas veces porque la historia la escriben los hombres y otra que relegadas en la paz a su rol de madres y esposas, el silencio de la ignorancia hace que la historia de estas mujeres, chicas jóvenes en su mayoría, nunca sea contada salvo con tópicos típicos.

 

Se da la paradoja que mientras las españolas provenían en su mayoría de ambientes proletarios, libertarios y anarquistas mientras que las españolas burguesas abrazaban el fascismo a la franquista, tres años después sus símiles europeas eran perseguidas y ejecutadas por ser judías sin distinción de ideología o clase social...

 

Pero las historias y vivencia son similares: mejorar la sociedad y el papel de la mujer en la misma, combatir con las armas al enemigo, demostrar que valían más tanto como un hombre en combate soportando dolor, lágrimas y llantos, la angustia por los familiares en la retaguardia y en los guetos, soportar la falta de higiene ocultando la menstruación en las trincheras y por último el temor a dormir junto a hombres y el peligro de la violencia sexual para finalizar en sádicas torturas de la Gestapo o de la revancha de los requetés al tomar una posición por ellas defendida y la humillación de ser apartadas de acciones armadas para terminar realizando tareas más propias como cocineras y costureras por sus propios compañeros que pese a sus proclamas seguían viendo a la mujer en un papel secundario tanto de la acción como de las decisiones políticas pese a las ideologías liberadoras e igualitarias que pregonaban en reuniones y pasquines

 

Según la contra cubierta y con datos de 1996, Ingrid Strobl nació en Austria en 1952. Estudió Filología Germánica e Historia del Arte en Viena, doctorándose con la tesis Retórica en el Tercer Reich. Ha sido durante años redactora de la revista feminista Emma y, como periodista independiente, ha colaborado con diversas revistas y programas de radio y televisión, tratando temas relacionados con la mujer, la política de población, las nuevas tecnologías genéticas, la política migratoria y el antisemitismo. Es además autora de varios libros y documentales.

 

 

 

Y sin más, unos breves pasajes que os inciten a su lectura:

 

 

Rebelión militar en España...

 

El golpe de los oficiales fascistas había trastornado no sólo la situación política, sino también la vida cotidiana de la población con la tradicional distinción de los roles sociales de ambos sexos, que en España era especialmente rigurosa. Muchachas de dieciséis años cambiaron sus vestidos por los uniformes militares de las milicias, se colgaron un fusil al hombro y se fueron a la guerra. Amas de casa pusieron manos a la obra para organizar la vida social de la población. Durante esos primeros días y semanas después de estallar la guerra tuvo lugar una revolución dentro de la revolución. Todos los testigos describirían posteriormente, con asombro, la nueva forma de actuar de las mujeres, cosa que, por tratarse de España, parecía todavía más sorprendente. La inmensa mayoría de las mujeres españolas se encontraba bajo la dictadura de la pobreza, la Iglesia y el marido. Hasta la llegada de la República, en 1931, no tenían prácticamente ningún derecho, recibían sueldos míseros y no había ninguna organización que representase sus intereses. También los anarquistas, que en su programa abogaban por la igualdad de derechos de la mujer, en la práctica, no movían ni un dedo, ni a nivel sindical, ni mucho menos a nivel particular.”

 

 

Llegada al frente en Buitrago de Lozoya...

 

Cuando llegó a Buitrago de Lozoya, su zona en el frente, les recibieron así: `Todo el mundo abajo, esperad, ahora repartimos las cosas´. Las cosas eran: el mono, la gorra de las milicias, un plato, cubiertos, una cartuchera, munición y una carabina. De momento, Rosario no sabe qué hacer con todo esto, pues no había tenido nunca un fusil en la mano. Los voluntarios que todavía no habían hecho ningún entrenamiento militar son enviados con los demás a trincheras y, una vez allí, reciben una especie de curso rápido para el manejo del arma: `Nos explicaron cómo se carga la carabina y cómo se apunta a un objetivo. Y luego nos dijeron que , en todo caso, teníamos que disparar continuamente para que los fascistas notaran que presentábamos una resistencia fuerte. Y el caso es que nuestras carabinas tenían un alcance de apenas 30 metros. Eran fusiles viejísimos´.

 

Rosario está en primera fila en el frente en una zona de lucha de vital importancia, pues d esa zona proviene el agua potable de Madrid y hay que conservarla a cualquier precio. Rosario recuerda: `Fue el mismísimo infierno. Se disparaba día y noche, claro que gracias a eso aprendimos muy rápido a luchar´.”

 

 

Represión franquista...

 

Julia ingresa en la cárcel de mujeres de Ventas y el 3 de abril de 1940 es condenada a muerte por delito de rebelión. Al cabo de unos meses le conmutan primero la pena por una condena de 30 años de prisión mayor. La hija de Julia tiene 14 días cuando detienen a su madre. Cuando Julia tuvo que abandonar el frente se había encontrado de nuevo con su novio y había vuelto a quedar embarazada, esta vez decidió quedarse con el niño a pesar de sus condiciones de vida difíciles y peligrosas. `Fue una criatura deseada y yo era muy feliz. Entonces me la tuve que llevar a la cárcel. Eso fue terrible. A mi no me torturaron, mi tortura fue la niña. Primero cogió pulgas, luego abscesos de pus en todo el cuerpo, finalmente meningitis´. Julia recuerda que la mayoría de los niños en la prisión murieron de meningitis. `Gritaba y lloraba día y noche, y yo no la podía ayudar, no podía hacer nada. Hubiese preferido la tortura a eso´. Las mujeres suplican a las guardianas que vayan en busca de un médico, pero no les hacen caso. Cuando muere la niña apenas tiene diez meses y medio. Al cabo de unos años trasladan a Julia a una cárcel del País Vasco que todavía era peor que Ventas: `Era terriblemente húmeda. Dormíamos constantemente sobre colchones

 

mojados´. A causa de la humedad, Julia contrae una grave parálisis en las piernas, no puede andar y debe permanecer dos años en la enfermería sin poder moverse. Apenas puede volver a andar la trasladan a Barcelona, de allí a Palma de Mallorca, luego su odisea por las cárceles la lleva de nuevo hacia el norte, a Bilbao, hasta que por fin llega a Almería donde recibe el indulto.”

 

 

Resistencia en los Países Bajos...

 

No era ninguna casualidad que Frans, ése era el nombre de guerra de su futuro comandante, quisiera fichar precisamente a las hermanas Oversteegen. A pesar de su extrema juventud eran ya luchadoras clandestinas experimentadas. Desde hacía años escondían a judíos y otros perseguidos procedentes de Alemania, y desde el principio de la ocupación distribuían la revista ilegal del Partido Comunista `De Waarheid´ (La verdad), pintaban frases subversivas en las fachadas y pegaban carteles. Truus y Freddie habían crecido desde pequeñas en un ambiente de actividad política. Su madre era comunista, a los cinco años Truus había participado en su primera manifestación y había oído los gritos de los que se la miraban desde las aceras: `A los rojos habría que colgarlos de las farolas´. ¿Qué son rojos?, preguntaría Truus a su madre. `Somos nosotras y toda la gente que va con nosotras´, le respondió.”

 

 

Los ocupantes nazis y sus títeres locales fascistas reconocen el problema de la resistencia judía...

 

En agosto de 1943, tres meses después de la derrota definitiva del levantamiento del gueto de Varsovia, el comandante del Armia Krajowa y sucesor de Rowecki, el general Bór-Komorowski, hizo público su `Documento sobre la lucha contra las bandas´. De esta manera hacía suyo el lenguaje empleado por los nacionalsocialistas´, que describía a los grupos partisanos ante todo como bandas. Bandas armadas, constituidas por judíos y prisioneros de guerra soviéticos huidos,se dedicarían -según se afirma en la declaración de Bór-Koworowski- a aterrorizar a los habitantes de las ciudades y pueblos polacos:

 

`Tanto hombres como mujeres -sobre todo judías- participan en estos ataques. Estas acciones vergonzosas de individuos desmoralizados conducen, en buena medida, a la ruina total de muchos ciudadanos que ya se encuentran gravemente afectados por los cuatro años de lucha continuada contra el enemigo´´. El comandante del Armia Krajowa lamenta que los alemanes, a quienes la población ha solicitado su ayuda, no intervengan con suficiente energía. A consecuencia de ello, `para proteger a la población inocente´, habría dado `instrucciones a mis comandantes, con el conocimiento del delegado del Gobierno, de hacer uso de las armas en caso de saqueos o presencia de elementos subversivos. (…) También he ordenado a mis comandantes garantizar la cooperación de la población local con las centrales del delegado del Gobierno, a fin de establecer sistemas de alarma y organizaciones de autodefensa locales.”

 

 

El combate...

 

Alguien da la señal de ataque. Un grupo de mujeres jóvenes, bajo el mando de Milka Datner, Basia Kaczalska, Khaya Biala y Fania´, prende fuego a las fábricas y talleres. Al mismo tiempo, un grupo de luchadores ataca con ametralladoras y fusiles a los alemanes en la calle Smolna y les obliga a retroceder. Mientras tanto, el grupo en torno a Milka Datner comienza el asalto a la valla e intenta incendiarla, a fin de posibilitar la fuga a las masas que tienen que pasar por la calle Smolna de camino al punto de encuentro. Chayke Grosman: ``Éramos conscientes de que íbamos a morir todos. Sabíamos que los que abrieran una breca en la valla, los atacantes, iban a ser un blanco perfecto del endiablado fuego enemigo, que en el mejor de los casos sobrevivirían sólo unos cuantos. Pero detrás de nosotros estaban las masas. Teníamos que romper el bloqueo para que pudieran huir. En esos momentos se encontraban reunidos allí cerca de 20,000 judíos. (…) Aun cuando cayeran cientos de ellos, varios miles podían escapar.´´.”

 

El destino...

 

Y si estas muchachas, en parte, se unieron a la resistencia armada no sólo por convicciones políticas, sino también por ciertas ganas de aventura y el deseo de escapar al aburrido y coartante rol de mujer, esto no podía ser suficiente por sí mismo para aguantar durante meses y años, día tras día, la vida en el frente, en la ilegalidad. La fuerza para continuar luchando, en tanto que terrorista buscada, ante las narices del enemigo no podía venir sólo de las ganas de aventura. Esta fuerza se alimentaba de la ruptura radical con todo lo que ofrece la sociedad, con todo lo habitual, de la transgresión de todas las fronteras. Estas jóvenes mujeres rompían con su papel, rompían con la ley, derrumbaron el muro protector del instinto de conservación. Habían llegado demasiado lejos en su atrevimiento como para querer o volver atrás.”

 

Libro recomendable para todos lo públicos: feministas y luchadoras ante el machismo imperante, amantes de historia bélica, como homenaje a la memoria de las olvidadas en las crónicas oficiales y de propaganda, al ministro Gallardón y sus grilletes morales y a todo lector y lectora que gusten de conocer los entresijos que dieron lugar a la formación del mundo en que vivimos...

 

Y para la suegra que se cagará en todos los santos cuando vea que en lugar de novela histérica se trata de un libro de rojas, ateas, masonas, comunistas y alguna que otra bollera.

 

 

jueves 13 de febrero de 2014

Libro: Breve Historia de los Estados Unidos
Autor: Samuel Eliot Morison , Henry Steele Commager y William E. Leuchtenburg
Editorial: Fondo de Cultura Económica – México
Traducción: Odón Durán D´Oion, Faustino Ballvé y Juan José Utrilla
Edición: Tercera edición en español, segunda reimpresión 1993

Ahora que soplan vientos de federalismo tanto a nivel europeo como de países miembros, nada mejor que repasar la historia de la nación que sirve de troquel para el resto del mundo civilizado y consumista: los Estados Unidos de América.

Nacidos a la sombra de la rebelión ante la injusticia e ignorados como súbditos, surgen de unas colonias inglesas en el Nuevo Mundo los cimientos basados en la igualdad ante la ley, el reconocimiento de los méritos sin reconocimiento de coronas por la gracia de Dios y el génesis del mundo económico y comercial en que vivimos.
Samuel Eliot Morison (Boston, 1887-1976). Historiador estadounidense que fue reconocido con dos premios Pulitzer (1943 y 1960). Se educó en la escuela St. Paul en Concord y realizó estudios superiores en la Universidad de Harvard, donde obtuvo el título en 1912. Más tarde viajó a Europa para completar su formación en París. Sirvió en el ejército americano durante la Primera Guerra Mundial y en 1915 comenzó a dar clases de historia en Harvard. Desde 1922 también fue profesor de historia americana en la Universidad de Oxford, donde trabajó hasta 1925, año en que se convirtió en profesor a tiempo completo en Harvard. La docencia y la escritura de libros ocuparon su inquietud profesional Durante la Segunda Guerra Mundial también estuvo en el frente del ejército como oficial en doce barcos de reserva. Allí redactó las crónicas de las batallas de la armada norteamericana. Precisamente, durante la contienda consiguió su primer Pulitzer (1942), con un libro biográfico sobre la figura de Cristóbal Colón: Admiral of the Ocean Sea. Recibió el grado de teniente coronel y se retiró de la armada en 1951 con el título de almirante.

Henry Steele Commager (octubre 25, 1902 hasta marzo 2, 1998) era un americano historiador que ayudó a definir el liberalismo moderno en los Estados Unidos durante dos generaciones a través de sus cuarenta libros y 700 ensayos y reseñas. Ganó la atención como uno de los intelectuales liberales más activos y prolíficos de su tiempo, y basó su activismo en apoyo de las causas que abogaba.  En los años 1940 y 1950 se destacó por sus campañas contra los ataques y los abusos de poder del gobierno en contra de los liberales / the-un ala izquierda abuso político conocido como el macartismo. Más adelante en su carrera, él se opuso a la guerra en Vietnam, y fue un elocuente y enérgico crítico de Presidentes Lyndon B. Johnson , Richard Nixon y Ronald Reagan , y de lo que él pretendía era el abuso del poder presidencial en cada una de sus partes.

William Edward Leuchtenburg (28 de septiembre de 1922, Nueva York ) es William Rand Kenan Jr. profesor emérito de historia en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill y un destacado estudioso de la vida y carrera de Franklin Delano Roosevelt. Recibió su licenciatura en 1943 de la Universidad de Cornell , donde fue instalado en el Phi Beta Kappa Sociedad. Más tarde recibió su doctorado de la Universidad de Columbia en 1951. Leuchtenburg es el autor de más de una docena de libros sobre la historia del siglo XX incluyendo el Premio Bancroft.

Repasando las distintas presidencias asistiremos a la expansión por el oeste, incorporándose al concierto de las grandes potencias, salvando el culo a Europa en dos ocasiones y finalmente tratando de encontrarse a sí misma tras la guerra de Viet-Nam.

El libro abarca desde el descubrimiento del Nuevo Mundo hasta la llegada al poder de Ronald Reagan con una URSS mostrando su músculo militar en Afganistán, un gobierno islamista en Irán y sin cerrar del todo la herida a la democracia del Watergate...

Como siempre, unas breves pinceladas que os inciten a su lectura:

Bajo la Corona británica...
La `saludable indiferencia´ de Inglaterra, que, según afirmó más tarde Edmund Burke, fue una de las principales razones de la prosperidad norteamericana, no fue nunca tan evidente como en los veinte años que transcurrieron de 1640 a 1660. La Guerra Civil y otras conmociones que durante de 1641 a 1653, cuando Oliver Cronwell fue nombrado Lord Protector de la comunidad inglesa, permitió que los tres grupos de colonias tuvieran una posibilidad de desarrollarse a su modo, con un mínimo de influencia de la madre patria; Cronwel decidió intervenir muy poco. Cuando la intervención se hizo amenazadora, colonias tan apartadas entre sí como Massachusetts y Barbados mantuvieron firmemente sus
privilegios. La asamblea de Virginia, que proclamó rey a Carlos II después de enterarse de la ejecución de Carlos I, capituló sin resistencia a una flota enviada por el parlamento en 1652, y en cambio se le permitió elegir al gobernador y el concejo. En Maryland, única colonia en que los acontecimientos ingleses se tradujeron en guerra civil, triunfó al fin Lord Baltimore.”

Jefferson...
Cuando Jefferson ocupó su cargo de secretario de Estado, no pasaba por su mente la idea de fundar un partido político. `Si no puedo ir al cielo sin tener un partido, renuncio a ir´, escribió en ese año. Pero su nombre y su reputación lo habían ligado ya indisolublemente al partido cuyo primer jefe fue él.

Jefferson tenía veinte años más que Hamilton y mucha más experiencia en la administración. Y era mucho más versátil. Fue indiscutiblemente el primer arquitecto norteamericano de su generación. Monticello, su mansión de Virginia, diseñada por él y ubicada en un soberbio lugar sobre una colina, ante el Blue Ridge, sigue siendo una de las posesiones campestres más admirables del país. El mejor grupo de edificios de la región en la cercana Charlottesville, fue diseñado por él.
Jefferson escribió acerca de neoplatonismo, de la pronunciación del griego y el anglosajón, del futuro de las máquinas de vapor, de arqueología y de teología. Pero había un tema en que era ignorante, y tal tema era la especialidad de Hamilton: las finanzas. Hamilton deseaba la concentración del poder, y Jefferson la difusión. Hamilton temía la anarquía, y sus pensamientos se basaban en la idea del orden; Jefferson temía la tiranía, y sus ideas se basaban en el concepto de la libertad. Hamilton creía que el gobierno republicano sólo podía triunfar si lo manejaba una clase gobernante. Jefferson creía que el republicanismo requería una base democrática.”

Pánico económico...
Hacía apenas dos meses que Cleveland estaba en el poder cuando se suscitó el pánico de 1893. La larga depresión agrícola que empezó en 1887 mermó seriamente la capacidad adquisitiva de un amplio grupo de consumidores y también afectó seriamente los ingresos de los ferrocarriles. El colapso del mercado exterior, debido a la crisis de los negocios en Europa y Australia, tuvo serias repercusiones en la industria y el comercio norteamericano. La especulación excesiva, estimulada por la organización de los truts y otras combinaciones, afectó la estabilidad del mundo de los negocios, al paso que los desórdenes sociales, como las huelgas de Homestead redujeron los beneficios y, consiguientemente, el poder adquisitivo. Finalmente, la política del gobierno en la cuestión de la plata le mermó la confianza de las esferas comerciales y fue causa de que muchos acreedores europeos lanzaran sus valores norteamericanos al mercado, absorbiendo el oro de la nación.
En pleno verano de 1893 el pánico estaba en su auge. El ferrocarril Reading quebró a principios de la primavera. En junio quebró el ferrocarril de Erie y seguidamente quebraron el Northern pacific, el Union Pacific y el de Santa Fe. Los bancos reclamaron sus créditos, lo cual tuvo frecuentemente fatales consecuencias para los comerciantes y sociedades que no pudieron hacer honor a sus compromisos. En número de quiebras declaradas en 1893 fue de más de quince mil.”

Era republicana...
Para la primavera de 1952, los norteamericanos estaban dispuestos a escuchar el argumento de los republicanos de que era `tiempo de un cambio´, después de 20 años de gobierno de los demócratas. Los precios eran demasiado altos, había desorden en Washington, y también ansiedad acerca de la subversión; la guerra en Corea se había estancado. Los republicanos tenían, asimismo, un candidato atractivo. Aun cuando los republicanos del ala derecha se unieron tras el senador Taft, el ala más moderada e internacionalista del partido obtuvo la nominación del muy popular general Dwight D. Eisenhower, supremo comandante de la OTAN, que gozaba de un permiso de su cargo de presidente de la Universidad de Columbia; el senador Nixon sería su compañero de planilla. Los demócratas se
 
encontraron ante la necesidad de escoger un candidato que no fuera identificado con el gobierno de Truman, al que se atribuían escándalos que habían manchado dependencias como la RFC. El senador Kefauver de Tennesse tenía muchos partidarios por su investigación del delito organizado, primer acontecimiento político que atrajo un ávido público de televisión, pero la convención se volvió, en cambio, hacia el gobernador Adlai Stevenson de Illinois, hombre de ingenio, inteligencia y elocuencia que, sin embargo, se enfrentaba a un adversario demasiado poderoso.”

Un actor de presidente...
Y sin embargo, la popularidad de Reagan se desvaneció al quedar cada vez más en claro que su programa económico no funcionaba. Durante la pugna por la candidatura republicana de 1980, George Bush, que después sería el vicepresidente, caracterizó el dogma de Reagan como `economía de vudú¨, y otros advirtieron que si las reducciones en el gasto social quedaban neutralizadas por el aumento del gasto militar, una reducción de impuestos desequilibraría el presupuesto. En realidad, sólo diez meses después de la toma de posesión de Reagan, la Casa Blanca reconoció que preveía un déficit acumulativo de más de $400 000 millones antes de terminar su periodo. Reagan había prometido que su política produciría un auge pero, en cambio, la economía fue cayendo en la recesión. Reagan había hecho su campaña sobre el compromiso de devolver el empleo al pueblo, pero antes de terminar su primer año, el desempleo se acercaba al 9 por ciento, la segunda tasa mensual más alta desde el comienzo de la segunda Guerra Mundial, mientras altas tasas de interés devastaban las industrias de la vivienda y el automóvil. Y sin embargo, pese a estos resultados, Reagan insistió tercamente en
 
mayores reducciones al gasto social y, en vez de enfrentarse al problema de la recesión, propuso un `nuevo federalismo´para devolver los programas nacionales a los estados. En espíritu, el nuevo federalismo era un regreso a la mentalidad de calhoun y de Jefferson Davis; si se le ponía en práctica, perjudicaría a los menesterosos que ya estaban soportando la carga más pesada de la política de Reagan.”

Libro muy recomendable para comprender mejor nuestro mundo y de paso ilustrarnos sobre la historia de una república donde se reconocieron por primera vez los derechos humanos por encima del vasallaje y la defensa de la libertad individual base de una sociedad libre y que la UE toma como modelo aunque la incógnita es saber si la clase política acepta ese cambio y la mansedumbre sea sustituida por la eficacia a la vez que aprendemos de los errores estadounidense sabiendo sacar lo mejor de sus lecciones...

Y es que a día de hoy, con sus errores y sus aciertos, los Estados Unidos son la última trinchera contra las dictaduras, el totalitarismo y todo sistema de gobierno anti democrático.

martes, 4 de febrero de 2014


 

 

Libro: Desertores

(La Guerra Civil que nadie quiere contar)

 

Autor: Pedro Corral

 

Editorial: DEBATE

 

Edición: Febrero 2006

 

Traemos hoy un libro que nos cuenta las historias de los grandes olvidados en las guerras por todos los bandos: los desertores.

 

Porque como bien apunta el autor se hacía necesario un recordatorio de los españoles que trataron de esquivar ser parte de la guerra, republicanos y nacionales aplicaron idénticas medidas tanto para atraer como para castigar a sus propios desertores... Motivaciones distintas pero lugares comunes a unos y otros, la familia en la otra zona, represalias por pasarse y en la mayoría de los casos simplemente dejar el frente por puro y duro cansancio pasada la primera euforia.

 

Es más abundante la documentación republicana si bien la más exacta es la facciosa de los generales rebeldes y el libro acompaña un sugestivo anexo con documentos referidos a los desertores...

 

Se agradece que empiecen a salir obras que aborden la Guerra Civil como mandan los cánones y siguiendo la tradición anglosajona de analizar los hechos desde un punto de vista militar que arranque las imágenes conocidas de la contienda que en el 95% de los casos se trata de material propagandístico...

 

Pero nunca se hablaba de los desertores salvo para informar de su ajusticiamiento.

 

 

Pedro Corral nació en San Sebastián en 1963. Licenciado en periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, ha sido jefe de sección del suplemento ABC Cultural y corresponsal en Roma.

 

Asesor en temas culturales de la Presidencia del Gobierno (2000-2004), ha colaborado en revistas y periódicos como Cambio 16, El Urogallo, El Europeo, la razón y El Mundo. Su primer libro, Si me quieres escribir (2004), le ha situado como uno de los más destacados investigadores de la Guerra Civil española...

 

Datos de 2006 y sacados de la contraportada como suele ser habitual, pero pasemos sin más a conocer por unos instantes a los compatriotas que decidieron desertar del infierno fratricida de la Guerra Civil.

 

 

Homenaje a los olvidados...

 

La deserción ha permanecido oculta también tras un muro de silencio personal, quizá el último que quedaba por derribar entre los supervivientes de la contienda. Un muro de miedo la mayoría de las veces, miedo antiguo y por eso mismo insalvable. En otras ocasiones, un muro de culpa y de vergüenza que forzó a muchos a reinventar su experiencia de guerra, incluso ante sus propias familias. En uno y otro caso, un obstáculo casi impenetrable para quien intenta buscar hoy testimonios directos. No fueron pocos los veteranos que aparecían como desertores en la documentación que consultaba y que prefirieron no relatarme su experiencia, lo que les agradecí igualmente porque me mostraban hasta qué punto me estaba adentrando en un territorio vedado.

 

De nuevo, la Guerra Civil que nadie quiere contar. A quienes lo han contado está dedicado este libro, con toda mi gratitud.”

 

 

Los peligros de la deserción...

 

Saltar de las trincheras propias para desertar significa exponerse como diana a las descargas de fusilería y las ráfagas de ametralladora de toda la posición. La tierra sin dueño es un patíbulo sin apenas posibilidad de escapatoria, sobre todo cuando los que disparan se cuentan entre los mejores tiradores, como sucede con la Legión. Los desertores de estas fuerzas de élite franquistas casi siempre firman su sentencia de muerte: el 6 de diciembre de 1938, en el sector castellonense de Caudiel, se evaden cinco legionarios de la 1ª Bandera, de la 152ª División, y los centinelas casi hacen pleno, ya que matan a cuatro de ellos.

 

El tiro al blanco contra los desertores se asume de una forma tan natural que incluso en algunas unidades, como en la 202ª Brigada Mixta republicana, los formularios para los partes de deserción llevan consignada ya la pregunta: `¿Fue muerto al intentar el hecho?´.”

 

 

Penurias del soldado republicano...

 

La vida en el Ejército Popular estuvo marcada también, durante la mayor parte de la guerra, por la escasez de equipo e indumentaria y la desorganización a la hora de distribuir los existentes. El general Vicente Rojo denunciaría después de la contienda la `monstruosidad orgánica´ que supuso sustraer a la jurisdicción del estado mayor del Ejército Popular los servicios de intendencia, lo que según él condujo al caos en el reparto de los suministros a las unidades. Y ponía como ejemplo lo sucedido con la caída de Barcelona, ciudad en la que quedaron abandonadas enormes cantidades de material y provisiones, que nunca fueron distribuidas. El lamento de Rojo hablaba de `un Ejército medio desnudo, mientras se perdían por imprevisión 200.000 equipos; unas tropas cargadas de privaciones, cuando se abandonaban 10.000 toneladas de víveres.”

 

 

Justicia de tiempos de guerra...

 

Los detenidos en las prisiones o batallones de castigo que decidían cambiar su destino para marchar de nuevo al frente, abrigaban razones de peso para preferir los riesgos del combate al régimen carcelario o disciplinario. La principal era la dura e incierta condición de la vida como penado, con su corolario de hambre y malos tratos, que podía incluso hacer apetecibles los riesgos de primera línea. Otro motivo no menos importante era la posibilidad de volver a percibir íntegra la soldada de diez pesetas que recibían a diario los combatientes del Ejército Popular, y que en muchos casos era el único sustento para alimentar a sus familias...”

 

 

Represalias...

 

Hay también constancia de que se tomaban estas represalias en el Ejército del Centro, cuando en el informe sobre la deserción de un cabo de origen gallego, en mayo de 1938, se afirma haber dado orden al gobernador militar de La Coruña para que se proceda a la detención de los padres, residentes en Santiago de Compostela.

 

Es decir, existen pruebas documentales de que tales represalias se llevaban a cabo en tres de los cuatro grandes ejércitos en que se organizaron las fuerzas del bando franquista: el Ejército del Norte, el Ejército del Sur y el Ejército del centro. Quedaría por determinar únicamente si se aplicaron también en el Ejército de levante, que es de creación posterior, en noviembre de 1938. Todo ello nos lleva a concluir que los castigos a los familiares de los desertores fue un procedimiento generalizado en el conjunto del ejército franquista.”

 

 

Siro Rosi, desertor italiano del CTV...

 

En la cárcel valenciana, Rosi y Della Santa fueron visitados por tres dirigentes del Partido Comunista Italiano, los cuales garantizaron la sinceridad de su adhesión a la causa republicana. Liberados de la cárcel, se les destinó primero a la escuela de oficiales de las Brigadas Internacionales, la Garibaldi. Según el testimonio del propio Rosi, su amigo Della Santa murió el 15 de septiembre de 1937, destrozado por la metralla en el sector zaragozano de Fuentes de Ebro. Rosi fue herido en marzo del año siguiente, durante la ofensiva franquista en Aragón. Reincorporado para la batalla del Ebro, resultó herido otra vez.

 

El 10 de diciembre de 1938, Rosi y Della Santa fueron condenados a muerte en rebeldía por el tribunal Militar del CTV en Vitoria. Los jueces italianos, desconociendo que Della Santa había fallecido en combate hacía más de un año, le condenaron a una pena que ya había cumplido.”

 

El silencio de la paz...

 

Mi marido -cuenta Elvira- salió desengañado y machacado de la guerra. No tenía ideas políticas de ningún tipo, que él vivía tranquilo en un pueblecito. ¡Qué iba a saber él de la guerra, si lo cogieron cuando era un crío! Eso sí, después de la guerra nunca dejó de tener pesadillas, que a veces le tenía yo que despertar de lo que sufría reviviendo lo de la guerra y la cárcel, y luego se quedaba ya sin dormir, alterado. Y menos mal que fue de los que ganaron, porque los que perdieron lo pasaron mucho peor. Mi marido tenía la medalla de sufrimiento por la patria, por haber sido prisionero, pero no era de los vencedores. Hubo muchos que sacaron beneficio de todo aquello, pero él no sacó nada en limpio de aquella guerra, porque sólo había visto horrores.”

 

Libro que habla de un trocito de nuestra historia en la histeria y que es un sano ejercicio de memoria histórica para los sepultureros como de los sepultados, porque al final había dos cosas que unían a los dos bandos combatientes: ser españoles o luchar por España y el deseo de vivir que terminaba acribillado al desertar en el mejor de los casos y en el regreso al frente o ir a un campo de concentración...

 

Pero es cierto, ningún antagonista en sus memorias tiene un minuto de silencio por los desertores.

 

domingo, 5 de enero de 2014


 

 

Libro: La crisis europea y la I Guerra Mundial

 

Autor: Pierre Renouvin

 

Editorial: Ediciones Akal, S. A.

 

Traducción: Beatriz Simó

 

Edición: 1990

 

¡El viejo siglo ha muerto! ¡Viva el siglo XX!

 

Europa ha llegado al máximo de su industrialización y compite por conseguir mercados y colonias y los intereses económicos se extienden desde Japón a la Gran Bretaña pasando por el Imperio Austro-Húngaro, Prusia, Rusia y Francia...

 

Mientras el futuro parece próspero, en las alcantarillas de la sociedad la nueva clase trabajadora es consciente de su poder en la era industrial y teorizan sobre utopías socialistas a lomos de nacionalismos y ansias revolucionarias y las potencias europeas se alían en alianzas que hacen prever el enfrentamiento...

 

 

 

Posiblemente a la gran mayoría de la ciudadanía la I Guerra Mundial les traiga recuerdos de imágenes en blanco y negro, cascos prusianos con pincho, asaltos de trincheras y que el detonante fue un atentado en Sarajevo, de la que ignoramos todo salvo que se hicieron unas olimpiadas blancas y se dieron de pepinazos y barbarie en los 90´s y las guerras balcánicas tras el derrumbe del mundo comunista y por ende de Yugoslavia.

 

Pero hay mucho más y este libro es una buena oportunidad para conocer una historia fascinante que con tan sólo cien años transcurridos desde su inicio nos queda tan lejana como las guerras púnicas, la conquista de Mexico o el asedio de Troya, eclipsada la contienda por la más atroz de la II Guerra Mundial y el mundo que se formó entonces y que ahora vemos con ojos críticos de crítica crisis.

 

Asistiremos al juego de ajedrez de los imperios europeos, la expansión del liberalismo económico y como los británicos disfrutan del apogeo de un imperio que ya daba muestras de obsolescencia en sus mecanismos económicos y productivos, la nueva forma de guerra total que implica a ciudadanía, industrias y políticas subordinadas a las necesidades de los ejércitos...

 

Un mundo que tocaba a su fin y un sistema que engendraba monstruos en el inicio de un nuevo siglo y una guerra que quienes combatieron en ella pensaron inocentemente que era la última por el grado de destrucción que conlleva una guerra industrializada...

 

 

 

Pierre Renouvin nació en París el 9 de enero de 1893 y falleció en la misma ciudad en 1974. Fue un reconocido historiador francés especializado en la historia de las relaciones internacionales. Alumno del también historiador Alphonse Aulard.

 

Combatió durante la I Guerra Mundial resultando mutilado en 1917. A partir de entonces se especializó en el estudio de la Primera Guerra Mundial y de las relaciones internacionales.

 

Fue miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas desde 1946 y Presidente de la Fundación nacional de las Ciencias Políticas de 1959 a 1971 así como profesor de historia de las relaciones internacionales en la Universidad de la Sorbona.

 

 

 

Y sin más preámbulo, unos breves pasajes que os abran el apetito voraz de lectura:

 

El nuevo siglo...

 

El rasgo que caracteriza los comienzos del siglo XX es la preponderancia de Europa. Ese `pequeño cabo del continente asiático´ como la llamaba Paul Valéry, ejerce una influencia decisiva en los destinos del mundo y orienta la actividad de los demás continentes: por un lado impulsa la explotación de los propios recursos de cada país, imponiendo sus métodos de producción, su ritmo de trabajo y organizando el sistema económico bajo su dirección; por otro les provee bien sea de la mano de obra, o bien de los cuadros necesarios para poner en funcionamiento la técnica `occidental´; finalmente trata de modelar a su imagen estas antiguas sociedades, extendiendo sus propias concepciones tanto en el terreno religioso como en el de las instituciones políticas y sociales.”

 

Japón se presenta entre las grandes naciones mundiales y Rusia evidencia su declive...

 

El gobierno ruso, que no creyó que Japón se atreviese a atacar, y que todo lo más, imaginó una `pequeña guerra´, se ve obligado a desplegar un gran esfuerzo militar en Manchuria. Penosamente, pues el transiberiano no está completamente terminado, va concentrando fuerzas cada vez más importantes. Pero los japoneses han cercado Port-Arthur; son dueños del mar tras la lucha del 10 de agosto de 1904, en que destruyen la flora rusa de Vladivostok; pueden establecer sus bases de operaciones en la Manchuria meridional e iniciar la ofensiva con toda libertad.”

 

 

 

La crisis marroquí de 1905-1906...

 

Desde que se concluyó el acuerdo anglo-francés del 8 de abril de 1904, el gobierno francés no había dejado de preparar la actividad que deseaba llevar a cabo en Marruecos. Después de las laboriosas negociaciones que Alemania intentó obstaculizar sin éxito, Francia establece un pacto con España: el gobierno de Madrid daba su adhesión al convenio anglo-francés obteniendo a cambio, dos zonas de influencia en marruecos, una al norte, en el Rif y otra en el sur en el Río de Oro, inferiores no obstante, en extensión a las que se le habían prometido dos años antes. Poco después, en noviembre, Francia había enviado a Fez una misión dirigida por Saint-René Tallandier, encargada de exponer al sultán un programa de reformas: la reorganización del ejército y de la economía jerifiana, bajo el control francés. Abd-elAziz oponía resistencia, y el gobierno ahora estaba decidido a mantener a raya la ejecución del plan francés.”

 

 

 

Japón interviene en la gran guerra...

 

El gobierno de Tokio, que no deseaba otra cosa, se estaba apresurando. El 15 de agosto pide a Alemania que le ceda en ocho días, el territorio entero de la concesión de Kiaot-cheou, `en vistas a su posible reintegro a la China´; al mismo tiempo afirmaba que no pensaba en adquisiciones territoriales a costa del imperio chino. ¿Qué valor tenía semejante afirmación? Evidentemente tenía por objeto tranquilizar a los Estados Unidos. El gobierno de Washington se conformaba; se limitaba a levantar acta de la declaración japonesa y a recordar la importancia que otorgaba el principio de integridad de la China. El 23 de agosto, un rescripto del mikado anunciaba la declaración de guerra a Alemania.”

 

 

 

EEUU interviene...

 

El mensaje del 2 de abril ha anunciado la intención del gobierno americano de intervenir directamente en la batalla y de constituir, por consiguiente, un ejército que combatirá en el frente de Francia. ¿Solución lógica? Sin duda. Sin embargo en medios oficiales, la idea de limitar la intervención a una acción naval había sido expresada. A partir del 20 de marzo, el presidente, de acuerdo con el gabinete, la descartó. Los estados Unidos entran en el conflicto con `todas sus fuerzas´.”

 

 

La petición de armisticio...

 

En el gran cuartel general alemán la preocupación, después de la gestión austro-húngara, sigue creciendo. Los aliados están cediendo: derrota turca, derrota búlgara y derrumbe moral de Austria-Hungría, que no espera a la siguiente ofensiva italiana para declararse vencida. ¿Cómo va a seguir resistiendo Alemania, si la coalición amenaza con disolverse? En su propio frente de batalla va a tener que soportar dentro de poco el ataque conjunto de los ejércitos enemigos, que cuentan con un número muy superior de grandes divisiones (18 divisiones) y mayor número aún de tropas y armamento, sobre todo de carros de combate. ¿Podrá soportar el ataque? Los colaboradores de Ludendorff `consideran que la situación es peligrosísima´. El propio general está desconcertado: ya sólo confía en un milagro. El 25 de septiembre se extiende por Spa el rumor de que una epidemia de `peste pulmonar´ está atacando al ejército francés. Ludendorff se aferra a esta esperanza `como se aferraría un náufrago´, confiesa él mismo, `a su última tabla de salvación´.

 

Libro apasionante en suma que señala muchas claves de este mundo, como la importancia de Turquía en la guerra civil de Siria por ejemplo, que se nos acaba y que resulta ideal para periodos de convalecencia, guardas hospitalarias y de control de accesos en horas nocturnas y cómo no para regalar a la suegra diciéndole que habla de los tiempos de su niñez y en vez de Franco sale el Káiser, que horas de risas ante su cara de incredulidad...

 

 

 

lunes, 23 de diciembre de 2013

 

 

Libro: Industria e Imperio – Una historia económica de Gran Bretaña desde 1750

Autor: Eric J. Hobsbawm

Editorial: Editorial Ariel S. A.

Traducción: Gonzalo Pontón

Edición: 3ª edición, septiembre 1988

 

 

¡Miremos por última vez la granja que nos vio crecer, los aperos y el corral que hay una nueva industria en la ciudad y necesitan mano de obra!

 

Comienzo tan grandilocuentemente porque el libro que traemos hoy nos permitirá contemplar como la aplicación de la máquina de vapor a la industria y a una nueva tecnología llamada ferrocarril, convertirá a una isla en el mayor imperio colonial de la tierra, al nacimiento de una nueva clase social con todas sus consecuencias posteriores como es la clase obrera, la aplicación del liberalismo en toda su extensión y magnitud y como Inglaterra se convierte en la fábrica del mundo y vivirá su apogeo mientras sus futuros competidores mejoran y perfeccionan la tecnología...

 

Eric J. Hobswam nació el 9 de junio de 1917 y falleció en 2012. Se crió en Viena y Berlín, sus padres eran de etnia y religión judías pero no practicantes en lo religioso, no así en lo cultural y social.

 

En 1933 la familia se traslada a vivir en Londres. Profesor en la Universidad de Londres, Stanford y Academia Británica, se retiró en 1982 siendo uno de los más importantes historiadores británicos, hablaba inglés, alemán, francés, español, portugués y catalán siendo Doctor Honoris Causa por la Universidad de Gerona en 2008.

 

Si os interesa saber más acerca del autor tenéis amplia información y documentos en Internet.

 

De lectura ágil y ritmo acompasado, no es un libro que se haga farragoso y el talento del autor para engarzar hechos, fechas y actos resulta en una lectura apasionante que os enganchará desde las primeras páginas...

 

Pero mejor os dejo unos breves pasajes...

 

 

Gran Bretaña en 1750...

 

Lo que ve el observador contemporáneo no es necesariamente la verdad, pero, a veces, el historiador suele olvidarlo peligrosamente. Gran Bretaña -o mejor, Inglaterra- era en el siglo XVIII un país muy observado y, si nos proponemos averiguar qué sucedió en él desde la Revolución industrial, bien podemos comenzar tratando de observarlo con los ojos de sus numerosos y estudiosos visitantes extranjeros, siempre ansiosos de aprender, generalmente ávidos de admirar y con el tiempo suficiente y necesario para prestar atención al ambiente. El viajero que hacia 1750 llegaba a Dover o Harwich después de una travesía arriesgada y con frecuencia muy larga (digamos que más de treinta horas desde Holanda) obraría con acierto al elegir para pasar la noche una de las caras, pero notablemente cómodas, posadas inglesas que siempre habían de impresionarle muy favorablemente. Al día siguiente debería viajar quizás unos 80 kilómetros en calesa y tras descansar otra noche en Rochester o Chelmsford entraría en Londres hacia el mediodía siguiente. Desde luego viajar en estas condiciones requería disponer de tiempo libre. La alternativa del pobre -caminar o utilizar la navegación de cabotaje- era más barata y más lenta, o más barata pero de resultados impredecibles. Algunos años más tarde los nuevos coches correo, más rápidos, podían llevarlo de Londres a Portsmouth entre la mañana y el atardecer, o desde Londres a Edimburgo en sesenta y dos horas, pero en 1750 el viaje requería aún de diez a doce días.”

 

 

El origen de la Revolución industrial...

 

Sin embargo, la revolución industrial no puede explicarse sólo en términos puramente británicos, ya que Inglaterra formaba parte de una economía más amplia, que podemos llamar `economía europea´ o `economía mundial de los estados marítimos europeos´. Formaba parte de una red más extensa de relaciones económicas que incluía varias zonas `avanzadas´, algunas de las cuales eran también zonas de potencial industrialización o que aspiraban a ella, áreas de `economía dependiente´, así como economías extranjeras marginales no relacionadas sustancialmente con Europa. Estas economías dependientes consistían, en parte, en colonias formales (como parte de Europa oriental).

 

El mundo `avanzado´ estaba ligado al dependiente por una cierta división de la actividad económica: de una parte una zona relativamente urbanizada, de otra zonas que producían y exportaban abundantes productos agrícolas o materias primas. Estas relaciones pueden describirse como un sistema de intercambios -de comercio, de pagos internacionales, de transferencias de capitales, de migraciones, etc-. Desde hacía varios siglos, la `economía europea´había dado claras muestras de expansión y desarrollo dinámico, aunque también había experimentado notables retrocesos o desvíos económicos, especialmente entre los siglos XIV al XV y XVII.”

 

 

Gran Bretaña en la economía mundial...

 

En términos generales, sólo durante un periodo histórico relativamente breve, los sectores desarrollado y subdesarrollado del mundo tuvieron idéntico interés en actuar de acuerdo con la economía británica y no en contra de ella, tal vez porque no tuvieron elección: las décadas que separan la abolición de las leyes de cereales en 1846 y el estallido de la `gran depresión´en 1873. Muchas zonas desarrolladas no tenían a nadie a quien vender excepto Gran Bretaña, única economía moderna. Los países adelantados estaban entrando en un periodo de rápida industrialización, y sus demandas de importaciones, especialmente de capital y de productos básicos eran virtualmente ilimitadas. A los países que no se preocupaban de entablar relaciones con el mundo adelantado (es decir, fundamentalmente con Gran Bretaña) se les obligaba a hacerlo con flotillas y marinos, como sucedió con los últimos países `cerrados´ del mundo, China y Japón, forzados por estos medios, entre 1840 y 1860, a sostener intercambios sin restricciones con las economías modernas.”

 

 

El gobierno y la economía...

 

La actitud característica de los gobiernos británicos y de otros países frente a la economía antes de la revolución industrial, era intervenir en ella. Esa es también la actitud casi universal de los gobiernos de hoy. Pero entre estas dos épocas, que representan lo que puede conocerse como la norma de la historia, y de la razón, hubo un periodo en el que la actitud fundamental del gobierno y de los economistas fue la opuesta: cuanto menos tuvieran que intervenir en la economía, tanto mejor.

 

En términos generales esta época de abstencionismo coincidió con el surgimiento, triunfo y dominio de la Gran Bretaña industrial. Esa actitud era singularmente adecuada para la situación británica y tal vez para la de otros dos o tres países. La historia de la política y teorías económicas del gobierno desde la Revolución industrial es, esencialmente, la del florecimiento y declive del `laisseç-faire´.”

 

La sociedad británica desde 1914...

 

El techo de las aspiraciones de la clase media era vivir con modesto desahogo. En la jerarquizada sociedad británica la aristocracia terrateniente estaba completamente fuera de su alcance, y ni siquiera los millones de la plutocracia tentaban a las respetables clases medias. En la época eduardiana, un romántico ocasional como el tío Ponderevo de H. G. Wells, o un ocasional seminarista como John Buchan, podían soñar con atizarle a la olla de la riqueza y del prestigio social con el palo de los negocios o de las actividades profesionales -principalmente la abogacía- y desde luego muchísimos jóvenes emprendedores de las colonias soñaban con hacer dinero para hacerse dueños de Londres.”

 

Libro ideal para amantes de la historia, dementes de la histeria por la crisis y el paro así como guardias hospitalarias y de lectura de mesita antes de dormir. A la suegra es inútil regalárselo porque pensará que es novela histórica de las malas ya que no aparecen heroínas y habría que explicarle que hasta hace dos bufidos la historia la escribían los hombres...

 

martes, 12 de noviembre de 2013

 

 

 

Libro: La Guerra Naval en el Pacífico

 

Autor: Luis de la Sierra

 

Editorial: Editorial Juventud, S.A.

 

Edición: Tercera edición, 1998

 

Queda poco menos de un mes para el aniversario del ataque japonés a Pearl Harbor y qué mejor lectura que el libro que traemos hoy.

 

Porque soldados, pilotos y tripulantes siempre tienen más probabilidades de terminar con sus restos en una fosa donde es posible rendirlos homenaje por sus deudos u otros semejantes mas la marinería, como podemos apreciar en la lectura, suele acabar las más de las veces en tiempos de guerra con sus huesos en la misma tumba marina que el barco en que servían...

Un japón empeñado en la guerra de conquista de China asiste temeroso desde 1939 a 1941 a una proyección de futuro en que los EEUU podrían bloquear el envío de materias primas procedentes de su espacio vital en Asia y productos estadounidenses que alimente su maquinaria de guerra en poder ascendente desde la guerra con Rusia y fortalecida mediante material vanguardista y adiestramiento.

 

Sabedores de que EEUU es un gigante dormido en su aislacionismo pero potencialmente superior en todos los aspectos de una guerra de recursos industrializados, siguen la doctrina de golpear primero y ganar tiempo para realizar un arco defensivo de la metrópoli en el Pacífico...

 

Asistimos a las batallas navales y sentiremos el fragor de los combates, la angustia de la muerte acercándose y asistiremos a lo que no quedó registrado en los documentales: una Armada Imperial poderosa pero que tecnológicamente estaba atrasada respecto a su antagonista y un material de combate aéreo rápidamente superado por la industria y el ingenio estadounidense.

 

El autor sabe llevar a las neuronas del lector los aspectos que no suelen destacarse como son los errores de los mandos japoneses y norteamericanos y la sorpresa de ver de que en ocasiones las ventajas tecnológicas eran superadas por el talento nipón que aunque sabedores las tripulaciones de su más que cierto futuro en el fondo del mar, atacaban con espíritu samurai disparando incluso con el barco hundiéndose y provocando graves daños a la escuadra contraria...

 

El pavor al mostrarnos los daños en calderas y pañoles donde al lector le viene de forma innata a la mente imágenes de seres humanos en u infierno de llamas y hierros retorcidos...

Os doy datos del autor que son de 1979, año de la primera edición:

 

Luis de la Sierra nació en Santander en 1920; cursó los estudios de bachillerato en los colegios de los padres jesuitas de Orduña y de San José de Curia, en Portugal, donde vivió tres años. Llevado por sus aficiones marineras, heredadas de su padre (que, aunque arquitecto, quiso haber sido marino), se alistó como marinero voluntario en 1937. Embarcó en seguida en el crucero Almirante Cervera donde permaneció hasta finalizar la Guerra Civil. Luego pasó a la Escuela Naval Militar de San Fernando y obtuvo el ascenso a alférez de navío en 1943.

 

Como guardiamarina, y en los empleos de alférez de navío, teniente de navío, capitán de corbeta y capitán de fragata, ha navegado en los veleros españoles Juan Sebastián Elcano y Galatea, así como en cruceros, destructores, minadores, fragatas, patrulleros y dragaminas a través del Atlántico, pacífico y Mediterráneo.

 

Especialista en armas submarinas, posee dos cruces del Mérito naval y fue comisionado a los Estados Unidos para tomar el mando del primer buque de guerra cedido a España por aquel país en virtud del Tratado de Asistencia Mutua.

 

Sus aficiones literarias le llevaron a escribir artículos sobre temas navales en periódico y revistas españoles. Su primer libro, Buques suicidas, fue galardonado con el premio Virgen del Carmen.

Esta vez la solapa es generosa en datos y nos queda claro que no era republicano precisamente aunque sólo había la alternativa de ser nacional de aquella cuando se alistó. Como detalle antropológico el único detalle que podría producir rechazo a la lectura, el partidismo, reducido a un alegato contra la URSS y los partidos comunistas europeos. Pero estamos ante una magnífica forma de relatar los hechos y se aprecia en más de una ocasión su reconocimiento al valor, virtudes y preparación de los miles de marineros japoneses que descansan en los pecios del Pacífico.

 

Tiene el libro además para amantes de los mismos, el placer de tener que recurrir en ocasiones al diccionario para entender términos que sin ser extraños a veces desconocemos su significado al embarcarnos a bordo en medio de las batallas...

 

Sin más, unas breves pinceladas...

 

 

Teatro de operaciones...

 

Exceptuando la campaña submarina alemana del Atlántico, la lucha naval en ese océano y en el Mediterráneo durante la segunda guerra mundial resulta poco menos que un juego de niños comparada con la que se libró en el Pacífico durante la misma conflagración. Bástenos una muestra sobre las pérdidas navales, en buques mayores, de los que llevaron la peor parte: los derrotados. A la Kriegsmarine le hundieron dos acorazados y un crucero de batalla; un solo acorazado a la Regia Marina -inmediatamente reflotado-. A una y otra, ningún portaaviones, porque desafortunadamente para ellas, con ninguno contaron en toda la guerra. En el Pacífico, el japón perdió diez formidables acorazados y cruceros de batalla y veinte portaaviones, amén de treinta y ocho cruceros y ciento veintinueve destructores... En resumen, del millón y medio de toneladas de buques de guerra con que contaba la Armada Imperial al comenzar la contienda, y de las que construyó durante ella, al final apenas le quedaban unas doscientas mil; es decir, le fueron hundidas 1.965.646 toneladas de buques de guerra.”

 

 

7 de diciembre de 1941...

 

En la madrugada del 8 de diciembre -7 en Pearl Harbor -recibió el almirante Hart el dramático mensaje lanzado al éter en claro desde Pearl Harbor y que ya conocemos: `Air Raid on Pearl Harbor. This is no Drill.´

 

No hubo duda alguna sobre su autenticidad, pues el operador que lo recibió había reconocido la inconfundible pulsación del que lo transmitía. Así que Hart alertó inmediatamente a la Escuadra Asiática y al jefe del Estado Mayor de McArthur.

 

El 6 de diciembre había salido de Kossol Roads, en Palaos, rumbo a Mindanao, una Fuerza japonesa compuesta por el portaaviones Ryujo, dos cruceros pesados, uno ligero y ocho destructores, al mando del contralmirante Tanaka. Hacía calor, la mar estaba en calma, los delfines saltaban fuera del agua para observar a los doce buques grises que se movían hacia el Oeste a 18 nudos, y, aparentemente, nada hacía presagiar la terrible guerra que muy pronto daría comienzo: una guerra que le iba a costar al Japón más de tres millones de muertos.”

 

Guadalcanal...

 

A las 0223, el almirante Mikawa, tras cambiar impresiones con su Estado Mayor, dio la orden de retirada. Sus unidades estaban desperdigadas, y calculó que ponerlas otra vez en disposición de combate y alcanzar el fondeadero de Guadalcanal para atacar a los transportes enemigos le llevaría unas dos horas y media. Entonces sólo faltarían sesenta minutos para la salida del sol, momento en que sin la menor duda serían atacados en masa por los aparatos de los portaaviones americanos, que la tarde anterior estaban en aquella zona, pues ellos habían podido recoger, `fuerte y claro´, todas sus conversaciones radiotelefónicas. Retirándose a las dos y media de la madrugada, al amanecer podrían estar a más de cien millas de distancia de Savo, lo que obligaría a los portaaviones enemigos a aproximarse a Rabaul para poder atacarles, es decir, a entrar en el radio de acción de los aviones de la 25ª Flotilla japonesa.”

 

 

Testimonio de un superviviente...

 

Yo me encontraba -dice el entonces capitán de corbeta John L. Chew, jefe de las baterías antiaéreas del `Helena´- en mi puesto del combés, detrás del puente de mando. Al cesar el estruendo de la batalla y de las explosiones de los torpedos se produjo un raro silencio que nunca olvidaré. Muchos de nosotros nos dimos entonces cuenta de que el buque estaba sentenciado. La oscuridad era de alquitrán, y aunque la mayoría llevábamos linternas de emergencia, no nos atrevimos a emplearlas, por temor a recibir algún cañonazo. Hubo poca confusión, y se me ordenó lanzar al agua las balsas de proa. Aunque no tuve dificultades en la faena, me quedé sin sitio en ninguna. En vista de lo cual desamarramos las redes del costado y nos descolgamos por ellas hasta el mar. Sentí como si me sumergiera en un baño de agua tibia, y mi reloj se paró entonces, en las 0225. A mi alrededor, todo estaba tranquilo, aunque lleno de petróleo. Los demás buques habían proseguido en persecución de los japoneses, y aunque el `Helena´ se hundía rápidamente, caballeroso hasta el fin, nos concedió un margen de unos diez o quince minutos para alejarnos de él.”

 

Libro de ágil lectura y apasionantes hechos que hará las delicias de marineros de plato de ducha, vigilias laborales o de espera y a la suegra que puede servirle de aviso de lo que pasa cuando se provoca a un gigante dormido...

 

Homenaje también a las historias olvidadas de quienes yacen en el fondo del mar y que nos sirve de recordatorio de los estragos en vidas humanas que produce la guerra aunque ésta sea a veces inevitable.

 

lunes, 4 de noviembre de 2013

 

 

Libro: La Corte de Felipe IV – La decadencia de España

 

Autor: Martin Hume

 

Editorial: Ediciones Espuela de Plata

 

Prólogo: Francisco Núñez Roldán

 

Edición: 2009

 

Corren tiempos revueltos en España y nada mejor que mirar a su pasado para tratar de encontrar las claves del presente que oscurecen nuestro futuro...

 

Nada mejor que echar un vistazo al que fue el último Rey que gozó de la riqueza imperial aunque su reinado y su regia persona estuvieron marcados por la decadencia de valores, de dineros, de sistema político, de fe en llevar a Dios de nuestro lado y de dinastía con genes y cromosomas defectuosos por endogamia.

 

Por otra parte las armas españolas también estaban en decadencia por tener varios frentes abiertos protegiendo los galeones de las Indias y el propio territorio americano a la vez que seguía la tradición política de apoyar el Imperio y el pantano mortal que era seguir subyugando a los holandeses tanto en recursos como en dinero contante y sonante.

 

 

Posiblemente Felipe IV hubiera podido regenerar el país y el paisanaje, pero en lugar de ello fue criado en un ambiente de cortapisas morales, pecados mundanos y delegar en personas ambiciosas y que buscaban su propio beneficio sin poner en duda el patriotismo que les movía. Felipe IV es el fin de un sistema de vertebrar el país, que se dice ahora, basado en el respeto a las idiosincrasias políticas y recaudatorias a la vez que se gastaba lo disponible en seguir con la soberbia de sus antepasados recientes pero que sin el soplo del pueblo también convencido del destino y la salvaguarda de valores cristianos estaba condenado como todos los imperios precedentes y futuros a ceder el puesto a otra potencia emergente como era Francia en el caso español.

 

Por otra parte vemos un Rey que simplemente reflejó en sus contradicciones ser educado en un ambiente cortesano, de claustrofobia religiosa y confiado en una persona que ansiaba el poder y no dudó en mantener al monarca en una oscuridad completa respecto a los asuntos de Estado potenciando la holgazanería de ser espectador de espectáculos y artes en los que perdía mayoritariamente el tiempo a la vez que era mortificado por su fe..

 

Hoy en día o en la historia más reciente posiblemente hubiera sido obligado a abdicar y dejar el cetro en manos más competentes, pero no entraba en los códigos de la época tal comportamiento. El Rey se divertía y el pueblo quería diversión, los validos se enriquecían y el populacho dejaba los oficios y cultivos atraídos por el oropel al que también aspiraban dentro de sus posibilidades...

 

En este libro no hay lugar a la duda por cuanto la mejor manera de vernos es ver cómo nos ven los demás. El único pero que se puede poner al libro es que está escrito por un inglés pero criado en España mas no cae en el chovinismo y se basa en documentos de la época originales para mostrarnos una Historia más fascinante que cualquier novela o serie que se dicen históricas desde el bautizo hasta la muerte de Felipe IV.

 

Puede hasta sorprender que pese a la memoria colectiva inducida a generaciones de escolares, España e Inglaterra estuvieron más cerca de ser fieles aliados que acérrimos enemigos.

 

Martin Hume (1843-1910) fue uno de los historiadores más prolíficos y conocidos en la Inglaterra de finales del siglo XIX y principios del XX. Hispanófilo no sólo por vocación sino porque vivió su infancia en Madrid y allí cursó sus primeros estudios. Fue profesor de literatura y lengua española en las Universidades de Cambridge, Londres y Birmingham. Su actividad historiográfica comenzó con libros sobre Felipe II y el periodo isabelino.

 

A su iniciativa se debió principalmente la publicación de la copiosa colección Spanish State Papers que tanto contribuyó a esclarecer el largo e intrincado proceso de las relaciones hispanobritánicas de los siglos XVI y XVII.

 

Datos como siempre sacados de la contraportada.

 

Por otro lado se trata de un libro disponible en bibliotecas ya que está subvencionado por la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Cultura, para su préstamo público en Bibliotecas Públicas, con lo cual no hay excusa para no leerlo si realmente os interesa el tema.

 

Como siempre, os dejo unos breves pasajes que siempre es mejor que mi verborrea:

 

Valladolid, capital de un imperio...

 

La pequeña ciudad de Valladolid alcanzó la cumbre de su gloria el 28 de mayo de 1605. Siete semanas antes -el Viernes Santo 8 de abril- le había nacido en el Palacio del Rey un heredero a la inmensa Monarquía de las Españas, el primer vástago varón que en veintisiete años se hubiera concedido a la endeble Casa reinante; y la nueva capital, engreída por la efímera importancia que el capricho de Lerma le confiriera, mitigaba la cuaresmal penitencia entregándose a una mezcla de vehemente devoción y ostentosas comilonas. El Rey Felipe III y sus nobles, entre ascuas de esplendor, se habían arrodillado en acción de gracias ante las imágenes sagradas de la Santísima Virgen refulgentes de gemas; monjes y frailes habían entonado alabanzas delante de cien altares resplandecientes y el hambriento populacho, cubierto de sucios harapos, se disputaba, como lo hacen las fieras rapaces, las viandas gratuitas que les habían sido arrojadas y luchaba ferozmente por las monedas de plata tiradas en la arrebatiña.”

 

 

Visita clandestina del Príncipe de Gales a la Corte de Felipe IV...

 

Mientras tanto, la gente había encontrado, con orgullo y satisfacción la solución de que la venida del príncipe significaba su designio de convertirse al catolicismo y la vuelta de Inglaterra al redil de la Iglesia, y Olivares recalcó este punto con tanta insistencia y tan públicamente a Carlos, que el mismo Buckingham empezó a asustarse. Observó que siempre que Olivares estaba junto a Carlos, lo que por cierto era continuamente, llevaba la conversación hacia la religión. Carlos era joven, hijo de madre católica y estaba en aquel momento ciertamente impresionado por la Infanta: su padre había profesado ser católico una y otra vez. En este tiempo escribía así a sus `Queridos niños´: <<Os envío, `baby´ mío, dos de los capellanes más apropiados para el objeto, Mawe y Wren, con todo el material y ornamentos idóneos al servicio de Dios. Les he instruido perfectamente al objeto de que su conducta y servicios sean, como espero, convenientes y agradables al servicio de la Iglesia primitiva; y aun tan próximos a la forma romana como pueda legalmente ser, porque ha sido siempre mi costumbre ir con la Iglesia de Roma `usque ad aras´>>.

 

Pero cualquiera que fuesen las inclinaciones del propio Carlos, Buckingham en sus momentos de cordura, y con toda certeza Bristol, debieron ver la trampa tendida al Príncipe, y así muy pronto, en medio de los obsequiosos arrullos anteriores a la entrada pública, los jóvenes aventureros empezaron a darse cuenta de la dificultad de la empresa, que parecía tan fácil a distancia.”

 

El tema catalán, ya en boga entonces...

 

Lo mismo se vio en Cataluña a la primavera siguiente. Contando con el notorio desafecto de los catalanes a la política de Olivares, Condé, en la dicha primavera de 1639, invadió el Rosellón, que entonces pertenecía a Cataluña, y se apoderó de Salces. Llegaron a Madrid perentorias demandas de ayuda, pero Olivares no tenía prisa de socorrer a los catalanes y prefería que primero se demostrase la impotencia de aquéllos para defender su país sin el auxilio de Castilla. Las autoridades provinciales eran enérgicas y determinadas y rápidamente levantaron un ejército de diez mil hombres. Mas los catalanes no tenían jefe digno de ese nombre, y aunque pelearon bravamente, fue por algún tiempo en vano. Estaban mala y tímidamente mandados; ocho mil murieron de epidemia ante salces, en cuya fortaleza estaban los franceses encerrados. Condé, avanzado el otoño, volvió de Provenza con un nuevo ejército francés de veinte mil infantes y cuatro mil caballos para reforzar a los franceses; y aunque el caso parecía desesperado, los catalanes, raza dura siempre, decidieron no moverse y luchar contra ellos. Lleno de confianza el ejército francés, asaltó las trincheras de los sitiadores catalanes el 1 de noviembre. Pero zanjas y fosos estaban empapados por las lluvias de otoño, y regimiento tras regimiento se lanzaron al ataque tan sólo para ser repelidos con terribles pérdidas por los enérgicos catalanes detrás de sus obras de tierra y gabiones.”

 

Cataluña dependiente... ¡de Francia!

 

En Cataluña los ejércitos y la escuadra españoles eran sitiados y derrotados sin esperanza (1641). El Rey francés había recibido el juramento de fidelidad de Barcelona, y poderosos ejércitos franceses, mandados por Schomberg, De la Motte y Meilleraie, tras de quienes iba Richelieu, ocupaban el Principado firmemente, secundados de corazón por los propios catalanes. España entera, incluso Madrid, casi al cabo de sus recursos, vio que el país estaba en un rápido declive conducente a honda ruina. Ido Portugal, y apenas la pretensión de volver a ganarlo; ida Cataluña, al parecer igualmente sin esperanza; Andalucía casi en revolución y Nápoles hirviendo en descontento; un gran Imperio de gentes leales cayendo en disgregación impotente. Todos los dedos señalaban como autor de esta ruina y desgracia al hombre pesado, ceñudo, de rostro amarillento, que trabajaba noche y día haciendo la labor de todos y manteniendo desesperadamente al Rey sumergido en fútiles placeres.”

 

La soledad del Rey...

 

Felipe hacía cuanto estaba a su alcance, pero se hallaba enfermo y cansado, y pronto aflojó sus esfuerzos personales. Nada de lo que hacía, en verdad parecía prosperar, y en su constante correspondencia con Sor María se hace crecientemente punzante la desesperada referencia a que sus pecados propios son la causa de todas sus tribulaciones. Con dificultades infinitas y arañando a fin de reunir recursos, se las arregló para levantar otro ejército y abundante material de campaña, mediante los que su hijo don Juan había de reconquistar Portugal para la Corona.”

 

Libro interesante, al alcance de todos y que encierra parte de nuestra historia y que no hay que rasgarse las vestiduras porque continuamente estamos reinventándonos. Un acercamiento a un Rey que tenía el mundo en sus manos pero le mortificaba el otro mundo, una persona víctima de los pecados heredados por sus parientes y último fulgor del Imperio español que comenzó su aislamiento de Europa y sus evoluciones sociales y políticas, tal vez porque España disponía de otra España en el Nuevo Mundo pero con arquitecturas políticas ya obsoletas y desfasadas de un mundo que ya era cambiante a más velocidad de la acostumbrada...

Ideal para turnos de noche, veladas literarias por efectos gripales en la cama y a la suegra para que sepa lo que vale un heredero y que hubo un tiempo en que la hubiésemos denunciado a la Inquisición por bruja...

 

miércoles, 23 de octubre de 2013

 

 

Libro: División 250

 

Autor: Tomás Salvador Espeso

 

Editorial: Ediciones G. P.

 

Edición: 1975

 

Una vez más traemos al recuerdo y al reconocimiento a los soldados españoles de ambos bandos de la Guerra Civil cuya memoria como contingentes militares en la guerra mundial subsiguiente han sido relegados al olvido por una Europa destrozada por los fascismos, una URSS paranoico-stalinista y una dictadura en la que Franco no quería reavivar un falangismo que ya no era rentable y convenía que no venerasen de forma nacional socialista a sus caídos.

 

En la División Azul combatieron rojos y nacionales, unos para purgar, otros disimular y sobre todo tratar de redimir los pecados de militancia de sus padres, los menos, convencidos de la utopía que vieron la oportunidad de cuando llegara el momento pasar a las filas soviéticas y seguir combatiendo el fascismo; en los segundos una primera hornada de falangistas veteranos de guerra que sentían la motivación para ir a combatir continuando la cruzada, aventureros ya traumatizados para siempre y que encontraban la paz en la guerra, muchos de voluntariedad obligatoria. Muchos de ambos lados jamás regresaron y sus cuerpos yacen sin lápida a lo largo del escenario del frente de Leningrado, otros regresaron a una España que trataba de ganarse la estima y los dineros de los aliados victoriosos que vieron preferible una dictadura nacional católica que una impredecible instauración de la democracia que diera otro satélite al bloque soviético. Olvidados los combatientes de ambos lados y hermanados al final de la guerra hasta el fin de sus días en el gulag...

 

Por otra parte la División Azul desempeño tareas que en los informes militares muchas vecen ni aparecen citadas o mencionadas en breves párrafos aunque muchos divsionarios fueron condecorados ya que en más de una ocasión su ayuda libró de la muerte a unidades alemanas atrapadas.

 

Es cierto que uno se acerca con cautela a títulos que tratan el tema de los españoles combatientes, de ambos bandos, en la II Guerra Mundial. Se ha hecho conocimiento popular las hazañas del espía catalán en Inglaterra de doble espía, del PNV y su comisionado en la República Dominicana a sueldo de la CIA cuando ésta aún alentaba como carta en la manga una hipotética intervención en la Península Ibérica, pero casi nada de los nacionales en la Wehrmacht y los rojos en el Ejército Rojo. Por otra parte tanto la izquierda como la derecha política española pecan de extremismo a la hora de estudiar la historia de estos compatriotas cayendo en el subjetivismo que mezcla añoranza de parafernalia con ardor guerrero en los neofranquistas y los neorepublicanos de los extremos de la diestra y la siniestra clase política española. Es España en ese sentido ingrata con sus hijos e hijas donde se pasa de la glorificación a la denigración de las memorias de siglos de trifulcas entre hermanos.

 

El mundo que conocieron y por el que luchaban estos olvidados soldados ya no existe, ni siquiera se siguen ya sus convicciones y es el momento por tanto de libres de pecado y de reproches sin respuestas acercarse a sus sepulturas anónimas y conocer qué hicieron, cómo lucharon, como vivieron y murieron aunque regresaran...

 

Es hora ya de conocer su historia que es la nuestra, de unos y de otros...

 

De todos ellos y de todos nosotros que disfrutamos una sociedad por la que lucharon todos y entre ellos.

 

Libro editado en 1954 a los diez años del regreso del último contingente divisionario cuando ya se veía que la derrota de Alemania iba a ser total y que la apuesta franquista del Eje tocaba a su fin y había que hacer gestos hacia los aliados para que la no beligerancia del régimen pasara a ser neutralidad efectiva como atenuante a la hora de la paz y establecer un nuevo equilibrio político en Europa, la Europa del día después de la victoria de la democracia sobre el fascismo de derechas, el fascismo de izquierdas aún perduraría hasta 1989...

 

Tomás Salvador Espeso (1921-1984) fue divisionario entre 1941 y 1943, escritor y periodista posteriormente sería Premio Nacional de Literatura en 1954 con Cuerda de Presos y Premio Planeta de Novela en 1960 con El atentado y autor de unos cuarenta libros más.

Es un libro de memorias de soldado que tanto se da en la literatura anglosajona pero no es un libro dogmático como podría sospecharse por el autor y la época de su publicación. El autor nos da pinceladas de escenas cotidianas, cotidianidad del soldado en el frente, en primera línea o en efímeras retaguardias. España no es un recuerdo de desfiles y gloriosa victoria, es añoranza de la tierra, del sol, de las mujeres, de la familia... La Falange sólo es un título que llevaron cantando y se ahogó en sangre de camaradas yacientes congelados y semi sepultados en la nieve... La religión sólo sirve de excusa ceremonial y alivio moribundo de rezos ya en agonía mortal... Los rojos comunistas ya no son ateos sino soldados combativos profesionales y mejor equipados que defienden una tierra donde los españoles comprendieron que eran invasores y culpables como sus kameraden alemanes que cometían tropelías inhumanas...

No hay en el libro glorificación del franquismo, el falangismo y demás mierdas, hay dicha de disfrutar de un descanso, de nervios y fatiga, de luchas a muerte donde los instintos asesinos afloran y luego llega el cansancio psíquico, de pensamientos a las puertas de la muerte y de la certeza tras ser superviviente de que no merece la pena la guerra porque el idealismo siempre es el primero en caer y sólo son carne de cañón de las maniobras políticas.

 

Pero mejor dejo unos breves apuntes de un libro que reitero es de memorias de un soldado y quien busque parafernalia y demás ultra derechista se sentirá decepcionado porque es el universo que vemos en otras obras referentes a la II Guerra Mundial con la diferencia de que escuchamos historias que nos atañen porque son nuestras...

 

Transportados a la guerra...

 

Estaba sudando. Era un sudor el suyo parecido al de las calderas. El calor iba por dentro y en las manos le vibraba la tiritera del desconcierto. Se terciaba gritar, y gritaba, que reír, y reía... El cantar no se tenía en cuenta. Llevaban el día entero cantando y la única manera de desatenderse de la canción era gritar. Y vuelta a empezar. Delirio, calor, contagio del camarada vecino y un discreto retirarse a un rincón para dominar en lo posible el temblor de la piel. Costaba Dios y ayuda asomarse a la puerta del vagón. Aferradas a cada palmo de aristas había dos o tres manos. Manos que se agarraban ansiosa, desesperadamente. Recordaban, seguramente, como en el instante de la partida el ansia de asomarse todos a la vez estuvo a punto de provocar una caída colectiva.

 

El convoy avanzaba fatigosamente. Llevaba lo menos treinta unidades con ochocientos tíos en sus vagones, sin contar el coche de segunda, allá en la cabecera, donde iban los oficiales. Eran vagones de ganado.”

 

Campamento...

 

Como no llevaban fusiles, el desfile tenía muy poco aire. El sargento Muñoz estaba un mucho avergonzado. Menos mal que el desfile se transformó en marcha de maniobras, sin interrupción, y el bracear deslucido se tornó en frotar de manos ante la inminente llegada.

 

El batallón marchaba por un camino bien cuidado entre el bosque, marcando el paso y cantando lo que buenamente se podía. Pronto, el apeadero se perdió en la distancia y los miembros ateridos entraron en calor. Debía de haber llovido la noche anterior pues los árboles rezumaban agua y la atmósfera aparecía transparente a punto de empalago.”

En la posición...

 

Siempre ocurre igual. En los parapetos, manejando el chopo y tirando bombas de mano, el soldado no tiene tiempo para pensar en el miedo. Los escalones inmediatos lo sufren por él. Escuchar el silbido de las balas, el susurro de los morterazos y el eco de las propias detonaciones sin una intervención directa, supone siempre una visión pesimista del jaleo...

 

Las dos primeras horas fueron bastante tranquilas. El cruce del río se hizo sin novedad porque una revuelta en la corriente protegía el avance. Primero pasaron los hombres y luego los de Asalto se encargaron de volver con municiones. Y la sección del teniente Escobedo había partido hacia un punto que desde donde se encontraba Elaspe no se divisaba. Recordaba a los soldados cargados como acémilas con las máquinas y las cajas de munición, persignándose antes de empezar el avance. Media hora después habían empezado los tiros. Emoción. Tensa espera. Y el parte:`Posición ocupada´. Y un aviso para los que fueran llegando: `Zona minada en los barrancos´. En el asunto de las minas, según decían, los rusos tenían mucha práctica.”

 

Lago Ilmen...

 

El día trece amaneció cerrado, inhóspito, cargado de ventisca y vientos helados procedentes del lago. Pedro ocupaba un antiguo refugio con doce camaradas más, cinco de su antigua compañía y los restos del pelotón de mortero y los enlaces. Llegó un capitán del Cuartel General con órdenes precisas. Partió una patrulla de exploración en dirección a Ushin, sobre la costa del lago, que regresó sin encontrar enemigo. Otra fue mandada en dirección contraria, regresando muy tarde. Dijeron que la situación estaba muy confusa. Había alemanes y letones en algunas partes y el enemigo estaba situado en una zona muy boscosa que empezaba en un lugar llamado Woronowo. Desde allí, en dirección nordeste, hostigaba los pueblos de los alrededores; Lukino, Schichimorowka, Boljchaja y otros que ni el diablo entendía. En resumen: que los rusos estaban infiltrados en toda la zona sur y que el terreno más despejado era la orilla del Ilmen, donde los grandes estuarios, desnudos de vegetación, impedían la sorpresa.”

 

Un día cualquiera en el frente durante el verano de 1943...

 

El frente había entrado en una tranquilidad relativa, si se podía llamar relativa a una tranquilidad que producía de 300 a 400 bajas al mes, entre muertos, heridos y enfermos. De todas formas, el calor, verano, había traído un asentamiento de las posiciones. Se sufrían los acostumbrados golpes de mano, especialmente por el sector de `El Dedo´ y `El Alcázar, posiciones del regimiento dos-seis-dos, que parecían sufrir o gozar de la debilidad rusa, algunas veces pretendiendo abrazar a lo oso, como ocurriera el día 17 de junio, en que atacaron las dos posiciones con efectivos de batallón, previo un golpe de mano, dejándose la mitad de los hombres en las alambradas. Todo iba quedando atrás. En agosto las trincheras se calcinaban bajo el sol. Los días eran más cortos, iniciando el retroceso a las eternas noches, aunque todavía habría dos o tres meses de buen tiempo. Parecía extraño que no se aprovechase el buen tiempo para acciones ofensivas; pero los alemanes debían haber renunciado por completo a sus planes ofensivos, y los rusos..., los rusos se limitaban a esperar.”

Retirada general...

 

Ya estaban en los P. C., cargando los trineos: parte del armamento, munición, menaje, suministros y chismes de cocina. El ambiente era deprimente. Nada importa retirarse o marchar de día; lo que apuraba era abandonarlo todo en plena noche, cuando nada se tenía previsto, cuando se esperaba que la vida, la cochina vida, la rutinaria y maldecida vida siguiera su curso. Aunque fuera para mejorar impresiona abandonar lo conocido. Lanzarse a lo desconocido era peor cantar.

 

Los de antitanques se negaban a volar las piezas y estaban trabajando como negros para sacarlas del emplazamiento. Lo mismo sucedía con la artillería. Las semanas que llevaban sin moverse habían acumulado nieve, hielo y telarañas encima de las ruedas; las piezas parecían clavadas en el suelo. Los antitanquistas maldecían por lo bajo y por lo alto. Alguno estaba tratando de conseguir un coche.”

Libro para amantes del género bélico realista donde los únicos héroes son lo que quedaron allí enterrados y las grandes hazañas se resumen a sobrevivir un día más, una noche más...

 

Ideal para servicios nocturnos, espera hospitalaria y a la suegra no, que se sentirá motivada a tratarnos como si fuera una tropa de asalto teutona contra el demonio rojo...

 

martes, 8 de octubre de 2013

 

 

Libro: La batalla de Dièn Bièn Phu

 

Autor: Erwan Bergot

 

Editorial: Editorial Malabar, S. L.

 

Traducción: Miquel Salarich

 

Edición: Febrero de 2007

 

Ha fallecido recientemente una de las figuras claves y protagonistas, desde un punto de vista militar, del pasado siglo XX: el general Giap. Es por ello buen momento para degustar un icono de la guerra en Viet-Nam como es la batalla de Dièn Bièn Phu, batalla que marcó el canto del cisne de Francia en Indochina y abrió las puertas a la intervención estadounidense.

 

Planteada como una posición avanzada para operaciones ofensivas, pensaba el Estado Mayor francés que las colinas que rodeaban la posición y la pista de aterrizaje serían suficiente defensa ante un enemigo carente de aviones y de artillería. Pero Giap sorprendería con su determinación de llevar artillería a las colinas y aprendería que en batallas abiertas la superioridad de fuego y medios del enemigo no inclinaba la balanza a su favor y comenzó a fraguar lo que sería una guerra de desgaste a partir de entonces contra el invasor contando con asesoramiento y material soviético y chino...

Erwan Bergot, antiguo oficial del ejército regular, participó en la batalla de Dièn Bièn Phu al frente de la Compañía de Morteros Pesados del 1º BEP.

 

Hecho prisionero, relató su experiencia y la de sus camaradas en los campos del Viètminh en el libro Convoy 42. Es también autor de una gran saga sobre Indochina: Sud Lointain.

 

Fallecido en 1993, el Ejército francés lo honró poniendo su nombre al Premio Literario que entrega anualmente.

De modo que encendamos un cigarrillo con nuestro kameraden de trinchera y preparémonos como buenos paracaidistas y veteranos de cien batallas a soportar otra noche de asedio mientras la radio escupe como van cayendo posiciones...

 

1953...

 

En mayo de 1953, la Guerra de Indochina estaba en su octavo año. Comparada con sus inicios, la `rebelión´ Viètminh había cambiado su rostro. Con la excepción de las zonas bajo su control, prácticamente había abandonado la subversión, especialmente en el sur, para evolucionar hacia un ejército `clásico´, equipado de forma moderna por la URSS y la China popular, y organizado en batallones, regimientos y divisiones regulares, y con una artillería y una logística convencionales. Su estrategia también se había orientado hacia una ofensiva general, el último estadio de toda guerra revolucionaria...

 

...Para hacer frente a estas amenazas, el mando francés no tenía apenas elección: prepararse a sufrir, algo que reprocharon al general Salan, o intentar tomar la iniciativa para desviar a Giap de sus proyectos obligándolo a aceptar el combate en un terreno no elegido por él y en el que sería posible dominarlo. Esa fue la elección de Navarre...

 

...En efecto, obligado a disponer de una logística importante, Giap también vio limitadas sus opciones. La estación de las lluvias -de mayo a agosto- le impedía arriesgar sus camiones en las rutas de montaña y, a pesar de sus ingenieros, no pudo hacer nada ante la geografía; el terreno era el amo y señor.”

 

Navidad en Dièn Bièn Phu...

 

Sentado sobre el tejado del blocao del comandante Pégot, Gaucher, con un vaso en la mano, escucha las canciones que se elevan en la noche. Los legionarios se han conmovido al ver que su coronel les ha visitado en esta noche tan sagrada. Es una de las fiestas más tradicionales de la Legión, tan importante como la de Camerone, pero que para ellos tiene un sentido más profundo. Más allá del simple aspecto religioso, la Navidad es un puente tendido al pasado. Se permite un poco de nostalgia y si los hombres se emborrachan es casi con recogimiento.

 

Gaucher echa un vistazo hacia el lado. Ve el perfil de Pégot, delgado, tenso y con un intenso brillo en su mirada.

 

Gaucher tiene debilidad por el comandante del 3º Batallón. No es el único. Quizás sea porque, como él, todo el mundo en el batallón sabe que el comandante ha venido aquí para hacerse matar. Anteriormente comandante adjunto en el Puesto de Mando de la semibrigada en Hoc Mon, superando en mucho el periodo habitual de servicio en Indochina, tuvo la idea de pedir a su mujer que viniese para acompañarlo en la parte final de la campaña. En los primeros días de 1953 ella embarcó en Marsella.

 

Y luego, una mañana, Pégot, como oficial de guardia, recibió un telegrama `confidencial-personal con destino a un oficial´.

 

`Vaya, pensó, tendré que anunciar alguna mala noticia a un camarada´.

 

Abrió el sobre y su rostro adquirió la palidez de un cirio:

 

`Se ruega que advierta al comandante Pégot que su esposa ha desaparecido en el mar...´.

 

Durante varios días, el comandante no comentó a nadie lo sucedido. El día que estaba previsto que el barco llegase a puerto, se dirigió a Saigón. Solicitó subir a bordo para visitar el camarote que había ocupado su esposa. Nada recordaba su paso por allí. Todo era anónimo. Con las maletas hechas, no quedaba nada de ella.”

 

 

Tregua...

 

El padre Trinquand, capellán de la semibrigada, ya ha llegado siguiendo los pasos del médico. Él, que ha sido testigo de las últimas palabras del coronel Gaucher, cree que es su deber reconfortar a sus `legionarios´. Hombre de Dios, es una persona dirigida por el amor al prójimo y la piedad. Y los legionarios, incluso los más duros veteranos que no creen en nada -tampoco en el diablo, este diablo que les ha dejado caer en las ruinas de Berlín o en cualquier otro lugar-, tienen un infinito respeto por su `padre´...

 

...El decorado está extrañamente vacío y silencioso. Ni amigos, ni enemigos. Se diría que se trata de alguna ruina antigua en la que no hay restos de vida desde hace mucho tiempo. El viet se aleja con pasos cortos y rápidos por la pista que sube hacia el norte, hacia la maleza en la que se encuentran sin duda las tropas que han participado en el ataque nocturno.

 

En silencio, impresionados, los franceses se dispersan por la posición en busca de heridos y muertos. En vano. Todo ha sido limpiado, pasado por el tamiz. Como testimonios de la batalla tan sólo quedan los blocaos destruidos, las trincheras arrasadas, las alambradas cortadas, los impactos de los proyectiles de artillería, los embudos causados por las granadas de mortero y, aquí y allá, las manchas de sangre invadidas por las moscas. Pero de los combatientes, ni rastro.”

 

Sangre fría...

 

Dubois golpea con el borde de su casco el tacón de una bota de paracaidista. Se aparta y recorre la hilera de soldados incrustados en el barro, como si de cangrejos inmóviles se tratara. Cuando llega a la altura de los sargentos se detiene y acerca su rostro.

 

-¿Preparado? -le dice Bauchet al oído-. Vamos allá.

 

Los `bawouanes´ se quedarán a la defensiva, nosotros vamos a buscar un emplazamiento -posa su mano sobre el brazo de su camarada-. Escucha...

 

Dubois escucha y su corazón le da un salto en el pecho. De pronto, experimenta una curiosa sensación mezcla de excitación y miedo. De golpe se da cuenta que ha dejado de pertenecer a un continente que se llama Dièn Bièn Phu para navegar, como en una balsa, en medio de un mar enemigo. A menos de cincuenta metros, oye perfectamente el sonido de las palas escarbando en la tierra.

 

Bauchet se echa sobre la espalda y empieza a preparar su material. A pesar de la noche, Dubois adivina que actúa con sangre fría, ,maestría y precisión. Ajusta el visor sobre el cañón, verifica la mira y desenrolla los cables de alimentación que pasa a Dubois.

 

  • No te puedes equivocar con el enchufe -murmura-, los `jacks´son de diferente medida.

 

Dubois enchufa los cables. Y, bruscamente, se siente tan vulnerable como si estuviese desnudo. Está en medio del territorio enemigo, al alcance de las granadas de cualquier nervioso o perspicaz `bo-doï´, y nunca se hubiera imaginado con un arma en la mano. Ciertamente, en su blocao de transmisiones un arma en la mano. Ciertamente, en su blocao de transmisiones un arma no le sería de ninguna utilidad...”

Homenaje a los soldados de ambos bandos la lectura de este apasionante libro, unos por la independencia y otros metidos en un asedio mortal en cuya victoria no creían los mismos polñiticos que les forzaron a defender la posición.

 

Legionarios y paracaidistas franceses de todas las nacionalidades y veteranos de otras guerras que fueron sacrificados en aras de un imposible y que en los documentales sobre la guerra ocupa los primeros minutos y que ha pasado a la memoria colectiva como ejemplo de defensa de una posición indefendible donde resulta a ojos profanos porque aquellos desgraciados en lugar de rendirse defendieron el honor francés con su sangre, como ocurre en todas las guerras...

 

Libro para amantes de la historia militar, guardias al sereno en garita cutre, vigilias en sala de urgencias y para la suegra diciéndole que es una novela histórica con lo cual igual logremos ponerla histérica cuando descubra la verdad.

 

viernes, 20 de septiembre de 2013

 

 

 

Libro: La época de las revoluciones europeas 1780-1848

 

Autor: Louis Bergeron, François Furet, Reinhart Koselleck

 

Editorial: Siglo XXI De España Editores

 

Traducción: Francisco Pérez Gutiérrez

 

Edición: 8ª edición, febrero de 1994

 

Napoleón ha sido derrotado tras tocar la gloria aupado en una revolución ciudadana azuzada por la hambruna pero a su derrota final las monarquías europeas vuelven a reinar y diseñan un nuevo orden mas el legado napoleónico ha calado en toda Europa y mientras unos reinos regresan al más absoluto absolutismo en otros la semilla germina con monarquías constitucionales mientras la nueva clase dirigente de la burguesía se sube al carro del capitalismo tirado por el caballo de la revolución industrial que se expande desde Inglaterra...

 

Y es que ahora que parece que todo se esfuma y está caduco y no sabemos a dónde vamos, tal vez sea el momento adecuado de ver de donde venimos: de la Revolución Francesa y el fin del poder Real emanado de Dios para que sea la ciudadanía con sus votos quien otorgue y quite poder, el génesis de lo que hoy llamamos clase política y un recordatorio para mentes abstencionistas de que llegar al hecho de que un ciudadano pueda emitir su voto y que por muy poderoso que llegue a ser un político y caciquil sus sistema, tarde o temprano los votos democráticamente emitidos le quitarán de la poltrona, cierto que hay algunos que hasta que no se mueren siguen viviendo de la política...

 

Por otra parte se produce la revolución industrial y la creación de la figura del obrero proletario que no obstante también se empapa de la nueva cultura y empieza a organizarse políticamente para defender sus derechos mientras los distintos monarcas tratan de asimilar que el poder ejecutivo ya no reside en ellos...

 

Louis Bergeron nació en 1929. terminó sus estudios en la École Normale Supérieure. Profesor de Historia desde 1951; docente en la École Normal Supérieure hasta 1966, de donde pasó al Centre National de la Recherche Scientifique.

 

François Furet nació en 1927. Estudió filosofía e historia en la Sorbona. Dedicado a la enseñanza entre 1954 y 1960, pasó luego al Centre National de la Recherche Scientifique. A partir de 1966, es director de estudios en la École Pratique des Hautes Etudes (Sección VI, Ciencias Económicas y Sociales), en París.

 

Reinhart Koselleck nació en Görlitz (1923). Estudió en Heidelberg y en Bristol. Lector en la Universidad de Bristol (1953-1955); adjunto del Historisches Seminar de Heidelberg (1956-1960); profesor de Ciencias Políticas en la Ruhr-Universität de Bochum (1966-1968), y profesor de Historia Moderna en Heidelberg.

 

Como siempre los datos biográficos de los autores salen de mis eruditos desconocimientos y la contra portada del libro, aunque deduzco por las edades de nacimiento que si no son ya carne de gusano serán unos venerables ancianos aparte de que la primera edición en alemán data de 1969. es un libro que se devora porque es fascinante la Historia y sirve para recordarnos que la muerte es inevitable y que los derechos y obligaciones de los que hoy gozamos sencillamente no se contemplaban por quienes creídos de la Gracia de Dios eran soberanos de vidas y haciendas...

 

Pero mejor dejo paso al libro, siempre más interesante que mis demenciales tribulaciones.

 

Napoleón y España...

 

Pero Napoleón nunca pudo llegar a servirse de España, ya que tuvo que empezar por conquistarla, y nunca logró concluir la conquista por más que sus tropas mantuvieran de hecho constantemente la supremacía militar en el país desde finales de 1808 a mediados de 1812. tampoco logró ejercer en España su huella reformadora, por no haber podido ejercer en ella una autoridad efectiva. El primer acto legislativo con respecto a España fue la Constitución adoptada en Bayona en junio de 1807 por un simulacro de asamblea nacional. De cualquier manera, dejaba subsistir el catolicismo como religión única, las órdenes monásticas, la Inquisición y los derechos feudales. Los verdaderos decretos innovadores -en teoría al menos- fueron emitidos por Napoleón en Chamartín en diciembre de 1808: disolución del Consejo de Castilla y de la Inquisición, abolición de los derechos señoriales y de la justicia feudal, reducción en sus dos tercios las órdenes religiosas, supresión de las aduanas interiores...

 

...Pero aparte de esto, las revoluciones urbanas de 1808 no abrían el camino a una subversión de la estructuras políticas y sociales, sino todo lo contrario. Era una revolución al servicio de la tradición, de la que seguía estando impregnada toda la conciencia popular, hasta el punto de que las energías de las masas pudieron después ser fácilmente explotadas por los elementos ultra conservadores del clero y la nobleza, y servir de soporte a la restauración -o mejor la retrogradación de 1814. Los insurrectos no pretendieron en modo alguno hacerse con el poder; dejaron que los miembros de las clases dirigentes tradicionales constituyeran las nuevas juntas, con la condición de que fuesen ardientes patriotas. La movilización apasionada y fanática de las clases populares se efectuó en torno a un pequeño número de conceptos de una gran fuerza emotiva, pero pertenecientes indudablemente a la más vieja tradición. En primer lugar la imagen del buen rey, Fernando VII, cuyo alejamiento y cautividad no dejaron nunca de simbolizar la ofensa hecha a la patria, y cuyo retorno había de provocar manifestaciones de idolatría. Luego la de la fe católica: Madame de Staël no dejó de anotar que los españoles eran, junto con los rusos, los dos únicos pueblos europeos de una profunda religiosidad. Constantemente aparecen las manifestaciones de piedad asociadas de manera espontánea a los episodios de la lucha nacional.”

 

Revoluciones mediterráneas...

 

¿Cuáles fueron entonces los rasgos comunes de esta serie de revoluciones en el Mediterráneo?

 

  1. la constitución española de 1812 sirvió en todos aquellos países de guía y modelo para el futuro político. Hasta en Grecia se intentó bajo Capodistria, antes de su dictadura, imitar la constitución norteamericana; pero en ningún país se lograron estos intentos. Las constituciones siguieron siendo construcciones en el aíre.

  2. Se trataba de levantamientos que no brotaban del pueblo mismo. Sólo Grecia fue en esto una excepción. Todo el pueblo se sintió afectado por la sublevación y tomó parte en ella y sólo allí tuvo éxito. Desde este punto de vista, la rebelión griega contra los turcos es comparable con la lucha española contra Napoleón. Pero sobre todo los levantamientos fueron resultado de conspiraciones secretas tramadas por élites reducidas, las más de las veces formadas por oficiales y funcionarios, así como intelectuales y comerciantes...

  3. De todos los países se puede decir que las proclamas ideológicas de la Revolución francesa tenían una fuerte vitalidad y podían despertar impulsos revolucionarios, pero no crear situaciones revolucionarias. Las condiciones sociales de los respectivos países no habían desarrollado aún inclinación revolucionaria propia...

  4. Se dio la coincidencia de que todas las revoluciones unieron entre sí a las tres penínsulas del Mediterráneo, como en un sistema de vasos comunicantes. Su curso dependió siempre de las grandes potencias, cuyos intereses y respectivas relaciones mútuas decidían la marcha de los acontecimientos en cada país...”

Estragos revolucionarios al viejo sistema...

 

En el reino de Nápoles en la época napoleónica fueron suprimidos 219 conventos, y el número de sacerdotes se redujo de unos 100.000 a unos 50.000, pero la Restauración protegió la propiedad. Los latifundios no fueron tocados ni bajo el dominio inglés en Sicilia hasta 1814 ni tampoco después, y la supresión de los derechos feudales no alteró la situación de injusticia en la que vivía la clase inferior: la isla de Sicilia se encontró así con una población de 1,5 a 2 millones de personas que seguían en manos de unos 5.000 nobles, así como de 658 conventos habitados por 7.500 religiosos, según informaba una fuente contemporánea. Mientras que los revolucionarios de 1820 habían excluido a la nobleza del parlamento, después se introdujo el modelo austriaco de las llamadas `consultas´, colegios consultivos de la administración, cuyos miembros, como en los territorios lombardo-vénetos, eran elegidos por el monarca entre la clase tradicional de los latifundistas. Los campesinos no estaban representados, y aunque las sociedades secretas y el bandolerismo se extendieron por toda la superficie del país, la masa de la población siguió viviendo al margen de la esfera en la que se tomaban decisiones políticas.”·

 

Libro para amantes de la comprensión de la realidad, guardias tranquilas y espera en urgencias, convalecencias y a la suegra para ver si toma consciencia de que cualquier día le armamos la Revolución y le quitamos el trono, que basta que aprieten las tripas para que se meta en el baño...

 

martes, 3 de septiembre de 2013

 

 

Libro: Sombras sobre Berlín

 

Autor: Volker Kutscher

 

Editorial: Ediciones B, S. A.

 

Edición: Octubre de 2010

 

Traducción: Susana Andrés

Aunque ya estemos en septiembre, hay personas humanas, así como alguna gente de bien, que gusta veranear en estas fechas aunque el libro de hoy es apropiado para cualquier amante de la lectura si le va el género negro y busca simplemente evadirse en el asueto, el trabajo o ambas tres...

Volker Kutscher es historiador de formación, especializado en el Berlín de los años veinte y treinta del siglo XXI, a la vez trabaja de periodista siendo ésta su primera novela con el detective Rath como protagonista.

 

La trama está bien resuelta con todos los tópicos del género como estar en el sitio justo en el momento adecuado, alguna dosis de erotismo con unas pizcas de sexo puro y duro, una ciudad cuyas calles son protagonistas en sí mismas y un personaje principal con el que enseguida empatizamos ya que el autor sabe mostrar cosas mundanas que ocurren todos los días y algunas noches...

Mas la novela se lee y nos atrapa en su historia por el acierto de Volker en no dejarse caer en descripciones históricas ni tratar de jugar a pasado ficción. A través de sus páginas encontramos nombres conocidos aunque nunca fueran visitados de Berlín, la incertidumbre política de la época en que el viejo régimen se desintegraba mientras una nueva clase social ansiaba cambios fueran revolucionarios o no...

 

Los amantes de la parafernalia nazi saldrán desanimados de la lectura, como una sombra pero integrados en la rutina diaria aparecen oscuros personajes de camisas pardas e ideas basadas en la supremacía racial pese a que en ningún momento vemos el tópico, otro acierto del autor por cuanto en 1929 Alemania todavía no se había entregado en brazos de Hítler, pero reitero que además de calles o edificios, para los que gustan del turismo literario, vemos el corredor polaco y las personas que componen la administración, las porterías... Gentes que cuando llegue el nazismo al poder se erigirán en serviles funcionarios, tal vez porque como nos muestra el autor fue la vieja ciudadanía prusiana quienes auparon el nazismo...

Pero nuestro protagonista es un aún joven policía que en 1918 le pilló la derrota terminando el periodo de instrucción...

 

Por unos problemillas en su ciudad se ve trasladado a Berlín a la sección de anti vicio que se dice ahora. Rodeado de superiores y amistades e incluso gentío veteranos de la Gran Guerra, el bueno de Rath se topa con un buen caso, se enamora, se mete coca, folla con la patrona de la pensión, se carga a un tipo y...

 

Bueno, mejor os dejo un breve esbozo que cuando de novela negra se trata hay que intrigar con el principio sin decir el final.

Rath sopló el humo del cigarrillo por encima del escritorio. De los morriones colgados en el vestuario caían gotas de agua de lluvia sobre el suelo de linóleo, el mismo linóleo verde que también habían colocado en los despachos de la Policía Criminal de la Alexanderplatz. Su sombrero gris entre tanto barniz negro y relucientes estrellas policiales parecía un cuerpo extraño; al igual que el abrigo, que colgaba rodeado de los abrigos de color azul de los agentes de seguridad. De paisano entre tantos agentes de uniforme.

En la taza abollada que le habían dado el café tenía un sabor horrible. Era un brebaje repugnante. Tampoco en la comisaría 220 la policía sabía preparar café. ¿Por qué iba a ser distinto en Neukölln que en la de Alex? No obstante, tomó otro sorbo. No tenía nada más que hacer. Esperar, eso era todo lo que estaba haciendo ahí. Esperar una llamada telefónica.

Echó mano de nuevo de la carpeta que reposaba sobre el escritorio. Las láminas, en las que se hallaban fotografiados los dobles de los Hohenzollern y otros prominentes prusianos en posiciones inequívocas, no formaban parte de los productos de baratillo habituales. Nada de impresiones, sino reproducciones fotográficas de calidad insuperable, bien ordenadas en una carpeta. Quien las comprara tenía que pagarlas caro, estaban destinadas a los círculos más selectos. En la estación de Alexanderplatz un vendedor de revistas ambulante las había estado vendiendo a pocos pasos de la jefatura superior de policía y de las oficinas de la Inspección E. La patrulla sólo había reparado en él porque los nervios lo habían traicionado. Los dos agentes de Seguridad querían advertir al vendedor de que se le había caído una inofensiva revista ilustrada, pero, en cuanto se acercaron, él les arrojó a la cara toda la mercancía y salió por piernas. Justo entre las revistas se hallaban las fotos de papel glaseado que hicieron enrojecer hasta las orejas a los dos polis. La sorpresa ante las habilidades de los modelos fotográficos casi hizo que se olvidaran de dar caza al fugitivo. Cuando por fin emprendieron la persecución, el hombre había desaparecido en medio del caos que producían las obras de la Alexanderplatz, la Alex. Esto provocó poco después el segundo sonrojo de los agentes en la jefatura superior, cuando depositaron su hallazgo sobre el escritorio de Lanke e iniciaron su informe: El Jefe de la Inspección E gritaba muy alto cuando quería. El consejero de la Policía Criminal, Werner Lanke, sostenía la opinión de que ser amable podía resultar perjudicial para la autoridad. Rath recordó cómo lo había saludado su nuevo jefe cuatro semanas atrás...”

 

Entretenida novela policíaca ambientada en los felices 20´s, sus finales, con trama bien hilvanada e ideal para vigilias nocturnas, guardias, espera en urgencias o simplemente amantes del género que no sean muy exigentes porque cumple todas las premisas básicas aunque quizás falte la magia de un Elroy, Hammet o simplemente que por mucho que se empeñe el bueno del Volker, Berlín nunca será Chicago...

 

miércoles, 28 de agosto de 2013

 

 

Libro: Historia del Antiguo Egipto

 Autor: Nicolas Grimal

 Editorial: Ediciones Akal, S. A.

 Edición: 1996

 Traducción: Blanca García Fernández-Albalat y Pedro López Borja de Quiroga

 Transcripción de los nombres egipcios: José Miguel Serrano Delgado

 

¿Hartos de ver documentales de pirámides y hacerse la picha un lío? ¿Hartos de ver en los documentales de pirámides siempre al mismo tipo egipcio que es el mandamás arqueologicamente hablando y desconocer la Historia que nos impide pillarle en un gazapo? ¿Deseos de regalar a la momia de la suegra un libro de momias, ein?

Todo eso y mucho más encontraremos entre las páginas de este libro. Escrito de forma didáctica pero amena y a buen ritmo para el lector, es una lectura que se devora vorazmente. Descubriremos que donde ahora suenan tambores de guerra la humanidad lleva dándose de hostias desde la época de los faraones...

 

Nicolas Grimal nació en 1948, director del Instituto francés de Arqueología Oriental de El Cairo y profesor en la Sorbona de París. Hasta el momento (1996) ha publicado esencialmente artículos y obras universitarias...

 

Datos biográficos extraídos de la solapa y no fruto de mi erudición, que conste en acta.

Religión...

 

El simbolismo animal que los objetos que acabamos de analizar asocian a las sucesivas etapas de la conquista da testimonio de la temprana integración del Mito en la Historia. Se le ha atribuido un origen totémico a la religión egipcia, partiendo de la existencia, desde la época predinástica, de estos emblemas que se perpetúan a lo largo de toda su historia para representar a las diversas provincias (Moret: 1923). Su carácter simbólico resulta evidente: un orix sobre un pavés, por ejemplo, representa la región de Beni Hassán, una liebre, la provincia vecina de Akhmim, un delfín, la provincia de Mendes, etc. Es tentador ver en ello el resultado de la federación de un conjunto geográfico o tribal, realizada en torno a una divinidad, cuyo símbolo figura en el emblema elegido (las flechas y escudo de la diosa Neith para Sais, el cetro-uas para Tebas, relicario con la cabeza de Osiris para Abidos), o bien materializada en una estructura política (la `Muralla Blanca´ que representa la muralla de Menfis o la `Tierra del arco´ en referencia a la marca de la Baja Nubia, integrada al país mediante conquista).

 

Se ha supuesto igualmente que cada uno de estos emblemas representaba la primera etapa en el proceso de constitución política del país. El grupo humano de base, sea éste cual sea, se identifica con su tótem, que representa a la potencia divina dominante en ese entorno. Esta fase constitutiva presupone una cosmología que integre de manera satisfactoria la jerarquía de las potencias constatada empíricamente. En otras palabras, una federación divina local debió de formarse en torno a cada uno de los demiurgos que encontramos entre las `familias´divinas adoradas en las capitales de provincia. El lugar de la federación se sitúa en torno a un espacio sagrado, señalado por el tememos divino, al que se superpone el correspondiente al poder del que aquel es el fundamento: la Muralla Blanca o el Relicario de Osiris.”

 

Un poco de literatura faraónica...

 

El protagonista del relato se siente desamparado e invoca a la muerte como una liberación:

 

`La muerte está hoy ante mí

[como cuando] un hombre enfermo sana,

como salir afuera tras estar confinado.

La muerte está hoy ante mí

como la fragancia de la mirra,

como sentarse bajo un toldo un día de brisa.

La muerte está hoy ante mí

como el perfume del loto,

como estar sentado al borde de la ebriedad.

La muerte está hoy ante mí

como un camino trillado,

como cuando un hombre regresa de la guerra al hogar.

La muerte está hoy ante mí

como cuando el cielo se despeja,

como cuando un hombre descubre lo que ignoraba.

La muerte está hoy ante mí

como cuando un hombre desea ver el hogar

después de haber pasado muchos años en cautiverio´”


Problemas de sucesión...

 

A la muerte de Ramsés II la dinastía no sobrevivirá más de una generación. El acceso al trono de Minetaph no parece haber acarreado ningún problema puesto que ya había sido designado en vida de su padre, a pesar de ser el decimotercer hijo, nacido de la reina Isisnefret, quien había tenido anteriormente otros tres niños. Minetaph reinaría algo menos de diez años y tuvo un hijo, el futuro Sethi II, con otra Isisnefret.

 

Minetaph conserva Pi-Ramsés como capital, pero acrecienta al papel de Menfis, en donde se hace construir un palacio, realiza trabajos en el templo de Ptah y destina un templo a mantener su culto funerario. También se han encontrado huellas de su actividad en la puerta de Heliópolis y en Hermópolis, en donde, posiblemente, acabó el pequeño templo comenzado por Ransés II. Consagra en Es-Sirirya, al norte de Minieh, un espeo a Hathor, `Señora de las dos hogueras´y construye otro santuario rupestre en Gebel el-Silsile. Es posible que hubiera edificado un templo en Deir el-Medineh y es seguro que usurpa el Osireion de Abidos y el santuario que Mentuhotep II había consagrado a la Hathor de Dendara...”

 

Breves pinceladas de un fascinante libro que nos habla de la fascinante Historia que siempre supera a otras historias que se venden como tal.

 

Ideal para lectura veraniega, turnos de noche, e imprescindible si se viaja a conocer las pirámides o tenerlo a mano durante la emisión del documental de turno.

 

Y como ya dije antes, ideal para regalar a la momia de la suegra deparándonos personales e íntimos momentos de perverso placer cuando descubra que no es la Biblia...

 

martes, 13 de agosto de 2013

 

 

 

Libro: MIAJA, el general que defendió Madrid

 

Autor: Juan José Menéndez García

 

Editorial: Ápel

 

Edición: Febrero 2010

 

Es España y su paisanaje poco proclive a estudiar los perdedores de la Guerra Civil pese a que el tiempo transcurrido desde la contienda ya permite un análisis objetivo de los hechos: se sigue negando la pieza clave que fue el apoyo fascista italiano y nazi a los militares sublevados; no se quiere ver que un militar profesional que se rebela contra la superioridad sólo tiene dos caminos que son alcanzar el poder o el pelotón de fusilamiento; y desde un punto de vista de historia militar se olvidan los méritos del Ejército republicano y sus mandos que aún sin ser republicanos supieron hacer su trabajo que no era otro que proteger la legalidad vigente. Es significativo que el comandantín ordenara fusilar a los mandos militares a su alcance que se oponían a la sublevación...

 

 

 

Hoy traemos la biografía de un verdadero militar profesional que pasó a la historia y la histeria como el defensor de Madrid. Con las fuerzas nacionales a las puertas de la capital y un conglomerado desordenado de milicianos y soldados supo primero cortar y luego mantener la plaza. Fue ascendiendo a medida que se desarrollaba la guerra pero pese a que sus planes de batalla sufrió el mal endémico de la República: falta de fuerzas de reserva y la incapacidad del nuevo dogma que se llevaba a la práctica en el arte guerrero por primera vez: dominio de los cielos y apoyo táctico de la aviación a las fuerzas terrestres. Franco resultó vencedor más que por sus méritos, tácticas ya superadas y propias de guerras coloniales y movimientos de tropas como en la I Guerra Mundial, por los deméritos de la República que de tener un frente interior en orden podría haber aguantado hasta el inicio de la II Guerra Mundial...

 

 

 

Juan José Menéndez García, tiene publicadas diversas obras amén de novela corta, cuentos, artículos periodísticos...

 

Y no os puedo decir más porque la solapa es parca en datos biográficos salvo que es asturiano al igual que el general protagonista del libro. No obstante los acérrimos del franquismo y su parafernalia pueden aproximarse al libro sin remordimientos ya que se trata de la biografía de un militar y no un panfleto pro republicano y demás miedos aún vigentes en las trasnochadas mentes de algunos y alguna.

 

 

 

Vocación temprana por las armas:

 

Muchas veces se repitió la experiencia: el chiquillo contemplaba una y otra vez, en el espejo el disfraz de militar; fueron tantas las ocasiones que, para cuando hubo terminado de confeccionarle al chico un uniforme a su medida -deshaciendo uno de los más usados de su marido-, Pepita (vecina del edificio) había agotado las reservas de melocotones en almíbar que le ofrecía en cada visita. Y, ya puestos en faena, también le fabricó un quepis de cartón y un sable de madera pintado de purpurina plateada, con su vaina de hule. El comandante tampoco perdió la ocasión de estimularlo con leyendas de heroísmos, con los atractivos de las maniobras, con el oropel de las grandes paradas ante los reyes, con el concepto de patriotismo, que exige los mayores sacrificios...

 

Con todas estas cuestiones, el niño José Miaja estaba deslumbrado...”

 

 

 

1931...

 

En ese mismo año 1931, seguía José Miaja Menant un curso dirigido a los coroneles, estimados como capacitados para ascender al generalato. Tras la oportuna investigación realizada por las altas esferas políticas, de sus antecedentes, conducta y aptitudes, a propuesta del ministro de la Guerra es ascendido a general de brigada el 4 de julio de 1932. Se le destina entonces a Badajoz como jefe de la II Brigada de Infantería -lo que implicaba el cargo de comandante militar de la plaza- donde permanecería hasta el mes de diciembre de 1933.

 

Quizá el ambiente que entonces se respiraba dentro de la provincia más extensa de España, limítrofe con Portugal, no fuera del total agrado del flamante general Miaja, aunque sus sobrinos afirman que vivió muy tranquilo todo el tiempo que estuvo en Extremadura, residiendo con sus cuatro hijos menores en el edificio de la Comandancia Militar en Badajoz. Tal vez prefiriese otro destino en Madrid, por múltiples motivos. O puede que influyese en su ánimo la enfermedad que tuvo después... El caso es que existen varias versiones que afirman que deseaba ser trasladado, entre ellas la de Indalecio Prieto, como se verá más adelante.”

 

 

 

Madrid: baluarte contra el enemigo...

 

Como afirma David Jato, el madrileño perdió pronto el miedo a la guerra. En primer lugar, porque a partir del paseo de la Castellana hacia el este, se creó una ciudad neutral que los nacionales respetaban de forma absoluta. Y también porque los bombardeos sobre el resto de la urbe eran más bien leves, salvo, claro está, las calles inmediatas a los lugares en donde se combatía. El sitio más batido fue la Gran Vía, que mereció el nombre de `Avenida de los obuses´. La insistencia artillera rebelde obedecía a que el edificio de la Telefónica, constituido en mando militar artillero, suponía un mirador que controlaba los movimientos sublevacionistas en todo el círculo capitalino.”

 

 

 

Vida en el exilio...

 

Tras un éxito tan notorio de su conferencia en Nueva York, fue solicitada la presencia del general Miaja en otras poblaciones del norte de Estados Unidos; de ahí que, las Sociedades Hispanas Confederadas le propusieran organizar una gira, para tratar de aumentar los ingresos que se destinaban íntegramente a paliar la grave situación de los mutilados de guerra en Europa. José Miaja aceptó la idea sin pensárselo dos veces. No obstante, a punto estuvo de no verificarse la tournée debido a una reacción violenta que se produjo a los pocos días en su hotel.

 

En efecto, una de aquellas mañanas, mientras permanecían a la espera de ultimar los detalles de la gira, el general llamó a la puerta de la habitación de su secretario, con visibles muestras de indignación y con un periódico de México en la mano, para decirle de sopetón:

 

-¡Regresamos mañana mismo!

 

-Pues, ¿qué pasa?, -le preguntó éste

 

-Lea este periódico. Dice que nosotros hemos venido a Nueva York a comprar armas para los comunistas.

 

El secretario se echó a reír y, con mucha paciencia, trató de convencerle de la falta de solidez de esas aseveraciones absurdas, con argumentos de puro sentido común. Al fin, dando por zanjado el incidente, acordaron enviar unos telegramas de protesta por la información, tanto al periódico que la publicaba, como a la Secretaría de Relaciones Exteriores”

 

 

 

Biografía interesante de un soldado profesional que antepuso su deber a sus deseos y un paseo a la vez que por su vida, del contexto que le tocó vivir.

 

Recomendable a mentes atrofiadas por propaganda fascista de izquierdas y derechas, lectura veraniega para amantes de la historia militar, turnos de noche, vigilias hospitalarias y para la suegra que cuando descubra que está leyendo la biografía de un rojo igual le da un síncope deparándonos momentos de sonrisas por lo bajinis...

 

sábado, 10 de agosto de 2013

 

 

Libro: Una pica en Flandes – LA EPOPEYA DEL CAMINO ESPAÑOL

 

Autor: Fernando Martínez Laínez

 

Editorial: Editorial EDAF, S. L.

 

Edición: Junio 2007

 

 

 

أولا وقبل كل فقرة قصيرة لقرائنا باللغة العربية. شكرا لانكم سمحتم لنا أن تكون جزءا وأنت تعرف أنه إذا كنت ترغب في إرسال تلكعدم نشر أو عرض، لديك في منزلك وAdversiter كرونيكل...
مرحبا بكم في الظاهرية القبيلةAdversiter قائع!
لأننا كوكب يسكنها الناس، على الرغم من أننا نقول خلاف ذلك

 

 

 

Tras esta breve salutación a nuestros nuevos lectores y lectoras, pasamos a un libro que reune una serie de características idóneas para ser carne literaria veraniega:

 

Por una parte no es sólo Historia lo que trata, es además un libro de viajes donde cada parada es un trozo de la Historia que narra, más emocionante y sobre todo real, no como la llamada novela histórica, salpicado de epítetos hacia la calidad turística gala de la que tanto hacen ídem...

 

 

 

Es apropiado para lechuguinos de derechas que se creen la propaganda de los vencedores y papanatas de izquierdas que añoran una utopía republicana perdedora. Sirve para independentistas catalanes que si leen entre líneas verán que si no formaran parte de España serían parte de Francia, y ahí si son centralistas y nada proclives a dar autonomía a sus departamentos; aunque sólo sea para que se enteren de la verdad aunque luchen por una mentira, les merece la pena leerlo.

 

 

 

Y para el lector normal, sobre todo el indígena español, verá que hubo unas décadas en que militarmente éramos los marines de la época, fuimos los primeros en ser tales, y que se mantuvo abierta una ruta de Flandes a Nápoles comparable a la capacidad actual de los EEUU de proyectar su poder militar geo estratégicamente, salvando las distancias tecnológicas of course.

 

Así que ahora que la pérfida Albión manda sus buques de guerra a Gibraltar, viene bien para consolarse y ver el inicio del declive imperial europeo de España que culminó con la gansada de ceder soberanía sobre Gibraltar sin poner fecha de caducidad a la cesión, ni siquiera a los españoles les engañaron como chinos, que esos sí fueron astutos y pusieron caducidad a la cesión de soberanía sobre Hong- Kong...

 

 

 

Fernando Martínez Laínez es el autor, pero la contraportada no da datos biográficos salvo que es autor de libros relacionados con los Tercios de España, pero supongo que si buscais en Internet algo saldrá...

 

 

 

Una piedra en el zapato imperial...

 

"Felipe Duplessis-Mornay, un caballero frances hugonote, presentó en 1584 al rey Enrique III de Francia un <<Discurso sobre el medio de debilitar al Español>>, en el que decía:

 

 

 

El rey de España no tiene ninguna posesión más hermosa, más rica ni más altamente estimada que los países Bajos... Los sostiene con hombres y los mantiene con dinero de Italia y España, cuyo único paso es el Franco-Condado. Su majestad debería emplear a una parte de sus súbditos... para tomar las mejores plazas del Condado- y aun una sola bastaría para este fin: con que sólo se tomara una, bastaría para cortar las comunicaciones entre los países bajos e Italia y España...

 

 

 

El discurso de Duplessis resume con exactitud no sólo la importancia que los Paises Bajos tenían para España en ese momento, sino la fragilidad de la comunicación terrestre con el preciado territorio, que estaba en guerra desde hacía dos décadas. La contienda de los Paises bajos, como cualquier otra, sólo se podía sostener mientras España dispusiera de hombres y dinero, y fuera capaz de hacerlos llegar al escenario bélico. Algo que obligatoriamente debía hacerse a lo largo de un difícil trayecto: el llamado camino Español o Ruta de Flandes, que en Francia también es todavía conocido como `le Chemin des Espagnol´...

 

...El Camino Español, en realidad, era un tronco de itinerarios dividido en varias ramas. Constituía un conjunto de vías que integraban una ruta, o mejor, varias rutas, ya que fueron diversos los itinerarios que recorrieron las tropas de España para ir a guerrear a Flandes y regresar. Empezaba en Génova y otros puertos cercanos, donde se concentraban los reclutas embarcados en Barcelona, Valencia o Cartagena, y los tercios procedentes de Nápoles y Sicilia. Desde allí atravesaban por el Mont Cenis y Chambery al Franco Condado; también podían llegar desde Milán por el Pequeño San Bernardo y Annency, desde donde partían varios recorridos paralelos hacia Lorena y Luxemburgo, que era ya territorio de Flandes..."

 

 

 

Parada en Turín...

 

"El carácter recóndito y un tanto misterioso de Turín parece marcado desde sus orígenes y ha perdurado hasta nuestros días. Los romanos la llamaron Julia Taurinorum (Julia de los Taurinis), aunque sobre ese nombre, `taurini´, hay discrepancias entre los filólogos. Para algunos procede del latín `taurus´, y el toro sería el animal totémico del que deriva el calificativo gentilicio. Otros creen que `taurus´es una variante de `monte´, por lo que `taurini´ vendía a ser sinónimo de `montañeses´.

 

Pero el nombre es sólo el primero de una larga serie de arcanos turineses que han fascinado a escritores, artistas y esoteristas de toda laya, y han ido formando un legado de ramificaciones conectadas con los histórico, con la magia y hasta con el satanismo. Todo eso ha hecho de Turín una ciudad con fama de ocultista y diabólica...

 

...Lugar por excelencia mágico de Turín es el Museo Egipcio, uno de los más ricos del mundo en la materia, que está instalado en un palacio del siglo XVII. Hay una leyenda sobre el origen egipcio de Turín que procede del renacimiento y está relacionada con Faetonte, hijo del dios helio (el Sol). Faetonte robó el carro solar a su padre, pero se le desbocaron los caballos y Zeus lo fulminó con su rayo y los arrojó al río Erídano (el Po), donde se ahogó. Otra versión afirma que faetonte era hijo del Sol y de la diosa Isis, y llegó al Piamonte a fundar Turín después de haber fundado Génova...

 

... Los lugares antiguos más o menos ominosos y enigmáticos abundan en Turín, ciudad cuyo emblema actual más conocido, sin embargo, es bastante reciente: la famosa Mole Antonelliana en forma de pagoda, de 167 metros de altura, así nombrada por el arquitecto Alessandro Antonelli que la proyectó en 1877, y fue financiada por la comunidad judía en agradecimiento al rey carlos Alberto. Nietzsche, en sus últimos escritos hace alusiones extrañas y admirativas a esta obra de Antinelli, y algunos interpretan que la consideraba un lugar ideal de culto zaratutriano, aunque ya a esas alturas la mente del filósofo desbarraba mucho."

 

 

 

El maestre de campo y tratadista militar Sancho de Londoño...

 

"El historial militar de Londoño era ya largo al ocupar el cargo. Capitán en las campañas alemanas de Carlos V, fue luego capitán de infantería del tercio de Milán, establecido en Lombardía con Álvaro de Sande, un valeroso jefe que llegó a ser gobernador de Milán y participó en numerosas acciones militares, entre ellas la derrota de las Gelves, en Túnez. Allí fue abandonado por sus hombres por la flojera del duque de Medinaceli, que huyó con la flota ante el almirante turco piali. Sande se defendió con extraordinario valor antes d eser apresado por los turcos y enviado cautivo a Constantinopla.

 

Tras militar en el tercio de Milán a las órdenes de Sande y Sebastián de san miguel, Londoño fue nombrado oficial de la guardia del duque de Alba en los Países Bajos. Dos años más tarde, sustituyendo a Rodrigo de Benavides, fue nombrado maestre de campo del tercio viejo de Lombardía, una auténtica fuerza especial de choque, con veteranos dispuestos a todo. A él acudían los nobles de España para aprender el arte de la guerra con capitanes experimentados y sobresalir en el campo de batalla...

 

...En octubre de 1562 Londoño se siente tan preocupado que escribe directamente al rey dándole cuenta de la complicada situación `como fiel vasallo´. También sigue en contacto con el duque de Alba, a quien informa del estado de las tropas, de las tensiones provocadas en los cuarteles por la ociosidad y de su disposición para `cortar por lo sano´, aplicando una rigurosa disciplina, las disputas y pendencias entre soldados...

 

...Londoño era partidario de dominar el terreno mediante el refuerzo de los puntos estratégicos, sin repartir a los soldados por demasiados lugares. Esta preocupación por el control de las plazas fuertes capitales produjo en 1571 la invasión fulminante del marquesado de Finale por las tropas de Luis de Requesens. Felipe II entendía que, una vez conquistado Finale, podría controlar Saluzzo, Monferrato y el condado de Mirándola. Esta última era una antigua plaza francesa entre los Estados de Mantua, Ferrara y Parma, cercana a Bolonia y bajo la protección del Papa.

 

El año en que Londoño dejó el cargo en Asti fue también el último del duque de Sessa en el gobierno de Milán. Al parecer Sessa estaba tan cargado de deudas al ser relevado que hubo de pedir dinero a sus amigos, entre ellos al propio don sancho, aunque nada obtuvo de él, porque el maestre de campo sólo disponía de su magro sueldo."

 

 

 

El contraataque español...

 

"Por suerte para las armas hispanas, la guerra en el norte de Francia resulta favorable, y el esfuerzo bélico francés en el Franco-Condado se debilita. Otro ejercito español, compuesto por 4.000 italianos y 2.500 españoles, entra en el Condado y el rey francés da marcha atrás. Es un ejército -como su propio jefe el condestable de Castilla reconoce- mal armado, mal vestido y mal alimentado, pero Enrique IV decide poner término a la guerra en la región y renueva el compromiso de neutralidad entre Francia y el Franco-Condado. Sin la presencia francesa, los españoles restauran su dominio en el territorio, reocupan las plazas fuertes perdidas y penetran en territorio de Borgoña y el sur de Champaña. A fines de 1595, el ejército francés abandona el Franco-Condado por el norte y el oeste mientras las tropas españolas avanzan por el sur y se instalan para soportar el duro invierno.

 

En los años siguientes, el epicentro de la guerra hispano-francesa se desplaza al norte de Francia, donde los españoles se apoderan de Cambrai, Calais y Amiens. La ruta hacia París queda abierta, pero los franceses reaccionan bien. Se alían de nuevo con Inglaterra y Holanda y recuperan Amiens. La falta de dinero, y no de ganas de continuar la pelea, es lo que en 1598 pone término a la guerra con la paz de Vervins. En realidad, más que una paz era el descanso entre dos asaltos, hasta que ambos combatientes recuperaran fuerzas y dineros para seguir destrozándose."

 

 

 

Poder naval...

 

"A la pregunta retórica de si existió un poder naval hispano, la respuesta sólo puede ser una afirmación rotunda. Por supuesto que existió ese poder, y además durante el siglo XVI y gran parte del XVII fue muy importante, aunque lo hubiera sido mucho más si España hubiera contado con aliados marítimos en el norte de Europa. Es verdad, sin embargo, que la Monarquía Hispana fiaba sobre todo en el potencial terrestre, que consideraba suficiente para imponerse en los campos de batalla europeos. Pero como el historiador británico Robert A. Stradling ha demostrado en su obra `La Armada de Flandes´, <<España continuó siendo una de las mayores potencias navales durante casi un siglo después de la derrota de la Armada Invencible>>.

 

Pese a que el conde-duque de Olivares siempre dio preferencia al poder terrestre y consideró más importantes los tercios que los barcos, decretó medidas para fomentar el corso en el mar del Norte. Sus planes incluían que cada uno de los reinos de la Monarquía católica financiase una armada según sus posibilidades, en especial aquellos con más tradición y facultades marineras, como los de la Corona de Aragón y Nápoles. La idea encajaba con la `Unión de Armas´ que proyectaba Olivares, y que no era sino la colaboración de todas las provincias y reinos en una estructura defensiva común, de acuerdo con la capacidad de cada uno de ellos."

 

 

 

Libro muy recomendable en suma, para viajeros de rutas históricas, históricos con hoja de ruta, miembros de la Infantería de Marina y la Legión así como seguretas en atuneros mientras otean el horizonte y apropiado para la suegra que nos dará unas risas viendo su alegría pensando que es la novela de Águila Roja u otra mierda televisiva pátria.

 

Pero sobre todo recomendable para saber de dónde procedemos en estos tiempos convulsos, aparentemente, por la cretinez y miopía de unos políticos faltos de espíritu estadista y que contagian su cretinez a la ciudadanía...

 

tempus fugit que dice el reloj de la redacción grabado en su esfera mientras toca sus jodidas campanadas, supongo.

 

 

 

 

 

jueves, 4 de julio de 2013

 

 Suplemento literato cutre de

The Adversiter Chronicle

 

 

 

Libro: Crónica de la posguerra 1939 -1955

 

Autor: Rafael Abella

 

Editorial: Ediciones B, S. A.

 

Edición: Septiembre 2008

 

 

 

Se me ocurren varios motivos para degustar el libro que traemos hoy a Lomo con tapas, desde desmontar ese falso revisionismo de la dictadura del general Franco donde se subraya el desarrollo económico y social olvidando los orígenes nazis, copia en una primera fase con cutrez de medios, y fascistas italianos del régimen que se iban paulatinamente maquillando y diluyendo desde que quedó claro que la superioridad material e industrial de los aliados iba a derrotar el racismo ideológico hitleriano... Un desarrollo innegable cuyo precio fue un aislamiento endémico de España en el escenario internacional y una España que imponía la paz y el orden tras destruir primero al país...

 

 

 

Pero los generales rebeldes ganaron la contienda fratricida otorgando a franco el mando supremo que degeneraría hasta vitalicio sabiendo convertirse en heredero del sacrificado José Antonio y sumiendo al país en penurias y abusos con el nacimiento de una nueva élite favorecida por el poder dictatorial de Franco que se enriqueció con el estraperlo y medraron a la sombra de la victoria y la represión. Una época de casi dos décadas de cartillas de racionamiento, de contrastes sociales y materiales pero sobre todo con el génesis de una cultura de corrupción y aprovecharse de la cosa y ,los erarios públicos que perdura en este presente de crisis económica que nos toca vivir....

 

Por que la verdadera herencia de Franco fue dejar un país cuya población tuvo que someterse al dictado de los poderosos donde el amiguismo, el caciquismo y la corruptela sustituyó el meritaje, la preparación y la validez del talento, esa y no otra es la gran herencia de un tipo que se enganchó al poder para no soltarlo hasta su muerte...

 

 

 

Rafael Abella es autor de obras como los dos volúmenes de La vida cotidiana durante la Guerra Civil y La vida cotidiana durante el régimen de Franco, entre otras que cita la solapa; ha participado en gran número de obras colectivas sobre Historia, colaborador en la radio de Luis del Olmo así como en televisión (Los años vividos) siendo además conferenciante en centros culturales y universitarios de España y América.

 

Y sin más verborrea os dejo unos breves pasajes...

 

 

 

1939...

 

En aquellos momentos el dolor era unilateral como si una sola España tuviera derecho a llorar públicamente a sus muertos y a proclamar la magnitud de sus pérdidas, en tanto que a la otra no le quedaba más que el silencio y la culpa. El país se hallaba ante el cese de las hostilidades, pero frente a una colosal rendición de cuentas. A los ojos de los vencedores era preciso hacer un escarmiento ejemplar que abarcara, no sólo a los protagonistas de unos desmanes producidos en el curso de una situación revolucionaria, sino a los mantenedores de unas ideas a las que se atribuía el origen de toda la tragedia. Los diarios se llenaban con noticias de detenciones sonadas y se exultaba al saber que la Escuadra Nacional había evitado la fuga de 20.000 rojos del puerto de Alicante. Mas no era sólo la captura de gente significada, la cadena de cesantías, la masiva incoación de expedientes o las instancias a denunciar lo que delataba el cariz de los vencedores. Estaba también la imposición de una disciplina y de un acatamiento que se estimaban necesarios para poner coto al desorden y a la indisciplina. El ponerse en pie y el alzar el brazo eran exigencia cotidiana ante desfiles y presencias. En los espectáculos, la representación se interrumpía para, ante la imagen de Franco y el himno nacional, saludar firmes y con el brazo extendido. El orden externo era de urgente imposición para que los recién incorporados a la España vencedora supieran a qué atenerse en cuanto a la reverencia a personas y a símbolos que eran exponentes del régimen autoritario resultante de la victoria militar.”

 

 

 

1940...

 

La noticia saltó -clamorosa- a los titulares de los periódicos. La cosa no era para menos: ¡El problema de los carburantes estaba resuelto! En efecto, `La Vanguardia Española´del 21 de enero de 1940 anticipaba la resonante información: <<Hacia la autarquía nacional en materia de carburantes>>. En la información en cuestión se hablaba de la existencia de <<una gasolina sintética cuya fabricación había sido declarada por el Gobierno, `Industria de Interés Nacional´>>. La realidad de este carburante -se añadía-, del que se han hecho pruebas con el mayor éxito, constituye un paso decisivo que influirá en la reconstrucción de nuestra economía, a la que proporcionará un ahorro anual de cerca de 150 millones de divisas...>>...

 

...Para terminar con la prodigiosa noticia, la última parte del celebrado artículo descubría la personalidad del sabio artillero autor del descubrimiento. Su nombre era Albert Elder von Filek, <<austriaco de nacimiento y español de corazón>>. Durante el periodo rojo había sufrido martirio en checas y cárceles. Entre sus compañeros de cautiverio, y debido a su origen teutón, era conocido por Otto y se hizo famoso por saludar invariablemente con el brazo en alto a los sicarios que los custodiaban, proclamándose <<más fascista que Mussolini>>.

 

La noticia de la <<gasolina sintética hecha de hierbas>> conmovió a España entera. Apenas repuestos de la emoción proporcionada por el Caudillo al deslumbrarnos con la noticia de la existencia del oro, esta nueva sensación nos ponía en la senda de lo maravilloso. Algunos atribuían estos golpes de suerte que el destino nos estaba deparando a la influencia del Generalísimo, cuya leyenda de hombre con buena estrella tanto se había prodigado desde los heroicos tiempos de su guerrear en el Rif. Y, efectivamente, la enorme publicidad dada a la trascendental noticia descubría la mano de Franco en el impulso y en la casi paternidad del genial invento. El Caudillo había hecho partícipes a sus más íntimos colaboradores de la concesión en exclusividad y por amistad de un portentoso invento destinado a revolucionar los transportes y a resolver el crítico problema de los combustibles. Una vez más, Franco, propició a creer en la magia y en el meigallo, había dado crédito a un impostor pues no otra cosa resultó ser el llamado Otto.”

 

 

 

Estraperlo...

 

En el panorama de aquellos años dislocados, la audacia y la falta de escrúpulos hicieron amasar enormes fortunas. La oportunidad era apta para gentes tan dotadas de osadía como carentes de toda clase de códigos morales con los que poner límites a sus acciones. Apoyados en el soborno y el cohecho, y dispuestos a llegar hasta el chantaje, los protagonistas del gran estraperlo se entregaron a las más extraordinarias maniobras. El detalle de algunas pone al descubierto lo que era la vida española en un momento en el que el país se desenvolvía bajo un sistema político que sostenía teóricamente su repudio, tanto del capitalismo como del comunismo, y al amparo de estas enfáticas declaraciones se vivieron unas circunstancias tan de rapiña que para buscarles un parangón habría que remontarse a los más salvajes momentos de la forja del capitalismo americano cuando el dogma de la libre competencia permitía todas las ilicitudes...

 

...Afirmada sólidamente una clase privilegiada en el uso y disfrute de todos los resortes, fácil es comprender que poco les iba a afectar la ley de noviembre de 1941 por la que se castigaba con la pena de muerte a los especuladores. El mercado negro y todo lo que él llevaba aparejado siguieron su imperturbable curso. Las multas aumentaron de volumen, los cierres de fábricas se hicieron más frecuentes, pero el fenómeno había penetrado de tal manera en los usos del cuerpo social que no hubo manera de cortarlo. A finales de 1942 la Fiscalía General de Tasas hizo público el resumen de su actuación a lo largo del primer año en el que entró en vigor la posibilidad de aplicar la última pena a los convictos de entregarse al comercio ilícito. Y fue el siguiente: 380 millones de multas; 50 millones el valor del género decomisado...”

 

 

 

Para terminar, una de las fijaciones del régimen, que es decir el propio Franco: la masonería...

 

Si la lucha contra la masonería se enmarcaba en el oscurantismo de medievales supersticiones al estilo de las que han dado lugar históricamente a la caza de brujas y a la persecución de herejes o relapsos, el combatir a los elementos subversivos entraba dentro del aparato represivo montado a la luz del día para defender la Victoria. El modo como se consideró el delito político en la España de la posguerra queda perfectamente definido en estas palabras de un comisario de policía dirigidas a un detenido acusado de haber participado en unas reuniones de una llamada O.D.E.L (Organización de Españoles Libres), tertulia que no ha pasado a los anales de la Resistencia española. Como quiera que el inculpado era persona de buenos antecedentes y había sido muy recomendada al comisario en cuestión, éste, al dejar el detenido la dependencia policial, le hizo la siguiente advertencia:

 

<<Que no te vuelva a ver yo por aquí por lo que has venido. Porque aquí se puede venir por estafador, por ladrón o por asesino. Pero Dios te libre de venir por rojo>>.

 

El funcionario estaba desarrollando las ideas que iban a sentar jurisprudencia en la posguerra, es decir, que se podía cometer un robo y hasta un asesinato alevoso y siempre y cuando se perpetrara sin escándalo y entre cuatro paredes, las probabilidades eran de salir sentenciado con moderadas penas de prisión. Pero si el delito entraba en lo político-social, tipificado como atraco a mano armada con perturbación del orden público, entraba de lleno en la jurisdicción militar. Entonces el destino de los encausados se debatía entre la pena de muerte y los 30 años de reclusión. Rasero de análoga dureza era aplicado para todo lo que se considerara actividades subversivas: asociación ilícita, reunión clandestina, propaganda ilegal, llegando a las más extrema severidad cuando de huelgas o sabotajes se tratara.”

 

 

 

Libro de la memoria común en el devenir de la historia ahora que nos quejamos de la crisis, los políticos y la esencia de seres refalfiados herederos del futuro que labraron quienes nos antecedieron sobreponiéndose al trauma de la Guerra Civil y acatando o disfrutando de la dictadura según circunstancias.

 

Las hemerotecas está ahí y mucha sde las cosas que nos producen hilaridad al leerlas, te hacen pensar por un instante en aquella sociedad y lo realmente triste que debió ser sobrevivir derrotado, lo realmente hermoso de la victoria disfrutando y siendo privilegiado así como la lucha sorda y anónima de la inmensa mayoría de ciudadanos que debían aprender el nuevo sistema y salir adelante...

 

Libro para tener en la biblioteca y enseñar a cretinos de brazo en alto o puño en alto; ideal para lectura de vacaciones y sentirnos menos apenados porque en vez de ir de crucero se vuelve al riachuelo del pueblo y para saber que hubo un tiempo de penuria y hambre mientras una dictadura de opera bufa creaba su corte, su sostén en el poder y su omnipresencia en la vida diaria.

 

domingo, 12 de mayo de 2013

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre

 
Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle
 
 
Libro: La retirada, la primera derrota de Hitler
Autor: Michael Jones
Editorial: Crítica, S. L.
Traducción: David León Gómez
Edición: mayo de 2010
 
Ahora que está de moda lo alemán para imponernos su modo, alegra la existencia saber que una vez mordieron el polvo…
Pero más allá de la chirigota de pordiosero económico, traemos hoy a Lomo con tapas la historia del primer fiasco bélico de la Alemania nazi: la retirada tras llegar a treinta kilómetros de Moscú y que supuso una tragedia humana, material y psicológico de las fuerzas armadas alemanas, la confirmación de que Hítler como estratega militar seguía siendo cabo y un respiro para Stalin que tras los momentos de duda y shock tras la invasión alemana, ganó tiempo para organizarse y poner en marcha la maquinaria bélica de la URSS aún a costa de cientos de miles de sus compatriotas…
 
Michael Jones está doctorado en Historia por la Universidad de Bristol. Profesor en la Universidad de Glasgow y en el Winchester College amén de escribir libros sobre Agincourt y Stalingrado.
Os dejo sin más con un ínfimo botón de muestra:
 
La guerra…
“Alemania invadió la Unión Soviética a primera hora de la mañana del 22 de junio de 1941, enviando hacia el este todo un aluvión de soldados, cañones y carros de combate. Leopold Höglinger, operador de radio de la CXXXVI división de infantería germana, recordaba bien el principio de aquella guerra: <<Nuestra ofensiva empezó en torno a las 03:15 con una descarga descomunal de fuego de artillería –escribió en su diario-. Por encima de nuestras cabezas volaban las escuadrillas aéreas. El enemigo no opuso resistencia. Horas más tarde, durante el avance de los soldados de a pie, aparecieron algunos bombarderos rusos que fueron abatidos enseguida. No tardaron en llegar los primeros prisioneros>>.
Se trataba de uno de los aspectos más mortíferos de la guerra moderna, que se servía del poder destructivo de los cazas y los bombarderos a fin de apoyar las acciones de las tropas invasoras de tierra. En un primer momento, los alemanes lograron imponerse sin dificultad al emplear a la Luftwaffe para destruir al enemigo. En el cielo que se extendía sobre el avance de la Wehrmacht, la fuerza aérea soviética quedó, literalmente, hecha pedazos. En realidad, muchos de sus aviones fueron destruidos aun antes de despegar. El piloto Iván Konoválov recordaba en estos términos la destrucción del aeródromo al que estaba adscrito: <<De pronto, oímos un estruendo increíble: teníamos encima a los aviones del enemigo. Alguien gritó:<< ¡Ha cubierto!>>, y yo corrí a esconderme bajo el ala de mi aparato. Todo quedó envuelto en llamas. El fuego arreciaba de un modo terrible. Al final, sólo quedó intacto un avión>>…
… Algunos generales alemanes, alentados por el rosario de conquistas que había obtenido la Wehrmacht en los dos primeros años de la segunda guerra mundial, sometiendo así a la mayor parte de Europa al yugo del régimen nazi, comenzaron a considerar a Adolf Hitler –cuando menos en lo político- una figura napoleónica y no dudaron en hacer comparaciones entre ambos adalides. Mientras trataba de avasallar el continente, Napoleón también había tratado de someter a los británicos en primer lugar y, al no lograrlo, había vuelto la mirada al este para centrar su atención en Rusia. El führer parecía estar siguiendo la misma senda. Durante el verano de 1940, concluida con éxito la guerra contra Francia, había visitado, junto con un grupo nutrido de sus generales, la tumba de Napoleón en el palacio parisino de Los Inválidos. Uno de sus comandantes, el general Gotthard Heinrici, conmovido por la ocasión e impresionado ante la audacia de su dirigente, ponderó su campaña gala diciendo: <<La decisión del führer ha sido de veras napoleónica: grandiosa y resuelta>>…”
 
Moscú…
“A principios del mes de noviembre de 1941, estando los ejércitos alemanes arrollados en torno a la capital soviética, cierto oficial de la Wehrmacht tuvo un mal presagio. Se trataba de Robert Rupp, comandante de pelotón, quien escribió en su diario un texto extenso con este comienzo: <<Estoy visitando con frecuencia a una familia de los alrededores, y la madre me ha dicho que tiene acuartelados en su casa a tres de nuestros soldados y que han violado a su hija de diecisiete años. Primero la persiguieron a ella en el exterior de la casa, y luego, le pusieron a la hija una pistola en la cabeza y la forzaron a someterse a ellos. Las mujeres acudieron al Kommandant de la ciudad, que mandó de inmediato a un destacamento de seguridad. Sin embargo, los soldados ya habían huido…
… Las condiciones que se daban en el territorio ocupado por los alemanes se estaban volviendo más degradantes para la población nativa. Nina Semionova vivía en Moscú y capturada por la Wehrmacht a mediados de octubre, durante su avance hacia la capital. El primero de noviembre escribió en su diario:
`Los alemanes han ocupado ya toda nuestra casa. Llevan con ellos hasta un intérprete, que nos ha dicho:<< No se asomen nunca al pasillo cuando haya un oficial entrando al edificio o saliendo de él>>. Nuestra situación empeora de un día a otro. Habíamos guardado algunos restos de comida: algo de mantequilla, una porción modesta de carne y un poco de pan blanco. Como era de esperar, nos lo han robado todo. Han organizado algo semejante a una colectividad, pero a nosotros nos han excluido.´…
… El coronel general Hoepner iba a coordinar el último gran avance hacia la ciudad. <<Estamos esperando a ponernos en marcha –escribió el día 5-, pero pese a la helada de ayer, habrán de bajar más las temperaturas para que se endurezcan lo suficientemente las carreteras… Para la siguiente acometida van a ser necesarias, cuando menos, provisiones para diez días>>. Frustrado, añadía: <<Nuestro alto mando sigue marcando objetivos muy poco realistas, sin tener la menor idea de cuál es la situación del frente>>. Lo cierto es que los dirigentes nazis sí eran conscientes de la acuciante falta de prendas de invierno de que adolecían sus ejércitos, y hacían cuanto estaba en sus manos por ocultar este hecho a la población germana. Joseph Goebbels, por ejemplo, expidió la siguiente notificación a la prensa:
`En las estaciones de ferrocarril aguarda la indumentaria que necesitan nuestros soldados al objeto de hacer cara al invierno (abrigos de pieles, gabanes y ropa interior para el frío), lista para su distribución. Ésta está llamada a no ser fácil dada la situación en que se encuentra el transporte, y será inevitable sufrir cierto retraso. Entretanto, será preferible no hacer mención alguna de este asunto. Asimismo, cumple tener un cuidado especial a la hora de elegir las fotografías, pues no debería mostrarse a nuestros soldados mal pertrechados. No deseamos, por ejemplo, ver a prisioneros rusos con abrigos al lado de guardias alemanes desprovistos de ellos´…
… El único modo que tenían Heyl y sus camaradas de hacer frente a los horrores de la guerra consistía en cerrar la puerta, de un modo cada vez más patente, a todo género de sentimiento humano. Alois Scheuer, cuya unidad se encontraba a apenas ochenta kilómetros de Moscú, era de la misma opinión: <<La guerra de Rusia y todas sus consecuencias son terribles de veras –escribió-. Uno tiene que dar la espalda a sus sentimientos y pensamientos decentes. Debemos combatir a muerte al enemigo, y a eso se añaden ahora el frío y el hambre. Uno tiene que encallecerse para soportarlo todo>>. Si él hablaba de <<combatir a muerte al enemigo>>, Heyl hacía hincapié en la ideología comunista que subyacía a la ferocidad de sus oponentes. <<Resulta aterrador la escasa importancia que conceden los rusos a la vida de un individuo –concluía-. Los veinte años que ha pasado la nación en la `picadura espiritual’ del bolchevismo ha hecho este principio consustancial a su carácter. Es la única explicación posible a la ferocidad con que nos hacen frente. >>…”
 
Retirada napoleónica en diciembre…
“En el flanco meridional del grupo de ejércitos centro, el general Gotthard Heinrici también estaba sufriendo una regresión al periodo decimonónico en lo tocante al ejército mecanizado de Alemania. <<He tenido que recorrer a pie tres kilómetros para llegar al siguiente pueblucho de nuestra línea defensiva –anotó aquel 12 de diciembre-, y ahora estoy tratando de organizar con los caballos un sistema de postas para que en el futuro podamos trasladarnos como hizo Napoleón con nuestros `carromatos´ de madera. >> Más adelante añadía: <<Este país es extremado en todos sus aspectos: su extensión, sus bosques, su clima y sus multitudes. Tenemos que defender áreas amplísimas con un número escaso de soldados, y los rusos atacan todo el frente. Sólo tienen que concentrar sus fuerzas en un punto determinado para ponernos de inmediato en un aprieto. En todos los años que llevo en el ejército no me he visto jamás en una posición tan delicada. Tenemos la impresión de que nos haya abandonado por entero la suerte>>.
La responsabilidad última del calvario que estaban viviendo sus soldados recaía en el mismísimo Hitler, por remiso que pudiera mostrarse en aceptarlo. Por increíble que resulte, mientras sus ejércitos morían en el frente oriental, cuatro días después de que Japón bombardease la flota estadounidense apostada en Pearl Harbor el 7 de diciembre, declaró también la guerra a Estados Unidos y amplió así más aún el alcance de la contienda. Semejante decisión rebasa los límites de lo asombroso y revela un desentendimiento total de la realidad por su parte. <<El führer ha pronunciado un discurso para mover guerra contra América- escribió aturdido el teniente Georg Kreuter el día 12-, mientras aquí nos afanamos por aferrarnos a nuestras líneas defensivas. >> El oficial médico Willi Lindenbach afirmaba: <<Si la declaración de hostilidades al Reino Unido y Estados Unidos por parte de Japón nos cayó como un rayo del cielo, ahora nosotros nos hemos enfrentado también con Norteamérica. El plan estaba muy claro: nosotros tomábamos Moscú, y Japón agredía a británicos y estadounidenses. La noticia del hundimiento de buena parte de la flota que tenían éstos en el Pacífico es, sin lugar a dudas, muy buena; pero aquí nos encontramos en plena retirada…”
 
 
Libro para amantes de historia militar o historia a secas regada con sangre, mozalbetes en tratamiento de recuperación Ludovico por adorar al Napoleón austriaco de Hitler, gentes de bien que añoran el orden establecido y se den cuenta que hay sufrimiento tras los cánticos y banderolas y a la suegra como que es un libro de poesías, sólo imaginar su cara cuando descubra la verdad y que es un libro de batallitas nos deparará inesperados momentos de placer…
 
 
 
 
 
 
 

domingo, 21 de abril de 2013

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre

 
Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle
Libro: Al servicio de Su Majestad-Cien años de espionaje británico
Autor: Gordon Thomas
Editorial: Ediciones B, S. A.
Traducción: Marta García Madera
Edición: Noviembre 2009
 
Si hay un servicio secreto con pedigrí y cierta aureola mezcla de sinónimo de efectividad y buenas formas, ese es el MI5 junto a su hermano MI6, ambos forman el Servicio Secreto.
Libro interesante por varios aspectos: ver cómo progresivamente y totalmente tras 1945 el espionaje británico quedaba superditado a la CIA y que salvo los servicios secretos franceses el resto de agencias europeas no pintaban nada, hasta hace relativamente nada también…
 Se nos muestra a la vez que cambia de directores y podremos observar la progresiva incrustación del elemento femenino en todas las capas de poder del espionaje pasando de agentes que debían utilizar sus encantos tanto taquigráficos y de traducción como en ocasiones siendo agentes de campo, sus otros encantos más pecaminosos, mujeres que abrieron el camino a la igualdad y la culminación con el nombramiento de una mujer como jefe de los servicios de información….
 
Gordon Thomas ha escrito cuarenta libros publicados en todo el mundo algunos de los cuales versan sobre distintos aspectos del mundo del espionaje siendo galardonado entre otros premios con el de la Crítica y del Jurado en el Festival de Cine de Montecarlo, el premio Edgar Allan Poe y tres menciones de la Mark Twain Society por sus labores como periodista.
Destacar de su obra el libro Mossad, la historia secreta que mereció la declaración de un director general del Mossad y un asesor sobre contraterrorismo del gobierno de Israel que manifestaron que era uno de los análisis más importantes publicados sobre el mundo del espionaje…
Esto lo he sacado como siempre de la solapa.
 
El caso es que veremos como el KGB se infiltra hasta las más altas esferas del espionaje británico, la crisis del canal de Suez, la resistencia al nazismo en la Europa ocupada, los avisos con una década de antelación alertando del fundamentalismo islámico y a cien años de evolución, pérdida de poder mundial y decadencia del Imperio Británico y los esfuerzos de mantener un Servicio Secreto operativo, eficaz e importante pese a la pérdida de un imperio y pasar a ser una nación entre naciones donde cambió la relación de fuerzas al término de la II Guerra Mundial.
Os dejo con unos breves pasajes:
 
Tiempos nuevos, presupuestos salvajes…
El MI6 es el Servicio Secreto de Inteligencia exterior de Gran Bretaña y tiene alcance mundial. El MI5, el Servicio de Seguridad, es responsable de la seguridad interna. El MI6 responde ante el ministro de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña; el MI5, ante el ministro del Interior. Ambos ministros son nombrados por el primer ministro titular y están representados en el Comité Conjunto de Inteligencia, el vínculo con el Gobierno. Sin embargo, tanto el jefe del MI6 como el director general del MI5 tienen acceso inmediato al primer ministro del día. Ante la amenaza actual del terrorismo global, ambos servicios trabajan estrechamente.
Desde el ataque de Al Qaeda a estados Unidos el 11 de septiembre de 2001, las consideraciones presupuestarias dejaron de ser la preocupación principal; al MI6 le llovió el dinero para llevar a cabo tanto acciones de espionaje y contra espionaje como de vigilancia electrónica, cuyos aparatos continuaban siendo, en 2007, la industria creciente del mundo de la inteligencia…
…En enero de 2007, un equipo de agentes del MI5 había volado al estado africano de Somalia, asolado por la guerra, para intentar obtener muestras de ADN de cuatro terroristas nacidos en Gran Bretaña, quienes habían formado parte del centenar de yihadistas que habían muerto en un bombardeo de Estados Unidos a un campo de entrenamiento de Al Qaeda en la remota isla de Lamu en el Océano Índico. Aquellos hombres habían nacido y crecido en Leeds y habían dicho a sus familias    que iban a visitar a unos parientes a Islamabad. Sin embargo viajaron a Somalia y se unieron a otros yihadistas de Francia, España, Italia y Alemania. Los detalles del pasaporte de los cuatro británicos habían proporcionado una huella de su viaje a Lamu, que permitía seguirles la pista desde el aeropuerto de Atenas hasta Mogadiscio, en el Cuerno de África. Desde allí viajaron a Lamu, donde llegaron sólo dos días antes del ataque de los bombarderos estadounidenses. Inmediatamente después, sus cuerpos fueron enterrados junto a los otros muertos por parte de sus instructores, que, a continuación, volvieron en avión a Mogadiscio…”
 
Contra el nazismo…
“El MI5 capturó a treinta espías alemanes en los primeros meses de la guerra. Fueron interrogados en Latchmere House, un centro especialmente preparado para dicha función en el pueblo de Ham Common, a las afueras de Londres. La casa de estilo victoriano, que había servido como hospital militar durante la Primera Guerra Mundial, pasó a ser el centro principal del MI5 para interrogar a espías enemigos capturados y estaba a las órdenes de otro personaje fuera de lo común que se había abierto camino en el Servicio de seguridad justo antes de la contienda.
Las celdas en que se alojaban los prisioneros tenían micrófonos ocultos. La comida era la imprescindible. A las nueve y media en punto de la mañana, Stephens, después de un desayuno abundante y vestido con su uniforme de teniente coronel del regimiento de gurkas, entraba en una celda y empezaba el proceso de desenmarañar la verdad sobre un sospechoso. Si al final quedaba satisfecho, lo entregaba a otros a fin de que hicieran de él un agente doble. Stephens podía necesitar muchas horas durante muchos días, y en ocasiones semanas, antes de sentirse satisfecho y decidir si el prisionero era útil o sería enviado a la Torre…”
 
Espionaje en la era espacial…
“El presidente Johnson no les había dicho cómo se habían gastado aquellos miles de millones en colocar un collar de satélites estadounidenses en el espacio profundo, algunos, a medio camino hasta llegar a la Luna, otros en una órbita baja, grabando imágenes de los acontecimientos mientras se producían. Cada robot espía tenía unos oídos mecánicos altamente afinados que escuchaban en todas las direcciones. Podían escuchar en secreto una conversación entre planificadores militares dentro de las paredes del Kremlin o fotografiar a los antiguos líderes de República Popular China mientras paseaban en el complejo de Zhongnanhai en Pekín, con la ayuda de marcos o palos de acero tubulares que imitaban la forma de los bosques húmedos que rodeaban Birmania y China. De hecho, los satélites podían controlar los silos de misiles en los Urales rusos; los tiempos de vuelo en minutos de las bases aéreas de
 
Europa Occidental; las fábricas de armamento ocultas en la frontera entre China y Mongolia y las fábricas que producían armas químicas al norte de Pyongyang, la capital de la virtualmente inaccesible Corea del Norte, en la que los satélites silenciosos habían penetrado sin esfuerzo. Cada una de sus múltiples cámaras debía recoger imágenes de todos los rincones del mundo que estuvieran bajo control comunista. Si aparecían huellas de un vehículo nuevo y desconocido alrededor de una fábrica o tierra cavada recientemente cerca de una base militar, era en puntos como aquellos, y no en la majestuosa topografía de Asia y la URSS, en los que se concentraban las cámaras…”
 
¡Una mujer de jefa…!
“Stella Rimington (1991-1996), que era una persona profundamente reservada, pasó a ser el centro de una vorágine de titulares para la que ni ella ni el MI5 estaban preparados. Se convirtió en la <<superespía ama de casa>>, la reina de todos nuestros secretos>> e, inevitablemente,<< la mujer del MI5 que rompe un amor secreto>>, un titular de un periódico que quería dar un poco de salsa a su separación de unos años atrás.
El `Sunday Times´ contrató a un detective privado que accedió a su cuenta bancaria e incluso encontró una pequeña suma que afirmó que había sido depositada por el jefe del KGB. Otro periodista publicó una encuesta en la que pedía a los lectores que proporcionaran la mejor historia sobre la <<mujer misteriosa>>. La nueva directora general se encontró perseguida como cualquier famoso…
…En el MI5, en general, su nombramiento fue bien recibido, especialmente por parte de las mujeres, cada vez más numerosas, que habían pasado de ser secretarias y oficinistas a agentes de inteligencia con todas las de la ley, en gran medida debida al impulso de Rimington…”
 
Un nuevo enemigo…
“En Washington, la respuesta inmediata a la destrucción de las embajadas fue que el presidente Clinton firmara la orden presidencial 13099. La intención era descubrir todas las redes financieras de Al Qaeda y, siempre que fuera posible, congelar sus activos utilizando la OFAC (Oficina de Control de Activos Extranjeros del Ministerio de Hacienda). A Richard Clarke, el zar del antiterrorismo de Clinton, se le podían perdonar sus suspiros. A pesar de su nombre imponente y de sus oficinas bien equipadas, la OFAC había logrado poco para descubrir las operaciones financieras de los cárteles de la droga colombianos; sus operaciones de blanqueo de dinero continuaban siendo tan misteriosas como siempre. Pronto fue evidente que la OFAC no lo haría mucho mejor contra Al Qaeda. Prácticamente no tenía información en sus archivos sobre la financiación del terrorismo, y su personal no había empezado a reunir datos hasta que la orden del presidente aterrizó en sus mesas…
La base del MI6 en Riad había averiguado que muchas organizaciones benéficas saudíes estaban directamente relacionadas con su gobierno y promovían una versión del extremismo islámico que Bin Laden continuaba apoyando. A pesar de que había sido expulsado del país, el régimen saudí había hecho poco para hacer más estrictas sus regulaciones financieras, lo que habría dificultado que los fondos circularan dentro y fuera del país para apoyar a Al Qaeda…”
 
Libro recomendable para amantes de 007, curiosos de las bambalinas que mueven el mundo y para la suegra el día de su cumpleaños que ante la magnitud de hojas y el tema deberá disimular que le gusta mientras por lo bajinis se caga en nuestros muertos…
 

viernes, 22 de febrero de 2013

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre

 
Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle
Libro: Corazón de Ángel
Autor: William Hjortsberg
Editorial: Círculo de Lectores, S. A.
Traducción: Eduardo Goligorsky
Año de Edición: 1989

 
Para quienes son lectores y amantes del cine, suele ser un dilema elegir el libro en que supuestamente se basa el guión de la película. Hay ejemplos de películas que te incitan a descubrir el libro en que se basan pero a veces surge la decepción ya que se edita el libro tras el éxito de la película y resulta que en vez de un relato o novela encontramos un guión literaturalizado. Un ejemplo de esto último sería Tiburón, película ya mítica y al que vorazmente me acerqué siendo adolescente y me sentí ultrajado por la decepción: era un guión burdamente enlazado para darle consistencia de novela y camuflar el guión.
Un ejemplo contrario sería L.A. Confidencial, deliciosa película que te hace descubrir la novela original y engancharte al universo del loco del James Ellroy.
Os preguntareis qué cojones hago enrollándome así, pero es que el título del libro, mal traducido del inglés por cierto pero seguramente porque la edición en español es posterior al título cinematográfico, os sonará por aquella peli del Alan Parker donde salía el entonces estrella del Mickey Rourke y la que hacía de hija del inefable Bill Cosby en su show televisivo…
¡Exacto!, aquel bomboncito que por enseñar tetas en la peli basada en el libro que tratamos hoy, la echaron del show y aunque no se ha vuelto a saber de ella puede que os pase como a nosotros en la redacción que no recordamos su nombre pero sí su cuerpo en la tórrida escena, y escandalosa para los 80´s, donde se cepilla al Rourke…
 
Del autor trasladaros como siempre los datos de la contraportada:
Nacido en Nueva York en 1941, ha escrito artículos para muchas revistas de primera línea como Playboy, Look o Squire y creó el guión de la película Legend. Como novelista tiene varios títulos en su haber y en 1978 publica éste mereciendo los máximos elogios por parte de la opinión pública y de periódicos de la talla del Washington Post y el New York Times.
 
Lo cierto es que hay ligeras variaciones respecto a la versión cinematográfica ya que la acción transcurre en la ciudad de los rascacielos mientras que Parker prefirió trasladar la trama vudú a la América profunda, la América USA digo.
Quien haya visto la película disfrutará de la novela y quinees se asomen a ella por primera vez tienen la ocasión de degustar una buena versión en la pantalla.

Os dejo como es habitual breves pasajes del libro:
 
Un nuevo caso para un huele braguetas…
“El edificio del número 666 de la Quinta Avenida era el producto de un connubio desgraciado entre el estilo internacional y nuestra tecnología aerodinámica autóctona. Lo habían construido dos años atrás entre las calles 52 y 53: cientos de miles de metros cuadrados de oficinas revestidas con paneles de aluminio repujado. Parecía un rallador de queso de cuarenta plantas. En el vestíbulo había una cascada, pero no parecía mejorar las cosas.

Subí al último piso en un ascensor rápido, acepté el número que me entregó la chica del guardarropas, y admiré el paisaje mientras el maître me estudiaba como si fuera un inspector veterinario de Sanidad a la hora de clasificar una ternera. Encontró el nombre de Cyphre en el libro de reservas, pero ello no bastó para convertirnos precisamente en camaradas. Lo seguí entre un amable murmullo de ejecutivos hasta una mesita contigua a una ventana.

Allí estaba sentado, con su traje de confección azul, a rayas finas, y con un botón de rosa en la solapa, un hombre entre los cuarenta y cinco y los sesenta años. Su cabello, muy estirado hacia atrás sobre una frente alta, era negro y abundante, pero su perilla cuadrangular y su bigote puntiagudo eran blancos como el armiño. Tenía la tez bronceada, era elegante, y sus ojos lucían un lejano y etéreo color azul. Sobre su corbata de seda marrón refulgía una pequeña estrella invertida de oro.

-Soy Harry Ángel –me presenté, cuando el maître separó mi silla de la mesa-. Un abogado llamado Winesap me dijo que usted quería hablarme de algo.

-Me gustan las personas que van al grano. ¿Qué bebe?

Pedí un manhattan doble, sin hielo. Cyphre dio un golpecito en el vaso con un dedo pulcramente cuidado, y pidió también lo mismo. Era fácil imaginar esas manos mimadas empuñando un látigo. Nerón debió de tenerlas parecidas. Y Jack el Destripador. Manos de emperadores y asesinos. Lánguidas y sin embargo letales, con dedos crueles y finos, perfectos instrumentos de iniquidad.”
 
New York…
 
“El edificio Brill estaba en la intersección de la calle 49 y Broadway. En camino hacia allí desde la calle 43, traté de recordar el aspecto que tenía el Times Square la noche en que lo vi por primera vez. Habían cambiado muchas cosas. Era la víspera del Año Nuevo de 1943. Se había esfumado todo un año de mi vida. Yo acababa de salir de un hospital del ejército con una cara flamante y nada más que calderilla en los bolsillos. Esa tarde alguien me había robado la billetera, llevándose todos mis bienes: el carnet de conducir, la documentación de la baja del ejército, las placas de identificación militar. Todo. Atrapado en medio de la multitud y rodeado por la pirotecnia eléctrica de los anuncios, sentía que mi pasado quedaba atrás como el pellejo abandonado de una serpiente que acaba de cambiar de piel. No tenía documentos de identidad, ni dinero, ni domicilio, y sólo sabía que marchaba calle abajo.

Necesité una hora para trasladarme desde el Palace Theatre hasta el centro del Square, entre el Astor y Bond Clothes, emporio del <<traje con dos pantalones>>. Me aposté allí a medianoche y miré cómo la bola dorada caía sobre la cúspide del Times Tower, un mojón al que no llegué hasta una hora más tarde. Fue entonces cuando vi las luces encendidas en la oficina de Crosssroads y cedí a un impulso que me llevó hasta Ernie Cavalero y una profesión que no abandoné nunca.

En aquellos tiempos, un par de colosales estatuas desnudas, una masculina y otra femenina, flanqueaban la cascada de cien metros de largo que se precipitaba sobre el tejado de Bond Clothes. Ahora, dos gigantescas botellas gemelas de Pepsi se alzaban en su lugar. Me pregunté si las figuras de yeso seguirían allí, encerradas en las botellas de metal laminado, como orugas adormecidas en el seno de sus cristales.

Frente al edificio Brill, un vagabundo vestido con un raído capote militar se paseaba de un lado a otro, mascullando <<basura, basura>> a todos los que entraban. Estudié el tablero instalado en el fondo del angosto vestíbulo en T y descubrí a Warren Wagner Associates, rodeado de docenas de promotores de canciones, empresarios de boxeo y escurridizos editores de partituras. El ascensor chirriante me llevó al octavo piso y exploré un oscuro pasillo hasta encontrar la oficina. Estaba en un ángulo del edificio y semejaba una conejera con sus varios cubículos y las puertas que los comunicaban.”
 
Y lo dejo aquí porque al igual que una buena película, a una buena novela negra y de terror, hay que descubrirla y no destriparla aunque en estos tiempos de corrupciones que salen a la luz, corruptos que tratan de que no les dé la luz y corruptelas inducidas por la banca a nuestra ética siempre viene bien ver cómo se compra un alma…
Libro ideal para regalar a la suegra, justos practicantes de religiones para asumir sus injusticias e ideal para turnos de noche en sitios solitarios. Sí recomendaros que la descubráis tanto en su versión cinematográfica como en el libro porque no defraudan ni una ni otra.
 
 
 
 
 
 

miércoles, 6 de febrero de 2013

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre

 
Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle
Libro: Soldados del Tercer Reich – Testimonios de lucha, muerte y crimen  
Autor: Sönke Neitzel & Harald Welzer
Editorial: CRÍTICA      
Traducción: Gonzalo García
Edición: 2011

 
Este es de esos libros que te puede llevar a la confusión a la hora de elegirlo como lectura del estante de la biblioteca.

En principio la contraportada nos habla de una obra basada en los testimonios de los soldados del Eje, mayormente alemanes, capturados entre 1940 y 1945 por los aliados y encerrados en instalaciones británicas y estadounidenses con la salvedad de que sus conversaciones eran grabadas…
Al empezar a leerlo, tienes la desagradable sensación de que parece justificar las atrocidades de la soldadesca nazi pero al poco tiempo de avanzar las primeras páginas asistimos en realidad a un delicioso estudio psicológico de las motivaciones del entorno socio-político y los marcos de referencia en que se forjó la despiadada máquina de guerra nazi.
 
 
Asistimos a las conversaciones de unos soldados que al principio, cuando la máquina de guerra alemana brilla con sus victorias de conquista de Europa y la moral está alta, a cómo a medida que se tuercen las cosas para Hitler afloran en las conversaciones temas que justifican renegar del nazismo.
Y es muy interesante porque esos marcos de referencia se instalaron con su idiosincrasia en la España posterior a 1939, se licuaron a partir de 1953 y finalmente asistimos a residuos en las televisiones afines a tesis de derechas y santos patrones…
Sönke Neitzel, nacido en 1968, fue nombrado en 2010 Senior Fellow del Instituto de Ciencias Culturales de Essen y es, desde 2011, catedrático de Historia Moderna y Seguridad Mundial en la Universidad de Glasgow. Se dio a conocer con Abgehört. Deustche Generäle in britischer Kriegsgefangenschaft 1942-1945, publicado en 2005.
Harald Welzer, nacido en 1958, es director del Centro de Investigación Interdisciplinar de la Memoria, del Instituto de Ciencias Culturales de Essen y enseña Psicología social, entre otras materias, en la Universidad de St. Gallen. Ha publicado, entre otras materias, en la Universidad de St. Gallen. Ha publicado, entre otras obras, Täter. Wie aus ganz normalen Menschen Massenmörder werden (2005), y Guerras climáticas (2008). Sus libros se han traducido a 15 idiomas.
Información sacada de las solapas como siempre y como siempre me solapo para dejaros unas breves pinceladas…
Introducción a las sociedades y sus naufragios…
“Los casos de naufragio de sociedades enteras muestran la extensión con la que pueden llegar a actuar las ataduras culturales. Así ocurrió con los vikingos normandos, que hacia el año 1000 conquistaron Groenlandia y sucumbieron al no saber renunciar a las costumbres agroalimentarias que habían traído de Noruega, a pesar de que, en Groenlandia, las condiciones climáticas eran muy distintas. Así, en lugar de alimentarse de pescado, muy abundante en la zona, intentaron practicar la ganadería, pese a que la estación de los pastos, en la isla, no duraba el tiempo suficiente. Esto no supone que fuera imposible sobrevivir en tales circunstancias ambientales, como demuestra el caso de los inuit, que ya poblaban Groenlandia en tiempos de los vikingos y en la actualidad todavía la pueblan. El ejemplo más famoso del   naufragio de una sociedad debido a las ataduras culturales lo ofrecen los habitantes de la isla de Pascua, que invirtieron tal suma de recursos en la producción de esculturas gigantes como símbolo de la condición social que, a la postre, socavaron la base de la supervivencia hasta el punto de causar su propia extinción.
Las ataduras culturales (entre las cuales deben incluirse también, por supuesto, las religiosas) aparecen en los sentimientos y conceptos de la vergüenza y el honor, y, en general, en la incapacidad de solventar los problemas <<racionalmente>> aun cuando, desde el punto de vista del observador, tales soluciones parecen hallarse tan a mano como en el caso de los vikingos, a los que les habría bastado con pasar de la carne al pescado.”                                                        
 
Situaciones…
“En 1973 se realizó en la Universidad de Princeton un experimento notable. A una serie de estudiantes de teología se le encomendó la tarea de redactar una breve conferencia sobre la parábola del buen samaritano. Una vez elaborada la charla, se invitaría a cada autor por separado a presentarse en un determinado edificio del campus, donde se grabaría una lectura para emitirla por radio. Mientras un estudiante aguardaba en solitario a recibir la invitación a presentar la charla, aparecía de pronto alguien que le decía: << ¡Vaya! ¿Aún estás aquí? ¡Hace tiempo que tendrías que estar allí! Date prisa, ¡con un poco de suerte, el asistente aún te estará esperando!>>. El estudiante corría a su destino y, en ese mismo momento, se situaba ante la puerta   del edificio universitario elegido a una persona que fingía desamparo, y, entre toses y gemidos, se retorcía en el suelo. Era imposible entrar en el edificio sin percibir a esta persona que, a todas luces, parecía estar pasando graves dificultades…
…Lo primero que nos dice este experimento es que, antes de que una persona actúe con respecto a algo, debe haberlo percibido. Cuando alguien trabaja con toda la concentración puesta en una labor, simplemente, desconecta la percepción de muchas otras cosas: lo que no tiene que ver con el cumplimiento de la tarea. Esta focalización no tiene nada que ver con cuestiones morales, depende de la economización de los actos, necesaria y casi siempre activa, que procura prescindir de lo superfluo. Otros experimentos han demostrado que la decisión de ayudar depende, en alto grado de `quién´ necesite la protección: se ayuda antes a las personas atractivas que a las que no lo son; ayudamos antes a las personas, que por sus rasgos externos, pertenecen al mismo grupo en el que nosotros nos incluimos, que a aquellos que adscribimos a grupos ajenos. También a aquellas personas que parecen haber sido las causantes de su propia desgracia –como por ejemplo, los borrachos- se las ayuda con menos frecuencia que a las que han caído en una mala situación por causas externas.”
 
Crímenes de guerra: matar como fuerzas de ocupación…
“Desde la Antigüedad, la concepción de lo que supone un crimen de guerra se ha ido transformando considerablemente y sin cesar. En consecuencia, apenas cabe construir una medida de lo que, en relación con el ejercicio de la violencia, cabe considerar una guerra <<normal>>. En vista de la incontable cantidad de personas que, en el transcurso de la historia, han caído víctimas de la violencia desenfrenada, la pregunta que cabría formular es la contraria: si respetar las convecciones de limitación de la violencia no es lo excepcional en la guerra, mientras que la falta de normas sería la condición normal. A ello se puede oponer que ningún comportamiento social –y por ende, tampoco ninguna guerra históricamente constatable- se ha desarrollado sin reglas; ni siquiera la segunda guerra mundial. El marco de referencia de los soldados les daba una idea ciertamente clara de las formas de ejercicio de la violencia eran legítimas y cuáles no lo eran; lo que no significa que los límites de lo legítimo no se pudieran transgredir.
No obstante, no cabe duda de que, durante la segunda guerra mundial, la violencia se liberó de sus límites, cualitativa y cuantitativamente, hasta alcanzar un extremo sin precedentes. Es cuando más cerca se ha llegado de la <<guerra total>>, una condición que, en cualquier caso, requiere de la descripción teórica. La experiencia de la primera guerra mundial había provocado que, en los análisis realizados en el seno de las fuerzas armadas en el periodo de entreguerras, muchos consideraran ora necesaria ora inevitable una radicalización de la guerra. E n consecuencia, la guerra siguiente sería una guerra <<total>>; en ello coincidían muchos expertos. La diferenciación entre combatientes y no combatientes ya no se antojaba propia de los tiempos, en una época en que las naciones luchaban por la supervivencia, empleando ejércitos masivos y sociedades movilizadas casi por completo. Así, en el periodo de entreguerras, aunque se produjeron varios intentos, no pudo imponerse un freno regulador al embrutecimiento de la guerra. La eficacia de las grandes ideologías, el distanciamiento general con respecto a ideas liberales, el perfeccionamiento de nuevas armas como por ejemplo los bombardeos estratégicos y los planes de movilización cada vez más expansiva convirtieron en papel mojado todos los esfuerzos de contención de la violencia.
A ello se añadieron las numerosas y diversas experiencias violentas vividas entre 1918 y 1939 (la guerra civil rusa, 1918-1920; represión de los levantamientos en Alemania, 1918-1923; guerra civil española, 1936-1939; guerra chino-japonesa, desde 1937), que corrían diametralmente en contra de los intentos de prescribir reglas que controlaran el uso de la violencia en la guerra. Por ello, ni siquiera la firma de la segunda Convención de Ginebra sobre el trato debido a los prisioneros de guerra (1929) pudo contrarrestar decisivamente esta evolución.”
 
Luchar, matar y morir…
“En este contexto es interesante destacar que las propuestas de crear <<misiones suicidas>> no procedían de la máxima dirección política o militar, que por otro lado no se había cansado de exigir que se combatiera hasta la muerte. Mientras que en los frentes terrestres cientos de miles de soldados perdieron la vida de resultas de las órdenes de resistencia a ultranza, Hitler no supo decidirse a ordenar a la Luftwaffe que emprendiera un ataque suicida con varias decenas de pilotos. Por otra parte, el asalto del 7 de abril de 1945 no fue una misión kamikaze en el sentido clásico de la palabra, dado que los pilotos podían salvar la vida con el paracaídas. Sobrevivió el 60 por 100 de aquellos pilotos, un porcentaje que hacía ya tiempo que no se alcanzaba, por ejemplo, en la rama submarina…
…En su conjunto cabe afirmar que las misiones suicidas de Hitler mostraron una incoherencia pasmosa. Exigió a los soldados que combatieran hasta el último cartucho y hasta el último hombre. Sus órdenes debían vetar toda retirada y toda rendición antes de hora y, mediante una lucha fanática, mostrar el supuesto camino a la victoria bélica. Incluso cuando hablaba de que <<todo búnker, todo edificio de una ciudad alemana o cualquier pueblo (debe) convertirse en un fortín en el que o bien el enemigo se desangre o bien los defensores queden sepultados bajo ellos en un combate hombre contra hombre>>, estaba aceptando que había supervivientes. Así ocurrió por ejemplo con los defensores de la fortaleza de Metz, para los cuales Hitler creó incluso una banda de brazo especial. Si hubieran empleado el último cartucho para quitarse la vida, no cabe duda de que Hitler lo habría considerado particularmente honroso.
Ello no obstante, el dictador no exigió esa actitud con decisión; y sin embargo, las órdenes de resistencia a ultranza que emitió tuvieron como consecuencia el sacrificio de las vidas de cientos de miles de soldados. Hacia ellos, Hitler solo mostró indiferencia. Lo veía como una parte necesaria de la batalla por el destino del pueblo alemán, que se estaba jugando la victoria o la destrucción. Pero, a pesar de toda esta dureza, Hitler se arredró ante el último paso, ordenar `con determinación´ un ataque suicida; igual que se arredró al evitar el empleo del gas venenoso como último nivel de la guerra total.”
 
Traslación a las guerras actuales…
 
“La perdición de las personas que había en tierra empieza en el momento en que uno de los soldados de los helicópteros cree reconocer a un iraquí armado. Desde el momento de esta identificación, el grupo de personas de tierra, que los tripulantes observan a gran distancia, por medio de monitores, se convierte en un <<blanco>>: la intención de apuntar a ese blanco y destruirlo resulta prácticamente automática, a partir de aquí. Al cabo de unos pocos segundos, otros tripulantes identifican nuevas armas; en pocos segundos pasamos de una persona armada a varias; las armas se convierten en rifles semiautomáticos del tipo AK-47; finalmente un AK-46 da paso a un cohete anticarro.

Cuando el primer helicóptero recibe la orden de atacar, el grupo desaparece de su vista, porque ha quedado detrás de un edificio. En este momento, la percepción de los soldados se centra sobre todo en enmarcar de nuevo a aquellas personas con el visor. Ahora, los supuestos insurgentes no sólo llevan armas, sino que también las utilizan…”
 
Sin hacer prisioneros…
“El trato otorgado a los prisioneros de guerra, durante la segunda guerra mundial, adoptó formas muy distintas. Varió desde el seguimiento literal de la Convención de Ginebra hasta la matanza colectiva. Mientras en los campos alemanes sólo murió entre el 1 y el 3 por 100 de los prisioneros angloestadounidenses, la cifra de los soldados del Ejército Rojo asciende a cerca del 50 por 100; esta cifra supera en mucho incluso la elevada tasa de mortalidad de los prisioneros aliados en cautividad de los japoneses. El exterminio sistemático mediante el hambre, que interpreta un papel en las propias actas de las escuchas, es algo que sin duda queda fuera del marco de referencia convencional de la guerra y sólo cabe comprender en el marco de la guerra de exterminio nacionalsocialista. Dicho sea de paso, las actas también muestran que los soldados espiados consideraban del todo reprobable el trato dado a los prisioneros del Ejército Rojo y que podían desarrollar empatía por los maltratados. Aunque, en su mayoría, la tropa no solía
entrar en contacto con la auténtica vida cotidiana de los campos, los soldados han visto pasar los incontables trenes de prisioneros del frente hacia la retaguardia y tenían una idea clara y exacta de cómo se trataba a los soldados enemigos. Sin embargo la mayoría fueron sólo espectadores; las posibilidades de alterar en algo las circunstancias fueron siempre muy limitadas.
En la zona de combate se presentaba una situación completamente distinta. Aquí prácticamente todo soldado normal era un agente a quien correspondía decidir por si solo, en la mayoría de los casos, si mataba a su adversario o si lo hacía prisionero. En el calor de la batalla, siempre había que negociar desde cero cuando el soldado enemigo que aún quería se matar se convertía en un prisionero cuya vida se debía proteger. Esta zona gris podía prolongarse durante horas o incluso días, por ejemplo cuando los prisioneros y sus guardias se veían envueltos en nuevas acciones de combate.”
 
Libro ideal para lectura reposada, turnos de noche con vigilia y a la suegra que gusta de emisoras televisivas papales y de nostalgia franquista, también para la suegra a ver si se entera de que su marco de referencia es dañino y deje de regañarnos como niños…
Psicología de soldadesca marcada ésta por el ambiente socio cultural y político de sus marcos de referencia antes del   conflicto, los alemanes y el nazismo en este caso…
Modelo vigente en España tras la guerra civil y más o menos latente hasta 1981, aunque veamos cadenas de televisión que quieren anclarnos en el pasado.
 

lunes, 28 de enero de 2013

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre

 
Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle

 
Libro: El mundo secreto del Opus-Una investigación sobre la polémica secta en el corazón de la Iglesia católica

Autor: Michael Walsh
Editorial: Plaza & Janes Editores S. A.
Traducción: Esperanza Pérez
Edición: Segunda edición, marzo 1990

 
Traemos de nuevo a Lomo con tapas un libro que trata sobre ese secta que alcanzó el poder político en el siglo VI: la Iglesia católica, pero que trata dentro de una secta en su seno: el Opus Dei.
Básicamente el Opus Dei es una secta de carácter ortodoxo bajo los parámetros del Concilio Vaticano II que ansía lograr la eternidad y la salvación mediante un código de vida y la evangelización dentro del ámbito profesional y laboral.
Para ello recluta acólitos entre la juventud apenas adolescente y si no un secretismo sí un hermetismo para la sociedad ajena a la secta y por supuesto ajena a la Iglesia católica.
 
Fundada por un iluminado español que tuvo la suerte y la fortuna de un contexto histórico donde una dictadura fascista y nacional tradicionalista, confió las tareas de gobierno en una fase de la dictadura en que hacían falta tecnócratas y no falangistas de retaguardia con brazo en alto y loas al estado nacional socialista.
Le unimos el Concilio Vaticano II que relajó las normas imperantes durante siglos en la Iglesia y tenemos el lev motiv de esta secta que se cree no sólo en la verdad de la veneración a Dios sino que además se consideran guardianes sacrosantos de la tradición…
 
Algún lector de justos ideales podría pensar que esto es un alegato contra el Opus Dei, pero es la conclusión tras leer éste y otros documentos. Por otra parte es oportuna esta lectura tras la muerte de Sor María, esa monja de Dios que actuaba como un auténtico demonio arrebatando bebés de las entrañas de sus madres.
También es actualidad el que varios obispos impidan celebraciones de congresos laicos…
Es curioso el caso de la Iglesia católica que vive de confesar a pecadores y que la mierda metafísica de cada individuo reconozca su debilidad a Dios pero la Iglesia no gusta de limpiar su propia mierda, escandalosa y obscena por cuanto casi nunca hace lo que siempre obliga que hagamos: el bien, poner la otra mejilla y renunciar al poder material.
El problema de toda religión cuando alcanza el poder político, ver lo que ocurre en el mundo islámico es muy semejante a lo ocurrido al cristianismo, es que le resulta difícil conjugar sus enseñanzas con su obra terrena, y España es un país que lleva demasiada historia cargando con sus pecados y siendo un bastión de la fe…
Afortunadamente la democracia avanza y la sociedad también. No tenemos nada en contra de las religiones salvo que deberían ceñirse al ámbito privado. Los católicos españoles y sobre todo los del Opus Dei, deberían mirar a su mierda y reconocer que la muerte de Sor María no es el fin de esclarecer lo ocurrido y juzgar a los culpables. Por supuesto que afortunadamente el sistema tiene un poder judicial independiente y la pasada tarde una formación política pedía la creación de una comisión independiente…
 
El Gobierno, con el señor Rajoy al frente, debería sumarse a esta petición, no por política sino porque si un gobierno que se define de derechas deja que la muerte de la punta del iceberg haga caer en el olvido los hechos, flaco favor le hace a la democracia y a España.
Parece que la Iglesia católica en España está permanentemente cobrando la deuda de haber sido paladín de la cristiandad cuando es la Iglesia católica, los Papas y el Vaticano quien tiene no una sino muchas deudas con España. La penúltima contar que ocurrió, decir lo sucedido, nadie pide crucifixiones, pedimos saber la verdad.
 
Sor María seguramente tenía un confesor. La Iglesia católica defiende el derecho a la vida tratando de impedir el derecho al aborto alegando que se comete un crimen…

¿Cómo se llama engañar, estafar y mentir a una madre diciéndole que su hijo ha muerto cuando está vivo?
¿Cómo se llama reprochar a una madre sus relaciones sentimentales y aconsejando que la muerte no ocurrida pero que la madre cree verdad, es lo mejor que podía pasarle?
 
Todas las dictaduras cometen crímenes parecidos e iguales. Argentina y su sociedad saben del mismo drama con la sutil diferencia de que allí mataban a las madres.
La propia Iglesia católica debería dar todo tipo de facilidades para saber la verdad. La adopción otorgada por Sor María necesitaba de toda una infraestructura y cualquier análisis de la información proyecta la hipótesis de que el personal médico, los titulados, deberían estar de acuerdo con lo que ocurría…
¿Eran del Opus Dei?

Michael Walsh, ex jesuita, es un historiador católico que ha escrito, dado conferencias y participado en emisiones de radio y televisión sobre asuntos religiosos del pasado y del presente, también sobre los problemas polñiticos de España y América Latina.
Esta información como siempre es de la contraportada aunque a simple vista me hace quedar como un erudito.
Os dejo con unos breves pasajes y hemos seleccionado aquellos que pueden parecer más interesantes a nuestros ojos. Pero se trata de un libro de investigación que no juzga, muestra las pruebas, los indicios, las teorías y las declaraciones de los testigos. Pero es el lector quien debe sacar sus propias conclusiones, cosa que no permitirán a los integrantes del Opus Dei que tengan la intención…
¿No os recuerda esta actitud la de los talibanes, ein?

 
Un método de financiación y control cojonudo…
“Los beneficios de la profesión de los miembros, desde luego, van a parar a los cofres del Opus Dei. Antiguos miembros recuerdan que raramente había una reunión en una casa del Opus que no terminara con una colecta.
El apostolado es el criterio. Para los hombres de negocios que se demoran demasiado en una comida de negocios les trae el consuelo (Escrivá de Balaguer en sus enseñanzas): les recomienda el <<apostolado del almuerzo>> (máxima 974 de 999). Pero se guardarán del probable embarazo de mezclarse con invitados inadecuados. De los miembros del Opus se espera que ejerzan su apostolado principalmente entre sus iguales (constitución de 1950, párrafo 186). Además se espera que mantengan un nivel de vida acorde con su categoría profesional: en cuestión de pobreza no debe de haber uniformidad entre los miembros. Incluso las tiendas en las que distintas categorías compran la ropa están clasificadas según el nivel dentro del opus, afirma Vladimir Felzmann: las categorías superiores compran en las tiendas de clase alta, las inferiores, en especial las mujeres auxiliares, en cadenas de almacenes baratos.
Las mujeres reciben un trato injusto de Escrivá: hay una vena fuertemente antifeminista en `Camino´. <<Ellas no hace falta que sean sabias: basta que sean discretas>>, dice la máxima 946, más bien insinuando que la discreción les parecerá una virtud lo bastante difícil de conseguir. Una parte separada de la Constitución de 1950 estaba dedicada a la sección de mujeres (una práctica abandonada en la nueva Constitución), en la que no se contempla que las mujeres lleguen a una gran superioridad. Las tareas que Escrivá anotó en el párrafo 444 eran firmemente tradicionales. Se esperaba que los miembros femeninos del Opus Dei asumieran tareas como la de dirigir casas de retiro, publicar <<propaganda>> católica (<<escrita con la ayuda de los editores>>) promoviendo la educación de chicas –aunque aparentemente sólo en escuelas de un solo sexo-, enseñar a las mujeres campesinas <<tanto la destreza apropiada como los preceptos cristianos>> y preparar a sirvientas para el trabajo doméstico, un empeño principal para los miembros femeninos del Opus y una significativa fuente de reclutas. Y también tenían que cuidar las capillas (párrafo 445).”
El poder de la confesión…
“La confesión en el Opus se convierte en una importante forma de control social. Su uso por los miembros del opus está restringido en la práctica a los sacerdotes miembros a su vez del Opus, y se utiliza para inspirar sentimientos de culpabilidad por no poder vivir con arreglo a los ideales más altos y dañar de ese modo a toda la institución.
El apartado sobre la confesión en `Crónica´ fue leído por un sacerdote jesuita, el padre Brendan Callaghan, un psicólogo clínico experto en tratar con miembros de instituciones religiosas que sufren desórdenes psicológicos. Las notas que preparó para este libro expresaban su creciente alarma. Algo de esta inquietud surgió estrictamente de las cuestiones teológicas, y también de la confusión urdida entre <<nuestro Padre>>, significando Escrivá de Balaguer. Hay, por ejemplo, una constante utilización del Evangelio de Juan, capítulo 10, versículos 1-19, la historia del buen pastor y del redil, como si el redil fuera el mismo Opus y los malos pastores que van a robar y matar fueran sacerdotes que no son del Opus, que pudieran ser abordados por miembros de la Institución. <<leí este pasaje [de `Crónica´] de principio a fin varias veces –comentaba Brendan Callaghan-, porque creí que me estaba volviendo paranoico. Pero es la única interpretación que tiene sentido… esperaba que el mal pastor pudiera ser un término aplicado al `espíritu maligno´, pero no hubo suerte>>. A propósito, ésta es la versión de Escrivá del pasaje del Nuevo testamento. La Historia no identifica a los ladrones y destructores con pastores.”.
 
Política y negocios…
En diciembre de 1985 un tribunal de Munich concedió al Opus Dei un interdicto para prevenir la publicación de un libro en el que se afirmaba que algunos miembros del mismo habían trabajado con los escuadrones de la muerte en Chile. La acusación de que el Opus apoya a regímenes militares en Latinoamérica se la hacen con frecuencia los críticos de la organización y ésta lo niega acaloradamente.

La acusación no desparece. De varias maneras les acusan académicos, periodistas y clero católico. El profesor Brian Smith, por ejemplo, que enseña política en el Massachusetts Institute of Technology, en su libro `The church and politics in Chile´ (1982), considera que el Opus es una de las fuerzas desilusionadas por el modesto liberalismo del presidente Eduardo Frey entre 1964 y 1970, y afirma que sus miembros estuvieron entre los primeros administradores principales del brutal y opresivo régimen militar del general Pinochet, que, en septiembre de 1773, derrocó al Gobierno socialista del sucesor de Frei, Salvador Allende.
El boletín informativo latinoamericano `Noticias Aliadas´, fue más explícito. En diciembre de 1975, cuando lo dirigía un sacerdote católico, publicó un reportaje en el que se afirmaba que el opus en Chile había recibido fondos de fundaciones conservadoras estadounidenses ya en 1962; que organizaba a los terratenientes en contra de las modestas reformas agrarias de Frei y que ayudaba a crear, con dinero de la CIA, la Sociedad Nacional de Agricultura, que se oponía a los sindicatos que habían llevado a Allende al poder. Penny Lernoux, un escritor afincado en Bogotá, afirma: <<El Opus Dei y Patria y Libertad (un grupo terrorista de ultraderecha) trabajaron juntos en Chile durante los años de Allende, y el general Juan Carlos Onganía, dictador de Argentina de 1966 a 1970, tomó el poder después de hacer un retiro religioso auspiciado por el Opus Dei.
Camilo Torres, un sacerdote colombiano convertido en revolucionario, escogió la lucha armada contra el Gobierno de su país después de su fracaso por alcanzar una mayor justicia social por medios democráticos. Le dispararon en febrero de 1966. El oficial encargado de la brigada que mató a Torres, convirtiéndolo así en una especie de Che Guevara eclesiástico y en un héroe para los radicales católicos de Latinoamérica, es ahora general (1990). Dirige una revista del Opus en Bogotá. Pero sigamos en Colombia. Durante la campaña para las elecciones presidenciales en los primeros meses de 1986, <<PROMEC>>, la cadena de Televisión propiedad de miembros del Opus, apoyó al más conservador de todos los candidatos conservadores, excesivamente pro americano y totalmente opuesto a hablar de paz con los movimientos guerrilleros del país. No ganó.”
 
El Opus y Franco…
“A finales de los cuarenta, Panniker era el director de Àrbor´, la revista insignia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Fue el grupo de intelectuales del Opus en torno a `Arbor´, del CSIC en general y en particular de `Rialp´, la editorial del Opus fundada en 1947 por Calvo Serer, el que se convirtió en notable de la política española. Una tesis doctoral escrita para la <<New School of Social Research>> de Nueva York sostiene que el libro de calvo Serer `La dictadura de los franquistas´, publicado en parís en 1973, proporciona amplia evidencia de que los miembros del Opus actuaban unidos y conspiraban en el esfuerzo de acercarse al poder en España, aun cuando él lo niegue. Panniker es muy contundente: según él, se proponían ver si podían asumir el mando del Estado español…, y casi lo consiguieron.
El desplazamiento hacia las posiciones del Gobierno franquista comenzó en 1951, en el momento justo en que la influencia del Opus en España parecía estar a punto de declinar debido al relevo de Ibáñez Martín como ministro de educación por Joaquín Ruiz Jiménez, un católico leal, pero con opiniones liberales sobre política y cuestiones sociales. Este inició una breve liberalización del régimen de Franco, que incluía el establecimiento de un Ministerio de Información y Turismo. Un miembro del Opus se convirtió en el primer director general. Villar Palasí, que tenía estrechos
vínculos con el Opus, se convirtió en su secretario técnico. La información era
una inquietud obsesiva del Opus: sus elevadas posiciones en el nuevo Ministerio dieron a estas dos personas un control considerable sobre la censura, una cuestión candente en España hasta el final de la era de Franco, y sobre la propaganda del régimen en emisoras y en la prensa.”
 
En resumen que uno de esos tipos que surgen a lo largo de las religiones y que es en realidad carne delirante de agudos, ve la sagrada iluminación de que él y sólo él y su Opus Dei tiene la verdad de la buena y verdadera que ha logrado al cabo del tiempo que tanto Papas como gobiernos les de cuota y parcela de poder ejecutivo.
Libro para escandalizar suegras católicas y beatas, ideal para turnos de guardia y conocer algo más el mundo que nos rodea y lectura imprescindible para mentes curiosas que se preguntan quiénes serán y qué el Opus Dei...
Una secta más.
 

domingo, 13 de enero de 2013

"Lomo con tapas", suplemento literario cutre

 
Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle
Libro: Mahoma – La vida de un profeta
Autor: Roger Garatini
Editorial: El Ateneo
Traducción: Cristina Peña
Año de la edición: 2003

 
Nos acercamos hoy en Lomo con tapas a la biografía de uno de esos tipos a los que es difícil aproximarse: Mahoma.
 
Personaje tan polémico como el mismísimo Jesucristo, Buda, Confucio y cualquier otro personaje de la historia de la humanidad que creó una religión, una fe y un sentido a la vida que trasciende más allá de la muerte.
Siglos de andar a hostias y matando en nombre de Dios y Alá, han provocado que el ciudadano europeo ignore casi completamente cómo surge el Islam y la vida de su profeta provocando la ignorancia respecto a nuestra frontera sur y sus habitantes. Ahora que la ciudadanía islámica ha comenzado un movimiento de reclamación de apertura a todos los niveles del Islam se hace necesario conocer al menos someramente algo de su cultura islámica…
Y es que éste andar a hostias y matanzas entre judíos, cristianos y musulmanes si se analiza un poco la historia y el génesis de ambas se aprecia que en realidad lo que hay es una mezcolanza de inteligencia monoteísta perseguida por politeístas primero y monoteístas después, secta humanista que alcanza el poder amparada en el todopoderoso y la supremacía tecnológica e intereses mercantiles buscando su propia definición como grupo humano.
Todo esto sería intrascendente si no fuera porque cada vez que enarbolamos la bandera religiosa para ondearla con la política produce auténticas matanzas, exterminios y odios perennes.
 
Un marco geográfico hostil pero vital para el comercio, de aquella, entre los nuevos reinos europeos y Bizancio a la vez que correa de transmisión entre culturas desde el Lejano Oriente hasta Portugal, lo cual no deja de hacernos pensar que lo que aparentemente es una zona, Oriente Medio, árida y despreciable para un asentamiento humano es en realidad una zona que siempre está unida a la prosperidad europea: ayer era el comercio de mercancías entre oriente y occidente, hoy es la despensa petrolífera…
Pero no debemos engañarnos, el Islam es para el ciudadano occidental un oscuro recoveco al que pocas veces nos asomamos, una escritura completamente distinta y un idioma que nos suena a marciano a la hora de vocalizarlo. Por otra parte, siglos de verles como asesinos de cristianos y unas referencias culturales de oscura cultura como patronos rebanadores de cabezas y tradiciones festivas, en toda Europa, unido todo ello a un atraso intelectual que abona una dependencia del clero islamista y una dependencia tecnológica de occidente abre más la brecha entre unos y otros. Afortunadamente esa brecha ya es inexistente en internet y se abre un horizonte a un despertar de sentirse ciudadanos y no siervos por parte de la juventud musulmana.
La tragedia de ese país fronterizo en sí que es Afganistán hizo que occidente combatiera a la URSS en ese frente de la Guerra Fría dotando de tecnología militar a una pequeña porción de insurgentes contra el invasor soviético. Ese ejército de élite, al terminar la Guerra Fría, volvieron a sus costumbres tribales sólo que dotados de armas, una fe fanática en la ortodoxia islamista y decidida a combatir a occidente: si tenían Stinger era porque Alá así lo dispuso. Para este grupo de soldados de primera línea, occidente seguía siendo un nido de infieles imperialistas de Cristo…
Pero Roger Caratini lo que nos muestra es una biografía que a diferencia de la de Jesús de Nazaret, está documentada tanto por sus coetáneos como por aquellos que tuvieron contacto con su persona. Le unimos una soberbia tradición que ha eliminado distorsiones, aunque las hay como en toda religión a la hora de recopilar datos transmitidos por vía oral, y por tanto resulta posible ver las implicaciones que rodean no ya la figura de Mahoma como el mundo en que vivía. Si los cristianos tuvieran datos tan registrados de Jesús y sus apostolados es posible que muchas barrabasadas que se justifican en su nombre no tuvieran cabida.
Mahoma se nos muestra como un hombre de su tiempo y en sus marcos de referencia. El autor logra llevarnos a la evolución primero y transición después de un tipo que posiblemente tenía algún tipo de brote psicótico, no es insulto al Islam pero es normal en este tipo de profetas, y apostaría la nómina de mi vecino a que Jesús, Abraham y demás fundadores de religiones eran carne de agudos, que supo llevar su idea captando las implicaciones políticas, sociales y geo estratégicas de la nueva religión que unió como etnia trascendental lo que eran grupos tribales nómadas y asentamientos mercantiles con cultos politeístas en península arábiga…
Roger Caratini, filósofo de las ciencias y enciclopedista, es el autor de numerosos ensayos científicos, filosóficos e históricos…
Y no puedo poner más del autor porque la solapa es parca en dar datos, salvo que es conferencista en la Mezquita de París, pero no seáis cobardes y echéis a correr que no es un libro de apología y no entrareis en pecado que os obligue a confesar y purgar haber leído a un musulmán, también tienen intelectuales como los cristianos…
 
Antes del Islam…
“Los antiguos autores árabes llamaron Yahiliyya al estado en el cual se encontraba Arabia y a los individuos –sedentarios o nómadas- que lo habitaban antes de la predicación del Islam por parte de Mahoma, es decir, antes del año 610 de la era cristiana. El adjetivo `djahil´ posee un sentido discutido entre los orientalistas: para unos significaría `bárbaro´, por oposición a `civilizado´; en el Corán, donde aparece nueve veces, se emplea en el sentido de `ignorante (de Dios) ´…
La inmensa península arábiga, equivalente seis veces a la extensión de Francia, parece `colgar´ en los mapas entre África y Asia, separada respectivamente de esos dos continentes por el mar Rojo y el golfo pérsico. Se hunde, hacia el sur, en el océano índico; está aislada de las estepas y de los desiertos de Siria por el Gran Nafud, un gran espacio arenoso en el cual es posible subsistir… Siempre que se posea el saber ancestral de los nómadas. Arabia es, por lo tanto, una especie de isla, rodeada de agua por tres de sus costados y de arena por el norte. Los antiguos geógrafos árabes no se equivocaron: la llamaron djazirat al-arab, la isla de los árabes´.
Durante largos siglos, esta península permaneció desconocida para sus vecinos del norte –babilonios, cananeos, arameos y hebreos, fenicios- y la Biblia no hace alusión a ella más que en el `Libro de los jueces´ (6-3), a propósito de combates que, hacia el año 1100 A. C., emprendieron bandas israelitas, que todavía no habían constituido un estado, contra los sedentarios y los nómadas de Palestina. Entre estos últimos, la Biblia cita a los `hombres del país de Madián´, es decir –al parecer-, las bandas beduinas llegadas del noroeste de Arabia, que hostigaban a los hebreos en tiempos del juez Gedeón.”
Mahoma adolescente…
“La madre del Profeta tenía familia en Medina (tíos y tías por el lado de su madre). Cuando Mahoma cumplió cinco años, pidió permiso a Abd al-Muttalib, que se encargaba de mantener al niño, para ir a Medina, pues quería presentarlo a sus tíos abuelos y visitar la tumba de Abd Alá. Abd al-Muttalib consintió y fue el primer viaje del Profeta, que se quedó en Medina (a la que se llamaba entonces Yathrib) durante un año.

Al regresar de esa ciudad Amina cayó enferma, en un lugar llamado al-Abwa, entre Medina y La Meca. Allí murió y fue enterrada en el lugar, su hijo fue llevado por sus compañeros de viaje; tenía entonces seis años.
Esta vez era definitivamente huérfano: no tenía más que a su abuelo. Ibn Ishaq, en la Sira, explica que instalaron un lecho para Abd al-Muttalib a la sombra de la Kaaba; sin duda sus otros hijos e hijas dormían, así como Mahoma, en la casa vecina. Cuando Abd al-Muttalib estaba en la cama, sus hijos lo rodeaban, sentados en el suelo, por respeto al padre, hasta que se levantaba, pero el pequeño Mahoma saltaba sobre el lecho y jugaba con su abuelo, que le acariciaba la espalda.
Abd al-Muttalib envejecía. Cundo sintió próximo su fin, llamó a sus seis hijas y pidió a cada que compusiera una elegía a fin de oír lo que dirían después de su muerte…
…La guerra del fidjar terminó en 590 (¿o 589?), en Shawal, décimo mes del calendario lunisolar de los árabes; Mahoma tenía entonces alrededor de quince años. Al mes siguiente, varios clanes coraichitas hicieron un pacto de que ya hemos hablado, el `Juramento de los Virtuosos´ (hif al-fudul); los representantes de esos clanes –entre los cuales se contaban los Banu Hashim, el clan al que pertenecía Mahoma- juraron solemnemente, después de haber lavado la Piedra negra de la Kaaba y haber bebido el agua de enjuague, ser todos `como los dedos de una sola mano, para el oprimido contra el opresor´. Abu Talib, jefe de los hachemita, prestó sin duda el juramento y, como eso ocurría en la plaza pública, es muy probable que Mahoma haya asistido… … ¿Cuáles eran las preocupaciones del joven entre los quince y los veinte años? Por cierto no se hallaba ocioso, pues la vida en La Meca era muy agitada. Cuando llegó a la edad adulta, hacia los veinte años, entró al servicio de una rica y noble viuda, Jadiya, hija de Juwaylid, del clan coraichita de los Assad (ese clan se había adherido, como los hachemitas, a la Confederación de los Virtuosos). Una nueva vida se abría ante él.”
Las primeras conversiones…
“En la Sira, la prescripción de la plegaria es transmitida sólo a Mahoma por el ángel Gabriel, y el Profeta la enseña a continuación a su esposa. Se dice que ella implicaba, al comienzo, dos prosternaciones, pero que ese número fue de inmediato llevado a cuatro y que se le impartió al Profeta orar cinco veces por día (a la mañana, a mediodía, a la tarde, al crepúsculo y después del comienzo de la noche). La plegaria ritual (salat), que no está descrita en ningún sura del Corán (a pesar de ser una de las primeras exigencias del islam), era entonces la única práctica de la nueva religión; comprende un conjunto de movimientos (prosternaciones) y de recitaciones que fueron fijadas ne varietur bastante precozmente, pero en la época de la predicación pública (después de 613). Los pocos detalles ofrecidos por la Sira son, en consecuencia, a menudo anacrónicos (sobre todo en lo relativo al número de veces en que debe cumplirse la salat).

Sea como fuere, la plegaria fue enseñada a Mahoma antes o en el momento de la conversión de Jaliya; los dos esposos oraron juntos no sólo ese día, sino todos los demás. Iba, para eso, a la Kaaba y sus movimientos debían de intrigar a más de uno. “
Muerte de Jadiya…
“Entretanto, ese año de 619, los dos sostenes más sólidos del profeta en La Meca, tanto en el plano económico como en el plano político, desaparecerían: su mujer, Jadiya, y su tío y padre adoptivo, Abu Talib.

Parece que Jadiya murió primero, alrededor de los sesenta y cuatro años. Fue por cierto una gran pérdida para el Profeta: veía desaparecer a la vez su sostén moral y su sostén financiero. Jadiya era quien lo había consolado y confirmado en su creencia ante las primeras revelaciones, desde 610. Su situación financiera había puesto al profeta y a su primo Alí al abrigo de la necesidad y, durante el periodo de boicot de los hachemitas, un sobrino de Jadiya fue quien forzó el bloqueo y dio víveres a la familia del Profeta. Por otra parte, le dejaba cinco hijas que criar (el varón que había tenido Mahoma había muerto de pequeño). La más interesante de ellas, Fátima, cuya fecha de nacimiento ignoramos (alrededor del año 600), tuvo una crisis de desesperación a la muerte de su madre; el profeta la consoló diciéndole que el ángel Gabriel le había hecho saber que iría a vivir al Paraíso, en un pabellón de perlas edificado por Dios especialmente para ella, lejos de todo estrépito y de toda preocupación. Es posible que en ese momento (en 619) Fátima fuera pedida en matrimonio por Abu Bakr y por Umar, pero Mahoma se la negó a los dos: la reservaba sin duda para su primo Alí.”
Expansión de una nueva religión…
“El profeta se había hecho de numerosos enemigos, de los cuales los más poderosos eran los coraichitas de La Meca y los judíos de la tribu de los B. al-Nadir, impacientes por recuperar las tierras de las que habían sido echados. Estos últimos desarrollaban una intensa actividad diplomática desde su expulsión del oasis de Medina en julio/agosto de 625, es decir, un año más o menos antes de los acontecimientos que contaremos. Los más destacados de ellos ya son conocidos para nosotros: Huyayy, Kinana, Sallam (conocido también con el nombre de Abu Rafi); ellos recorrían todas las regiones de Arabia, visitaban a todas las tribus de cierta importancia y, en particular, a las de la confederación de los Banu Ghatafan (que eran las más numerosas). Cuando hubieron tratado con ellas, se volvieron hacia La Meca y dijeron a los coraichitas: `Únanse a nosotros: atacándolos todos juntos, los derrotaremos”. Los habitantes de La Meca consintieron y así fue como, en el quinto año de la Hégira (a fines del año 626), se constituyó una coalición dirigida por La Meca…”

Una historia apasionante de un trocito de historia pero que a ojos paganos, que diría Mahoma, suena a otras historias conocidas de religiones establecidas en el orbe consumista donde un tipo es tenido por profeta ya que el dios de turno, que suele ser el mismo pero con cambios en las reglas dadas anteriormente a otros profetas, le habla directamente; comienza predicando entre sus amiguetes y familiares y se dan circunstancias transversales que permiten la expansión de la religión y el consiguiente poder político a medida que gerifaltes se vuelven devotos…
Libro recomendable para mentes curiosas, personas de bien que quieren comprender a los moros y a la suegra para que piense que somos conversos infieles y a lo mejor le da un ictis que nos hace heredar y solventar pufos varios con el banco.
El Islam, un universo cercano a nuestras fronteras y que tiene la misma capacidad mortífera que el cristianismo o el sionismo mal entendido, tal vez porque el dios de ambas es el mismo y por querer marcar diferencias de culto y visión religiosa siempre están a morir y matar, algunos hasta de matarse, como tres hermanos que son.

Y es que como dijo alguien: las religiones son demasiado humanas para ser divinas, ein?
 

martes, 27 de noviembre de 2012

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre

 
Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle
 
Libro: Madeleine Albright – Memorias La mujer más poderosa de Estados Unidos
Autor: Madeleine Albright con Bill Woodward
Editorial: Planeta S. A.
Traducción: Carmen Aguilar
Edición: Primera edición, junio de 2004

 
¿Es el sueño americano una falacia o puede ser real?
Pues el libro que traemos hoy a Lomo con tapas tiene la respuesta. En una Europa asolada por el asalto a la democracia a izquierda y derecha, una familia de patriotas checoslovacos se ve obligada a emigrar. Acompañados de sus hijos y tras pasar vicisitudes de refugiados en un continente en guerra desde las costas de España hasta la estepa rusa teñida de soviética, Europa se desangra y América y los EEUU son la tierra de refugio y oportunidades para miles de emigrantes forzosos y refugiados atrapados por la guerra.
Décadas después, una de las hijas del matrimonio se pasea por las calles de Praga no como turista, sino como la mujer más poderosa de Estados Unidos: Madeleine Albright, Secretaria de Estado del presidente Bill Clinton en su segundo mandato…
Madeleine Albright nació en Praga. Su distinguida carrera en el gobierno incluye cargos en el Consejo nacional de seguridad, el puesto de embajadora de EEUU ante las naciones Unidas y diversos cargos en el capitolio. Vive (2004) a caballo entre Washington, D. C. , y Virginia.
 
Bill Woodward, especialista en política exterior, ha sido asesor y ha escrito para la secretaria Albright, el senador John Kerry, el candidato demócrata a la presidencia Michael Dukakis y del congresista Gerry Strudds. Vive (2004) en el Capitol Hill con su mujer, Robin Blackwood, y su hija Mary.

Recordaros como siempre, que pese a que hace quedar como un jodido erudito, los datos los saco de la solapa.
 
El caso era que andaba buscando un libro que llevarme a los ojos cuando encuentro esta biografía interesante por varios motivos: conocer de primera mano las entretelas de los colaboradores directos de un presidente que pasará a la retina de la memoria como el tipo que se la chuparon en el despacho y se corrió en el vestido de la becaria; conocer los entresijos del último conflicto acompañado del indispensable genocidio y limpieza étnica al que somos tan aficionados los europeos de tanto en tanto, en los Balcanes en este caso; el conflicto palestino- israelí, tan en boga en esta fase de preguerra contra Irán y el chiismo en su vertiente ultra en el nuevo periodo histórico en que entra el Islam que se desprende de su Edad Media para entrar en su Renacimiento (en Europa estamos ahora mismo en el momento en que Benjamin Franklin se plantea viajar a Londres, por si alguien desorientado no sabe en que circunstancia histórica se halla…)
 
Y todo eso y mucho más aparece en sus memorias, pero es que su biografía no sólo es sorprendente sino que es el ejemplo práctico de que el sueño americano es real y posible, que sucede a cada instante. Puede parecer apología yanqui, pero os aseguro que es un fresco realista, un lienzo donde se plasma lo que permite una democracia y un sistema, que siempre es mejor que los sistemas hereditarios comunistas, que es una verdadera jungla pero donde es posible desigualar las desigualdades, da oportunidades y una persona puede aspirar a un trabajo, una familia y si lo considera oportuno participar activamente de la vida política. No hay que afrontar la lectura de estas memorias con recelos, es un ejemplo de superar la adversidad de unos padres que llevan a sus hijos a una tierra de promisión.
Parezco entusiasmado pero es que se lee de un tirón y…

Bueno, mejor os dejo unos pasajes que siempre es preferible a mi verborrea…
 
Etapa escolar…
 
“Llegué a Prealpina Insitute pour Jeunes Filles en septiembre de 1947. El colegio funcionaba en un gran edificio rodeado de preciosos jardines que daban al lago de Ginebra. Mi habitación tenía vista al lago… y tres compañeras de cuarto. Me hicieron creer que no conseguiría nada si no lo pedía en francés, idioma del cual entonces no sabía una palabra. Durante una temporada fui muy desdichada. A su tiempo conseguí entender la lengua y, siempre buena estudiante, acabé haciéndolo muy bien. Pronto adquirí la costumbre de tomar mis tareas con demasiada seriedad. Me hicieron responsable de la inspección de habitaciones, una labor sin duda de pelotillera, pero que yo llevé aún más lejos. La inspección del cuarto se convirtió en inspección personal. Insistía en que las niñas me enseñaran si tenían las manos y las uñas limpias antes de ir a comer. No tardaron en cantarme las cuarenta y tuve que buscar la manera de volver a congraciarme con mis amigas. En Prealpina hice mi primera amiga estadounidense, una chica de pelo rubio y sonrisa radiante, dueña de una Parker gris que yo codiciaba.
Se suponía que la directora del colegio iba a darnos dos francos por semana y permitirnos ir al pueblo. No lo hacía más que de vez en cuando, pero, cuando íbamos, yo siempre compraba un Toblerone triangular, que todavía hoy me gusta. Los domingos, hiciera el frío que hiciera, caminábamos unos tres kilómetros hasta la iglesia. Fue en Suiza donde aprendí a patinar sobre hielo y a esquiar… con las mismas botas. Años después les conté a mis hijos estadounidenses mucho mejor equipados que, en una ocasión, me sujeté los patines de hielo a las botas de esquí con una llave.
Se ahogaron de risa.”

 
Embajadora en la ONU…
“Según el viejo dicho, un embajador es alguien a quien se manda al extranjero para <<mentir por su país>>. A veces tenía la sensación de que me habían mandado a Nueva York para <<comer por el mio>>. Fuera anfitriona o invitada, no hacía más que asistir a cenas, comidas y desayunos suculentos. Me encanta conocer gente y mezclar charlas triviales con asuntos serios, pero mi condición de mujer sola creaba un problema de protocolo. Antes de mi divorcio había pasado infinidad de veces por la experiencia de que en reuniones sociales me identificaran en primer lugar por el cargo que tuviera mi marido. Como embajadora, no quería que las mujeres de otros invitados importantes pensaran que las desairaba o trataba de darme importancia. Además, los hombres tienen la tendencia a apartarse de las mujeres antes y después de las comidas. No para tomar brandy y fumar como en los viejos tiempos, sino para hablar de negocios. Y hablaban de negocios diplomáticos. Era mi obligación participar de esas conversaciones, cosa que no podía hacer si no me apartaba de las mujeres. En consecuencia, iba y venía de uno a otro grupo, unas veces con torpeza, otras con naturalidad, procurando ser agradable con todo el mundo.”
 
La amenaza latente…
“Con ese fin intensificamos el cumplimiento de la ley de cooperación con otros países, que condujo al secreto arresto y enjuiciamiento de veintenas de sospechosos. Ofrecimos recompensas, congelamos fondos terroristas, triplicamos el presupuesto de la lucha antiterrorista. El presidente dictó una serie de directivas para mejorar nuestra capacidad de desbaratar operaciones terroristas en el exterior y prepararnos ante la posibilidad de ataques en territorio de Estados Unidos. Pidió fondos para perfeccionar los planes que habrían de aplicarse en caso de desastre, crear reservas nacionales de drogas y vacunas, entrenar a equipos sanitarios en estados y ciudades, proteger contra ataques cibernéticos las infraestructuras vitales, como redes de suministro eléctrico e informático. Bill Cohen anunció en el pentágono el plan de crear una Guardia Nacional de equipos de acción rápida, que estarían preparados para ayudar a comunidades víctimas de ataques químicos o biológicos. Es una tragedia que todas esas iniciativas no pudieran evitar el 11 de septiembre, pero evitaron otros ataques y dejaron preparado el terreno para lo que vendría después: un programa nacional en defensa de la patria.”
 
Lidiando con Corea del Norte…
“Cuando durante la primera semana de noviembre se reunieron en Malaisia los expertos de Corea del Norte y Estados Unidos, los miembros de nuestra delegación pusieron negro sobre blanco qué era exactamente lo que esperábamos conseguir de la cumbre. Dijeron a los representantes del RDC que preveíamos una declaración conjunta de obligaciones mutuas, combinada con un intercambio de cartas confidenciales que especificaran los detalles. En lo que quedaba de la presidencia de Clinton no habría tiempo para negociar un acuerdo detallado y completo.
Como habíamos hablado con el presidente Kim, queríamos que la RDC se abstuviera de fabricar, probar, desplegar y exportar toda clase de misiles (incluso los que apuntaban a Japón), a cambio de que nosotros permitiéramos lanzamientos de misiles de uso civil, bajo determinadas condiciones. Queríamos que Corea del Norte retirara paulatinamente los misiles ya desplegados. Queríamos un acuerdo sobre normas de verificación y, a la vez, el compromiso de resolver la manera de ponerlas en práctica. Y queríamos que Corea del Norte aceptara públicamente la presencia de tropas de Estados Unidos en la península coreana. También esperábamos que la RDC se adhiriera incondicionalmente al Acuerdo Marco y se abstuviera de llevar a cabo actividades nucleares no autorizadas. La mejor palanca que teníamos era el deseo de Corea del Norte de normalizar por completo las relaciones. No satisfaríamos ese deseo a menos que todas nuestras condiciones estuvieran ya cumplidas.”
 
Reflexionando…
“Cuarta, es vital que Estados Unidos encuentre el papel que debe desempeñar… cosa nada fácil. Cuando estaba en Naciones Unidas, el presidente Clinton decía que Estados Unidos era <<un país indispensable>>. Me gustó la frase y la saqué a relucir tantas veces que acabaron adjudicándomela a mí. Algunos la encontraban arrogante, pero yo no lo decía con esa intención. Para mí, expresaba más bien la realidad de que la mayoría de las iniciativas a gran escala exigían, por lo menos, alguna aportación de Estados Unidos para tener éxito. No pretendía sugerir que solos pudiéramos hacer nada. Mi propósito no era menoscabar a otros sino estimular el orgullo y la responsabilidad entre los estadounidenses, de modo que fueran menos reacios a asumir los problemas.”
Libro en suma digno de ser leído y que no deja de ser la biografía de una estadounidense más hija de emigrantes que buscaron una tierra de promisión y cómo el sueño americano se hace realidad.
Recomendable a amantes de saber las claves del presente, conocer el pasado, degustadores de biografías y no regalar a la suegra porque sería tirar el dinero ya que el libro acabaría sirviendo de cuña en el mueble que cojea de una pata en su comedor…

Madeleine Albright, esposa, madre y la mujer que fue más poderosa de América.

martes, 23 de octubre de 2012

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre

 
Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle
 
Libro: Historia de los bucaneros de América
Autor: James Burney
Editorial: Editorial Renacimiento
Traducción: Victoria León
Edición: Año 2007
 
Deliciosa obra la que traemos hoy a Lomo con tapas sobre la historia de los bucaneros a lo largo del siglo XVII escrita por un cronista del siglo XVIII y primeros del siglo XX.
James Burney (1750-1821) fue oficial de la Marina Británica y escritor. A la muy temprana edad de diez años fue enviado a trabajar como sirviente personal de un capitán del navío Princess Amelia. En 1772 acompañó al capitán Cook en su segundo viaje de descubrimiento de los mares del Sur. A su regreso a Inglaterra, en 1774, sirvió de intérprete a Omai, el primer tahitiano que visitó la Gran Bretaña. También acompañó al capitán Cook en su tercer viaje, al final del cual, debido a la muerte de su inmediato superior, el capitán Charles Clerke, fue ascendido a comandante del Discovery.
Burney fue un hombre sociable y tuvo muchos amihgos literatos, entre los que cabe destacar a Samuel Johnson, Charles Lamb (el autor de los Cuentos de Shakespeare) y William Hazlitt.
Es también autor de diversas obras conocidas en el mundo anglosajón pero un perfecto desconocido en el mundo hispano siendo este libro la primera versión en español del mismo gracias a subvención del Ministerio de Cultura y disponible por tanto en las bibliotecas públicas, prueba de que las subvencionas no siempre son innecesarias aunque sean innecesarios muchos de los argumentos para otorgarlas. En este caso es la difusión de una obra que transversalmente es historia de la España americana que fue.
 
Siguiendo la estela de buques bucaneros viajaremos a lo largo de la costa del imperio español de ultramar a los Mares del Sur, veremos las vicisitudes físicas y políticas y un fresco de la sociedad compuesta por aventureros, colonos, esclavos y políticos que al vaivén de las guerras entre España y Francia, Inglaterra y Holanda hicieron posible que se distinguiera entre piratas y comisionados, siendo estos últimos tratados con más benevolencia que los primeros aunque las actividades eran similares hasta que la sucesión de Carlos II dictó la política de Francia y Gran Bretaña con la consecuencia de pasar los bucaneros a ser proscritos dictando su sentencia de muerte hasta 1720 en que la profesión de bucanero dejó de existir.
Pero os dejo como siempre unas breves pinceladas.
 
Un poco de historia para situarnos…
“Los hombres cuyas empresas van a relatarse, fueron oriundos de distintas naciones europeas, aunque la mayoría de Gran Bretaña y Francia; muchos de ellos gentes de mar que habiendo sido perjudicados por accidente o por la enemistad de los españoles en sus más honradas actividades en las Antillas, y tan instigados por la sed de botín como por el deseo de venganza, se enrolaron bajo el mando de diferentes líderes de su propia elección parta emprender una guerra depredadora contra los españoles.
Naturalmente los españoles trataron a estos hombres como piratas; pero las peculiares circunstancias que motivaron sus primeras empresas, y un generalizado sentimiento de enemistad contra esa nación a causa de sus conquistas americanas, les valió la connivencia de las potencias marítimas de Europa y el ser conocidos, primero, con las suavizadas apelaciones de filibusteros o aventureros, y, más tarde, con la de bucaneros.
España, o, para ser más exactos, Castilla, como premio al descubrimiento, reclamó para sí el derecho exclusivo de posesión de toda América a excepción de Brasil, que fue concedida a los portugueses. El papa sancionó tales demandas y dicha división mediante la `Bula Intercaetera´, que fue acatada en una época en la que todas las potencias marítimas de Europa se hallaban bajo el dominio espiritual de Roma. Si bien los españoles no se arrogaban a sí mismos el exclusivo e incuestionable disfrute de tan enorme cantidad de territorios recientemente descubiertos, se mostraban especialmente deseosos de conservar enteramente para sí las Antillas. Tal era el espíritu monopolizador de los castellanos, que en vida de Isabel de Castilla, que fue considerada mecenas del descubrimiento de Colón, fue difícil acceder al Nuevo Mundo incluso para los españoles que no habían nacido súbditos de la corona castellana, pues se habían publicado repetidas prohibiciones de admisión de todas estas personas en los barcos con dicho destino. Fernando, rey de Aragón y esposo de Isabel, se había negado a contribuir a la organización del primer viaje de Colón, al pensar que no existía posibilidad de que éste diera fruto alguno; emprendiéndose éste a costa de Castilla, los territorios descubiertos fueron considerados apéndice de la corona castellana…”
 
Tratando tratados buscando la paz…
“…En Julio de 1670 se firmaba un tratado entre Gran Bretaña y España que se había redactado con el propósito de acabar con la guerra de los bucaneros y resolver las disputas entre los súbditos de ambos países en América. Se le dio el significativo nombre de `Tratado de América´, y parece que fue éste el primer tratado que obedeció al común interés por establecer la paz en la Antillas. Los artículos que, en concreto, respondían a estos fines eran los siguientes:
II. Habrá de velarse por la paz universal y la sincera amistad tanto en América como en el resto del mundo, entre los reyes de Gran Bretaña y España, sus herederos y sucesores, sus reinos, plantaciones, etc…
III. Habrán de cesar todas las hostilidades, asaltos, etc… entre los súbditos de dichos reyes.
IV. Ambos reyes cuidarán de que sus súbditos se abstengan de toda acción hostil, y deberán abandonar la concesión de comisiones o patentes de corso y las represalias, así como castigar a los ofensores obligándoles a una reparación.
VII. Se enterrarán en el olvido, por ambas partes, todos los agravios del pasado.
VIII. El rey de Gran Bretaña podrá conservar y disfrutar de todos los territorios que posee en América.
IX. Los súbditos de cada una de las partes se abstendrán de comerciar o navegar por espacios dominados por la otra sin licencia expresa.
XIV. Las ofensas entre particulares serán reparadas según una legislación común, y no se tomarán represalias de no ser que les sea negada la justicia o ésta se demore sin motivo.
 
Tan pronto como en las Antillas se tuvo noticia de este tratado, los bucaneros, como de común acuerdo, resolvieron emprender una gran expedición. Muchas circunstancias habían hecho que surgieran desavenencias entre los bucaneros ingleses y franceses de las Antillas, pero la estima de Morgan como comandante era tan alta que aventureros de todas partes manifestaron su predisposición a unirse a él, y éste señaló Cabo Tiburón, al oeste de La Española, como lugar de reunión general. A consecuencia de esta alianza, a comienzos de diciembre de 1670, se reunía allí bajo su mando una flota integrada por no menos de 37 naves de distinto tamaño que tripulaban unos 2000 hombres. Con tan importante ejército, celebró un consejo con los principales comandantes y sometió a votación los distintos objetivos posibles – Cartagena, Vera Cruz y Panamá-. Panamá fue considerado el más provechoso, y la mala fortuna cayó sobre dicha ciudad…”
 
Condiciones bucaneras de rendición a la ciudad de Cartagena de Indias…
“…El 16, el día siguiente al desembarco, se rendía el fuerte de Boca Chica. Esto supuso un golpe de suerte inesperado que se debió en buena parte a la diestra actuación de un pequeño grupo de bucaneros, que incluso recibieron el elogio de M. de Pointis. <<Entre los líderes de estos bucaneros puede haber alrededor de unos veinte hombres que se distinguen por su coraje, y nunca ha sido mi intención atribuirles el mismo juicio que hice de los demás.
De Pointis dirigió el asedio con diligencia y entusiasmo. La Iglesia de Nuestra Señora de la Poupa fue tomada el 17, y el 3 de mayo la ciudad claudicó. Los términos de la rendición fueron los siguientes:
-Todo el erario público, así como los archivos oficiales, serían entregados a los invasores.
-Los mercaderes presentarían sus libros de cuentas y entregarían todo su dinero y mercancías destinadas a sus clientes.
-Todos los habitantes serían libres de abandonar la ciudad o permanecer en sus casas. Quienes decidieran dejar la ciudad, tendrían antes que entregar todas sus propiedades a los invasores. Los que decidieran quedarse, deberían declarar bajo juramento, so pena de completa expropiación, el oro, la plata y las joyas que tuvieran en su poder; y, con la condición de entregar la mitad de sus bienes, podrían conservar el resto y ser después considerados como súbditos de Francia.
-Las iglesias y otros lugares sagrados serían respetados y protegidos.”
 
Libro apasionante e ideal para marineros de agua dulce y tierras de secano, viajeros de mapas que gustan de descubrir posicionamientos geográficos así como turistas que buscan rutas cargadas de historias e historia.
Ideal para vigilias nocturnas y para la suegra que comenzará a santiguarse y rezongar antes los desmanes de unos hombres que hicieron del saqueo de posesiones españolas su modo de vida, utilizados por los monarcas europeos a los intereses del momento y la oportunidad perdida de haber creado un estado en América que no fue posible ante la ceguera provocada por la codicia y el afán independiente de los bucaneros.
 
 
 
 

sábado, 13 de octubre de 2012

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre

 
Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle
Libro: La Guerra de Charlie Wilson
Autor: George Crile
Editorial: Editorial Almuzara, S. L.
Traducción: Zulema Couso
Edición: Febrero de 2008

Hay ocasiones en que cine y literatura van de la mano. Si bien es cierto que una adaptación al cine conlleva muchas veces que se mutile parte del texto de la novela, si la adaptación es buena te entran ganas de leer el libro. Un ejemplo es “De aquí a la Eternidad” y otro el que traemos hoy a Lomo con tapas.
Os sonará el título de la adaptación al cine de 2007 dirigida por Mike Nichols estando protagonizada por Philip Seymour Hoffman, Tom Hanks, Ned Beatty, Amy Adams, Emily Blunt, Julia Roberts y Om Puri.
Estamos los 80´s, Reagan juega con mano de hierro y un par de faroles la lucha contra la URSS. Los soviéticos han invadido un lejano país llamado Afganistán conquistando la capital y guarneciendo las principales localidades mientras sus tanques y sus terribles helicópteros de combate Hind diezman los combatientes afganos y masacran a la población civil. En EEUU, las actividades para armar a La Contra por parte de la CIA son fiscalizadas por el Congreso, la prensa y la opinión pública que además achaca a la CIA de dejar abandonados a su suerte a los muyahidines …

 
En las sombras del poder, un congresista texano amante de la juerga, el sexo y las drogas, lucha y organiza el envío de armamento y pertrechos a los afganos con la complicidad de antagonistas como Pakistán e Israel. Cuenta para ello con otro patriota que al igual que él considera que hay que dar a los soviéticos su propio Viet-Nam y organiza la mayor operación de guerra secreta de la CIA y pondrá en jake mate al imperio soviético, al comunismo.
 
Asistimos asombrados a los entresijos del funcionamiento de los servicios secretos estadounidenses y al ejercicio del poder de un congresista, los lazos a veces invisibles que apoyan efectivamente las guerras clandestinas, tan cercanas de nuevo con la primavera árabe, la guerra civil en Siria y el más cercano cada día ataque preventivo a Irán donde la aparición de un nuevo factor en la ecuación, las armas tácticas nucleares, hacen sospechar que la guerra secreta sigue más vigente y activa que en los tiempos de la Guerra Fría, al fin y al cabo sólo había dos opciones, ahora hay tantas opciones como armas en la zona.

 
George Crile (1945-2006), trabajó en CBS News desde 1976, cuando se unió a la cadena para producir The CIA´s Secret Army, su documental pionero en el que describía la historia nunca antes contada de las guerras secretas de la CIA contra Castro tras la invasión de Bahía Cochinos. Este fue el primero de una colección de programas de gran influencia en los que Crile, basándose en su información original, llevó a los espectadores a mundos cerrados e inaccesibles hasta aquel momento. A finales de los 80, mientras cubría la guerra afgana, comenzó un proceso de reportajes e investigación que culminó con su superventas La Guerra de Charlie Wilson. Se trata de la crónica de un episodio olvidado en la consciencia política mundial: la historia de cómo Estados Unidos promovió la única yihad de éxito en la historia moderna, una guerra secreta en Afganistán que le ocasionó a los soviéticos su propio Viet-Nam.
Y es que muchas de las preguntas que el común de los consumistas nos hicimos el 11-S tienen su respuesta en la táctica de entrenar y equipar sólo cierto número de combatientes de tal manera que los soviéticos pensaran que se enfrentaban a tecno guerreros. Los mismos que ahora combaten las tropas de la OTAN y disparan a adolescentes que desean estudiar pero cometen el pecado de ser mujeres.
Los guerreros afganos confiaban en Alá y la CIA para ellos sólo era un medio de Alá para darles la victoria. Pero resulta refrescante ver las claves de por qué surgió la Guerra al Terrorismo de los residuos del último gran frente de la Guerra Fría: muyahidines reforzados en su fe y armados de moderno material de guerra en cantidades suficientes para luego volverse contra sus adiestradores.
Es un libro que se lee con avidez y nos fascina lo que nos muestra, aquello que siempre está oculto: inteligencia y contra inteligencia. Narrado con maestría, se lee con la avidez de un buen reportaje de investigación siendo además un libro de historia.
Pero os dejo unos breves pasajes como siempre, que es mejor que mi verborrea.
 
Una dama sureña de armas tomar contra la URSS y Dios de su parte…
“Se puede decir que la fijación futura de Herring de luchar contra los rusos en Afganistán tuvo su origen en París, cuando de Marenches organizó un encuentro entre ella y su marido con una de las piezas claves de la nombrada red (una red mundial de gente dispuesta a sacrificarlo todo: sus vidas, fortunas y honor, igual que los Padres Fundadores), el brillante embajador pakistaní en Washington y ministro de asuntos exteriores   Sahabzada Yaqub Khan.
A finales de los 70, Pakistán era un país pobre y que no contaba con el favor de Washington. Con la intención de establecer una amistad, Yaqub Khan propuso que Bob Herring fuera el cónsul honorario de Pakistán en Houston. Herring rechazó el puesto pero sugirió que lo ocupara su mujer. Allí empezó la historia de amor de Joanne con Pakistán y, sin duda, uno de los nombramientos diplomáticos más extraños jamás realizados por un país fundamentalista musulmán…

…No había precedentes de una mujer estadounidense que actuara en nombre del gobierno pakistaní por lo que Pakistán le otorgó a Herring es estatus de <<hombre honorario>> y se dirigían a ella como <<señor>>. De vuelta a los Estados Unidos, colocó a los diplomáticos pakistaníes peor considerados en primer plano, incluyéndoles en elegantes cenas de etiqueta con gente del nivel de Henry Kissinger y Nelson Rockefeller.  
Todo marchaba perfectamente hasta que los militares se hicieron con el poder y colgaron al presidente Zulfikar Ali Bhutto, quizá más conocido hoy en día como el padre de Benazir Bhutto. El presidente Jimmy Carter encabezó la condena del nuevo dictador, Mohammad Zia ul-Haq acusándole de matar a la democracia en Pakistán así como de construir una bomba atómica musulmana. Carter retiró toda ayuda militar y económica declarando a Pakistán indigno de la ayuda estadounidense…”

 
El congresista encuentra un hermano de sangre contra la URSS en un oscuro agente de la CIA…

“Esta vez, Gust Avrakotos no intentó intimidar físicamente a Wilson. En vez de eso, comenzó dejando claro el enorme riesgo que corría personalmente. Nadie sabía lo que estaba haciendo y, si Wilson aceptaba la proposición, nadie debería saber jamás de dónde vino esa idea. Acto seguido, soltó la bomba. Quería otros cincuenta millones.
Era una petición escandalosa. Los oficiales de la Agencia no tienen permitido presionar al Congreso en asuntos monetarios. Ni   siquiera tienen permitido hablar con los miembros del Congreso sin autorización y, además, deben ir acompañados de un testigo.
En este caso, Gust Avrakotos no sólo pedía dinero del que nadie en la séptima planta sabía, sino que era dinero que nadie en Langley estaba interesado en pedir al Congreso. De hecho, algunos aún ponían trabas a los cuarenta millones de dólares que Wilson le acababa de hacer tragar a la Agencia. El congresista era considerado un hombre salvaje al que había que contener más que incitar. Lo más importante, cualquier petición de nuevos fondos en mitad de una sesión del Congreso podría hacerse exclusivamente si el director estaba dispuesto a llevar el caso ante el presidente. Los cincuenta millones que Avrakotos pedía en aquel momento a Wilson suponían más que todo el presupuesto afgano de aquel año…”

 
Moral muyahidín en la retaguardia hospitalaria yanqui…
“Pero entonces empezaron los problemas. Por alguna razón, aquellos puritanos hombres de las montañas con sus ideas islámicas fundamentalistas, que obligaban a las mujeres afganas a que se cubrieran de la cabeza a los pies, no estaban preparados para las enfermeras estadounidenses prácticamente desnudas. Sin embargo los muyahidines no eran más que hombres, así que es fácil imaginarse cómo reaccionaron ante mujeres jóvenes y rubias con las piernas y los brazos al aire e incluso parte del cuello y del pecho desnudos. El demonio les había enviado la tentación. Aquel problema diplomático de pesadilla recayó sobre su autor, Schnabel. En la mayoría de los casos, consiguió suavizar la situación con las nerviosas enfermeras explicándoles las diferencias entre ambas culturas. Pero no tenía ni idea de qué le diría a la junta del hospital cuando estalló la guerra tribal en una de la salas del hospital…”
 
El fin de un imperio…
“Gorbachov estaba atrapado. Estados Unidos extendía sus tentáculos y por primera vez parecía como si estuvieran preparados para aguantar hasta el final. Ya no estaba claro que los soviéticos pudieran permitirse pagar el precio de la guerra. Les costaría otro medio millón de soldados o más enfrentarse a una situación que empeoraba. Pero dicha situación forzó a Gorbachov a hacer acto de presencia delante de toda la nación para admitir, primero, que existía una guerra y, segundo, que el Ejército Rojo perdía. Imposible.
Aquel febrero, Gorbachov reconoció que Afganistán se había convertido en una llaga para la Unión Soviética. Nadie en el Kremlin sabía que, varios meses después de su discurso, un avión de las fuerzas aéreas estadounidenses aterrizó en la profundidad de la noche en la misma pista militar de Rawalpindi que utilizaban los vuelos McCollum. El jefe de la CIA estaba listo para vigilar el primer envío de `Stinger´. El general Raza del ISI (servicios secretos pakistanís) también estaba allí para asegurarse de que el envío especial se transportaba con seguridad a unas instalaciones aledañas donde un grupo de guerreros sagrados seleccionados comenzarían un entrenamiento de ocho semanas.
Casi todo empezaba a salirles mal a los soviéticos. En abril, con la apertura de la nueva temporada de Afganistán, el general Varennikov tuvo que salir urgentemente de Kabul en una misión urgente de prioridad nacional: el mayor accidente nuclear de la historia ocurrió en el reactor nuclear de Chernóbil contaminando miles de kilómetros cuadrados. Tras enviar a Varennikov, Gorbachov pasó a la clandestinidad y actuó como si nada hubiera ocurrido hasta once días después; y sólo tras las protestas internacionales. Doscientos mil desdichados ciudadanos fueron evacuados y se envió a un gran número de personal para intentar arreglar el desastre.
En vez de desplegar una División en la frontera con Pakistán, Varennikov organizaba equipos suicidas en las cámaras del reactor para limpiar los residuos mortales. El mundo observaba horrorizado. En la Casa Blanca, Reagan les dijo a sus consejeros que, si Chernóbil hubiera ocurrido en Estados Unidos, se habrían visto obligados a detener el armamento. Afirmó que Gorbachov pensaría lo mismo…”

 
Libro recomendado para curiosos que se preguntan cómo se puede bombardear con drones desde Pakistán y por qué Ben Laden estaba allí, la trifulca religiosa entre Irán y Arabia Saudí, que un portaviones nuclear puede llevar el nombre de un pésimo actor que llegó a presidente siendo fieramente anti comunista, para refrescar neuronas de memoria rememorando el frente centro americano de la Guerra Fría, amantes de la historia en turnos de noche y a la suegra que se hará un lío con la nomenclatura sajona, afgana y soviética que nos hará pasar agradables momentos mientras nos repite por enésima vez que la sopa boba es gracias a su pensión así como amantes del cine que les haya gustado La Guerra de Charlie Wilson.

sábado, 29 de septiembre de 2012

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre

 
Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle
 

Libro: Papá espía
Autor: Jimmy Burns Marañón
Editorial: Randon House Mondadori, S. A.
Traducción: Ana Momplet Chico
Edición: Febrero de 2010

 
Ahora que España vive tiempos convulsos y hay un resurgimiento de la nostalgia franquista que trata de obviar el periodo 1939-1945 resaltando el desarrollo del país bajo la dictadura y que disfrutamos de lo creado durante la misma, se hace necesario tener una visión que aclare cómo es que el fascismo es erradicado del mundo, el de izquierdas duraría hasta 1989, mientras que en España moría de viejo uno de sus representantes junto con Hitler y Mussolini.

Pues una visión es el título que traemos hoy a Lomo con tapas, un libro para ingleses que deberían leer los españoles.
Lo primero porque habla de un tipo que a nosotros no nos dice nada pero de predicamento en el mundo anglo sajón por su trabajo y lo segundo porque se trata de un amante de España, fue el jefe de inteligencia en la embajada inglesa en el Madrid de la inmediata post guerra para culminar que estaba casado con una española hija de un español insigne: el doctor Gregorio Marañón.
Porque en sus páginas encontramos el carácter de franco en aquellos años de guerra mundial por testigos presenciales y se ofrece un fresco a los lectores de aquel Madrid y aquella España sumida en la destrucción de la Guerra Civil.

A todos los actores europeos le interesaba una España neutral y tras la guerra es difícil que se hable de su papel en la misma. España era donde se libraba la batalla de los servicios de espionaje cuyos asuntos quedaron enterrados en los archivos y desconocidos para el gran público. Si queréis conocer la realidad de aquellos años más allá de la nostalgia del neo franquismo, encontrareis su lectura interesante y nada farragosa.
Y si os gusta el tema, es el testimonio real de cosas que son esbozadas en películas y novelas resultando más divertidas y simples en la realidad, pero reales. Se echa en falta profundizar en los estragos del espía Philby aunque su sombra se proyecta a lo largo de las intrigas y putadas al protagonista por parte de sus superiores y compañeros.
Ver al embajador Hoare a través de la mirada de Tom Burns es viajar al imperio inglés y sus racistas élites hacia todo aquello que no fuera británico en sus estertores históricos en una guerra que ganó a cambio de perder su imperio.

El autor, Jimmy Burns marañón, nació en Madrid en 1953 en el seno de una familia anglo española. Su madre, Mabel, era hija del médico y escritor Gregorio Marañón. Su padre, Tom Burns, era editor, periodista y diplomático. Como periodista, Jimmy Burns ha trabajado más de treinta años en el Financial Times, donde ha sido corresponsal en el extranjero (en Portugal y Argentina, por ejemplo) y especialista en inteligencia y seguridad. Entre otros libros ha escrito Barça, la pasión de un pueblo, Maradona, la mano de Dios y la obra definitiva sobre la Guerra de las Malvinas, The Land That Lost its Heroes, que obtuvo el premio Somerset Maugham de no ficción en 1988.
Lo anterior no es que yo sea un erudito de su obra, os lo transmito como siempre desde la solapa de la portada.
Y por una vez no vamos a poneros varios extractos y me permitiréis que os ponga uno que resume la calidad del libro como observatorio de la España de post guerra y su importancia durante la II Guerra Mundial.

“En lo que constituía una clara estrategia para evitar la enemistad de las democracias victoriosas, Franco había nombrado a Alberto Martín Artajo, democratacristiano conservador, como su nuevo ministro de Asuntos Exteriores. Su misión será cultivar la imagen de Franco como un líder cristiano autoritario cada vez más distanciado de la falange   –y no como un dictador fascista, como le veía la izquierda marxista- y acelerar el proceso de desnazificación exigido por los aliados.
Martín Artajo era un abogado con intereses en el negocio editorial católico al que Burns conocía desde antes de la guerra y con quien mantenía una relación cordial. En cuanto ocupó su nuevo cargo, el ministro accedió a reunirse en secreto con él en repetidas ocasiones al margen del protocolo diplomático oficial, consciente de que Burns le escucharía atentamente y que su postura sería comunicada a Londres. A partir de lo discutido en estas reuniones, Mallet informó al Foreing Office del rumbo político del régimen e intento influir sobre su postura para disgusto de algunos, como el embajador soviético en Londres, Feodor Gousev, que, como Stalin, quería que los aliados rompiesen relaciones con Franco y ofreciesen su apoyo a las <<fuerzas democráticas>>. Gousev estaba convencido de que Franco estaba intentando consolidar su posición y <<arrojando polvo en los ojos de los aliados>> al renunciar que pretendía convocar elecciones en un futuro.
No cabe duda de que Franco utilizó la relación entre Burns y Artajo para ganar tiempo y contrarrestar las presiones internacionales a fin de que se produjese un cambio democrático inmediato tras el derrumbe de las potencias del Eje. Sin embargo, parece que Gran Bretaña también decidió mantener su política de no intervención basándose en una lectura muy acertada de la situación política interna de España al término de la guerra.
Aunque los informes oficiales de Franco hablaban de una posible amenaza de la izquierda alentada por la derrota del Eje, y a pesar de que los sentimientos anti falangistas agitaban los círculos católicos y militares y de que algunos
antiguos defensores del régimen, como el duque de Alba, soñaban con una inminente restauración de la monarquía, la realidad demostró que la oposición a Franco dentro de España y entre los exiliados carecía de una organización poderosa y unificada, por no hablar de una ideología común, pues en ella había desde anarquistas hasta aristócratas radicalmente anticomunistas.
A principios de agosto de 1945, Mallet escribió al Foreing Office desde su residencia de verano San Sebastián describiendo el <<miedo a la guerra>> que según él atenazaba a gran parte de los españoles y tratando de disuadir a los aliados de que apoyaran o provocaran un levantamiento militar, teniendo en cuenta sobre todo que la mayor parte del ejército seguía apoyando a Franco. En las últimas fases de la guerra, cuando las tropas aliadas liberaron el sur de Francia, el ejército estadounidense ya se había negado a ceder ante la creciente presión por parte de la opinión pública norteamericana y de soldados de la resistencia antifranquista en la frontera franco española para que siguiera avanzando hacia España.
Mallet tomó en consideración un memorando de ocho páginas que había recibido de
Burns poco después de ocupar su nuevo puesto en Madrid, basado en conversaciones secretas entre el agregado de prensa y Martín Artajo, ministro apodado <<el elefante devoto>> por su catolicismo y su porte. Burns había compartido con Artajo su sorpresa al encontrar un sentimiento tan unánime y profundamente antifranquista entre los nuevos parlamentarios británicos.
Sin embargo, el nuevo ministro no tardó en convencer a Burns de su franqueza al decirle que la opinión pública británica estaba muy mal informada sobre la política española. Lejos de ser un tirano impopular, Franco contaba con el apoyo de la <<gran mayoría del pueblo español>>, que había sufrido a los <<rojos>> durante la Guerra Civil y estaba enormemente agradecido al caudillo por haber salvado al país de la anarquía y de verse involucrado en la Segunda Guerra Mundial.
Pero Martín Artajo era un abogado demasiado astuto como para pensar que un experto observador de la política española como Burns pasaría por alto fácilmente las aspiraciones de muchos españoles a una apertura democrática que liberara a España del aislamiento internacional. Por ello, le hizo entender que, con el tiempo, Franco estaría dispuesto a preparar el terreno para una transferencia pacífica del poder a los elementos políticos <<más responsables>> de España, elementos que, en opinión de ambos, no estaban en la izquierda sino en el centro político, entre ellos varios democratacristianos como don Juan de Borbón, aún en el exilio. En resumen, el futuro de España no pasaba por una revolución, sino por la paciencia. Burns no tuvo ningún reparo en transmitir este mensaje del ministro al nuevo embajador británico.
El 6 de agosto de 1945 escribió: <<Ahora mismo cualquier medida o gesto violento o de provocación del exterior […] podría hundir nuevamente a los españoles en uno de esos estados metafísicos e irreflexivos en los que tienden a caer, y que les hacen desechar todo sentido de la mesura y les llevan a autodestruirse y acabar con toda razón […] Es imposible que se produzca un cambio rápido o radical del régimen actual hacia uno más representativo sin derramamiento de sangre o violencia a gran escala.”

Apasionante como veis y que estemos en zozobra no es tan anormal como pensamos. Y es que para vernos a nosotros mismos nada mejor que ver cómo nos ven desde el exterior…
Libro recomendable para todos los públicos ya que contiene historias de la historia de un hombre que nos lleva a paisajes familiares a nuestra historia reciente.

Y es que de aquellos barros, vienen estos lodos...
 

lunes, 24 de septiembre de 2012

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre

 
Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle
Libro: Embajador en el infierno – memorias del capitán Palacios
Autor: Torcuato Luca de Tena
Editorial: Homo Legens – Grupo Intereconomía
Edición: 2006

 
Traemos hoy a Lomo con tapas uno de esos libros que si te fijas en el autor y la editorial puede hacer que según sea tu tendencia política te hace quemarlo en la hoguera o tenerlo en la mesita al lado del misal y el retrato de Franco…

Para el lector que simplemente le guste leer y saber algo de historia reciente, del siglo pasado, es un testimonio y un reflejo a la vez que una obra que entronca con la subdivisión literaria de los gulags tan típicos de la cultura rusa zarista y luego perpetuada por la URSS y su más insigne exponente de promover los mismos: Stalin.

Libro común a “Archipiélago Gulag” o de otros dedicados a las vicisitudes de los prisioneros de guerra en campos japoneses pero sobre todo la lucha por sobrevivir de soldados españoles prisioneros de la URSS y de qué manera encontraron fuerzas para sobrevivir siendo el capitán Palacios su líder y sobre todo su oficial superior en el alienante mundo del gulag.
Es verdad que hay trozos del libro donde parece que el autor se deja llevar de patriotismo post guerra en la España de la dictadura fascista primero y personal después mientras que en otras distinguimos perfectamente cuando habla el soldado, el protagonista, ya reducido a carne de gulag pero que se auto erige en líder para no derrumbarse ni perder a sus hombres manteniendo la compostura y gallardía militar a la que renunciaron otros compañeros alemanes con más rango. Pero también es testimonio de unos soldados, la División Azul, que al acabar la guerra fueron olvidados por así decirlo. Mientras italianos y alemanes eran repatriados, los españoles siguieron prisioneros.
 
Del autor contaros que desciende del fundador del ABC y que este libro le valió la concesión del Premio Nacional de Literatura en 1955, jugaba en casa y no deja de ser un homenaje tardío a unos soldados abandonados a su suerte, logrando el Premio Planeta en 1961 con el libro La mujer de otro.

Como siempre, unas breves pinceladas:
La captura…
“Rodeados por todas partes, el cerco se fue ciñendo apretándose en anillos sobre nosotros. Las instrucciones recibidas, como ya he dicho, habían sido las de lanzar cohetes rojos a lo largo del combate, señalando las direcciones de ataque del enemigo, con el fin de que nuestra artillería le castigara de acuerdo con el código de señales acordado. A aquella hora, por primera vez, los utilicé y los lancé al norte, al sur, al este y al oeste. Pero nuestra infatigable artillería no existía ya. El cerco se ciñó tanto, que la infantería enemiga no podía ya disparar sobre nosotros ni siquiera con armas cortas, pues corría el riesgo de causar bajas por encima nuestro a los suyos propios. Por esta causa, las últimas horas de combate de desarrollaron en un impresionante silencio.

-No nos quedan municiones –me dijeron
-Preparad bolas de nieve. Sirven de piedras –Es claro que no hablaba en serio. La frase equivale a lo que los franceses llaman una `boutade´. En cualquier caso significaba la orden de resistir.
Durante todo el combate apenas tuve tiempo de atender a los heridos. Ya en esta fase di orden que los alojaran en un búnker, el único que no había sido deshecho. Era tan grande el silencio que, en esta espera angustiosa, sólo oíamos a nuestra espalda los ayes y los lamentos de los heridos del búnker. Decidí hacerles una visita y pedí al alférez Castillo que me acompañara. El cuadro era tal que me duele hasta recordarlo. Algunos agonizaban. A los que habían muerto se les cubría con un saco en espera de trasladarles a mejor lugar. No llevábamos tres minutos con ellos cuando me reclamaron a gritos. Subía a la superficie y me encontré a los rojos ya encima. Castillo disparó sobre ellos el último cargador de su pistola automática y les hizo varias bajas. En oleadas, y sin disparar, pues se hubieran herido a sí mismos, cayeron físicamente sobre nosotros. Entre la capa de polvo, nieve, sudor y sangre se adivinaban los rasgos de los vencedores. Unos eran nórdicos y se diferenciaban poco de los alemanes. Otros –pómulos salientes, ojos oblícuos- eran mongoles. Uno de los atacantes, herido en el vientre, se desplomó allí mismo ante nosotros. Un suboficial ruso le preguntó si podría levantarse, y, al contestar aquel que no, le remató de un disparo en la nuca. El muerto y el matador eran compañeros de armas.

-¡Davai! ¡Palléjali! –que quiere decir:<< ¡Adelante! ¡Deprisa!>>
La estepa se abría ante nosotros, desnuda y helada.
-¡Davai! ¡Davai!
La noche a nuestra espalda, cayó como un cerrojo sobre Asia, la `cárcel infinita´.”
 
Condiciones laborales de gulag…

“Durante las doce o trece horas de trabajos forzados a que se sometía a los prisioneros en la inmediata fábrica de trilladoras, llamada Serpi y Molot (Hoz y Martillo), los soldados no recibían ni una mísera ración de pan. Sólo al regreso y al amanecer se les daba algo de comer. Después del agotador trabajo regresaban al campamento, y no una, sino varias veces, se dio el caso de que soldados totalmente agotados murieran allí mismo, en el paseo de regreso, cayendo sobre la nieve. Al día siguiente, cuando los forzados trabajadores pasaban de nuevo por aquel lugar, camino de la fábrica, volvían a ver el cuerpo muerto del compañero en el mismo sitio donde cayó. Como la temperatura era muy baja, los cuerpos no se descomponían sobre la nieve, y allí permanecían (sin más variación que, noche tras noche, los iban desnudando para robarles la ropa) hasta que el jefe de campo tuviera a bien darles de baja, tras haber aprovechado en beneficio propio durante estos días la ración del muerto. Más de una vez, uno de estos cuerpos aparecía al amanecer con los ojos saltados por los cuervos y los pies devorados por las ratas. Me repugna escribir esto, pero es preciso no omitir detalle alguno de las cosas, pues aún hay gentes que a nuestro regreso sonríen escépticas, pensando que veníamos de dormir once años en un lecho de rosas. Aquí en Jarkof, volvió a repetirse el caso, ya iniciado en Cheropoviest, de comerciar con los alimentos no digeridos por los enfermos de disentería, separándolos de los excrementos para lavarlos con nieve, hervirlos y comerlos.”
 
Sentimiento de recuperar la libertad…
“Vertiginosamente , sobre aquel fondo de apoteosis, comenzaron a desfilar dentro de mí momentos cumbres del cautiverio. La lrga columna d eheridos tropezando sobre la nieve, avanzando a golpes de culata hacia la cárcel infinita; el primer interrogatorio en Kolpino, cuando me negué a declarar desnudo, porque aquello atentaba contra mi dignidad; el diálogo con el general cortés, la primera celda, el cruce del Ladoga a 40 grados bajo cero. ¡Cheropoviest, con sus caníbales blancos! ; Suzdal, con los italianos –los que descubrían frescos bizantinos en las paredes de su cárcel; los que morían por descubrir una flor-; el ángel sin piernas, a saltos de batracio, murmurando tras nuestras rejas la canción del legionario; mi negativa a trabajar ante los perros y las metralletas…; el encuentro en Oranque con los rojos españoles; su huelga y mi escrito a Moscú defendiéndoles…
Dicen que en los minutos que preceden a la muerte todo el pasado se derrama sobre el hombre. De mí sé decir que esto ocurre también en las muertes al revés, al renacer de la vida…”
Libro recomendable a izquierda y derecha, los primeros para ver la realidad de la utopía llevada a la práctica y los segundos para que aprendan que tras los combates y alcanzada la paz todos somos hermanos en el cautiverio.
Para el común de los mortales un retrato de los gulags y la hazaña de supervivencia de unos soldados que eran españoles y que con el paso del tiempo queda como testimonio de la brutalidad y el horror que el ser humano es capaz de infligir a otros seres humanos. Porque con el paso del tiempo, de los siglos, las guerras pasan y se olvidan sus motivaciones pero el horror se perpetúa sea cual sea el color de las banderas.
Una lectura que sirve en suma de homenaje y recuerdo a la vez que transversalmente es un fresco de los gulags rusos y a dónde lleva la sinrazón y la crueldad sobre los vencidos, ya sean de izquierdas o de derechas: a los campos de concentración.

viernes, 7 de septiembre de 2012

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre

 
Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle
Libro: STEVE JOBS & APPLE-La creación de la compañía que ha revolucionado el mundo
Autor: Michael Moritz
Editorial: Alba Editorial
Traducción: Amado Diéguez
Edición: Noviembre de 2011

 
Libro reciente y de actualidad el que hoy traemos a Lomo con tapas.
Reciente por cuanto fue publicado el año pasado y de actualidad porque trata, aunque no aborda como era de esperar, sobre Steve Jobs, ya fallecido y padre de muchos de los dispositivos digitales que se han vuelto imprescindibles en la ciudadanía refalfiada y consumista del mercado global, no así de la aldea que aún quedan aldeanos indigentes para el consumo que pasan hambre, penalidades, torturas y guerras mercantiles cuando no religiosas, que tanto mata, mata tanto el consumista refalfiado que el aldeano encabronado.

Pero más que una biografía de una persona determinada o de la propia Apple, es un recorrido por el nacimiento, desarrollo y expansión de una empresa que hará las delicias de estudiantes de empresariales, jovenzuelos no tan jóvenes de ideas neo liberales y amantes de los USA que aspiran a que el espíritu emprendedor y empresarial de los mismos calen en España y la Unión Europea…
Visto como el ejemplo último del sueño americano, asistimos a la pérdida de inocencia, hay que decir que el libro es tan sugestivo entre líneas como en las líneas, del nacimiento de una nueva industria, un invento que cambió para siempre el mundo y que quienes éramos mozalbetes con un ordenador en casa soñamos alguna vez: la revolución informática al alcance del usuario. Leer el génesis de cosas tales como BASIC, lenguaje ensamblador, interfaz… Es un jarro de agua fresca que nos muestra las entre telas, el laboratorio y el corazón de lo que entonces era una brisa de futuro que a veces olfateabas programando un juego o una aplicación.
Para el lector sin recuerdos de prehistoria informática, se trata de un ameno recorrido por la creación de una empresa en un sector que entonces sólo era vasallo de gobiernos y multinacionales, de ordenadores menos potentes que el móvil de gama ultra baja que ahora disfrutamos y que ocupaban habitaciones enteras. El brote de la miniaturización que permitió crear mini ordenadores y la visión de dos jóvenes que soñaban con una comunidad mundial conectada a un ordenador del tamaño de un libro: Jobs y Wozniak.
De Michael Moritz, autor del libro, puedo deciros como es habitual lo que trae la solapa:
Michael Moritz es socio de Sequoia Capital, una de las primeras empresas de capital riesgo que invirtió en Apple en los años setenta y la primera que visitó el mítico garaje. Fue la última persona autorizada a asistir a las reuniones de Apple y desde una posición privilegiada hila la historia de esta compañía a través de la investigación minuciosa y de entrevistas con los personajes clave que participaron en el nacimiento y los primeros años de Apple Computer. Moritz es actualmente (2011) corresponsal de la revista Time.
Quiero destacar que no se trata de una biografía de Steve Jobs como podría parecer salvo el primer cuarto del libro donde sí se nos revelan detalles pero a medida que el sueño de los dos jóvenes se hace realidad, es un cuaderno de bitácora de la creación de Apple, quedando, puede, el lector algo sediento de conocer más a las personas que pasado el primer cuarto son ya personajes de una empresa.
Pero lo mejor es dejaros breves retazos de la obra:
Stephen Wozniak…
“Había un hombre que ofrecía lecciones a personas que querían obtener licencias de radioaficionado. Cuando estaba en sexto, Stephen Wozniak hizo el examen de operador, construyó un radio transmisor de cien watios y empezó a emitir mensajes cifrados. En cierto momento, la electrónica y la política entraron en contacto y cuando, en 1962, Richard Nixon se embarcó en la carrera electoral para ser gobernador de california, Margaret Wozniak quiso que su hijo le ofreciera el apoyo de todos los radioaficionados de la Serra School de Cupertino. Aunque en sentido estricto era el único operador de la escuela, Stephen respondió a la petición de su madre. Jovencito de incipiente barba y rapado a cepillo, apareció en una fotografía de la primera página del `San José Mercury” junto al futuro presidente.

A Wozniak ser radioaficionado le parecía más entretenido cuando modificaba su transmisor para hablar con sus amigos. Conectaba la radio a unos altavoces y enviaba mensajes en morse de una casa a otra. Al poco descubrió que si hablaba directamente a los altavoces, sus amigos podían oírle. <<NO sabíamos por qué –confesaría más tarde- , pero a partir de ese momento nos comunicábamos unos con otros como por telefonillo…”
 
Steve Jobs…
“… La misma maestra, Imogene Teddy Hill, evitó que su alumno de nueve años (Steve Jobs) iniciara el camino de la perdición cuando lo expulsaron por segunda vez por mal comportamiento. <<Comprendió la situación de inmediato –recordaría Steve más tarde-. Me sobornó diciéndome: `Quiero que termines tu cuaderno de ejercicios. Si lo haces, te doy cinco dólares”.>> Steve consiguió completar el quinto curso y aunque sus profesores sugirieron que pasara a secundaria y aprendiera otro idioma, el niño se negó. El informe de sexto curso decía: <<Steve es un lector excelente, pero pierde mucho tiempo en las clases de lectura. {…} Tiene grandes problemas de motivación y no ve el propósito de esta asignatura. {…} A veces plantea problemas de disciplina>>.
…Finalmente, Steve Jobs se cambió de colegio y se matriculó en la Escuela Elemental de Crittenden, que congregaba a los niños de familias de rentas bajas de Mountain View y tenía reputación de atraer a rufianes y fomentar el gamberrismo. La policía local acudía con frecuencia a disolver peleas y a apaciguar a niños que amenazaban a los profesores o querían saltar por una ventana…”
 
Lamentablemente no ponemos mas retazos debido a la “juventud” de la edición y evitar así demandas por copiar texto protegido por copyright aunque sea utilizado para motivar a su lectura y al deseo de adquirirlo, con lo cual deberían pagar a The Adversiter Chronicle por fomentar su consumo, pero en estos tiempos de crisis seguro que no dudan en gastarse miles de aurelios en demandas para que abonemos la multa…

Libro recomendable para comprender el nacimiento de lo que hoy vivimos y el sueño de dos muchachos que en un entorno adecuado pudieron seguir su instinto pese a que eran dos visiones diferentes de futuro informático.
Un momento irrepetible en la historia y paradigma del sueño americano: la creación de una empresa y un producto que cambiaron para siempre el devenir de la Humanidad: el PC y el software que hace posible que nos comuniquemos en tiempo real a lo largo de todo el planeta por medio de terminales de computador que caben en el tamaño de un libro…
 
 

sábado, 25 de agosto de 2012

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre

 
Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle
Libro: Historia del antisemitismo
Autor: Gerald Messadié
Editorial: Ediciones B Argentina s. a.
Traducción: Amanda Forns de Gioa
Edición: Mayo de 2001

 
Instructivo libro el que traemos hoy a Lomo con tapas sobre un tema que si bien ha sido suavizado desde 1945 con la liberación de los campos de exterminio y concentración nazis sigue vigente en nuestra sociedad. Tal vez no tanto en España, donde ya les expulsamos en 1492, pero sí en la sociedad norte americana y en el mundo islámico sobre todo desde la creación del estado de Israel: la persecución, marginación y exterminio del pueblo elegido: los judíos.
Aunque en nuestra sociedad consumista y bien intencionada pocas gentes se atreven a decir que son antisemitas, salvo los grupos ultra crecidos al amparo de la democracia y la sociedad del bienestar. En este libro descubriremos las tres grandes fases que culminaron con las tesis nazis.
La no integración en el mundo helenístico y romano por tener un solo Dios cuando la religión del imperio era una amalgama de deidades y por tanto creer en un solo Dios era ir contra el orden romano; la ascensión al poder del cristianismo y su persecución de herejías donde se incluía a los judíos y se les colgó el sambenito de verdugos de Cristo y finalmente el triunfo de la razón y el nacionalismo donde eran tildados de pueblo sin patria.
Asistiremos a los intentos de asimilación, exclusión y sobre todo el sentimiento de ser judío hasta que finalmente tras siglos de mansedumbre surge el sionismo con la meta de tener un estado, un país y una nación: el actual Israel.

Puedo contaros del autor lo que trae la solapa:
“Gerald Messadié nació en El Cairo en 1931. Estudió con los jesuitas en el colegio de la Sainte-Famile. En El Cairo y Alejandría toma contacto con una de las sociedades más cosmopolitas del mundo, donde se mezclan cristianos, musulmanes y judíos, e incluso los herederos de la antigua religión de Zoroastro. Además del francés, el italiano, el inglés, el alemán y el español, llegará a dominar el árabe. Su formación ha contribuido, ciertamente, a su rechazo frontal de todo tipo de intolerancia. Viajero incansable, vivió en Roma y Nueva York. Ha trabajado como periodista científico y ha sido amigo de grandes figuras literarias como Alberto Moravia y Tennessee Williams, quien dijo de él “Una granada que no deja de estallar”.
Ha sido redactor jefe de la prestigiosa revista Sciences et vie. Publicó su primera novela en 1955 y recibió diversos premios. Entre sus numerosos libros se cuentan La fortune dÁlexandrie, L´Homme qui devint Dieu, Histoire générale de Dieu, Histoire générale du Diable y Moisés, que han sido éxitos tanto en Francia como en otros países.”

 
Lo cierto es que el autor nos lleva de forma amena y apasionante por el devenir histórico de lo que algunos han dado en llamar el problema judío, problema que siempre fue alimentado por la leyenda negra, la envidia de obligarles a ejercer de prestamistas y luego sus deudos incitaban a la persecución para evitar pagar. Es también muy instructiva la historia del fundador de la Iglesia de Roma, el cristianismo, que demuestra que más allá de supercherías y transmutaciones, el tema de Jesús es un tema político que hay que ver bajo el prisma de la época en que Palestina era una provincia romana y que lo que siguió a partir de la conversión del imperio al cristianismo es simplemente una lucha por mantenerse en el poder que duraría hasta la revolución francesa.
Pero como siempre, os dejo unos breves retazos que valen más que mil de mis verborreas.
Roma…
“…la arrogancia romana choca de frente con el orgullo judío. Los judíos han sido vencidos, es cierto, pero son gloriosos: dos veces poseyeron un reino independiente, en los tiempos de David y de salomón; más tarde en los de los reyes asmoneos. Sus tradiciones son mucho más antiguas que las de los romanos. Sus profetas hablaban con el Señor mientras Rómulo y Remo estaban reducidos a mamar de una loba. En cuanto a las leyes, la suya fue dictada por el Señor en persona y no le cede en nada a las que las legiones portadoras de águilas pretenden aplicar al mundo en nombre de una república de aventureros, toscos militares y charlatanes, y más tarde de un imperio que no vale mucho más. Y no hablemos de esos dioses y diosas romanos que, como sus homólogos griegos, se muestran desnudos y se ponen cuernos mutuamente…”

Con la Iglesia en el poder se toparon…
“…En 1095, el papa Urbano III decide galvanizar y unir a la cristiandad mediante una operación de gran envergadura, una cruzada para reconquistar la Tierra Santa –es decir Palestina- en poder del Islam. Curiosamente esa idea tardó bastante en madurar, pues el pretexto era un acontecimiento ocurrido veinticuatro años antes: la toma de Jerusalén (y de Siria) en 1701, a la sazón en los califas fatimidas de Egipto, por los turcos saldjuquidas. La realidad es que Jerusalén pasó de las manos de musulmanes, los fatimidas, a las de otros musulmanes, los saldjuquidas, lo que en nada cambió el estatus de la ciudad, conquistada por el Islam en 636. Además, la reciente conquista de la ciudad es un asunto de rivalidades específicamente musulmanas: Alp Arslan, el conquistador saldjuquida, había sido nombrado califa de los musulmanes en 1055 y pretendía quitar ese título prestigioso de los fatimidas. Nada de esto concernía a la cristiandad…
…En Francia, la primera cruzada degenera rápidamente en robos, violaciones y asesinatos de judíos por el ejército de Pierre l´Ermite y de Emigo de Leisingen a lo largo del Rin. Guibert de Nogent, cronista de la época, escribe en nombre de los cruzados de Ruán: “Deseamos ir a combatir a los enemigos de Dios en oriente, pero tenemos ante los ojos a judíos, raza más enemiga de Dios que ninguna otra”. La observación debe entenderse más allá de lo religioso: los judíos son ricos, ¿para qué ir tan lejos a buscar el dinero? Se organizan las persecuciones y asesinatos de judíos. Pues ya no se trata de hacer una guerra de desgaste económico y social, y menos aún teológico: se ha llegado a la eliminación material, si no física, pura y simple…”

Los planes de Napoleón para los judíos…
“…El propósito de Napoleón de asimilación de los judíos se basaba en un principio autoritario, típico de su sentimiento de superioridad política y cultural, como lo prueba el proyecto imperial de imponerles matrimonios mixtos: en adelante habrá que contar una boda con un cristiano por dos bodas entre judíos. Ese proyecto chocará sin embargo con la oposición irreductible del Sanedrín llamado “de napoleón”. El antisemitismo tácito del emperador, convertido en maestro de ambigüedades y que desde hace tiempo ha olvidado su generoso proyecto de reconquista de Palestina, no es sin embargo de inspiración religiosa, sino política. ¿Los judíos se ponen en guardia? ¿Y los cristianos?
Es que la diferencia es considerable. Con la revolución se ha producido un cambio: la cuestión judía ha sido desplazada de lo religioso a lo político. Por primera vez, la situación de los judíos europeos ya no dependía directa ni únicamente de las preferencias o intolerancias de las autoridades cristianas. En apariencia era un gran progreso para los judíos: al menos se podía tratar en lo político, mientras que antes era imposible hacerlo con la religión. No obstante, la transición no se efectúa en un abrir y cerrar de ojos. En el intervalo, el antisemitismo, arraigado desde hace siglos, se vuelve más amenazador, hirviendo como un caldero de hechicera…”

Alemania nazi…
“…La locura de la reacción supera el dolor del orgullo herido. Lentamente, un fantasma tomó cuerpo en las mentes de la minoría que se había adueñado del poder en Alemania: la purificación. Si el país había sido vencido, era porque había sido debilitado por elementos extranjeros. Los nazis englobaron en esta denominación a todos los que consideraban cuerpos extraños, apoyados en la pseudo ciencia que cultivaban astrofísicos delirantes como Horbiger, que creía que el cielo estaba lleno de hielo; antropólogos de fantasía como Eugen Fischer, directos del Instituto Kaiser Wilhelm de Berlín y sostenedor de las teorías racistas sobre el arianismo; médicos sádicos como Josef Mengele. Esos enemigos de la “raza alemana” eran los comunistas y los trisómicos 21, los opositores de diversas tendencias y los alcohólicos, los gitanos y los sifilíticos, los homosexuales y los débiles, y, sobre todo, los judíos. Estos últimos pasaban a los ojos de los nazis por ser todo eso a la vez: degenerados, comunistas, homosexuales, alcohólicos, etcétera. Eran los chivos expiatorios designados por el odio delirante de Hitler.
Según los psicoanalistas, el fantasma de la purificación sería un avatar del narcisismo. Para los nuevos jefes del Tercer Reich, la imagen que se hacían de su país y con la cual se identificaban estaba herida y deshonrada. Decidieron restaurarla eliminando esas “deshonras”. Por otra parte, ese era el fantasma de todos los nacionalistas europeos de la época, pero los nazis, aislados en su teatro onírico, lo llevaban al paroxismo. En un primer momento, de 1933 a 1938, y sobre todo después de la Noche de los Cristales, su agresividad fue aumentando y adquirió un sesgo cada vez más asesino, aunque sin obedecer todavía un programa global de exterminio del que se habló por primera vez públicamente en 1939. Aparentemente se proponían sobre todo expulsar a los judíos fuera de Alemania (por eso las leyes de Nuremberg, votadas en 1935, los convirtieron en extranjeros en su propio país). En vísperas de la guerra, dos tercios de los judíos alemanes se habían marchado y, en 1941, sólo quedaban en el país 170.000. Alemania estaba pues casi `Judenfrei´. El régimen estudió incluso con sus diplomáticos la posibilidad de enviar a todos los judíos restantes a una tierra lejana: África (Madagascar) o Asia. Al estallar la guerra, ocho millones de judíos se encontraban en los territorios controlados por los alemanes. Ya no era cuestión de expulsarlos y Hitler puso en práctica la amenaza de exterminio revelada en su discurso del 30 de enero de 1939…”

Lectura recomendable en estos tiempos en que suenan tambores de guerra en oriente medio donde Israel tiene un protagonismo crucial y para lectores tanto de las derechas cristianas como de las izquierdas revolucionarias, que ahora en tiempos de, ya sí, crisis económica se dedican a rebuznar insultos, improperios y mierdas al contrario; lo digo porque el siguiente paso suele ser dar mierda al distinto, de lo cual no estamos tan lejos toda vez que negamos asistencia sanitaria a otro ser humano por motivos prácticos de gestión de recursos, la misma escusa con otro collar que se empleó contra el pueblo judío…
Recomendable para servicios de vigilancia nocturna, ultras de cabezas rapadas y mentes lirondas cumpliendo condena por actos de violencia ultraderechista, beatos meapilas y opusdeícos que se creen en la verdad verdadera y justos en sus acciones que sólo esconden racismo, xenofobia y fanatismo el igual de recomendable para jóvenes que gustan de la historia y hacen cola en las oficinas del paro.
La paradoja es que cuando los judíos se sintieron parte de una nación, ésta siempre trató de expulsarlos, como hicimos en 1492, o sencillamente exterminarlos como hizo Alemania en 1941…
Todos hemos sido judíos en ese sentido alguna vez en la vida.

 

 

martes, 14 de agosto de 2012

"Lomo con tapas", suplemento
literato cutre

 
 

Libro: NUESTRA GUERRA – Memorias de un luchador

Autor: Enrique Líster

Editorial: Ediciones Silente – serie memoria histórica

Edición: 2007

 

Traemos hoy un libro y un autor que trata de un tema maldito para media España residual: la Guerra Civil contada por el militar comunista Enrique Líster, héroe para unos, villano para otros y desconocido para la inmensa mayoría de españoles.

Hay que afrontar su lectura con tranquilidad y perspectiva para destilar las tres componentes del libro, a saber: Por una parte es un libro de memorias y autobiográfico aunque se centra en su mayoría en la guerra fratricida. Como todo libro de memorias hay que tener en cuenta que siempre es subjetiva. Por otra que se trata a la vez de lectura interna para quienes eran comunistas en la guerra y luego en el exilio y la clandestinidad con ataques constantes a Santiago Carrillo que para el lector de 2012 puede resultar farragoso durante los breves instantes en que Líster se lanza al ataque argumental y con datos para hacer ver que el eurocomunismo sólo era claudicar a los principios comunistas y revolucionarios. Por último, es un libro de guerra, con datos y hechos de las unidades republicanas y en ese sentido es de creer y tener buena fe por parte del lector para creer en la veracidad de Líster comandante militar. Son datos realistas y permiten ver una nueva perspectiva del poder militar de la República, las luchas internas con los anarquistas y su experimento en Aragón que décadas más tarde sería realidad en Camboya. Los libros de la misma temática escritos por afines al bando vencedor siempre tenían un tufillo de irrealidad y datos alterados en cuanto a unidades y tácticas, es de suponer que por la estrategia de Franco de sencillamente lanzar sus masas de carne de cañón en ataques frontales.

Libro duro que permite ver hasta que punto se trató de una guerra de liberación en el sentido de ver como alemanes e italianos suministraban y asesoraban a las tropas franquistas desde un punto de vista republicano que por supuesto tenía el contrapunto de la otra España.

 

Enrique Líster Forján (Ameneiro, A Coruña, 1907 – Madrid, 1994), fue un dirigente comunista de gran relevancia y uno de los militares revelación durante la guerra civil española. Procedente de la escala de milicias, alcanzó el grado de teniente coronel al final de la contienda, comandando la mítica 11ª División y el Vº Cuerpo de ejército.

Militar formado tanto en la Academia Frunce (URSS) como en el campo de batalla, a la par que antimilitarista convencido, su militancia la concibió con una entrega total a lo largo de toda su vida. Exiliado en la URSS entre 1939 y 1946, alcanzó el grado de general en los ejércitos soviético, polaco y yugoslavo; instalado en Francia desde 1947, fue miembro del comité ejecutivo del PCE hasta 1970, fecha en la que fue expulsado por su denuncia de la línea liquidacionista impuesta por Santiago Carrillo y su propuesta de pacto con los franquistas. Fundo el PCOE y regresó a España en 1977, oponiéndose a la impunidad del régimen franquista y la monarquía que lo sustituyó. Falleció en 1994 en Madrid.

Hago constar que esta loa no es de nuestra cosecha y viene en la contraportada del libro en una edición homenaje, de ahí ese ardor combativo que os puede causar a los lectores personas de bien en una primera impresión.

Es de destacar que como oficial supo crear una unidad de choque que se batió en todos los frentes. Unidad bajo el paradigma de comunista que trataba de llevar la utopía. Como fuerza de combate estuvo a nivel de las mejores tropas profesionales sublevadas. Tratar de ver desde otro prisma estas memorias que no sea con objetividad y comparativa con otras obras acerca de la guerra civil, sería tan nocivo como sólo leer afines al levantamiento militar y posterior dictadura. Hay que trasladarse mentalmente a 1936 y ser fríos y analistas sin juzgar pero sí sacar enseñanzas…

 

Lecciones de la infancia…

“Sin duda me he extendido demasiado en las cosas de familia y, sobre todo, en esta historia del herrero, pero es que ella y las injusticias y abusos que presencié en esa época de mi niñez ejercieron en mí una influencia que me ayudó a tomar en la vida el camino que he seguido de luchar contra las injusticias y de hacerme comunista.

Mi odio a la Guardia Civil y mis diferentes choques con ella en los años 1925-30 fueron bien conocidos en esas épocas a muchas leguas a la redonda, pero lo que ya no era tan conocido era el origen de ese odio. El origen de mi odio a los miembros del Cuerpo de la Guardia Civil venía de un día de carnaval, cuando yo tenía ocho años, y en su origen estaba el herrero. Era reciente la historia de la construcción de la casa –no pagada (su construcción encargada a mi padre)- y mi padre estaba próximo a partir para Cuba. En una taberna que había cerca de nuestra casa mi padre estaba con unos amigos tomando unas tazas de vino. En una sala reservada estaba el herrero dando una comida a tres guardias civiles. En cierto momento salieron éstos y le dijeron a mi padre que se marchase. Mientras tanto el herrero se reía detrás de ellos. Yo presencié toda la escena, vi como mi padre se resistía a marcharse, pero al final tuvo que hacerlo. Con la mezcla de admiración, cariño y respeto que yo sentía por mi padre, aquella escena me hizo un efecto terrible…

…Hay que haber conocido lo que era la Guardia Civil en los medios rurales y en la época a que me estoy refiriendo. Bastaba que el cacique le diera la orden de sacar a uno del medio, para que lo metieran una paliza tal que, unas semanas o unos meses más tarde, lo llevaba a la tumba…

Entre los numerosos errores cometidos por los gobernantes al proclamarse la República en 1931 se cuenta el de mantener a la Guardia Civil, por considerarla leal y eficiente en contra de los huelguistas y extremistas...”

 

Sobre el 5º Regimiento…

“…Esta gran unidad de combate debía constar de 1.000 hombres y llegó a más de 70.000, distribuidos en una parte de las provincias de la España leal, llegando a formar los núcleos organizativos y los cuadros de mando de gran cantidad de brigadas, divisiones y cuerpos del Ejército Popular. El 5º regimiento realizó en su seno un sostenido esfuerzo de educación y propaganda política para reforzar cada vez más la unidad política antifascista que, por su propia composición, plasmaba el Regimiento. Fue así mismo organizador práctico de la estrecha ligazón entre el frente y la retaguardia, propagandista incansable de la unidad de todos los antifascistas que el regimiento propugnaba con su ejemplo. Apadrinó fábricas y organizaciones: cooperó con entusiasmo y lealtad con el trabajo de las autoridades; sostuvo una estrecha ligazón con todos los partidos políticos y sindicatos; ayudó concretamente a los otros batallones, regimientos y columnas; mantuvo ininterrumpido contacto con la población civil por medio de publicaciones, periódicos, mítines, conferencias, cine, banda de música, compañías de artistas, exposiciones, carteles, etc., elevando su moral combativa y reforzando su fe en la victoria. Todo ello, unido al heroísmo de sus combatientes en los frentes de batalla, sirvió para hacer del 5º Regimiento una unidad querida y popular…”

 

Objetivos de la Batalla de Brunete…

“Los objetivos principales que se querían conseguir con la operación –que luego se llamó batalla de Brunete, porque la lucha se concentró casi totalmente en la bolsa que rodeaba a este pueblo- eran: parar la ofensiva del enemigo en el Norte, desmontar la ofensiva que éste preparaba en el frente del Sur y, si la operación tenía éxito completo, obligarle a alejarse de Madrid.

Se trataba, pues, de ayudar a los combatientes del Norte de la única forma en que se les podía ayudar: atrayendo hacia los frentes del resto de la zona republicana a las fuerzas del enemigo, a fin de dar tiempo a nuestras fuerzas del Norte a reorganizarse. En cuanto al plan de la operación era aproximadamente el siguiente: los Cuerpos V y XVIII, atacando en la dirección principal, debían romper el frente entre Villanueva del Pardillo y Navalagamella (una distancia de unos 12 kilómetros entre los dos citados pueblos). Después de conquistar los pueblos de Quijorna, Villanueva de la Cañada, Brunete y Villanueva del Pardillo, avanzar en dirección Bohadilla del Monte- Villaviciosa de Odón y, posteriormente, esforzarse por establecer enlace por fuego con el 2º Cuerpo que avanzaba desde el sudeste de Madrid en dirección a Carabanchel Alto.”

 

Retirada a la frontera y “hospitalidad” francesa…

“… ¡Ese fue para mi el momento más amargo de mi vida! Era terriblemente doloroso e injusto que combatientes curtidos en tres años de continuo pelear tuvieran que entregar sus armas para ser conducidos a campos de concentración. Y ese dolor lo aumentaba aún la falta de dignidad de algunos oficiales franceses que, sin esperar siquiera nuestra marcha para repartirse el botín, se abalanzaban sobre las pistolas según iban cayendo a tierra, arrancándoselas literalmente de las manos unos a otros.

De allí fuimos conducidos a Banyuls, donde a mí y a una media docena de los jefes y comisarios de mayor graduación nos separaron del resto de las fuerzas. Más tarde pude enterarme de que, mientras con nosotros se había tenido un trato correcto por parte de las autoridades militares y cordial por parte de los civiles, a las tropas les hicieron toda clase de porquerías…”

 

Interesante libro de memorias de guerra donde asistir a la creación de operaciones y tácticas que más tarde se verían en la 2ª Guerra Mundial de la que la Guerra Civil Española fue su primer acto,y que visto ahora en 2012 y siendo simplemente objetivos podemos tener una radiografía de la unidad emblemática del Ejército Popular dirigido por un tipo que no engaña a nadie: es comunista, fue preparado en la URSS y se convirtió en un comandante operativo que supo inculcar a las unidades y a los hombres que la conformaban bajo su mando una lealtad a la República sin renunciar a su génesis de ideología comunista y tratar de aplicar con hechos sus ideas revolucionarias que hay que reconocerle a Líster que las veía como integradora a la labor guerrera de su unidad.

Recomendable si queréis saber y comprender de la Guerra Civil e ideal para regalar a la suegra si es católica y persona de bien que diría el bueno de Rajoy.

No es una lectura farragosa en cuanto a espesor de contenidos y sí didáctica para amantes de la historia militar. Acompañan al texto abundante material fotográfico en distintas etapas de la contienda. Y muy recomendable a mozalbetes treintañeros que gustan de cantar cara al sol y levantar el brazo en saludo hitleriano a ver si aprenden que ninguna guerra mereció nunca la pena y sólo es la manifestación de la incapacidad del ser humano de resolver sus conflictos mediante el diálogo y las búsqueda del bien común que no suele coincidir muchas veces con el de las personas de bien y las personas de mal vivir…



 

viernes, 10 de agosto de 2012

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre

 

Suplemento literato cutre de
The Adversiter Chronicle

 
Libro: LEGIONARIO – El manual del soldado romano
Autor: Philip Matyszak
Editorial: Ediciones Akal, S. A.
Edición: 2011


Año 100 d. C., eres ciudadano romano sin oficio ni beneficio y te planteas alistarte a la Legión…

Delicioso libro que aúna historia y humor para describirnos cómo eran, se componían y luchaban las gloriosas legiones romanas. Lo que parecía un formato desconcertante se convierte en una lectura ágil y amena que nos hace trasladarnos a la época.

Philip Matyszak es doctor en Historia romana por el St. John´s College, Oxford, y es el autor de Chronicle of the Roman Republic, The enemies of Rome, The sons of Caesar, Ancient Rome on Five Denarii a Day y Ancient Athens on five Drachmas a Day.
Es profesor en un curso electrónico en Historia Antigua para el Institute of Continuing Education de la Universidad de Cambridge.

Alistarse al ejército romano…
“Estamos en el año 100 d. C., uno de los primeros del reinado del emperador Marco Ulpio Trajano (más tarde conocido sólo como Trajano), y el Imperio romano no conoce límites. Nuestras fronteras se extienden desde los desiertos más allá de la distante Palmira hasta la pantanosa y nebulosa Britania.

Pero en todas partes la seguridad de Roma está en peligro. Grupos políticos insurgentes confabulan para fomentar la rebelión dentro de las fronteras del Estado, salvajes tribus bárbaras lanzan constantes ataques contra las fronteras en busca de puntos débiles y todo oriente sufre la gran amenaza del celoso poder de los partos. Ante estos peligros se alzan dos grandes baluartes: la sabiduría y el vigor de nuestro emperador y el poder del ejército romano que, siempre vigilante, protege y sirve al pueblo de Roma.
 
Nunca se dieron mejores condiciones para alistarse al ejército romano. Desde su profesionalización por parte del emperador Augusto, hace tres generaciones, el sistema militar ha sido afinado hasta la creación de la fuerza de combate más sofisticada y letal que el mundo haya conocido jamás. Todo está organizado con precisión romana, desde el alistamiento de los reclutas hasta la concesión de su pensión (o la organización de un funeral decente). Tras 40 años de ser (desde un punto de vista militar) uno de los lugares más interesantes del imperio, la desafiante Britania ha podido ser sometida, y las gloriosas campañas allí mantenidas, con los soldados calados hasta los huesos, han llegado a su fin. La atención ahora se centra en el problemático reino de Dacia, más allá del Danubio, tras lo que habrá que ajustar definitivamente las cuentas con los partos en las desérticas arenas de Mesopotamia…”

Mantenimiento del equipo del legionario…

“Aquellos que estén equipados con una cota de mallas, pueden limpiarla metiéndola en un barril con un poco de arena, haciéndolo rodar hasta que los eslabones estén limpios. Pulir la lorica segmentaria, sin embargo, es un trabajo de chinos, ya que hay que hacerlo banda a banda. (Hay 34 piezas independientes con sus correspondientes bisagras, por no mencionar las traicioneras secciones en las que las bandas se montan unas sobre otras, y en las que siempre acaba por acumularse el óxido por mucho que nos matemos engrasándolas.)
Cuando se porte estar armadura, lo primero que hay que hacer es ponerse una bufanda. Sin ella, la pesada banda pectoral rozará con el esternón, llegando a llagar y ulcerar la piel. Una vez que la bufanda esté en su lugar, la armadura puede portarse como si fuese una chaqueta metálica abrochada por delante mediante unas correas de cuero. Una armadura bien ajustada será flexible y nos dejará libertad de movimientos, hasta el punto de que es fácil olvidar su fragilidad y la tendencia de bisagras y remaches a saltar en el peor momento. De hecho, un remache roto ofrece una buena oportunidad para pedirle al herrero que nos ajuste la coraza aún mejor mientras la repara…”

Alojamiento en campaña…

“Nuestro hogar será un papilio, una tienda, normalmente hecha de cuero ungido con aceite (la piel de becerro y la de cabra son las opciones más frecuentes), y en la que se alojarán ocho legionarios. El espacio, por tanto, no abunda, por lo que normalmente el equipo se deja apilado fuera, con el escudo dentro de su funda puesto encima para ofrecer al resto cierta protección. En cuanto se entra en el campamento puede verse si el suelo está húmedo. Cuanto más embarrado esté, más bajas e inclinadas estarán las tiendas, porque los soldados plegarán la parte inferior de las paredes tendiendo un <<alerón >> de cuero para evitar dormir con la cabeza sobre el barro. Cuanto más baja sea la tienda, menor será el volumen interior, y más fácil resultará caldearla con el calor corporal de los legionarios, algo que resulta muy útil cuando la campaña se desarrolla en una primavera o un otoño fríos. Si el clima es caluroso, el frente de la tienda puede dejarse abierto y levantado, para permitir que corra la brisa por el interior…”

El momento de la batalla…
“Cuando los soldados pasen revista por la mañana todos los ojos se detendrán sobre la tienda del general, los praetoria. Si en ella ondea una bandera roja, eso significa que el general ha decidido librar batalla ese día, y los legionarios, con su armadura bien bruñida, su espada bien afilada y su escudo bien pulido, saldrán del campamento por la puerta para colocarse en posición. Si el enemigo empieza a reunirse en el lado opuesto, respira hondo y trata de no vomitar el desayuno. La espera ha terminado. Muchos hombres morirán antes de la hora de la cena…”

 
Obra didáctica en suma que nos permite sumergirnos en el mundo de las legiones romanas y pasearnos por una época que sentó las bases de nuestra civilización.

Lectura ideal para amantes de conocer la historia tumbados en la playa, en la mesita de noche o después de la paella. Igualmente recomendable para servicios de vigilancia nocturna o vigilias hospitalarias. No así para la regalar a la suegra que podría aprender tácticas para tocarnos las bowlings más allá de los parámetros habituales y aceptables…

 

 

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miércoles, 1 de agosto de 2012

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre

 

Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle

Libro: El deseo en el celibato
Autor: Gordon Thomas
Editorial: Plaza & Janes

Traemos hoy a “Lomo con tapas” un libro que nos habla de sexualidad, que no de sexo, en uno de esos mundos ocultos que aún perduran en estos tiempos de revolución digital y digitales revoluciones: la Santa Madre Iglesia y como afecta a sus integrantes, monjas y sacerdotes, someterse voluntariamente a prescindir de la sexualidad en sus vidas.

No es un libro polémico en si aunque es de los que resqueman las neuronas de creyentes, maestros de ceremonias misales y jerarquías feudales vaticanas.
De su autor, Gordon Thomas, puedo contaros lo que trae la contraportada:

Gordon Thomas es autor y coautor de una veintena de libros, cuyas ventas sobrepasan un total de 34 millones de ejemplares vendidos en 36 países. Cuatro de ellos han sido llevados al cine como grandes producciones cinematográficas.

Tomas ha informado sobre el Vaticano desde los últimos meses del mandato pontificio del Papa Juan XXIII, en 1963. Cubrió la elección del Papa Pablo VI y fue recibido en audiencia privada en varias ocasiones, durante los quince años de su mandato pontificio, hasta que finalizó con su muerte en 1978. Fue comentarista durante el treinta y tres pontificado y los funerales de su sucesor, el papa Juan Pablo I, también del fin de cuatrocientos cincuenta y cinco años de dominio italiano en el Papado con la ascensión del polaco Karol Wojtyla como Papa Juan Pablo II.

Otros títulos de su obra son: El día en que murió Guernica; Pontífice; El año del Armagedón.

A lo largo de cinco historias reales de sacerdotes y monjas, asistiremos a las tribulaciones y pensamientos encontrados de la vocación de servir a Dios y unas normas internas y terrenales donde el sexo y la sexualidad sencillamente deben ser anuladas.

Pero despojando la circunstancia religiosa, a lo que asistimos es al daño que produce la amputación consciente de algo tan inherente al ser humano como es la sexualidad. Como los sentimientos de culpa atormentan y que las reglas monacales no dejan de ser un sistema de control absolutista donde no hay lugar para el debate y mucho menos de plantear el tema ante una curia romana que trata de tapar las deserciones sin importar condenar al ostracismo social y familiar de aquellos sacerdotes y monjas que llegan a la conclusión de que servir al prójimo con el ejemplo de Cristo no está en absoluto relacionado con si hay fornicio o no en sus vidas…

No suele ser habitual, pero en esta ocasión empiezo la muestra de unos breves pasajes del libro con una “Nota al lector”:

“Todas las personas que aparecen en este libro son reales. Sin embargo, me he sentido moralmente obligado a proteger algunos de sus secretos y en algunas ocasiones, esto incluye sus identidades. Al protegerles de esta forma, no creo haber violado mi deber para con la verdad ni haber transgredido ninguna de las admirables reglas que Macauley considera necesarias para escribir auténtica no ficción: <<Un historiador debe poseer una imaginación lo suficientemente poderosa como para hacer que su narración sea emocionante y vivida. Pero debe controlarla hasta el punto de limitarse al material que posee y evitar la tentación de sustituir las deficiencias con añadidos de su propia cosecha>>

Todas aquellas personas cuyas experiencias relatamos aquí serán tan reconocibles para ustedes como lo serán para sí mismos. Por supuesto, ellos crearon las condiciones –o bien se vieron envueltos en ellas- que permitieron que la luz emergiera finalmente de la oscuridad que durante siglos había rodeado la forma de vida que habían escogido. Ellos forman parte del misterio (si ésa es la palabra): cómo se enfrentan los sacerdotes y monjas de la religión más poderosa del mundo (la Santa, Católica, Apostólica y Romana) a sus necesidades sexuales, habiendo abrazado los sagrados votos del celibato y la castidad.

Quizá no sorprenda a nadie que las respuestas confirmen las sospechas, provoquen la consternación e incluso despierten la ira y el sobresalto. Sobre todo porque los hombres y mujeres que aparecen en estas páginas revelan sus propias verdades íntimas y las de sus hermanos y hermanas en Cristo. Pero tras sus más evidentes motivos para romper el silencio hay algo más. La religión exige su castigo y reclama a sus víctimas. En este sentido, su historias es la de todos nosotros.”


Tribulaciones seminaristas…

“Seamus se dio cuenta de varias cosas mientras saludaba a sus padres en el cavernoso vestíbulo donde los seminaristas recibían a sus familiares. Su madre estaba más ajada que nunca. Hacía unas semanas que el hospital se había desentendido de ella. Aunque no le dieron un plazo de vida preciso, ella le dijo a Seamus con calma que no viviría más de un año. En cierto modo estaba contenta de haber salido del hospital…

…Seamus se sentía sorprendido y azorado. Desde aquella noche de verano en que sacó a colación la historia del sacerdote caído, había tenido mucho cuidado de evitar cualquier discusión con su padre acerca del sacerdocio, limitándose a generalizar: el estudio era duro y absorbente, habían hablado de renovar parte del seminario añadiendo otra ala para acoger el flujo de estudiantes previsto para la década siguiente. ..

…Por un fugaz instante, Mary apareció en su mente; luego, se desvaneció. No era el momento. Solía aparecer cuando no podía conciliar el sueño. Nadie lo sabía, ya que Seamus lograba mantenerla alejada de su mente. Se decía a si mismo que no había volición, que él no cooperaba a aquellas apariciones; pero no estaba seguro de encontrarse dormido en esas ocasiones. Tampoco sabía qué papel desempeñaba la imagen de ella. Aquella parte de su cerebro, la que controlaba las fantasías sexuales, todavía estaba inexplorada.”


Rebelión en las celdas…

“En toda reunión en que se discutiesen modificaciones o alteraciones, las opositoras mostraban estadísticas que apoyaban sus peticiones de menos libertad. Cien Hijas Italianas de San Pablo habían protagonizado los últimos abandonos para protestar por el cambio de sus hábitos. Las hermanas de Glenmary se oponían firmemente a que se revisara su reglamento. Las Hermanas del Inmaculado Corazón de María estaban abrumadas por la incertidumbre de los cambios en su rutina diaria. Las opositoras argumentaban que no había ni una sola Orden que no temiera las consecuencias futuras de aquellas innovaciones. Las (monjas) menores de treinta y cinco años abandonaban las comunidades porque no se cumplían las promesas del Concilio Vaticano II. Argüían que desde Roma se estaban boicoteando sus conclusiones. En la última reunión, las opositoras presentaron cifras demostrando que en la Orden de la Santa Cruz habían perdido centenares de miembros entre las más jóvenes, y que lo mismo había sucedido con las Hijas de la Caridad. Aquel día, la sala de reuniones del convento se llenó de argumentos y contra argumentos, y los ánimos se encresparon un tanto.

Clare tenía su propio carácter sobre el asunto; pero temía cada vez más que, a pesar del indudable liderazgo de la madre superiora, la comunidad se pusiera del lado de su ayudante y de las monjas de mediana edad. Ella era un tapón muy eficaz para embotellar las ansias de cambios culturales de las monjas más jóvenes. Sin embargo, Clare no llegaba tan lejos como algunas de ellas y no exigía los intransigentes cambios que reivindicaban otras. Además, se daba cuenta de que al asistir a una de las más prestigiosas Universidades católicas de Irlanda se despegaría un tanto de la vida que había llevado durante los últimos siete años. Ya no estaría protegida por los muros de la comunidad, sino que se hallaría expuesta a una serie de nuevos y excitantes estímulos. Esta era una de las razones por las que se encontraba ansiosa de asistir a la conferencia…”


Pensamientos monjiles…

“Victoria tenía el convencimiento de que la única salida, la única esperanza de supervivencia, era permitir a las monjas una mayor libertad personal para que vivieran y trabajaran como ellas quisieran. De esa forma, podrían dedicarse a sí mismas de una forma más saludable y permitir que la Iglesia siguiera viva. Para ella, el voto de castidad era infinitamente menos decisivo que poseer una madura comprensión de la estabilidad psicológica. También consideraba muy importante el conocimiento de una realidad amplia: cuanto más claro y visible fuera el camino del mundo para una monja, mejor preparada estaría para enfrentarse a él…”


Reflexiones para un fornicio no permitido…

“El padre Philippe yacía en la cama, escuchando los ruidos de la cocina, hablando con Harry Turner desde el teléfono de la mesita de noche de Margot, explicándole por qué quería que Andy y Dan fuesen a ver a Perry.

Una vez más, las palabras de san Mateo volvieron a su mente. <<Muchos son los llamados, pocos los escogidos. >> Él todavía sentía que tenía vocación y que estaba lleno de la gracia de Dios. Hacer el amor con Margot no había cambiado nada. Había sido una hermosa experiencia humana. No era menos sacerdote por eso. Lo que había ocurrido era una prueba irrefutable de que él no podía vivir una vida plena en Cristo sin tener en cuenta su sexualidad.

Esta vez hacer el amor con Margot había sido una experiencia placentera y significativa: el inicio de la recuperación de su amistad. Había sido un elemento esencial en su profunda necesidad de mostrar afecto y recibirlo. Le había hecho el amor con el mismo carácter esencial y sagrado que los sensuales, eróticos, humanos y apasionados amantes del Cantar de los Cantares en el Antiguo Testamento…”


En resumen que las directrices emanadas en el Concilio Vaticano II de cambio de reglas de vida monacal no son aplicadas y que Juan Pablo II era un retrógrado de tres pares de narices que defraudó las expectativas de gran parte de su soldadesca.

Libro ideal para joder al vecino beato, a mentes creyentes y cómo no, ideal para regalar a la suegra.

Está claro que anular la sexualidad por el motivo que sea crea taras y que en definitiva el Papa quiere que se aplique la norma que se aplican vigilantes de seguridad en servicios de puti club, discotecas y fiestas privadas: Donde tengas la olla, no metas tu polla...

 

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miércoles 25 de julio de 2012

"Un miércoles...un poema", suplemento poético y literario

 

Edición de lujo en esta edición de “Un miércoles… un poema” con la presencia de la pluma de Caridad Santamarta que nos deleita con uno de sus trocitos de poesía que te hacen pensar y nunca deja indiferente al lector…


*Un joven caminaba hacia la ciudad de Boston, ya estaba llegando pero el cansancio y la sed se apropiaban de sus fuerzas.

Al pasar cerca de una casita vio a una joven regando las flores en su jardín, y tomó la decisión de parar un poco a descansar y pedirle por favor un vaso de agua.

-Si, faltaría mas, tome asiento en esta hamaca que ahora mismo se lo sirvo.

A Mirelle le pareció que además de sediento y cansado le encontraba desnutrido, pero no le ofreció comida por temor de que se ofendiera, y en vez de servirle un vaso de agua le sirvió un gran vaso de leche.

No tardó mucho en irse, se lo agradeció amablemente y se despidió diciéndole que aun le quedaba algo de camino para llegar a su destino.

La joven siguió con su tarea y le duró un ratito en el pensamiento el aspecto de aquel muchacho, pero ahí quedó todo.

Pasaron unos cuantos años, Mirelle enfermó tuvo que ser ingresada en un Hospital.

Como la ciudad más cercana era Boston allí le ingresaron.

Le comunicaron que tenía que ser intervenida quirúrgicamente del aparato digestivo.

Le preocupaban mucho dos cosas, una era la intervención y otra que sus ahorros no le llegaran para pagar la factura que le pasaría el Hospital.

Se recuperó fabulosamente, le dieron el alta y le dijeron que la factura se la enviarían por correo a su domicilio.

A las tres semanas le llegó la factura, no llevaba cifras, solamente unas letras que decían:

Su factura ya está pagada con un gran vaso de leche y firmaba Andrés.

La sorpresa que recibió la joven jamás pudo olvidarla.

Envió una carta de agradecimiento con la petición de que fuera a la expresa atención de Rafael.

sábado, 14 de julio de 2012

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre

 

Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle

Libro: El Enigma Del Almirante Canaris, historia del jefe de los espías de Hitler
Autor: Richard Basset
Editorial: Crítica S. L.
Edición: 2006
Traducción: Gonzalo G. Djembé


Traemos hoy a Lomo con tapas la biografía, apasionante por otra parte, de uno de esos “nazis” buenos, pero que no se masturben de alegría neo ultras pijos, hay que entender que en los primeros años 30´s el partido nazi hizo creer a gentes de bien y no tan bien vistas, que Hitler garantizaba traer paz a las calles, trabajo y recuperar el orgullo de Alemania humillado en los mezquinos términos de compensación del tratado de Versalles…

Mirar si era bueno que le ahorcaran dos veces para regocijo visual de Hitler que mandaba grabar los ahorcamientos que siguieron al atentado de 1944 popularizado por la película “Valkiria” que era el nombre en clave del atentado por los golpistas nazis.

Por otra parte el almirante Canaris es el padre de los actuales trabajos de inteligencia y contra inteligencia, con una mente privilegiada y una sólida formación prusiana como hombre y marino de guerra.

Destaca la importancia de España y los teje manejes para mantener a Franco, incluyendo el ingreso de diez millones de dólares a su cuenta y de otros generales, que son definitivas para comprender que el híper general sólo era un renegado de su patria y un mercenario sin escrúpulos hacia sus paisanos y el paisanaje.

El autor del libro, Richard Bassett, es, o lo era a la hora de imprimir la cubierta, catedrático de Derecho en la Universidad de Cambridge, trabajó como corresponsal de The Times en Europa central, cubriendo los dramáticos cambios de 1989 en Berlín y Praga. Desde 1991 reparte su tiempo entre Londres, Frankfurt y Munich. Entre sus obras se cuentan The Austrians, Balkan Hours y Kurt Waldheim.
Pero lo mejor es como siempre mostrar unos breves retazos del libro:

Pequeña introducción:

“Los acontecimientos del 20 de julio de 1944 –el fallido atentado de Stauffenberg contra la vida de Hítler- no habían implicado de un modo directo a Canaris, pero sí renovaron las sospechas respecto de un almirante a quien ya hacía tiempo se consideraba políticamente poco de fiar. A ello siguieron, pues, su detención e interrogatorio. En estas fechas, hacia finales del verano de 1944, se le concedió un breve respiro en el proceso judicial, Canaris, en cualquier caso, sabía demasiado como para permitirle siquiera una publicidad limitada, como la del Tribunal Popular. Pero la Gestapo no había logrado establecer ninguna conexión entre el almirante y el ataque de julio. Tal vez, pensaron, el antiguo oficial de la Marina se traicionaría en el transcurso de una conversación con un viejo compañero como el conde Soltikov. Los dos se habían conocido cuatro años atrás, y Canaris, calificaba a Soltikov como <<un espía nato>>. Toda la conversación fue grabada por los tres micrófonos que la Gestapo había instalado en la celda…”

El joven oficial de la Marina…

“Para el joven Canaris, como para todos los oficiales navales del mundo, la Royal Navy, invicta durante sus quinientos años de historia, era la referencia modélica, que dictaba el tono que seguir en la conducta, el vestuario y, por descontado, el enfrentamiento bélico. Tal como escribió antes de la guerra cierto experto inglés, con respecto a la Marina alemana: <<Según es de justicia, nuestro país ha dictado al resto del mundo la moda del servicio naval; y Alemania, como no podía ser menos y han hecho todo lo demás, ha seguido nuestras huellas>>.
Este servicio no fue nunca apto para los timoratos. Como <<la más dura prueba del arrojo, habilidad y disciplina de cualquier oficial>>, el servicio naval ofrecía a los militares los desafíos más exigentes y las más gratas recompensas, ajenas a la complicación de cuantas bajas causan las campañas militares.
No ha de sorprendernos, por tanto, que la Royal Navy fuera el primer órgano del estado británico que posó su mirada sobre la virtuosa inteligencia de Canaris. Y lo que es más: no fue otro que Winston Churchill quien recibió los primeros informes.”


Analizando al general Franco durante la Guerra Civil…

“Retomando el tono tranquilo y moderado que tan eficaz resulta con los hombres de la milicia, Canaris actualizó los datos de espionaje de Franco. No eran tranquilizadores. El general entendía que la guerra (en España) avanzaba según sus deseos, pero la Unión Soviética, el Comintern, Francia y Gran Bretaña estaban en movimiento y acudía hacia la península un total de cincuenta mil voluntarios dispuestos a integrarse en las formidables Brigadas Internacionales.
Además, aparte de la incorporación de esta considerable fuerza de combate, había que contar con los tanques, aviones, municiones y armas que llegaban sin parar desde Francia y la Unión soviética. En un principio, Franco observaba a su interlocutor con impasible escepticismo, pero Canaris había realizado a conciencia el trabajo previo a su visita. Podía nombrar los ocho buques rusos que, cargados de suministros, habían cruzado los Dardanelos durante el último mes; en realidad, podía incluso proporcionar una lista detallada de sus cargamentos. El Kurak, por ejemplo, había descargado en Barcelona cuarenta camiones, doce transportes acorazados, seis piezas de artillería, cuatro aviones, setecientas toneladas de munición y unas mil quinientas toneladas de alimentos.

El Konsomol, otro buque soviético, había dejado ocho tanques más, dos mil toneladas de munición y cien toneladas de material médico. La izquierda internacional, con su brillante capacidad de coordinación inter-fronteriza, había creado un nuevo factor en el combate. Además, era uno que alteraría radicalmente la situación sobre el terreno. Como recordó cierto británico que luchó en el bando de Franco, contra las Brigadas Internacionales, eran hombres <<a quienes apenas afectaban la muerte o la fatiga>>.

Canaris, por descontado, conocía bien el carácter de Franco y no se le escapaba que esa interferencia foránea en los asuntos de España despertaría una respuesta particularmente acre. La réplica de Franco fue pronta: << esos mercenarios internacionales intentan imponer a España una ideología extranjera y someterla al dominio de Moscú>>. Cuando asumió que necesitaría de un refuerzo para combatirlos, resultó que ese nuevo ejército sólo podía ser armado por Alemania, y quizá por Italia. Canaris era consciente de que franco se resistiría a aceptar un respaldo extranjero tan significativo, por lo que hizo hincapié en que el apoyo de Hítler no comprometería en absoluto la independencia de España. Sin embargo, el alemán precisó de inmediato que Berlín sólo pedía una cosa: que la guerra se enfocara de un modo menos metódico y dubitativo. Berlín deseaba que se emprendiera una acción decisiva contra Madrid, que condujera a un pronto reconocimiento del nuevo gobierno nacional por parte de Berlín, Roma y Lisboa; eso justificaría, a su vez, que Berlín organizara un más ambicioso programa de cooperación…
…Madrid no cayó hasta muchos meses más tarde, pero ello no fue obstáculo para que Berlín anunciara, unas pocas semanas después, que otorgaba su reconocimiento diplomático al gobierno de Franco.”


Relaciones con la estrella más brillante del firmamento nazi después de Hítler…

“A medida que se desarrollaba la campaña oriental, las relaciones entre Heydrich y Canaris, pese a la apariencia de cordialidad, comenzaron a enfriarse. Canaris se reafirmaba en su determinación de mantener intacta la buena fama de la Abwehr, cuanto más cruelmente actuaban contra los prisioneros y civiles soviéticos los miembros de la SS, del ejército e incluso de su propia División Brandemburgo. Si ya era poco habitual que la Abwehr recurriera al chantaje (aunque lo había intentado con algunos agentes irlandeses, por lo general con escaso éxito), a partir de entonces se prescindió de ese método; y los compañeros pronto se dieron cuenta de que quienes sugerían la creación de campos de prisioneros o la detención masiva de civiles tenían todos los números para que la Abwehr los transfiriera rápidamente a otras organizaciones; tal fue el caso de Langendorf, en parís, que había propuesto encerrar en campos de detención a los refugiados españoles…
Para Heydrich, la administración de Bohemia y Moravia era demasiado amable. Los checos hervían de resentimiento y ánimo conspirativo contra los alemanes, un sentir que apenas ocultaban bajo un ligero velo de indiferencia humorística. Sin embargo, a pesar de que las SS habían intentado de forma repetida echar de su cargo a Von Neurath, Hítler lo había mantenido en el puesto, prometiendo que después de la guerra ya se saldarían las cuentas con los <<malditos checos>>.

Algunas conclusiones…
El enigmático almirante, cuya conducta confundió a mucha gente tanto durante el transcurso de la guerra como después, poseía sin embargo una notable coherencia. Aunque fue de los primeros en convertirse al nacionalsocialismo –pues lo consideraba un medio adecuado para restaurar la posición de Alemania en el mundo- , muy pronto, si no de inmediato, se desilusionó con el proyecto. Canaris, al igual que Beck y tantos otros oficiales alemanes, sufrió siempre una contradicción espiritual entre su juramento militar, expresado en nombre de Dios, y su oposición al régimen. Siempre guardó lealtad, no obstante a una Alemania más elevada, que pudiera recobrar el lugar que le pertenecía entre las filas de las naciones civilizadas...

…Por encima de todo, los geo estrategas británicos veían en la partición de Alemania, como la que se llevó a cabo en la posguerra, la mejor salvaguarda ante una eventual resurrección de un problemático gigante europeo que pudiera trastornar de nuevo el equilibrio del poder en Europa. La historia de Canaris ilustra, más que ninguna otra, las deslumbrantes posibilidades de la relación entre Alemania y Gran Bretaña, así como las limitaciones que tuvo en la práctica. Aquellos que hoy día se esfuerzan en mejorar la relación presente deberían prestar la máxima atención a las lecciones que se derivan de todo lo expuesto aquí…

…El compromiso de Canaris en la defensa de ciertos parámetros de una conducta ética impregnó, asimismo, toda la actividad de la Abwehr. En alguna ocasión tal vez sobrestimó la capacidad intelectual de alguno de sus colaboradores más cercanos, pero Canaris creía en la integridad de aquellos en quienes depositaba su confianza y en esto cometió muy pocos errores, si cometió alguno. No estaba en una posición que le permitiera influir en la inigualada y horripilante bestialidad del Holocausto, pero aun así salvó a muchos judíos de una deportación cierta a los campos de concentración.

 

Libro apasionante que nos asoma al mundo de un oficial de carácter prusiano, que creyó ver una salvación para su patria y que supo mantener sus lazos con Gran Bretaña sin considerarse traidor ya que sus coordenadas eran claras. También nos sirve para conocer el desconocido papel de España tras la Guerra Civil, cosa que viene bien en estos tiempos donde los cretinos cretinean absurdeces sin saber la historia.

Lectura amena para vacaciones, guardias nocturnas y convalecencias. Ni que decir tiene que es ideal para regalar a la suegra…

martes 7 de febrero de 2012

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre

 

Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle

Libro: La conspiraciónde los iguales
Autor: Ilya Ehrenburg
Editorial: Ediciones Júcar
Edición: Primera edición, noviembre de 1974
Traducción: César V. Gárate y Damiana Peret


Traemos hoy una deliciosa novela en una de esas ediciones prehistóricas que pueden adquirirse en la Semana Negra y de un autor plenamente soviético.

Ilya Ehrenburg nació en Kiev en 1891 y falleció en Moscú en 1967.

Sus ideas políticas le obligaron a emigrar. Visitó gran parte de Europa y regresó a su país en 1917. Desde 1921 residió en París, pasando por Berlín y Bélgica, hasta que en 1940 volvió a Moscú. También estuvo durante la Guerra Civil en España.
Es una de las figuras más conocidas y actuales de la literatura soviética (¡1974!)
Lo mejor de su producción son las novelas y los cuentos de gran intención satírica.
De su producción destaca: Julio Jurenito, Trust D. E., Miguel Likov, El amor de Juana Ney, La conspiración de los iguales, La novena ola, Historias inverosímiles, La tempestad, El deshielo, novela ésta última que constituyó un primer anuncio de las autocríticas que se produjeron en Rusia tras la muerte de Stalin y fue “Premio Stalin de Literatura” en 1942 y 1947.

Y posiblemente si no nos sumergimos de lleno en el contexto histórico del autor que no saquemos todo el jugo a una deliciosa novela donde no resulta difícil trasponer los personajes y la Francia revolucionaria a la URSS. Incluso los comportamientos políticos siguen vigentes lo cual hace disfrutar triple del libro: como novela, como crítica a un sistema y como guiños al lector. La grandeza de la novela lo constituye que el mundo del autor ya no existe pero supo captar la naturaleza humana describiendo comportamientos políticos y sus motivaciones aunque al final siempre resulta ser una: el poder, alcanzarlo y perpetuarse.


El 27 de julio de 1794, triunfa el golpe de Estado que significaría el ocaso de la revolución Francesa. Un complot derriba a Robespierre y a Saint-Just junto con sus compañeros de lucha más fieles.

Este acontecimiento supone el inicio de la denominada <<reacción termidoriana>>, con el reinado de los especuladores y aventureros políticos. Precisamente entonces se alza la voz de Graco Babeuf, un nuevo incorruptible que aspira a imprimir a la revolución un impulso decisivo, instaurando una especie de comunismo por medio de la implantación de una dictadura revolucionaria. La insurrección armada y la tentativa fracasaría, y precisamente en este aspecto se centra La conspiración de los iguales, que constituye, al par que una gran novela, un auténtico testimonio histórico.
Aunque lo anterior me hace parecer un erudito, recordaros que la información viene en la contraportada del libro en mis manos.

De todas formas hay que reconocer que chirrían algunos aspectos de entorno ya que el autor, el personaje principal, habla de obreros en una Francia que aún no conocía el proletariado como tal puesto que sería la revolución industrial quien crearía el fenómenos de las masas obreras cargadas de hijos a la vera de las industrias. No creo que un “obrero” se sintiera tal y sí perteneciente a un gremio, quiero decir que no creo que los obreros de la Francia revolucionaria tuvieran conciencia de ser tales y sí aprendices de oficio encuadrados estos en gremios y sí sentirse burgueses en el término de residir en la ciudad y aspirar a ciertos derechos políticos que culminaría en la Revolución Francesa si bien para que estallara hubo otros detonantes siendo el más importante la hambruna y miseria de la ciudadanía.


Pero ahora que todo indica que nos hallamos a las puertas de la revolución social que acompaña esta era de revolución digital o de telecomunicaciones, la lectura resulta amena, interesante y además entretenida.

Pero os dejo con unos breves pasajes que siempre son mejor que mi demente verborrea:


¿Igualdad?

“Era el día septidi 19 de pluvioso, año III, o según el viejo estilo, el jueves 7 de febrero de 1795, día consagrado por la antigua Iglesia a Santa Dorotea y por la Revolución al liquen, planta parasitaria, como todos sabemos. Por otra parte los parisienses no pensaban en la botánica ni en el calendario. Pensaban más bien en el pan. En la vecindad de las panaderías se oía decir a las gentes que hacían cola:

-Parece que hoy no distribuirán más que dos onzas.

-En el barrio Marceau no dan ni siquiera eso…

Soplaba un viento frío y húmedo de la Mancha del que no era posible guarecerse en ninguna parte; los vendedores de leña, en el umbral de sus tiendas, hacían muecas despectivas. Adoptaban aire de potentados. Por la mañana, en la calle de Mouffetard, habían sido encontrados cuatro cadáveres: una mujer y sus tres hijos. Habían muerto de hambre o de frío. Cerca del mercado, sabiendo que ese día septidi, o jueves, o día del liquen, no habría pan, la ciudadana Moreau le había gritado al panadero:

-¡Aquí están mis hijos! No tengo nada que darles de comer. ¡Mátalos!

 
Naturalmente la ciudadana Moreau fue detenida inmediatamente. Unos decían que era una tejedora y que, en tiempos de Robespierre, había bailado en torno a la guillotina. Otros por el contrario, aseguraban que trabajaba a sueldo para ese emigrado imprudente que osaba llevar el nombre de Delfín. Los hijos de la ciudadana Moreau lloraban. El agente de policía Luis Labrat movía la cabeza en señal de reprobación.

-¡Cuánto trabajo! Las mujeres tienen conversaciones sediciosas, las malas gentes mueren a la vista de todos y, por último, ese viento frío de la Mancha que no se calma. ¿No será Pitt acaso quien lo envía sobre la República? ¡Qué invierno! El Sena lleva ya helado cinco semanas… No es extraño que los astutos vendedores de leña hayan tomado aires de potentados. ¡Y ahora ese viento!

-¡El Correo republicano! ¡La Revolución ha terminado!

El policía aguza el oído: ¡Gritos sediciosos! ¿Qué será? ¿Realistas? ¿Anarquistas? ¿Agentes de Cobourg…?

Agarra por el cuello al voceador. Se trata de un chiquillo, de unos diez años aproximadamente, que vende periódicos.

-¿Quién te ha dicho que la revolución ha terminado?

-Un ciudadano muy serio. Tenía un reloj de oro… así de grande. Me compró el diario. Me dio una libra, diciendo: “Gracias a Dios la Revolución ha terminado”.

Luis Labrat es un ciudadano consciente. Respeta la Convención, el busto de Rousseau en las Tullerías y los cantos patrióticos. Si en el fondo de su corazón respeta también los relojes de oro, no se lo dice a nadie.

 
Enfadado, reprende al pequeño.

-Ese ciudadano era seguramente un agente de Inglaterra o un secuaz de Robespierre. La Revolución, amigo mío, no puede terminar. La Revolución es algo sólido, es para siempre. Lo demás es mentira.

El agente se lleva al muchacho que llora. El incidente se ha producido cerca del teatro de la república. El lugar se ve concurrido y la hora es agitada. Serán pronto las seis. Los ciudadanos se dirigen con paso rápido a los espectáculos. Algunos interrumpen su camino. ¿A quién detienen? ¿A un jacobino? ¿A un ratero? Todo el mundo sonríe cuando se entera de lo que ha pasado. Un hombre cuyos largos rizos caen sobre su cuello de terciopelo negro se echa a reír, viendo la cara de desconcierto del policía.”


Nuestra Señora de Termidor…

“El aniversario del 9 termidor había sido declarado fiesta nacional. Era <<La caída del tirano Robespierre>>. Los comerciantes cerraron con gusto sus tiendas. Porque ahora se desprendían a disgusto de sus mercancías. Por la mañana uno recibe un montón de bonos que al llegar la noche ya no valen ni para una cerilla. El pueblo se alegra en la fiesta. Han prometido que ese día darán a cada ciudadano una libra de pan. Y los bromistas dicen: ``Maximiliano que no hizo más que mal durante su vida, nos hace bien ahora después de su muerte´´. El pan era negro, húmedo y pesado, pero nadie se hizo el exigente. En realidad, en el mercado, había ese pan que todos deseaban, ese pan blanco como la nieve. Pero costaba dieciocho libras la libra. Los campesinos se sentaban sobre sus carretas, como reyes sobre sus tronos. No temían el 10 de agosto. Nadie podía derribarlos. Ellos tenían harina, tocino y manteca. Miraban con desprecio los bonos demasiado nuevos. Despreciaban por completo los sentimientos cívicos y exigían monedas de plata con la efigie del capeto guillotinado.

¡Media libra de pan, y viva la fiesta nacional!

Ni siquiera la victoria de Quiberon sobre los realistas había conmovido a los parisienses. En La Gaceta Francesa se escribía tristemente: ´´ Ni la conquista del mundo entero ni el triunfo universal de la Revolución, alegrarían tanto a esta ciudad como un aumento en la ración aunque éste no fuera más que de una onza´´.

Pero de todas maneras, no todos morirían de hambre. Los ciudadanos perspicaces, sabían combinar con sabiduría el ardor republicano y sus intereses. Proveían para los ejércitos revolucionarios: camisas, monturas, botas, polainas, forraje, tocino y hasta escarapelas tricolores. Ganaban mucho. Otros se dedicaban simplemente a especular. La ciudadana Bertin, una ex marquesa, había ganado poco tiempo antes sesenta y cinco mil libras con el aceite de oliva. Su antiguo palafrenero, el ciudadano Sirot, había revendido treinta cajas de sombreros florentinos y se había comprado un cabriolé a la última moda.”


Fin de la conspiración de los iguales…

“Después del arresto de los dirigentes, los patriotas se dispersaron. Ya no tenían énfasis ni organización.

El uno le decía al otro: ´´Sin embargo, no podemos estar con los brazos cruzados, hay que hacer algo, hay que actuar. ´´ El segundo aprobaba sus palabras de buen grado y ambos continuaban injuriando a Barras en algún café, donde, sin saberlo, se encontraban rodeados por los agentes de Cochon.

Sin duda, el descubrimiento del complot no había conseguido calmar el descontento del pueblo. Como antes, los obreros se reunían por la noche en los puentes. Gritaban:

-Robespierre o el rey, nos es igual, con tal de que tengamos algo que llevarnos a la boca.

París, como siempre, parecía un volcán. Pero eran pocos los que adivinaban que ese volcán humeante estaba a punto de apagarse.
El Directorio, ahora, hacía proposiciones a los realistas, al igual que, después del Vendimiario, se las había hecho a los patriotas.
Los principios, al igual que los cargos ventajosos, provocaban regateos. Carnot era partidario de facilitar la entrada de nuevos clientes. Nombraba a los realistas, comisarios, administradores y jueces. Los emigrados habían dejado de ocultarse. Se mostraban a la luz del día en los salones de París.
Una vez más, la Iglesia amenazaba con olvidarse de los mártires y de las catacumbas. Antes de Pascua, los comerciantes de parís recibieron un mensaje anónimo que decía: ´´Si no cerráis vuestras puertas los días de fiesta, seréis considerados como jacobinos.´´

Todos los periódicos influyentes estaban en manos de los enemigos de la República.

Si los realistas no intentaban apoderarse del Gobierno era porque estaban incapacitados por la apatía general.

Después de haber leído la carta de Babeuf, los directores se habían hecho oídos sordos. Ahora ya no era un anarquista, sino Hoche, un general republicano, quien decía las mismas palabras: ´´Muchos de vuestros amigos os han abandonado. No esperéis que el resto se entregue a la desesperación y se pierdan queriendo salvar ilegalmente a la República… ¿Quién se atreverá a hablar de terroristas? ¿Dónde están? ¿Dónde está su ejército? El de los chuanes está en todas partes…´´. En las calles de París vuelven a aparecer banderas blancas. El Directorio respondió festejando fastuosamente el Termidor. Larevelliere, el giboso, era particularmente amante de los cortejos majestuosos, de las guirnaldas y de los juegos de artificio. Sentía gran placer poniéndose su sombrero de gala. Hubo poca gente. Nadie hizo eco cuando los ciudadanos directores gritaron ``Viva la República´´. Es que los amigos de la República odiaban al Directorio y, en cuanto a sus enemigos, preferían otras consignas más sinceras.

La policía, naturalmente, trabajaba como de costumbre. Frente a los realistas se abstenían, pues los realistas tenían dinero e influencias. En cambio, detenían a grandes criminales. Así, por ejemplo, se detuvo a la vieja cocinera de un ex – conde de Chalabre por habérsele encontrado un medallón con el retrato del bandido Marat en el pecho.
No todas las ex –cocineras o ex –porteros habían seguido honrando la memoria del Amigo del Pueblo. Algunos habían hecho carrera y despreciaban su pasado. Se ganaban bien la vida. El ciudadano Piot, en el transcurso de un año, había economizado, haciendo especulaciones, suficiente como para adquirir dos casas en París, cien hectáreas de tierra en Courtevois y dos almacenes, uno en Marsella y otro en Burdeos. Había muchos Piot. Apoyaban al Directorio contra los descamisados y los emigrados.”


Lectura en definitiva apasionante ahora que de nuevo el término ciudadanía se utiliza por la misma, las gacetas, panfletos y diarios tienen su traslación a Internet y el Sistema hace aguas con medradores de ríos revueltos.

París puede ser cualquier Villa y Francia cualquier región, porque auto titulados déspotas ilustrados son Barras en realidad y podemos identificarnos con Babeuf, sentir su ímpetu, su alma luchadora por la igualdad y ser traicionados como él lo es en la novela…

No tanto por nuestros iguales como por nuestros líderes.

Suplemento
literato cutre de The Adversiter Chronicle

Libro: Eljuego de Ender

Autor: Orson Scott Card

Editorial: Ediciones B, S. A. – ZETA Bolsillo

Edición: 3ª reimpresión, enero de 2011

Traducción: José María Rodelgo y Antonio Sánchez

 

He de confesar que nome va el género de la ciencia ficción. Me cuesta mucho meterme en el ambiente yel entorno futurista, con todo lo que se escribió en cada década del siglopasado, nadie vaticinó el teléfono móvil y hay que ver Blade Runner, lapelícula, donde Harrison Ford utiliza un procesador digital de fotografías…

El caso es que abordéla lectura de “El juego de Ender” ya que venía bien recomendado y en líneasgenerales la historia es atractiva aunque presenta en mi demente opinión un parde fallos más demérito del autor que del género literario.

Del autor no puedodeciros nada ya que el ejemplar en mis manos no aporta datos biográficos deforma que os pongo el resumen:

“La Tierra se ve amenazada por la especie extraterrestre delos insectores, unos seres que se comunican telepáticamente y que se consideran totalmente distintos de los humanos, a los que quieren destruir. Para vencerlos, la humanidad necesita de un genio militar, y por ello se permite el nacimiento de Ender, el tercer hijo de una pareja en un mundo que ha limitado
estrictamente a dos el número de descendientes. A los seis años, Ender es reclutado para ser adiestrado en la escuela de batalla, una estación espacial donde los niños superdotados son preparados desde su infancia para dirigir la
próxima guerra…

La más famosa novela de ciencia ficción moderna: un clásico indiscutible, ganadora de los premios Hugo, Nebula, SF Chronicle de 1986.”

 

Y termina con una crítica de la revista ¡Pulp Fiction que cito textualmente: “Una historia con acción que incluso los no lectores devorarán con
avidez.”

 

Como “no lector” confieso que el escenario es atractivo y la historia interesante, pero chirría un poco el lenguaje de los niños, ya que en ocasiones parece más un lenguaje de aguerrido marine actual que el de niños. Cierto que se les somete a un trato brutal desde el punto de vista pedagógico, pero hasta en el Konsomol soviético
y las Juventudes Hitlerianas, por citar dos ejemplos perfectos de severo adiestramiento de mentes infantiles, los fanatismos se teñían de lenguaje infantil. En el caso del protagonista me ha resultado difícil proyectar al personaje hablando en ciertos términos, claro que si el autor hubiera profundizado más en hacer infantil al personaje, la novela se alargaría lo cual no sería demérito porque el final se anticipa instintivamente ya comenzado el último tercio de la novela y el filosófico final suena o bien a final
precipitado donde se busca el mensaje más que prolongar la acción o bien a que el autor quiso decir tanto en tan pocas líneas que sale un final precipitado y casi ñoño.

 

Otro fallo típico, que no lo es en realidad en el momento de publicarse, es que las novelas del género de ciencia ficción son vigentes lo que tarda la propia humanidad en hacerlas anticuadas. Leer que el Pacto de Varsovia o que los marines atacan naves inter estelares, sonaría adecuado y puede que hasta apropiado en pleno imperio de Reagan y su jake mate al comunismo, pero leído ahora no deja de sonar melancólico y extraño viendo como ha cambiado el mundo desde 1986 hasta ahoraen 2012.

De todas formas es un clásico en el género y ya digo que siempre me costó como lector meterme en harina de otros mundos, humanidad interplanetaria y cachivaches y teorías futuristas de física aún no desentrañada, pero es una buena historia de entretenimiento.

Como siempre, os dejo unos breves pasajes.

 

Una infancia casi feliz…

“No iba a ser un juego divertido, Ender lo sabía. La cuestión no era vencer. Cuando los chicos jugaban en los corredores, formando verdaderos
batallones, los insectores nunca ganaban, y algunas veces el juego terminaba mal. Pero aquí, en su piso, el juego iba a comenzar mal, y el insector no podría abandonar como hacían los insectores en las guerras de verdad. Tendría que seguir hasta que el astronauta decidiera que se había terminado el juego.

Peter abrió su cajón inferior y sacó la máscara de insector. Su madre se había enfadado cuando la compró, pero su padre dijo que esconder las máscaras de insectores y no dejar jugar a los chicos pistolas láser de imitación no alejaría la guerra. Es mejor jugar a la guerra y tener más
posibilidades de sobrevivir cuando los insectores vuelvan.”

 

Psicología de losinstructores en la Escuela de Batalla…

-¿No es maravilloso saber que Ender puede hacer lo imposible?

- Las muertes de los jugadores son siempre repulsivas.
Siempre he creído que la Bebida de Gigante era la parte más pervertida de todo el juego, pero ir a por el ojo así… ¿Ése es el que queremos poner al mando de nuestras flotas?

- Lo que importa es que ha ganado el juego que no se podía ganar.

-Supongo que ahora le trasladará.

-Estábamos esperando a ver cómo se desenvolvía con Bernard.
Se ha desenvuelto perfectamente.

-Así que en cuanto resuelve una situación, le pasa a otra que no puede resolver. ¿Podrá descansar alguna vez?

-Seguirá uno o dos meses, quizás tres, con su grupo de lanzamiento. Eso es mucho tiempo en la vida de un niño.

-¿No ha tenido nunca la impresión de que estos chicos no son niños? Cuando se fija uno en sus acciones, en sus comentarios, ¿no le da la
impresión de que no son jovencitos?

-Son los niños más brillantes del mundo, cada uno a su manera.

Pero ¿no deberían seguir actuando como niños? No son normales. Actúan como… personajes históricos. Napoleón y Wellington, César y
Brutus.

-Nuestra misión es salvar al mundo, no curar corazones heridos. Eres demasiado compasivo.

-El general Levy no tiene piedad de nadie. Todos los vídeos lo confirman. Pero no haga daño a ese chico.

-¿Está bromeando?

-Quiero decir que no le haga más daño del que sea necesario.”

 

Ender…

“Estaba en la habitación cuando Ender se despertó por la mañana. Era un hombre viejo, sentado en el suelo con las piernas cruzadas.
Ender le miró con expectación, esperando que hablara. No dijo nada. Ender se levantó y se duchó y se vistió, dispuesto a dejar que el hombre se mantuviera en silencio si quería. Hacía tiempo que había aprendido que cuando pasaba algo inusual, algo que formaba parte del plan de alguien y no del suyo, descubría más información esperando que preguntando. Los adultos casi siempre perdían la paciencia antes que Ender.

Todavía no había empezado a hablar cuando Ender había terminado su arreglo personal y se dirigía a la puerta para salir de la habitación. La puerta no se abrió. Ender se dio la vuelta hacia el hombre sentado en el suelo. Aparentaba unos sesenta años, con mucho el hombre más viejo que había visto en Eros. Los pelos blancos de la barba de un día encanecían su rostro, aunque no tanto como el pelo cortado a cepillo. Su cara se hundía ligeramente y sus ojos estaban rodeados por arrugas y líneas. Miró a Ender con una expresión que sólo transmitía apatía.

Ender se volvió hacia la puerta e intentó abrirla de nuevo.

-De acuerdo –dijo rindiéndose-. ¿Por qué está cerrada la puerta?

El viejo mantuvo su mirada vacía. <<O sea, que es un juego –pensó Ender-. Bien, si quieren que vaya a clase abrirán la puerta. Si no quieren, no la abrirán. Me daigual.>>

A Ender no le gustaban los juegos donde las reglas no eran fijas y el objetivo sólo era conocido por ellos. No jugaría. Se negó también a
irritarse. Hizo un ejercicio de relajación mientras se apoyaba en la puerta, y en seguida estaba otra vez calmado. El viejo seguía observándole
impasiblemente.

Parecía que habían pasado horas, Enderrehusando hablar, el viejo encerrado, el viejo encerrado en un mutismo aparentemente imbécil.
Algunas veces Ender se preguntaba si no era un enfermo mental, escapado de algún centro médico de algún lugar de Eros, viviendo alguna fantasía demente en su habitación. Pero, cuanto más tiempo pasaba sin que nadie acudiera a la
puerta, sin que nadie le buscara, más convencido estaba de que era algo deliberado con el objetivo de desconcertarle, Ender no quería ceder la victoria al viejo. Para pasar el tiempo, empezó a hacer ejercicios. Algunos eran imposibles sin el equipo del gimnasio, pero otros, especialmente los de la clase de defensa personal, se podían hacer sin ningún aparato.”

 

En resumen que en unfuturo relativamente cercano, para los parámetros de 1986, la humanidad sigue amenazándose con darse de hostias, como siempre hacemos, bajo la atmósfera terrestre mientras que fuera de ella se han unido para defenderse de una forma de vida inteligente de otro punto del cosmos que actúan y se parecen a insectos, con su reina y todo, y seleccionan desde casi bebés a los futuros mariscales de la flota estelar bajo estrictos parámetros desadismo, aislamiento y juegos de guerra continuos. Es por ello que Ender es
sometido especialmente a tener el entorno en contra y aprenda a ser un asesino nato pese a que su alma llora ante los intentos por putearle, joderle y matarle.

Le añadís una pizca de lenguaje de instrucción de combate, que suena a falsete en niños de 6 a 11 años, un poco de futurología ya irrelevante tras la caída del Muro de Berlín y algo de sustancia para engordar el caldo argumental y tenemos los ingredientes que componen este clásico.

Si os gusta el género os lo recomiendo y si sois no lectores como yo, pues bueno, es posible que os chirríe el desfase entre el lenguaje de los niños y sus palabras de espíritu adulto y perro de guerra.

Y éste de regalo seguro para la suegra que se cagará en su dios y nuestros por perturbar su paz
existencial, cosa que siempre reconforta…

 

lunes 9 de enero de 2012

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre

 
 
Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle
Libro: La formación de los reinos hispánicos
Autor: José Luis Viñacañas Berlanga
Editorial: Espasa – serie Fórum
Edición: 2006
¿Qué tiene que ver el milenarismo, el miedo al Apocalipsis en el año 1000, la ineptitud política de Alfonso X El Sabio y la diferencia ante la herencia patrimonial de godos y francos con la España que conocemos y nuestro carácter terruñero, ein?
Pues si nunca os hicisteis estas interesantes preguntas, traemos hoy un libro fascinante y denso, pero de amena lectura, que nos explica todo esto y más; desde la caída del Imperio Romano y la llegada al poder religioso de la secta cristiana desbancando, persiguiendo y borrando el resto de cultos del orbe europeo romano y la rivalidad entre Roma y Bizancio junto a la oleada de pueblos extranjeros a las entonces provincias romanas, primero como mercenarios y luego como gobernantes una vez afincados…
Por desgracia el ejemplar llegado a mis manos por los habituales circuitos semi clandestinos, carece de la carátula en cartón donde suelen figurar los datos del autor, así que recurro a la Wikipedia:
“Licenciado en Filosofía por la Universidad de Valencia en 1977, universidad en la que se doctoró con la tesis -Realismo Empírico e Idealismo Trascendental en la Filosofía Teórica de Kant. Los niveles de su uso y de justificación-, bajo la dirección de Fernando Montero Moliner. En la misma Universidad de Valencia ejerció como profesor desde 1977 a 1986 año en el que logró la cátedra de Historia de la Filosofía en la Universidad de Murcia.
Desde 1994 a 1997 estuvo destinado en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y entre 1999 y 2003 desempeñó el cargo de Director General del Libro, Archivos y Bibliotecas de la Generalidad Valenciana. Desde 2003 a 2009 ocupó la cátedra de Filosofía Moral en la Universidad de Murcia y desde 2009 la de Historia de la Filosofía Española en Madrid, en la Universidad Complutense.”
He de reconocer que abordé su lectura con cierto temor a perderme en farragosidades, pero os confieso que una vez empezado a leer os atrapará porque una vez más nuestra historia como entidad etnográfica supera cualquier novela histórica, auténtico género bastardo donde sus autores sólo buscan alcanzar listas de venta
tergiversando cuando no orientando las neuronas de los lectores y las lectoras.
Digo esto porque os aseguro que este libro contiene más emoción, acción y suspense que “Los pilares de la tierra” por poner un ejemplo
gráfico…
A diferencia de otras ocasiones, en ésta me limitaré a poner breves pasajes del capítulo dedicado a Alfonso X “El Sabio”, que era estudiado en clase de Literatura Española (ahora creo que se denomina castellana pero me niego a reconocer la nueva denominación porque castellano hablaba Cervantes y ahora, aunque sea políticamente incorrecto, hablamos español.; y es que me repatea que el resto del Universo se refiera a “español” y los españoles, siempre tan jodidamente terruñeros, y aquí están las claves del génesis de tal carácter, digamos “castellano”) como una figura cultural y en Historia ni se le dedicaba a su nefasta gestión del reino cinco minutos…
 
Ha pasado a la historia cultural, pero si hubiera sido un buen monarca de su tiempo en lugar de un mentecato cretino político con aspiraciones imperiales, otro gallo nos cantaría, y no me refiero a Rajoy, que conste…
Y por otra parte, si os mostrara pasajes de los capítulos, podría induciros a pensar, como a mí me ocurrió en un primer contacto
con el libro, que mis neuronas se colapsarían si lo leía. Veréis el arte del autor en combinar historia con una narración ágil que os atrapará desde el primer capítulo hasta el final, siendo de esos libros que te hace quedar con ganas de más, y eso que se trata de un tocho de 781 páginas, que reitero, se hacen pocas…
 
Pulsiones imperiales y emulación del padre carismático…
“Cuando Fernando III entregó su alma, se pensaba
rey que había ultimado la Reconquista. El cap. 1132 de la “Estoria de España” lo dice claro: << señor te dexo de toda la tierra de la mar acá, que los moros del rey Rodrigo de Espanna ganado ouieron; et en tu sennorio finca toda: la vna conquistada, la otra tributada. Sy en este estado en que te la yo dexo lo sopieres guardar, eres tan buen rey como yo, et sy ganares por ti más, eres meior que yo, et si desto menguas, non eres tan bueno como yo>>. En la última voluntad del padre, con el carácter sagrado de sus palabras finales, se expresaba una exigencia de emulación que determinaría la pulsión más básica del reinado de Alfonso. Desde luego, el reto para el rey Alfonso era ser augusto, mejorar la herencia del padre. En realidad, su aspiración era superarlo en todo.
Ese era el sentido de este adjetivo que portaban los emperadores como su orgullo más básico: ser augusto, aumentar la “res publica”. Sin embargo, quien aspirara con tesón a ser emperador, no sólo no pudo acrecentar la tierra de la corona castellana, sino que estuvo a punto varias veces de menguar la herencia recibida. En realidad, si hemos de ser francos, Alfonso X fue depuesto y perdió su corona. Esta es la primera paradoja de su reinado. Una, que, desde el inicio, muestra la tragedia de este rey.”
 
La primera actividad de unificación jurídica…
“Se pueden suponer las toneladas de tinta que se ha vertido en analizar la obra jurídica de Alfonso X. Cuando uno se cansa de leer literatura secundaria sobre este asunto, no puede menos que identificar los puntos de máximo consenso y, con ellos, las propuestas más razonables. Ante todo, hay acuerdo sobre el problema que deseaba resolver la iniciativa jurídica del rey. Esta ingente actividad inicial de codificación tiene una relación directa con la política e implicaba no sólo una aguda conciencia de la peculiaridad castellana, sino una nueva concepción de la realeza. Castilla había crecido durante un proceso histórico muy largo y ahora
presentaba un aspecto plural, heterogéneo, multiforme, que impedía una acción regia eficaz. Las tierras castellanas del norte, con sus jueces tradicionales, sus costumbres, sus antecedentes, sus “fazañas”, sus principios arbitrarios, contrastaban con las ciudades de la Extremadura, cada una con su fuero propio y sus alcaldes específicos. Luego los infanzones y fijosdalgos, con sus normas no escritas, con su estricto sentido del privilegio y de la tradición y, después, el reino de Toledo, con su fuero para mozárabes y la renovación del “Fuero Juzgo”. Por fin, Andalucía y Murcia, con la proyección del mismo código visigótico, pero con una realidad diversa, nueva, compleja desde el punto de vista cultural, económico, social. Era lógico que Fernando III ya hubiese experimentado la necesidad de ordenar esta heterogeneidad histórica, estos estratos del tiempo. A este problema hacía frente la actividad legisladora del rey.”
 
Para terminar esta breve muestra nada mejor que con una revuelta: la de los mudéjares…
“No comprendo bien a O´Callaghan cuando dice que los mudéjares demostraron ser súbditos poco fiables. Sobre todo cuando viene de recordar la expulsión de los mudéjares de Écija, que estaban protegidos por pactos reales que no se cumplieron. De esta manera, el rey tampoco resultó fiable para los musulmanes. El rey de Granada, a quien se reclamó Tarifa y Gibraltar, se dio cuenta de que ese paso implicaba su muerte. Así que se negó y se alió con los benimerines de Marruecos y con los reyes de
Túnez. Pero más allá de todo esto, y sea cual sea la cusa del malestar de los andaluces mudéjares, y de los pactos incumplidos por parte del rey, el rey de Granada no se hubiera rebelado en 1264 si no hubiera percibido la extrema debilidad del rey respecto a sus propios vasallos castellanos y, sobre todo, la superficialidad del dominio cristiano sobre amplias zonas
mudéjares.”
Así que si os animáis a abordar su lectura, veréis que lo de la boina terruñera, las trifulcas por la recaudación de impuestos entre regiones, antes reinos; y el eterno debate del ser español, viene desde
muy atrás y que esa idiosincrasia la tenemos arraigada desde los tiempos en que unos monjes que esperaban el Apocalipsis se retiraron a monasterios en el páramo que era la tierra de nadie en la península ibérica y tras pasar el año 1000 y no incendiarse la cristiandad por la venida del maligno, se empezaron a edificar castillos a fin de asegurar el vasallaje y la recaudación de impuestos...
Luego vendría el imperio español y se seguiría sin solucionar el problema de fueros y castas…
Pero esa es otra historia, otro libro.

viernes 23 de diciembre de 2011

"Lomo con tapas"

 
Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle
 
 
Libro: Hammett
Autor: Joe Gores
Editorial: Ediciones Júcar
Año de edición: 1988
 
Hacemos hoy en “Lomo con tapas” un homenaje a la Semana Negra de Gijón dado que acaba 2011 con la incertidumbre de si se celebrará o no en la ciudad el 2012.
Por una parte tenemos una deliciosa joyita del género que es novela negra dentro de la novela negra, ya que el autor Joe Gores
utiliza de protagonista a un icono como es Hammett y que si tuviera que buscarle un símil cinematográfico me viene a la mente “La noche americana” del “Trufot” o cómo bowlings se escriba en gabacho, y la novela cuenta en esta edición que hoy traemos una introducción del titular de los derechos de la Semana Negra, el
voraz devorador de Coca Cola y langostinos a medio día, como acostumbraba en una pasada edición del Salón Iberoamericano. Y es que daría para una novela negra como estos eventos culturales, aparte de serlos, sirven de pasarela para ver el ambientillo literato gijonés e incluso asturiano, desde escritores noveles a curtidos poetas sobre rimas en cueros pasando por impartidores de cursillos y el lucrativo negocio de las auto ediciones…
Joe Gores, nacido en 1931 en Rochester (Minnesota), tuvo en su juventud una azarosa existencia preñada de las variadas experiencias
que le proporcionaron sus constantes viajes y el ejercicio de
numerosos oficios –leñador, chófer, director de motel, monitor de gimnasia, profesor de inglés en Kenia…-, el último de los cuales,
investigador privado durante más de once años, lo llevó
afortunadamente a su verdadero camino: escritor de novela policiaca.                              
En Hammett
, Joe Gores se acerca al personaje como detective, no como escritor:
<<Lo traté como si fuera un hombre al que me habían encargado seguir, y usé las técnicas y fuentes del sabueso>>. Sea como fuere, el resultado permite afirmar que Gores tiene tantos recursos (aunque ya sé que queda de puta madre ir de erudito, recordaros como siempre que estos datos los saco de la contraportada del libro) como el mismo maestro, y ha creado una evocadora pintura del San Francisco de 1928, con su belleza, su venalidad, sus corruptos policías y políticos, donde Dashiel Hammett es el protagonista de una novela que
seguramente hubiera estado orgulloso de firmar. Comentar que Coppola produjo la versión cinematográfica bajo la dirección de Win Wenders, que la novela tuvo un enorme éxito en Estados Unidos y que Joe Gores además de novelista es autor de
numerosos guiones para el cine y series de televisión (1985).
Y sin más, una breve pincelada…
“Enlazó su brazo en el de él. Menuda pareja: Hammett, delgado y casi uno noventa; y Goodie, una rubita que apenas le llegaba al hombro. Cruzaron la calle Powell. Pasaron delante de un grupo de empleados que estaban haciendo girar uno de esos pequeños y ruidosos tranvías en la plataforma giratoria, preparándolo para su próxima subida a Nob Hill.                   
Hammett no pensaba en comer. Le preocupaba Felix Weber, antiguo empresario teatral y que ahora llevaba una ruinosa casa de huéspedes. Estaba claro, Weber era el problema.                  
Goodie miraba con avidez el Pig´n Whistle cuando Hammett dijo:               
-¿Has estado alguna vez en el Café de Dan?
-¡Oh, Sam! –Dio unos brincos y unos pasos de baile mientras trataba de coger sus largas zancadas. Sus ojos chisporroteaban de alegría-. ¿Podemos ir?”
Y por esta vez no pongo más fragmentos porque al igual que una buena película no debes contarla para que sea leída. Aunque no me
resisto a poner unos pasajes del texto de “NOTA” firmada por Taibo II:
…Esto tiene en común Joe Gores con el personaje de la novela, Dashiell Hammett, convertido aquí en figura de acción, quien antes de lograr entrar de lleno en el mundo de las letras trabajó para la agencia Pinkerton precisamente en San Francisco…                           
…Gores, quien realizó una tremenda investigación bibliográfica y hemerográfica y utilizando sus dotes de detective fue sobre el terreno para saber todo lo posible sobre los años de detective de Hammett, luego
novelizó la información obtenida con absoluta libertad y produjo esta novela ubicada en San Francisco en 1928…”
Deliciosa novela que hará las delicias para amantes del género por descubrir un clásico e ideal para turnos de noche, convalecencias
leves o como regalo de cumpleaños a la suegra que si le gusta igual nos deleita con amenas veladas hablando de putas, detectives, polis corruptos y políticos sin escrúpulos y si no le agrada se cagará en todos tus muertos por llevarle bazofia de serie negra

martes 11 de octubre de 2011

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre

 
Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle
 
Libro: La Rebelión (La lucha clandestina por la independencia de Israel)
Autor: Menachen Beguin
Editorial: Inédita Editores
Año de
edición:
Mayo, 2008
Traducción: J. Ferrer Aleu


Nuevamente nos asomamos a un país, Israel, que aunque siempre está en actualidad ahora más con la petición de Palestina de ser miembro de pleno derecho de la ONU...
Pero hubo un tiempo en que Palestina era protectorado
inglés y los sionistas luchaban por conseguir que su patria Israel fuera reconocida. Una historia que empieza en plena II Guerra Mundial con el imperio británico luchando a muerte contra Hitler y una vez derrotado, obligada Inglaterra a seguir
desangrándose en Palestina ante la guerrilla israelí.


Menachen Begin (1913-1992) nació en Brest-Litovsk en el seno de una familia sionista. Se enroló a los 16 años en el movimiento juvenil Betar, creado por Vladimir Jabotinsky, que acabó liderando y dotando de estructura en 1939. Tras la ocupación de parte de Polonia por la Unión Soviética fue detenido y enviado a Siberia. En 1941 fue liberado y se unió a las Fuerzas Armadas Polacas Libres organizadas en la URSS. En 1942 pudo llegar a Palestina y reforzó la organización paramilitar Irgún Zvai Leumí, partidaria de la vía violenta tanto contra británicos como contra árabes en la lucha por la creación del Estado de Israel y que pasaría a la historia por la voladura del Hotel King David de Jerusalén y la masacre de la aldea árabe de Deir-Yassin.
En septiembre de 1948 disolvió el Irgún e integró sus fuerzas en el Tsahal, el Ejército del nuevo Estado de Israel. Reintegrado a la vida politica, Begin fundó en 1949 el Partido Herut, de carácter nacionalista y derechista. En 1973 se unió a otros partidos creando el Partido Likud, con el que ganó las elecciones en 1977. Primer Ministro entre 1977 y 1983, obtuvo el Premio Nobel de la Paz tras los acuerdos de Camp David con los presidentes Sadat y Carter. En 1982 ordenó la
Operación Paz en Galilea con el objetivo de desmantelar las bases terroristas de la OLP en el sur del Líbano, pero la prolongación de la ocupación del país y las masacres de Sabra y Chatila precipitaron su dimisión en 1983.
Apartado de la vida pública, falleció el 9 de marzo de
1992.
Una biografía densa e interesante y un relato de lo que fue la lucha clandestina que arroja luz sobre muchos aspectos de la politica de Israel respecto al pueblo palestino, tal vez intentando evitar que surja entre el mismo una figura como el autor de libro...
Pero lo mejor, como siempre, es que deje de daros la brasa y os muestre unas breves pinceladas de esta interesante obra sobre una época no muy divulgada entre la ciudadanía: la lucha de un pueblo por ver reconocido su Estado.
Introducción:
He escrito este libro, en primer lugar, para mi pueblo, para que los judíos no vuelvan a olvidar -como olvidaron tan desastrosamente en el pasado- esta sencilla verdad: hay cosas más preciosas que la vida y más horribles que la muerte.
Pero también lo he escrito para los gentiles, para que comprendan y no pasen por alto este hecho: de la sangre y el fuego y las
lágrimas y las cenizas, ha nacido un nuevo ejemplar de ser
humano, un tipo completamente desconocido en el mundo durante más de dieciocho siglos: <<EL JUDÍO COMBATIENTE>>. Este judío, a quien el mundo consideraba muerto y enterrado para siempre, ha resucitado. Porque ha aprendido aquella <<sencilla verdad>> de la vida y de la muerte, y nunca volverá a caer en el pozo y
desvanecerse de la faz de la tierra.”

 
Motivaciones para la lucha armada contra el protectorado británico en Palestina:
Este fue el contexto en el que estalló la rebelión judía en Eretz Israel. Los dos hechos fundamentales – la campaña de exterminio de judíos en Europa y el cierre de las puertas de Israel en los mismos días de campaña- fueron las cusas inmediatas del levantamiento. Insisto en la palabra
<<inmediatas>>, porque, en toda guerra y en toda revolución, hay que distinguir las causas fundamentales, que inevitablemente la origina, de las causas inmediatas, que sólo determinan el momento de su estallido.

El hambre en Francia, a finales del siglo XVIII, y el impuesto de la sal, no produjeron la gran Revolución; sólo aceleraron su desencadenamiento, de la misma manera que el impuesto del té encendió la ya preparada mecha de la Guerra de la Independencia...
Esta ley histórica operó, aunque en muy diferente
escala, en el caso del levantamiento de Erezt Israel. El levantamiento era inevitable. Durante muchos años, los dirigentes sionistas habían desmentido la idea de la independencia hebrea y de un estado nacional. Pero Vladimir
Jabotinsky les advirtió que nadie, ni los ingleses, ni los árabes, ni el mundo en general, creería sus protestas. Todos ellos -dijo- habían leído la Biblia y sabían que, en cuanto empezasen los judíos a volver a Eretz Israel, nuestro
objetivo sería claro: adueñarnos de Eretz Israel. Y, a fin de cuentas, era la verdad. Lo llevábamos en la sangre. Nuestro himno nacional lo proclamaba. Los ingleses no advirtieron el cambio de texto introducido en la versión Eretz Israel del himno nacional judío.”
 
Luchando contra los ingleses...

En febrero de 1946, la <<Haganah>> realizó operaciones de sabotaje contra las instalaciones de la Policía Móvil. Y, en junio, la <<Haganah>> puso fin a su resistencia armada con el importante y victorioso ataque a los puestos fronterizos. El ataque contra los
campamentos de las fuerzas de Policía Móvil fue precedido de una consulta entre todos, y engendró mucho acaloramiento. Se presumía que nosotros atacaríamos uno de aquellos puestos, cerca de Kfar Vitkin. Nos interesaba particularmente este campamento porque contenía un gran arsenal de armas. El objetivo primordial de nuestro plan era la confiscación de las preciosas armas. Durante varias semanas, nuestros muchachos reconocieron el terreno y adquirieron información sobre el campamento en general y sobre el arsenal en particular. Convinimos con la <<Haganah>> que cuatro campamentos de la Policía Móvil serían
atacados la misma noche, tres por la <<Haganah>> y uno por nosotros.
Habíamos propuesto atacar también nosotros el campamento de Sarona, pero los jefes de la <<Haganah>> decidieron confiarnos solamente el de Kfar Vitkin."
 
Luchando por los camaradas capturados...

Tres de los cinco hombres que cayeron prisioneros
durante el combate en Acre comparecieron ante un tribunal militar de Jerusalén. Sabíamos que, si no los salvábamos nosotros, nadie los salvaría. Decidimos
actuar mientras se estaba tramitando el juicio. Recogimos información. Esperamos a tres oficiales ingleses en la piscina de Ramat Gat. No comparecieron; en cambio, llegaron dos policías británicos. Esto nos contrarió. Pensábamos que,
para salvar a Avshalom Haviv, Meir Nakar y Yaacov Weiss, necesitábamos ingleses de alta graduación o de <<categoría>>. Dos policías capturados parecían poca cosa. Pero las dificultades no terminaron aquí. La Agencia Judía movilizó a la <<Haganah>> para encontrar a los
<<secuestrados>>. Como era característico en ellos, sospechaban -o decían sospechar- que sólo pretendíamos llamar la atención del comité de las Naciones Unidas que estaba a punto de llegar. La <<Haganah>> publicó un llamamiento diciendo que había que hacer todo lo posible para << rescatar a los secuestrados>>. Esta vez se salieron con la suya. Las autoridades británicas pudieron encontrar el lugar donde se hallaban retenidos
los dos policías. Varios días más tarde, el Gobierno británico indultó a tres miembros de la <<Haganah>> que habían sido condenados a penas de prisión por << tenencia ilegal de
armas>>.”
 
Intifada a lo israelí...

Hay que decir que, en aquellos días de tensión, la masa del pueblo dio muestras de un maravilloso valor cívico. Los dirigentes oficiales parecían estar asombrados, pero el espíritu del pueblo era excelente.
Las autoridades británicas prohibieron viajar en autobús; la gente empleó carros y bicicletas, o marchó a pie... burlándose del Gobierno. El miedo general había desaparecido. Podían verse hombres y mujeres riendo detrás de las vallas de alambre espinoso. Los niños cantaban a voz en grito <<Anémonas, anémonas>>, popular canción satírica dedicada a la Sexta División
Aerotransportada.”
Memorias en suma de un padre fundador del actual Estado
de Israel que dirigió la lucha de guerrilla contra el protectorado británico en Palestina y que induce a pensar en que el trato que se da a la población palestina en la actualidad tenga mucho que ver en que no sean capaces de organizarse como se organizaron los judíos para luchar por su patria, que debería ser la de ambos...
Libro para amantes de la historia que nos ha llevado al
presente actual y para regalar a la suegra que se cagará en todos los santos ante semejante tocho de historia judía

martes 30 de agosto de 2011

 

 

Libro: La voz de los vencidos (El exilio republicano de 1939)

Autor: Alicia Alted
Editorial: Santillana Ediciones Generales, S. L.
Año de edición: 2005

 

 



Nos acercamos hoy en este número de “Lomo con tapas” a la historia de la España derrotada en la Guerra Civil. Cruzaremos los Pirineos, nos internaremos en las playas convertidas en campos de concentración de refugiados y viajaremos a lejanas tierras hermanas esperando a que los aliados decidan poner fin a la
dictadura fascista aunque finalmente nunca ocurrirá tal cosa y seremos huérfanos de madre patria mientras nuestros descendientes son ciudadanos de las lejanas tierras mas cuanto más lejos de España...
Alicia Alted es historiadora, profesora titular en el Departamento de Historia Contemporánea de la UNED en Madrid (2005) e investigadora en la historia reciente española. Una parte de sus publicaciones versa sobre la educación y la cultura en los años de la Guerra Civil y el régimen de Franco. Ha trabajado aspectos relacionados con la oposición al franquismo en el interior y, desde finales de la década de 1980 estudia el exilio republicano de 1939. También se interesa por el impacto de los conflictos bélicos en los niños, así como por el fenómeno de las migraciones con especial referencia a España.
Como siempre, unos breves pasajes de esta interesante obra de investigación histórica acerca del exilio de quienes eran españoles
derrotados.
 
Francia antes del éxodo de los derrotados...

En el caso de España, la proclamación de la Segunda
república en abril de 1931 también propició el retorno de republicanos,
socialistas y anarquista que se habían exiliado en la década de 1920. La
preocupación de la República por los españoles que se encontraban trabajando en Francia se materializó en la firma del Tratado de Trabajo y Asistencia Social con el gobierno francés en noviembre de 1962, y en el establecimiento de un Convenio sobre Seguridad Social. Por otra parte, ambos gobiernos tomaron una serie de iniciativas oficiales tendentes a fomentar los contactos culturales, en aras de un mejor conocimiento que incidiera en un cambio positivo en las respectivas imágenes de los países. La Casa de Velázquez en Madrid y el Colegio de España en París se concibieron como puntas de lanza de estas relaciones.
Junto a esto, París siguió siendo un tradicional foco de atracción de
intelectuales y artistas españoles. Según el censo general de población, en
marzo de 1936 la colonia de españoles en Francia era de 253,599 personas. En
general, la población francesa continuaba manteniendo una imagen despectiva de la misma por su bajo nivel social y cultural. La llegada de las primeras oleadas de población desplazada durante la guerra y después el éxodo de principios de 1939 iban a producir profundos cambios en esta colonia de españoles y en sus relaciones con la sociedad de acogida.”

 
Desidia de las democracias...


Los países europeos mostraron un gran desinterés
hacia esta última oleada de exiliados. El Gobierno británico había ofrecido barcos de su flota militar o mercante para su traslado (de los refugiados), pero
en ningún momento aceptó acogerlos. El Gobierno francés, por su parte, y ante la situación en la que se encontraban los campos de concentración en Francia, no
quería recibir a más refugiados en territorios bajo su jurisdicción. Esto motivó situaciones muy penosas para los españoles que llegaban al puerto de Orán y tenían que esperar la autorización para poder desembarcar.”

 
Españoles en la II Guerra Mundial...

Se estima que de los en torno a 700 adultos y jóvenes que se alistaron voluntariamente en el Ejército Rojo, murieron en combate cerca de 200. Un documento en el que se da una relación con nombre y apellidos y breves datos biográficos de los caídos en la defensa de la URSS en la Segunda Guerra Mundial, recoge 163 hombres y una mujer, María Pardina Ramos
(Madrid, 1923), que se ofreció como voluntaria en el Ejército Rojo para labores sanitarias. Cayó en el frente de leningrado y fue condecorada con la Orden de Lenin.”

 
Una república en el exilio...

"Desde una perspectiva política el exilio no se puede ver como algo específico al margen del conjunto de la oposición al franquismo. Exilio, resistencia, clandestinidad, represión... son términos que de forma conjunta definen una misma realidad, que, a su vez, forma parte inseparable de la propia historia del franquismo.
Así, la década de 1940 es una época de predominio de la oposición ilegal al régimen, lo que se traduce en el ámbito del exilio político, en una gran actividad orientada a conseguir un reconocimiento
internacional que respalde su pretensión de poner fin al régimen de Franco y de traer de nuevo la República a España. La década de 1950 es una época de transición. El exilio político no ha conseguido ese reconocimiento internacional que sí, en cambio, se le otorga a Franco, con lo que se asegura la permanencia de su régimen. De forma paralela, ese exilio va entrando en una fase de desvanecimiento. El relevo lo empiezan a tomar las jóvenes generaciones del interior que no hicieron la guerra y a las que les preocupa, en primera instancia, la situación de su país. En la década de 1969 se produce el desplazamiento definitivo de las actitudes de oposición política al franquismo del exilio hacia el interior, lo cual no implica tanto la marginación del exilio como la progresiva desaparición vital de las generaciones que hicieron la guerra.”

 
La última esperanza...

El final de la Segunda Guerra Mundial significó para los exiliados la esperanza de un pronto retorno a España. Llevaban ya varios años en el destierro y todavía las <<maletas>> permanecían sin deshacerse y el mobiliario de las viviendas era provisional, porque cada Nochevieja el refugiado decía a su familia, golpeando con la mano en la mesa:
¡el próximo año en casa!, en la casa de su tierra natal. <<Pasamos a Francia- evoca Sara Berenger- siempre con la esperanza de volver, de volver mañana, tanto es así que estuvimos años esperando volver y que teníamos siempre
la intención. Cuando nos reuníamos media docena de compañeros decíamos:`¿Qué vamos a hacer?´. `Por qué no cogemos una campaña abandonada en el monte y trabajamos y vivimos en colectividad y hacemos algo?´, pues sí, nos entusiasmábamos y decíamos: `Vamos a hacerlo´, pero al cabo de dos o tres días yo les decía: `¿Y si la cosa en España se arregla?, tendremos que abandonarlo todo, vale más que esperemos´. Y así hemos pasado muchísimos años>>. Y refiriéndose a la actitud de los aliados tras la guerra, Francisca Muniesa, que había colaborado en la Resistencia como enlace, comenta: <<Hace ya 53 años que estamos aquí, en Francia, y los que llegamos a lo primero, que la guerra iba a terminarse, los pobres españoles, porque había unos maquis, unos maquis franceses y unos chicos españoles ¡más majos! Decían: `Hay que ganar y luchar para Francia es luchar para nosotros y ganar la guerra para Francia es ganarla para España´. Pero fue todo lo contrario. Mussolini salió, Hitler salió y a Franco lo dejaron. ¡Ahí tuvimos un engaño muy grande los pobres españoles!>>.

Libro apasionante para recordarnos que al igual que
magrebíes y resto de inmigrantes que acuden a España en busca de refugio y de oportunidades escapando de la guerra, no hace tanto que hubo españoles que debieron dejar su tierra. Es la historia de la historia que quiso ignorar y exterminar la dictadura de Franco y que una vez que tenemos conocimiento de la misma, retumba en nuestras cabezas y reafirma en la certeza de que en la Guerra Civil sólo hubo vencidos, unos por la armas y otros por los fascismos, en medio, como siempre, la ciudadanía.
Recomendable a amantes de la historia y para regalar a la suegra que cuelga fotos de parientes militares victoriosos de matar a otros compatriotas.

domingo 19

Libro:Dehéroes e indeseables: La División Azul

Autor: José Luís Rodríguez Jiménez
Editorial: Espasa Calpe, S.A.
Edición: 2007

 



Me daba cierto reparo y temor acercarme a este libro ya que la participación española en la II Guerra Mundial, tanto de un bando como de otro, suele estar tergiversada ensalzando al bando propio y denigrando al contrario. Así que fue una grata sorpresa encontrar un libro que hable, al igual que otros títulos que han salido en “Lomo con tapas”, de los hechos desde un
punto de vista militar, observando claro está los hechos históricos y las motivaciones pero de forma a como lo hacen los anglosajones, un libro en suma de historia militar y afortunadamente sin perspectivas interesadas, propagandísticas o ambas tres.
El autor, José Luis
Rodríguez Jiménez (Madrid 1961), es profesor titular (2007) de Historia
Contemporánea en la Facultad de Ciencias de la Comunicación en la Universidad
Rey Juan Carlos, en Fuenlabrada (Madrid). Sus monografías sobre la reciente
historia de España han prestado especial atención a cuestiones de índole
politica y militar y entre sus últimas aportaciones figuran varios artículos
sobre la extrema derecha europea y distintas colaboraciones en la colección
El franquismo año a
año
, publicada por Unidad Editorial.
Una vez vencidos los naturales reparos a encontrar una
loa a Franco y su régimen, asistimos en primera fila a las motivaciones de
enviar una fuerza de combate española, la España vencedora de la guerra
fraticida, y prólogo de la conflagración mundial, su formación no siempre a base
de voluntarios así como sus intervenciones militares en el frente del este,
condicionadas a misiones de apoyo y contención por las características de la
unidad española sirviendo de apoyo y en más de una ocasión de salvaguarda de las
tropas de vanguardia nazis.

Lo mejor
es como siempre que os ponga unos breves apuntes.

Motivaciones de un dictador...


Cuando a comienzos de septiembre de 1939 el
Tercer Reich invade Polonia y desencadena la guerra en Europa al provocar la
entrada de Francia y Gran Bretaña en el conflicto, el gobierno del general
Francisco Franco adopta una postura favorable al agresor. El posicionamiento del
gobierno español es este y no otro por dos motivos. En primer lugar, porque
desea la derrota de las dos naciones que constituyen la máxima representación de
la democracia en Europa y poseen grandes imperios en África y Asia, el viejo
sueño español tras la pérdida del imperio americano. En segundo lugar, porque se
siente obligado a ayudar al régimen nazi en la medida de sus posibilidades, la
de un país salido de una contienda civil, sumido en la división interna entre
vencedores y vencidos y acuciado por las destrucciones y problemas de
abastecimiento.

Tres años atrás, en el verano de 1936, Hitler había
recibido a los emisarios enviados por Franco en petición de ayuda para los
militares sublevados contra el régimen de la Segunda República. El canciller
alemán respondió con rapidez y en términos afirmativos. Lo hizo impulsado por
consideraciones políticas y estratégicas adornadas por el barniz de la lucha
contra el comunismo, y tal vez también por la creencia de que el gobierno
francés apoyaría al gobierno legalmente constituido en España. A Hitler no le
interesaba que en Madrid hubiese un gobierno pro francés, pues la deseada
expansión en el este de Europa, propuesta por los pangermanistas y asumida como
propia por los nazis, requería como paso previo la neutralización de Francia y
el aislamiento y después la destrucción de la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas (URSS). Era evidente que si Franco triunfaba quedaría modificada la
situación estratégica en el Mediterráneo occidental en beneficio de los
intereses alemanes.”

 

 

 

Hitler corre con los gastos...


El gobierno
alemán ha ofrecido abonar el importe de todos los suministros, vestuario,
alojamiento, así como la gratificación de campaña que percibe todo el personal
de la Wehrmacht, o sea, una asignación proporcional al empleo y además el plus
de frente de un marco diario (23,58 marcos equivalían a cien pesetas) por
persona y día. En cambio, no está previsto de momento el abono de los devengos
normales de los oficiales, clases y tropa, pues en el ejército alemán no se
percibe directamente cuando los afectados están en campaña, sino que el sueldo
lo cobran íntegramente sus familias. La comisión negociadora española interpuso
la objeción de que los voluntarios alemanes de la Legión Cóndor habían recibido
en España los pagos y haberes íntegros con todas las gratificaciones
correspondientes. El tema quedó pendiente de estudio. Después, los negociadores
alemanes aceptaron que los oficiales, clases y tropa cobrarían un sueldo con
arreglo a la misma escala por empleos, una gratificación de campaña con arreglo
a la misma escala y una dieta de frente de un marco por persona y día cuando los
afectados se encontrasen en zona de operaciones. Como el gobierno alemán había
prohibido que el importe de los pagos se gastase en la zona de operaciones o de
ocupación, el Ministerio del Reich propuso ingresar el importe en cuentas
individuales que serían abiertas a nombre de cada
voluntario.”

La guerra...


Las bajas españolas, que suman ya varios
cientos, no pueden ser cubiertas y los defensores disponen de escasos víveres.
Están agotados como consecuencia de los combates, el estruendo de las bombas que
hacen temblar las paredes de los refugios y el mismo suelo y la intranquilidad
que supone la presencia del enemigo en las inmediaciones, de la que es
testimonio durante la noche el ruido de sus armas o el fulgor de sus bengalas y
cohetes de señales, que se cruzan con los que se lanzan desde el interior de la
aldea. Son todas ellas circunstancias que hacen muy difícil unas horas de sueño
reparador, sin olvidar el frío, que es una pesadilla de la que es imposible
escapar. Otra circunstancia añadida es la lamentable situación alimenticia e
higiénica de la tropa. Aunque esto último preocupa poco: lo fundamental es no
morirse de frío. Un divisionario, futuro periodista de éxito, Rodrigo Royo,
escribe en la novela que recuerda esta experiencia que en diciembre, en la zona
de retaguardia, llevaban semanas comiendo todos los días el mismo menú, a base
de una pequeña ración de pan, judías, té con sacarina, ración diaria a la que se
añadían cinco cigarrillos. Pero, lógicamente, en las posiciones avanzadas la
situación es bastante peor y preocupa cada vez menos la variedad, que es
inexistente. Apenas se reciben víveres en Possad, aunque desde Otenskij, y a
través de la <<Posición Intermedia>>, a veces llegan, con los
camilleros y el personal de intendencia, pucheros de malta templada. Hasta hace
pocos días ha llegado carne de caballo o de vacuno, muy difícil de descongelar,
pero de ella ya no hay ni rastro. En definitiva, la mayor parte de los
defensores apenas han comido ni dormido durante los últimos días. La charla con
los compañeros se hace más necesaria que nunca, y mediante bromas ya repetidas y
buenas dosis de humor negro los soldados tratan de darse
ánimos.”

 

 

 

La gloria enterrada bajo la cruda realidad...


Con fecha
de 9 de febrero, antes por lo tanto de que llegue a Madrid el informe
anteriormente citado, el general Carlos Asensio Cabanillas, jefe del Estado
Mayor Central desde mayo de 1941 (hasta entonces, alto comisario de España en
Marruecos), elabora un informe sobre la División que va a llegar a manos del
ministro del Ejército y del jefe del Estado. En él podemos leer que la situación
de la División <<comienza a constituir una preocupación seria para este Estado Mayor>>. A continuación se expresa en términos que nos resultan sorprendentes, pues señala que el juramento de fidelidad prestado a Hitler ha
venido siendo utilizado por el Estado Mayor alemán <<para equiparar a
nuestra División con una alemana>>. ¿Qué se esperaba? Da la impresión de
que los altos cargos se niegan a asimilar que la División Española de
Voluntarios se convirtió meses atrás en la División 250 de la Wehrmacht con
todas sus consecuencias; que en el momento de la exigencia alemana de juramento
a Hitler nadie puso reparos, o no quiso darse por enterado, y que ahora, cuando
ya no se habla del desfile por Moscú, parece necesario pedirle cuentas a alguien
que nunca se cita. Aunque, claro está, quien tiene más posibilidades de cargar
con las culpas es Muñoz Grandes. Asensio hace además una valoración negativa de
las operaciones militares en el frente de Leningrado. Los elementos de juicio
para llegar a esa conclusión están tomados de las opiniones expresadas por el
reducido número de divisionarios regresados a España y, esto es interesante, de
las manifestaciones realizadas por los emisarios de Muñoz Grandes, quienes
<<señalan cierto disgusto por el trato de que son objeto por las
autoridades alemanas>>, aunque esto no implica una queja por haber tenido
que asumir situaciones de mucho riesgo en posiciones de escasa relevancia
militar, sino que remite a otro tipo de consideraciones: <<el trato que
nos dan no es adecuado a nuestra psicología>>. Pero lo más grave del
informe viene después, una denuncia bien clara de la, en opinión de Asensio
(siempre muy pro alemán, ¿ahora desengañado?), falta de consideración militar
hacia los españoles, derivada bien del deseo de abusar, sin importar sus bajas,
o de la falta de reservas de la Wehrmacht, lo que sería un mal
presagio:

<<El que un Batallón del Regimiento 269 y una
Compañía de Esquiadores hayan tenido tan gran número de bajas (la segunda casi
ha desaparecido) al acudir en auxilio de las dos Divisiones alemanas vecinas por
izquierda y derecha, respectivamente, mientras nuestra División quedaba sin
reservas y atendiendo un frente de 45 kilómetros codiciado por el enemigo,
evidencia una de las dos siguientes conclusiones: falta absoluta de reservas
locales alemanas, o idea preconcebida de que nuestra División deje todo su jugo.
Si la primera conclusión ni puede ni debe exteriorizarse, el hombre poco
informado y con pasiones derivadas de las muchas bajas, del mucho frío, del
mucho retraso con que llegan las cosas que se le envían de España y que le da
una sensación de mal trato, este hombre, repito, llega a establecer la
conclusión de que se pretende abusar y no usar de él, y no es conveniente que
así ocurra>>

A partir de estas valoraciones, Asensio propone que
el gobierno adopte una de las dos siguientes alternativas. O bien retirar la
División de línea, llevándola a un campamento en el interior de España para
hacer posible su reorganización, cubriendo bajas, perfeccionando su instrucción
y mejorando su moral de cara a <<la ofensiva que pudiera tener lugar en la
próxima primavera>>; o bien relevar de forma inmediata a cuantos
divisionarios así lo deseen y en un breve plazo al resto del contingente.
Asensio cree que la mejor solución es la primera, pero duda de su posibilidad
teniendo en cuenta la escasez de medios de transporte ofrecidos por la Wehrmacht
y las dificultades para el desplazamiento de bienes y personas en territorio
español. De la segunda, un relevo casi completo en el plazo de cuatro meses, nos
dice que las dificultades serían aún mayores por la escasez de voluntarios
civiles, así como de suboficiales y tropa.”

Carne de cañón...


El día 16 el II/296, que se encontraba en la
reserva y cuyo mando corresponde al capitán Manuel Patiño, recibe la orden de
trasladarse desde Sluzk a Sablino, quedando acampado en el pueblo y la zona de
bosque. En la noche del 21 al 22 sus algo más de quinientos hombres viajan en
camiones en dirección a Mga, siguiendo la marcha hacia el sur del Ladoga, en el
interior del bosque, con una temperatura de 40 grados bajo cero. En la zona de
bosque asignada al regimiento 162 de la Wehrmacht se ha producido una
infiltración de tropas enemigas y los españoles, a las órdenes del coronel
Vehrenkamp, jefe del citado regimiento, deben relevar a un batallón que ha
perdido casi todos sus efectivos. Empresa difícil, pues, tras abrir un pasillo
para el enlace de los dos ejércitos citados, los soviéticos tratan de
ensancharlo. El día 22 los españoles sufren un durísimo bombardeo que les causa,
carentes de cobertura aérea y de artillería, numerosas bajas, y a continuación
el ataque de la infantería, que hace retroceder a dos de las compañías. La 7ª,
que se mantiene firme, queda aislada y sufre numerosas bajas, entre ellas la del
capitán Masip, muerto en combate después de perder un ojo y recibir otras
heridas que no le deciden a dejar el mando...

...Al final del día las mermadas fuerzas españolas
son relevadas por los alemanes. No obstante, el 25 el mando alemán requiere la
participación de sesenta hombres del batallón en la ocupación de una zona
infiltrada por los soviéticos. Para el día 26 las bajas dejan al batallón con
tan solo un oficial en activo, el teniente Soriano. Cuando el día 30 el batallón
se reincorpore a su regimiento, de 500 hombres que entraron en fuego regresan 50
y un oficial; los muertos , heridos y congelados suman el
resto.”

¿Gloria y honor?...

Si penosa resultó la marcha para quienes querían
imaginar que esta retirada constituía el paso previo al regreso a casa,
siguiendo el camino tomado por los divisionarios en el otoño, no hay palabras
para describir lo que supuso para aquellos que fueron conducidos en calidad de
prisioneros y a los que esperaba un pelotón de fusilamiento. Nos referimos a
divisionarios que han intentado desertar y fracasado en su empeño. Para ellos la
única esperanza de salvar la vida es que los soviéticos les corten el paso y, al
encontrarles sin armas y esposados, les pongan en libertad. Ya hemos dicho que
la Legión Azul se ha formado sobre todo con personal forzado a quedarse, en
parte con jóvenes reclutados a comienzos del otoño y recién llegados al frente,
cuando la Spanischen División ya ha sido disuelta. Unos pocos han intentado
desertar y han alcanzado su objetivo, otros han fracasado...

...Oficialmente, ninguno de los miembros de la
Legión regresará ya al frente de guerra. El general Walter Model, que ha
sucedido a Von Küchler en el mando del Grupo de Ejércitos Norte, por haber sido
este último cesado por un Hitler furioso (Model durará menos de dos meses),
tiene planes para los españoles. Ha pensado utilizarles en primera línea, pero,
al parecer, el capitán Haxel, oficial de enlace con la Legión, ha apuntado a su
jefe que eso supondría la práctica desaparición del contingente español,
arrasado al reanudarse la ofensiva enemiga, y la protesta de su gobierno, un
precio político innecesario y alto en esta coyuntura de la guerra. De forma que
la Legión permanece en Estonia, en situación de relativo descanso. La tropa no
entra en combate, pero los oficiales someten a los hombres a su cargo a un nuevo
periodo de instrucción con el único objetivo de que estén ocupados, no tengan
demasiado tiempo para darle vueltas a la cabeza o se produzcan peleas entre
ellos por cosas nimias.”

El regreso... del cautiverio


Tras atravesar de nuevo el Bósforo, el barco
se detuvo en la noche del 27 en Estambul. Aquí esperaba la comisión de
repatriación española, que subió a bordo. Formaban parte de ella distintos tipos
de autoridades, así como periodistas, médicos, enfermeras, capellanes, el
comisario Armero y el inspector Gómez, de la Dirección General de Seguridad. En
la madrugada del domingo 28 el barco abandonó Estambul. Georges Brouardel,
presidente de la Cruz Roja Francesa, había negociado con su homólogo español que
el barco haría escala en el puerto francés de Marsella para que aquellos ex
prisioneros que no deseasen regresar a España (situación que podía afectar a los
desertores) tuvieran la opción de intentar rehacer su vida en la Europa
democrática. Incluso organizaciones de exiliados españoles hicieron llegar al
barco su deseo de recibirles en tierras francesas, pero, al parecer, sólo uno de
ellos deseaba optar por esa vía. No obstante, la delegación española, tras
recibir instrucciones de su gobierno, impuso un itinerario directo a Barcelona,
sin escalas.

Como no podía ser
de otra forma, los medios de comunicación franquistas montaron una campaña de
propaganda de afirmación nacionalista y fervoroso anticomunismo en torno al
regreso de quienes habían sufrido un largo cautiverio en los campos soviéticos,
aunque esto no pareciera ser lo más conveniente cuando todavía quedaban presos
en la URSS. La campaña en los medios comenzó a bordo del barco, pues los
periodistas radiotelegrafiaron sus crónicas sobre los recién liberados y los
organismos oficiales tenían ya preparados a varios familiares para que a través
de ese medio hicieran llegar su aliento y cariño a los hombres del (barco)
Semiramis, que respondieron con la voz entrecortada por la emoción. Y en
Barcelona aguardaban representantes de todos los medios y las cámaras de NO-DO.
También esperaban con impaciencia los familiares de los repatriados que se
habían desplazado hasta allí y miles de curiosos, unos vecinos de Barcelona,
otros llegados desde distintos puntos del territorio
nacional...

...También hay que recordar que todavía permanecen
en los campos soviéticos un puñado de compatriotas. Seis miembros del personal
militar han quedado retenidos: dos por haber sido condenados a penas de
veinticinco años de cárcel, uno catalogado de loco por las autoridades
soviéticas, y de otros tres existen noticias de que se encuentran internados en
algún campo, pero se desconoce la localización. Además, al parecer, varios
pilotos y marinos, diecinueve permanecen internados en distintos lugares de la
URSS. Gracias a las gestiones de la Cruz Roja Francesa y otros organismos, en
diciembre de 1954 regresarán, a bordo del buque Crimea, otros prisioneros, una
parte de ellos desertores desencantados del régimen
comunista.”
Un pequeño retrato en suma de la historia de la Guerra
Civil, ya que al menos el primer contingente de la División Azul era
mayoritariamente veteranos de la misma e ideológicamente afines a luchar contra
la URSS, que a medida que avanza la guerra y subordinados a operaciones menores
que no se citan cuando se habla de la Batalla de Leningrado pero que hicieron
que un buen puñado de españoles regaran con su sangre la tierra rusa.
Libro ideal para estos nostálgicos del franquismo, que
ni lo vivieron ni quieren conocer que Franco no dudó una vez más en sacrificar

compatriotas como agradecimiento a Hitler por los servicios prestados, que se
apuntan a sacar banderas franquistas y poner en sus móviles cantos falangistas y
fascistas. Una realidad lejos de las imágenes de honor y gloria que pululan por
youtube y los programas derechoides y leguleyos de argumentar memoria de España
obviando la cruda realidad de lo que significó la olvidada presencia de españoles, tanto en la División Azul como en el Ejército Rojo, que permanecen
sepultados en tierra extranjera.

Un libro muy recomendable para un país que suele olvidar con demasiada frecuencia la historia para reclamar historia tergiversada y no hay gloria en matar a
semejantes o morir matando, sólo tumbas sin nombre que nadie
recordará...

lunes 25 de julio de 2011
 
Libro: La Guerra de la Independencia

Autor: Miguel Artola
Editorial: Espasa Calpe, S. A.
Año de edición: Febrero de 2008 – 2ª edición

¡Sacar la bandera conque engalanasteis las ventanas en el pasado Mundial de Sudáfrica! ¡Sacar los pantalones de la mili y la carabina de balines que nos invaden los gabachos!
Comienzo de manera tan patriótica y guerrera este
número de “Lomo con tapas” porque traemos hoy un libro que habla de nuestra última gran guerra hasta la Guerra Civil. Un libro que nos habla de que hubo una
época que marcó el posterior aislamiento de España del resto de naciones europeas y a la vez explica la raíz del ocio acerval para con los franceses de los españoles y viceversa.
El caso es que en 1808 los españoles se echaron a las calles y sacaron banderas no para celebrar un gol de Iniesta, resulta que al bueno de Napoleón, que andaba por aquella repartiendo reinos entre sus parientes y generales, se le ocurre que dar el reino de España a su hermano. El Rey se llevaba mal con su hijo, un botarate absolutista que prometió el oro y una
constitución que hiciera entrar a España en el siglo XIX y que al final ahorcó, compró, o simplemente les hizo emigrar, a quienes lucharon por su causa...

Pero este libro de Miguel Artola nos habla de la guerra por expulsar al ejército imperial y restaurar la independencia nacional.

Miguel Artola (San Sebastián, 1923) es uno de, como
siempre estos apuntes biográficos los saco de la solapa del libro, es uno de los más prestigiosos historiadores españoles. Es académico de la Historia y doctor
honoris causa
por las universidades del País Vasco y de Salamanca.
Ha obtenido, entre otros, el premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales y el premio Nacional de Historia.
Escrito de manera amena y dinámica, es de agradable lectura para quienes sientan la pasión por la historia. Pero ya sin más os dejo
con unas breves pinceladas para que me deis la razón...
La quiebra del Antiguo Régimen...


Los acontecimientos políticos y militares de
1808 marcaron el inicio de una nueva época de la historia de España. La guerra de la Independencia, como suele ser para quienes la soportan en su patria, fue el aspecto dominante, aunque la historia presta mayor atención a los cambios
políticos y sociales que tuvieron lugar durante o como consecuencia de la guerra. Las Cortes de Cádiz iniciaron el proceso revolucionario que introdujo el constitucionalismo y cambió la organización de la sociedad y de la economía. La independencia de las colonias americanas transformó la identidad territorial de la Monarquía de España. Las condiciones objetivas para la revolución produjeron
en su tiempo una abundante literatura, cuya mayor debilidad fue olvidar la importancia de las circunstancias en el origen de los sucesos revolucionarios.
La crisis del Antiguo Régimen fue la condición que permitió la conquista del poder y la formación de una opinión liberal dispuesta a continuar la lucha hasta la victoria. Tuvo dos manifestaciones distintas: la primera fue dinástica y dio lugar a la sustitución violenta del rey por el príncipe de Asturias y a la abdicación de todos los varones de la familia en el emperador francés; la segunda afectó al aparato del Estado, cuyos titulares no se atrevieron a ejercer
su poder, cuando hacerlo comprometía su carrera. El poder, abandonado por sus titulares, recayó en manos del pueblo.”

 
Fernando VII abandona Madrid...


En la mañana del mismo día en que salió
Fernando VII de Madrid, Murat inició sus requerimientos para que se le entregase
al Príncipe de la Paz. Dos días después repitió su demanda, que renovó luego cotidianamente. La Junta de Gobierno consultó al rey, que se encontraba a la sazón en Vitoria, y aunque este les ordenó que no accediesen a la pretensión del
gran duque, terminaron por entregarle, luego que el general Belliard afirmó el 20 de abril por escrito <<que el Príncipe de Asturias había puesto a su
disposición al preso don Manuel Godoy>>, y sin tener en cuenta si había transcurrido el tiempo mínimo para que pudiese cruzarse toda la correspondencia que el oficio del jefe de Estado Mayor francés implicaba. Aquella misma noche tuvo lugar la entrega del prisionero, que emprendió a continuación el camino de Bayona, a donde seis después, cuando los reyes padres habían ya, por su parte, iniciado el viaje que les conduciría al mismo destino. En dicho lugar se les unieron luego el infante don Francisco, la reina de Etruria y el infante don Antonio, con lo que Napoleón llegó a tener en sus manos a la casi totalidad de la familia real española, a la que iba a dictar su voluntad.

El 20 de abril Fernando VII y sus acompañantes
habían cruzado el Bidasoa -el Rubicón, en frase de Escoiquiz-, y poco después tenía lugar el encuentro con los grandes, enviados desde Aranjuez. Según
Escoiquiz, informaron al rey de <<que la verdadera intención del emperador era la de destronar a la casa de Borbón de España>>. Ceballos, en cambio,
afirma que <<su explicación con respecto a las intenciones del emperador no fue la más lisonjera>>. Una vez alojados en Bayona, y tras las iniciales visitas de cortesía, se celebró una comida en el castillo de Marrac.
En este momento el monarca y sus consejeros aún conservaban sus ilusiones, según prueba la respuesta de la Junta de Gobierno a un oficio de Ceballos, con fecha de 20 de abril, en el que se habla <<de la acogida amistosa que el emperador de los franceses y rey de Italia hizo a V. M: en Bayona>>.”
 
Las tropas imperiales muerden el amargo polvo de la retirada...

El vacío creado por la captura del ejército de
Dupont dejaba Madrid al descubierto, lo que provocó un movimiento generalizado de repliegue que no todos los ejércitos franceses serán capaces de llevar a cabo. Junot, aislado en Lisboa por el levantamiento español, trata de cumplir las instrucciones de Napoleón, que le ordenaban apoyar las operaciones de Bessiéres y Dupont. Las columnas de Loison y Avril no pudieron abrirse paso, por lo que Junot, enfrentado simultáneamente con el levantamiento portugués, decidió concentrar sus fuerzas en torno a Lisboa, dejando en Almeida y Elvas guarniciones destinadas a mantener abierto el camino para una retirada que la derrota de Bailen había hecho imposible.

El 1 de agosto iniciaba su desembarco en las playas de la desembocadura del Mondego la la división que el gobierno inglés enviaba
como respuesta a las peticiones de los enviados de las Juntas españolas. Las tropas mandadas por el joven Arthur Wellesley sumaban, inicialmente, 9000 hombres, cifra que ascendió hasta los 16.000 cuando se le unieron en días
sucesivos nuevas divisiones inglesas, efectivos a los que se añadieron algunos miles de portugueses.

Junot, a pesar de la
superioridad numérica de sus fuerzas (28.000 hombres), se encontraba en una
situación estratégica crítica debido a la hostilidad popular que el
levantamiento español había producido. Enfrentado con la necesidad de cubrir dos objetivos simultáneamente, ocupar el país, especialmente Lisboa, y combatir al cuerpo expedicionario inglés, su decisión de atender por igual ambos problemas le llevó a luchar en condiciones de inferioridad numérica en Vimeiro (21 de agosto). La batalla fue planteada por Wesllesley según el modelo casi constante en su vida: superioridad de posiciones, previamente elegidas con gran minuciosidad, y táctica de desgaste del enemigo, al que se obliga a atacar en
desventaja al mantener una imperturbable postura defensiva, El resultado de Vimeiro de los supuestos mencionados fue la derrota táctica de los franceses, cuyos ataques jamás tuvieron la fuerza necesaria para desalojar a los británicos de sus posiciones. La llegada de sir Harry Burrard, que tomó el mando de las fuerzas inglesas al final del combate, paralizó la persecución de los
imperiales, lo que permitió a Junot retirarse sobre Lisboa sin ninguna dificultad.”
 
Wellington...

Apenas conoció
Wellington la nueva dirección del avance francés siguiendo siguiendo la ruta
Viseu-Coimbra, noticia que coincidía con un momento de gran concentración de sus fuerzas, decidió presentar batalla, ocupando la fuerte posición de Busaco. La línea anglo-portuguesa -formada por 52.000 hombres- cubría las alturas de la sierra de este nombre desde Paradas al Mondego, teniendo su centro de gravedad en el edificio del convento de Busaco, al borde del mejor de los caminos que llevaban a Coimbra. El 25 de septiembre, las avanzadillas del ejército de Reynier llegaban ante Busaco y, al día siguiente, Massena , tras inspeccionar el terreno, ordenaba un ataque frontal en el que habían de participar los cuerpos de ejército de Ney y Reynier, cada uno de los cuales lanzaría varias columnas divisionarias contra un sólo punto de la línea aliada. Comenzaría el ataque el 2º ejército, y una vez coronada la cordillera, llevaría a cabo una conversión para atacar la posición del convento por retaguardia, al mismo tiempo que Ney lo hacía por el frente. La elección de Massena suponía la aceptación de la fórmula planteada por Wellington, y daba a este todas las ventajas inherentes a una
posición elegida y ocupada con entera tranquilidad, y a una batalla cuyo desarrollo había de corresponder sustancialmente a las previsiones del comandante británico.”

Guerrilleros y españoles todos...

El comienzo de
las guerrillas en Cataluña resulta aún más impreciso que en el resto de España, al confundirse con una fórmula bélica más antigua: el somatén. Las primeras
batallas del Bruch responden a la fórmula del levantamiento general, pero esta forma de hacer la guerra será pronto sustituida por el profesionalismo del guerrillero, aunque el tránsito no resulta perceptible para los propios protagonistas. Aún más: en Cataluña,el ejército regular, después de las derrotas
experimentadas ante las fuerzas de Saint-Cyr, optará por una línea estratégica puramente guerrillera que caracteriza su actuación hasta la etapa final de la contienda, en que muchas de las guerrillas se convertirán en unidades regulares a escala divisionaria en ocasiones e, incluso, de cuerpo de ejército.

El somatén se convertirá o será sustituido por el guerrillero de forma tanto más imperceptible cuanto que los jefes de los primeros seguirán siendo caudillos militares cuando, en lugar de dirigir masas populares cuya fuerza básica es el número, pasan a conducir los grupos reducidos de combatientes seleccionados. Milans del Bosch,
un teniente coronel en situación de media paga, fue el primer jefe de los somatenes, cuyos miembros en muy pocos meses se transforman en soldados permanentes. Manso y Solá estuvo en Gerona y Rosas antes de convertirse en caudillo de una partida. Franch y Estalella surgen de las filas de los que combatieron en el Bruch.

La aparición de la guerra de guerrillas atrajo de manera inmediata la atención de la Junta Central, que trató de introducir un cierto orden y control en la nueva forma de hacer la guerra. El reglamento de partidas y cuadrillas, de 28 de diciembre de 1808, fue seguido en 17 del siguiente abril por el decreto destinado a organizar el llamado Corso terrestre, que ya tenía antecedentes en la partida establecida con ese título en Navarra por Mina el Mozo. Antes de esa fecha -20 de febrero-, la Junta Superior del Principado de Cataluña publica un Reglamento para los somatenes, que junto con los anteriores constituyen las primeras fórmulas destinadas a institucionalizar el nuevo tipo de combatiente y de guerra.”

 
Efectos de la guerra de guerrillas...

La importancia histórica de la acción de las guerrillas, cumplidamente exaltada en lo que tiene de valores humanos, resulta infravalorada en lo que respecta a su decisiva trascendencia militar. Los recientes ejemplos de guerras revolucionarias en las
que guerrilleros o partisanos han combatido y triunfado frente a fuerzas regulares más poderosas numérica y posicionalmente, junto con la elaboración doctrinal que de su experiencia nos han brindado sus caudillos, han permitido un nuevo acercamiento y una más justa estimación histórica de la importancia de las guerrillas en el victorioso desenlace de la guerra de la Independencia.

Un estudio analítico
de la guerra en el que se trate más de valorar el número de bajas y los daños
causados a los franceses, que de describir batallas libradas de acuerdo con los
principios académicos de la táctica militar, habrá de estimar forzosamente la
acción de las guerrillas como más decisiva que la de los ejércitos regulares
español e inglés. En definitiva, los imperiales no fueron obligados a evacuar el país por la derrota que sufrieron en los Arapiles y todavía menos por las que posteriormente experimentaron en Vitoria. Antes de esas batallas su dominio de la Península había alcanzado un punto crítico y bastó un resultado adverso en un único combate para verse obligados a evacuar, primero Andalucía y luego la totalidad del país. El comentarista militar Liderar Hart, en su libro sobre `La
estrategia de aproximación indirecta, enuncia esta misma idea cuando afirma que <<tratar la guerra de la Península como una crónica de las batallas y los sitios realizados por Wellington es quitarle su verdadera significación>>.

Atacados por la permanente acción de los guerrilleros, las tropas francesas resultan fijadas al terreno, y si conservan una relativa iniciativa táctica -la de perseguir a las partidas- es a costa de perder o cuando menos de ver profundamente afectada su iniciativa estratégica de conjunto. En el momento crítico en que Massena se encuentra detenido con 50.000 hombres ante Torres Vedras en espera de refuerzos, Espoz y Mina consigue fijar en Navarra durante
tres meses a los 38.000 hombres que forman el 9º ejército, la Joven Guardia y la guarnición de las plazas de la provincia.”

Libro en suma apasionante que aparte de refrescar las neuronas patrióticas nos dice que antes
de independentismos boineros, esa cosa llamada España se unió contra el invasor. Por otra parte, asistiremos en primera fila a que España sí era ya Europa sufriendo los avatares que el cambio de régimen de gobierno absolutista al representativo que proclamaban las revoluciones provocó en el continente. Es indudable que se ha solapado que Napoleón no perdió, comenzó a, su aura en Rusia, tambien en España y si la Península no se hubiera sublevado es posible que la historia fuera otra en nuestros días. Inventamos un nuevo arte de lucha en la guerra que aún sigue vigente, el denominado “conflicto asimétrico” que pone en jake a ejércitos regulares frente a la hostilidad de la población.

También contiene el libro unas páginas dedicadas a cuadros y grabados sobre la época que resultan deliciosos como contrapunto gráfico a lo narrado.
Libro ideal para guardias hospitalarias y de seguridad de amantes de la historia, para regalar a adolescentes indolentes y a la suegra si tiene migraña ya que su lectura le
aumentará el dolor si está acostumbrada a leer las tramposas novelas históricas,
no lo leerá pero se cagara en todos los muertos del yerno.

Tal vez el problema de España es que siempre nos tragamos las leyendas negras que sobre nosotros se han escrito...